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SUSPENSIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO.

EL ARTÍCULO 129, FRACCIÓN I, DE LA LEY DE


AMPARO, NO CONTIENE UNA CATEGORÍA SOSPECHOSA QUE HAGA EXIGIBLE AL
LEGISLADOR UNA MOTIVACIÓN REFORZADA.
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n ha señ alado que la motivació n legislativa
reforzada exige que quien emita el acto o la norma, haya razonado su necesidad en la
consecució n de los fines constitucionalmente legítimos, habiendo ponderado específicamente
las circunstancias concretas del caso, por tratarse de actos o normas en los que puede llegar a
afectarse algú n derecho fundamental u otro bien relevante desde el punto de vista
constitucional; esta exigencia tiene lugar cuando se detecta alguna de las denominadas
"categorías sospechosas", las cuales se definen como distinciones basadas en alguno de los
criterios enunciados en el ú ltimo pá rrafo del artículo 1o. de la Constitució n Política de los
Estados Unidos Mexicanos y que se relacionan con el origen étnico o nacional, el género, la
edad, las discapacidades, la condició n social, las condiciones de salud, la religió n, las
opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las
personas. En consideració n a tales criterios, del artículo 129, fracció n I, de la Ley de Amparo -
el cual establece que se considerará , entre otros casos, que se siguen perjuicios al interés
social o se contravienen disposiciones de orden pú blico cuando, de concederse la suspensió n,
continú e el funcionamiento de establecimientos de juegos con apuestas o sorteos-, no se
advierte la presencia de una categoría sospechosa, por lo que no era exigible al legislador una
motivació n reforzada; así, los supuestos de excepció n de la norma en comento, tienen como
sustento el hecho de que se trata de actividades que, por regla general, está n prohibidas en los
términos del artículo 1o. de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, aun cuando su artículo 2o.
reconoce que podrá n permitirse determinados juegos y sorteos, los que deben quedar sujetos,
en todo caso, a un marco normativo que garantice la debida tutela del orden pú blico por el
Estado y justifica que, ante el posible incumplimiento de las normas aplicables, la
consecuencia sea el cese temporal de esas actividades. En virtud de lo anterior, se concluye
que no existe una condició n normativa de cará cter discriminatorio que guarde semejanza con
la naturaleza, funció n y alcance de los supuestos enunciados en el ú ltimo pá rrafo del artículo
1o. constitucional y que, en definitiva, se relacionan con la protecció n de la dignidad de las
personas; má s aú n cuando la porció n normativa en análisis participa de la condició n de
generalidad que es exigible para satisfacer el principio constitucional de igualdad y no
discriminació n.

Registro digital: 2015625


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 1a. CLXXIV/2017 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 48, Noviembre de 2017, Tomo I,
pá gina 450
Tipo: Aislada
INSTITUCIONES DE ENSEÑANZA. LOS ARTÍCULOS 79, FRACCIÓN X, Y NOVENO
TRANSITORIO, FRACCIÓN XXII, DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA PARA DOS
MIL CATORCE, NO TRANSGREDEN EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD, EN SU VERTIENTE DE
MOTIVACIÓN LEGISLATIVA.
Es criterio de este Alto Tribunal que las garantías de fundamentació n y motivació n tratá ndose
de leyes se satisfacen cuando el legislador actú a dentro de los límites de las atribuciones que
la Constitució n correspondiente le confiere (fundamentació n), y cuando las leyes que emite se
refieren a relaciones sociales que reclaman ser jurídicamente reguladas (motivació n). Al
efecto, la motivació n de los actos legislativos puede ser de dos tipos: reforzada y ordinaria. La
reforzada, se actualiza cuando se emiten ciertos actos o normas en los que puede llegarse a
afectar algú n derecho fundamental u otro bien relevante desde el punto de vista
constitucional, y tratá ndose de las reformas legislativas esa exigencia se despliega cuando se
detecta alguna "categoría sospechosa"; mientras que la ordinaria se presenta cuando no está
en juego alguna de esas categorías, es decir, cuando el acto o la norma de que se trate no tiene
que pasar por una ponderació n específica de las circunstancias concretas del caso porque no
subyace algú n tipo de riesgo de merma de algú n derecho fundamental o bien
constitucionalmente aná logo. En cuanto a las normas referidas si bien el legislador no expresó
durante el proceso de su creació n la informació n relativa a: i) por qué decidió dar un
tratamiento desigual a las instituciones de enseñ anza, a partir de la "autorizació n para recibir
donativos deducibles"; ii) por qué las instituciones de enseñ anza que a partir de dos mil
catorce no contaran con la citada autorizació n cambiarían de régimen fiscal; y, iii) la forma en
que impacta en el sistema educativo nacional que se consideren a ciertas instituciones de
enseñ anza como sujetos del Título II de la Ley del Impuesto sobre la Renta; ello no transgrede
el principio de legalidad, en su vertiente de motivació n legislativa, pues los ó rganos que
intervinieron en la creació n de esas normas sí determinaron que, para evitar un uso abusivo
del beneficio que constituye encontrarse en el Título III de la Ley del Impuesto sobre la Renta,
así como que la autoridad fiscal tuviera control de los ingresos que las instituciones de
enseñ anza obtenían, se estableciera que para gozar del citado beneficio se considerará n
instituciones autorizadas para recibir donativos deducibles. Al efecto, en atenció n al
escrutinio laxo que debe hacerse de las normas fiscales, la medida adoptada por el legislador
es constitucionalmente vá lida e idó nea para cumplir con la finalidad que se persigue y
mínimamente proporcional, pues con las normas reclamadas se pretende que las sociedades o
asociaciones que tengan ingresos por actividades distintas de la enseñ anza, contribuyan al
gasto pú blico. Esto es, las referidas normas se encuentran suficientemente motivadas para no
transgredir el principio de legalidad, en su vertiente de motivació n legislativa, en tanto que la
medida utilizada por el legislador es razonablemente proporcional para la finalidad que
perseguía con su establecimiento.

Registro digital: 2017989


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. CXXI/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 58, Septiembre de 2018, Tomo I,
pá gina 841
Tipo: Aislada
DISCRIMINACIÓN INDIRECTA O NO EXPLÍCITA. SU DETERMINACIÓN REQUIERE EL
ANÁLISIS DE FACTORES CONTEXTUALES Y ESTRUCTURALES.
El parámetro de regularidad constitucional del derecho a la igualdad y a la no discriminació n
reconoce que esta ú ltima ocurre no só lo cuando las normas, las políticas, las prácticas y los
programas invocan explícitamente un factor prohibido de discriminació n –categoría
sospechosa–, sino también cuando éstas son aparentemente neutras, pero el resultado de su
contenido o aplicació n genera un impacto desproporcionado en personas o grupos en
situació n de desventaja histó rica, sin que exista para ello una justificació n objetiva y
razonable. Ahora bien, para poder establecer que una norma o política pú blica que no
contempla una distinció n, restricció n o exclusió n explícita sí genera un efecto discriminatorio
en una persona, por el lugar que ocupa en el orden social o al pertenecer a determinado grupo
social –con el consecuente menoscabo o anulació n del reconocimiento, goce o ejercicio de los
derechos o libertades fundamentales–, es necesario introducir factores contextuales o
estructurales en el aná lisis de la discriminació n, ubicá ndose entre estos factores las relaciones
de subordinació n en torno al género, la identidad sexo-genérica, la orientació n sexual, la clase
o la pertenencia étnica; las prá cticas sociales y culturales que asignan distinto valor a ciertas
actividades en tanto son realizadas por grupos histó ricamente desaventajados, y las
condiciones socioeconó micas. Estos factores pueden condicionar que una ley o política
pú blica –aunque se encuentre expresada en términos neutrales y sin incluir una distinció n o
restricció n explícita basada en el sexo, el género, la orientació n sexual, la raza, la pertenencia
étnica, entre otros– finalmente provoque una diferencia de trato irrazonable, injusta o
injustificable de acuerdo con la situació n que ocupen las personas dentro de la estructura
social.

Registro digital: 2018576


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 1a. CLXX/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 61, Diciembre de 2018, Tomo I,
pá gina 272
Tipo: Aislada
COMISIÓN NACIONAL PARA LA PROTECCIÓN Y DEFENSA DE LOS USUARIOS DE
SERVICIOS FINANCIEROS. EL ARTÍCULO 68 BIS DE LA LEY QUE REGULA DICHO
ORGANISMO, NO VULNERA EL PRINCIPIO DE IGUALDAD.
Esta Primera Sala ha sustentado que tratá ndose del derecho humano a la igualdad, el
escrutinio estricto no debe aplicarse de manera categó rica e indistinta en todos aquellos
asuntos que involucren normas con un trato diferenciado entre sujetos, sino só lo frente a
leyes basadas en una categoría sospechosa, es decir, en alguno de los criterios enunciados en
el ú ltimo pá rrafo del artículo 1o. de la Constitució n Federal. Ahora bien, el artículo 68 Bis de la
Ley de Protecció n y Defensa al Usuario de Servicios Financieros condiciona la emisió n del
dictamen ahí previsto a que la cuantía del asunto no exceda los tres millones de unidades de
inversió n, como regla general, y seis millones de unidades de inversió n en reclamaciones
contra instituciones de seguros, considerando tanto la suerte principal como sus accesorios;
así como que el dictamen só lo podrá tener el carácter de título ejecutivo, en asuntos por
cuantías inferiores al equivalente en moneda nacional a cincuenta mil unidades de inversió n,
salvo que se trate de instituciones de seguros, sociedades mutualistas de seguros y
administradoras de fondos para el retiro, en los cuales el monto debe ser inferior a cien mil
unidades de inversió n. La diferencia de trato apuntada de ninguna forma se basa sobre alguna
categoría sospechosa, pues la distinció n efectuada por el legislador no atiende a una cuestió n
de origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condició n social, las
condiciones de salud, la religió n, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o
cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar
los derechos y libertades de las personas; sino que tiene como objeto, la cuantía y el tipo de
operació n que es materia de la reclamació n, por lo que el aná lisis respectivo no puede hacerse
a través de un escrutinio constitucional estricto, sino uno ordinario, que es superado al tener
en cuenta que las limitantes relativas a los montos para que sea emitido el dictamen con el
cará cter de título ejecutivo halla su racionalidad en que esos mismos montos condicionan la
procedencia del procedimiento conciliatorio en el cual se puede desplegar la facultad
respectiva.

