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TEMA 1: LOS PRINCIPIOS INFORMADORES DEL DERECHO PENAL.

- SUBJETIVO: facultad de castigar o imponer penas que corresponde exclusivamente


al estado.

- OBJETIVO: conjunto de normas que regulan tal facultad punitiva asociando al delito
como hecho la pena como legítima consecuencia.

1. Principio de intervención mínima.

El derecho penal y en consecuencia la sanción penal no debe utilizarse cuando exista la posibilidad
de utilizar otros instrumentos jurídicos no penales para restablecer el orden jurídico violado. Se
entiende como última ratio o último recurso.

Implica que cuando intervenga ha de ser para la protección de aquellos intereses mayoritarios y
necesarios para el funcionamiento del estado de derecho, algunos intereses derivan de DDHH
superiores y otros de la propia relación social (ej: derecho a la vida – tráfico jurídico). Cuando estos
intereses son reputados como imprescindibles en el máximo grado se transformarán en bienes
jurídicos penalmente tutelables. (Principio de la exclusiva protección de bienes jurídicos).

Sin embargo no han de ser sancionadas todas las conductas lesivas a los bienes jurídicos que
previamente se han considerado dignos de protección, sino únicamente las modalidades más
peligrosas de ellos. (principio de carácter fragmentario). Ejemplo: patrimonio como bien jurídico,
no todo ataque al mismo ha de ser delito, únicamente lo más grave: robo, hurto, apropiación.
Exposición de motivos LO 1/2015: “reservando así el ámbito penal a las conductas más graves de
la sociedad que por ello deben merecer un tratamiento acorde a su consideración”.

2. Principio de legalidad.

La pieza básica o fundamento: No puede imputarse a nadie un delito ni castigarse con una pena
que no haya sido establecida por ley con anterioridad a su perpetración. NULLUM CRIMEN NULLA
POENA SINE LEGE. Doble configuración: Político-científico: lucha contra la incerteza y la
inseguridad. La potestad punitiva del estado queda enmarcada dentro de límites precisos y los
derechos individuales garantizados frente a la eventual acción arbitraria de los poderes. En ningún
caso pueden ser sorprendidos a posteriori. En España este ppo ha sido recogido por todas las
constituciones menos la de 1850 (parcialmente).

Reconocimiento: 1. Declaración universal de DDHH (1948). 2. Convenio europeo para la protección


de los derechos humanos y las libertades fundamentales (1950). 3. Pacto internacional de
derechos civiles y políticos (1966).

Garantía criminal y penal: afectan a la definición legal.

Criminal: 25 CE, 1.1 CP, 4.2 CP + penal: 2.1 CP, 4.3 CP

Garantía procesal: procedimiento legalmente establecido y los órganos judiciales competentes.


24 CE, 3.1 CP, 1 LECRIM. Garantia de ejecución: cumplimiento de la pena conforme a las
disposiciones vigentes. 25.2 CE, 3.2 CP, 2 LOGP.
1) Garantía criminal. Para que un hecho pueda ser considerado como delictivo es preciso que
una previa ley lo haya descrito como tal.

Art 25 CE: Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento
de producirse no constituyan delito, falta, o infracción administrativa según la legislación vigente en
aquel momento. Art 1.1 CP: no será castigada ninguna acción ni omisión que no esté prevista
como delito por ley anterior a su perpetración.

De este ppo se deriva: 1 la prohibición de extender el carácter de delito a comportamientos


análogos o parecidos pero que no estén taxativamente formulados como típicos. 2 esa ley ha de
ser en sentido formal, escrita y debidamente promulgada, 3 prohibición de retroactividad de las
leyes penales PERJUDICIALES para el reo.  Estaríamos ante supuestos de intervención penal
sin legitimación y cobertura legal.

2) Garantía penal. Prohibición de imponer penas que no hayan sido previstas con
anterioridad para aquella clase de delito, y eso tanto en lo que concierne a la naturaleza o
clase de la pena como en la duración.

Art 2.1: no será castigado ningún delito con pena que no se halle prevista por ley anterior a su
perpetración.

3) Garantía procesal o jurisdiccional. Las sentencias condenatorias no pueden ser dictadas


más que por el tribunal competente y tras cumplir los requisitos y garantías del proceso.

Art. 24.2 CE, todos tienen derecho al juez ordinario predeterminado por ley, defensa y asistencia de
letrado, ser informados de la acusación formuladas contra ellos, a un proceso público sin dilaciones
indebidas y con todas las garantías, utilizar los medios de prueba ptes para la defensa, no declarar
contra sí mismos, no confesarse culpables, presunción de inocencia. 1 LECRIM: no se impondrá
pena alguna por consecuencia de actos punibles cuya represión incumba a la jurisdicción ordinaria,
sino de conformidad con las disposiciones del presente código o de leyes especiales y en virtud de
sentencia dictada por juez competente.

3.1 CP: no podrá ejecutarse pena ni medida de seguridad sino en virtud de stc firme dictada por
juez o tribunal competente de acuerdo con las leyes procesales.

4) Garantía de ejecución o penitenciaria. Cumplimiento de la pena se verifique en el modo


exactamente previsto por la ley.

25.2: el condenado a pena de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los DDFF de
este capítulo a excepción de los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo
condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria.

3.2 CP: tampoco puede ejecutarse pena ni medida de seguridad de otra forma que la prescrita en
la ley y los reglamentos.

¿Ha de ser la ley penal una ley orgánica? Según una parte de los autores sí, al afectar a
derechos fundamentales y libertades públicas, expresa los intereses de la sociedad más
importantes para la convivencia y por tanto resultaría favorecido por la mayoría cualificada propia
de las LO. Sin embargo hay ciertas cuestiones tales como penas de inhabilitación especial,
privación del permiso de conducir y decomiso que no implican limitación de un DF, y por tanto su
imposición puede hacerse a través de ley ordinaria. EN NINGÚN CASO, por medio de decreto ley
art 86.

Las leyes penales en blanco. Son aquellas en las que parte de su estructura no se contiene en la
propia ley penal sino que se remite a una norma distinta. El TC se ha pronunciado admitiendo en
primer lugar la colaboración reglamentaria en la normativa sancionadora, es decir, la remisión a los
reglamentos. Sin embargo exigen que en la ley queden suficientemente determinados los
elementos esenciales de la conducta, de tal manera que solo sean infracciones las acciones y
omisiones subsumibles en la norma con rango de ley. Es decir, el núcleo esencial de la conducta
debe encontrarse descrito por la ley penal. Es posible que en aspectos de detalle ciertas normas
penales se vean integradas de modo diverso por disposiciones de las CCAA. El Tribunal
Constitucional (STC de 25 de marzo de 1993) ha señalado unos requisitos para que las remisiones
a leyes penales en blanco sean compatibles con la Constitución: (1) que se proceda a una remisión
expresa, (2) justificada además por la importancia de la protección, y sobre todo, (3) que la ley
penal exprese, además de la pena, el núcleo esencial de la prohibición con suficiente certeza, y se
remita sólo para el complemento.

3. Principio de culpabilidad.

Imposibilidad de sancionar penalmente conducta alguna si esta no es imputable a su autor a titulo


de dolo o imprudencia (5). Con rechazo de la llamada responsabilidad objetiva o por el resultado.
Es decir, se requiere que la consecuencia haya sido querida por su autor o que previendo o
habiendo debido prever su consecución no lo haya evitado. Tampoco habrá culpabilidad cuando el
sujeto carece del desarrollo mental necesario, desconoce que el hecho está prohibido o no le era
exigible otro comportamiento. Junto con esta perspectiva encontramos otra de origen político
criminal:

1. La personalidad de las penas o individualización del castigo: ha de responderse por los


hechos propios.

2. El principio de responsabilidad por el hecho: no pueden castigarse formas de ser o


personalidades, es decir, un derecho penal del hecho frente al derecho epnal de autor
propio de ciertos regímenes totalitarios.

3. Proporcionalidad. Exigencia de que entre el hecho punible y su castigo haya un equilibrio


que sea coherente con la entidad del bien jurídico lesionado.

Algunos entienden que se halla en el art. 17 de la CE, otros entienden que puede inferirse de los
ppos de legalidad y de prohibición de exceso, del art. 15 o 10 de la CE.

4. El principio non bis in ídem.

La relación entre la legalidad y la potestad sancionadora de la Administración se desarrolla a través


de este ppo. Equivale a la prohibición de sancionar doblemente un mismo hecho. Puede ocurrir que
una misma conducta sea constitutiva simultáneamente de delito y de infracción administrativa y que
los órganos sancionadores de uno y otro ámbito traten de desplegar la actividad que les es propia.
Se infiere del art. 25 de la CE. Ley 40/2015: No pueden sancionarse los hechos que lo hayan sido
penal o administrativamente en los casos en que se aprecie identidad del sujeto, hecho y
fundamento. Según la ley 39/2015 en los procedimientos de carácter sancionador, los hechos
declarados probados por resoluciones judiciales penales firmes vincularán a las AAPP respecto de
los procedimientos sancionadores que sustancien.

