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OBJETIVOS A LECTURA OA4 –OA6-OA7-Leer comprender extraer información tanto explicita como implícita , leer en
forma independiente , desarrollar el gusto por la lectura ESCRITURA 11-17 escribir con letra clara y legible
RETROALIMENTAR fomentar la creatividad, editar y argumentar diferentes tipos de texto COMUNICACIÓN ORAL 23 escuchar
lecturas narradas por otras personas y extraer la información implícita y explicita
Texto 1
El Mito de Perséfone
Perséfone era la hija de Deméter, diosa de la fertilidad y de los trigales.
Un día iba la doncella caminando por las praderas, cortando flores, junto a Afrodita, Artemis y
Athena, cuando de pronto, la tierra se abrió, y de ella emergió un carruaje tirado por cuatro
corceles majestuosos de color negro. En él venía Hades, el dios de los mundos
subterráneos.
Deméter escuchó los gritos de su hija, pero no pudo hacer nada. Desesperada, se dirigió
vestida de luto al monte Etna y encendió dos antorchas. Llevando una en cada mano,
deambuló por el mundo durante nueve noches y nueve días, sin comer ni beber, pero no la
pudo encontrar.
Al décimo día, Deméter se encontró con Hécate, quien también había escuchado los gritos
de la joven, y que le recomendó ir donde Helios, el dios del Sol.
Este, que lo ve siempre todo y que no es capaz de guardar ningún secreto, le cuenta que ha
sido Hades quien se ha llevado a su hija, y que la tiene como esposa en los reinos oscuros
de la Tierra.
Cuando la madre escucha esto, monta en cólera y decide que a partir de ese momento no
crecerá nunca más nada sobre la superficie de la tierra. Y así sucede. Los trigales ya no
crecen, no hay cosechas, y los hombres comienzan a pasar grandes hambrunas.
Los dioses, preocupados le piden que no siga, pues temen que la tierra se convierta en un
lugar baldío. En vano mandan emisarios para convencerla de que el daño que está haciendo
es muy grande, pero Deméter persiste en su decisión, y no quiere saber nada, mientras no
encuentre a su hija.
Por fin, Zeus, el jefe de los dioses, se da cuenta de que debe intervenir, y manda a Hermes
para que vaya donde Hades y le pida liberar a Perséfone.
Mientras tanto, Zeus le ha pedido a su madre, la diosa Rhea que convenza a Deméter para
que haga crecer todo sobre la tierra. Ella, en vista de que ha recuperado a su amada hija,
acepta, y comienza a florecer todo de nuevo.
Zeus decide entonces que, a partir de ese momento, Perséfone estará la mitad del tiempo
junto a su esposo Hades, en las profundidades de la tierra, y la otra mitad lo pasará sobre la
superficie, haciendo que todo crezca y florezca.
Perséfone será la primavera que emerge luego del tiempo frío y gris, en que la naturaleza se
detiene y cada año surge, trayendo vida y alegrando a dioses
y mortales.
Cecilia Beuchat y Carolina Valdivieso. Cuentos sobre el origen del hombre y el mundo. Chile:
A Rhea.
B Afrodita.
C Deméter.
D Perséfone.
A El enojo de Zeus.
B El rapto de Perséfone.
C La desobediencia de Hermes y Hades.
D La conversación entre Rhea y Deméter.
3 En el texto, ¿qué ocurre justo después de que Deméter habla con Helios?
A La tristeza de Hades.
B La retirada del invierno.
C La hambruna de los humanos.
D La preocupación de los dioses.
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NOMBRES CIENTÍFICOS
¿Por qué son importantes?
Nombrar lo que nos rodea es algo propio del ser humano; al hacerlo, podemos ordenarlo y
comprenderlo mejor. Aunque todos conocemos las palabras “pájaro”, “ratón”, “árbol” u
“hongo”, existen muchas especies agrupadas bajo esos conceptos, pero si las diferenciamos
y nombramos, podremos conocer mejor el medio en que vivimos.
En un intento por organizar los distintos seres vivos, los científicos los llamaron a todos
“especies”. Con el pasar del tiempo, les pusieron nombres específicos, así pudieron
agruparlos según lo que tienen en común y lo que los diferencia. El conjunto de todas estas
especies es lo que llamamos biodiversidad.
