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Así como las bases y los ácidos, las sales también entran en la categoría de electrolitos, pero ¿por
qué estas sustancias con propiedades tan distintas tienen la capacidad de conducir la electricidad?
Antes de explicar esto, es necesario recordar que la corriente eléctrica implica el desplazamiento
de cargas eléctricas, en consiguiente los electrolitos producen cargas eléctricas que en disolución
pueden transladase libremente de una molécula a otra.
Por un lado, los compuestos iónicos como las sales tienen una estructura
muy ordenada que impide que los iones se muevan en estado sólido, por
lo que sólo pueden conducir electricidad una vez que se disuelven en agua.
Esto se debe a que las moléculas del agua generan la separación de las
iones de sal al entrar en disolución, permitiendo así el libre movimiento y
el transporte de la carga eléctrica.
Por otro lado, Arrhenius observó que los ácidos y las bases no contienen iones en su estado natural,
sino que los producen cuando se disuelven en agua. Además, aclaró que, al disolverse, los ácidos
ácidos forman iones de carga negativa y positiva, es decir, aniones y cationes. Cabe resaltar que,
entre los muchos tipos de cationes que producen, los iones de hidrógeno (H+) caracterizan a los
ácidos; ya que estos iones son átomos de hidrógeno que han perdido su electrón, por lo que sólo
contienen una carga positiva, la cual se localiza en su núcleo. Por esta razón, estos iones también
son conocidos como protones.
Antes de continuar es oportuno recordar que dentro de su teoría, Arrhenius definió a las bases
como aquellas sustancias que en disolución son capaces de liberar aniones de hidróxido (OH-),
así como cationes de diferentes tipos. Sin embargo, las bases débiles no suelen ionizarse del todo,
por lo que la corriente eléctrica que producen en disolución es muy frágil. Por ejemplo, en la
reacción de disosiación del amoníaco se producen iones hidróxidos pero la reacción no se desplaza
completamente a la derecha, tal como lo muestra su ecuación:
Por medio de su modelo de disociación de los ácidos y las bases, Arrhenius logró explicar además
cómo se forma el agua a partir de una reacción de neutralización, en la cual se generan iones de
hidrógeno como consecuencia de la disociación de los ácidos, que combinados con los aniones
de hidróxido producidos por la disociación de las bases conforman las moléculas de agua. Dicho
fenómeno se puede observar en la siguiente ecuación:
La misma reacción de neutralización ácido-base se produce con las sales, las cuales se generan
al combinar aniones y cationes en disolución acuosa. Por ejemplo, al mezclar ácido clorhídrico
(HCl) con hidróxido de sodio (NaOH), se produce agua (H2O) y una sal: cloruro de sodio (NaCl).
O de manera resumida:
Es importante mencionar que esta teoría no fue muy bien aceptada por la comunidad científica,
ya que Arrhenius estaba contemplando la carga eléctrica de los átomos, es decir, los electrones,
los cuales no habían sido descubiertos en el momento de publicar su trabajo. No fue hasta que se
incluyó el electrón en el modelo atómico, en 1897, cuando se aceptó la teoría de Arrhenius, por la
cual años más tarde recibió el Premio Nobel de Química, a pesar de los huecos que había en su
teoría, los cuales fueron explicados más tarde por Bronsted y Lowry.
Los electrólitos son sustancias que se encuentran en una infinidad de compuestos químicos y,
por lo tanto, en productos de uso cotidiano. Además, estas sustancias son vitales dentro de la
composición química de todos los seres vivos, ya que por medio de los electrolitos se regula la
hidratación de los organismos, el pH de la sangre y el funcionamiento de los nervios, los músculos
y el sistema respiratorio. Por lo tanto todos los seres vivos requieren un complejo balance de
electrólitos tanto a nivel intracelular y extracelular.