1. Preferencia del orden penal sobre la potestad sancionadora de la adm. Los órganos
administrativos no pueden promover actividad sancionadora alguna sobre aquellos hechos
que estén siendo objeto de actuación penal. Si se ha impuesto una sanción sobre hechos
que a la vez sean constitutivos de delito no impide que los tribunales puedan conocer del
mismo, y si estos dictan sentencia imponiendo una pena, quedará sin efecto la sanción
administrativa que no produce cosa juzgada.

2. Vinculación de la administración a los hechos probados por las resoluciones


judiciales. Si los tribunales han dictado stc absolutoria por no estar probados los hechos o
existir una causa de justificación la adm no puede abrir un procedimiento y sancionar por
estos hechos.

3. Solo en casos concretos y excepcionados puede admitirse duplicidad de sanciones


cuando la conducta lesione realmente intereses distintos protegidos por normas diferentes.
Es indispensable que el interés jurídicamente protegido sea distinto y la sanción sea
proporcionada.

INTERPRETACIÓN EN EL DERECHO PENAL.

Por el sujeto que la realiza: (1) auténtica (legislador), (2) judicial, (3) doctrinal.

Por el resultado: (1) declarativa (en base al lenguaje común), (2) restrictiva, (3)
extensiva.

Por el método:

- Gramatical: Sentido literal de las palabras.

- Lógico-sistemática: busca el sentido de la norma a partir del examen de la situación


dentro de la ley y su relación con otros preceptos.

- Histórica: proporciona la ratio misma por la cual nació dicho precepto.

- Teleológica: * Finalidad que persigue el derecho penal (la tutela de los bienes jurídicos).

ANALOGÍA: Aplicación de la ley a un supuesto no expresamente recogido ene l misma pero sí


similar al que en ella se describe. Está prohibida en la app de la ley penal. Las leyes penales no se
app a casos distintos de los comprendidos expresamente en ellas (art.4).

Dos excepciones:
1. Cláusulas legales de analogía: que son las utilizadas por la ley para extender el contenido
de determinados conceptos a supuestos similares: llaves falsas.

2. Analogía in bona partem, a favor del reo. Art. 21.7 CP que considera atenuante cualquier
otra circunstancia de análoga significación a las anteriores.

TEMA 2: TEORÍA JURÍDICA DEL DELITO

Von Listzt: el derecho penal es el conjunto de reglas jurídicas establecidas por el estado que
asocian al crimen como hecho la pena como legítima consecuencia. Dos grandes
diferenciaciones: EL DELITO Y LA PENA.

DELITO: acción típica, antijurídica, culpable y punible.

- Los autores italianos entendían el delito como oposición al derecho. Carrara decía que era
una relación entre el hecho del hombre y la ley. Se constituye en elementos objetivos
(acción externa del hombre) y subjetivo (acción anímica = culpabilidad).

- Los autores alemanes distinguen entre antijuridicidad = que pasaba de ser la esencia del
delito a ser un elemento más del mismo la y penalidad como nota característica. Hippel lo
define como acción antijurídica, culpable y sancionada con una pena.

- Beling, dentro de la propia doctrina alemana distingue dos nuevos elementos: la tipicidad
y las condiciones objetivas de punibilidad. Acción típica contraria a derecho, sancionada con
una pena adecuada y suficiente a las condiciones de punibilidad.

La moderna teoría del delito es el resultado de un desarrollo dogmático que tiene lugar a lo
largo del siglo XX:

1. SISTEMA CAUSALISTA. SIGLO XIX Y XX.

a) CONCEPTO CAUSAL NATURALISTA (CONCEPCIÓN CLÁSICA DEL DELITO).


SISTEMA LISTZ-BELING.

Von Liszt definía el delito como un acto culpable contrario a derecho y sancionado con una pena,
mostrando que el concepto de delito se estructuraba en torno al concepto de acción, de manera
que la acción era concebida de una forma estrictamente causal, como transformación física del
mundo exterior, donde lo relevante está en un movimiento corporal generador de un proceso
causal que desembocaba en un resultado. Lo que el sujeto haya querido, solo interesa al marco de
la culpabilidad. ANTIJURICIDAD COMO JUICIO DE DESVALOR SOBRE EL HECHO Y
CULPABILIDAD COMO JUICIO DE DESVALOR SOBRE EL AUTOR. 1ª elemento objetivo y 2ª
elemento subjetivo. El delito es ante todo ACCIÓN, se enmarca en el seno del pensamiento
positivista científico.

b) CONCEPTO VALORATIVO NEOKANTIANO. (CONCEPTO NEOCLÁSICO DEL DELITO).


En Alemania el concepto clásico fue dominante hasta los años 20, hasta que surge otro concepto a
partir de 1930, y en España hacia 1940. Teoría teleológica del delito (JESCHECK).

- La acción deja de revestir tal trascendencia y deja de ser el fundamento del sistema,
lo cual supuso un gran avance para la explicación de estructuras delictivas como la omisiva
o la de mera actividad.

- La tipicidad deja de ser definida desde un punto de vista objetivo para pasar a acoger
elementos normativos así como elementos de componente subjetivo diferenciados
del dolo. Se descubre que ciertos delitos contienen elementos subjetivos del tipo,
especiales ánimos o finalidades que han de concurrir en el hecho para que la conducta sea
penalmente típica como el ánimo de lucro en el hurto. A partir de este momento no puede
afirmarse que todo lo subjetivo se ubica en la culpabilidad.

- Introducen el concepto normativo de culpabilidad sobre la base del juicio del


reproche, en sustitución d concepto psicológico defendido por el causalismo, no obstante
dolo y culpa siguen ubicándose en la culpabilidad, por lo que habrá de entenderse como un
concepto mixto normativo y psicológico. Se entiende la culpabilidad como
reprochabilidad o conjunto de condiciones que permiten formular un juicio de reproche del
sujeto por su hecho.

- El contenido de la culpabilidad sigue siendo el mismo que en la teoría anterior, es


decir, (a) la imputabilidad como presupuesto (b) núcleo formado por las formas de
culpabilidad, es decir, dolo, imprudencia, otros móviles que puedan graduarla, ausencia de
causas de exculpación.

2. SISTEMA FINALISTA. (WELZEL) (1930-1940) España (1960).

Sitúa la acción e nuevo como centro del debate, pero lo determinante aquí es el fin o finalidad,
pues lo que diferencia a las acciones humanas de los fenómenos naturales es precisamente esta
finalidad. Por tanto, el contenido de la voluntad es fundamental en la acción. De la finalidad
dependerá que el hecho sea típico y antijurídico o no, en consecuencia, el dolo, ya no será una
forma de la culpabilidad sino que pertenece al tipo y a la antijuricidad, constituyendo un elemento
esencial del injusto típico. Se reduce por tanto el contenido de la culpabilidad, limitada ahora a la
imputabilidad o capacidad de culpa, a la conciencia de la antijuricidad del hecho y a la ausencia de
causas de exculpación. Sin embargo no ha logrado imponerse.

3. SISTEMA FUNCIONALISTA. (1970)

Rechaza la teoría finalista, pero asume su consecuencia más importante, como es el traslado del
dolo al tipo del injusto. Dos principales corrientes funcionalistas: un funcionalismo moderado de
Roxin, y un funcionalismo radical cuyo representante es Jakobs.

EL CONCEPTO JURÍDICO DEL DELITO EN EL CP.


Son delito las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley (Art. 10).
Acciones y omisiones (acción), dolosas o imprudentes (culpabilidad) penadas (punibilidad) por la
ley (implícita la antijuricidad y la tipicidad). Tanto doctrina como jurisprudencia coinciden en
entender que el concepto de delito se completa para incorporar la totalidad de los elementos con
otros preceptos sobre dolo e imprudencia, tentativa, consumación, autoría y participación, ausencia
de imputabilidad, causas de justificación y exculpación. Se expulsa la responsabilidad objetiva.

CLASES DE DELITOS: GRAVES, MENOS GRAVES Y LEVES.

Cuando la pena pueda incluirse a la vez entre graves y menos graves, el delito se
considerará en todo caso como grave, cuando la pena pueda considerarse como leve y
menos grave, el delito se considerará en todo caso como leve.

1) Delitos comunes y especiales. Los delitos comunes no requieren cualificación del autor
mientras que los especiales exigen una especial condición en su autor. Los especiales
pueden ser a su vez especiales propios, que no cuentan con una figura paralela en el delito
común, y los impropios, que cuentan con una figura paralela entre los delitos comunes.

2) Acción, omisión y comisión por omisión. Actuación, conducta inactiva que vulnera un
deber jurídico de obrar y la comisión por omisión produce un resultado delictivo de carácter
positivo mediante una inactividad.

