FILIAL CHAPECÓ

PREPARAÇÃO PARA SIMPÓSIO

ENTRE DOIS MUNDOS

Reunião Núcleo F5 – dia 20.10

Tema: A faculdade retentiva e a vida consciente

Direção: Cassiana
Objetivo: Ampliar o conceito da faculdade retentiva (recordar) e sua relação com a
continuidade da vida consciente no plano mental.

Perguntas para intercâmbio:

1. Qual a diferença entre a memória, a faculdade retentiva e a recordação consciente?
2. Como foi desviada a função da faculdade de recordar, transformando-a em
repetição simplesmente?
3. O que o Maestro ensina que devemos recordar?
4. Qual o pensamento que deve enlaçar/unir as recordações, conforme ensina o
Maestro?
5. Qual a importância desse mecanismo para que o Processo de Evolução consciente
seja uma realidade?

Bibliografia:
2. La memoria puede recordar… porque lógicamente tiene una calidad, esta calidad de
retención teórica cuando la mente observa y fija ya por conducto de los ojos, de los
oídos o de cualquier otro sentido; por ello reemplaza en cierto modo la conciencia;
pero la memoria es frágil y es una de las tantas cosas que se tiene hasta no necesitar
más de ella. Cuando la conciencia logra sustituir a la memoria, logra hacerse única, en
ella se fijan las imágenes y las reproduce fielmente. La conciencia no es frágil y tal no lo
es, que para quebrarla es necesario quebrar al ser con ella. La memoria es una especie
de imán que atrae todo cuanto la mente observa. aunque no tenga el menor interés. A
veces podría representársela como el radiador de un auto en viaje, en cuyas rejillas
quedan incrustadas miles y miles de mariposas. Al final es necesario limpiar las rejillas
y el radiador con un gran chorro de agua.
3. Así se nos presenta la mente de muchos seres, como un gran radiador lleno de
mariposas, puco la mente de la gran mayoría de los seres, ¿qué es lo que guarda?
Miles de cosas sin importancia; de ahí que no pueden recordar lo que es de vital
importancia pata la vida, y con frecuencia lo olvidan. Porque la memoria es escurridiza,
llena de antojos y movediza, de modo que no se puede confiar en ella, porque es
seguro que en el momento que más la necesita, ella lo deja en blanco; sin embargo es
un permanente anotador, pero como aquéllos que todo lo anotan en su libreta y luego
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la olvidan en casa y no recuerdan lo que anotaron. (Coletânea Faculdades da

