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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

GRAN MARISCAL DE AYACUCHO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES

ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

ASIGNATURA: ESTADÍSTICA II

LAPSO ACADÉMICO II 2022

PROBABILIDAD Y ECONOMÍA

Profesor: Realizado por:

Giorgio Gasparini Jesús Mendoza C.I.26.865.503


INTRODUCCIÓN

Utilizando un criterio sencillo, dinámico y espontáneo, se ha desarrollado una


investigación para explicar cómo la Estadística siendo un subconjunto de las
Ciencias Matemáticas, permite utilizar herramientas de análisis de datos
para la toma de decisiones financieras. En el trabajo se introducen
retrospectivamente, los conceptos teóricos de la estadística, para
posteriormente de forma didáctica, continuar con adentrándonos al tema,
desarrollando varios puntos referentes al tema, que toman en cuenta la
habilidad del estudiante de generar la aplicación práctica a raíz del
conocimiento de la influencia de la probabilidad en la economía actualmente.
¿QUÉ ES LA ECONOMÍA?

La economía es una ciencia social que estudia la forma de administrar los


recursos disponibles para satisfacer las necesidades humanas. Analiza el
comportamiento, las decisiones y las acciones de los humanos, es decir,
estudia como las personas, empresas y gobiernos toman decisiones
relacionadas con la producción, distribución y consumo.

Dado que los recursos del planeta son escasos y desgraciadamente, no todos
podemos disponer de todo, nos vemos obligados a administrar esos bienes
para conseguir lo que nos falta. La ciencia económica envuelve la toma de
decisiones de los individuos, las organizaciones y los Estados para asignar
esos recursos escasos.

La economía se centra también en el comportamiento de los individuos, su


interacción ante determinados sucesos y el efecto que producen en su
entorno. Por ejemplo, el efecto que producen en los precios, la producción, la
riqueza o el consumo, entre otros. Es una ciencia social porque estudia la
actividad y comportamiento humanos, que es un objeto de estudio altamente
dinámico. Los humanos somos impredecibles.

Podemos decir que existen diversas maneras de organizar una sociedad que


se pueden englobar en mayor o menor medida en un sistema u otro. Las
clasificaciones más importantes de los sistemas económicos son:

-Sistemas económicos según exista o no propiedad privada:

.Economías capitalistas: También denominada economía libre o de mercado.


Son economías en que los individuos y las empresas llevan a cabo la
producción y el intercambio de bienes y servicios mediante transacciones en
las que intervienen precios y mercados.

.Economías socialistas: También conocida como economía de planificación


central. En su estado más puro, exigen la sustitución de la propiedad privada
por la colectiva en los medios de producción, cambio y distribución; del mismo
modo, pide la distribución igualitaria de la riqueza y la eliminación de las
clases sociales.
.Economías mixtas: Actualmente, las economías suelen ser mixtas, en las que
una parte de las decisiones las toman los ciudadanos y otras el gobierno, esto
permite corregir los fallos de mercado que existen.

-Sistemas económicos según el mecanismo de coordinación o de toma de


decisiones:

.Economía tradicional: Economías simples cuyas decisiones se basan en la


tradición. Se trata de países rurales y fundamentalmente agrícolas.

.Economía autoritaria: Las decisiones económicas son tomadas por una


autoridad central. Por ejemplo, una dictadura.

.Economía de mercado: La mayoría de las decisiones económicas son tomadas


por los ciudadanos. Esto ocurre en las economías mixtas o capitalistas.

¿QUÉ ES LA PROBABILIDAD?

Una de las características más especiales de los seres humanos, que nos
diferencia del resto de animales, es nuestra capacidad de “predicción”,
de anticiparnos a los acontecimientos que van a ocurrir. A veces
fallamos, pero otras muchas no. Esta capacidad nos ha permitido llegar
hasta donde estamos hoy, pudiendo predecir tanto peligros como
oportunidades. Piénsalo, nuestros antepasados que eran capaces de
predecir el ataque de un depredador fueron los que sobrevivieron.
Ahora, decenas de miles de años después hemos dado un paso más y nos
preguntamos  ¿ qué es la probabilidad?