3) Instantáneos y permanentes. Se consuman en el momento o se prolongan a lo largo del


tiempo.

4) De mera actividad y resultado. Se consuman con la mera realización del comportamiento


o bien exigen una consecuencia efectiva y material.

5) Materiales y formales. Los materiales además de lesionar un bien jurídico lesionan el


objeto material sobre el que recae la acción mientras que los formales no requieren un
resultado material pero implican la lesión de un bien jurídico.

6) Únicos y plurales. Vulnera un único bien jurídico mientras que el plural infringe varios.

7) De lesión y de peligro. Requieren un daño directo y efectivo en el bien jurídico protegido


mientras que los otros suponen la simple puesta en peligro del bien jurídico protegido,
entendiendo la probabilidad de la producción de un resultado dañoso.

8) Dolosos, imprudentes, preterintencionales y cualificados. Conciencia y voluntad de la


conducta típica, inobservancia del deber de cuidado, o el resultado excede de lo querido.

9) Perseguibles de oficio, en virtud de denuncia o querella del ofendido.

10) Intentados, consumados y agotados. Cuando se da comienzo a la ejecución por hecho


exteriores pero el resultado no se produce por causas independientes de la voluntad del
autor, es consumado cuando se han realizado todos los actos del tipo y es agotado cuando
además el autor ha conseguido la finalidad que perseguía, es imposible cuando pese a a
realizarse todos los actos, no se produce por inidoneidad del objeto o de los medios.
11) Flagrantes y no flagrantes. se estuviese cometiendo o se acabare de cometer cuando el
delincuente sea sorprendido en el acto.

SUJETO ACTIVO: personas físicas y personas jurídicas únicamente en los casos en que
esté previsto expresamente:

1. En los supuestos previstos en este Código, las personas jurídicas serán penalmente
responsables:

a) De los delitos cometidos en nombre o por cuenta de las mismas, y en su beneficio directo o
indirecto, por sus representantes legales o por aquellos que actuando individualmente o como
integrantes de un órgano de la persona jurídica, están autorizados para tomar decisiones en
nombre de la persona jurídica u ostentan facultades de organización y control dentro de la misma.

b) De los delitos cometidos, en el ejercicio de actividades sociales y por cuenta y en beneficio


directo o indirecto de las mismas, por quienes, estando sometidos a la autoridad de las personas
físicas mencionadas en el párrafo anterior, han podido realizar los hechos por haberse incumplido
gravemente por aquéllos los deberes de supervisión, vigilancia y control de su actividad atendidas
las concretas circunstancias del caso.

31 ter. La responsabilidad penal de las personas jurídicas será exigible siempre que se constate la
comisión de un delito que haya tenido que cometerse por quien ostente los cargos o funciones
aludidas en el artículo anterior, aun cuando la concreta persona física responsable no haya sido
individualizada o no haya sido posible dirigir el procedimiento contra ella. Cuando como
consecuencia de los mismos hechos se impusiere a ambas la pena de multa, los jueces o
tribunales modularán las respectivas cuantías, de modo que la suma resultante no sea
desproporcionada en relación con la gravedad de aquéllos

La concurrencia, en las personas que materialmente hayan realizado los hechos o en las que los
hubiesen hecho posibles por no haber ejercido el debido control, de circunstancias que afecten a la
culpabilidad del acusado o agraven su responsabilidad, o el hecho de que dichas personas hayan
fallecido o se hubieren sustraído a la acción de la justicia, no excluirá ni modificará la
responsabilidad penal de las personas jurídicas, sin perjuicio de lo que se dispone en el artículo
siguiente

SUJETO PASIVO: El hombre, las personas jurídicas, el Estado y la sociedad. Diferencia con
el perjudicado, aunque es posible que puedan coincidir.

TIEMPO:

1. Teoría de la acción o actividad. * El momento de manifestación de voluntad es el


momento en el que debe entenderse cometido el delito. Art. 7: los delitos se entenderán
cometidos en el momento en que el sujeto ejecuta la acción u omite el acto que estaba
obligado a realizar.

2. Teoría del resultado. El delito debe entenderse cometido cuando se produce el resultado.
3. Teoría de la valoración jurídica.

LUGAR: el lugar de la producción del resultado.

TEMA 3: LA ACCIÓN.

La acción implica una conducta exterior voluntaria que produce un resultado, por tanto la
primera consecuencia es que solo los actos externos constituyen acciones en sentido penal, los
meramente internos quedan fuera del derecho penal.

Los problemas relativos a la ausencia de la acción surgen cuando se da un comportamiento que


no depende de la voluntad de quien lo realiza y por consiguiente no puede considerarse obra suya,
es decir, su acción.

1. La fuerza irresistible. No existe acción cuando el sujeto obra violentado por una fuerza
irresistible, per para que se produzca una exclusión de la acción la fuerza ha de ser
absoluta, de tal forma que no deje ninguna opción al que la sufre, si puede resistirla no
quedará excluida. Además, ha de provenir del exterior, de una tercera persona, en contra de
las fuerzas naturales se manifiesta el TS. Los impulsos irresistibles de origen interno como
arrebatos o estados pasionales no pueden servir de base para apreciar la ausencia de ación
porque se trata de actos donde no está ausente totalmente la voluntad, pero pueden servir
de base a la apreciación de eximentes como el tmt.

2. Movimientos reflejos. Movimientos no controlados por la conciencia, (vómitos,


convulsiones, movimientos instintivos de defensa).

3. Estados de plena inconsciencia. Sonambulismo, embriaguez letárgica. Hacen que los


comportamientos realizados no dependan de la voluntad y por tanto no puedan
considerarse acciones. En la medida en que exista una conciencia, aunque perturbada,
existe acción. No desplazan la acción sino la imputabilidad.

CONCEPCIONES DE LA ACCIÓN:

Para la teoría causalista la acción es una conducta humana voluntaria, lo que el sujeto
haya querido es sin embargo irrelevante y solo interesa al marco de la culpabilidad.

Para la finalista es una conducta humana voluntaria y tendente a un fin.


Para la concepción social. (Jescheck) se presenta como superación de las insuficiencias
del concepto causal y final para explicar todas las distintas formas de comportamientos
relevantes para el derecho penal. Es decir, el denominador común que da lugar a cada
modalidad del delito es la perspectiva social, entendiéndose la acción como todo
comportamiento humano socialmente relevante. La finalidad y posibilidad de finalidad
concederán relevancia social a un comportamiento humano, la finalidad en los hechos
dolosos y la posibilidad de finalidad en la imprudencia y omisión.

Concepto negativo. (Herzberg y Bhrendt) Entienden no solo la omisión sino también la


comisión como un no evitar evitable en posición de garante, contraconducción omitida.
Jakobs defiende un concepto con cierta similitud: causación individualmente evitable del
resultado, no impedimento evitable de un resultado.

Concepto personal de acción (Roxin) la acción es una manifestación de la personalidad,


la conducta está sometida al control del yo, la acción es exteriorización o manifestación de
la personalidad, y ello solo tendrá lugar en caso de comportamientos que son dominados o
dominables por la conciencia y la voluntad. Se prescinde de la exigencia de movimiento
corporal sustituyéndola por la exteriorización del ánimo.

Concepto intencional de la acción. (Schamidhausser + Kindhausser). Acción es un


hacer decidible con el que el agente está en condiciones de provocar un suceso, lo cual
sucede en los delitos dolosos y los imprudentes.

MANIFESTACIONES DE LA ACCIÓN. Toda acción se integra en una manifestación de


voluntad, un resultado y una relación de causalidad entre la conducta del agente y el
resultado exterior.

a) Comisión, como obrar activo, implica un movimiento corporal o voluntario que vulnera una
prohibición.

b) Omisión, es una conducta inactiva desde luego voluntaria que vulnera un deber jurídico de
obrar. Ahora bien para que alguna de ellas tenga trascendencia penal es necesario que la
norma penal haga suya la prohibición o el deber jurídico de obrar bajo la amenaza de una
pena.

c) Comisión por omisión. Supone la producción de un resultado delictivo de carácter positivo


mediante una inactividad. Si se pone el acento en el resultado, los delitos de comisión por
omisión se identifican con los delitos de comisión, en cambio, si se atiende a la forma de
manifestación de la voluntad delictiva, se asemejan a los de simple omisión. “Los delitos
que consistan en la producción de un resultado solo se entenderán cometidos por omisión
cuando la no evitación del mismo, al infringir un especial deber jurídico del autor, equivalga,
a su causación. A tal efecto se equipara la comisión a la acción:

- Cuando haya un especial deber legal o contractual de actuar,

- Cuando el comitente haya creado una ocasión de riesgo para el bien jurídicamente
protegido mediante una acción u omisión precedente.
CAUSALIDAD E IMPUTACIÓN OBJETIVA.