Inteligência-Faculdade retentiva/memoria)
3.No pensaba hablar esta noche a los discípulos, no me siento muy bien; a pesar de
todo, he estado hablando a los discípulos que suelen acompañarme, reviviendo
muchos recuerdos, acercando fechas lejanas, actualizándolas, llevándoles, en una
palabra, a vivir lo que dicen las enseñanzas; llevándoles a encontrar en los momentos
felices vividos el elixir que debe substanciarse en los momentos actuales y en los
futuros, llevándoles a despertar la conciencia en los valores permanentes para que
ellos no sean olvidados ni desvalorizados jamás. ¿Qué conciencia se puede tener,
discípulos, si hoy damos un valor, 19 si expresamos un sentir que no somos capaces de
mantenerlo en nuestra conciencia como algo permanente? ¿O es que los valores
cobran un significado circunstancial en determinado momento y después lo pierden?
No. Comete una gran infracción espiritual quien así se comporta y si cada uno ha dado
valor a los momentos que le ha hecho vivir la enseñanza logosófica, y si esos valores
han tenido una parte activa en su propia vida, ¿cómo es posible después que los
olvidemos, que los dejemos como algo que ya no nos interesa? ¿Qué firmeza puede
tener entonces, la conciencia de un nuevo valor? ¿Y cómo se prepara la dignidad
interna para merecerlo? Si todo lo que vibre, viva, vive y vibra en el mundo del
pensamiento es algo que debe existir siempre, ¿por qué nos comportamos en modo de
ignorar esa existencia?
4.Por esto llevo a los discípulos siempre a ser más conscientes, a que esa conciencia no
se pliegue ocultando en la oscuridad un manojo de conocimientos o recuerdos. No. La
conciencia debe llegar a resplandecer, a ser un proyector constante de luz para la vida
interna; y los hechos, cuando la conciencia resplandece, dejan de ser aislados, se
encadenan unos con otros, se transmiten en la vida, y esa íntima vinculación permite el
revivir constante y consciente de la vida pasada y presente. De esta manera se estará
en condiciones de merecer la posesión de otros valores mayores, o por lo menos
iguales, y no sobrevendrá jamás la ingratitud por el olvido de aquello que un día
constituyó un momento feliz de nuestra vida.
5.Justamente la lucha se entabla entre lo que vive y entre lo que no vive. Lo que vive
permanece y vive siempre; lo que no vive, el hecho de vivir un instante no significa que
viva porque no tiene continuidad, y cesando en la vida, deja de existir. Por esto quiero
que los discípulos mantengan con toda firmeza esos valores que he hecho poseer a
todos los discípulos. Es muy necesario en estos momentos, quizás más que en ningún
otro momento.
6.Si tuviera que darles hoy un consejo, un tema de estudio, les diría: revivid todo lo
que habéis olvidado y volved a experimentar cada uno, dentro de sí mismo, el mismo
instante que experimentó al identificarse con cada uno de esos valores que él mismo
estimó, en la medida de su capacidad y de su sentir.
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7.De esta manera se tendrá un motivo constante para mantener activa la conciencia.
Esto es lo que busca de establecer la Sabiduría Logosófica: mantener esa actividad
regular y constante de la conciencia, única forma como ésta puede alcanzar
proyecciones insospechadas para todos. Pero es necesario hacer un recuento de lo que
uno ha vivido, de lo que uno ha conocido con la luz logosófica, de lo que uno ha
sentido, de lo que uno ha experimentado. No digo que van a realizar un examen
minucioso de cada hecho, no, no es esto, pero sí, mantener constantemente vivo el
pensamiento que enlaza a todos los recuerdos, para que éste presida todos los
instantes por vivir, aumentando así la capacidad de sentir, de pensar y de ser
consciente. (Conferência Montevidéo 18/02/1951).
8.Esta enseñanza se dirige a la facultad retentiva, que como todas las cosas que
forman la inteligencia, es de una importancia capital. Merced a ella el hombre
reconoce su pasado y recuerda las experiencias aleccionadoras, propias o ajenas,
frente a nuevos hechos similares. El recuerdo de todo lo pensado, estudiado, hecho y
experimentado durante el archivo se enriquece o empobrece según sea lo que en él
quede anotado.
10.La facultad de retención acusa al ser que quiere aprovechar tan inestimable
oportunidad, los errores y faltas incurridos por él mismo, a fin de ser reparadas éstas o
corregidas aquéllas, pues basta que éste se lo proponga honestamente para que
acudan traídos por el recuerdo, aquellos pensamientos y 20 acciones que
necesariamente debieron contrariar íntimamente a su buen sentir y a su espíritu.
(Coletânea Faculdades da Inteligência-Faculdade retentiva/memoria)
13. Voy a descubrirles algo que ha pasado inadvertido por todas las generaciones que
han existido en la Tierra, hasta la presente: cuando los que se apoderaron de la
voluntad humana, desde tiempos remotos, inculcando creencias, — y dije desde
tiempos remotos porque abarca todas las religiones, porque todas sin excepción,
impusieron las creencias, como ya dije la vez pasada, sabiendo que había una facultad
que predominaba en todos los seres humanos: la imaginación. Pero pusieron en juego
otra facultad, siempre tendiendo a que la inteligencia funcionara defectuosamente;
esa facultad a que me estoy refiriendo y pienso que la mencioné la vez pasada, fue la
memoria, la facultad de recordar.
14.Y así entonces tenemos que a todos los seres se les inculcaban tantas cosas que les
obligaban a recordar y a repetir como loros lo que ellos les inculcaban; entonces esas
mentes tenían que funcionar constantemente recordando todo lo que les inculcaban y
no tenían entonces las otras facultades tiempo para accionar y así debían recordar y
recordar lo que ellos les inculcaban, y así fue quedando la facultad de pensar, la
facultad de observar, la facultad de razonar, quedaron postergadas, quedaron
anuladas. A ellos les interesaba la facultad de recordar y así les inculcaban y les hacían
repetir y repetir y repetir. Como ustedes ven, por ejemplo, los protestantes están hoy
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todo el día repitiendo los versículos de la Biblia, y como digo éstos, digo todos los
demás. Hay versículos y versículos, puros versículos. Y aquí tenemos entonces el
misterio casi revelado de porqué la gente dejó de pensar y cultivó esa facultad de
recordar y la impusieron en los colegios y en todas partes. Y, claro, las criaturas, como
era una facultad desarrollada, aprendían rápidamente las bolillas que daban en las
clases; todo era cuestión de recordar y no pensar y entonces así los tenían ellos en un
puño porque sabían perfectamente que lo inculcado quedaba adentro y tenían
forzosamente que recordarlo.
15.Y esto ha pasado inadvertido, inadvertido durante siglos, y hoy vemos que en
muchas partes todavía usan la facultad de recordar nada más que para eso: lo que se
dijo hace dos mil años, cuatro mil, diez mil; recordando esto, repitiéndolo para no
olvidarlo. (Classe Montevidéo 11/07/59)