La probabilidad simplemente es el cálculo matemático que evalúa las


posibilidades que existen de que una cosa suceda cuando interviene el
azar.

¿QUÉ ES LA PROBABILIDAD EN ECONOMÍA?

En el ámbito de la economía, las probabilidades son el valor límite con el cual


tiende a acercarse la reiteración de un mismo resultado cuando la cantidad
de observaciones aumenta. En otras palabras, es el valor que se obtiene luego
de analizar un resultado en repetidas ocasiones, siendo visualizado en
situaciones o instrumentos financieros.

En cuanto a inversiones se refiere, muchos expertos se encargan de medir la


frecuencia en la cual pueden ocurrir diversos escenarios relacionados con su
economía. A través de esos estudios, ellos analizan el posible desenlace de
sus negocios o tratos que lleven a cabo.

Gracias a eso, la posibilidad de tomar una decisión financiera errónea es


mucho menor, evitando que el experto pierda grandes cantidades de dinero.
Las probabilidades son empleadas por una gran cantidad de personas, siendo
un método que se ve respaldado por su porcentaje de acierto. A pesar de
ello, requiere de mucho dominio de las ciencias matemáticas.

CÁLCULO DE LA PROBABILIDAD APLICADA A LA ECONOMÍA Y A LOS


NEGOCIOS:

El cálculo de probabilidades es una importante rama de las matemáticas con


la que se puede medir la verosimilitud o posibilidad de ocurrencia de sucesos
inciertos. La toma de decisiones en los negocios se ve afectada por la
incertidumbre que pesa naturalmente sobre las estrategias a utilizar y sobre
los resultados futuros que se deriven de estas. Se desea saber si una
determinada decisión, en promedio, pueda resultar buena y que reporte
mayores beneficios que costos. Por este motivo, el conocimiento del cálculo
de probabilidades es fundamental para tener una mejor perspectiva de los
mercados, reducir lo más posible el nivel de incertidumbre, y aumentar las
posibilidades de éxito en las decisiones.

Para comenzar, en honor a la simplicidad, considere una situación en la que un


supermercado, para minimizar sus costos, desea elegir el número de cajeros
que atenderán a los clientes al realizar sus compras. Existe una disyuntiva a
la que se enfrenta la empresa, y es que, si dispone de pocos cajeros que estén
cobrando, y en caso de que haya muchos clientes en un día dado, las filas
formadas por los compradores serán bastante largas, lo que podría derivar en
una percepción negativa por parte de los mismos hacia la calidad en la
atención. Por otro lado, si contratan demasiados cajeros y la afluencia de
clientes no es elevada, habrá personal ocioso a la espera de clientes, lo cual
reduce su productividad y la empresa no estaría minimizando sus costos (ya
que podría tener la percepción de que ha contratado cajeros de más y deberá
pagar los salarios igualmente).

Entonces, si la empresa pudiera estimar la probabilidad de que haya diversos


números de clientes en un determinado intervalo de tiempo, utilizando esta
información, la dirección podría analizar la mencionada disyuntiva entre la
formación de colas largas y la presencia de personal ocioso, y en función a
ello, aplicar alguna estrategia para lograr el nivel deseado de servicio al
cliente y minimizar sus costos, haciendo frente a la mencionada disyuntiva.
Podría por ejemplo elegir con más precisión el número de cajeros en un
determinado horario, y en un segundo turno del día, otro número de cajeros
atendiendo, que es lo que normalmente se suele observar.

