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Las Instituciones del Estado III: el poder judicial

1. ¿Qué es el poder judicial?


La primera vía sería la que plantea el poder judicial como aquel que dirime lo
conflictos una vez que se aplican las leyes. Es, esencialmente, un poder arbitral. De
ese modo se puede decir que es una manera pacífica de resolver los conflictos.
La segunda acepción sería la que hace referencia al conjunto de los titulares del
poder judicial, es decir, las personas que lo encarnan: los jueces, magistrados o
tribunales.
La tercera vía es la relativa a la potestad jurisdiccional, que se concreta en la
aplicación de un ordenamiento jurídico de orden estatal y coercitivo. Tiene
capacidad para obligar la aplicación de determinadas leyes. Dicha aplicación del
ordenamiento jurídico que tiene cada estado nación, en el pasado, era mecánica y
realizada por parte de quienes conforman este poder. A partir de la evolución, en el
mundo anglosajón de la aprobación de la constitución norteamericana, se planeta
que los jueces o magistrados tiene también carácter creador e interpretador del
derecho. De ese modo sientan jurisprudencia y tienen un uso consuetudinario con el
que irán generando el corpus jurídico.

1.1. Evolución del poder judicial


Atendiendo a los principios liberalitas y la separación de poderes, este poder es
claramente neutral. A medida que estos ideales se van desarrollando, el poder
judicial se ha ido convirtiendo en un actor de primer orden en el ámbito de las
instituciones políticas de los estados nación. Asimismo, se produce a la inversa
también se produce una judicialización de la política, haciendo que los jueces o
juristas intervengan en la política. Todo ello hace que el principio de separación de
poderes no sea tan estricto y rígido.
Desde la perspectiva de la teoría liberal, el poder judicial ha sido visto como la
principal garantía de que se cumpla el estado de derecho, y siendo la principal
garantía de ello, el poder judicial es clave, ya que, por un lado, controla los posibles
excesos del poder ejecutivo, y por el otro lado, del legislativo. Este control será
imprescindible a finales del siglo XIX y principios del XX, en el parlamentarismo
moderno.

2. Organización del poder judicial


2.1. Tradición continental
En esta, el poder judicial se caracteriza por que los jueces accedan a sus cargos a
través de mecanismos de selección muy rigurosos y que generan una estructura
funcionarial.

2.2. Tradición anglosajona


En esta, los jueces tienen un amplio margen. Ya no se trata de utilizar la ley y
aplicarla de un modo casi automático como se hace en la tradición continental, sino
que se le otorga una función creadora e interpretadora de derecho a los jueces. De
ese modo pueden sentar jurisprudencia y aportar al acervo común a los usos
consuetudinarios. Por ejemplo, en Estados Unidos, gran parte del acervo judicial
tiene que ver con decisiones que emanan de la ciudadanía.

3. Principios de organización del poder judicial


3.1. Principio de independencia
Es un principio básico del estado de derecho. Es esencial para que el poder judicial
tenga capacidad de control sobre el resto de los poderes. Sus decisiones no deben
mediatizadas por nadie, y menos aun, por aquellos a quienes deben de controlar.
En el caso de España, la Constitución da herramientas para una gran injerencia del
poder judicial.

3.2. Principio de autogobierno


Este principio otorga la capacidad de organizarse y determinar el funcionamiento de
sus estructuras atendiendo al principio de división de trabajo. Esto garantiza aun
mas la independencia de este.
En España, este principio ha dado lugar a la materialización del Consejo General del
Poder Judicial.
Con carácter general, este principio surge a partir de la segunda guerra mundial y el
auge de los fascismos. Las grandes democracias occidentales determinaron que el
poder judicial necesitaba de una autoridad que emane de sí misma, y que esta
permita una mayor independencia que evite las injerencias directas por parte del
poder político.

3.3. Principio de unidad jurisdiccional


Este tiene que ver con el desarrollo de las ideas liberales. Este se concreta en el
hecho de que solamente existe un tipo de jueces y de tribunales, desapareciendo
así la capacidad que había de juzgar por estamentos, como se hacía en la Edad
Media. La existencia de este principio no implica la división de distintos tribunales en
base al principio de división de trabajo.
La base de este principio tiene una excepción contemplada en la CE, que es el
papel que está llamado a jugar la jurisdicción militar en el supuesto de que se
aprobase un estado de sitio o hubiese una declaración de guerra.

3.4. Principio de participación popular


Este, que está recogido en el acervo constitucional español, implica que los
ciudadanos debemos estar vinculados a la administración de justicia. De ese modo,
nuestro ordenamiento jurídico recoge el papel que deben jugar los juzgados de paz,
y el papel que desempeña la institución del jurado popular.
A efectos de orden más teórico, Montesquieu apuntó que una buena vía era el
azahar en la toma de decisiones por parte de los ciudadanos en el ámbito jurídico.

4. El proceso judicial
En la Constitución de recogen cuestiones que tienen que ver con principios
generales democráticos. En esta se establecen una base de preceptos:
 Derecho a conocer de qué se nos acusa.
 Derecho a procesos judiciales sin dilaciones indebidas, aunque si que es
evidente la existencia de un problema de financiación que general la lentitud
de este en muchos casos.
 Derecho a la defensa y asistencia del letrado. En este sentido cumple un
papel muy importante el letrado de turno de oficio, que garantiza a aquellos
que no están en condiciones apropiadas, un abogado que vele por sus
intereses.
 Derecho a no declarar contra uno mismo.
 Derecho a no confesarse culpable.
 Derecho a que no se apele al ámbito político.
 Derecho a la presunción de inocencia.
 Derecho a que la ciudadanía sea indemnizada por los hipotéticos daños que
pueda causar un error del sistema judicial.