El abate Juan Ignacio Molina (1740-1829) fue el primer naturalista chileno en usar el sistema
para nombrar a las especies (la nomenclatura binominal de Linneo), el que utilizamos hasta
hoy. Según este sistema, los nombres científicos siempre contienen dos palabras que
denominan el género y la especie (algo así como el apellido y el nombre) del ser vivo. La
primera palabra va en mayúscula y la segunda en minúscula, y ambas se escriben siempre
con letra cursiva.
Además, los nombres científicos son en latín y griego, por lo que pueden ser bastante
difíciles de memorizar. Sin embargo, lo bueno de conocerlos es que podemos identificar con
precisión a un ser vivo, ya que son como un código que muestra la característica principal de
la especie que nombra.
Como año a año avanza el conocimiento de las especies, es posible que, actualmente, el
significado del nombre científico no tenga nada que ver con la especie que designa. De todas
maneras, casi siempre, los nombres nos cuentan una pequeña historia.
Según el texto, ¿por qué los nombres científicos pueden ser difíciles de memorizar?
8 ¿Qué tienen en común los nombres científicos del arrayán macho y del hongo
mencionados en el texto?
A A su forma.
B A un lugar.
C A su género.
D A un naturalista.
EL JUEZ HÁBIL
—¡No es cierto! —replicó el aceitero—. El carnicero quiso comprarme aceite y me rogó que
le cambiase una moneda de oro; tomé el dinero y lo pasé sobre el mostrador. Él se apoderó
entonces de la bolsa y quiso huir, pero yo le cogí de la mano y aquí estamos.
Le hice subir sobre la grupa del animal y le conduje a donde quería ir, pero una vez llegados
no quiso bajar, diciendo que el caballo era suyo, lo cual no es cierto.
Después de una pausa, dijo el juez: —Dejad el caballo en mi casa y venid aquí
mañana.
Al día siguiente, una gran multitud se reunió para conocer las decisiones del juez.
—Le reconocería.
El juez llamó enseguida al mendigo y le ordenó que dijese cuál era su animal.
—Estoy muy satisfecho con ella —dijo el Emir—. Solo que quisiera saber cómo te has
enterado de que la bolsa era del carnicero y no del mercader y de que el caballo me
pertenecía.
—He aquí cómo supe la verdad: en cuanto al dinero, anoche puse la bolsa en un cubo de
agua, y por la mañana fui a ver si en el agua flotaba aceite. Si el dinero hubiese sido del
aceitero, el roce de sus manos aceitosas hubiera manchado la bolsa y algo de aceite hubiera
quedado: como el agua estaba clara, el dinero pertenecía al carnicero.
Respecto al caballo, era más difícil de resolver. El mendigo lo reconoció tan pronto como tú.
Mas yo no os había sometido a la misma prueba. Os hice ir al establo para ver a quién de
los dos reconocía el caballo.
Cuando tú te acercaste, volvió la cabeza hacia ti, mientras que cuando se acercó el
mendigo, solo movió la oreja y levantó la pata. He aquí cómo comprendí que tú eras el
dueño de caballo. Bauakas le dijo entonces:
—yo no soy mercader, soy el Emir Bauakas y he venido solamente para saber si lo que de ti
se hablaba era cierto. Ahora veo que eres un sabio y un hábil juez. Pídeme lo que quieras y
te lo consideraré.
—Ninguna recompensa necesito —respondió el juez—. Me basta con oír tus
alabanzas.
León Tolstoi “El Juez hábil”. Antología Te cuento y te canto; fábulas, cuentos, teatro y
poesía. Pehuén, 2010. (Adaptación)
A En la plaza.
B En el establo.
C En la casa del juez.
D En la entrada del pueblo.
A Curiosidad.
B Ingenuidad.
C Generosidad.
D Oportunismo.
Si bien ya existía un invento similar, etiquetas en Después de este resultado, Sobcov puso una nota
forma de halcón que se ponían en las ventanas de en el diario local preguntando por voluntarios que le
algunos edificios, estas son negras y pueden ayuden a probar las calcomanías, las cuales se
obstruir la vista. pueden sacar fácilmente y reusar en otra ventana.
Ha recibido respuestas de 40 voluntarios,
Charlie Sobcov, quien estudia en Turnbull, una incluyendo algunos que quieren comprar su
escuela privada de Ottawa, Canadá, cuenta que invento. Charlie quiere completar su experimento
quedó fascinado con los pájaros en un viaje a en febrero y después de eso podría pensar en la
Costa venta de su invención.