Registro digital: 2019963


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. XLI/2019 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 66, Mayo de 2019, Tomo II,
pá gina 1264
Tipo: Aislada
PERSONAS CON DISCAPACIDAD. LOS ARTÍCULOS 23 Y 450 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL
DISTRITO FEDERAL, APLICABLE PARA LA CIUDAD DE MÉXICO, REALIZAN UNA
DISTINCIÓN BASADA EN UNA CATEGORÍA SOSPECHOSA (DISCAPACIDAD) Y, POR ENDE,
VIOLAN LOS DERECHOS HUMANOS A LA IGUALDAD Y A LA NO DISCRIMINACIÓN.
Si bien en el amparo en revisió n 159/2013 la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nació n sostuvo que el estado de interdicció n admitía una interpretació n conforme, de una
nueva reflexió n en clave evolutiva de los derechos humanos y con la finalidad de hacer
operativa la Convenció n sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, esta Sala
considera que los artículos 23 y 450 del Có digo Civil para el Distrito Federal, aplicable para la
Ciudad de México, son inconstitucionales y no admiten interpretació n conforme al violar el
derecho a la igualdad y a la no discriminació n, ya que realizan una distinció n basada en una
categoría sospechosa como es la discapacidad. En este sentido, el estado de interdicció n parte
de una premisa de sustitució n de voluntad, paternalista y asistencialista que no reconoce
derechos humanos, pues en lugar de buscar que la propia persona con discapacidad adopte
sus decisiones, se designa a un tutor para que tome sus decisiones legales. Ademá s, la figura
de interdicció n se centra en la emisió n de un dictamen emitido por un médico alienista que
declara sobre las deficiencias de la persona y que justifican la privació n de su capacidad
jurídica, claramente el juicio de interdicció n se centra en la deficiencia, sin considerar las
barreras del entorno. Por tanto, de la lectura de los preceptos citados es posible inferir que
una vez que está materialmente probada la discapacidad de la persona, esto es, diagnosticada
su deficiencia, entonces puede ser declarada en estado de interdicció n, lo cual, para efectos
del artículo 23 del có digo aludido, implica que la persona es incapaz y su capacidad de
ejercicio debe restringirse. A juicio de este Má ximo Tribunal, el estado de interdicció n es una
restricció n desproporcionada al derecho a la capacidad jurídica y representa una injerencia
indebida que no es armonizable con la Convenció n sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, ya que la supresió n de la capacidad jurídica supone una sustitució n completa de
la voluntad de la persona con discapacidad, pues el propio artículo menciona, sin ambigü edad
o vaguedad alguna, que las personas incapaces só lo podrá n ejercer sus derechos mediante sus
representantes. De este modo, el estado de interdicció n representa el má s claro ejemplo del
modelo de sustitució n de la voluntad, y al tomar en cuenta las características y condiciones
individuales de la persona, niega como premisa general que todas las personas tienen derecho
a la capacidad jurídica.

Registro digital: 2022550


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. LV/2020 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 81, Diciembre de 2020, Tomo I,
pá gina 351
Tipo: Aislada
CONCUBINATO. EL ARTÍCULO 65 DEL CÓDIGO FAMILIAR PARA EL ESTADO DE MORELOS
AL ESTABLECER COMO REQUISITO QUE AMBOS CONCUBINOS ESTÉN LIBRES DE
MATRIMONIO PARA ACTUALIZARLO, RESULTA INCONSTITUCIONAL POR ESTABLECER
UNA DISTINCIÓN BASADA EN CATEGORÍA SOSPECHOSA QUE NO SUPERA UN EXAMEN
ESTRICTO DE CONSTITUCIONALIDAD.
Hechos: Una mujer reclamó una pensió n de alimentos, la que le fue negada bajo el argumento
de que no acreditó la relació n de concubinato que diera origen al reclamo de alimentos, ya que
el demandado no se encontraba libre de matrimonio.
Criterio jurídico: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia resolvió que la porció n
normativa "ambos libres de matrimonio y sin impedimento para contraerlo" del artículo 65
del Có digo Familiar de Morelos, es inconstitucional porque condiciona la existencia de
concubinato con base en una distinció n del estado civil de las personas que voluntariamente
desean establecer la unió n de hecho, lo que no encuentra una finalidad constitucionalmente
imperiosa, sino por el contrario afecta el principio de igualdad al establecer privilegios de
protecció n familiar só lo a las familias conformadas por la unió n matrimonial, aunado a que el
requisito reitera un estereotipo de género relacionado con el prejuicio del hogar extramarital.
Justificació n: El requisito que establece el artículo 65 del Có digo Familiar del Estado de
Morelos, consistente en que será considerado como concubinato a la unió n de hecho de un
hombre y una mujer, ambos libres de matrimonio y sin impedimento para contraerlo, es
inconstitucional porque transgrede el principio de igualdad y no discriminació n, ademá s
impide el reclamo de alimentos en la vía judicial y só lo privilegia la protecció n a la familia que
fue constituida del matrimonio y no del concubinato. Entonces, ante la realidad de que el
matrimonio y concubinato pueden coexistir y derivado del mandato del artículo 4o.
constitucional que exige el deber del Estado de proteger a todas las familias, no obstante su
conformació n, el requisito que exige la legislació n civil de Morelos discrimina con base en
categoría sospechosa (estado civil) lo que no supera un examen de escrutinio constitucional.

Nota: El artículo 65, pá rrafo primero, del Có digo Familiar para el Estado Libre y Soberano de
Morelos, a que se refiere esta tesis, fue reformado por decreto publicado en el Perió dico
Oficial de la entidad el 4 de julio de 2016.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de diciembre de 2020 a las 10:23 horas en el Semanario
Judicial de la Federació n.

Registro digital: 2023591


Instancia: Primera Sala
Undécima É poca
Materias(s): Civil, Constitucional
Tesis: 1a./J. 18/2021 (11a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 5, Septiembre de 2021, Tomo II,
pá gina 1612
Tipo: Jurisprudencia
PERSONAS QUE SE DEDICAN A LA ABOGACÍA O PROCURADORES. LA PROHIBICIÓN DE
COMPRAR LOS BIENES EN LOS JUICIOS EN QUE INTERVENGAN Y LA PROHIBICIÓN DE
SER CESIONARIOS DE LOS DERECHOS QUE SE TENGAN SOBRE ELLOS NO VULNERA LOS
DERECHOS A LA IGUALDAD Y A LA NO DISCRIMINACIÓN.
Hechos: Un Tribunal Colegiado concedió el amparo a una persona y ordenó declarar la
nulidad de una cláusula de un contrato, en la cual, un abogado pactó con sus clientes que el
pago de sus honorarios sería con un porcentaje de los bienes que se obtuvieran en los juicios
que se comprometió a tramitar. El Tribunal Colegiado consideró que dicha cláusula era
contraria a la prohibició n prevista en el artículo 2,276 del Có digo Civil para el entonces
Distrito Federal. Inconforme, el abogado interpuso recurso de revisió n y argumentó que el
citado precepto transgrede los derechos a la igualdad y a la no discriminació n, porque limita
la libertad de quienes ejercen la abogacía y de las y los procuradores para pactar con sus
clientes esa forma de pago, a diferencia de lo que ocurre con el resto de los profesionistas,
quienes no tienen esa restricció n.
Criterio jurídico: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n determina que
la prohibició n prevista en el artículo 2,276 del Có digo Civil para el entonces Distrito Federal
no vulnera el derecho a la igualdad y a la no discriminació n, pues si bien tiene por efecto que,
a diferencia de otros profesionistas, quienes ejercen la abogacía y las y los procuradores no
puedan pactar con sus clientes el pago de sus honorarios con parte de los bienes que son
objeto de sus servicios, esa diferencia de trato tiene una justificació n objetiva y razonable.
Justificació n: Un escrutinio ordinario de la prohibició n descrita permite concluir que la
distinció n de trato tiene una finalidad constitucionalmente admisible, en tanto busca proteger
a las clientas y los clientes del abuso de sus abogados o abogadas, así como de procuradores,
quienes cuentan con un conocimiento jurídico que probablemente aquéllos no, lo que les
coloca en una situació n ventajosa que les permitiría obligarlos a venderles sus bienes
subvaluados o a cederlos como contraprestació n excesiva por concepto de honorarios.
Asimismo, es un medio apto para evitar que las personas destinatarias de la prohibició n
incurran en esos abusos y dado que la diferencia de trato no se sustenta en una categoría
sospechosa, la autoridad legislativa no estaba obligada a usar los mejores medios imaginables
para su consecució n, por lo que guarda una relació n de instrumentalidad con la finalidad
pretendida. Finalmente, es proporcional pues la prohibició n no es absoluta, sino que está
acotada só lo a los bienes que son materia de los juicios en que las abogadas y los abogados o
procuradores intervienen, por lo que ú nicamente excluye esa específica modalidad de pago y
no genera un desequilibrio desproporcionado entre el derecho a la libertad de contratació n de
los profesionistas descritos y la protecció n de los derechos de las y los usuarios de sus
servicios.

