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26 DE MAYO DE 2021

NOSOTROS LOS MONSTRUOS


NUESTRA EVOLUCIÓN A LA INSEBILIDAD
Índice

Resumen ……………………………………………………………………………………2.

Introducción ……………………………………………………………………………….3.

Desarrollo

1. El empujón de la Tortura. ………………………………………………………4 – 5.

2. La pena de muerte y nuestra transformación…………………………………6 – 8.

Conclusión………………………………………………………………………………8 – 9.

Bibliografía………………………………………………………………………………10.

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Resumen

En este trabajo se investigo y documento la evolución de la tortura desde la antigua Grecia

a nuestra actualidad, y como esta misma afecto a nuestra sociedad llevandola a la decición

de tomar en cuenta la pena de muerte como una opción.

De acuerdo con la investigaciones que se han llevado a cabo por diferentes investigadores

del mundo se han podido comprobar y desmentir argumentos a favor de la pena de muerte,

tambien se ha documentado diferentes tipos de torturas, mentales y físicas, y como estas

denigran la integridad del ser humano, culpable o no.

La violencia por muy pintada como necesaria por nuestros líderes sigue siendo violencia y

no deberíamos sentirnos conformes con ella.

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Introducción

La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice, “Todos los seres humanos nacen

libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben

comportarse fraternalmente los unos con los otros.”, “Todo individuo tiene derecho a la

vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.”, “Nadie será sometido a torturas ni a

penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” (Asamblea General de la ONU, 1948).

En estas declaraciones se da a entender que ni la tortura ni la pena de muerte pueden

aplicarse en los Estados miembros de las Naciones Unidas, esta muy claro, pero esto esta

muy alejado a la realidad. Siendo practicadas y alabadas innumerable veces en los que se

hacen pasar por los mas civilizados.

La Tortura y la Pena de muerte son solo dos de las formas más extremas de la violencia, y

aún así se presentan como una respuesta a los atroces actos que los humanos somos capaces

de hacer, los Estados no deberían glorificar actos de violencia y mucho menos presentarlos

al público como si fuera algún tipo de entretenimiento. La violencia “justificada” no disipa

la violencia, la normaliza, y nos cambia.

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1. El empujón de la Tortura.

La tortura y la pena de muerte existen desde tiempos inmemorables y prácticamente en todo

el planeta, desde la antigua Grecia y Roma, con su rápida clasificación de hombre libre, y

esclavos, juicios, y en caso de los Romanos los bien conocidos circos donde se ponían a los

“criminales” y peligrosos felinos para el entretenimiento del emperador y su gente.

Y también en la Edad Media para el siglo XVII, una época conocida por sus juicios

injustos, en donde el acusador podía solicitar al juez que el acusado sea torturado en caso

de que faltara evidencia, así practicando el tormento, y por su puesto no podía faltar la

participación de la iglesia en esta cuestión, la bien conocida Inquisición, en donde la gran

mayoría de las formas de tortura fueron creadas, la Doncella de Hierro, El potro y La sierra

son unos cuantos métodos que practicaban para hacer confesar a los ‘herejes’.

Después fue abolida en los siglos XVIII y XIX gracias a las ideas de la Ilustración, en

donde la tortura se verá como la transgresión nefasta de la natural bondad humana.

Pero reapareció en el siglo XX, y aún sigue vigente; la reaparición de la tortura no sólo se

constata a través de los informes de las organizaciones de derechos humanos y de algunas

noticias que de vez en cuando van a pareciendo en los medios de comunicación, y no por

que sean pocas sino por la poca transparencia de los Estados, en tanto que reflejo de la

realidad, aparece también en la obra de distintos escritores, como se puede ver aquí en la

obra de Antonio Buero Vallejo que dice, “Daniel Barnes es lo que podríamos llamar un

criminal inconsciente. Habitualmente, practica la tortura, pero nunca se ha planteado --

como consecuencia de la planificación que de su vida hizo Paulus-- que ése sea un hecho

reprobable. Por el contrario, está convencido de que su ‘trabajo’ contribuye al bienestar

social y al engrandecimiento de su país.” (Buero Vallejo. 1968).


