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Derecho Procesal Penal.

Es la rama del orden jurídico de un Estado, cuyas normas instituyen


y organizan los órganos públicos que cumplen la función judicial
penal del Estado y disciplinan los actos que integran el
procedimiento necesario para imponer y actuar una sanción (o una
medida de seguridad penal) regulando así el comportamiento de
quienes intervienen en él (Maier)
Proceso Penal.
Es una serie gradual, progresiva y concatenada de actos
disciplinados en abstracto por el derecho procesal y cumplidos por
órganos públicos y por particulares obligados o autorizados a
intervenir, mediante los cuales se procura investigar la verdad sobre
la acusación de un delito y actuar concretamente la ley sustantiva.
(Velez Mariconde).
La Constitución legitima el poder del Estado de aplicar penas a los
ciudadanos al autorizar al congreso de la Nación el dictado del
Código Penal. De esta manera se determina de manera abstracta que
conducta serán alcanzados con una sanción.
Por otra parte, el sistema constitucional fija como límite al ejercicio
concreto del poder punitivo quien y de qué manera se aplicaran las
penas.
¿Quién? Es el poder judicial, a través de los jueces, encargados en el
juzgamiento e imposición de pena, una vez destruido el estado de
inocencia, en función de la corroboración de los extremos
contenidos en la acusación llevada adelante por el acusador público
o particular.
¿Cómo? El art. 18 de la CN establece que para la imposición de una
pena por la comisión de un delito antes debe sustanciarse un juicio:
“nadie podrá ser penado sin juicio previo”. El proceso penal
funciona como un obstáculo a cualquier pretensión de aplicación de
pena de manera directa.
El sistema constitucional consagra un proceso penal provocado por
un acusador, con un juez del poder judicial, independiente,
imparcial, donde a través del cual se respete la defensa del acusado,
considerándose inviolable, a quien se reconoce en su dignidad
humana y a quien nunca se obligará a declarar en contra de si
mismo, quien además gozará de un estado de inocencia hasta que
una sentencia firme establezca lo contrario, en base a pruebas
legítimas que proporcionen una convicción suficiente sobre la
responsabilidad penal.
Ese juicio previo consagrado en el art. 18 de la CN y los tratados
internacionales es concebido como una garantía del ciudadano.
Entonces, en un Estado de derecho para poder juzgar a una persona
que ha cometido un delito, en donde se le puede quitar la libertad
por ej. Dicha actividad está regulada por un conjunto de principios, -
por ej. El derecho de defensa en juicio- estos principios tienen por
fin evitar que se cometan arbitrariedades por parte del Estado, como
muchas veces ha ocurrido a lo largo de los años.
Estos principios no solamente están reconocidos, sino además
garantizados. Muchas veces se usa indistintamente el nombre de
principios o garantías, pero no es lo mismo. En principio, como la
defensa en juicio, está garantizado solo cuando su incumplimiento
genera invalidez del acto que lo ha violado. Para garantizar el
cumplimiento de ese principio se establecen requisitos para los actos
procesales o se regulan secuencias entre actos. Estos requisitos
legales son las formas procesales. Cuando no se cumple una forma
la actividad procesal se vuelva invalida o defectuosa. Las formas son
la garantía de asegurar el cumplimiento de un principio determinado.
La función de las formas procesales está íntimamente relacionada
con la actividad procesal en cuanto a la búsqueda de la verdad.
En esta búsqueda de la verdad tenemos que ver, no solo, cómo eran
los mecanismos utilizados a través de la historia de los distintos
modelos, como por ej. El modelo inquisitivo, sino como se utilizaba
la idea de verdad, como motor de indagación o como límite al poder