Registro digital: 159849


Instancia: Pleno
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: P./J. 14/2013 (9a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federació n y su Gaceta. Libro XX, Mayo de 2013, Tomo 1,
pá gina 155
Tipo: Jurisprudencia
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN. LOS ARTÍCULOS 16, NUMERAL 3, PÁRRAFO
SEGUNDO Y 131, NUMERAL 3, DE LA LEY ELECTORAL DEL ESTADO DE CHIHUAHUA, AL
SEÑALAR QUE QUEDAN EXCEPTUADAS DEL PORCENTAJE DE CUOTAS DE GÉNERO
AQUELLAS CANDIDATURAS QUE SEAN RESULTADO DE UN PROCESO DE ELECCIÓN
DEMOCRÁTICO, CONFORME A LOS ESTATUTOS DE CADA PARTIDO, NO VULNERAN ESOS
PRINCIPIOS.
Los indicados preceptos, al prever excepciones al porcentaje de cuotas de género en relació n
con las candidaturas de diputados de mayoría relativa cuando provengan de un proceso de
elecció n democrá tica contenido en los estatutos de cada partido político, no vulneran los
principios de igualdad y no discriminació n por razó n de género. Lo anterior es así, ya que
conforme al artículo 41, base I, de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos,
los partidos políticos como entidades de interés pú blico, tienen libertad de auto-organizació n,
lo que implica que con el fin de promover la participació n del pueblo en la vida democrá tica,
en sus estatutos pueden fijar los programas, principios e ideas que los conformen como
institutos políticos, de ahí que el legislador les reconozca dicha libertad de organizació n, con
la obligació n de que con sus estipulaciones no vulneren el contenido esencial de los derechos
políticos y otros derechos fundamentales, como los de igualdad y no discriminació n. Así, en
los artículos 40, numeral 1, inciso d) y 41, numeral 1, inciso a), pá rrafo segundo, de la Ley
Electoral del Estado de Chihuahua, se establece como un derecho de los partidos políticos
organizar procesos internos para seleccionar y postular candidatos en las elecciones de la
entidad, procurando promover conforme a su normativa interna, una mayor participació n de
las mujeres en la vida política del Estado, a través de su postulació n a cargos de elecció n
popular; y como obligació n la consistente en que deberá n integrar en sus candidaturas una
participació n equilibrada de ambos sexos, promoviendo la participació n del pueblo en la vida
democrá tica bajo una perspectiva de género, es decir, tomando todas las medidas apropiadas
para eliminar la discriminació n y la injusticia hacia las mujeres. Esto es, si los partidos
políticos, en ejercicio de su libertad auto-organizativa e ideoló gica reconocida en el artículo
41, base I, de la Constitució n Federal, tienen la facultad de establecer las normas estatutarias
que regirá n la vida al interior de esos institutos políticos, así como el derecho de organizar los
procesos internos para la selecció n y postulació n de sus candidatos a puestos de elecció n
popular, es claro que sus formas de elecció n democrá tica y principalmente el respeto a dichos
procesos, no se traduce en la existencia de reglas que atenten contra el principio de equidad
de género y la no discriminació n, pues la Constitució n Federal no prevé porcentajes mínimos
o má ximos de participació n política entre ambos sexos, ademá s de que los estatutos de cada
partido político só lo deben cumplir con los principios democrá ticos que desde luego prevé la
Carta Magna.

Registro digital: 161310


Instancia: Pleno
Novena É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: P./J. 28/2011
Fuente: Semanario Judicial de la Federació n y su Gaceta. Tomo XXXIV, Agosto de 2011, pá gina
5
Tipo: Jurisprudencia
ESCRUTINIO DE IGUALDAD Y ANÁLISIS CONSTITUCIONAL ORIENTADO A DETERMINAR
LA LEGITIMIDAD DE LAS LIMITACIONES A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. SU
RELACIÓN.
Los criterios de análisis constitucional ante alegaciones que denuncian limitaciones excesivas
a los derechos fundamentales tienen mucho de comú n a los que se usan para evaluar
eventuales infracciones al principio de igualdad, lo cual se explica porque legislar implica
necesariamente clasificar y distinguir casos y porque en cualquier medida legal clasificatoria
opera una afectació n de expectativas o derechos, siendo entonces natural que los dos tipos de
examen de constitucionalidad se sobrepongan parcialmente. Sin embargo, cuando la Suprema
Corte de Justicia de la Nació n se ve llamada a actuar como garante del principio de igualdad y
no discriminació n previsto en el artículo 1o. de la Constitució n Política de los Estados Unidos
Mexicanos, ello la obliga a examinar rasgos adicionales a los que considera cuando contempla
la cuestió n desde la perspectiva de los derechos sustantivos involucrados. Así, aunque el Alto
Tribunal haya concluido que una determinada regulació n limitadora de derechos no es
excesiva sino legítima, necesaria y proporcional, justificada por la necesidad de armonizar las
exigencias normativas derivadas del derecho en cuestió n con otras también relevantes en el
caso, todavía puede ser necesario analizar, bajo el principio de igualdad, si las cargas que esa
limitació n de derechos representa está n repartidas utilizando criterios clasificatorios
legítimos. Esto es, aunque una norma legal sea adecuada en el sentido de representar una
medida globalmente apta para tratar de alcanzar un determinado fin, puede tener defectos de
sobre inclusió n o de infra inclusió n, de los que derive una vulneració n del principio de
igualdad y no discriminació n. Incluso, en algunas ocasiones, por el tipo de criterio usado por
la norma legal examinada (origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la
condició n social, las condiciones de salud, la religió n, las opiniones, las preferencias, el estado
civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o
menoscabar los derechos y libertades de las personas) o por la extensió n e intensidad de la
incidencia en el goce de un derecho fundamental, será necesario examinar con especial
cuidado si los medios (distinciones) usados por el legislador son adecuados a la luz del fin
perseguido.

Registro digital: 161364


Instancia: Pleno
Novena É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: P. VII/2011
Fuente: Semanario Judicial de la Federació n y su Gaceta. Tomo XXXIV, Agosto de 2011, pá gina
24
Tipo: Aislada
CONTROL DEL TABACO. EL ARTÍCULO 16, FRACCIÓN II, DE LA LEY GENERAL RELATIVA
NO DEBE SER SOMETIDO A UN ESCRUTINIO DE IGUALDAD INTENSO.
Para determinar qué tan intenso debe ser el escrutinio de una norma por parte del Juez
Constitucional ante alegaciones que apuntan a la violació n del principio de igualdad,
contenido en el artículo 1o. de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos, es
necesario examinar sobre qué ámbito, libertad o derecho se proyectan las distinciones
legislativas bajo consideració n, así como el tipo de criterio en torno al cual se articulan. En el
caso de la fracció n II del artículo 16 de la Ley General para el Control del Tabaco, las
condiciones para aplicar un escrutinio de constitucionalidad estricto no se satisfacen, porque
la norma no se articula en torno a alguna de las categorías mencionadas en dicho artículo 1o.
como bases prohibidas de discriminació n, pues la norma impide a los comerciantes colocar
cigarrillos en lugares que permitan al consumidor tomarlos directamente y, por tanto, no
utiliza un criterio de distinció n referido al origen étnico o nacional, el género, la edad, las
capacidades diferentes, la religió n o el estado civil, ni se articula en torno a elementos que
atenten contra la dignidad humana o tengan por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas. Esto es, la norma contiene una directiva aplicable a todos los que
se dediquen a comercializar cigarrillos, los cuales no constituyen un grupo, socioló gicamente
hablando, equiparable a los articulados respecto a los criterios del artículo 1o. constitucional
(los cuales remiten a categorías o grupos de personas que comparten o han compartido
histó ricamente una condició n de exclusió n) ni una categorizació n que atente contra la
dignidad humana o tenga por objeto anular o menoscabar las libertades. Se trata, por el
contrario, de una disposició n sobre la comercializació n y venta de productos aplicable a todas
las personas físicas y jurídicas que desarrollen dicha actividad empresarial, como otras que se
proyectan sobre el desempeñ o de las actividades profesionales. Tampoco desde la perspectiva
que toma en cuenta la naturaleza del derecho afectado hay razones para exceptuar el aná lisis
ordinario, ya que aunque la libertad de comercio se cuenta entre las garantías individuales
fundamentales, se trata de un derecho que la Constitució n General de la Repú blica consagra
en una fó rmula cuya ambigü edad no llega a velar la alusió n a una estructura regulativa
condicionante. Ademá s, el artículo 16, fracció n II, de la Ley General para el Control del Tabaco
no incide de un modo central y determinante en el derecho a elegir una profesió n u oficio,
pues no condiciona la posibilidad de ser titular de un establecimiento mercantil, sino que
introduce un condicionamiento de ejercicio respecto de uno entre los miles de productos que
las empresas comercializan ordinariamente.
Registro digital: 167368
Instancia: Primera Sala
Novena É poca
Materias(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 1a./J. 45/2009
Fuente: Semanario Judicial de la Federació n y su Gaceta. Tomo XXIX, Abril de 2009, pá gina
513
Tipo: Jurisprudencia
SALUD. EL ESTUDIO DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LA DISTINCIÓN PREVISTA EN EL
SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 271 DE LA LEY GENERAL RELATIVA, DEBE
SOMETERSE A UN ESCRUTINIO DE IGUALDAD ORDINARIO.
El análisis de constitucionalidad del citado precepto, que establece los requisitos que han de
cumplir los profesionales de la salud para realizar cirugías estéticas y cosméticas, cuya
complejidad exige conocimientos especializados y determinados está ndares de calidad, debe
someterse a un escrutinio de igualdad ordinario porque la norma no introduce una
clasificació n legislativa articulada alrededor de alguna de las categorías mencionadas en el
artículo 1o. de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos como motivos
prohibidos de discriminació n, sino que distingue entre dos grupos de personas: los
profesionales de la salud que tienen una especialidad médica registrada ante la autoridad
educativa y los que no la tienen; de manera que el criterio de distinció n utilizado no es de
origen étnico o nacional, de género, edad, capacidades diferentes, religió n, condició n social,
preferencias, estado civil o cualquier otro que atente contra la dignidad humana o tenga por
objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas; de ahí que no hay
razones para realizar un escrutinio estricto, ni siquiera desde la perspectiva de la naturaleza
del derecho afectado, pues aunque la libertad de trabajo es una garantía individual, por un
lado, se trata de un derecho que la propia Constitució n Federal consagra en una fó rmula cuya
ambigü edad no llega a velar una directa alusió n a una estructura regulativa condicionante y,
por el otro, el citado artículo 271 no incide central y determinantemente en el derecho a elegir
una profesió n u oficio, en tanto que no establece una condició n para el ejercicio de la
profesió n de médico, sino só lo los requisitos que deben satisfacer los profesionales de la salud
que deseen llevar a cabo cirugías estéticas y cosméticas.