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Pero la tortura no solo es física, también es mental y esta se puede ver representada en los

malos tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, aún que no hay una definición al

pie de la letra de estas, se puede dar a entender que los tratos crueles e inhumanos debe

causar sufrimiento físico o mental de carácter grave, deliberadamente o por negligencia,

con la implicación directa o no directa de algún funcionario público; y el trato degradante

es con el fin de humillar o degradar a la persona, y hay demasiados ejemplos de estos, el

confinamiento en solitario prolongado, el hacinamiento, el régimen de incomunicación, las

requisas personales que tachan lo inapropiado, medios de coacción como atar a una persona

por tiempos prolongados aún que esta no represente algún peligro a ella misma o a su

entorno, y la alimentación forzada.

La practica de la tortura no dio más que como resultado una perspectiva en la que la

violencia facilita las cosas, un llamado de justicia, el querer diversión, la búsqueda del

miedo en el pueblo, el control sobre el pueblo y hacer que el acusado hable, aún que lo que

diga no sea la verdad, el daño mental que se le hace a los testigos o personas con

discapacidades, físicas como mentales, como vimos también se le denomina tortura. Esto

solo hizo que diéramos un paso más al pozo, la tortura dio pie a que los diferentes líderes

del mundo tomaran medidas más drásticas, la tortura no era suficiente, tenían que poner

más miedo a las consecuencias, ahí es donde el asesinato justificado por el gobierno, la

pena de muerte, tomo un lugar que no le correspondía en las leyes y en nuestra sociedad,

nos hemos adentramos al pozo, y caemos en picada.

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2. La pena de muerte y nuestra transformación.

La pena de muerte es el exponente máximo de pena cruel, inhumana y degradante. Una

acusación fuerte a una practica con una cantidad enfermiza de representantes, simpatizantes

y defensores; la pena de muerte nunca será la solución en una cultura de violencia, es más

como una enfermedad.

Pero por supuesto para los simpatizantes las razones por la que están de acuerdo con la

pena de muerte son bastante sencillas por que los criminales de actos atroces merecen

morir, y ellos no deberían mostrar ningún tipo de piedad cuando los criminales no la

tuvieron con sus victimas, y por si fuera poco las grandes religiones parecen darles la razón,

en el antiguo testamento, por ejemplo, el propio Yahvé castiga con destrucción y muerte a

los réprobos antes de que sufran el suplicio eterno de las llamas del infierno, por muy

dramático que suene.

Los que se posicionan a favor sostienen tres funciones principales, preventiva, económica y

punitiva. El tercer argumento es filosófico, el enfoque punitivo. Según esta perspectiva, las

condenas son los castigos que se les debe imponer a los criminales, por lo que la pena de

muerte es la respuesta a la sociedad por el daño causado al cometer un delito. Según la

Enciclopedia Stanford de Filosofía (2018), consideran que un criminal debe ser castigado

porque se lo merece, por lo que se justifica la imposición de la pena de muerte a un asesino

por que la gravedad es lo que lo hace merecedor de este castigo; mientras que el primero

argumenta que la pena de muerte disuade a los criminales a cometer delitos; y la segunda

argumenta que es menos costoso la pena de muerte que mantener a los prisioneros en

cadena perpetua.
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Sin embargo se ah demostrado que la pena de muerte no disuade a los criminales, es más,

en ocasiones es una opción persuasiva para los asesinos como el caso del famoso ‘Mocha-

orejas’ Daniel Arizmendi, que declaro, al ser detenido, que prefería que lo ejecutaran antes

que ir a prisión. Pero hablando de estudios en concreto realmente no hay mucho que

comentar, ya que no se a demostrado evidencia concluyente sobre los efectos de la pena de

muerte en la taza de homicidios, por lo que ni se puede decir que la pena de muerte reduce

o no los homicidios, y es un argumento totalmente invalido.

Ahora, un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Seattle demostró que esta

pena implica un mayor presupuesto en comparación con el costo promedio de

encarcelamiento, esto por que el Estado debe de asegurar la responsabilidad del procesado

antes de imponer una medida tan drástica como lo es la pena de muerte.

Así que, ¿qué nos queda? Hemos visto que los argumentos a favor de esta practica y fueron

rápidamente invalidados, solo queda el odio, el deseo de ver a otros humanos, culpables si,

pero humanos, morir en manos de la preciada “justicia”, que tanto dicen buscar al quitarle

sus derechos humanos a estas personas.

