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EL

TEMPLO
NATURAL
Se reunían en el sitio
Algo solía pasar
Los cuerpos se estremecían
El humo los iba a cambiar

Es lo que piensa la gente


Que les va a hacer mucho mal
Fue lo que ellos llamaron
Un poco de libertad

Ellos allí siempre piensan


Algo distinto a lo normal
Ya no creen en prejuicios
Quieren buscar su paz
Se lamentan de la gente
Y de su falsa sociedad
Se conectan con la tierra
El templo es el lugar

…El templo natural…

El sitio era el paraíso terrenal


Allí se conectaban sus mentes a soñar
Y construían un sueño que se hacía realidad
El transformar su mundo los hizo despertar

Mientras el tiempo pasaba


El sitio adquiría el poder
La unión de sus mentes lograba
Sus almas esclarecer.

Ellos allí siempre piensan…

(Canción “El Templo Natural”)


PROLOGO

Un par de años después del cambio de milenio ocurrió lo que para mí es una bella
vivencia, parte de la cual quiero plasmar en este texto con el ánimo de que algunas de
las cosas compartidas en aquella época no se queden sólo como un borroso recuerdo o
peor aún se hundan en el olvido.

El templo natural hace referencia a un lugar en el que nos reuníamos con cierta
frecuencia un grupo de muchachos por lapso de unos cuatro años. Aunque vivíamos
pegados a una gran ciudad, también estábamos cerca a las afueras de ella, y es en las
afueras en donde encontramos un bello lugar que nos fue acogiendo y en el que nos
fuimos amañando, y aunque no era un gran terreno ni tenía gran diversidad natural, sí
nos permitía alejarnos por momentos de esa vida citadina tan contaminante y
aturdidora como suele ser.

Fue allí entre la magia de un pequeño bosque de eucaliptos, una pequeña área de
vegetación nativa y radiantes rocas, en donde encontramos un refugio para hallar
tranquilidad, para compartir nuestras vivencias, la música y ante todo para tener un
poco de conexión con la naturaleza, conexión que hace tanta falta en las ciudades.

“El templo natural” terminó siendo un acuerdo tácito de conexión de mentes y


energías, pues sabíamos que en algún momento no podríamos ir mas allí, entonces se
planteó que aunque inicialmente con ese nombre nos referíamos al lugar, realmente
eran nuestras mentes y nuestras energías las que formaban las condiciones en que
nos sentíamos en aquel sitio, y así luego donde quiera que estuviéramos, e incluso a la
distancia esa unión existiría y seguiríamos apoyándonos mental y espiritualmente en
el caminar de este viaje que es la vida.

“El templo” hace referencia a un lugar en el que se procura desarrollar la


espiritualidad, y es ahí en donde esta historia adquiere un gran significado para mí,
pues naturalmente siempre he tenido la tendencia a inquietarme y buscar el camino
espiritual.

Así como el que siente gusto por la medicina no significa que sea médico, igual sucede
con la espiritualidad, aunque sin duda en ambos casos, no se trata de ser o no ser, sino
más bien del aprendizaje, que es un camino largo de recorrer en el que se va
avanzando por muchos niveles. Mientras seamos humanos, siempre va a haber algo
que nos falta superar, siempre van a haber errores, siempre van a haber lecciones por
aprender, entonces que alguien sea espiritual o que le guste o busque la espiritualidad
no significa que sea perfecto, que no cometa errores, o que no tenga problemas por
superar, pues hasta los más grandes sabios, los más grandes maestros, los religiosos
más entregados, etc., siempre van a tener errores y cosas que superar, de lo contrario
no serían humanos; La espiritualidad no se trata de hacer rituales, meditaciones,
oraciones, acudir a sitios sagrados, tener talismanes, vestir o hablar de cierta forma,
etc. (aunque posiblemente estas cosas pueden ayudar), la verdadera espiritualidad se
ve reflejada principalmente en los actos o comportamientos, y también en los
pensamientos que expresan las personas, se trata pues de lograr cada vez más
consciencia, un mejor entendimiento de nuestro mundo, de nuestras vidas, de nuestra
situación como seres humanos y de actuar y comportarse de acuerdo a ese
entendimiento (sabiduría) que vamos adquiriendo.

A través de los tiempos los conocimientos siempre se han ido transmitiendo de unos
seres humanos a otros, y en este caso, sentí desde un principio que tenía una buena
cantidad de conocimientos para compartir, dado que desde mi niñez se me
trasmitieron muchas cosas y con el tiempo esa mentalidad se fue enriqueciendo con la
lectura, la investigación y el razonamiento, por supuesto no quiere decir esto, que sólo
tuviera yo una posición de transmitir o enseñar únicamente, pues como lo expresé
varias veces en aquella época, siempre estaba también yo atento a aprender lo que
pudiera de los temas, dilemas, experiencias y vivencias compartidas por los demás, de
hecho una parte de los temas se generó gracias a reflexiones alimentadas por varias
personas. Debo aclarar también que nunca yo me autonombré o me postulé como
‘maestro’, y si algunas personas me llamaron o me consideran así, entiendo que es
porque algo aprendieron o algo les sirvió de los conocimientos que en algún momento
les quise compartir. Realmente los conocimientos siempre van fluyendo en un
entramado o una red mental entre los seres, y es así como evoluciona nuestra mente
humana, pero depende del entendimiento de cada cual, cómo se transmitan, perciban
o utilicen dichos conocimientos; entonces en algún sentido todos somos maestros de
todos y a la final es la misma experiencia de vida nuestra gran maestra.

Por eso escogí de entre muchos otros, una serie de temas para compartir a
continuación, que son quizá los más básicos, los que más recuerdo y que considero
fueron importantes en esa etapa. Claro está que como no todas las personas iban
todas las veces, es posible que algunos no recuerden que se hayan tocado nunca
algunos temas, también es posible que algunas personas de las que fueron en algunas
ocasiones no escucharon nunca absolutamente nada de estos temas, ni siquiera algo
cercano, y la razón de ello, la expondré más adelante dentro de uno de los contenidos.

Algo que me parece que es muy importante resaltar, es que en este documento (al
igual que en todos mis escritos), NO considero que alguna afirmación, teoría, concepto
o creencia, sea la verdad absoluta, y mucho menos nunca he forzado u obligado a
nadie a que deba pensar igual, o a aceptar ciegamente nada, más bien siempre he
tratado de aceptar y promover la libertad de pensamiento y por lo general siempre
estoy abierto a los debates sanos (los considero enriquecedores), en los que se
exponen argumentos sin pretender por supuesto, que alguien deba de ceder o cambiar
de posición sin que le satisfagan los argumentos opuestos. Dado que cada mente es un
mundo diferente, me parece un gran error tratar de imponer alguna idea o
pensamiento, ya que el camino de cada quien es distinto y cada quien va en su
proceso, en su escala y a su ritmo.

Para algunos, sólo bastará con el leer el título de un tema, para recordarlo y
entenderlo, sin embargo, trataré de explicar someramente cada uno, presentando la
visión actual que tengo de ellos, que no necesariamente corresponde a la visión de
aquella época, y tal vez use palabras o conceptos diferentes, pero en esencia la
enseñanza es la misma. También cabe la posibilidad de que, en algunos de los temas,
caiga en errores o que algunos conceptos sean vulnerables a ser cambiados a futuro,
pues como ya lo he sugerido: somos humanos y nuestra mente está en constante
evolución.
MANTENER SIEMPRE LA MENTE ABIERTA

Esta, creo que es la regla más básica para cultivar el conocimiento y para forjar la
sabiduría, mantenerse en ese estado no es fácil con la influencia de la sociedad en la
que vivimos, pues desde pequeños se nos induce a rechazar, a juzgar o a burlarnos del
que piensa o actúa diferente. Tanto así que en muchos casos se queda clavado ese
pensamiento que muchos solemos tener en la etapa de la adolescencia, de que ya todo
lo sabemos (al menos todo lo que necesitamos saber) o de que ya definimos como
somos y como pensamos y eso ya no va a cambiar en toda la vida. Ese pensamiento
produce realmente un estancamiento mental, pues nos estamos negando la
oportunidad de evolucionar.
Incluso viéndolo bien, cada día que pasa ya no somos los mismos del día anterior, ya
que cada dato, cada suceso, cada experiencia, nos van transformando la manera de
sentir, de pensar y de actuar.
La obtención del conocimiento es un tema filosófico profundo, pero bastará decir que
el ser humano en general se enfrenta a una incapacidad de lograr el conocimiento
verdadero o lo que se llamaría la verdad absoluta, y hasta la ciencia, que es la que se
encarga de buscar y establecer las leyes que rigen nuestro mundo, ha cometido
errores y ha tenido que modificar lo que antes ya se había establecido como una
verdad absoluta. Los estudiosos perciben y saben que entre más estudian y aprenden,
se van dando cuenta que es mucho más lo que no se sabe o lo que falta aprender o
entender, y ese gran desconocimiento se presenta como un enorme mounstro ante
muchas personas, puede inspirar tal miedo que prefieren cerrar su mente y vivir solo
con su nivel de pensamiento instintivo. Pero, aunque es cierto que no podemos lograr
el conocimiento o entendimiento absoluto, también es cierto que nuestra evolución
mental y espiritual como civilización, se basa en desarrollar poco a poco los
conocimientos parciales o relativos tratando de acercarnos cada vez más a la verdad;
pues lo contrario, sería como pensar, que como no podemos saberlo todo, entonces no
podemos saber nada. Además, como todos sabemos nuestra capacidad cerebral en su
mayor porcentaje esta desaprovechada o inutilizada, y eso tiene mucho que ver en
este asunto.
Entonces mantener una mente abierta se trata de estar atento a cualquier idea,
planteamiento, pensamiento o acción de los demás (dentro de los límites de nuestra
moral), sabiendo que detrás, siempre existe una razón o una causa, y esa comprensión
nos permite husmear un poco en la mente de otras personas, y cada mente al ser un
mundo completo, muy probablemente siempre tiene algo que podemos aprender,
desde el niño más pequeño, el ser más loco, el más radical, el más anciano, etc.
En ocasiones nos encontramos con personas que por su forma de ver la vida, quizá
tratando de llevar todo a la máxima simplicidad, o que creen tener ya todo definido en
sus mentes, no se prestan para analizar algún tema o profundizar en él, y al
cuestionarlas, suelen pensar que se les está reprochando algo, o que se les está
obligando a cambiar sus creencias y no están dispuestas a confrontar sus verdades;
lamentablemente son seres que cierran sus mentes antes de darse la oportunidad de
interrogarse a sí mismos y poder ampliar su conocimiento y su entendimiento.
A veces solemos juzgar y rechazar apresuradamente las ideas ajenas, sin darnos
cuenta de que nuestras certezas más evidenciadas, no son más que una gota dentro
del gran océano del conocimiento.

