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UNIVERSIDAD NACIONAL

“PEDRO RUÍZ GALLO”


FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS
ÁREA DE BOTÁNICA

TEMA:
ECOLOGÌA DE LOS HONGOS COPROFILOS
CURSO:
Hongos macroscópicos

PROFESOR:
Escurra Puicón Josefa

ALUMNA:
Díaz Santos Vivian Paola

CICLO:
IX

AÑO:
2022
ECOLOGÌA DE LOS HONGOS COPROFILOS

Los hongos crecen sobre las heces de los animales, encontrándose numerosas especies

en las mismas. Estos hongos son denominados coprofílicos, sobre ellos se ha

investigado poco en el país y en el estado Zulia no existen estudios concluyentes al

respecto.

Los hongos mitospóricos son uno de los menos numerosos encontrados sobre el

sustrato.

Los mitospóricos coprofílicos son aquellos hongos que poseen reproducción asexual

únicamente y micelio septado. Aunque un número de mitospóricos han sido reportados

sobre heces, muchos de ellos reconocidos como saprófitos oportunistas del suelo o en

restos de vegetación y materia animal.

Los hongos coprofílicos pueden sobrevivir por el pasaje a través del canal alimenticio

del animal, por lo que, ciertos hongos mitospóricos son encontrados frecuentemente en

densas cantidades sobre heces y juegan un papel regular en la descomposición de las

mismas y pudieran ser reportados como tales. Los hongos mitospóricos no son un grupo

fácil para identificar. De acuerdo a Bell en la clasificación de estos hongos aún es usada

la metodología de Saccardo basado sobre la morfología de sus conidios. Varias

modificaciones a este sistema de clasificación han sido sugeridas por Mason y

Wakefield & Bisby. Hughes sugirió una modificación natural a esta clasificación basado

en la producción de conidios, esta idea fue desarrollada posteriormente por Bell y

Subramanian.
A pesar de estos estudios el sistema de Saccardo es el más usado y completo hasta hoy

en día. Para comenzar a solventar algunos de los problemas de clasificación de estos

hongos, la Conferencia Internacional de Canadá en 1969, contrató varios micólogos

taxónomos y el resultado fue un simposio dado por Kendrick en 1971 [20]. De forma

gradual el sistema de Saccardo ha sido desplazado por nuevos esquemas de clasificación

En otras latitudes, como en Argentina, Brasil, Chile, Francia, Inglaterra, México y

U.S.A., ha sido estudiada la importancia y clasificación de los hongos mitospóricos. Así

se tiene que en 1973, Dennis publicó un texto sobre hongos en Venezuela, incluyendo

algunos reportes de hongos coprofílicos, en 1983, Bell realizó un trabajo sobre hongos

coprofílicos en Nueva Zelandia y en 1997 Delgado y Piñeiro, presentaron un estudio

sobre hongos coprofílicos.

Los hongos coprófilos liberan sus esporas a la vegetación circundante, que luego es

devorada por los herbívoros. Las esporas permanecen en el animal a medida que las

plantas se

digieren, pasan

por los intestinos del

animal y

finalmente se
defecan. Los cuerpos fructíferos de los hongos luego crecen a partir de las heces de los

animales. [2] Es esencial que las esporas de la especie alcancen luego material vegetal

nuevo; las esporas que quedan en las heces no producirán nada. Como tal, algunas

especies han desarrollado medios para descargar esporas a gran distancia. Un ejemplo

de esto es el género Pilobolus. Los cuerpos fructíferos de Pilobolus se romperán

repentinamente, enviando el contenido a más de 2 metros de distancia.

Las heces de los animales proporcionan un entorno rico en material nitrogenado, así

como en diversas enzimas del sistema digestivo del animal. Las mismas esporas

sobreviven a la digestión al tener paredes particularmente gruesas, lo que les permite

germinar en el estiércol con una competencia mínima de otros organismos. Esta pared

gruesa a menudo se rompe durante la digestión, preparando la espora para la

germinación. Las esporas son tan resistentes que las muestras de estiércol seco se

pueden rehidratar más tarde, lo que permite que el hongo fructifique semanas después.