penal del Estado.
Así con el devenir histórico la búsqueda de verdad no será el
objetivo principal, sin importar las formas en que obtenga, sino que
va a ir consagrándose la idea de dar sustento a los mecanismos
limitadores de indagación. Entonces nos vamos a encontrar que la
verdad dentro del proceso cumple una doble función, por una parte
es meta de la indagación, por lo tanto motor de persecución penal,
por otro, la búsqueda de la verdad no será un fin absoluto, y su
búsqueda estará rodeada de límites.
Dentro del proceso penal, donde se pretende verificar los extremos
de la imputación delictiva – extremo que se pretende decir verdad-
que una persona realizó un conducta típica, antijurídica, lesionando
a un tercero, etc.- estará rigurosamente rodeado de las garantías, de
los escudos protectores. El momento central de la verificación es el
juicio oral.
Todo este sistema de garantías, repercute en el régimen probatorio,
es decir, el conjunto de reglas procesales que regulan la forma como
se recolecta información dentro del proceso penal. Este conjunto de
reglas también forma parte del sistema de garantías.
Todas estas reglas de prueba, son un límite a la búsqueda de la
verdad, y como tal cumplen una función de garantía, es decir,
protegen al ciudadano del eventual abuso de poder en la recolección
de información.
Al proceso penal van a ingresar relatos, versiones, todo tipo de
información, que van a ir arrimando sujetos que tienen en la
memoria dichos datos, de manera fragmentaria, hasta que finalmente
uno de los sujetos que interviene en el proceso, el juez, asignará en
función de las atribuciones conferidas, valor de verdad. Es decir, el
juez construirá el relato final en función del conjunto de versiones
que ingresaron a través de la evidencia, y de esta manera alcanzar la
verdad. En este contexto, los sistemas procesales han establecido
reglas de prueba, para que ese acto de poder del juez de decir la
verdad, tenga el menor margen posible para la arbitrariedad y el
azar, es decir, tenga limites concretos. Las reglas de prueba
constituyen en su conjunto un límite en la adquisición de la
información, y por ello cumplen una función de garantía.
El primer nivel de limitación lo constituye la existencia misma de
los medios de prueba, es decir, la información ingresará al proceso
penal por las vías de acceso establecidas y no otras.
En un segundo nivel tenemos que cierto acto será necesario la
autorización expresa por parte de un juez, por ej. Los allanamientos,
como así también diligencias que deben ser revestidas de
formalidades, el secuestro de elementos debe ir acompañada con la
presencia de un testigo de actuación. Este segundo nivel demuestra
la desconfianza que existe en la búsqueda de información por lo
tanto las exigencias aludidas.
A medida que la búsqueda de información se acerque al imputado y
a sus lugares donde desarrolla su intimidad los límites se vuelvan
más estrictos.
Finalmente, tenemos los casos donde directamente la búsqueda de
información está prohibida, ya sea por el objeto, ciertas cuestiones
deben ser probadas por determinados instrumentos, el estado civil no
puede ser probado por testigos, o estarán prohibidos en razón de los
procedimientos, la torturas, los apremios, etc.
Estos tres niveles de límites en la obtención de la información
constituyen la tarea principal de la teoría de la prueba. En este área
se encuentra las grandes tensiones del proceso penal, que se
manifiesta en la jurisprudencia de la ilicitud de la prueba. Es decir,
habrá casos en que la actividad procesal debe ser anulada por la
violación de las formas legales y ello significa la perdida de
información que puede ser vital para el caso. En un Estado de
Derecho la búsqueda de la información tiene límites, y con
prudencia se ha preferido sacrificar la verdad antes que facilitar el
abuso de poder.