PENSAR POR SÍ MISMO

La idea no es, creer o aceptar algo ciegamente, porque alguien dice que es así, o
porque algún sabio lo escribió o porque la religión o la ciencia nos dicen que esa es la
verdad. Lo ideal es usar al máximo nuestra capacidad mental para aceptar o creer en
algo porque lo hemos analizado y nuestra razón o nuestra intuición nos lo dicta así.
Por eso es de gran importancia analizar y cuestionar cualquier información e incluso a
nuestros mismos pensamientos.
Hay que ver, que la naturaleza nos otorgó la capacidad de pensar y de preguntarnos
cosas que tal vez no nos podamos responder inmediatamente, pero dicha capacidad
existe con el objetivo de abrir cada vez más nuestra mente y nuestro entendimiento
para ir avanzando poco a poco en nuestra evolución y en la consecución del
conocimiento y de su comprensión.
El pensar por sí mismo está muy ligado al ‘razonamiento’, y razonar no es más que
utilizar la lógica para procesar las ideas y conceptos, la lógica vendría siendo como las
matemáticas, pero no con números, sino con ideas, entonces por medio de la lógica se
puede comprobar cómo una idea es el resultado de la interacción de otras ideas y
cuando ese resultado es válido o no, claro está que cada persona puede manejar un
nivel de lógica diferente (comparativamente, mientras unos usan sólo la aritmética,
otros pueden usar el álgebra, la trigonometría o el cálculo etc.). Dado que muchas
veces no se tienen las bases o conceptos suficientes como para definir si algo es cierto
o no por medio del razonamiento, entonces entra a jugar un papel importante también
‘la intuición’, que nos suele indicar que hay algo que nos parece o no nos parece cierto,
aunque en teoría no sepamos por qué. Esa intuición está relacionada con las
estructuras mentales internas de cada persona.
En cada mente ‘el entendimiento’ se podría comparar con una red tridimensional que
va uniendo las ideas o conocimientos, y según el conocimiento y entendimiento que
cada persona maneje, esta red puede ser muy pequeña y sencilla o muy amplia y
compleja y en todos los casos, puede sentirse que está bien unida, entretejida, o que le
faltan muchos eslabones, piezas o conexiones. Por eso es posible que haya
contradicciones entre los pensamientos de una persona, pues probablemente muchas
veces necesitamos tener por un tiempo ideas erradas, para poder luego llegar al punto
de darnos cuenta y buscar corregirlas.
Algunos sienten que su entendimiento está completo porque no necesitan de más
ideas que las suficientes para sobrevivir cotidianamente. Pero cuando empezamos a
pensar por nosotros mismos, nos damos cuenta que nos falta mucha información, que
hay muchas cosas que no sabemos realmente, y es ahí cuando empezamos a ampliar
nuestro conocimiento y entendimiento, pues empezamos a tener sed de aprendizaje,
empezamos a cuestionar las ideas que nos han sido impuestas y comenzamos a armar
ese rompecabezas que es nuestro entendimiento, buscando nuevas fichas-ideas,
haciendo nuevas conexiones y muchas veces aceptando como ciertas ideas que luego
nos damos cuenta que no encajan y tenemos que modificarlas o debemos modificar
otras ideas anteriores en las que se basaban esos resultados.
Pensar por sí mismo, es utilizar toda nuestra capacidad mental para entender nuestra
vida y nuestro mundo. No significa que nos basemos sólo en nuestras propias ideas, ya
que en realidad, ninguna idea de por sí proviene de uno mismo, todas las ideas que
manejamos, son aprendidas o percibidas de otros seres humanos y en algunos casos
son transmitidas por otros seres telepáticamente. Cuando creamos ideas o nos
inspiramos, en realidad sólo estamos tomando ideas ya existentes y las combinamos,
las razonamos, las relacionamos o las mezclamos, dándoles nuevas formas.
Así que a la final no importa tanto que pienses o creas, lo importante es que lo hagas
porque así lo entiende tu mente y no porque alguien te dijo que es así como debe ser.
En general hay dos tipos de seres humanos: los que aplican su capacidad natural de
ser libres pensadores y los que como rebaño se someten a obedecer ciegamente y a
dejar que los demás piensen por ellos.

TODO ES ENERGÍA

La energía no se crea ni se destruye, sólo se trasforma. La vida es energía. Existen


muchísimos tipos de energía, desde la emanada por los astros como el sol, hasta la
roca o el metal más duro, no son más que energía. Ya la ciencia actual ha comprobado
por medio del estudio de la física cuántica, que nuestro mundo ‘sólido’ (incluidos
todos los estados de la materia: líquido, gaseoso, etc.) compuesto de átomos, es en
realidad una manifestación de la energía, pues cada átomo está compuesto en más del
99% por espacio vacío, y sus componentes (protones, neutrones y electrones) son
partículas diminutas con relación al tamaño del átomo, y en el caso de los electrones,
estos están girando alrededor del núcleo a gran distancia y a una velocidad
aproximada del 90% la velocidad de la luz. Entonces resulta siendo ese veloz
movimiento de los electrones lo que forma una esfera de energía que nos brinda la
ilusión y percepción de sentir la materia como algo duro. Puede ser interesante
preguntarse ¿de dónde sacan la energía los electrones para girar de esa forma?
Lo importante del tema es saber que nuestros pensamientos también son un tipo de
energía, y por lo tanto tienen su efecto en nuestro mundo, de ahí se le atribuye a la
mente humana un gran poder, pues al parecer primero se forman las ideas en nuestra
mente y luego según las condiciones se van plasmando en el mundo material.
Incluso el hecho de saber que la materia es una de las manifestaciones de energía, nos
lleva a pensar que antes de existir el mundo material, primero existió la mente o el
mundo mental.
Aunque la energía del pensamiento es muy rápida, es posible que su efecto tarde
mucho más en llegar a la materia, pero es transcendental entender que cada
pensamiento que emitimos tiene un efecto sobre el mundo, es posible que si toda la
humanidad cambiara el tipo de pensamientos que produce, sólo con eso el mundo
cambiaría sustancialmente.
Los tipos de energía se pueden clasificar de muchas formas, pero en todos los casos, la
energía tiene un nivel de vibración, de ritmo, de frecuencia, de química, de atracción,
entre otras, y es por estas características que las energías interactúan de muchas
maneras; sin duda toda la existencia se rige por leyes universales, y en parte, es la
comprensión de esas leyes lo que nos puede ayudar mucho en nuestro proceso de
evolución.
Un deseo de buena vibración, las mejores energías para todos.

LAS IDEAS COMO SEMILLAS

Siempre me ha gustado la representación de las ideas como semillas, pues su proceso


es muy semejante: cuando nos llega una idea, dependiendo del tipo que sea y
dependiendo de la mente (terreno) que la reciba, está quizá nacerá o simplemente se
secará y pasará al olvido, si nace, dependerá su prosperidad del cuidado que le
tengamos, de la forma en que la nutramos, puede que después de llegar a ser una gran
planta, no la cuidemos más y se termine marchitando, o puede que la nutramos y la
cuidemos de la mejor forma, y termine produciéndonos gran cantidad de frutos y de
nuevas semillas que quizá serán sembradas en otros terrenos (mentes). Como cada
terreno es diferente, cada planta también tendrá sus características propias, pero
idealmente se conservarán sus propiedades de especie y utilidad, aunque también
cabe la posibilidad de que al nutrirla sintéticamente y con intereses egoístas, esta
termine cambiando su naturaleza o sea que se termine tergiversando el mensaje y
transformándolo a conveniencia.
Siempre me ha gustado la parábola del sembrador, que asemeja las ideas y
enseñanzas con las semillas, aunque durante mucho tiempo tuve dudas sobre cuál es
el trasfondo de esa historia (cuya explicación está en los evangelios de Mateo, Marcos
y Lucas), pues podrían hacerse diferentes análisis según el texto en el que se
encuentre. Hace poco tiempo encontré una versión de la parábola, que me aclaró mi
duda, la diferencia en este relato era que, inicialmente el agricultor salió a sembrar
llevando las semillas en sus manos que rebosaban, entonces por ese motivo varias de
las semillas iban cayendo en diferentes terrenos mientras el caminaba, pero se supone
que él se dirigía hacia un terreno del que conocía su fertilidad, que era el que tenía
destinado para hacer su siembra. Entonces se comprende que la idea normalmente no
es regar semillas por todos lados con la esperanza de que algunas caigan en buena
tierra, si no que debemos aprender a conocer los tipos de semillas y el tipo de tierra
en el que se va a sembrar, para así optimizar las posibilidades de que la siembra sea
próspera. Claro está que cuando las manos están ‘rebosantes’ de semillas, entonces es
inevitable que estas caigan en muchas tierras diferentes y hasta es posible que nos
llevemos sorpresas al ver como prosperan en terrenos que pensábamos no servían.
La diferencia con las ideas es que, puede ser que en un terreno se pueda identificar
relativamente fácil su fertilidad, sólo con mirar su color y palpar su textura, en cambio
para identificar la apertura mental de una persona se suele necesitar un buen tiempo,
excepto en algunos casos en que se percibe rápidamente la infertilidad mental. Otro
factor diferente es que, en el caso del sembrador, todas las semillas eran de la misma
especie, y muy posiblemente él sabía que requerimientos de tierra necesitaba esa
especie para funcionar, en el caso de las ideas, las hay de muchísimos tipos, de
diferentes niveles de complejidad, de diferentes temáticas, etc. entonces eso hace que
se necesite primero percibir la sensibilidad de la persona a cierto tema, su nivel de
conocimiento al respecto, sus parámetros morales, sus tendencias de creencia, etc.
Por ese motivo muchas veces es mejor abstenerse de compartir ciertas ideas, hasta
poder conocer la disposición mental de una persona, pues de lo contrario, puede
considerarse como un desperdicio de tiempo, de energía e incluso a veces se tienen
consecuencias negativas de mal interpretación, juicios negativos, críticas destructivas
etc.
El hecho de brindarle una idea que creemos es buena, a otra persona, no quiere decir
que esa persona tiene que aceptarla o que le sirve, es comprensible que naturalmente
esa persona puede estar en un proceso mental diferente y eso hay que respetarlo. Una
de las mejores opciones en este caso es el debate, que practicado sanamente tiende a
explorar y a poner en tela de juicio las bases o axiomas que son argumentos para
pensar como se piensa, este ejercicio puede resultar muy enriquecedor, ya que nos
lleva a confrontar nuestros propios conceptos y las bases en las cuales establecemos
algo como nuestra verdad, al final de un debate, no necesariamente uno de los lados
tiene que ceder. Es común encontrar personas con las que prácticamente no vale la
pena ponerse a debatir, pues con el tiempo se aprende a observar que x persona en
realidad no le interesa ampliar su mente o enriquecer sus creencias, sino que su
objetivo es siempre contradecir la opinión del otro, quizá con deseo de demostrar que
el otro se puede equivocar o que no tiene por qué tener razón, y en ese sentido
siempre van a haber argumentos para oponerse, pues no existe en nadie una verdad
absoluta, y a la final como humanos todos nos podemos equivocar; entonces este tipo
de discusiones no tienen un sentido positivo, sino que tienden a ser desgastantes, a
crear malentendidos y a alterar a las personas al punto de que muchas veces terminan
peleándose o criticándose destructivamente o señalándose injustamente. También se
dan casos en que las personas simplemente por su energía o por la forma en que usan
el lenguaje, chocan, entonces por eso es importante aprender a conocer este tipo de
casos, para no botarle energía a cosas que no van a tener ningún fruto, y si pueden
depronto perturbar la armonía.
Aunque muchas veces queremos ser un libro abierto, puede ser más productivo, antes
de compartir cierto tipo de ideas, analizar un poco la disposición, conocimiento y
tendencias de pensamiento de las personas para poder brindarle a cada quien lo que
corresponde.