Registro digital: 2001303


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. CLXXVI/2012 (10a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federació n y su Gaceta. Libro XI, Agosto de 2012, Tomo 1,
pá gina 482
Tipo: Aislada
DERECHO HUMANO A LA IGUALDAD ENTRE EL VARÓN Y LA MUJER. SU ALCANCE
CONFORME A LO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 4o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y EN LOS TRATADOS INTERNACIONALES.
Al disponer el citado precepto constitucional, el derecho humano a la igualdad entre el varó n y
la mujer, establece una prohibició n para el legislador de discriminar por razó n de género, esto
es, frente a la ley deben ser tratados por igual, es decir, busca garantizar la igualdad de
oportunidades para que la mujer intervenga activamente en la vida social, econó mica, política
y jurídica del país, sin distinció n alguna por causa de su sexo, dada su calidad de persona; y
también comprende la igualdad con el varó n en el ejercicio de sus derechos y en el
cumplimiento de responsabilidades. En ese sentido, la pretensió n de elevar a la mujer al
mismo plano de igualdad que el varó n, estuvo precedida por el trato discriminatorio que a
aquélla se le daba en las legislaciones secundarias, federales y locales, que le impedían
participar activamente en las dimensiones anotadas y asumir, al igual que el varó n, tareas de
responsabilidad social pú blica. Así, la reforma al artículo 4o. de la Constitució n Política de los
Estados Unidos Mexicanos, da la pauta para modificar todas aquellas leyes secundarias que
incluían modos sutiles de discriminació n. Por otro lado, el marco jurídico relativo a este
derecho humano desde la perspectiva convencional del sistema universal, comprende los
artículos 1 y 2 de la Declaració n Universal de los Derechos Humanos, así como 2, 3 y 26 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y desde el sistema convencional
interamericano destacan el preá mbulo y el artículo II de la Declaració n Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre así como 1 y 24 de la Convenció n Americana sobre Derechos
Humanos.
Amparo en revisió n 796/2011. Martín Martínez Luciano. 18 de abril de 2012. Cinco votos.
Ponente: José Ramó n Cossío Díaz. Secretaria: Teresita del Niñ o Jesú s Lú cia Segovia.

Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 1a./J. 30/2017 (10a.), publicada en el


Semanario Judicial de la Federació n del viernes 21 de abril de 2017 a las 10:25 horas y en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n, Décima É poca, Libro 41, Tomo I, abril de 2017,
pá gina 789, de título y subtítulo: "DERECHO HUMANO A LA IGUALDAD ENTRE EL VARÓ N Y
LA MUJER. SU ALCANCE CONFORME A LO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 4o. DE LA
CONSTITUCIÓ N POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y EN LOS TRATADOS
INTERNACIONALES."

Registro digital: 2003250


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. CI/2013 (10a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federació n y su Gaceta. Libro XIX, Abril de 2013, Tomo 1,
pá gina 958
Tipo: Aislada
CONSTITUCIONALIDAD DE DISTINCIONES LEGISLATIVAS QUE SE APOYAN EN UNA
CATEGORÍA SOSPECHOSA. FORMA EN QUE DEBE APLICARSE EL TEST DE ESCRUTINIO
ESTRICTO.
La constitucionalidad de las distinciones legislativas que se apoyan en una categoría
sospechosa debe analizarse a través de un escrutinio estricto, pues para estimarse
constitucionales requieren de una justificació n robusta que venza la presunció n de
inconstitucionalidad que las afecta. Para ello, en primer lugar, debe examinarse si la distinció n
basada en la categoría sospechosa cumple con una finalidad imperiosa desde el punto de vista
constitucional, es decir, debe perseguir un objetivo constitucionalmente importante y no
simplemente una finalidad constitucionalmente admisible. En segundo lugar, debe analizarse
si la distinció n legislativa está estrechamente vinculada con la finalidad constitucionalmente
imperiosa, es decir, debe estar totalmente encaminada a la consecució n de la finalidad, sin que
pueda considerarse suficiente que esté potencialmente conectada con tales objetivos.
Finalmente, la distinció n legislativa debe ser la medida menos restrictiva para conseguir la
finalidad imperiosa desde el punto de vista constitucional.

Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 1a./J. 87/2015 (10a.), publicada el viernes 4
de diciembre de 2015, a las 10:30 horas en el Semanario Judicial de la Federació n y en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n, Décima É poca, Libro 25, Tomo I, diciembre de
2015, pá gina 109, de título y subtítulo: "CONSTITUCIONALIDAD DE DISTINCIONES
LEGISLATIVAS QUE SE APOYAN EN UNA CATEGORÍA SOSPECHOSA. FORMA EN QUE DEBE
APLICARSE EL TEST DE ESCRUTINIO ESTRICTO."

Registro digital: 2003284


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. XCIX/2013 (10a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federació n y su Gaceta. Libro XIX, Abril de 2013, Tomo 1,
pá gina 961
Tipo: Aislada
IGUALDAD. CUANDO UNA LEY CONTENGA UNA DISTINCIÓN BASADA EN UNA
CATEGORÍA SOSPECHOSA, EL JUZGADOR DEBE REALIZAR UN ESCRUTINIO ESTRICTO A
LA LUZ DE AQUEL PRINCIPIO.
La Suprema Corte de Justicia de la Nació n ha sostenido que cuando una ley contiene una
distinció n basada en una categoría sospechosa, es decir, en alguno de los criterios enunciados
en el ú ltimo pá rrafo del artículo 1o. constitucional (el origen étnico o nacional, el género, la
edad, las discapacidades, la condició n social, las condiciones de salud, la religió n, las
opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las
personas), el juzgador debe realizar un escrutinio estricto de la medida para examinar su
constitucionalidad a la luz del principio de igualdad, puesto que estas distinciones está n
afectadas de una presunció n de inconstitucionalidad. Si bien la Constitució n no prohíbe que el
legislador utilice categorías sospechosas, el principio de igualdad garantiza que só lo se
empleen cuando exista una justificació n muy robusta para ello.

Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 1a./J. 66/2015 (10a.), publicada el viernes
30 de octubre de 2015, a las 11:30 horas en el Semanario Judicial de la Federació n y en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n, Décima É poca, Libro 23, Tomo II, octubre de
2015, pá gina 1462, de título y subtítulo: "IGUALDAD. CUANDO UNA LEY CONTENGA UNA
DISTINCIÓ N BASADA EN UNA CATEGORÍA SOSPECHOSA, EL JUZGADOR DEBE REALIZAR UN
ESCRUTINIO ESTRICTO A LA LUZ DE AQUEL PRINCIPIO."

Registro digital: 2004920


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. CCCXXXIV/2013 (10a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federació n y su Gaceta. Libro XXVI, Noviembre de 2013,
Tomo 1, pá gina 528
Tipo: Aislada
IMPORTACIÓN DEFINITIVA DE VEHÍCULOS USADOS EQUIPADOS CON MOTOR A DIÉSEL
Y CON PESO BRUTO VEHICULAR MAYOR A 3,857 KILOGRAMOS. EL JUEZ
CONSTITUCIONAL DEBE OPTAR POR UN ESCRUTINIO NO ESTRICTO PARA ANALIZAR LA
CONSTITUCIONALIDAD DEL ACUERDO POR EL QUE SE DAN A CONOCER LAS
CONDICIONES AMBIENTALES A QUE AQUÉLLA SE SUJETARÁ, PUBLICADO EN EL DIARIO
OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 20 DE ABRIL DE 2011.
Cuando el texto de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos prevé un margen
de discrecionalidad en ciertas materias, las posibilidades de injerencia del juez constitucional
son menores y, por ende, la intensidad de su control se ve limitada, siempre que las medidas
normativas analizadas no tengan relació n con alguna categoría sospechosa. En esa tesitura, el
acuerdo en comento debe analizarse desde la perspectiva de un escrutinio no estricto ya que,
por un lado, las restricciones al comercio exterior está n reservadas constitucionalmente a los
Poderes Legislativo y Ejecutivo Federales, conforme al artículo 131 de la Constitució n Federal
y, por otro, la naturaleza de la norma corresponde a una medida científica que tiende a
proteger el medio ambiente como un derecho fundamental; de ahí que corresponde a un
ó rgano que pueda evaluar y desarrollar con elementos técnicos y científicos determinar de
qué forma las emisiones de gases contaminantes provenientes de los vehículos automotores
dañ an el medio ambiente, así como las características y los má ximos permisibles que deben
cumplirse en aras de mantener la calidad del aire necesaria para no dañ ar la salud de las
personas. Ahora bien, el ó rgano competente para tal evaluació n es la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, perteneciente al Poder Ejecutivo y su objeto principal es la
tutela del medio ambiente y de los recursos naturales. Por ello, el ó rgano jurisdiccional debe
optar por un escrutinio no estricto, ya que no podría llegar al extremo de sustituirse en un
ó rgano técnico para evaluar en el caso concreto si la medida corresponde a algú n método
científico o si su realizació n no es científicamente verificable; má xime si en el juicio
constitucional no se aporta alguna prueba pericial que demuestre la poca cientificidad de la
medida.