1. CAUSALIDAD.

En los delitos de resultado, entre la acción y el resultado debe mediar una relación de causalidad,
es decir, un nexo que permita, en el ámbito objetivo, la imputación del resultado producido al autor
de la conducta que lo ha causado, la relación de causalidad entre acción y resultado y la
imputación objetiva del resultado al autor de la acción que lo ha causado son, por tanto, el
presupuesto mínimo para exigir una responsabilidad en los delitos de resultado por el resultado
producido.

a) Teoría de la equivalencia de las condiciones: teoría condictio sine qua non (Stuart Mill), para
el cual la causa real es el concurso de todas las causas. En relación a la misma surge la de la
equivalencia de condiciones, causa es toda condición sin la cual no se habría producido el
resultado, todas tienen igual valor. La objeción más importante es la extensión excesiva.

Esta extensión ha intentado salvarse acudiendo a criterios como el de la corrección por la


culpabilidad, conforme al cual, una vez determinado que el resultado es causado por la acción del
sujeto hay que precisar si ha sido querido o previsto. Otra limitación proviene de la prohibición de
retroceso, no es posible retroceder más allá de la última causa libre y voluntaria. No obstante esto
supondría imputar al sujeto conductas que quedan fuera del tipo delictivo, quebrantamiento del ppo
nullum crime nulla poena sine lege, por tanto hay que pronunciarse en contra de esta teoría.

b) Teoría de la causalidad eficiente. Trata de corregir la extensión dada distinguiendo con


arreglo a un criterio cuantitativo, entre las distintas condiciones, la que tiene eficacia
predominante en la producción del resultado. Muchas objeciones.

c) Teoría de la causalidad adecuada. Solamente puede ser considerada causa de un resultado


aquella que a priori pueda ser considerada apta para producir aquella clase de resultados
previstos en el tipo (la más acertada de las anteriores).

IMPUTACIÓN OBJETIVA. Las llamadas teorías de la causalidad se han venido completando


con la imputación objetiva (alemana).

No es suficiente que exist una relación causal entre la acción y el resultado, sino que es preciso
además que le pueda ser objetivamente atribuido al autor de la acción. Dos presupuestos:

1. Efectiva existencia de un nexo causal: si la acción del autor no es conditio sine qua non del
resultado, faltará el primer ppto de la imputación objetiva.

2. Relevancia jurídico penal del nexo: Admitido el nexo, habrá que ver si es objetivamente
imputable el autor de la misma:

- ¿Entre el resultado causado y la acción hay una relación de riesgo jurídicamente relevante?
El resultado que exceda del riesgo normal derivado de la acción no es imputable.
- El fin de protección de la norma, solo son imputables aquellos resultados que entran dentro
del área de protección de la norma, los producidos fuera no son imputables al
comportamiento del autor.

TEORÍA DEL ERROR. ART. 14: DESCONOCCIMIENTO O FALTA DE REPRESENTACIÓN O


REPRESENTACIÓN EQUIVOCADA DE ALGUNO O DE TODOS LOS HECHOS
CONSTITUTIVOS DEL TIPO REALIZADO O DE SU SIGNIFICACIÓN JURÍDICA.

 Error de hecho o de derecho: si recae sobre elementos fácticos o jurídicos.

 Error de tipo: se produce cuando el mismo incide sobre alguno o todos los elementos del
tipo sean descriptivos o valorativos-normativos.

a) Error sobre el objeto. Se da cuando el sujeto dirige su acción contra un objeto distinto
de aquel contra el que quería dirigirla. Confunde un objeto con otro. El más importante lo
constituye el error in personam. A dispara a B y mata a C por confundirles.

b) Error sobre el golpe “aberratio ictus”. Se da cuando un sujeto dirife su acción contra
el objeto que realmente se proponía pero la misma recae sobre otro objeto distinto. A
dispara a B y mata a C, por error en el disparo.

El error invencible sobre un hecho constitutivo de la infracción penal excluye la responsabilidad


criminal. Si el error, atendidas las circunstancias del hecho y las personales del autor, fuera
vencible, la infracción será castigada, en su caso, como imprudente.

Vencible es el que podría haberse evitado con mayor cuidado y el invencible es el que no hubiera
podido evitarse ni aun aplicando la diligencia debida. Si el error hubiese sido vencible y no existe a
título imprudente, habrá de considerarse atípica.

El error sobre un hecho que cualifique la infracción o sobre una circunstancia agravante,
impedirá su apreciación.

Se prescinde aquí de distinción. Han de entenderse comprendidos tanto las agravantes de carácter
genérico como los específicos elementos agravatorios que contienen determinados delitos. 
apreciación del tipo básico.

***la disminución de la pena puede tener lugar por eximentes o agravantes pero el error sobre las
mismas no está expresamente regulado en el art. 14, por tanto será irrelevante.

En los supuestos de error en el objeto, será preciso distinguir:

- Cuando el error no cambia la valoración jurídica del hecho respecto al que se quería
cometer, será irrelevante, como sustraer una pulsera a una determinada persona, pero
siendo propiedad de otra, sigue cometiendo delito de hurto, independientemente de quien
sea el propietario.
- Cuando cambiar la valoración jurídica respecto del hecho que se quería cometer, (se
sustrae algo de valor AHCC) estaremos en presencia de un error sobre un elemento de
agravación que impedirá la app de la misma.

 Error inverso, delitos putativos o imaginarios = falsa creencia de que es penalmente


relevante ATÍPICOS.

 Error de prohibición: supone el desconocimiento no de uno de los elementos de la


situación descrita en el tipo sino del hecho de estar prohibida su realización. Puede ser
sobre la licitud de la conducta, actuar pensando que lo que hace no es delictivo, o sobre la
causa de justificación, cree que está legitimado para hacerlo, como creer que puede robar a
su deudor en reclamación de un pago. Dentro del mismo podemos diferenciar: 1º error
sobre los fundamentos fácticos de una causa de justificación como creer que se va a sufrir
una agresión erróneamente y lesionar a otro en legítima defensa. 2º error sobre la
existencia misma de la causa de justificación: creer que el consentimiento justifica siempre.

El error invencible sobre la ilicitud del hecho constitutivo de la infracción penal excluye la
responsabilidad criminal. (IMPUNIDAD). Si el error fuera vencible, se aplicará la pena inferior
en uno o dos grados. (ATENUACIÓN OBLIGATORIA)

TEMA 4: EL DOLO.

El dolo en el concepto clásico del delito era entendido como la relación psicológica del sujeto con
su autor, mientras que en la neoclásica se concibe como reprochabilidad, pero en ambas
concepciones la estructura de culpabilidad sigue siendo sustancialmente la misma. Se admiten dos
formas de culpabilidad, el dolo y la imprudencia.

Dentro de la teoría finalista, el dolo es el contenido de la voluntad, dirigido a un determinado fin,


aunque la misma haya de manifestarse al exterior. Ello implica que el dolo, o la finalidad dirigida a
realizar los elementos objetivos de un hecho típico, ya no es una forma de culpabilidad, sino que
pertenece al tipo y a la antijuricidad. Es un elemento esencial del injusto típico. El dolo y los
elementos subjetivos del injusto componen la parte subjetiva del tipo en los delitos dolosos.
Algunos autores proponen un doble encuadramiento del dolo como elemento subjetivo del injusto y
una forma de culpabilidad.

Art.5: no hay pena sin dolo o imprudencia. Obra dolosamente el que realiza con conciencia y
voluntad la conducta típica. Si el dolo es conciencia y voluntad, encontramos dos elementos,
intelectual y volitivo, siendo necesaria la concurrencia de ambos, sin uno de ellos no puede
hablarse de dolo:

1. Elemento intelectual o cognoscitivo: supone que el sujeto ha conocido los elementos


constitutivos del correspondiente tipo penal, tanto los esenciales como los accidentales que
sirvan de fundamento a tipos agravados o atenuados. Por el contrario no es necesario que
se extienda a condiciones objetivas de punibilidad. También es necesario que tenga
conocimiento de la significación antijurídica de la conducta típica que realiza, no exige un
saber jurídico, basta con que sepa que su conducta es contraria a derecho. Es decir, no se
refiere a la antijuricidad formal sino a la material (conocimiento de que se ataca un bien
jurídico ajeno). Debe ser ACTUAL, REAL y no meramente POTENCIAL. Para la finalista
ortodoxa, que entiende el dolo como natural o neutro, incluye únicamente conocer y querer
la realización de la situación objetiva descriptiva en el tipo del injusto, no requiere que se
advierta que la misma es antijurídica.

2. Elemento volitivo: Deseo o voluntad de realizar la conducta típica. Dos teorías:

Teoría de la voluntad. Estiman que para que el actuar pueda considerarse doloso es preciso que
hubiera querido el sujeto tanto la acción como el resultado.

Teoría de la representación. Es indiferente que el resultado haya sido directamente querido, lo


importante es que se haya podido presentar como posible y a pesar de ello el agente se haya
decidido a obrar.