NO DEJARSE LLEVAR DE LAS APARIENCIAS

Actualmente es muy común escuchar que ‘todo entra por los ojos’, que ‘la imagen es la
que vende’ o que ‘la primera impresión es la que vale’, y seguramente así es para un
gran porcentaje de la gente. Sin duda todas las personas solemos emitir algún tipo de
juicio ante la primera impresión que nos llevamos cuando conocemos a alguien,
incluso a veces solo bastan algunos segundos de distinguir a alguien para ya sentir que
nos choca o que nos cae mal, y esto es muy natural por la interacción y compatibilidad
de las energías y de las personalidades.
Pero lo ideal es no darle tanto valor a esa primera impresión, ya que también está
bastante comprobado que ‘las apariencias engañan’, además naturalmente todos
cuando conocemos a alguien tratamos de mostrar la mejor parte y de dar la mejor
impresión posible, y con el tiempo ya empiezan a aflorar las otras facetas no tan
agradables que tenemos. Por lo que es pertinente tomarnos un buen tiempo al
compartir con alguien, para ahí sí emitir algún juicio o emitir alguna opinión sobre esa
persona.
También sucede que, en un mundo con tanta hipocresía y codicia, así como hacen
muchos políticos, las personas usan la demagogia para convencer a los demás de
cualquier cosa, tratan de identificarse con las personas, acuden a hablarle de temas
que les toquen fibras sensibles, etc. para lograr quedar lo mejor posible para sus
propios intereses y en ocasiones con el único fin de ganar admiración para enaltecer o
alimentar su ego; por eso lo mejor es tomarse el tiempo de estudiar, analizar con
profundidad, conocer y guiarse más por las acciones y comportamientos que por las
palabras.
El aspecto personal o apariencia personal es algo fundamental en la sociedad actual, y
todos de una u otra forma procuramos mostrar algo o dar algún mensaje por medio de
nuestra apariencia, sobre nuestros gustos, nuestra manera de pensar o nuestra forma
de ver la vida. Sin embargo, así como para algunas personas es bastante importante el
material de las prendas o las marcas de la ropa, es muy probable que para las
personas más sabias y más humanas eso carezca de alguna importancia, pues más allá
quizá del aseo personal, su real interés está en las acciones, la mentalidad y el espíritu
de las personas, que son a la final los factores que realmente definen al ser humano y
no el estilo, la moda, el valor de las prendas o sus posesiones.
Una crítica se emite muy fácilmente, lograr una comprensión profunda es mucho más
difícil, requiere esfuerzo y paciencia.

SER LO MÁS SINCERO POSIBLE

En realidad, con la sociedad en la que vivimos actualmente, este es un reto


verdaderamente difícil, pues la mentira hace parte normal de la vida, desde las más
altas esferas del gobierno, hasta las relaciones más internas de los hogares, pero como
todo acto en la vida tiene sus consecuencias, mentir no será la excepción. La mayoría
de las mentiras se dicen para conservar una buena imagen, o para no crear una
molestia, o para evitar algún problema, pero la gran mayoría de veces una mentira
termina desatando un problema mucho mayor del que se quería evitar, incluso
muchas veces las mentiras tienen un efecto de ‘bola de nieve’, o sea que después de
decir una mentira, para mantener su coherencia, se dice otra y luego otra y se crea una
gran maraña de mentiras que puede tener efectos muy nefastos.
Hay quienes piensan que la mentira es algo necesario para mantener un relativo
estado de calma en la sociedad, y tal vez sí se haga necesaria en ciertos casos en los
que decir una verdad puede traer consecuencias funestas, o sea que la mentira puede
ser necesaria cuando hay un deber moral más importante, pero una cosa muy
diferente es que sea parte de la vida cotidiana, y es claro que si la gente masivamente
empezara a ser más sincera, habría de repente mucho caos, más conflictos y hasta más
guerras, pero esas consecuencias no serían eternas, sino que serían parte de un
proceso de transición hacia una sociedad más comprensiva de la naturaleza del ser
humano, con mayor confianza entre las personas y entidades, y esto a la larga traería
una mejor organización de todo, una mentalidad más abierta, perceptiva y unos
sentimientos más elevados.
Un factor crucial para poder mantener este comportamiento, es lograr ser sincero con
uno mismo, y eso puede a veces ser aún más complicado, ya que muchas veces no nos
conocemos a nosotros mismos y no podemos aceptar nuestros defectos, carencias y
debilidades, entonces en ocasiones, antes de decir una mentira a alguien, primero nos
mentimos a nosotros mismos, convenciéndonos de algo, que a la final realmente
oculta una discordia en nuestro interior, una falta de aceptación o de comprensión de
nuestra mente o nuestras emociones.
Para ser sinceros es importante también tener un buen tacto, o sea ser precavido,
tener cuidado con lo que se dice, las palabras que se usan, y tratar de buscar la mejor
manera de decirlo, pues en muchos casos la sinceridad también trae problemas, pues
cuando no nos ponemos en la situación del otro, la sinceridad fácilmente se puede
volver crueldad, lo que no resulta positivo tampoco. Por eso creo firmemente que es
mejor tratar de ser sincero lo más que se pueda, así esto le pueda doler a las personas,
o las pueda enojar o desilusionar; pero seguramente aparte de que se mantiene la
tranquilidad de consciencia y se forman mejores valores, se van a evitar muchos
problemas.

LA VIDA PROLIFERA EN EL UNIVERSO

Aunque antiguamente lo normal era pensar que solamente en el planeta tierra había
vida inteligente, y pensar lo contrario era una locura, hoy día parece que se ha
invertido el asunto. Es que es en realidad una locura pensar que en un universo tan
enorme no haya más posibilidades de vida sino sólo en el planeta tierra, sabiendo ya
por observaciones científicas que existen por lo menos cien mil millones de galaxias, y
que cada galaxia contiene por lo menos cien mil millones de astros como lo es nuestro
sol, y que cada astro puede tener varios planetas orbitándolo, entonces es muy difícil
creer que sólo en nuestro planeta se dieron las condiciones necesarias para la vida,
aparte de que también existe la posibilidad de que existan muchos otros tipos de vida
que requieren condiciones totalmente distintas a las que requerimos nosotros.
Por otro lado, existen miles de testimonios de avistamientos de naves o de seres no
humanos, hay muchísimos videos que se ha confirmado con estudios que no son
montajes, aparte de los cientos o tal vez miles de personas que dicen haber sido
contactados o que aseguran canalizar o recibir mensajes telepáticamente de otros
seres, también existen cientos de hallazgos arqueológicos que son evidencia clara de
esto.
Sea como sea, la vida abunda en el universo, y es ilógico pensar que en un sistema tan
inmenso todo sea inerte menos nuestro planeta, eso sería como regresar a el
pensamiento medieval de que todos los astros, planetas y el universo entero gira en
torno a la tierra.
Tener esto presente crea grandes cambios en nuestra mente y amplia nuestra visión
de la vida y su sentido, también nos ayuda a sentirnos más unidos como raza humana
y como planeta tierra.