Dentro del proceso penal podemos mencionar dos grandes etapas.


Una es la investigación penal preparatoria que tiene por objeto
recolectar elementos suficientes que darán base a una acusación. Y
el juicio oral, que es la etapa principal que tiene por fin establecer si
puede acreditarse con certeza, fundada en prueba recibida, que el
acusado es penalmente responsable del delito que se le atribuye.

Objeto El proceso penal versará sobre la hipótesis de un hecho que


se presume, que aparece como criminoso, como delictual. Sobre ese
hecho recaerá una investigación penal preparatoria a cargo del
Ministerio público Fiscal. Se deberá comprobar si existe el hecho
delictuoso, individualizar a los autores, establecer circunstancias que
califiquen el hecho, lo agraven, atenúen o justifiquen, verificar edad,
educación, costumbres, antecedentes, estado y desarrollo de las
facultades mentales, las condiciones en que actuó, los motivos que
lo determinaron a delinquir, etc., como así también el daño causado.
La investigación procurará conocer los extremos subjetivo y
objetivos de la imputación delictiva.
Fines del Proceso.
Es a través de los órganos de la acusación demostrar ante los
tribunales de justicia, y en las condiciones de garantías
constitucionalmente preestablecidas, que un delito probadamente
se cometió, identificando los responsables para que se le aplique la
sanción correspondiente.
La responsabilidad de reconstruir conceptualmente un hecho del
pasado y así conocer lo sucedido, sobre el delito y sus partícipes,
estará a cargo de los acusadores.
Los grandes fines del proceso, es justamente el descubrimiento de
la verdad, y la aplicación de la ley sustantiva.
El proceso penal bajo el modelo acusatorio sirve por un lado para ser
un canal adecuado a fin de permitir la reconstrucción del delito
ocurrida en el pasado, apoyado siempre sobre elemento probatorios
legalmente obtenidos e incorporados al mismo, y que posibiliten
asentarlo sobre un criterio de verdad correspondencia. No es ni más
ni menos llevar a cabo el mandato constitucional esbozado en el
preámbulo de afianzar la justicia.
Este proceso penal está diseñado como un vallado de la contención
capaz de funcionar como freno del avance arbitrario del Estado. Para
en definitiva permitir el respeto de la dignidad de las personas, y de
los principios que consagran derechos protegidos por las garantías
constitucionales.
En esta búsqueda de la verdad dentro del proceso penal, nos
vamos a encontrar con la eterna tensión entre eficacia de la
persecución y el respeto de las garantías constitucionales. Van a
ver situaciones en el marco de la búsqueda de elementos útiles para
la investigación que nos permitan probar determinado extremo
delictivo, es decir corroborar o desechar la hipótesis que estamos
manejando, de actos que en sí mismo implican intromisiones a la
intimidad a la privacidad de las personas. En estos casos vamos a
ver la importancia conceptual de objeto y sujeto de pruebas.
Estos actos que se practican durante la investigación, se realizan en
contra de una persona imputado la cual goza del estado de inocencia,
porque todavía no hubo una sentencia, a través de un juicio previo
que lo haya declarado culpable.
Para que el Estado pueda avanzar, en buscada de pruebas, e incida
sobre el ámbito privado de las personas deben estar presente una
serie de requisitos esenciales: En primer lugar, debe existir un
caudal probatorio suficiente que nos haga presumir de manera
razonable que la persona objeto de una medida invasiva ha
participado en un delito. (presunción vinculante). Dos. Que el acto
invasivo se presente como inevitable para la obtención de datos
útiles para el esclarecimiento del hecho delictivo investigado. –
Necesariedad- Tres. Proporcionalidad de la medida. La medida debe
ser adecuada para alcanzar la finalidad perseguida y que la
injerencia nunca deber ser desproporcionada a la importancia del
hecho y la intensidad de las sospechas existentes. Siempre se
preferirá acudir a un procedimiento menos invasivo, si obtengo el
mismo resultado, se le sacará un poco de saliva en vez de practicarle
una extracción de sangre. Por último, Mínima Lesividad- en el
sentido de que la medida no traerá aparejada consigo un peligro
inminente de menoscabo en la salud o la integridad corporal para el
sujeto pasivo.

La teoría de la prueba y la verdad.