- En la práctica, ambas teorías no tienen por qué excluirse mutuamente: dentro del
querer no se comprenden solo los resultados directamente queridos sino los que se
presentaron como probables y sin quererlos directamente los aceptó.

- Es irrelevante el dolo es un momento anterior (antecedens) o en un momento


posterior (subsequens).

El dolo en los delitos de comisión por omisión: TS:

- (1) está constituido por el conocimiento de las circunstancias que condicionan el surgimiento
del deber de actuar propio de la posición de garante que ocupa el omitente, (2) así como de
su capacidad de realizar la acción requerida para impedir el resultado lesivo para el bien
jurídico

- mientras que habrá que apreciarse la culpa, cuando el comitente por negligencia o no
emplear el cuidado debido, no tuvo conocimiento de la situación generadora del deber de
actuar o de su capacidad para realizar la acción jurídicamente debida, o cuando el obligado
no alcanza la meta por la forma descuidada en que ejecuta dicha acción.

Dolo directo de primer grado: cuando la realización de la conducta es el fin que el sujeto
pretendía alcanzar, se produce una completa correspondencia entre lo que quería y lo que
ha tenido lugar. El elemento volitivo se presenta de modo más intenso.

Dolo directo de segundo grado. Dolo indirecto o de consecuencias necesarias. La


intención o propósito que persigue el sujeto es la consecución de otro objetivo, pero sabe
que a tal acción encaminada a otro fin va unida NECESARIAMENTE Y CON SEGURIDAD
la realización de todos los elementos de un tipo delictivo, con sus circunstancias y resultado,
cuya producción también acepta. En todo caso hay un delito principal y otro que se presenta
como contingencia necesaria del primero. Se trata como un concurso real de delitos.
Dolo eventual .

1. Teoría del consentimiento o la aceptación. *** Afirma que debe apreciarse el dolo
eventual cuando el autor ha previsto la producción del resultado como posible y a pesar
de ello lo acepta. La voluntad del que consiente o acepta el resultado criminal
representado por la mente del sujeto solo como posible. Se quiere pues, la acción y el
resultado, aunque no coincida con el fin que se proponía el agente, ni tampoco esté
unido necesariamente a aquel.

2. Teoría de la probabilidad. Es suficiente que se le haya presentado la posibilidad y a


pesar de ello haya actuado. La diferencia entre el dolo directo y el eventual estribaría en
todas las posibilidades en el 1º frente a bastantes en el dolo eventual.

3. Teoría del sentimiento o indiferencia. Hay dolo eventual si el sujeto demuestra un


sentimiento o actitud subjetiva, o disposición de ánimo de no importarle, de indiferencia,
mientras que si ello no le es indiferente sino que si le preocupa o disgusta, ya no habrá
dolo eventual sino imprudencia consciente. Inadmisible, el sentimiento no puede sustituir
a una decisión de voluntad.

4. Teoría ecléctica. (roxin, jescheck). Se exige por una parte que el sujeto tome en serio
la posibilidad de producción de un delito y por otra que se conforme con la misma
aunque sea a disgusto.

Diferencias entre el dolo eventual y la culpa consciente: en la culpa consciente, el querer solo
cubre la acción pero no el resultado, pues aunque este se presente en la mente como posible o
probable, se tiene la esperanza o se confía en que no se producirá.

- Teoría del consentimiento o de la aceptación: su punto de partida es que en el dolo


concurren tanto el elemento intelectivo como el volitivo, mientras que este último es el que
falta en la culpa consciente y que sirve para diferenciar entre sí ambas categorías. En el
dolo acepta la posibilidad de que ocurra el tipo, mientras que en la culpa consciente el
sujeto rechaza o descarta mentalmente la causación de la lesión al bien jurídico.

- Teoría de la probabilidad o posibilidad. Si el sujeto, conocedor de la posibilidad de que el


resultado se produzca, actúa en la confianza de su no producción, nos hallaremos ante
culpa consciente, mientras que si se le presenta como probable y decide actuar habrá dolo
eventual.

- Teoría del sentimiento o indiferencia. La culpa consciente queda reservada a que se


muestre una actitud íntima de rechazo o de disgusto ante tal eventualidad.

Se ha admitido por el TS la posibilidad de un homicidio frustrado concurriendo dolo eventual.

Dolo de peligro y de lesión. Al dolo de lesión se contrapone el dolo de peligro, propio de


los delitos de peligro como son la salud pública o la seguridad del tráfico, esta clase de dolo
se da cuando el sujeto quiere o acepta la puesta en peligro de bienes jurídicos aunque no
quiera su lesión.

Dolo preordenado y episódico. Reflejo del mismo puede ser el delito continuado y el delito
masa art. 74: “el que en ejecución de un plan preconcebido (preordenado) o aprovechando
idéntica ocasión, (episódico) realiza una pluralidad de acciones u omisiones…”

Dolo genérico y específico. El dolo específico se utilizaba para el antiguo delito de


parricidio, donde no solo se exigía querer la muerte de la víctima sino que además fuera un
determinado familiar, por lo que también se ha llamado dolo añadido. Modernamente se
utiliza para hablar de los elementos subjetivos del injusto.

Otros tipos de dolo. De ímpetu o pasional, repentino, deliberado, premeditado. En el dolo


de ímpetu el sujeto actúa guiado por una pasión irreflexiva. Tal especie aparece en los
llamados delitos de sangre, motivados por la ira. Puede tener su reflejo en la pena, a través
del atenuante de arrebato u obcecación.

No hay pena sin dolo e imprudencia. Son delitos las acciones u omisiones dolosas o
imprudentes penadas por la ley.

Para el TS: el dolo de primer grado es patente que el autor quiere integrar absolutamente la
consecuencia de su actuación, en el dolo de consecuencias necesarias el resultado no es
directamente querido pero su producción es clara y conocida, en el dolo eventual el actor persigue
una acción, conoce el posible resultado lesivo de la misma, que no es directamente querido pero
en el fondo es indiferente, pues continúa con su antijurídico actuar. La intencionalidad por tanto
está en una proporción decreciente, pero la distinción entre dolos carece de consecuencias
penales, pues el OJ solo reconoce un dolo que abarca los tres expuestos, siendo idénticas sus
consecuencias punitivas. Por tanto para que le sea atribuible a título de dolo hay que preguntarse si
¿Tuvo conocimiento del peligro concreto que suponía y aun así actuó?

ELEMENTOS SUBJETIVOS DEL TIPO.

1. Los constituidos por una tendencia interna trascendente. Finalidad o motivo que va
más allá de la realización del hecho típico, entre los que se incluye el ánimo de lucro con el
que ha de tomarse la cosa ajena en el hurto. Da lugar a los delitos de resultado cortado o
mutilados en dos actos, los primeros son aquellos en que el acto es querido por el sujeto
para un ulterior propósito que cae fuera del tipo objetivo, así el hurto se hace con la
posibilidad de disfrutar económicamente lo hurtado.

2. Los constituidos por una tendencia interna intensificada. En los que la ley exige que el
agente confiera a la acción típica un determinado sentido subjetivo, así el ánimo lubrico para
que el reconocimiento médico de una mujer pueda originar el delito de agresiones sexuales.

3. El conocimiento de la falsedad. Como los delitos de falso testimonio o de acusación y


denuncia falsa.
TEMA 5: EL DELITO IMPRUDENTE.

La conducta humana que por inobservancia del deber de cuidado, produce un resultado dañoso
previsible en un bien jurídico protegido por la ley. Puede ser grave, menos grave y leve.

La diferenciación ha de hacerse por la relevancia del deber de previsión o deber saber omitido en
conjunción con el deber de cuidado o deber evitar. Cuando se aprecie la omisión de una diligencia
o previsión no cualificada, se estará ante la imprudencia leve, pero cuando el agente deja de
guardar la cautela y previsión necesaria que cualquier hombre medio observa y la acción se
efectúa con manifiesta inhibición del deber objetivo de cuidado, debe entrar en juego la
imprudencia grave.

En cuanto a la imprudencia profesional, hace referencia a personas que perteneciendo a una


actividad profesional deben tener unos conocimientos propios de esa actividad y su diferencia con
la imprudencia que podríamos llamar común es cuantitativa. Se distingue a la vez de la culpa del
profesional que no es más que una imprudencia común cometida por un profesional en el ejercicio
de su arte, profesión u oficio mientras que la culpa propiamente profesional consiste en la
impericia.

1. Una conducta humana consistente en un hacer o no hacer, que no sea dolosa o


maliciosa.

2. Que se infrinja un deber objetivo de cuidado y produzca una lesión o puesta en


peligro previsible en un bien jurídico de un tercero que represente un valor protegido
en la ley penal.

3. Relación de causalidad entre la acción u omisión voluntaria y el resultado dañoso. En


los delitos imprudentes de resultado lesivo debe mediar entre la acción imprudente y el
resultado lesivo una relación de causalidad o una conexión que permita imputar el resultado
que se ha producido al autor de la acción imprudente realizada. En los delitos de peligro
también ha de existir una relación de causalidad aunque este no llegue a materializarse en
un resultado lesivo.