Existe otro ejemplo interesante desde el punto de vista práctico que


podemos mencionar, pero que ha planteado muchos cuestionamientos sobre si
resulta ético o no. Se trata de la práctica denominada “overbooking”. Por
ejemplo, en el sector de las aerolíneas, esta consiste en la venta o reserva de
tickets de vuelo en cantidades que superan su capacidad total, es decir,
venden mayor cantidad de boletos que el número existente de plazas
disponibles. De hecho, es una práctica muy habitual por parte de muchas
aerolíneas en el mundo.
Esta situación obedece a que normalmente, como resulta lógico, no todos los
que hayan comprado boletos se presentarán para embarcar, por lo que, si se
venden de más, los que no aparecen pierden su dinero o deberán pagar por un
cambio de vuelo. De este modo, la aerolínea puede maximizar su beneficio
vendiendo boletos extras. Basándose en datos históricos y en la información
que dispongan, estas empresas utilizan el cálculo de probabilidades para
conocer qué porcentaje del número total de plazas existentes no se ocupará
para el viaje (en promedio) debido a los clientes que no llegan, y así estimar la
cantidad extra de boletos que pueden permitirse vender para un mismo vuelo.
El problema estriba en que, aunque la probabilidad de que se presente un
determinado número de personas (mayor que el de plazas disponibles) sea
muy baja, la posibilidad es latente y es ahí cuando la empresa se ve obligada a
dejar a algunos clientes sin viajar, con la consiguiente responsabilidad de
compensarlos de alguna manera. De todas formas, si sus estimaciones son
precisas, en general la empresa habrá aumentado el beneficio promedio a
largo plazo, si la tendencia suele ser que no se presenten cierto número de
viajeros.

Otro ejemplo relativamente sencillo y didáctico que hemos podido encontrar,


y que representa además un hecho constatado, es el caso de Disneyland
(Marcatinco, 2014). Antes de sus inicios, cuando Disney se proponía fundar
Disneyland, deseaban saber qué tamaño debía ser su infraestructura, en qué
localización construirla y cuánto debían cobrar por las entradas. Consultaron
con algunos investigadores de la Universidad de Stanford, especializados en
aplicar el razonamiento matemático-estadístico a problemas y cuestiones de
negocios, quienes recogieron datos acerca de los hábitos de la gente en
relación a viajes, nivel de ingresos, tipo de entretenimientos preferidos, etc.

Utilizando estos datos y aplicando los métodos de cálculo de probabilidades,


predijeron en promedio la probabilidad de que la gente fuera a un lugar
determinado y esté dispuesta a pagar un determinado precio por la entrada.
Gracias a la precisión de sus aproximaciones, se logró tener éxito en sus
operaciones, y en ese entonces, Disney comenzó a estar más capacitado para
tener una mejor perspectiva del mercado y al menos poder reducir el nivel de
incertidumbre.

Existen otros innumerables ejemplos de cómo se puede utilizar el cálculo de


las probabilidades para una mejor toma de decisiones dentro de las
estrategias empresariales, y reducir así, la incertidumbre. Los propuestos en
este artículo resultan los más sencillos, y a la vez, los más frecuentes en el
mundo empresarial, que se pueden destacar para comprender su importancia.
Desde luego, para hacer estos cálculos se requiere contar con la información
y los datos pertinentes, así como el conocimiento de cómo realizarlos e
interpretarlos. La realidad es que, disponer de todos estos datos requiere de
inversiones elevadas, y muchas empresas quizás sencillamente no estén
dispuestas a hacerlo.

Por último, vale la pena volver a resaltar que todos los esfuerzos tendientes a
medir estas probabilidades, se encaran con el objetivo de disminuir la enorme
incertidumbre que naturalmente rodea a la toma de decisiones económicas y
empresariales sobre sus resultados futuros. Sin embargo, conviene hacer una
advertencia: No se trata de tener una visión demasiado dogmática de las
probabilidades, ni de afirmar que absolutamente toda decisión deba basarse
en el cálculo de estas, sino que la clave está en reconocer que existe una
forma de reducir el riesgo y la incertidumbre (aunque no completamente) por
medio del conocimiento de la probabilidad y la estadística, para prever
ciertas situaciones que puedan darse y eventualmente hacer frente a ellas.

RELACIÓN ENTRE LA ECONOMÍA Y LA PROBABILIDAD:

En el mundo, existen fenómenos conocidos y fenómenos que no podemos


predecir con exactitud. Por ejemplo, si dejamos caer un objeto desde una
cierta altura y tomamos en cuenta su volumen, peso, forma, resistencia del
viento, etcétera, podemos saber cuánto tardará en caer y en dónde lo hará.
Este fenómeno se conoce como experiencia determinista. Si lanzamos una
moneda al aire, por el contrario, no podemos saber de qué lado va a caer. Esto
se conoce como experiencia aleatoria.