Enseña Ferragioli, “La verificación fáctica en el proceso penal, es el
resultado de la ilación entre hechos probados del pasado y hechos
probatorios del presente.
Prueba es el hecho probatorio experimentado en el presente del que
se infiere el delito u otro hecho del pasado.
Para que una hipótesis acusatoria, sustentada en prueba sea
aceptada, tiene que ver con que tiene mayor capacidad explicativa
que las poseídas para otras.
Esa hipótesis acusatoria debe ser confirmada por una pluralidad de
pruebas.
El contradictorio, método para alcanzar la verdad, es la garantía que
posibilita la refutación o contraprueba. La verificación de una
hipótesis solo puede ser confirmada. Una sola contraprueba o
refutación es suficiente para justificar el convencimiento contrario a
la hipótesis fiscal.
La garantía de la defensa consiste en la institucionalización del
poder de refutación de la acusación por parte del acusado.
Conforme a lo dicho, para que la hipótesis acusatoria sea aceptada
como verdadera no basta que se a compatible con varios datos
probatorios, sino que también hace falta que no se contradicha por
ninguna contraprueba.
La hipótesis acusatoria no solo debe ser confirmada por varias
pruebas, y no ser desmentida por ninguna contraprueba, sino que
también debe prevalecer sobre todas las posibles hipótesis en
conflicto con ella.
No se podrá condenar, por aplicación del principio in dubio pro
reo, cuando, junto a la hipótesis acusatoria permanezcan otras
hipótesis no refutadas con competencia con ella.
Por eso, mientras que la hipótesis acusatoria prevalece solo si está
confirmada, las contrahipótesis prevalecen con solo no haber sido
refutadas: no desmentidas. Es decir, aún sin justificar su aceptación
como verdaderas, es suficiente para justificar la no aceptación como
verdadera de la hipótesis acusadora.
Para que la contrahipótesis no tenga efectos, hace falta que resulte
totalmente implausible por incompatible con los elementos
probatorios recogidos.
El proceso se configura como una contienda de hipótesis en
competencia donde el juez tiene la tarea de dirimir.
El decir, se podrá condenar a una persona cuando la hipótesis
acusatoria, sustentada en una pluralidad de pruebas, de
confirmaciones, no haya sido contradicha por ninguna otra
contraprueba.
De esta manera se alcanza la verdad dentro del proceso. Que es una
verdad alcanzada mediante garantías o reglas de juego codificadas
que aseguran la posibilidad de confutar la hipótesis acusatoria, desde
la contestación inicial hasta el paso de la sentencia condenatoria,
mediante contrapruebas o contrahipótesis”.

Como se inicia el proceso penal?

Se inicia frente a la hipótesis de la comisión de un delito (noticia


criminis). Queda descartado el anoticiamiento a través de fuente
ilícita. Si el hecho en cuestión no encuadra en una figura penal debe
desestimarse, art. 270 del CPP. El fiscal se puede valer de cualquier
información, sobre la existencia de un delito, denuncia, -art. 261-;
comunicación policial, -art. 266-; noticia publicada en un periódico,
-art. 37, 38, 112, 268, etc.
Acción Promovible de oficio.
Por regla general el Estado está obligado a investigar todos los
delitos salvo aquello que sean de acción privada, “todos los delitos
serán perseguible de oficio por el Fiscal, excepto aquellos cuya
persecución corresponda exclusivamente a la victima. Es el
Ministerio Publico Fiscal quien tiene las funciones de promover la
acción penal pública contra los autores y participes –art. 112 del
CPPCH.
La función de promover la actuación de la justicia en defensa de la
legalidad, de los intereses de la sociedad, está consagrada en el art.
120 de la CN. Esta función se expresa en una actividad estatal que se
la conoce como requirente, acusatoria o de persecución penal. Esta
forma de iniciar el proceso esta enrolado en el sistema de
persecución penal pública que se desprende del art. 71 del CP., que
expresa que “deberán iniciarse de oficio todas las acciones penales”,
salvo las dependientes de instancia privada y las privadas. El Código
penal consagra el llamado principio de legalidad (obligatoriedad),
pues, no se puede evitar la persecución penal cuando se den los
supuestos de la comisión de un delito. Y debe hacerse de oficio, es
decir, sin esperar ningún tipo de excitación o pedio de parte.