17 ¿Qué pasaría con el invento de Charlie si los humanos pudieran ver el color ultravioleta?
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Lee el siguiente texto y responde las preguntas de la 18 a la 22
Ustedes conocen mejor que nadie los caminos, las cavernas y los rincones de la selva;
busquen ahí mi piedra, quien la encuentre, será bien premiado.
Al oír esas últimas palabras, los animales corrieron en busca de la piedra verde.
Mientras el cocay volaba despacio y se preguntaba una y otra vez:
- ¿Dónde estará la piedra? Tengo que encontrarla, sólo así el curandero podrá curar de
nuevo.
Y aunque el cocay fue desde el inicio quien más se ocupó de la búsqueda, el venado
encontró primero la piedra. Al verla tan bonita, no quiso compartirla con nadie y se la tragó
- Aquí nadie la descubrirá – se dijo -. A partir de hoy de hoy.
Yo haré las curaciones y los enfermos tendrán que pagarme por ellas.
Pero en cuanto pensó esas palabras, el venado se sintió enfermo: le dio un dolor panza tan
fuerte que tuvo que botar la piedra, luego huyó asustado dejándola tirada.
Entre tanto, el cocay daba vuelta por toda la selva. Se metía en los huecos más pequeños,
revisaba todos los rincones y las hojas de las plantas. No hablaba con nadie, solo pensaba
en qué lugar estaría la piedra verde.
Para ese entonces, los animales, que iniciaron la búsqueda ya se habían cansado. El
buitre volaba demasiado alto y no alcanzaba a ver el suelo, la liebre corría muy rápido sin
ver a su alrededor el venado no quería saber nada de la piedra. Así hubo un momento en
que el único en buscar era el cocay.
Un día, después de horas enteras de meditar sobre el paradero de la piedra, el cocay sintió
un chispazo de luz en su cabeza:
-¡Ya sé dónde está! – gritó feliz, pues de tanto esforzarse y pensar había visto en su mente
el lugar en que la piedra había quedado tirada. Voló de inmediato hacia allí y aunque al
principio no se dio cuenta, luego sintió cómo una luz salía de su cuerpo e iluminaba su
camino. Muy pronto halló la piedra y más pronto se la llevó a su dueño.
- Curandero busqué en todos los rincones de la selva y por fin hoy di con tu piedra – le dijo
el cocay muy contento, al tiempo que su cuerpo se encendía.
- Gracias cocay – le contestó el curandero -. Veo que tú mismo has logrado una
recompensa. Esa luz que sale de ti representa la nobleza de tus sentimientos y lo brillante
de tu inteligencia. Desde hoy te acompañará siempre para guiar tu vida.
El cocay se despidió muy contento y fue a contarles a los animales lo que había pasado.
Todo lo felicitaron por su nuevo don, menos la liebre, que sintió envidia de la luz del cocay
y quiso robársela.
- Esa chispa me quedaría mejor a mí, ¿qué tal se me vería en un collar? – pensó la
liebre.
Así, para lograr su deseo, esperó a que el cocay se despidiera y comenzó a seguirlo por el
monte.
-- ¡Cocay! Ven, enséñame tu luz – le gritó al insecto cuando estuvo seguro que nadie los
veía – Claro que sí – dijo el cocay, y detuvo su vuelo. Entonces. La liebre aprovechó y le
saltó encima. El cocay quedó aplastado bajo su panza y ya casi no podía respirar cuando
la liebre empezó a saltar de un lado a otro, porque creía que el cocay se le había
escapado.
El cocay empezó a volar despacito para esconderse de la liebre. Ahora, fue él quien la
persiguió un rato y en cuanto la vio distraída, voló arriba de ella y se puso encima de su
frente, al mismo tiempo que se iluminaba, la liebre se llevó un susto terrible, pues creyó
que le había caído un rayo en la cabeza. Pero en cuanto saltó, el cocay voló lejos y desde
lo alto se rió mucho de la liebre, que trataba de salir del lago toda empapada.
Desde entonces, hasta los animales más grande respetan al cocay, no vaya a ser que un
día los engañe con su luz.
19.-En relación con la búsqueda de la piedra, ¿en qué se diferenciaba el cocay del resto
delos animales?
A. El Cocay
B. El buitre.
C. La liebre.
D. El venado.
22.- Además de usar una piedra verde, ¿qué necesitaba hacer el curandero del Mayab para
sanar a los enfermos?