EL SISTEMA DE LA EVOLUCIÓN

Todo en el universo está en perpetuo movimiento, y aunque el tiempo es algo relativo


a cada lugar, los seres vivos tienden al avance, cada especie va progresando a medida
que se adapta a su contorno cambiante, avanzando física y mentalmente.
La evolución es un mecanismo que permite que la vida fluya en un sentido y por ende
también le da a la existencia sentido.
Así como los microbios, las plantas y los animales tienen una secuencia de etapas de
vida, también los planetas, los astros los sistemas, las galaxias, etc., la tienen; es algo
absurdo pensar que la vida no tiene ningún motivo más que simplemente expresarse y
existir sin ningún objetivo particular. Por ejemplo, el movimiento de nuestro planeta
alrededor del sol, aunque es cíclico, esto no quiere decir que siempre sucede lo mismo
en cada vuelta o que se repiten los mismos acontecimientos, pues se debe tener en
cuenta que el sol también está avanzando alrededor de la galaxia, entonces en realidad
nunca estamos pasando nuevamente por los mismos lugares en el espacio.
Incluso la misma vida de nuestro planeta nos enseña cómo evoluciona la vida, según la
historia convencional primero existieron los microbios, mucho después se formaron
las primeras plantas, luego los primeros animales marinos, luego terrestres, etc., hasta
llegar a lo que se considera la vida inteligente, y ahora vemos como en los últimos cien
años la evolución científica y tecnológica de la raza humana ha tenido un avance
enorme. Entonces sin duda alguna, nuestra vida hace parte de un sistema evolutivo en
el que se va avanzando cada vez más, y del que somos los encargados de mantenerlo
en movimiento. Esto es importante tenerlo en cuenta ya que siendo así, la vida no se
trata simplemente de nacer, crecer, reproducirse y morir, sino que somos parte de una
cadena evolutiva y somos eslabones de una cadena de conocimientos, de desarrollo
físico, mental y espiritual, y aunque en la actualidad el errado sistema educativo por lo
general hace que las personas le cojan fastidio o repulsión al estudio, es en realidad el
avance en el estudio una de las principales tareas que tenemos como seres humanos,
lamentablemente nos enseñaron que el estudio sirve para tener mejores ingresos, una
mejor posición económica y unas mejores condiciones de vida, por eso muchos
estudiantes tienen por objetivo recibir un título o un cartón de grado, cuando lo
realmente importante es, como seres humanos recibir ese tesoro que es el
conocimiento que nos han legado, desarrollarlo cada vez más, y entregarlo con más
avance a las futuras generaciones, siendo realmente participes del desarrollo mental
de la humanidad.
Una de las principales cuestiones que se tienen, es sobre la creencia en la encarnación
o la reencarnación, y el sistema de la evolución nos puede dar respuestas al respecto,
pues inclusive si no se creyera en que las personas tenemos un alma o un espíritu,
debemos recordar que la energía no se destruye sino que se transforma, entonces al
morir, esas energías que dieron la vitalidad para mantener la mente de una vida
inteligente, no sería coherente que se desaparecieran, o se estancaran en un reposo
eterno, o que pasaran a ser parte de la vida vegetal o animal como sí sucedería con el
cuerpo material, lo más lógico sería que siguieran en un proceso de crecimiento
mental.
Ahora como individuos, la evolución le da un gran sentido a la existencia, pues todo
tiene un orden, y el universo está lleno de etapas, de grados, de planos, de
dimensiones, y ese es un largo camino por el que debe avanzar el ser. Aunque muchas
veces se suele pensar que el objetivo de la vida es la felicidad, los acontecimientos y
eventos nos muestran que la felicidad es transitoria y es más bien una actitud ante la
vida, pero el objetivo parece ser más el aprendizaje, que por cierto la maestra vida nos
está dando constantemente. Realmente hay tanto por aprender, que sería imposible
hacerlo todo en una sola vida. Dicho aprendizaje no puede quedar en el limbo después
de que muramos, y son esas lecciones aprendidas las que llevaría el alma o espíritu a
través de las existencias para poder ir evolucionando también espiritualmente.
Lo único que permanece por siempre es el cambio.

DESARROLLAR LOS PODERES MENTALES


A menudo subestimamos las capacidades de la mente humana, tanto así que hablar de
‘poderes’ mentales puede sonar como algo fantasioso o de ficción. Pero hasta la misma
ciencia ha demostrado que el ser humano en promedio sólo usa un 10% del cerebro, y
los que más lo han usado han alcanzado quizás tan solo un 20%, y es que el cerebro
podríamos decir que es el centro de trabajo de la mente, esto un claro indicador de
que hay muchas capacidades que aún desconocemos o que no sabemos manejar.
Muchas de las experiencias religiosas, milagrosas, místicas o sobrenaturales pueden
ser resultado de la fuerza mental humana usada muchas veces involuntariamente,
también se pueden observar grandes hazañas hechas por monjes o místicos, o incluso
a veces por personas que se dedican al entretenimiento en donde se percibe una
capacidad mental que va más allá de lo común. Pero lo cierto es que todos los seres
humanos tenemos inimaginables capacidades mentales que podemos llegar a
desarrollar. Algunas veces vemos que algunas personas nacen con ciertas habilidades
profundas o que han desarrollado sentidos fuera de lo común. Hasta algunos animales
nos enseñan que hay otras formas de percibir el mundo y que existen otros sentidos
diferentes a los que normalmente usamos.
Otra forma de ver y llamar a esos ‘poderes mentales’ es ‘sentidos internos’, o sea que
son capacidades sensibles diferentes a los 5 sentidos externos que normalmente
manejamos. Al parecer mientras más se enfocan las personas en complacer y exaltar
los sentidos externos, más se van durmiendo o atrofiando los sentidos internos, pues
posiblemente los externos llevan más hacia el camino del materialismo y los internos
hacia la espiritualidad.
Los principales sentidos internos, o al menos los más conocidos hasta ahora son: la
telepatía, la mediumnidad o canalización, la clarividencia, el desdoblamiento o viaje
astral, la telequinesis, la sanación energética, la interpretación onírica (entendimiento
del lenguaje de los sueños), la percepción, la atracción, la proyección, el control y
dominio corporal.
Es notorio que algunas personas tienden a desarrollar unas facultades primero y
otras, otras distintas, esto se puede deber a la herencia genética, al interés personal o
a la herencia espiritual, inclusive a veces se habla de facultades que han venido siendo
desarrolladas en el transcurso de varias vidas.
De seguir el ser humano evolucionando en la tierra, ya se verá en las próximas
décadas, en los próximos siglos y en los próximos milenios, cómo muchos van
manifestando y desarrollando cada vez más sus sentidos internos y sólo el tiempo nos
mostrará los grandes cambios que esto traerá.

EL KARMA Y EL DARMA
Una de las leyes fundamentales que rigen y mantienen en orden nuestro universo es la
ley de causa y efecto, así como sucede con la interacción de los cuerpos en la física, en
donde toda acción tiene una reacción, igual pasa con las acciones, comportamientos e
incluso con los pensamientos.
La ley del karma nos dice que cuando actuamos mal o hacemos algo malo, tarde o
temprano nos va a pasar algo malo, y el darma nos indica que cuando hacemos el bien
y actuamos correctamente, en algún momento nos va a llegar la recompensa. Claro
que estos resultados la mayoría de veces no llegan inmediatamente, ni de la misma
forma en que se produjeron las causas, sino que de la forma menos pensada o de la
persona que menos nos imaginamos se produce ese efecto. Dicha ley también se le
conoce como la justicia divina.
Este tema está muy ligado a la ética, pues son las normas morales en general las que
nos señalan lo que es un comportamiento bueno y uno malo; esto puede parecer muy
sencillo, ya que desde que adquirimos el uso de razón empezamos a aprender qué está
bien o qué está mal según el contorno y la sociedad en que nos criamos. Pero
particularmente siempre hay asuntos muy complejos que nos hacen cuestionarnos
sobre lo que es realmente correcto, por ejemplo, una acción que alguien hace para
salvar a un ser querido, pero que afecta a un desconocido. Entonces se debe sopesar o
medir que es lo mejor, y cual necesidad o derecho está por encima de cual.
Existen diferentes tipos de moral que se podrían clasificar en diferentes grupos, y cada
persona, aunque puede tener mayor tendencia a regir su moral de cierta forma,
depende de cada acontecimiento particular la forma en que elija comportarse. En
general, una de las formas en que se pueden dividir los comportamientos es así; las
personas creen que algo es bueno o malo según: 1. la obediencia o miedo al castigo, 2.
los intereses u objetivos personales, 3. la necesidad de encajar en el entorno
(complacer a los amigos o familiares), 4. el sentido común o lo socialmente aceptable,
5. las leyes y normas del lugar, 6. principios aplicables universalmente. Este último es
la cúspide de la ética y sería lo ideal que todo ser humano basara su comportamiento
en esos principios, mientras que los tres primeros son los más faltos de consciencia;
saber de qué forma estamos actuando y bajo que preceptos vemos nuestras acciones
como buenas o malas, nos ayudará sin duda a ser más sinceros con nosotros mismos y
a construir de mejor manera nuestra moral.
Cuando actuamos de una forma en que resulta afectado algún ser (incluso nuestro
propio cuerpo o mente) seguramente estamos creando un karma y esa causa tarde o
temprano traerá un efecto, claro que si fuimos conscientes desde un principio de que
se iba a causar esa afectación seguramente será más pesado el karma, pero si se causó
sin culpa, posiblemente será más leve. Algunas personas piensan que, si hacen algo
malo y luego hacen algo o varias cosas buenas, de alguna forma se compensa o
balancea y se elimina el karma, realmente eso no es muy coherente con la ley de causa
y efecto, pues lo hecho, hecho está, y esas causas que se han formado sin duda traerán
sus efectos, lo que si podemos hacer es evitar formar más karmas en base y después
de ese, pues los karmas muchas veces se forman en cadenas de causas y efectos,
debido a no saber afrontar los eventos o situaciones que consideramos negativas. O
sea que, si formamos un karma y cuando nos llega el efecto, reaccionamos de mala
manera, seguramente formaremos otro y así sucesivamente, lo mejor es tratar de
afrontarlo de la mejor manera posible sin crear más daños y procurando aprender la
lección que es lo más importante.
Para los que creemos en la reencarnación, esta ley del karma y el darma aplica
durante sucesivas vidas, pues muchas veces los efectos llegan en la siguiente o
siguientes vidas a la que se formó la causa, y eso daría respuesta a muchas de las cosas
que vemos como injusticias absolutas, por ejemplo, la enfermedad o el sufrimiento de
pequeños niños que se consideran inocentes, o las desgracias o tragedias que suceden
a personas que son notoriamente correctas, etc., el principal argumento en contra de
esa teoría es que, ¿porque razón tendríamos que pagar por algo de lo que no nos
acordamos? Y la razón seria que lo hecho, hecho está, y su efecto es infalible así no nos
acordemos, y si no nos acordamos muy posiblemente es debido a nuestra falta de
consciencia completa, pues debemos recordar que nuestra mente también se
compone de una parte inconsciente y otra subconsciente que muy posiblemente capta
todo lo que conscientemente no captamos, además muy seguramente después de la
muerte y de ir a otro plano, allí sí nos acordaremos de las sucesivas vidas y de la
coherencia entre las causas y efectos que hemos formado y de los acontecimientos y
aprendizajes que están relacionados a ellas.
No sobra aclarar que, en su origen los términos Darma y Karma tienen un significado y
connotación distinta a la mencionada (que es el uso más común y simple en el mundo
occidental), ya que son designaciones básicas en los contextos de las religiones
hinduistas y budistas, en donde se usan de forma algo distinta.