Finalidad.
El art. 268 establece que el fiscal deberá: una vez iniciado el
procedimiento, realizar: todas las medidas probatorias pertinente y
útiles con el objeto de esclarecer el hecho, individualizar a los
partícipes, circunstancias que sirvan para la aplicación de la ley,
como así también para establecer la responsabilidad de los supuestos
autores. Además, establece la ley que se debe impedir que el hecho
produzca consecuencias ulteriores. También se procurarán medidas
de protección hacia las víctimas, facilitando su intervención dentro
del proceso, etc.
La Investigación Penal Preparatoria tiene por fin establecer si
existen fundamento suficiente para acusar a una persona que aparece
cometiendo un delito penal. Si el final del transcurrir de esta etapa
no hay elemento suficiente para acusar se deberá solicitar su
sobreseimiento. Evitar que el delito produzca consecuencias
ulteriores tiene que ver con que si el delito ha sido tentado evitar que
se consume. Se debe evitar la continuidad o la permanecia, por ej.
Quien sufre una privación de libertad recupere la misma. Que no
permanezcan las consecuencias del delito, ej. Que el dueño legítimo
que sufrió el desapoderamiento de la cosa la recobre, etc.

Apertura de Investigación.
El art. 274 del CPPCH, establece un estándar para formular cargos a
una persona, “elementos suficientes” de convicción. En materia de
derecho comparado, otros códigos como por ej. el de Córdoba habla
de “sospecha bastante”, para recibirle declaración indagatoria al
imputado, por su intervención en la comisión de un delito. El
requisito o presupuesto, es que haya un caudal probatorio suficiente
para desconfiar seriamente en relación a la existencia del hecho y su
participación en el mismo, el cual debe abarcar los elementos del
delito, tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad y punibilidad.
En la Apertura de Investigación, se le formulan cargos a una
persona, es decir es el acto por el cual se le informa detalladamente
el hecho que se le atribuye, el hecho constitutivo de delito por el
cual el estado lo investigará por el plazo legal de 6 meses en
principio. Además, el imputado, para ejercer de manera efectiva el
derecho de defensa debe ser informado sobre las pruebas que existen
en su contra. El juez le informara que puede declarar y que su
silencio no es una presunción en su contra, - derecho de abstenerse a
declarar-. Siempre todo el acto se desarrolla en presencia de su
abogado defensor, que puede ser uno de su confianza, o uno provisto
por el estado en caso que el imputado no cuente con recursos para
contratar uno particular. Además, en la audiencia se le informa cual
es la calificación legal que en principio queda encuadrada su
conducta.
Si el imputado manifestara su voluntad de declarar, puede hacerlo, y
expondrá libremente sobre el hecho según lo que estime conveniente
en orden a su descargo, invocando incluso algún tipo de
circunstancias excluyente de responsabilidad penal.

El un juicio de mérito muy provisional, incriminante y


estigmatizante, siempre sujeto al control jurisdiccional –el juez
controla la regularidad del proceso y asegura la defensa del
imputado- para evitar posibles arbitrariedades.
A partir de la apertura de investigación –audiencia- comienzan a
correr los plazos, de investigación y del proceso razonable.
El proceso penal dura por regla general el plazo razonable de tres
años contados desde la audiencia de apertura de investigación art.
146 del CPPCHubut.

El plazo que tiene el fiscal para investigar una vez que se formaliza
la investigación por medio de la audiencia de apertura de
investigación son 6 meses, con posibilidad de ser prorrogado por
otros 6 meses.
El Código considera Imputado, según el Art. 81 “Toda persona
señalada o indicada formalmente o de cualquier otra manera como
autor o partícipe de un delito, mediante el cualquier acto de
procedimiento o medida de coerción dispuesta por el juez, fiscal o
policía. Desde ese primer momento se hace valer las garantías
constitucionales.
El imputado no podrá ser inducido, engañado, violentado a declarar
ni producir pruebas contra su voluntad. Desde el primer momento
del señalamiento gozará del derecho de defensa en todas sus
manifestaciones.