Registro digital: 2005793


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. C/2014 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 4, Marzo de 2014, Tomo I,
pá gina 523
Tipo: Aislada
ACCESO A LA JUSTICIA EN CONDICIONES DE IGUALDAD. ELEMENTOS PARA JUZGAR CON
PERSPECTIVA DE GÉNERO.
Del reconocimiento de los derechos humanos a la igualdad y a la no discriminació n por
razones de género, deriva que todo ó rgano jurisdiccional debe impartir justicia con base en
una perspectiva de género, para lo cual, debe implementarse un método en toda controversia
judicial, aun cuando las partes no lo soliciten, a fin de verificar si existe una situació n de
violencia o vulnerabilidad que, por cuestiones de género, impida impartir justicia de manera
completa e igualitaria. Para ello, el juzgador debe tomar en cuenta lo siguiente: i) identificar
primeramente si existen situaciones de poder que por cuestiones de género den cuenta de un
desequilibrio entre las partes de la controversia; ii) cuestionar los hechos y valorar las
pruebas desechando cualquier estereotipo o prejuicio de género, a fin de visualizar las
situaciones de desventaja provocadas por condiciones de sexo o género; iii) en caso de que el
material probatorio no sea suficiente para aclarar la situació n de violencia, vulnerabilidad o
discriminació n por razones de género, ordenar las pruebas necesarias para visibilizar dichas
situaciones; iv) de detectarse la situació n de desventaja por cuestiones de género, cuestionar
la neutralidad del derecho aplicable, así como evaluar el impacto diferenciado de la solució n
propuesta para buscar una resolució n justa e igualitaria de acuerdo al contexto de
desigualdad por condiciones de género; v) para ello debe aplicar los está ndares de derechos
humanos de todas las personas involucradas, especialmente de los niñ os y niñ as; y, vi)
considerar que el método exige que, en todo momento, se evite el uso del lenguaje basado en
estereotipos o prejuicios, por lo que debe procurarse un lenguaje incluyente con el objeto de
asegurar un acceso a la justicia sin discriminació n por motivos de género.

Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia 1a./J. 22/2016 (10a.), publicada el viernes
15 de abril de 2016, a las 10:30 horas en el Semanario Judicial de la Federació n y en la Gaceta
del Semanario Judicial de la Federació n, Décima É poca, Libro 29, Tomo II, abril de 2016,
pá gina 836, de título y subtítulo: "ACCESO A LA JUSTICIA EN CONDICIONES DE IGUALDAD.
ELEMENTOS PARA JUZGAR CON PERSPECTIVA DE GÉ NERO."
Esta tesis se publicó el viernes 07 de marzo de 2014 a las 10:18 horas en el Semanario Judicial
de la Federació n.

Registro digital: 2011430


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 22/2016 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 29, Abril de 2016, Tomo II,
pá gina 836
Tipo: Jurisprudencia

ACCESO A LA JUSTICIA EN CONDICIONES DE IGUALDAD. ELEMENTOS PARA JUZGAR CON


PERSPECTIVA DE GÉNERO.
Del reconocimiento de los derechos humanos a la igualdad y a la no discriminació n por
razones de género, deriva que todo ó rgano jurisdiccional debe impartir justicia con base en
una perspectiva de género, para lo cual, debe implementarse un método en toda controversia
judicial, aun cuando las partes no lo soliciten, a fin de verificar si existe una situació n de
violencia o vulnerabilidad que, por cuestiones de género, impida impartir justicia de manera
completa e igualitaria. Para ello, el juzgador debe tomar en cuenta lo siguiente: i) identificar
primeramente si existen situaciones de poder que por cuestiones de género den cuenta de un
desequilibrio entre las partes de la controversia; ii) cuestionar los hechos y valorar las
pruebas desechando cualquier estereotipo o prejuicio de género, a fin de visualizar las
situaciones de desventaja provocadas por condiciones de sexo o género; iii) en caso de que el
material probatorio no sea suficiente para aclarar la situació n de violencia, vulnerabilidad o
discriminació n por razones de género, ordenar las pruebas necesarias para visibilizar dichas
situaciones; iv) de detectarse la situació n de desventaja por cuestiones de género, cuestionar
la neutralidad del derecho aplicable, así como evaluar el impacto diferenciado de la solució n
propuesta para buscar una resolució n justa e igualitaria de acuerdo al contexto de
desigualdad por condiciones de género; v) para ello debe aplicar los está ndares de derechos
humanos de todas las personas involucradas, especialmente de los niñ os y niñ as; y, vi)
considerar que el método exige que, en todo momento, se evite el uso del lenguaje basado en
estereotipos o prejuicios, por lo que debe procurarse un lenguaje incluyente con el objeto de
asegurar un acceso a la justicia sin discriminació n por motivos de género.

RELACIONADAS
Registro digital: 2005458
Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. XXIII/2014 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 3, Febrero de 2014, Tomo I,
pá gina 677
Tipo: Aislada
PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. SU SIGNIFICADO Y
ALCANCES.
El artículo 1o., pá rrafo ú ltimo, de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece que queda prohibida toda discriminació n motivada, entre otras, por cuestiones de
género, que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos y las libertades de las personas. En este sentido, el legislador debe evitar la
expedició n de leyes que impliquen un trato diferente e injustificado entre hombres y mujeres.
A su vez, los ó rganos jurisdiccionales, al resolver los asuntos que se sometan a su
conocimiento, deben evitar cualquier clase de discriminació n o prejuicio en razó n del género
de las personas. Así, la perspectiva de género en la administració n de justicia obliga a leer e
interpretar una norma tomando en cuenta los principios ideoló gicos que la sustentan, así
como la forma en que afectan, de manera diferenciada, a quienes acuden a demandar justicia,
pues só lo así se puede aspirar a aplicar correctamente los principios de igualdad y equidad, ya
que a partir de la explicació n de las diferencias específicas entre hombres y mujeres, se
reconoce la forma en que unos y otras se enfrentan a una problemá tica concreta, y los efectos
diferenciados que producen las disposiciones legales y las prá cticas institucionales.

Registro digital: 2005534


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Penal
Tesis: 1a. XLV/2014 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 3, Febrero de 2014, Tomo I,
pá gina 663
Tipo: Aislada
IGUALDAD JURÍDICA SUSTANTIVA O DE HECHO. LA NEGATIVA DE APLICAR EN FORMA
DIFERENCIADA UNA SANCIÓN PENAL A UNA INCULPADA POR LA MERA CIRCUNSTANCIA
DE SER MUJER, NO IMPLICA UNA VIOLACIÓN A ESE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL.
La Suprema Corte de Justicia de la Nació n ha puesto especial énfasis en la necesidad de que los
jueces realicen su tarea jurisdiccional con perspectiva de género. Lo anterior tiene lugar
cuando el juzgador resuelve un caso concreto valorando el fenó meno objetivo de la
desigualdad entre hombres y mujeres y tomando en consideració n la diversidad de los modos
en que se presentan las relaciones de género en la sociedad. La perspectiva de género se
configura entonces como un método de aná lisis jurídico que permite al Juez identificar y fallar
el caso respectivo con miras a corregir la discriminació n que generan las prá cticas
institucionales o las normas sobre las mujeres, para así salvaguardar tanto el debido proceso
como el principio de igualdad sustantiva. Muchas de las herramientas y mecanismos por los
que se podrá realizar esta funció n jurisdiccional con perspectiva de género pueden asignarse
conceptualmente dentro de las categorías de acciones positivas concretas o de igualació n
positiva que buscan evitar la discriminació n en contra de la mujer o erradicar los estereotipos
de género. Ahora bien, dicho lo anterior, no es violatorio del principio de igualdad jurídica en
su faceta sustantiva que se niegue la aplicació n de manera diferenciada de una sanció n por la
comisió n de un delito, por la mera razó n de que la inculpada sea una mujer y haya sido
detenida con su có nyuge. Si bien las mujeres han sufrido histó ricamente de una
discriminació n sistemá tica en nuestra sociedad, lo cierto es que la aplicació n diferenciada de
una norma jurídica no entra en todos los casos bajo la categoría de una medida tendente a
evitar la discriminació n en contra de la mujer y a alcanzar la igualdad de hecho entre ambos
sexos. En principio, es necesario acreditar la situació n de discriminació n, pues la
excepcionalidad al principio de legalidad dependerá del contexto y de las circunstancias
fácticas que rodean al caso. Por lo tanto, para que en efecto se pueda reclamar
jurisdiccionalmente la omisió n de un juzgador en tomar en cuenta la particular situació n de
una mujer y su supuesta desigualdad de hecho como parte de un grupo social, tuvieron que
haberse aportado elementos que permitieran al juzgador advertir la discriminació n específica
sobre la quejosa o la actuació n/omisió n sistemá tica y estructural de la autoridad que afecte a
su grupo social en determinada situació n. No se trata de una mera cuestió n de prueba; la
aplicació n de la ley a todas las personas es un principio bá sico del ordenamiento jurídico, por
lo que su excepcional inaplicació n o diferenciada aplicació n como consecuencia de su
confrontació n con un principio constitucional (igualdad y debido proceso) debe estar
respaldada con elementos objetivos que permitan al Juez realizar el respectivo juicio de
ponderació n.

Registro digital: 2005794


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. XCIX/2014 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 4, Marzo de 2014, Tomo I,
pá gina 524
Tipo: Aislada
ACCESO A LA JUSTICIA EN CONDICIONES DE IGUALDAD. TODOS LOS ÓRGANOS
JURISDICCIONALES DEL PAÍS DEBEN IMPARTIR JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE
GÉNERO.
De los artículos 1o. y 4o. de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2, 6 y 7
de la Convenció n Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer, "Convenció n de Belém do Pará ", adoptada en la ciudad de Belém do Pará , Brasil, el 9 de
junio de 1994, publicada en el Diario Oficial de la Federació n el 19 de enero de 1999 y, 1 y 16
de la Convenció n de las Naciones Unidas sobre la Eliminació n de Todas las Formas de
Discriminació n contra la Mujer, adoptada por la asamblea general el 18 de diciembre de 1979,
publicada en el señ alado medio de difusió n oficial el 12 de mayo de 1981, deriva que el
derecho humano de la mujer a una vida libre de violencia y discriminació n es
interdependiente del derecho a la igualdad; primeramente, porque este ú ltimo funge como
presupuesto bá sico para el goce y ejercicio de otros derechos y porque los derechos humanos
de género giran en torno a los principios de igualdad y no discriminació n por condiciones de
sexo o género. Así, el reconocimiento de los derechos de la mujer a una vida libre de violencia
y discriminació n y de acceso a la justicia en condiciones de igualdad, exige que todos los
ó rganos jurisdiccionales del país impartan justicia con perspectiva de género, que constituye
un método que pretende detectar y eliminar todas las barreras y obstá culos que discriminan a
las personas por condició n de sexo o género, es decir, implica juzgar considerando las
situaciones de desventaja que, por cuestiones de género, discriminan e impiden la igualdad.
De ahí que el juez debe cuestionar los estereotipos preconcebidos en la legislació n respecto de
las funciones de uno u otro género, así como actuar con neutralidad en la aplicació n de la
norma jurídica en cada situació n; toda vez que el Estado tiene el deber de velar porque en
toda controversia jurisdiccional donde se advierta una situació n de violencia, discriminació n o
vulnerabilidad por razones de género, ésta sea tomada en cuenta a fin de visualizar
claramente la problemá tica y garantizar el acceso a la justicia de forma efectiva e igualitaria.