EL CUIDADO DE LA NATURALEZA

Para muchos los recursos naturales son sólo materiales que se encuentran ahí para
que el ser humano disponga de ellos a gusto y conveniencia, pero no se dan cuenta de
que el planeta es un ser vivo y todos los seres que lo habitamos podríamos
representar órganos, sistemas o células de él. Existe un equilibrio sorprendente entre
las especies, los recursos y las condiciones de la tierra, por eso la explotación
desmesurada de los recursos y la altísima contaminación crean desequilibrios que a la
final enferman el planeta, ponen en riesgo la vida de sus habitantes y termina
afectando la vida y la mente del ser humano.
El planeta es nuestro hogar, nuestro sustento y además resulta ser una gran nave
espacial que nos va transportando a velocidades sorprendentes por la galaxia y el
universo; es sorprendente ver cómo piensan algunos, que ponen por encima de todo,
su desarrollo individual ante los demás seres vivos y el planeta, si lo vemos bien es
como si una o varias células nuestras se revelaran contra nosotros y comenzaran a
destruirnos desde adentro pensando que son organismos independientes de nuestro
cuerpo.
Aunque el planeta no nos hable en nuestro idioma y con palabras, seguramente tiene
una inteligencia superior a la del ser humano, pero algunos creen que el ser humano al
ser la especie más inteligente del planeta puede poner a su disposición todo lo que
encuentre para su beneficio y evolución, este tipo de pensamiento egoísta tiende a
creer que lo más importante es el avance del ser humano y que los seres vivos y los
recursos están en un segundo plano, pues basta con que el ser humano evolucione lo
suficiente para poder llegar a otro planeta en pos de sus recursos. Afortunadamente el
universo es muy ordenado y tiene leyes inquebrantables, muy seguramente colonizar
otros planetas parecidos al nuestro, no va a ser posible hasta que logremos aprender a
cuidar y a vivir en armonía con nuestro propio planeta.
Todo sistema de vida depende de la interacción y equilibrio entre los seres vivos y los
recursos de cada ecosistema. Si pensamos, no como ser individual, sino como ser que
es parte de una humanidad y de un planeta vivo, comenzaremos a ver la importancia
de la conservación del equilibrio natural y de los recursos existentes, pues
dependemos de ellos totalmente para nuestra propia evolución.
Vivir en una gran ciudad hace muy compleja la tarea de proteger los recursos
naturales, ya que lamentablemente muchas cosas están tan mal diseñadas que se hace
casi imposible que podamos vivir de una forma armónica con la naturaleza, desde que
entramos al baño contaminando el rio, los productos tóxicos de aseo que usamos, los
empaques de los productos que consumimos, el aporte contaminante de las industrias
para generar la cantidad de cosas que adquirimos, los combustibles de los medios de
transporte que usamos, etc. pero por algo se empieza, y en esta crisis ambiental que
sufre actualmente el planeta, cualquier grano de arena cuenta y sirve, hay muchas
cosas que podemos hacer para cambiar nuestros hábitos y contaminar menos, pero
quizá lo principal es luchar contra nosotros mismos para evitar el consumismo, y esto
se puede lograr dejando de buscar la felicidad o satisfacción en la adquisición
descontrolada de cosas y productos innecesarios que más bien nos meten en un
círculo vicioso de consumismo que nos sume en el materialismo.
Actualmente ya es mucha la información ambiental que circula y son muchos los
consejos y soluciones que se dan a las diversas problemáticas, así que no me
extenderé en mencionar todas las cosas, productos, formas y comportamientos que
contaminan y todo lo que podemos hacer para mejorar en cada aspecto.
Lastimosamente todos nuestros actos en contra de la armonía y del equilibrio natural
del planeta traerán muchos resultados nefastos en el futuro y un gran sufrimiento y
desdicha para las próximas generaciones, que en muchos casos serán simplemente las
futuras encarnaciones de los que hoy viven y son indiferentes hacia toda la
contaminación que producen.

OTROS PLANOS DE EXISTENCIA

A través de la historia y en todos los tiempos han sucedido acontecimientos que son
una clara muestra de la existencia de otros planos distintos al material, en donde se
manifiesta también la vida. Van desde visitas al infierno, posesiones demoniacas,
comunicación con muertos, percepción de almas en pena, visión de fantasmas, hasta
viajes astrales a otros mundos, comunicación con ángeles, contactos con Dios, visitas
al cielo, regreso de la muerte, telepatía con seres extraterrestres, canalización de
mensajes del más allá, etc., y otra cantidad de eventos y nombres que se le han dado a
esos fenómenos ‘sobrenaturales’
Llamamos ‘sobrenatural’ a cosas o eventos que vemos que están por fuera de la
naturaleza que hasta ahora conocemos, pero a decir verdad ni siquiera conocemos o
entendemos bien la naturaleza material y aún menos la de otras dimensiones y planos
de existencia, pero cada plano y cada dimensión también tienen unas leyes naturales
en base a las cuales funciona, y es debido a nuestra ignorancia sobre ellas que usamos
nombres como: sobrenatural, paranormal, milagroso, etc.
Lo importante es abrir la mente y comprender que existen otros tipos de vida
distintos a la vida material, muchos al no poder conocer, entender o percibir esto,
deducen que no existe nada más que lo que ven, tocan y sienten, y que además al estar
viviendo en la materia de nada nos sirve conocer acerca de estos fenómenos, pero
sobra decir que el hecho de que no percibamos algo, no quiere decir que no exista, y la
importancia de comprender y dar cabida en nuestra mente a otras formas de
existencia, de seguro va a influir en nuestra evolución, ya que al parecer las
dimensiones y planos están todos interconectados y de alguna forma tienen que ver
con el plano material, las manifestaciones más comunes se perciben ya sea por sueños
premonitorios, dejavus, desdoblamientos, percepción de familiares muertos,
experiencias místicas o religiosas, y hasta en la propia muerte.
Es muy normal que le tengamos miedo a lo desconocido, pero hay que ver que el
universo es inmensamente maravilloso y aún desconocido para nosotros en su mayor
parte, hay que comprender que la vida existe en miles de formas distintas y nuestra
existencia y caminar por el cosmos no se trata sólo de vivir esta vida y ya, todo
termina, sin algún sentido o propósito superior, sino que el universo es muy
organizado y todo tiene un orden, y debido al sistema de la evolución es muy posible
que nuestro paso por esta vida no sea más que un instante, comparativamente podría
ser como un año escolar, o un día de vida antes de ir a dormir o como un día de
colegio. Entonces como seres compuestos de energía que somos, nuestra vida
energética o espiritual realmente es eterna y nuestro camino de aprendizaje es muy
largo, en el que seguramente iremos pasando por diferentes planos y dimensiones de
existencia para perfeccionar cada vez más nuestro entendimiento y nuestro ser.