La pena capital es inútil, irreversible e indecente y costosa. Inútil porque no logra disminuir

la criminalidad como tratan de probar. Irreversible porque su irrevocabilidad no permite

corregir los no infrecuentes errores judiciales. Indecente porque las penas que

legítimamente puede imponer un Estado democrático y civilizado excluyen la destrucción

de la vida, lo más sagrado del ser humano. Como antes dije, quieren cobrar una vida por

otra, pero eso es, por no decir otra cosa, hipócrita, maldecimos a los asesinos por que se
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creen con el derecho de tomar la vida alguien, pero estamos en primera fila para ver la

muerte de algún criminal, y nos tapamos con la excusa de que es legal y se lo merecen. Lo

único que nos hace diferentes de los asesinos es que la pena de muerte es legal, por que nos

llenamos de satisfacción cuando vemos que el criminal pago por sus actos, y eso no podría

ser más aterrador que el criminal.

No nos dimos cuenta cuando caímos, y ahora solo podemos mirar hacia arriba. Nos hemos

vuelto insensibles al sufrimiento y temor ajeno, nos dejó de importar la vida de las otras

personas a menos de que todos hablen de ello. Ayudamos y apoyamos hasta que las

personas mueren y sufren, hasta que nos enseñan los hechos y tenemos que elegir apoyar o

mostrar indiferencia.

La violencia existe desde el inicio, hemos vivida con ella toda nuestra vida, y cuando

evolucionamos, ella ya lo hace con nosotros, la hemos abrazado y usado a nuestro favor

con excusas, pintándola como algo necesario y no como uno de los males de nuestro

mundo, las muertes, el dolor, el miedo, es algo tan cotidiano que ya no nos afecta verlo o

escucharlo, nos hemos vuelto monstruos insensibles que apartan la mirada del que sufre o

mira detenidamente a la victima, viéndolo sufrir.

La tortura y la pena de muerte no es más que otra excusa para tomar el control de las masas

y provocar un miedo innecesario e inútil, solo asesinamos humanos para ver que tenemos la

fuerza para hacerlo, y lo hacemos llamar justicia aún que eso viole los derechos humanos,

porque ellos ya no son humanos, ¿no es así? Son monstruos insensibles que ven sus

acciones como algo necesario o divertido, y no muestran arrepentimiento alguno. ¿Ellos en


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que se diferencian de nosotros? Somos monstruos, hemos evolucionado para convertirnos

en monstruos, hemos llegado al final del pozo. Tenemos que escalar hasta que se nos

caigan las uñas, podemos volver a intentar ser humanos.

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Bibliografía

Antonio Buero Vallejo. (1968) La doble historia del doctor Valmy. Chester, Reino Unido;

Gateway Theater.

Amnesty International. (2020). La pena de muerte en 2019: Datos y cifras.

https://www.amnesty.org/es/latest/news/2020/04/death-penalty-in-2019-facts-and-

figures/

Luis de la Berrada Solórzano. (2013). La pena de muerte: argumentos. Perseo.

http://www.pudh.unam.mx/perseo/la-pena-de-muerte-argumentos/

Boruchowitz, Robert C.; Collins, Peter A.; Hickman, Matthew J.; and Larranaga, Mark A.,

(2015). An Analysis Of The Economic Costs Of Seeking The Death Penalty In

Washington State. Fred T. Korematsu Center for Law and Equality. 29.

https://digitalcommons.law.seattleu.edu/korematsu_center/29

ONU: Asamblea General, Declaración Universal de Derechos Humanos, 10 Diciembre

1948, 217 A (III), disponible en esta dirección:

https://www.refworld.org.es/docid/47a080e32.html

Caruso, Gregg, "Skepticism About Moral Responsibility", The Stanford Encyclopedia of

Philosophy (Summer 2021 Edition), Edward N. Zalta (ed.), forthcoming

https://plato.stanford.edu/archives/sum2021/entries/skepticism-moral-responsibility/

Asociación para la prevención de la Tortura. (s.f). Tortura y malos tratos.

https://www.apt.ch/es/centro-de-conocimiento/detention-focus-database/trato/

tortura-y-malos-tratos

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