Registro digital: 2005800


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. LXXXV/2014 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 4, Marzo de 2014, Tomo I,
pá gina 529
Tipo: Aislada
ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA EN EL DISTRITO FEDERAL.
OBJETO CONSTITUCIONAL DE LA LEY RELATIVA.
El artículo 122, base primera, fracció n V, inciso i), de la Constitució n Política de los Estados
Unidos Mexicanos, establece como facultad de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal
normar la protecció n civil; la justicia cívica sobre faltas de policía y buen gobierno; los
servicios de seguridad prestados por empresas privadas; la prevenció n y la readaptació n
social; la salud y asistencia social; y la previsió n social. Ahora bien, a juicio de esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n, si la Constitució n Federal otorga al
legislador secundario la posibilidad de regular todo lo relativo a la previsió n social, dicha
facultad implica no só lo prever el problema social de la violencia dentro y fuera del hogar
contra la mujer, sino también garantizar que ello deje de ocurrir -al menos- en la parte que
corresponde al Distrito Federal. De ahí que el objeto de la Ley de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia del Distrito Federal, en términos de su artículo 2, consiste en
establecer los principios y criterios que, desde la perspectiva de género, orienten las políticas
pú blicas para reconocer, promover, proteger y garantizar el derecho de las mujeres a una vida
libre de violencia, así como fijar la coordinació n interinstitucional para prevenir, atender,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

Registro digital: 2006424


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Penal
Tesis: 1a. CXC/2014 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 6, Mayo de 2014, Tomo I, pá gina
535
Tipo: Aislada
CARTUCHOS PARA ARMAS DE USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA Y FUERZA
AÉREA. EL ARTÍCULO 84 TER DE LA LEY FEDERAL DE ARMAS DE FUEGO Y EXPLOSIVOS
NO VULNERA EL ARTÍCULO 1o. CONSTITUCIONAL.
El citado precepto legal prevé que las penas a que se refieren los artículos 82, 83, 83 Bis, 83
Ter, 83 Quat, 84 y 84 Bis de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos se aumentará n
hasta en una mitad cuando el responsable sea o haya sido servidor pú blico de alguna
corporació n policiaca. Ahora bien, la distinció n entre los destinatarios de la norma y quienes
no pertenezcan a alguna corporació n de ese tipo, resulta plenamente justificada, porque dicha
distinció n no se refiere a alguna categoría sospechosa, por lo que, para efecto del aná lisis de
igualdad, es suficiente determinar, respetando el principio de deferencia al legislador, si la
medida no resulta manifiestamente irrazonable o atentatoria de algú n derecho fundamental.
Así, el artículo 84 Ter de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos que contiene la
agravante referida, no vulnera el artículo 1o. de la Constitució n Política de los Estados Unidos
Mexicanos, pues no puede considerarse irrazonable ni potencialmente discriminatoria, sino
má s bien justificada por el hecho de que no pueden considerarse en el mismo plano a quienes
pertenecen a corporaciones policiacas o de seguridad pú blica y a los que no. De ahí que sea
razonable considerar, como potencialmente má s grave y lesiva, la posesió n de armas
prohibidas por personas que, por su ocupació n, saben su manejo, ya que son má s conscientes
del dañ o que pueden generar. Ademá s, debe considerarse que, de conformidad con el
principio de legalidad de la administració n, los servidores pú blicos del Estado que tienen de
algú n modo el poder pú blico -como sucede con los agentes armados de las corporaciones
policiacas, de seguridad o castrenses- está n mayormente obligados a respetar el Estado de
Derecho con respecto a quien no se encuentra en esa circunstancia, por tanto, es razonable
agravar las conductas delictivas cuando sean los poseedores del poder quienes las cometan.

Registro digital: 2008267


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Civil
Tesis: 1a. VIII/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 14, Enero de 2015, Tomo I,
pá gina 769
Tipo: Aislada
PENSIÓN COMPENSATORIA. PROCEDE ANTE EL QUEBRANTAMIENTO DE UNIONES DE
HECHO, SIEMPRE Y CUANDO SE ACREDITE QUE SE TRATA DE UNA PAREJA QUE
CONVIVIÓ DE FORMA CONSTANTE Y ESTABLE, FUNDANDO SU RELACIÓN EN LA
AFECTIVIDAD, LA SOLIDARIDAD Y LA AYUDA MUTUA.
Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n considera que, derivado de lo
dispuesto en el artículo 4o. de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos, el
derecho de familia debe ser concebido como un medio para la protecció n de los derechos
fundamentales de todos los individuos que conforman una familia, por lo que procurar la
efectividad de estos derechos debe ser la finalidad bá sica y esencial de toda norma emitida
por el legislador en materia familiar. Bajo esa premisa, esta Suprema Corte considera que no
es posible sostener que el goce de los derechos má s elementales establecidos para la
protecció n de la familia, entre los que destacan los derechos alimentarios, corresponde en
exclusiva a aquellas familias formadas en un contexto de matrimonio o concubinato en
términos de ley, pues si bien corresponde al legislador la creació n de normas para regular la
materia familiar y el estado civil de las personas, dicho actuar no puede realizarse al margen
del principio de igualdad y no discriminació n dispuesto en el ú ltimo pá rrafo del artículo 1o.
constitucional. Así, aquellas legislaciones en materia civil o familiar de donde se derive la
obligació n de dar alimentos o de otorgar una pensió n compensatoria a cargo exclusivamente
de có nyuges y concubinos, excluyendo a otro tipo de parejas de hecho que al convivir de
forma constante generan vínculos de solidaridad y ayuda mutua pero que por algú n motivo no
cumplen con todos los requisitos para ser considerados como un concubinato, constituye una
distinció n con base en una categoría sospechosa -el estado civil- que no es razonable ni
justificada y que coloca a este tipo de parejas en una situació n de desprotecció n en relació n
con su derecho a acceder a un nivel de vida adecuado. En consecuencia, esta Primera Sala
considera que en todos aquellos casos en que se acredite la existencia de una pareja que
conviva de forma constante y estable, fundada en la afectividad, la solidaridad y la ayuda
mutua, deberá n aplicarse las protecciones mínimas que prevé el derecho de familia para el
matrimonio y el concubinato, entre las que se encuentran y destacan las obligaciones
alimentarias. En cualquier caso, es conveniente resaltar que las protecciones aludidas son
exclusivas de la familia, por lo que no son extensibles a uniones efímeras o pasajeras que no
revisten las características expuestas anteriormente.

Registro digital: 2008543


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Civil
Tesis: 1a. LXXXVII/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 15, Febrero de 2015, Tomo II,
pá gina 1382
Tipo: Aislada
ALIMENTOS. LA PENSIÓN ALIMENTICIA DERIVADA DE UNA SENTENCIA DE
RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD DEBE SER RETROACTIVA AL MOMENTO DEL
NACIMIENTO DEL MENOR.
Bajo la premisa del interés superior del menor y del principio de igualdad y no discriminació n,
el derecho de alimentos, como derecho humano del menor contenido en los artículos 4o. de la
Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos y 18 de la Convenció n sobre los
Derechos del Niñ o, no admite distingos en cuanto al origen de la filiació n de los menores. Es
por eso que la deuda alimenticia es debida a un menor desde su nacimiento, con
independencia del origen de su filiació n, esto es, el derecho a los alimentos de los hijos
nacidos fuera de matrimonio es el mismo que el de los nacidos dentro de él, pues es del hecho
de la paternidad o la maternidad, y no del matrimonio, de donde deriva la obligació n
alimentaria de los progenitores. Desde esta perspectiva, el reconocimiento de paternidad es
declarativo, no atributivo, esto es, no crea la obligació n alimentaria, sino que la hace
ostensible. Ahora bien, si no se admitiera que los alimentos le son debidos al hijo nacido fuera
de matrimonio desde el instante de su nacimiento, se atentaría contra el principio del interés
superior del menor en relació n con el principio de igualdad y no discriminació n; de ahí que
debe reconocerse una presunció n iuris tantum a favor de que el derecho de alimentos debe
retrotraerse al comienzo de la obligació n. Así, esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nació n estima que la pensió n alimenticia derivada de una sentencia de
reconocimiento de paternidad debe retrotraerse al instante en que nació la obligació n misma,
esto es, al en que se generó el vínculo y que es precisamente el nacimiento del menor, porque
la sentencia ú nicamente declara un hecho que tuvo su origen con el nacimiento del menor y,
por tanto, esta premisa debe tenerla en cuenta el juzgador al determinar el momento a partir
del cual se deben los alimentos derivado del reconocimiento judicial de la paternidad.