La presión recolectora que sufren determinadas especies de hongos, así como las malas

prácticas derivadas de una incontrolada intervención humana en los ecosistemas, junto

con los cambios climáticos y los efectos negativos de la contaminación actual, están

afectando a la desaparición de especies de hongos y a la alteración de las comunidades

fúngicas. La creación de las listas rojas está siendo una de las principales herramientas

utilizadas para advertir sobre la necesidad de que gestores medioambientales y políticos

tomen cartas en el asunto. Y es que la importancia de los hongos en los ecosistemas

forestales de nuestro medio natural es enorme, hasta el punto de que está íntimamente

ligada a la supervivencia de las masas vegetales, con todo lo que esto implica. Los

hongos desempeñan un papel esencial para el funcionamiento de los ecosistemas,

principalmente debido a sus características tróficas.

Saprófitos.
Estos hongos se nutren de sustancias producidas por la descomposición de la materia

orgánica muerta (tanto vegetal como animal), por lo que, junto con las bacterias, están

involucrados en el reciclaje de nuestros montes. Para ello, utilizan enzimas capaces de

degradar las fuentes de carbono complejas como la celulosa, la lignina o el almidón y

transformarlas en moléculas sencillas y nutritivas como azúcares y aminoácidos.

Mientras algunos hongos aprovechan indistintamente materia orgánica de origen

diverso, otros prefieren sustratos más específicos. Así encontramos, entre otros:

Hongos lignícolas que se desarrollan sobre madera muerta, como Fomes fomentarius

(L.) Fr. y Agrocybe aegerita (V. Brig.) Singer.

Hongos pratícolas que viven en los prados, como Volvariella speciosa (Fr.) Singer o

Macrolepiota sp.

Hongos humícolas que se desarrollan en el humus o mantillo, como los champiñones

(Agaricus sp.), Coprinus lagopus Fr. (Fr.) y Entoloma lividum Quél.


Hongos estrobilícolas que crecen sobre las piñas y otros frutos, como Mycena seynii

Quél. y Baeospora myosura (Fr.) Singer.

Hongos coprófilos que viven sobre excrementos de animales, como Panaeolus

semiovatus (Sowerby) S. Lundell & Nannf. O.

Hongos que se desarrollan sobre huesos de animales como Onygena equina (Willd.)

Pers.

La descomposición es un proceso largo y sin la actividad de los hongos saprofitos, la

biomasa se acumularía y colapsaría el funcionamiento de los ecosistemas. Algunos de

estos hongos son además los más comercializados en todo el mundo, como es el caso

del champiñón de París (Agaricus bisporus (J.E. Lange) Imbach), la seta de paca

(Pleurotus ostreatus (Jacq.) P. Kumm), la seta de cardo (Pleurotus eryngii (DC.) Gillet)

o el shii-take (Lentinula edodes (Berk.) Pegler).

Parásitos.
Estos hongos se caracterizan por vivir en diferentes huéspedes, a los que provocan

daños más o menos graves o incluso la muerte. Si provocan una enfermedad en el

hospedante se habla de patógenos. Algunos necesitan vivir de células vivas (biotróficos)

y otros son capaces de seguir degradando la materia orgánica de forma saprobia cuando

el hospedante ha muerto (hongos necrófitos). El parasitismo responde a la existencia de

un control biológico natural. Estos hongos juegan un importante papel en los

ecosistemas, actuando como factores equilibradores de los mismos y afectando a la

competencia entre especies vegetales. Favorecen la diversidad, provocando cambios en

el tamaño y distribución de las especies vegetales. Sin embargo, en bosques

monoespecíficos estos hongos pueden causar graves daños en las masas forestales. Un

ejemplo de este tipo de hongos, que afecta tanto a coníferas como a frondosas, es

Armillaria mellea (Vahl.) P. Kumm, hongo comestible cuando el carpóforo se encuentra

en sus primeros estadios de desarrollo.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Juspian, Y. (2020). DIVERSIDAD Y ECOLOGÍA DE LOS MACROHONGOS

(Basidiomycota y Ascomycota) EN EL BOSQUE SUBANDINO DEL JARDÍN

BOTÁNICO DE POPAYÁN DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DE

POPAYÁN, SEDE LOS ROBLES, TIMBÍO – CAUCA. Disponible en:

http://unividafup.edu.co/repositorio/files/original/378a34952a390d52d974be52b6e1da3

f.pdf
Martinez, A. (1999). Estudio ecológico de los hongos del suelo de un bosque de Pinus

Taeda. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires.

Disponible en: http://digital.bl.fcen.uba.ar/Download/Tesis/Tesis_3161_Martinez.pdf

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