En términos generales, la probabilidad es un estudio que mide la frecuencia


con la que se obtiene un cierto resultado cuando se lleva a cabo una serie de
experimentos aleatorios con características conocidas y controladas. Para
estudiar la probabilidad deben tenerse en cuenta todos los posibles
resultados del experimento en cuestión.
Así pues, como en el caso de la moneda en la teoría de la probabilidad, se
utiliza para saber que, si se lanza la misma moneda cien veces con el mismo
impulso, sobre la misma superficie y sin ningún cambio, ésta caerá cincuenta
veces sobre una cara y cincuenta sobre la otra. En este caso, la probabilidad
no nos puede hacer saber de qué lado va a caer la moneda, pero sí nos indica
que existe un cincuenta por ciento de probabilidad de que caiga de un lado o
del otro. Si se trata de un dado, por ejemplo, cada número sólo tiene una
sexta parte de probabilidad de caer; por lo que resulta más difícil que un
mismo lado se repita varias veces.

La teoría de la probabilidad es un instrumento muy útil para predecir la


frecuencia con que ocurren ciertos fenómenos, por lo que se utiliza
frecuentemente en ciencias exactas, como la física o las matemáticas. Con el
paso de los siglos y la modernidad de los tiempos, el estudio de la
probabilidad se ha asociado a la estadística y, por supuesto, a las finanzas.

En términos financieros, de acuerdo con el diccionario financiero y de


inversión de McGraw Hill, la probabilidad es “el valor fijo límite hacia el que
tiende a aproximarse la frecuencia de aparición de un resultado cuando crece
el número de observaciones que se realizan en circunstancias similares".
Lo anterior quiere decir que, en el mundo de las finanzas, la probabilidad está
asociada a la recurrencia de un cierto resultado cuando se analiza a gran
escala un mismo instrumento o situación financiera.
Si retomamos el ejemplo de las monedas y los dados y lo aplicamos a una
inversión, entenderemos mejor el manejo de la probabilidad financiera. En el
mundo de las inversiones, existen muchos expertos que se dedican a realizar
mediciones sobre la frecuencia con que ocurren determinados fenómenos. Los
inversionistas utilizan estos estudios para analizar mejor sus posibles
negocios. Así pues, si existe un estudio que nos revela que la posibilidad que
tiene una determinada acción de subir es de treinta y cinco por ciento, esto
nos da a entender que tiene un sesenta y cinco por ciento de probabilidad de
descender, lo cual nos habla de mayor riesgo al momento de invertir.
Por lo general, cuando una inversión tiene más riesgo, sus ganancias
potenciales son mayores. Los estudios de probabilidad nos ayudan a
determinar precisamente el riesgo que existe.
En el mercado de valores ocurre un fenómeno similar al de las apuestas en los
deportes, las carreras de autos o los caballos. Cuando se apuesta dinero al
favorito para ganar, la ganancia es menor que cuando se apuesta al peor
calificado de la lista. De la misma forma, el riesgo es más grande cuando se
pone el dinero en el perdedor, puesto que tiene menos probabilidades de
ganar.

CONCLUSIÓN

Los estudios de probabilidad nos permiten predecir, en cierta medida, los


comportamientos de las inversiones, o al menos, las posibles ganancias o
pérdidas, en cualquier caso. Esto resulta muy útil para decidir cuándo invertir
o no y de qué manera hacerlo.

Es importante recordar que las leyes de probabilidad están vinculadas de


manera directa a los riesgos de pérdida, por lo que, las inversiones con pocas
probabilidades de éxito, suelen ser las que paguen mejor si llegan a ser
exitosas. Sin embargo, no hay que perder de vista que el riesgo es un factor
determinante para elegir una inversión. No es recomendable poner en peligro
el patrimonio con la esperanza de ganarle a la probabilidad o de contradecir
los pronósticos. Un riesgo de inversión adecuado dependerá de la situación
individual de cada persona y sus necesidades específicas. Por ello, es crucial
el asesorarse de manera apropiada y diversificar las inversiones.

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