Registro digital: 2008544


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a. XCI/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 15, Febrero de 2015, Tomo II,
pá gina 1383
Tipo: Aislada
ALIMENTOS. SU OTORGAMIENTO DEBE REALIZARSE CON BASE EN UNA PERSPECTIVA
DE GÉNERO.
Esta Suprema Corte ha sostenido que todo ó rgano jurisdiccional debe impartir justicia con
base en una perspectiva de género, aun cuando las partes no lo soliciten; de tal manera que el
juzgador debe verificar si existe una situació n de violencia o vulnerabilidad que, por
cuestiones de género, impida impartir justicia de manera completa e igualitaria. Tomando en
cuenta lo anterior, el juzgador debe ponderar la especial situació n de vulnerabilidad de una
madre soltera y el contexto social discriminatorio que habitualmente rodea tanto a la mujer
como al menor cuyo nacimiento es extramatrimonial. En esos términos, no es posible obviar
al valorar cada caso que, precisamente, la defecció n total o parcial del padre pone en cabeza
de la madre una doble carga: la prestació n de servicios para el cuidado personal del hijo y la
bú squeda de los recursos econó micos para su manutenció n; de manera que al recaer sobre la
mujer ambas exigencias se produce un deterioro en el bienestar personal de la madre y se
lesiona su derecho a la igualdad de oportunidades y al libre desarrollo de su persona,
obstaculizando sus planes de vida. Ademá s, el menor solamente obtuvo una satisfacció n
parcializada de lo que le hubiera correspondido y aú n le corresponde, pues no puede
admitirse que la madre haya aportado por ambos y, desde luego, no puede cargarse sobre la
madre unilateralmente el deber de manutenció n, pues el cuidado conjunto no só lo significa
incremento de la calidad de posibilidades de los hijos, sino la igualdad de oportunidades entre
los padres, de modo que el incumplimiento del padre respecto de su obligació n, reduce el
caudal alimentario del hijo, perjudicando sus posibilidades de desarrollo y crianza. A través de
la conducta del padre renuente queda patentizado un menoscabo en aspectos sustantivos y en
el proyecto de vida del menor, no pudiendo exigirse que la madre, ademá s del esfuerzo
individual que importa la crianza de un hijo, asuma como propio un deber inexcusable y
personalísimo del padre. Al mismo tiempo, en la mayoría de los casos se priva a los menores
del cuidado personal a cargo de la madre, quien ante esta omisió n paterna se halla conminada
a redoblar esfuerzos a través del despliegue de diversas estrategias de supervivencia para
obtener los recursos mínimos que todo menor necesita.

Registro digital: 2008545


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. LXXIX/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 15, Febrero de 2015, Tomo II,
pá gina 1397
Tipo: Aislada
IMPARTICIÓN DE JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. DEBE APLICARSE ESTE
MÉTODO ANALÍTICO EN TODOS LOS CASOS QUE INVOLUCREN RELACIONES
ASIMÉTRICAS, PREJUICIOS Y PATRONES ESTEREOTÍPICOS, INDEPENDIENTEMENTE DEL
GÉNERO DE LAS PERSONAS INVOLUCRADAS.
Del reconocimiento de los derechos humanos a la igualdad y a la no discriminació n por
razones de género, previstos en los artículos 1o. y 4o. de la Constitució n Política de los
Estados Unidos Mexicanos, respectivamente, deriva que todo ó rgano jurisdiccional debe
impartir justicia con base en una perspectiva de género. Ahora bien, la utilizació n de esta
herramienta de aná lisis para verificar si existe una situació n de vulnerabilidad o prejuicio
basada en el género de una persona, no es exclusiva para aquellos casos en que las mujeres
alegan una vulneració n al derecho a la igualdad, en virtud de que si bien es cierto que
histó ricamente son las que má s han sufrido la discriminació n y exclusió n derivadas de la
construcció n cultural de la diferencia sexual -como reconoció el Constituyente en la reforma al
artículo 4o. de la Constitució n Federal publicada el 31 de diciembre de 1974, en la que
incorporó explícitamente la igualdad entre hombres y mujeres-, también lo es que los
estereotipos de género que producen situaciones de desventaja al juzgar, afectan tanto a
mujeres como a hombres. De ahí que la perspectiva de género como método analítico deba
aplicarse en todos los casos que involucren relaciones asimétricas, prejuicios y patrones
estereotípicos, independientemente del género de las personas involucradas, con la finalidad
de detectar y eliminar las barreras y los obstá culos que discriminan a las personas por su
pertenencia al grupo de "mujeres" u "hombres".

Registro digital: 2008752


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. CXX/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 16, Marzo de 2015, Tomo II,
pá gina 1118
Tipo: Aislada
SERVICIOS DE SALUD PRESTADOS POR HOSPITALES PRIVADOS. SUS USUARIOS
CONSTITUYEN UN GRUPO EN CONDICIÓN ASIMÉTRICA, AUN CUANDO NO SE
IDENTIFIQUE CON UNA CATEGORÍA SOSPECHOSA O UN ESTEREOTIPO.
Los hospitales privados tienen una participació n trascendental en el desarrollo del sistema de
salud, ya que el objeto de su operació n, a diferencia de otro tipo de establecimientos
mercantiles, es de interés pú blico y de una especial protecció n constitucional, al tratarse de la
salud y/o de la vida. Así, en lo que respecta a los hospitales privados, los servicios de salud
tienen una naturaleza integral, en virtud de la pluralidad de entes que participan y por la
diversidad de actividades que desarrollan en torno a la salud, que los hace complejos, lo que
puede originar diversas responsabilidades, atendiendo a la participació n y al tipo de dañ o
causado, las cuales pueden ser de diferente índole, ya sea penal, administrativa o civil;
asimismo, pueden proceder tanto de acciones como de omisiones, generando una afectació n
moral o patrimonial, de forma directa o indirecta, y las cuales pueden ser objeto de lo
establecido en los convenios suscritos con los usuarios o los ajenos a tales convenios. En ese
sentido, los usuarios de los servicios de salud se convierten en un grupo vulnerable, sin que
necesariamente se identifique con una categoría sospechosa o un estereotipo como ocurre
tratá ndose de adultos mayores, mujeres, niñ os y niñ as o indígenas, entre otros, por la posició n
de disparidad frente a quienes manejan, desarrollan y controlan los servicios de salud;
situació n en la que se ven vulnerados en sus derechos fundamentales ante la asimetría de
poder entre el hospital y los usuarios, por la propia naturaleza de los servicios y por la
complejidad de la medicina como profesió n.
Esta tesis se publicó el viernes 27 de marzo de 2015 a las 09:30 horas en el Semanario Judicial
de la Federació n.

Registro digital: 2008940


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Penal
Tesis: 1a. CXXXVI/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 17, Abril de 2015, Tomo I,
pá gina 516
Tipo: Aislada
PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD DE LOS DERECHOS HUMANOS. SU IMPACTO EN EL
DESARROLLO EVOLUTIVO DE UNA DEFENSA ADECUADA Y EXCLUSIÓN DE PRUEBA
ILÍCITA EN MATERIA PENAL.
Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n ha considerado que el principio
de progresividad es indispensable para consolidar la garantía de protecció n de la dignidad
humana, porque la observancia a dicho principio impide, por un lado, la interpretació n
restrictiva de las normas de derechos humanos y la regresió n respecto de su sentido y alcance
de protecció n y, por otro lado, favorece la evolució n de dichas normas para ampliar su alcance
de protecció n. A su vez, por lo que respecta a los procedimientos judiciales, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido que el debido proceso puede definirse
como el conjunto de actos de diversas características que tienen la finalidad de asegurar, tanto
como sea posible, la solució n justa de una controversia, aunado a que uno de los fines
fundamentales del proceso es la protecció n de los derechos de los individuos. Así, por la
existencia del vínculo entre los Derechos Humanos y el procedimiento judicial, el principio de
progresividad ha encontrado un contexto propicio para desarrollar un efecto ú til. De manera
que para lograr que el proceso cumpla con sus fines, el principio de progresividad ha tenido
un desarrollo histó rico evolutivo que generó un efecto expansivo en la incorporació n
normativa y jurisprudencial de nuevos derechos sustantivos para las partes en los
procedimientos, atendiendo a la naturaleza de éstos. Un ejemplo claro del desenvolvimiento
evolutivo y garantista del debido proceso es, sin duda, el proceso penal que, con motivo de los
fallos de esta Suprema Corte de Justicia de la Nació n, progresivamente ha incorporado nuevos
derechos sustantivos tanto para los imputados como para las presuntas víctimas. En el caso
de los primeros, los derechos a contar con una defensa adecuada y la exclusió n de la prueba
ilícita, los cuales son parte de este importante desarrollo con fines protectores de la dignidad
humana. Ahora bien, el desarrollo evolutivo de los derechos referidos ha sido posible porque
tanto la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos, como los instrumentos
internacionales en los que se contienen normas en materia de derechos humanos, son
instrumentos vivos que han sido interpretados y aplicados a la luz de las circunstancias y
necesidades actuales de protecció n de los derechos humanos. Esta perspectiva ha sido
empleada por esta Suprema Corte con la finalidad de que las disposiciones normativas
constitucionales y convencionales en materia de derechos humanos sean efectivas y cumplan
cabalmente con su objeto y propó sito: la protecció n de la dignidad humana.

Registro digital: 2009084


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a. CLX/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 18, Mayo de 2015, Tomo I,
pá gina 431
Tipo: Aislada
DERECHO DE LA MUJER A UNA VIDA LIBRE DE DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA. LAS
AUTORIDADES SE ENCUENTRAN OBLIGADAS A ADOPTAR MEDIDAS INTEGRALES CON
PERSPECTIVA DE GÉNERO PARA CUMPLIR CON LA DEBIDA DILIGENCIA EN SU
ACTUACIÓN.
El derecho de la mujer a una vida libre de discriminació n y de violencia se traduce en la
obligació n de toda autoridad de actuar con perspectiva de género, lo cual pretende combatir
argumentos estereotipados e indiferentes para el pleno y efectivo ejercicio del derecho a la
igualdad. De conformidad con el artículo 1o. constitucional y el pará metro de regularidad
constitucional, la obligació n de todas las autoridades de actuar con la debida diligencia
adquiere una connotació n especial en casos de violencia contra las mujeres. En dichos casos,
el deber de investigar efectivamente tiene alcances adicionales. En los casos de violencia
contra las mujeres, las autoridades estatales deben adoptar medidas integrales con
perspectiva de género para cumplir con la debida diligencia. Estas medidas incluyen un
adecuado marco jurídico de protecció n, una aplicació n efectiva del mismo, así como políticas
de prevenció n y prá cticas para actuar eficazmente ante las denuncias. Incumplir con esa
obligació n desde los ó rganos investigadores y los impartidores de justicia puede condicionar
el acceso a la justicia de las mujeres por invisibilizar su situació n particular.