UN ENGAÑO DE LAS RELIGIONES

Primero que todo es muy importante señalar que absolutamente todas las religiones,
sectas, filosofías y creencias merecen todo el respeto, ya que toda religión en principio
está conformada para buscar el avance espiritual y moral del ser humano. Es habitual
que muchas personas al encontrarse desorientadas, confundidas y desconectadas de
la espiritualidad, necesitan y buscan algún ser o institución religiosa que les brinde
esa seguridad que les falta, que les ayude a encontrar una comprensión del mundo,
que los guíen en cuanto a cuál es la forma correcta de comportarse, que les haga sentir
que son parte de un propósito superior y que brinden respuestas a tantas inquietudes
que por lo regular se tienen. Entonces la intención y finalidad puede ser la misma en
todos los casos, pero los caminos pueden ser muy distintos, y dado que todo ser
humano es un mundo distinto, se debe respetar el camino y proceso que cada quien
transita.
Existen en la actualidad aproximadamente 4.000 religiones distintas y cada una de
ellas tiene una razón de ser y se deben a una forma particular de pensamiento, pero
absolutamente todas se apoyan y justifican en testimonios de curaciones, milagros,
contactos con Dios, iluminaciones, cambios de vida etc. Lo que personalmente siempre
he destacado de las religiones, es que en muchos casos ayudan a las personas a ser
unos mejores seres humanos, a cambiar malos hábitos y a veces a salir de las
condiciones más precarias, lamentablemente también hay casos contrarios en que las
personas adquieren más defectos de los que arreglan, y ni que decir de todos los que
usan la religión para aprovecharse de la fe de las personas y usarla para beneficio
propio. Uno de los errores más frecuentes es generalizar y juzgar a las personas por
pertenecer a alguna religión, es decir pensar que todos lo que profesan X religión son
iguales y tienen los mismos defectos, en realidad podemos percibir, que como seres
humanos que somos, en todas las religiones hay gente muy buena, con muy buenas
intenciones y comportamientos y también gente muy mala, con doble moral, codicia y
comportamientos muy erróneos, entonces no es por el hecho de pertenecer a una u
otra religión que podemos asegurar que una persona es correcta o no lo es.
Pueden ser muchas las diferencias ideológicas que se tienen entre las distintas
religiones, sectas, filosofías, escuelas místicas, etc., y por lo regular siempre se juzga,
se señala, se critica y se condena a los demás, cayendo en el juego del separatismo,
siendo que casi todos los caminos espirituales y formas de pensamientos se dirigen
hacia el mismo lado, o por lo menos tienen en común muchas cosas básicas, como la
búsqueda de una vida armoniosa, con buenos valores, equilibrada, comprensiva, en
paz, y un trascender, evolución, elevación, salvación, etc., entonces lo mejor que
podemos hacer es tratar de concentrarnos más en encontrar y desarrollar nuestras
coincidencias y no tanto en rivalizar nuestras diferencias.
Si bien a través de los siglos las religiones en muchos casos han despertado la
espiritualidad de las personas y han impulsado buenos comportamientos y el amor a
todos y al todo, también a las principales religiones (las que más adeptos tienen) se
les suele culpar de grandes engaños y de actos horrendos, totalmente reprochables y
muy contrarios a lo que profesan, y es ahí en donde las religiones se quedan cortas,
pues la sola fe o espiritualidad o conexión con Dios o como se quiera llamar, sin el
conocimiento, entendimiento y coherencia de la acción con el pensamiento, por lo
general dejan estancado al ser humano en su evolución, tanto al punto de que en
algunas, se les trata de prohibir a las personas que cuestionen y piensen por sí mismas
y se les induce a que desistan de su derecho natural de hacerlo. Entonces tal vez son
innumerables todos los engaños que cada religión ha ejercido a través de los tiempos
sobre el ser humano, pero en esta ocasión sólo quisiera referirme a uno, que por lo
general casi todas las religiones tienen en común.
El más grande engaño está en hacer creer a las personas que únicamente mediante esa
religión se van a salvar, o van a ir al cielo, o van a trascender o van a llegar al lado de
Dios etc. Indudablemente ninguna religión puede asegurar que es la única llave de
entrada al cielo o como se quiera llamar, y mucho menos que la salvación consiste
solamente en asistir a cierto templo, o seguir cierta fe, o bautizarse en cierta creencia,
o aportar a cierta iglesia, o por leer, orar, cantar o alabar x número de horas diarias,
etc. la verdadera espiritualidad es un trabajo individual que nadie puede hacer por
nadie y mucho menos se puede comprar. Claro que en muchas ocasiones se necesita
un guía, un consejo, alguna técnica, explicación etc., pero el real cambio es un trabajo
personal que cada quien debe realizar en su interior, incluso una verdadera
transformación espiritual no se anuncia o publicita, sino que esos resultados se ven
reflejados en el cambio de pensamiento y comportamiento, así como en las acciones y
objetivos a los que se destina la vida. Entonces, aunque todas las religiones aseguran
que son las únicas verdaderas y que son el único medio para trascender, más bien
podríamos decir que sin importar que fe, religión o creencia se tenga, la única forma
de trascender es mediante un duro trabajo interno de conocernos más a nosotros
mismos, comprender y manejar nuestras emociones e instintos, entender más nuestro
mundo y nuestra tarea en él, tener cada vez más consciencia, formar de la mejor
manera nuestros principios morales y ser lo más coherentes posible entre nuestras
pensamientos, palabras y acciones.
Entre otras cosas, el ateísmo resulta siendo también una creencia cuando se piensa
que no existe algo porque no se puede percibir o comprobar; esa creencia está basada
en pensar que nuestros limitados sentidos físicos y nuestra limitada tecnología nos
brindan una versión pura de la realidad del universo.

ALEJARSE DEL CONSUMISMO – SUPERFICIALISMO

Vivimos en una sociedad programada para vivir en base a repetitivos ciclos de


explotación, producción y consumo, y es esto lo que hace que una economía capitalista
pueda funcionar y desarrollarse. Lo malo es que, por un lado, al ser este un sistema
piramidal, los grandes beneficiados son sólo unos pocos, mientras la gran masa
apenas puede sobrevivir y alimentar al mismo sistema, y por otro lado, esta forma de
utilizar los recursos naturales, no tiene ningún futuro, ya que los recursos no son
infinitos, y todo el sistema parte de la producción en cantidad de productos de vida
muy corta, para que sean desechados rápidamente y se pueda mantener una
producción constante, además la poca importancia que se le da al medio ambiente,
hace que las cosas se fabriquen de tal forma que los recursos no recirculan, sino que
rápidamente los recursos se transforman en basura, desechos tóxicos y
contaminación.
Gran parte del problema surge del mal ejemplo que nos han dado y nos siguen dando
los países supuestamente “desarrollados”, y ese ejemplo es transmitido por los medios
de comunicación, cine, televisión, comerciales etc., digo ‘supuestamente
desarrollados’, ya que siendo los más desarrollados tecnológica y económicamente,
también son los que más derrochan los recursos y los que más contaminan el planeta,
entonces ese desarrollo o progreso no es más que en términos económicos, porque en
general esa forma de vida es poco armoniosa con el planeta, con el sentido de
humanidad e incluso con los países vecinos, pues como es bien sabido, ese desarrollo
también se ha logrado en base a la explotación, invasión, robo y esclavitud de los
países menos desarrollados. En cierta forma vivimos en una competencia entre los
países por alcanzar el desarrollo y quizás nos han vendido la idea de que en un futuro
todos los países podrían alcanzar el desarrollo, pero la verdad es que los estudios y
estadísticas sobre el uso de los recursos y la desigualdad, indican que para que pueda
existir una riqueza tan grande, como la poseen algunos, es necesario que exista cierta
cantidad de miseria y de pobreza, o sea que hasta cierto punto la gran riqueza existe
gracias a que existe la pobreza.
También hay estudios que muestran que, si hipotéticamente todos los países tuvieran
el nivel de consumo (consumismo) que tienen los países ‘desarrollados’,
necesitaríamos por lo menos tres planetas como la tierra para poder mantener ese
nivel. Y si todos los países emitieran la cantidad de contaminación que emiten los
países ‘desarrollados’ el planeta moriría en pocas décadas, ya que no soportaría una
carga tan grande de contaminación.
Entonces es toda una ilusión seguir esa idea tan ciegamente de que la población en
general puede alcanzar un nivel de vida como la que tienen en los países
desarrollados, y lo lamentable es que la gran mayoría de personas dedican y destinan
toda su vida a conseguir el desarrollo económico, objetivo que también según los
estudios sólo alcanzarán muy pocos, ya que al funcionar la economía de forma
piramidal, la base siempre se debe mantener por una gran masa de personas, y son
contados los que logran ascender uno o unos pocos peldaños. La gran mayoría se
mantendrán toda la vida en la competencia tratando de subir, pero sólo podrán girar
en un círculo vicioso, de producción, consumo, apariencia, deudas y vuelta a empezar.
Desgraciadamente en esa carrera muchos tratan de tomar la vía más fácil, pasando
por encima de los demás, robando, engañando, estafando, y hasta matando, muchas
veces con el argumento de que en la evolución sólo sobrevive el más fuerte o el más
astuto, como si de una lucha salvaje se tratara. Por eso se dice que los que más tienen
son los que más roban, y tal vez no sea en todos los casos, pero quizá sí en la mayoría,
sólo basta con estudiar cómo funciona el sistema financiero, o como obtuvieron sus
riquezas las grandes oligarquías, reyes, emperadores, terratenientes, etc., para dase
cuenta que la usura, el robo, el engaño, la esclavitud, la muerte, etc., siempre han
estado involucrados cuando se trata de grandes riquezas.
Muchas culturas indígenas enseñan que según las leyes de la naturaleza, sólo el que
trabaja, tiene derecho a subsistir, pero lo que impera en la sociedad capitalista, es ‘el
sueño americano’ que pienso… que no sólo se trata de ir a USA a tener una mejor vida,
en una sociedad más organizada, mejores oportunidades de desarrollo económico y
más confort, sino que de hecho, sin importar en qué país se viva, es lograr tener un
estilo de vida en el que se trabaja incansablemente para llegar a un punto en el que ya
no se tiene casi que trabajar, porque al obtener cierta cantidad de capital, entonces los
demás trabajan por él, y él sólo se dedica a ganar (más que los que trabajan para él) y
a ‘disfrutar de la vida’, y ese es el sueño de la mayoría de personas en la actualidad en
todo el mundo, pero por lógica, si eso lo pudieran lograr todas las personas que lo
anhelan, entonces ¿quién trabajaría? ¿quién haría los trabajos más duros y más
sucios? ¿quién produciría alimentos y demás cosas básicas? Un ejemplo claro es el de
los corredores de bolsa, que sin producir ningún producto como tal, ni prestar ningún
servicio (aparte del manejo financiero), pueden llegar a ser muy ricos rápidamente,
solo dedicándose a comprar, especular y vender, todo sentados unas pocas horas en
un pc, pero toda esa riqueza no sale de la nada, ni tan sólo de la inteligencia, para que
alguien gane mucho, otros tienen que perder, y a veces los más afectados son los
productores reales que son lo que ponen todo su esfuerzo en cultivar o fabricar
productos. Además es innegable el hecho de que en general, entre más se desarrolla
económicamente un país, región e incluso individuo, se va volviendo menos
humanitario, más frio, más individualista y más materialista.
Desde pequeños vemos que en este mundo casi todo se logra a través del dinero,
entonces nos inculcan y empezamos a hacernos la idea de que obtenerlo es lo más
importante en la vida, primero se hace por cubrir las necesidades básicas de
alimentación, techo y salud, pero después de cubierta esta fase, empieza el anhelo de
tener comodidades y después de esto, lujos, y esto se convierte en un anhelo que
nunca se va a saciar, es sorprendente como entre más se tiene, más se gasta y más se
quiere, y es porque en la mayoría de los casos existe un gran vacío interior que se
trata de llenar con posesiones o reconocimiento social, pero al parecer solo funciona
por un corto periodo de tiempo.
La misma sociedad está manipulada y programada para valorar y tener en cuenta sólo
a las personas cuando tienen un buen nivel económico, la cantidad de posesiones que
se tengan hace que uno sea una persona valiosa, más, o menos importante, incluso
muchos se abstienen de sus necesidades básicas o se meten en deudas inmanejables
con tal de no perder un estatus social y mantener ante todo óptima su apariencia.
Aplica una frase que se ve mucho actualmente: “te la pasas la vida haciendo algo que
no te gusta, para comprar cosas que no necesitas, para satisfacer a gente a la que
realmente no le importas”
Es lastimoso ver como también el estudio, en la gran mayoría de casos, se realiza sólo
por obtener un cartón que tal vez servirá para tener mejores ingresos económicos,
pero en general ha dejado de existir el gusto por adentrarse en el maravilloso mundo
del conocimiento, hasta el malogrado sistema educativo parece estar diseñado en base
a las necesidades de la producción y de la industria.
Así que nacimos en un mundo material, en una sociedad capitalista, en donde casi
todo se obtiene mediante el dinero, entonces claramente que éste, se vuelve una
necesidad, pero existe una gran diferencia cuando el dinero se vuelve el fin, o el
objetivo principal de la vida, a cuando sólo es un medio para llegar a otros objetivos;
esa diferencia crea una marcada división entre dos distintas formas de llevar la vida:
una que hace caso a la sociedad que nos dice que el éxito de la vida depende de
cuantas posesiones, comodidades o lujos se hayan conseguido, y la otra que va más
allá de lo material, y se da cuenta que ninguna cosa material nos vamos a llevar
cuando muramos, entonces el objetivo y éxito de la vida no se puede medir por las
posesiones obtenidas, sino que, lo determina, puede ser la felicidad, el aprendizaje, el
desarrollo mental o espiritual, cumplir sueños, el altruismo, efectuar una o varias
misiones en particular, etc.
Hay que tener claro que alejarse del superficialismo y del consumismo no significa
rechazar lo material o el dinero. Una persona que nace en un medio de riqueza
material, o aquellos que logran tenerla por medio del trabajo, del destino, etc., no por
eso están impedidos al desarrollo espiritual, aunque seguramente si les va a costar un
poco más, debido a que la tentación está más cerca y posiblemente su entorno está
más lleno de gente superficial y consumista. Ese ‘alejarse’ significa que las posesiones
y necesidades creadas estén en un segundo plano y no sean lo principal en la vida,
sino que la vida se dirija a objetivos más profundos y elevados.
La vida se compone de muchos factores, pero cuando destinamos todo nuestro tiempo
o la mayor parte en obtener dinero, muy posiblemente estamos dejando de lado las
cosas que en realidad son más valiosas en la vida, como por ejemplo: la familia, el
estudio, la diversión, el compartir con los demás, el autoconocimiento, la naturaleza, la
espiritualidad, la salud, la investigación, los sueños, el ejercicio, el amor, y muchas
otras cosas que quizá no se pueden comprar con ninguna suma de dinero.
Claro que tal como está diseñado el sistema económico, muchas veces se tiene que
pasar casi todo el tiempo trabajando para obtener el dinero para cubrir las
necesidades más básicas, y cubrir esas necesidades es lo que se llama el ‘consumo’,
pero hay que saber diferenciar muy bien cuando algo en verdad es una necesidad real
y cuando es una necesidad creada, ya que es muy delgada la línea que separa estos dos
tipos de necesidades, por lo general el propio entorno y los medios de comunicación
nos bombardean constantemente induciéndonos a que ‘necesitamos’ X o Y producto
para poder sentirnos bien o para encajar en nuestra comunidad o para estar a la
moda, etc., y es ahí donde nos metemos en un círculo llamado ‘consumismo’, así
siempre vamos a necesitar más cosas, y entre más cosas tengamos, más tiempo y más
dinero necesitamos para mantener esas cosas, muchos productos sobretodo la
tecnología está diseñada para durar pocos años, pues pudiendo fabricar un producto
muy superior en calidad y avance, los hacen de materiales débiles y el avance lo van
sacando poco a poco, para que cada pocos meses puedan tentar a la gente a adquirir
un nuevo aparato que cuenta con alguna cualidad superior a la anterior edición. A
veces sin darse cuenta se vive la vida de una forma tan superficial, que se va toda en
adquirir una posesión y la otra, en pagar una deuda y la otra, y todo para mantenerse
supuestamente cómodo y/o entretenido y buscando el progreso, cuando en realidad
es más el estrés que se genera y es más el tiempo que se desperdicia en cosas que
quizá a la final no valen tanto la pena.
Lamentablemente el sistema de vida actual depende en gran medida del consumismo,
y si hipotéticamente se redujera en masa el consumismo, se generaría un gran caos y
una fuerte crisis económica, pues un importante porcentaje de la población subsiste y
se mantiene gracias al consumismo, pero en realidad es muy poco posible que eso
suceda masivamente, lo que si se debería empezar a hacer en masa, es dejar de
consumir ciertos productos, los que son más dañinos para la salud y para el ambiente,
así poco a poco en vez de llevar a las empresas a la quiebra, se les presionaría para
que diseñen y fabriquen productos cada vez más saludables y amigables con el medio
ambiente, lo que iría en pro de un modelo de producción más sostenible.
Es interesante dar cabida en nuestra mente a un concepto del que muchos indígenas
hablan, y es la búsqueda de un ‘buen vivir’ en oposición al ‘progreso’ del que siempre
nos está hablando el sistema de vida capitalista, y que casi siempre termina llevando
al remolino del materialismo, el buen vivir trata de dar mayor importancia a las cosas
que en realidad son más esenciales en la vida y que posiblemente terminan llevando a
una senda espiritual o por lo menos más armoniosa con los demás seres vivos y el
planeta.
Entre más se lleve una vida superficial y entre más se practique el consumismo, más
alejados vamos a estar de la evolución mental y espiritual, de los verdaderos
sentimientos humanos y del verdadero sentido de la vida. más se estará apoyando la
contaminación, la desigualdad y la explotación desmesurada de personas y recursos.