- Cuidado objetivo: dos son los elementos: uno intelectual, según el cual es necesaria la
consideración de todas las consecuencias de la acción que conforme a un juicio razonable
eran de previsible producción y otro valorativo, según el cual solo es contraria al cuidado
aquella acción que queda por debajo de la medida adecuada socialmente.

- Cuidado subjetivo: la capacidad individual, el nivel de conocimientos, previsibilidad y


experiencia del sujeto.

La imprudencia en el CP: se ha optado por el sistema de numerus clausus establecido en el art. 12:
las acciones u omisiones imprudentes solo se castigarán cuando expresamente lo disponga
la ley. Delitos tipificados como imprudentes:

1) Homicidio 18) Incendios


2) Aborto 19) medicamentos caducados o deteriorados
3) Lesiones 20) Falsedad en documentos públicos
4) Lesiones al feto 21) Prevaricación judicial.
5) Manipulación genética 22) Abogado o procurados que perjudique los
6) Sustitución de niños intereses de su cliente.
7) Insolvencia 23) Funcionario que por imprudencia grave
8) Daños en +80.000€ privare de libertad o practicare o prolongare
9) Encubrimiento la misma
10) trabajadores prevención de riesgos laborales 24) Actividades de financiación de terrorismo
11) Daños +400€ AHCC 25) Colaboración información secreta o
12) RRNN y MMAA reservada
13) Flora silvestre 26) Autoridad o jefe militar que no adopte
14) Caza y pesca medidas para evitar la comisión de delitos
15) Energía y radiaciones de genocidio, lesa humanidad o contra las
16) Material nuclear personas y bienes protegidos.
17) Estragos

DELITOS DE OMISIÓN

Ejemplo:

Varias personas contemplan desde una playa que un bañista se ahoga, se producen tres
situaciones distintas:

a) El paralítico no omite la acción de salvamento, por lo que no tiene obligación alguna de


actuar, acción atípica,
b) El resto de personas responderán en su caso del delito de omisión de socorro del 195,
porque tenían el deber genérico de ayudar al hombre, pero no responderán del deber de
resultado, es decir, del delito de homicidio.
c) El socorrista responderá del delito de homicidio, atribución del resultado derivada del deber
específico de actuar, posición de garante.

1. Omisión pura o propia. Comportamiento pasivo al que el derecho sanciona con una pena,
es preciso que la norma penal ordene al omitente que obre y ejecute un determinado hecho,
en consecuencia podemos decir que estos delitos consisten en la inejecución voluntaria de
un acto que la ley penal impone a un sujeto.

1) La existencia de una situación típica generadora del deber de actuar. (deber genérico
a diferencia de la comisión por omisión que es específico)
2) La ausencia de una acción determinada exigida por la ley, o la inejecución de un
deber jurídico de obrar o ausencia de la acción esperada.
3) Capacidad para rechazar la acción esperada que evite el resultado.

Es atípico no solo cuando el obligado a actuar cumple con éxito la acción que se espera de él sino
también cuando se esfuerza seria aunque infructuosamente en lograr el objeto del mandato. Si el
obligado cree erróneamente realizar lo adecuado para cumplirlo, solo podría entrar en
consideración la culpa. Si la inejecución no es voluntaria, si proviene de causa ajena a la voluntad
del omitente, (paralítico y no puede moverse) no puede hablarse de delito de omisión.
Delito prototipo: art. 195, omisión del deber de socorro, el deber de actuar surge de la presencia de
una situación típica, constituida por la existencia de una persona desamparada, y en el peligro
manifiesto y grave, que exige una intervención, la no prestación de la misma posible y esperada,
determina el cumplimiento del tipo siempre que pueda prestar socorro sin riesgo propio o ajeno.

2. Omisión o impropia o de comisión por omisión. La producción de un resultado delictivo


de carácter positivo mediante una inactividad. Si se pone el acento en el resultado, se
identifican con los delitos de comisión, así, existe el delito de homicidio tanto cuando los
padres dan muerte a su hijo de escasos meses directamente, como cuando se limitan a no
darle alimentos provocando su fallecimiento, sin embargo se diferencian en la forma de
manifestación de la voluntad delictiva, es decir, en este caso se asemejan a la omisión. Aquí
se imputa al autor un resultado con relevancia penal y no una mera conducta inactiva. Lo
que diferencia a los mismos de los de omisión pura es que aquí se encuentra en una
situación de garantía.

Posición de garante: La teoría que ha gozado de mayor aceptación para su explicación es la de la


causalidad hipotética, es decir, si el autor se hubiera comportado debidamente, lo acaecido no
habría sucedido. Tras ello, Liszt indicó que el problema no era por la causalidad, sino que pasaba
al ámbito de la antijuricidad, al que en realidad debe pertenecer la cuestión de la imputación del
resultado, tanto en el delito de omisión como en el de acción. Tras ello Nagler formuló la tesis del
deber de garantía o posición de garante, pues lo relevante aquí era que ese preciso sujeto era el
garantizador de que aquel resultado no se produjera. Habrá de tenerse en cuenta que un simple
deber de actuar no puede atribuir el resultado a título de comisión omisiva.

¿En virtud de qué se atribuye a una persona la condición de garante? De la ley, del contrato y de
un actuar precedente. Dos grandes grupos:

1º: deber de protección de determinados bienes jurídicos.

a) Comunidades de riesgo. Participación voluntaria en una actividad peligrosa en que


intervienen varias personas tácitamente obligadas a socorrerse entre sí, como en una
expedición alpina, o el guía de una excursión en un grupo de inexpertos.
b) Libre asunción de deber de protección o auxilio. Por contrato o manifestación unilateral
de voluntad, socorrista, médico, enfermero.
c) Estrecha vinculación familiar. Protección que los padres deben a sus hijos recién nacidos
hasta que puedan valerse por sí mismos, dependencia de los padres ancianos respecto de
sus hijos adultos. La situación ha de ser de absoluta dependencia personal.

2º deberes de control de determinadas fuentes de peligro.

a) Peligroso actuar precedente. Quien ha perturbado el orden social a través de una


injerencia, debe cuidar que la situación de peligro por él creada no desemboque en la
producción de un resultado típico. Así el que quema rastrojos en una finca está obligado a
impedir que se extienda a la del vecino.
b) Operan en el ámbito del dominio. Quien pone en su esfera de dominio una fuente de
peligro como instalaciones, animales o máquinas, está obligado a que tal peligro no se
realice.
c) Obligación de responder de la conducta de otras personas. Quien tiene el deber de
vigilancia de ciertas personas está obligado a evitar que estas causen daños a bienes
jurídicos ajenos y en su consecuencia se hallan en el papel de garantes, como los padres y
tutores respecto de los daños causados por sus hijos menores y pupilos.

Artículo 11 CP: Los delitos que consistan en la producción de un resultado sólo se entenderán
cometidos por omisión cuando la no evitación del mismo, al infringir un especial deber jurídico del
autor, equivalga, según el sentido del texto de la ley, a su causación. A tal efecto se equiparará la
omisión a la acción:
a) Cuando exista una específica obligación legal o contractual de actuar.
b) Cuando el omitente haya creado una ocasión de riesgo para el bien jurídicamente protegido
mediante una acción u omisión precedente.

TEMA 6: ANTIJURICIDAD.

- Formal. Cuando una conducta es contraria o contradice una norma penal.


- Material. Como las normas penales establecen mandatos o prohibiciones para proteger
bienes jurídicos, en la medida en que la acción aparece como una lesión o puesta el peligro
de los bienes. Para algunos autores siempre se está ante la antijuricidad formal.

Los bienes jurídicos son el conjunto de bienes individuales que sumados constituyen la categoría
que es objeto de tutela en el derecho penal. Se entiende por ello todo lo que aparece como un
valor positivo y por ello goza de la protección del derecho.

Causas de justificación. Son aquellas que impiden que una determinada conducta pueda
subsumirse en un tipo penal a pesar de reunir los caracteres típicos descritos en la ley, por faltar en
ella la nota de antijuricidad. No solo eliminan la responsabilidad penal sino también la civil. Las
causas de exclusión de la antijuricidad se incluyen en nuestro CP como circunstancias eximentes.
PRODUCEN LA EXENCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CRIMINAL (ART. 20)

La doctrina dominante entiende que dependen de que en ellas exista ausencia de interés o
principio de interés preponderante. En las primeras el hecho queda justificado porque el titular de
bien jurídico afectado por el hecho renuncia a la protección jurídica en e caso concreto como ocurre
con el consentimiento, mientras que en la segura el hecho queda justificado porque la lesión de un
bien jurídico se produce para salvar otro bien de mayor valor. Otros principios también app como la
prevalencia del derecho, la proporcionalidad, necesidad, que no siempre son reconducibles a los
otros dos.

