Está en la página 1de 7

Desánimo: Las armas que necesitas para combatirlo

CIENTO VEINTE AÑOS SIN UNA SOLA CONVERSIÓN

Hace algunos años, yo me sentía muy desalentado, y estaba por


colgar mi arpa en el sauce. Hacía varias semanas que me
encontraba deprimido. Un lunes vino a verme un amigo que era
maestro de una clase bíblica muy numerosa.

Luego de conversar sobre varias cosas, me preguntó si yo había


predicado alguna vez sobre Noé. Le dije que no. Cuando mi
amigo se fue, abrí mi Biblia y mi puse a leer acerca de Noé. Y me
di cuenta que Noé había trabajado ciento veinte años sin tener
una sola conversión, y que sin embargo no se desanimó. Yo pensé
que no tenía ninguna razón para sentirme desanimado. Cerré la
Biblia, salí a caminar, y la nube se disipó. D. L. Moody

A veces en nuestras vidas podemos ser tentados a desanimarnos.


¡Pero con los siguientes versículos como armas nunca jamás
tendremos que ceder al desánimo!
 El desánimo es algo que todos enfrentamos en nuestra vida
cristiana.

 Es un “enemigo” que puede dificultar nuestro progreso y


robar nuestra paz, esperanza y alegría. 

 Pero también es un enemigo que podemos vencer si


entendemos y practicamos las verdades de la Palabra de Dios.

  Hay versículos en la Biblia para combatir el desánimo – ¡solo


tenemos que creerlos!  

Imagina que un soldado es llamado al campo de batalla y


mientras se prepara le vienen pensamientos de duda, miedo e
incertidumbre:
 “No soy un soldado lo suficientemente bueno”,

 “ya he sido derrotado antes, así que esto podría salir mal”,
“nadie se preocupa realmente por mí”,

 “el resultado o lo que vaya a pasar verdaderamente no


importa”, “es mucho sacrificio”,

 “son muchísimos enemigos”, “su ejército es demasiado


fuerte.”

Podrían pasar 2 cosas:  

 El soldado se va desgastar pensando en todo esto y su


confianza comienza a decaer. 

 Él dice: “no soy lo suficientemente bueno” y está de


acuerdo.

 Luego dice: “Esto no va terminar bien para mí” y lo cree.

 Continua: “Seguramente voy a perder en la batalla”, la


duda y el miedo lo paralizan y ni siquiera se molesta en
tomar sus armas.

 Por ende, no tiene la fuerza para poner un pie en el


campo de batalla.  
O

 El soldado se ha preparado para esto; ya sabe que hacer


así que toma su espada y dice:

“tengo un Capitán, en quien confío y sé que Él me


va cuidar y me ayudará en la batalla.”

 Luego recoge su escudo y proclama: “mi Capitán ya ha


derrotado a este mismo enemigo, entonces yo también
puedo hacerlo”; “yo sé que el enemigo es fuerte,

 pero nuestro ejército es mucho más poderoso”; “esta


batalla es crucial, pues la recompensa es grande”;
“¡vamos a ganar!”

– las armas que necesitas para combatirlo 

Se necesita esfuerzo, persistencia y valor para vencer sobre el desánimo.

Sé un buen soldado y solo cree en la voz de la esperanza. ¡Esfuérzate y sé


valiente! Pon tu confianza en Jesús, nuestro victorioso Capitán que ha
preparado el camino.
Prepárate con estas armas de la luz en la Palabra de Dios, ellas están
llenas de verdad, fe y claridad.

¿Te oprimen los pecados de tu pasado? 


Cuando sinceramente pides perdón, Dios arroja tu pecado en el mar,
como dice en los versículos a continuación. Y si Dios los ha arrojado, ¡tú
también puedes hacerlo! 
 1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 
 Filipenses 3:8-13: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado;
pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante.” 

¿Caíste en pecado? 
Arrepiéntete, cobra ánimo y sigue luchando para hacer lo bueno.

No cedas a la duda y a las acusaciones de que “a ti no te irá bien”

Todo eso proviene de Satanás. Jesús nunca nos dejará de lado

 Proverbios 24:16: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a


levantarse; mas los impíos caerán en el mal.” 
 1 Juan 2:1: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si
alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el
justo.” 
 Romanos 8:33-34: 33 Si somos los escogidos de Dios ¿quién se atreverá a acusarnos?
Dios mismo es quien nos ha declarado justos. 34 ¿Quién nos condenará? Cristo fue el que
murió y volvió a la vida, el que está en el lugar de honor junto a Dios, intercediendo por
nosotros.
 1 Pedro 2:20: “Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo
soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente
es aprobado delante de Dios.” 
 Santiago 4:7: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros.” 

¿A quién le crees? 
Enemigo viene con pensamientos negativos, de desánimo y de acusación
para hurtar, matar y destruir tu esperanza y tu fe.

Y por la otra parte Dios viene con ánimo, ayuda, consuelo, fe y


esperanza.
 Jeremías 29:11: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de
vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin
que esperáis.” 
 2 Timoteo 1:7: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de
poder, de amor y de dominio propio.” 

¿El camino parece demasiado duro y el progreso


demasiado lento? 
¡No te rindas! El camino de salvación requiere fe y paciencia. ¡Cada vez
que seas tentado a desanimarte deja que estos versículos te alienten! 

 Hebreos 10:23: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra


esperanza, porque fiel es el que prometió.”
 2 Timoteo 2:3: “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de
Jesucristo.” 
 Hebreos 10:35-36: “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande
galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la promesa.” 
 Hebreos 12:3: “Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de
pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta
desmayar.” 

¿Estás escuchando, viendo o leyendo cosas que


roban la esperanza? 
 Efesios 5:11: “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas,
sino más bien reprendedlas.” 
 Jeremías 2:13: “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí,
fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no
retienen agua.” 

¿Te estás tomando el tiempo para fortalecer tu fe?


 Efesios 6:13: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis
resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.” 
 Romanos 10:17: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” 
 Judas 1:20: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe,
orando en el Espíritu Santo.” 
 Hebreos 12:12: “Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas
paralizadas.”

¿Has alguna vez experimentado el castigo de


Dios?
Dios se preocupa por ti y tiene un plan de salvación para tu vida. Quiere
salvarte del pecado y darte más de sus gloriosas virtudes. ¡Su castigo es
una prueba de amor por ti! 

 Hebreos 12:5-6: “Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni


desmayes cuando eres reprendido por él. Porque el Señor al que ama,
disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.” 
 1 Pedro 5:6-7: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que
él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él,
porque él tiene cuidado de vosotros.”

¿Los sentimientos negativos hacen que las cosas


sean oscuras y poco claras? 
Nuestras emociones pueden ser inestables, pero la Palabra de Dios es una
verdadera roca. Es posible mantener nuestro espíritu por encima del
desánimo, incluso cuando los sentimientos físicos y emocionales están
por los suelos.

 Salmos 61:2: “Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón


desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo.” 
 1 Juan 3:20: “Pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro
corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.” 
 Isaías 40:31: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y
no se fatigarán.”

También podría gustarte