La persona que considere que puede ser imputado en un proceso


penal puede presentarse de manera espontánea ante el juez pidiendo
ser escuchado y mantenerse en libertad, art. 214. Es decir, toda
persona que se creyera imputada tiene derecho a presentarse ante la
autoridad judicial, -el código habla del juez- no solo para solicitar el
mantenimiento de la libertad, sino también para ejercer todos los
derechos que le confiere el art. 82 del CPPCH.

Acusación fiscal.
Una vez cumplida la investigación y siempre que haya elementos de
convicción suficientes para sostener como probable la participación
punible del imputado en el hecho intimado se requerirá al juez que
eleve la causa a juicio oral.
Un presupuesto es haber dado al imputado la oportunidad de ser
oído, es decir que haya podido ejercer su derecho de defensa
material.
Los elementos de convicción, la evidencia recogida debe tener
aptitud lógica y valor convictico suficiente para fundar la acusación.
En otras palabras, debe existir merito probatorio suficiente para
acusar al imputado. El código exige que ese nivel de convicción
alcance el grado de probabilidad, respecto de la participación en el
hecho punible, en el hecho investigado. La probabilidad supone que
la prueba de cargo prevalece sobre la de descargo, por su aptitud y
valor convictivo. Cuando el mérito no alcanza ese estadio intelectual
de convicción el fiscal debe solicitar el sobreseimiento, siempre que
se trate de una duda insuperable.
La probable participación en el hecho punible debe guardar una
correlación esencial con la atribuida al imputado en la intimación
(congruencia). Si esto no ocurriera, no se podrá acusar hasta tanto no
se haga la imputación del modo que corresponda, para darle al
imputado la posibilidad de defenderse.
Supongamos que en el debate surgieran nuevos hechos o nuevas
circunstancias agravantes no enunciadas en la acusación (art. 322).
El fiscal puede ampliar la acusación, cuando advierta la
concurrencia de reiteración de conductas no configurativa de
concurso real, la continuación del delito atribuido, la permanencia
del delito cuando pueda constituir por ejemplo en una agravante, o
se advierta concretamente circunstancias agravantes objetivas o
subjetivas no contenidas en la acusación original. Esta ampliación
debe darse en el curso del debate antes de la discusión final.
Flagrancia. Se da cuando el autor o participe de un delito se
sorprendido en el momento de cometerlo o inmediatamente después.
Cuasi flagrancia: se da cuando el autor o participe de un delito es
perseguido por la fuerza pública, por la víctima o el clamor público.
Flagrancia presunta: se verifica cuando el autor o participe de un
delito tiene objeto o presenta rastros que permiten presumir que
acaba de intervenir en un delito.

Personal policial según el art. 120 inc. 3, tiene facultades para


aprehender a una persona en flagrancia, esto es que este cometiendo
un delito o inmediatamente después de cometerlo.
El art. 217 del CPPChubut establece que “en los delitos de acción
pública, la policía debe aprehender a quien sorprenda en flagrancia,
o a quien lo persiga o indique el clamor público y la víctima, como
autor de un hecho punible o participe de él, inmediatamente después
del hecho, con el fin de evitar la consumación del hecho punible o
que él produzca consecuencias ulteriores, de evitar la fuga del
imputado o para conservar elementos de prueba”.
El art. 71 del Código Penal establece que deberán iniciarse de oficio
todas las acciones penales con excepción de las que dependieran de
instancia privadas (ej. Delitos sexuales), y las acciones privadas.
De oficio quiere decir sin necesidad de pedido de actuación de
nadie.
La instancia significa que para poder iniciar una causa significa que
debe existir por parte de la víctima una manifestación clara e
inequívoca mediante la cual se pone en conocimiento la existencia
del hecho delictivo para que se investigue. Generalmente se concreta
a través de una denuncia.

El código procesal de Chubut adopto el modelo o sistema


acusatorio, donde, el juez es el tercero imparcial y ajeno que decide
el conflicto frente a un fiscal que ha investigado preliminarmente y
luego formulada acusación, y ante un defensor que ha procurador
resistir, rebatir la pretensión fiscal.

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