Legítima defensa (20.4): La necesaria para repeler una agresión injusta de bienes propios
o ajenos. Se atribuye un fundamento objetivo, el de evitar un quebranto en el orden jurídico.
Todos los bienes jurídicos pueden ser legítimamente defendibles, ya sea inherente a la
propia existencia del sujeto (vida, integridad) y cualquier interés que revista la forma de un
derecho (libertad, honor, propiedad, morada).
“El que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos siempre que concurran
los requisitos siguientes:

1. Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará como tal el


ataque a los mismos que constituya delito y que ponga en grave peligro de
deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de morada o sus
dependencias, la entrada indebida.

Sin su concurrencia ni siquiera puede hablarse de legítima defensa incompleta, y a ello ha añadido
la jurisprudencia la necesidad de la defensa. Debe entenderse todo ataque injusto, actual o
inminente.

 Por injusto cabe entender que no cabe la defensa necesaria frente al agresor que ejercita
un derecho o actúa conforme a derecho (policía) por el contrario, sí cabe contra ataques de
los inimputables.
 En cuanto a actual o inminente, la violencia posterior sería venganza.
 No basta cualquier ataque contrario a derecho, sino que ha de ser constitutivo de delito

2. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.


 La necesidad de defensa ha de ser contemporánea a la agresión, sin que sea preciso que
haya comenzado la lesión del bien jurídico, por tanto, mientras persiste y cesa cuando esta
termina o se ha consumado. Además implica que sin ella sea inevitable la agresión.
 La racionalidad del medio, lo que interesa es la comparación de los bienes jurídicos
atacados por agresor y defensor respecto a la intensidad de estos ataques. En cuanto al
término racional permite interpretación según las circunstancias del caso.

3. Falta de provocación suficiente por parte del defensor. (incitación al ataque).

Estado de necesidad. Un estado de peligro actual para intereses legítimos, que solo puede
evitarse mediante la lesión de intereses legítimos ajenos. Se basa en el predominio del
interés prevalente, pero cuando el conflicto se da entre intereses iguales, (dos vidas
humanas), como no existe razón que justifique el sacrificio de uno por el otro. No estaremos
en presencia de una causa de exclusión de la antijuricidad, sino de la culpabilidad, por no
poder exigirse una conducta distinta.

“Exento de responsabilidad criminal al que, para evitar un mal propio o ajeno lesione un
bien jurídico de otra persona o infrinja un deber siempre que concurran los requisitos
siguientes:
1º que el mal causado no sea mayor que el que se trata de evitar. Criterio puede ser
determinado por la pena señalada en el delito que protege el bien jurídico sacrificado y salvado, por
mal causado debe entenderse el hecho comprendido en una figura delictiva, el mal que se trata de
evitar ha de ser un peligro inminente no evitable por otro procedimiento menos perjudicial y no
ordenado legalmente, y grave. El mal que se trata de evitar puede ser tanto propio como ajeno.

2º que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionalmente por el sujeto.


3º que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse. (soldado en
combate)

Obrar en cumplimiento de un deber o en ejercicio legítimo de un derecho, oficio o


cargo.

Quien obra amparado por la ley no se comporta antijurídicamente. Cumplimiento de un deber=


actos legales, en ejecución de la ley y por ello legítimos. (Retención de los internos en prisión por
los funcionarios de IIPP). Otras veces no son debidos sino facultados, así la detención de un
particular de la persona que intenta cometer un delito o del delincuente in fraganti que estuviere en
rebeldía. Ahora bien, habrá de ajustarse a la norma jurídica que le sirve de base.

En cuanto a los derechos ha de tratarse de derechos reconocidos por la ley y su ejercicio ha de


acomodarse a prescripciones legales (CC dº de retención sobre cosa ajena).

Cargo alude a toda profesión que comporte el desempeño de funciones públicas. (dº de defensa en
juicio por abogado).

+ consentimiento del ofendido en relación a determinados delitos como la reproducción


asistida en la mujer, descubrimiento y revelación de secretos y propiedad industrial.

IMPUTABILIDAD, CULPABILIDAD Y CAUSAS QUE LAS EXCLUYEN

1. Culpabilidad.

1º concepto psicológico – concepción causal. Relación subjetiva o psicológica del autor con el
hecho antijurídico, partiendo del ppto de imputabilidad de dicho autor y definiendo dos formas= dolo
y culpa.

2º concepto normativo – neokantianos. Sobre la base del juicio del reproche en sustitución del
concepto psicológico. El dolo y la culpa siguen ubicándose en la culpabilidad por lo que debe
entenderse que se trata de un concepto mixto (normativo y psicológico). La estructura de la
culpabilidad, tomando en cuenta el modelo de Mezger = imputabilidad, dolo/culpa, ausencia de
causas de justificación.

3º concepto finalista. El dolo ya no es una forma de culpabilidad sino que pertenece al tipo y a la
antijuridicidad, es un elemento esencial del injusto típico. Se reduce el contenido de la culpabilidad
a la conciencia de la antijuricidad del hecho y de causas de exculpación.

4º concepto material. (muñoz conde) Lo importante es que la norma penal motiva con sus
mandatos y prohibiciones para que se abstenga de realizar uno de esos varios haceres posibles
que es precisamente el que la norma prohíbe con la amenaza de una pena. A partir de un
desarrollo mental, biológico y cultural del individuo se espera que este pueda motivarse por los
mandatos normativos. Es posible atribuir al individuo el hecho cometido y hacerle responsable del
mismo. Por ello la motivabilidad es la capacidad para reaccionar frente a las exigencias normativas,
facultad humana que, unida a otras permite la atribución de una acción a un sujeto y en
consecuencia la exigencia de responsabilidad por la acción por él cometida.

5º según Bacigalupo: el concepto más moderno se articula en la capacidad de comprender la


ilicitud y de comportarse de acuerdo con ella, la conciencia de la antijuricidad, la exigibilidad.
6º CP: no hay pena sin dolo o imprudencia. Se requiere que haya sido querido por su autor o
que previendo o habiendo debido prever su consecución no lo haya evitado, y la ausencia de este
componente subjetivo excluirá la punición de la conducta. No solo cuando no hay dolo o
imprudencia existe ausencia de culpabilidad, sino cuando el sujeto carece del grado mental
necesario, desconoce que el hecho está prohibido o no le era exigible otro comportamiento.

2. Imputabilidad.

- Capacidad para comprender lo injusto de un hecho. Falta cuando el sujeto se halle en


una situación mental en la que no pueda percatarse suficientemente de que el hecho que
realiza es injusto.
- Capacidad para dirigir la actuación conforme a dicho entendimiento. Falta cuando el
sujeto no puede autodeterminarse o autocontrolarse con arreglo a la comprensión del
carácter ilícito del hecho. Puede concurrir la primera y no la segunda, si no concurre la
primera no concurre la segunda.

Imputable: el entendimiento y la voluntad no están distorsionados ni sometidos a


deficiencias, alteraciones o enfermedades mentales.

Semiimputable: la persona sufre o ha sufrido en el momento de realizar la acción una


perturbación, deficiencia o enfermedad mental que, sin anular completamente su
inteligencia o voluntad, sí interfiere en las funciones psíquicas superiores.

Inimputable: la capacidad de conocer u obrar con arreglo a ese conocimiento está anulada,
la consecuencia es la exención de la responsabilidad criminal.

INSTRUMENTOS: clasificación internacional de enfermedades CIE 10, DSM-V manual diagnóstico


y estadístico de los trastornos mentales.

En los tres 1ºs números del art. 20 enumera las causas que la doctrina considera que excluyen la
imputabilidad, y según el art. 21, las causas que atenúan la responsabilidad criminal entre otras son
las causas de este artículo 20 cuando no concurrieren todos los requisitos necesarios para eximir
de responsabilidad.

1. Anomalía o alteración psíquica. (20.1) Exento de responsabilidad criminal el que al


tiempo de cometer la infracción penal, a causa de cualquier anomalía o alteración
psíquica, no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a dicha
comprensión. El trastorno mental transitorio no eximirá de pena cuando hubiese
provocado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiera previsto o
debido prever su comisión.

Sistema mixto biológico/psicológico. Plena perturbación de las facultades intelectivas o volitivas de


cierta permanencia e intensidad. Dos criterios:

- Criterio cualitativo. Capacidad de conocer o inteligencia y la capacidad de determinarse de


acuerdo a ese conocimiento o voluntad.
- Cuantitativo. Que sea completa y absoluta.
Además ha de ser de cierta intensidad y permanencia. Cuando falta el grado de intensidad
requerido pero se supera otro relevante puede apreciarse la eximente incompleta, cuando falta la
permanencia podrá darse la eximente de tmt en cuanto que ambas causas de exención exigen
idéntico efecto psicológico y la misma intensidad, no diferenciándose más que en su duración.