Registro digital: 2009087


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Penal
Tesis: 1a. CLXI/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 18, Mayo de 2015, Tomo I,
pá gina 439 Tipo: Aislada
FEMINICIDIO. LAS AUTORIDADES ENCARGADAS DE LA INVESTIGACIÓN DE MUERTES
VIOLENTAS DE MUJERES TIENEN LA OBLIGACIÓN DE REALIZAR LAS DILIGENCIAS
CORRESPONDIENTES CON BASE EN UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO.
Con base en los derechos humanos a la igualdad y a la no discriminació n por razones de
género, cuando se investigue la muerte violenta de una mujer, los ó rganos investigadores
deben realizar su investigació n con base en una perspectiva de género, para lo cual, debe
implementarse un método para verificar si existió una situació n de violencia o vulnerabilidad
en la víctima por cuestiones de género. Así pues, en el caso de muertes violentas de mujeres,
las autoridades deben explorar todas las líneas investigativas posibles -incluyendo el hecho
que la mujer muerta haya sido víctima de violencia de género- con el fin de determinar la
verdad histó rica de lo sucedido. Tal como lo ha destacado la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, esta Primera Sala considera que toda investigació n se debe efectuar con
seriedad y no como una simple formalidad condenada de antemano a ser infructuosa.
Ademá s, debe tener un sentido y ser asumida por el Estado como un deber jurídico propio y
no como una simple gestió n de intereses particulares, que dependa de la iniciativa procesal de
la víctima o de sus familiares o de la aportació n privada de elementos probatorios, sin que la
autoridad busque efectivamente la verdad. En consecuencia, todo caso de muertes de mujeres,
incluidas aquellas que prima facie parecerían haber sido causadas por motivos criminales,
suicidio y algunos accidentes, deben de analizarse con perspectiva de género, para poder
determinar si hubo o no razones de género en la causa de la muerte y para poder confirmar o
descartar el motivo de la muerte. La determinació n eficiente de la verdad en el marco de la
obligació n de investigar una muerte debe mostrarse, con toda acuciosidad, desde las primeras
diligencias. En consecuencia, la valoració n de la oportunidad y la oficiosidad de la
investigació n debe hacerse tanto de los actos urgentes, como del desarrollo de un plan o
programa metodoló gico de la investigació n. Así pues, la investigació n de las muertes violentas
de mujeres con perspectiva de género requiere que se realicen diligencias particulares. Para
poder considerar que se está investigando una denuncia de muerte violenta de mujer por
razó n de género en forma efectiva, la investigació n debe implicar la realizació n de conceptos
criminalísticos aplicados con visió n de género. En consecuencia, en el caso de las muertes
violentas de mujeres se deben abrir las líneas de investigació n con los elementos existentes
que podrían ser compatibles con la violencia de género y avanzar la investigació n sin
descartar esa hipó tesis para localizar e integrar el resto de los elementos probatorios. El
deber de investigar adquiere mayor relevancia en relació n con la muerte de una mujer en un
contexto de violencia contra las mujeres.

Registro digital: 2009460


Instancia: Primera Sala
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 1a. CCX/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 19, Junio de 2015, Tomo I,
pá gina 585
Tipo: Aislada
ESTADOS FINANCIEROS. EL ARTÍCULO 32-A DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN
VIGENTE EN 2011, QUE ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE DICTAMINARLOS POR
CONTADOR PÚBLICO AUTORIZADO, NO VULNERA EL PRINCIPIO DE IGUALDAD.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nació n, en relació n con el principio de
igualdad, en la tesis aislada 1a. XCIX/2013 (10a.), de rubro: "IGUALDAD. CUANDO UNA LEY
CONTENGA UNA DISTINCIÓ N BASADA EN UNA CATEGORÍA SOSPECHOSA, EL JUZGADOR
DEBE REALIZAR UN ESCRUTINIO ESTRICTO A LA LUZ DE AQUEL PRINCIPIO." (1), determinó
que debe realizarse el escrutinio estricto de la norma cuando la distinció n está basada en
alguna categoría sospechosa, es decir, cuando se hace una distinció n por el origen étnico o
nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condició n social, las condiciones de salud, la
religió n, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las
libertades de las personas. Ahora bien, el artículo 32-A del Có digo Fiscal de la Federació n
vigente en 2011, al establecer la obligació n a cargo de determinadas categorías de
contribuyentes (personas físicas con actividades empresariales y las personas morales
referidas en dicho precepto) de hacer dictaminar sus estados financieros por contador pú blico
autorizado, no actualiza la existencia de alguna categoría sospechosa, de las contempladas en
el artículo 1o. de la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos, toda vez que dicha
distinció n obedece a cuestiones ajenas a las mencionadas, pues simplemente indica que
determinados contribuyentes, dependiendo de ciertos elementos o requisitos, tienen una
obligació n adicional al resto de los demá s. Así, es innecesario aplicar dicho escrutinio al
artículo 32-A citado, pues lo procedente es realizar un control bá sico, el cual lo salva, al
apreciarse en la exposició n de motivos de la reforma que introdujo esa obligació n, que la
expedició n de tal medida fue para facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y
fortalecer las facultades de fiscalizació n para ese tipo de contribuyentes. De ahí que, a juicio
de esta Primera Sala, existe una razó n objetiva que justifica la obligació n referida y, en virtud
de que no se encuentra en una categoría sospechosa, se estima que el citado artículo 32-A que
la establece no vulnera el principio de igualdad reconocido en el artículo 1o. constitucional.

________________
1. Nota: La tesis aislada 1a. XCIX/2013 (10a.) citada, aparece publicada en el Semanario
Judicial de la Federació n y su Gaceta, Décima É poca, Libro XIX, Tomo I, abril de 2013, pá gina
961.

Registro digital: 2009998


Instancia: Pleno
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: P. XX/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 22, Septiembre de 2015, Tomo I,
pá gina 235
Tipo: Aislada
IMPARTICIÓN DE JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. OBLIGACIONES QUE DEBE
CUMPLIR EL ESTADO MEXICANO EN LA MATERIA.
El reconocimiento de los derechos de la mujer a una vida libre de violencia y discriminació n y
de acceso a la justicia en condiciones de igualdad, exige que todos los ó rganos jurisdiccionales
del país impartan justicia con perspectiva de género, que constituye un método que pretende
detectar y eliminar todas las barreras y obstá culos que discriminan a las personas por
condició n de sexo o género, es decir, implica juzgar considerando las situaciones de
desventaja que, por cuestiones de género, discriminan e impiden la igualdad. De ahí que los
juzgadores deben cuestionar los estereotipos preconcebidos en la legislació n respecto de las
funciones de uno u otro género, así como actuar con neutralidad en la aplicació n de la norma
jurídica en cada situació n, toda vez que el Estado debe velar por que en toda controversia
jurisdiccional, donde se advierta una situació n de violencia, discriminació n o vulnerabilidad
por razones de género, ésta se tome en cuenta, a fin de visualizar claramente la problemá tica y
garantizar el acceso a la justicia de forma efectiva e igualitaria. Así, la obligació n de impartir
justicia con perspectiva de género debe operar como regla general, y enfatizarse en aquellos
casos donde se esté ante grupos de especial vulnerabilidad, como mujeres y niñ as indígenas,
por lo que el juzgador debe determinar la operabilidad del derecho conforme a los preceptos
fundamentales consagrados tanto en la Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos,
como en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, procurando en
todo momento que los paradigmas imperantes de discriminació n por razó n de género no
tengan una injerencia negativa en la impartició n de justicia; por el contrario, atendiendo
precisamente a tales prejuicios o estereotipos, el juzgador debe considerar las situaciones de
desventaja que tienen las mujeres, sobre todo cuando es factible que existan factores que
potencialicen su discriminació n, como lo pueden ser las condiciones de pobreza y barreras
culturales y lingü ísticas.

Registro digital: 2010003


Instancia: Pleno
Décima É poca
Materias(s): Constitucional, Penal
Tesis: P. XXIII/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 22, Septiembre de 2015, Tomo I,
pá gina 238
Tipo: Aislada
TORTURA EN SU VERTIENTE DE VIOLACIÓN SEXUAL. EL ANÁLISIS PROBATORIO
RELATIVO DEBE REALIZARSE CON PERSPECTIVA DE GÉNERO.
La violencia sexual tiene causas y consecuencias específicas de género, ya que se utiliza como
forma de sometimiento y humillació n y método de destrucció n de la autonomía de la mujer y
que, inclusive, puede derivar en una forma extrema de discriminació n agravada por
situaciones de especial vulnerabilidad, -tales como la pobreza y la niñ ez-, lo que implica que la
víctima sufra una intersecció n de discriminaciones. En efecto, la violació n sexual constituye
una forma paradigmá tica de violencia contra las mujeres cuyas consecuencias, incluso,
trascienden a su persona. En ese contexto, los juzgadores deben, oficiosamente, analizar los
casos de violencia sexual que se les presenten, con perspectiva de género, lo que conlleva al
reconocimiento de un está ndar de valoració n probatoria de especial naturaleza, por lo que
deberá n: (I) atender a la naturaleza de la violació n sexual, la cual, por sus propias
características, requiere medios de prueba distintos de otras conductas; (II) otorgar un valor
preponderante a la informació n testimonial de la víctima, dada la secrecía en que
regularmente ocurren estas agresiones, lo que limita la existencia de pruebas grá ficas o
documentales; (III) evaluar razonablemente las inconsistencias del relato de la víctima, de
conformidad con la naturaleza traumá tica de los hechos, así como otros factores que pueden
presentarse, tales como obstá culos en la expresió n, la intervenció n de terceros, o el uso de
diferentes idiomas, lenguas o interpretaciones en las traducciones; (IV) tomar en cuenta los
elementos subjetivos de la víctima, entre otros, la edad, la condició n social, el grado
académico o la pertenencia a un grupo histó ricamente desventajado, a fin de establecer la
factibilidad del hecho delictivo y su impacto concreto; y, (V) utilizar adecuadamente las
pruebas circunstanciales, las presunciones y los indicios para extraer conclusiones
consistentes.

Registro digital: 2010005


Instancia: Pleno
Décima É poca
Materias(s): Constitucional
Tesis: P. XIX/2015 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federació n. Libro 22, Septiembre de 2015, Tomo I,
pá gina 240
Tipo: Aislada

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