EL ABISMO ENTRE LAS DROGAS NATURALES Y LAS DROGAS SINTÉTICAS

Naturalmente, sea por herencia genética, carácter, personalidad, karma u otras


razones, algunas personas estamos más predispuestas a querer experimentar
sensaciones distintas o estados alterados de conciencia, por eso mientras que a unos
no les interesa tomar ese riesgo, otros lo buscan ansiosamente o simplemente les llega
la oportunidad.
El experimentar es parte del ser humano, y tal vez eso no es tan negativo, lo que sí se
vuelve un problema es cuando se adquiere una adicción o un vicio, y dependiendo de
cada persona, se puede ser más vulnerable a enviciarse a una sustancia o a otra, y
desprenderse suele ser una ardua lucha interior que incluso puede durar varias vidas,
claro que esto aplica también para muchas otras cosas a las que la gente se envicia y
que no son considerados como drogas, y en ese sentido casi todo ser humano tiene su
lucha.
Es un poco irónico cuando alguien tiene un vicio y aconseja a los demás a que no
adquieran ese vicio, pues es como el que predica y no aplica, pero también merece una
profunda comprensión, ya que estar en un problema no quiere decir que no se quiera
salir de él, o que no se tenga un ideal de lo que debería ser correcto, a veces juzgamos
fuertemente porque siempre desde el exterior los problemas se ven fáciles de
solucionar, pero para el que lo vive, es una verdadera batalla bien difícil de ganar.
Hay un viejo dilema que cuestiona si a una planta se le puede llamar ‘droga’,
personalmente pienso que eso depende del uso que se le dé, algunos usan la palabra
‘droga’ como sinónimo de ‘medicina’, y en ese caso las plantas alucinógenas suelen ser
medicinales, pero para el uso común y moderno de la palabra ‘droga’, se aplicaría
cuando la persona la consume habitualmente volviéndola un ‘vicio’.
Las plantas alucinógenas, también llamadas ‘plantas de poder’, han sido usadas por el
ser humano (principalmente por indígenas) durante miles de años, y así siempre se
han relacionado con la curación física y psíquica de las personas, y con la búsqueda de
estados alterados de consciencia para conectarse con otras realidades u otras
entidades, han sido una herramienta usual de los chamanes, teguas etc. Ese es un uso
esporádico, con objetivos claros y con un total respeto con las energías de la
naturaleza y de cada planta.
Lamentablemente en la modernidad, la sociedad, el entorno y las mismas leyes
gubernamentales no ejercen una educación al respecto, sino que a través de la
prohibición, de la ignorancia y de los mismos ambientes en que vivimos, aprendemos
a ver las plantas alucinógenas como una droga más del mercado ilegal, sin ningún
respeto y mucho menos conocimiento sobre su uso.
Lo que hay que tener muy presente es que existe una diferencia abismal entre las
plantas alucinógenas y las drogas sintéticas o químicas, pues las plantas son parte de
la naturaleza, y sea gracias a la creación o evolución de las mismas, mantienen un
equilibrio en sus componentes y una energía natural que particularmente tiene unas
propiedades y cualidades que en nuestra historia fueron útiles de alguna forma;
mientras que las drogas sintéticas han sido todas diseñadas por el hombre con el
único propósito de crear adicción a través de las sensaciones, y poder formar un
emporio que genere gran capital a costa de la gente adicta, muchas de las drogas
químicas son calificadas como fuertes debido a las nefastas consecuencias que tienen
para las personas tanto a nivel psicológico como físico (daño de órganos, daños
cerebrales, muerte neuronal masiva, fuerte síndrome de abstinencia, etc.); la misma
ignorancia hace que los jóvenes en busca de sensaciones salten de una planta
alucinógena a una droga química como si se tratara de avanzar en una misma línea
(experimentar las drogas) muchas veces desgracian su vida y quedan atrapados sin
darse cuenta de que son dos mundos totalmente distintos. Una de las drogas más
comunes y que trae más desdichas a la humanidad, son las bebidas alcohólicas,
causantes de un significativo número de muertes por enfermedad, accidentes, peleas,
y gran número de riñas familiares, separaciones, violaciones, etc., lo peor de esto es
que sea legal, siendo una de las que muestra en las estadísticas mayores daños en la
sociedad.
Mi consejo personal es que, si de experimentar se trata, nunca se haga con las drogas
químicas, en lo absoluto creo que no valen la pena, y sí es muy alto el riesgo que se
corre. Y en general sea como sea, traten de no permitir nunca que ese experimentar se
vuelva un vicio, el proceso de adicción a veces es casi imperceptible, primero empieza
como una experiencia esporádica, luego pasa a ser social o un poco más frecuente, y
luego se convierte en un hábito y en muchos casos, en principio no hay una aceptación
de la adicción.
Aunque algunas personas hacen una conexión entre las plantas alucinógenas y la
espiritualidad, debido a que tal vez pueda haber experiencias místicas, viajes internos,
mayor reflexión, despertar de otros sentidos, etc., no creo que sea una forma real de
acercarse a la espiritualidad, en general para sentirnos bien, no deberíamos nunca
depender del consumo de ninguna sustancia, la verdadera búsqueda de la
espiritualidad se basa en el desarrollo de la consciencia, entonces cualquier avance, o
estado alterado de consciencia que se logre por medio de una droga, es prácticamente
como hacer trampa, y eso no funciona para las leyes naturales, muy posiblemente el
ser que avance mediante esos mecanismos, en algún momento le va a tocar repetir
todo su aprendizaje y desarrollo sin valerse de las sustancias.
Es cierto que la mayoría de comunidades indígenas ancestrales se valieron de
alucinógenos para curar y para lograr tener conexiones con otros planos o adquirir
otros sentidos internos, pero actualmente estamos entrando a una nueva era, en la
que seguramente el ser humano ya no va a necesitar ese tipo de ayuda, ni de otra gran
cantidad de cosas que antes servían como de muletas para su caminar en este mundo,
de alguna forma todos tenemos una fuente de luz en nuestro interior, que de lograr
despertarla, puede iluminarnos y alumbrarnos el camino en nuestro trasegar por este
universo.