2. Trastorno mental transitorio. Perturbación mental pasajera producida por causas


inmediatas y exógenas. La diferencia con la enajenación mental está en su duración, que es
temporal en el trastorno transitorio y permanente en la enajenación. Viene condicionada a
que no haya sido provocado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiera
previsto o debido prever su comisión. Al igual que la enajenación y dependiendo del grado
de intensidad el tmt puede dar lugar a una eximente completa, incompleta o se puede hacer
valer a través del arrebato u obcecación.

3. Intoxicación plena. el que al tiempo de cometer la infracción penal se halle en estado


de intoxicación plena por el consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas,
estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos análogos
siempre que no haya sido buscado con el propósito de cometerlo o no se hubiese
previsto o debido prever su comisión o se halle bajo la influencia de un síndrome de
abstinencia a causa de su dependencia de tales sustancias, que le impida
comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión.

- Fortuita. Eximente.
- Voluntaria. Puede ser eximente si no ha sido buscada.
- Intencional. Total imputabilidad del sujeto.

4. El síndrome de abstinencia. El sujeto no pueda comprender la ilicitud del hecho o


actuar conforme a dicha comprensión. Si son intensas pero no determinan una
anulación completa de facultades intelectivas y volitivas, podrá apreciarse la
eximente incompleta del art. 21.1.

5. Alteraciones en la percepción. Por sufrir GRAVES alteraciones en la percepción


desde el nacimiento o la infancia tenga alterada gravemente la conciencia de la
realidad.

Presupuesto biológico (nacimiento o infancia) + psicológico (grave alteración de la conciencia y la


realidad). Sea incapaz de conocer el carácter ilícito de la conducta que realiza.

6. Menor edad. Exentos de responsabilidad criminal a los menores de 18 años cuando un


menor de dicha edad cometa un hecho delictivo podrá ser responsable con arreglo a lo que
dispone la ley en que se regule la responsabilidad penal del menor 5/2000. No importa si es
o no capaz de conocer lo lícito de su conducta u orientar su actividad a ese conocimiento.
No es relevante la edad mental sino la biológica. El cómputo ha de hacerse de momento a
momento. Se tiene en cuenta el momento de la comisión del delito.
7. Miedo insuperable. El que obre impulsado por miedo insuperable. Causa de
inimputabilidad, inexigibilidad de otra conducta distinta.

- Obre impulsado por miedo, actúe u omita un acto debido incitado por el miedo.
- Que sea insuperable en función de las condiciones del sujeto, edad, cultura, sorpresa…
- Temor invencible determinante de la anulación de la voluntad del sujeto.
- Inspirado en un hecho efectivo, real y acreditado.
- Anuncie un mal igual o mayor que el causado.
- No controlable o dominable.
- El miedo sea el único móvil de la acción.

TEMA 8: CIRCUNSTANCIAS ATENUANTES

1. Las expresadas en el Capítulo anterior, es decir, las eximentes, cuando no


concurrieren todos los requisitos necesarios para eximir de responsabilidad en sus
respectivos casos.
2. La de actuar el culpable a causa de su grave adicción a las sustancias mencionadas
en el nº2, del artículo anterior, bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos análogos. Afecta a la
imputabilidad o a una menor exigibilidad. Ha de entenderse el hábito de quienes se dejan
dominar por el uso de algunas drogas tóxicas. No es suficiente pues, la condición de
alcóholico o drogadicto si no influye en la comisión del hecho delictivo. Es preciso que sea
adicto a la sustancia de que se trate, no una simple intoxicación pasajera u ocasional, que
podría sin embargo encauzarse por la vía de la eximente. La conducta punible ha de ser
consecuencia de esa adicción. En cuanto a las sustancias, fórmula abierta. Consideración
de alcohol y otras.

3. La de obrar por causas o estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato,
obcecación u otro estado pasional de entidad semejante. Estados pasionales. Afecta
a la culpabilidad.

- Situación extraña que actúe como estímulo poderoso para obrar.


- Que se produzca una situación de arrebato u obcecación en el agente. Se suele definir
como una emoción súbita y de corta duración y la obcecación como ofuscación o alteración
mental y volitiva de cierta duración.
- Que el estado sea el ocasionante de esos acontecimientos.

4. La de haber procedido el culpable antes de conocer que el procedimiento judicial se


dirige contra él, a confesar la infracción a las autoridades. Por autoridades se
entienden los responsables del descubrimiento y la persecución de los delitos, jueces,
fiscales y policía. Ahora bien, la confesión ha de ser totalmente veraz, pus si se introducen
en ella datos falsos para confundir o fundamental en falsas eximentes y atenuantes, no será
aplicable.
Ha de tener conocimiento de que el procedimiento se dirige contra él:
- Que no exista todavía procedimiento judicial alguno abierto en relación con el delito.
- Que exista un procedimiento judicial en curso en relación con el delito cometido, pero no
dirigido cabalmente contra el culpable, ya se haya sobreseído o se dirija contra otras
personas.
- Que exista un procedimiento judicial en curso en relación con el delito cometido y dirigido
contra el culpable, pero desconozca tal circunstancia al tiempo de efectuar la confesión.

La expresión dirigido contra él, ha de interpretarse según el TS, como comprensiva no solo de
la incoación del sumario, sino también de las diligencias que los funcionarios de la policía
judicial instruyen cuando tienen noticias de la comisión de un hecho delictivo.

5. La de haber procedido el culpable a reparar el daño ocasionado a la víctima, o


disminuir los efectos en cualquier momento del procedimiento, con anterioridad a la
celebración del juicio oral. Quedan excluidos aquellos en los que exista un sujeto pasivo
indefinido o indeterminado, como por ejemplo en delitos contra la seguridad colectiva, los de
peligro abstracto y los de mera actividad, por ejemplo el delito de conducción bajo la
influencia de drogas tóxicas, estupefacientes y otras análogas. Ha de entenderse con
anterioridad a la efectiva celebración del plenario, siendo en principio posible la estimación
de las atenuantes para quien verifica la conducta reparadora una vez señalado, pero no
celebrado, y en los casos de suspensión. En la doctrina se sostiene además, en los delitos
de poca relevancia, una reparación total puede compensar totalmente la culpabilidad y
determinar no ya la atenuación de la pena sino la no punibilidad. Posibilidad de que en los
delitos leves se acuerde el sobreseimiento del procedimiento y el archivo de las diligencias
cuando lo solicite el MF. 963 Lecrim.

6. La dilación extraordinaria e indebida en la tramitación del procedimiento siempre que


no sea atribuible al propio inculpado y que no guarde proporción con la complejidad
de la causa. Se considera indebida cuando sea imputable al órgano jurisdiccional instructor
o decisor, como la estimación de recurso de casación por quebrantamiento de forma, el
extravío de la causa, el haber transcurrido un año y medio para notificar la apertura del
juicio oral o varios meses para dictar una providencia que acuerde que los asuntos queden
pendientes de resolver.

7. Cualquier otra circunstancia de análoga significación que las anteriores. Constituye


una cláusula general de individualización de la pena que permite proporcional mejor la pena
a la culpabilidad del autor, que requiere para su apreciación la existencia de un parecido o
una semejante significación. La fiebre láctea, senil, deliroide, celos, estado miserable.
Pobreza o indigencia, alteraciones en la identidad genérica con trastornos de la
personalidad referida a las relaciones sexuales, la personalidad con rasgos neuróticos, la
torpeza mental unida a cierta ingesta de alcohol, paro, ludopatía, escaso nivel sociocultural,
actitud de colaboración con la investigación.

Circunstancias atenuantes de la responsabilidad de las PJ:

Haber realizado con posterioridad a la comisión del delito y a través de sus representantes
legales, las siguientes actividades: (31 quáter)

1. Haber procedido antes de conocer que el procedimiento judicial se dirige contra ella,
a confesar la infracción a las autoridades.
2. Haber colaborado en la investigación del hecho aportando pruebas, en cualquier
momento del proceso, que fueran nuevas y decisivas para esclarecer las
responsabilidades penales dimanantes de los hechos.
3. Haber procedido en cualquier momento del procedimiento y con anterioridad al juicio
oral a reparar o disminuir el daño causado por el delito.
4. Haber establecido antes del comienzo del juicio oral, medidas eficaces para prevenir
y descubrir los delitos que en el futuro pudieran cometerse con los medios o bajo la
cobertura de la PJ.

Análisis de las eximentes incompletas: ¿La falta de cualquier requisito transforma la


eximente en eximente incompleta? No, es necesario que concurran los requisitos básicos o
estructurales de la eximente completa.

1. Anomalías y alteraciones psíquicas y tmt. Si la alteración no anula la capacidad, sino


solamente la disminuye parcialmente, estamos ante una eximente incompleta, se requiere
que tenga cierta importancia, no bastando un leve trastorno.
2. Intoxicación plena y síndrome de abstinencia.

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