4.1. Estructura del poder judicial


4.1.1. Juzgados de paz
Estos son la base de la estructura y se crean en los municipios en los que no
haya juzgados de primera instancia. Son nombrados por la sala del gobierno
del tribunal superior de justicia de cada comunidad autónoma por un periodo
de cuatro años. También tiene un importante papel en su determinación el
ayuntamiento de la zona, que lanza la candidatura del magistrado para que
este sea aceptado o no.
Estos cumplen con una función de arbitraje como pueda ser un tema de
lindes en el ámbito rural.

4.1.2. Juzgados de primera instancia e instrucción

4.1.3. Audiencias provinciales


Tienen sus sedes en las capitales de provincia y sigue siendo muy relevante
el ámbito provincial en estos.

4.1.4. Tribunales superiores de justicia


Son el vértice o culminación de un primer escalafón en relación con la
estructura del poder judicial en el ámbito autonómico. Estos resuelven los
asuntos propios.

4.1.5. Audiencia nacional


Esta nace en 1977 como heredera del Tribunal de Orden Público. Esta tiene
jurisdicción en toda España, y entiende a asuntos penales, contencioso-
administrativos, penales, etc. Además, es la encargada de conocer o
investigar los delitos cometidos contra el rey, la familia real u otros altos
organismos de la nación. Es también la encargada de dirimir o dictar
sentencia sobre los grandes delitos monetarios.
4.1.6. Tribunal supremo
Conoce de todas las cuestiones salvo las cuestiones vinculadas con las
garantías constitucionales

El sistema político español se ha ido insertando en la comunidad internacional en el


ámbito de la adjudicatura a través de diversos tratados. Nuestro sistema jurídico
está vinculado a ellos y debe de respetarlos, por lo que los jueces y magistrados
deben de acatar y cumplir las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea, cuyas principales competencias son: la interpretación coherente y el
cumplimiento de todas las leyes que emanan de este órgano, haciendo que se
cumpla el acervo comunitario por parte de los estados miembro.
Dentro de la estructura del poder judicial a nivel internacional, también destaca el
papel de la Corte Penal Internacional. A partir del 2002, esta (que está formado
por 18 jueces elegidos por mandatos de nueve años y se complementa con un
equipo de fiscales investigadores) conoce y dicta sentencia sobre aquellas personas
e instituciones que hayan cometidos crímenes de guerra y contra la humanidad en
cualquier parte del planeta.

4.2. El tribunal constitucional en España


Tras la Segunda Guerra Mundial, y todo lo acontecido con los fascismos, se planeta
la necesidad de crear un órgano específico que garantice el cumplimiento del acervo
constitucional. A partir de la segunda mitad del siglo XX, de manera generalizada,
se crean tribunales específicos cuya misión sea hacer cumplir las constituciones y la
defensa de los valores constitucionales.
En España, el antecedente inmediato de este es el que se crea en 1931 en torno a
la Constitución republicana, denominado como Tribunal de Garantías
Constitucionales. Ya en la constitución del 78, se decide crear un título completo a
este, planteando a este como el órgano que vela por el cumplimiento de dicha
constitución. La función principal de este es la de vigilar la constitucionalidad de las
leyes y las normas con rango de ley. Desde esta perspectiva, el Tribunal
Constitucional es un importante actor político, pero también tiene una limitación, y es
que no ejecuta las decisiones que este transmite. Este debe de trasladar al poder
ejecutivo la obligatoriedad de la aplicación de las decisiones que emanan de este.
No tiene mecanismos coercitivos como puedan tener el resto de órganos de la
justicia.
Este se compone de 12 magistrados nombrados por el rey. De estos 12 jueces, 4
son propuestos por el Congreso y han de alcanzar una mayoría de dos tercios, lo
que obliga, necesariamente, un acuerdo entre la fuerza política que esté ejerciendo
el poder y el principal partido en la oposición; otros 4 son propuestos el senado,
también con una mayoría de dos tercios; 2 quedan designados por el poder
ejecutivo; y 2, tan solo, lo son por parte del Consejo General del poder General, que
debe de logran una mayoría de tres quintos. Todos los 12 miembros han de reunir el
requisito de ser considerados como juristas de alta competencia y haber ejercido,
como mínimo, durante 15 años en.
La renovación se hace por terceras partes cada tres años, u se intenta que no esté
supeditado a las mayorías parlamentarias.
A la cabeza del Tribunal Constitucional se encuentra una de las altas magistraturas
del estado está el presidente del Tribunal Constitucional. Este, a efectos
protocolarios, es designado por el rey, pero es el propio tribunal quien plantea el
candidato. Este es elegido para un periodo de tres años, y solo puede ser elegido
una vez.
Entre las principales funciones que desempeña el TC, destaca el control de
constitucionalidad de las leyes, para lo que tiene un importante papel el recurso de
inconstitucionalidad, que tiene que ver con lo que es el control abstracto de la
Constitución Española. Este lo pueden presentar:
 El gobierno
 El defensor del pueblo
 50 diputado del congreso
 50 senadores
 Órganos colegiados ejecutivos de las Comunidades Autónomas
 Las asambleas de las Comunidades Autónomas

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