LUCHAR POR LOS SUEÑOS

En este caso hablaré, no de los sueños que tenemos mientras dormimos, sino de
aquellos sueños que todos en algún momento de la vida tenemos, son esas grandes
metas que quisiéramos lograr, esos objetivos que a veces parecen lejanos y hasta
imposibles, son esos anhelos que muy en nuestro interior añoramos hacer realidad
para sentir mayor felicidad o satisfacción en la vida.
Normalmente desde la niñez todos tenemos sueños, de lograr ejercer alguna
profesión, vivir aventuras o hacer alguna hazaña, en algunos casos pasada la niñez, se
mantienen, en otros casos entrada la adolescencia o la juventud, esos sueños cambian
adaptándose más a la realidad, a lo que puede estar al alcance, o a nuevos gustos o a
habilidades recién descubiertas. Lamentablemente en la mayoría de casos, entrada la
adultez, esos sueños pasan a un segundo o tercer plano, hasta que se van quedando en
el olvido, casi siempre debido a la falta de oportunidades, falta de recursos, falta de
apoyo, adquisición de responsabilidades como hijos, pareja, padres, familia, deudas,
etc., incluso a veces, con el tiempo, ya ni se recuerdan o se cambian muchas veces por
cosas como llegar a tener una casa, una camioneta, una finca, comodidades,
independencia económica y demás cosas materiales… que gran diferencia con los
sueños de niños, que muchas veces tienen que ver con ayudar a los demás, salvar o
mejorar vidas, inventar cosas que beneficien a la humanidad, ayudar a educar, viajar y
explorar el mundo, viajar al espacio exterior, defender y salvar animales, alegrarle la
vida a las personas por medio de algún arte, prestarle algún servicio a la gente, etc., es
como si a medida que crecemos, vamos perdiendo el ánimo, vamos olvidando la magia
de la vida y la seguridad de poder lograr cualquier cosa, queda atrás la pureza de los
sentimientos humanos y la inocencia de percibir un mundo que nos acoge y conspira a
nuestro favor.
En cuanto a los sueños de ejercer alguna profesión, todos somos diferentes y por ende
cada quien tiene gustos diferentes y alguna habilidad o talento diferente, y de esto
depende en buena parte la capacidad y el potencial que tenemos para determinado
oficio. Dicen que cuando a uno le gusta lo que hace, lo hace con amor y de la mejor
forma posible, y esas suelen ser las tareas y trabajos mejor hechos y a consciencia,
lastimosamente por diversas causas, muchas personas no pueden hacer lo que más les
gusta y se ven obligados a trabajar en lo que sea que les aparezca, en otros casos se
escogen carreras y trabajos haciendo lo que más les de dinero, y esto genera muchos
problemas para la persona y para la sociedad, pues al ser el crecimiento económico su
principal objetivo, muy seguramente van a hacer las cosas mediocremente, con tedio,
sin un sentido humano y son los más asequibles a dejarse comprar o a cometer todo
tipo de actos de corrupción; de casos de esos está llena nuestra sociedad en todos los
ámbitos e instituciones tanto públicas como privadas. También es clave aprender a
identificar y a diferenciar lo que más nos gusta y en lo que más tenemos talento,
aunque el ideal es que sean la misma cosa, a veces no sucede así, y entonces se ven
casos en los que a alguien le puede gustar mucho alguna profesión u oficio, pero tiene
gran talento para otra cosa diferente, es ahí donde hay que tatar de encontrar un
equilibrio y tratar de cogerle el mayor gusto al oficio en el que se es más hábil, o poner
el mayor esfuerzo en tratar de adquirir más habilidad en lo que le gusta; sin duda, sea
como sea, lo más importante es luchar por estudiar y/o ejercer la profesión en la que
mejor nos sintamos, la que hagamos con más agrado y que se acerque más a nuestros
sueños.
Todo ser humano en el fondo de su alma, sabe cuáles son los caminos que debe
recorrer en la vida, y los sueños pueden ser una señal de ello, pues se puede decir que
los sueños son los anhelos del alma, pero hay que saberlos diferenciar de los deseos y
caprichos del ego. Procurar dirigirse hacia esos sueños puede significar ‘vivir’ la vida
en su esplendor, pues a veces la misma sociedad o el sistema nos empuja a sólo
‘subsistir’ o a ‘sobrevivir’, muchas veces nos dejamos llevar por la corriente, por la
inseguridad o el miedo, y simplemente nacemos, crecemos, nos reproducimos y
morimos superficialmente sin experimentar la vida de una forma más provechosa y
profunda, nos llenamos de limitaciones y olvidamos lo que venimos a aprender y que
nuestra muerte no es más que un parpadeo en nuestra verdadera existencia.
Lo normal es que los sueños sean transitorios, pues comúnmente poco después de
alcanzar alguna meta, o cumplir un sueño u objetivo, aparecen nuevos retos, nuevos
caminos y nos colocamos nuevas metas y tenemos nuevos sueños, porque cumplir un
sueño o llegar a un objetivo no quiere decir que llegamos a un punto de satisfacción o
felicidad estático y eterno, eso no existe al menos en este plano, cumplir nuestros
sueños no es más que dar pasos en el largo caminar de nuestras existencias y
aprovechar al máximo nuestra oportunidad de vivir.

EPILOGO

Sé que son muchos los temas que quedan por fuera, y tal vez algunos de ellos son bien
importantes, pero quizá los he excluido por el grado de complejidad, o por el nivel de
polémica que producen o por las susceptibilidades que fácilmente pueden herir,
también sé que probablemente surjan muchas más preguntas que respuestas, y es que
para tratar estos temas se podría hasta escribir un libro completo de cada uno, por
ello traté de hacer las explicaciones lo más cortas y sencillas posibles. Y en verdad es
muy positivo poder generar dudas y preguntas, ya que esto nos lleva a cuestionarnos
a nosotros mismos y a evaluar los argumentos en los que basamos nuestros
pensamientos y creencias.
Con gusto estaré atento a las observaciones o críticas constructivas, y a responder las
preguntas que surjan, pero antes es importante que primero se las hagan a ustedes
mismos varias veces y traten de encontrar una o varias respuestas por su cuenta, este
ejercicio les puede producir otras cuestiones más profundas o les puede hacer dudar
de algunas de las creencias que tenían como certezas, incluso idealmente repitan ese
ejercicio durante varios días o semanas distintas, ya que el pensamiento no funciona
todos los días igual, se darán cuenta que lo que antes era una gran duda, otro día
puede ser algo insignificante, o lo que antes era imposible de entender, otro día se
vuelve claro y entendible. Si después de hacer esto siguen las dudas o surgen otras
distintas, estaré gustoso de recibirlas y pondré mi mayor esfuerzo en responderlas, e
incluso estaré muy dispuesto a cambiar de opinión, de conceptos, o de términos si la
pregunta u observación así lo ameritan.
Casi veinte años después, muchas cosas en el mundo han cambiado y es mucha la
información que cada vez más sale a la luz, así que aparte de todos los temas que se
trataron en esa época y que quedaron por fuera de este texto, ahora hay muchísimos
conocimientos más que quisiera compartirles, pero eso depende de cosas que sólo
resolverá el tiempo. De todas formas, estoy seguro de que con muchos, no es esta vida
la primera en la que nos encontramos, y quizá no será la última, pues cuando se crean
lazos fuertes, nuestras vibraciones se atraen y hasta muy posiblemente se pueda
llegar a compartir vivencias en otros planos de existencia.
Las enseñanzas, consejos u opiniones expresadas no se deben ver como parte de una
receta para lograr la felicidad o llegar al éxito de la vida, sino más bien como
principios de una apertura mental que puede conducir a la generación de más
consciencia de nosotros mismos, de nuestro mundo y de nuestra misión en él. Sé que
para muchos seguir o aplicar todas las pautas y comportamientos propuestos en los
diferentes temas, será casi imposible e incluso para algunos será todo un reto poder
aplicar alguno de ellos, pues la mayoría implican ir contra la corriente y eso no es
nada fácil, pero recuerden que todo camino se empieza con un paso y entrar en un
camino espiritual no es para facilistas, la evolución mental y espiritual es un muy largo
sendero solitario, lleno de retos, que requiere un arduo y constante trabajo interior
para poder generar cambios importantes a nivel de consciencia, de nuestro
desempeño en el planeta y en nuestra travesía por el universo.
Aunque este escrito está inspirado en lo que se compartió alguna vez entre un grupo
particular, decidí enviar este texto, sólo a algunas de esas personas, tal vez a las que
creí que más les interesaría, así sea sólo para evocar un recuerdo, pero a esas
personas y a todos los que lo lean, les dejo en total libertad para compartirlo con
quienes ustedes crean pertinente, o con quienes crean que valga la pena, y que tal vez
podrían sacar algún provecho mental o espiritual de la lectura.

Gracias… y…
Que tu mente se llene de consciencia
Que tu energía se funda con el universo
Que el cosmos te arrulle en su armonía
Que la espiritualidad te torne despierto.

Año 2.020.

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