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Definición Eutanasia

Etimológicamente la palabra “eutanasia” procede de dos conceptos griegos:


eu, que quiere decir bien, bueno dulce, feliz; y thanatos que significa muerte. Se
trata por tanto de conseguir una buena muerte, una dulce muerte o una muerte feliz.
Por eso el Diccionario de la Lengua Española, en su edición de 2001, la define
como “acción u omisión que para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados,
acelera su muerte con su consentimiento o sin él”. Médicamente se emplea esta
palabra para designar la muerte sin sufrimiento físico, explica la doctora Raquel
Gutiérrez de Mock, jefa de la sección de Salud de Adultos del Ministerio de Salud de
Panamá (Minsa).

Según información consultada por Gutiérrez de Mock, el doctor y profesor de


bioética Diego Gracia, de la Universidad Complutense de Madrid, define eutanasia
como: provocar directa y voluntariamente la muerte de otra persona, para evitar que
esta sufra o que muera de un modo considerado indigno. Mientras que, para el
Comité para la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española, eutanasia
es: un homicidio por compasión.

Desde la óptica cristiana católica y humana la eutanasia es un concepto


“equívoco porque significa buena muerte, pero implica matar a una persona”, señala
Miguel A. Keller. sacerdote agustino y docente en la Universidad Católica Santa
María La Antigua (Usma). Para las leyes cristianas viola el quinto mandamiento de
los 10 Mandamientos dados por Dios a Moisés el cual estipula “No mataras”,
colocando al doctor como asesino o verdugo.

La eutanasia tiene diferentes significados según los grupos definidos


actualmente a los que están a favor y los que están en contra, los que están a favor
de la eutanasia es el medio para acabar con el sufrimiento de la persona que
padezcan de alguna o varias enfermedades terminales, tener una muerte digna sin
sufrimiento, movida por la compasión; para los que están en contra lo ven como un
homicidio para aliviar el dolor de la persona que tiene una enfermedad terminal.
En Panamá la eutanasia y el suicidio asistido están prohibidos según lo
dispuesto en el artículo 32 de la Ley 68 de 2003 (Gaceta 24935).
El artículo 23 de Ley 68 (Gaceta 24935)

Según el artículo “La pendiente resbaladiza en la eutanasia en Holanda”, publicado


por la Asociación Española de Bioética y Ética Médica de España, consultado y
citado por la doctora Raquel Gutiérrez de Mock, existen pruebas razonables
provenientes de diversas investigaciones que denuncian una extensión progresiva
de la eutanasia no voluntaria e involuntaria. No es fácil calcular con precisión la
extensión de la eutanasia no voluntaria e involuntaria, aunque diferentes estudios
coinciden en afirmar que es mayor el número de las muertes “sin petición expresa”.
Entre las causas se señalan tanto el deseo del médico de acabar con casos de
sufrimiento extremo, convencido de que actúa en beneficio del paciente, como el
considerar que hay vidas carentes de valor que no merecen la pena ser vividas, por
la falta de calidad de vida.

El Minsa establece que la atención en salud es continua a lo largo de la vida, niñez,


juventud, edad adulta, madurez, vejez y muerte. Cada etapa tiene su enfoque de
salud.

“El programa nacional de cuidados paliativos representa un enfoque humanizado e


interés del sistema por la dignidad de las personas, sin modificar la supervivencia y
evitando el encarnizamiento terapéutico. También se cuenta con el programa de
humanización y acompañamiento”, indica Gutiérrez de Mock.
El artículo 23 de Ley 68 (Gaceta 24935) establece que: el equipo de salud actuante
de toda unidad hospitalaria deberá mantener aquellas medidas que permitan la
mejor calidad de vida posible del paciente, hasta su fallecimiento, para lo cual
deberá contar con unidades operativas de cuidados paliativos. Los centros de
atención primaria ofrecerán los cuidados paliativos prolongados, que garanticen la
mejor calidad de vida y alivio del dolor mediante la atención del personal médico de
que dispongan, dando por dispuesto en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos en el Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a
la seguridad de su persona.

Referenciándonos con lo expuesto en el párrafo anterior en Panamá no está


permitida de manera legal la eutanasia por ningún motivo, la ley panameña
actualmente protege la vida de los pacientes en los nosocomios y estipula el deber
del personal de salud en conjunto velar por la vida e integridad de la persona
mientras permanezca en las instalaciones de salud.

Daniel Ramos, diputado presidente de la comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo


Social de la Asamblea Nacional de Panamá evalúa el tema de la eutanasia como
“delicado”.

“Se trata de la vida humana. Se camina en el filo, entre lo que pudiera considerarse
como que se pone fin a la vida y, que sí, se le pone fin, pero para aliviar la situación
de salud que enfrenta una persona”, dice Ramos.

De surgir algún proyecto de ley sobre el tema, “en la Asamblea algún diputado
pudiera darle paso; otros tenemos otras consideraciones”, manifiesta el diputado a
la vez que señala que como presidente de la comisión de Trabajo, Salud y
Desarrollo Social no ha recibido ninguna invitación a conversar sobre el tema.
“Estamos en la disposición de poder atender a quien venga”.

La muerte es la última etapa de la vida por la que todo ser humano pasará, ante ello
la doctora Gutiérrez de Mock señala que “hay que preparar a nuestra sociedad de
manera integral para el final de la vida y no simplemente hablar de eutanasia”. “La
Asociación de Bioética de Panamá propicia un espacio de discusión para el tema”,
dice.

Eutanasia en América
Según datos de Derecho a Morir Dignamente (DMD), organización de referencia en
la defensa de la despenalización de la eutanasia y la libre disposición de la propia
vida en España, en Colombia la eutanasia es un derecho constitucional desde 1998,
regulado desde el 2021 adecuadamente. Canadá (2016) tiene ley de eutanasia en
vigor.

En EE.UU. existe el derecho al suicidio asistido cuando la supervivencia esperada


es de seis meses o menos en Oregon (1994), Washington (2008), Montana (2009,
por decisión judicial), Vermont (2013), California (2015), Colorado (2016),
Washington D.C. (2016), Hawái (2018), Nueva Jersey (2019), Maine (2019) y Nuevo
México  (2021).

En el resto del mundo


Datos de DMD apuntan que, Países Bajos (2001), Bélgica (2002) y Luxemburgo
(2008) tienen leyes de eutanasia en vigor. En Suiza, la cooperación al suicidio no es
delito mientras no haya motivos egoístas (Código Penal 1942). El suicidio asistido
se lleva a cabo a través de asociaciones pro derecho a morir; algunas también
atienden a ciudadanos de otros países. Austria, tras una sentencia de su Tribunal
Constitucional, aprobó la ley de suicidio asistido en diciembre de 2021.

Las cortes constitucionales de Alemania e Italia han dictado sentencias en las que
permiten la cooperación al suicidio en algunas circunstancias e impulsan a sus
parlamentos a legislar adecuadamente sobre este derecho.

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