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El inicio de la terapia conductual se situaba en los experimentos del filósofo ruso Iván Pavlov (1927),
aunque lo anteceden en América los estudios de Thornidike acerca del aprendizaje por “causa y efecto” en
1913, pero no fue hasta 1924 cuando el psicólogo John B. Watson, realizara contribuciones sobre el
aprendizaje en los niños. Fue en la década de los 50’s cuando Federic Skinner realizó valiosas aportaciones
de investigaciones individuales sobre programas de reforzamiento (1950-1954).
¿Qué es ABA?
La terapia basada en el análisis conductual aplicado (ABA) es la ciencia de la comprensión y de la mejoría
del comportamiento, que hace uso de técnicas conductuales y principios conductuales para lograr un cambio
significativo y positivo en el comportamiento. Es la aplicación sistemática de los principios y técnicas del
aprendizaje en la modificación de la conducta humana. El objetivo principal de esta tecnología de ABA, es
enseñar nuevas habilidades, promover la generalización de ellas y reducir comportamientos no deseados
mediante un refuerzo sistemático. Cuando un comportamiento va seguido por algún tipo de recompensa, es
más probable que se repita, por esto el principio más importante de la terapia del comportamiento es el
refuerzo positivo. Por último, otro de los objetivos más importantes de esta terapia es hacer el aprendizaje
de una manera agradable para el niño a través del apoyo e interacción positiva.
Una evaluación funcional es un enfoque para averiguar por qué su hijo actúa de cierta manera. Utiliza varias
técnicas para entender qué causa conductas inapropiadas, incluyendo factores no académicos que podrían
estar contribuyendo a las frustraciones de su hijo al intentar aprender. Conocer qué causa una conducta
inapropiada puede ayudarlo a usted y a la escuela a encontrar maneras de modificar la conducta de su hijo.
La idea básica que fundamenta este enfoque es que la conducta tiene un objetivo. Ya sea que esté consciente
o no, su hijo actúa de cierta manera para obtener un resultado u objetivo deseado.
Por ejemplo, tal vez a su hijo le cuesta trabajo mostrar los problemas de matemáticas en los que estuvo
trabajando. En la clase de matemáticas se enoja, arruga el papel de ejercicios y molesta al resto de la clase.
El maestro lo envía a la oficina del director. La conducta no es apropiada, pero cumplió su objetivo. En este
caso, su hijo logró evitar hacer el trabajo que lo estaba frustrando. Puede que no supiera que su objetivo era
ése, pero encontró una manera de lidiar con lo que le estaba causando estrés.
Una parte clave de la evaluación funcional es averiguar qué es lo que desencadena ciertas conductas de su
hijo en el hogar, la escuela y con sus amigos. Algunas veces los padres y los maestros asumen que saben lo
que está causando la conducta de su hijo porque han visto a otros niños hacer cosas similares. Sin embargo,
es importante recordar que las causas de una misma conducta pueden variar según el niño.
Durante una evaluación funcional, el equipo obtiene información y la utiliza para crear un plan que ayude
a su hijo a comportarse de manera más apropiada. Estos son los pasos que el equipo toma.
Usar palabras poco precisas para describir la conducta de su hijo puede dificultar la obtención de
información específica. Por ejemplo, decir que su hijo “perturba” no proporciona suficiente información y
puede significar diferentes cosas para diferentes personas.
En cambio, es importante describir la conducta de una manera objetiva y específica. Por ejemplo, usted o
un maestro podrían decir que su hijo, “rompe y arroja los papeles de ejercicios de matemáticas en los que
estaba trabajando y que es muy polémico cuando se le pide que muestre su trabajo en la clase”.
Este incluye varios pasos incluidos en uno solo. Los miembros del equipo trabajan para reunir la
información de los reportes de su hijo, las entrevistas y los cuestionarios. Su objetivo es responder a
preguntas como las siguientes:
Una tabla ABC es una herramienta que con frecuencia es utilizada en este paso. A indica la palabra
Antecedente (lo que pasa antes), B indica la palabra en inglés ‘behavior’ o conducta (la acción o la reacción)
y C indica la palabra consecuencia (lo que pasa después).
Una hipótesis es la mejor suposición basada en la información que usted tiene. ¿Qué es lo que consigue
rompiendo el papel con los ejercicios de matemáticas y perturbando a la clase? Es parte del trabajo del
equipo averiguar de qué se está escapando su hijo, qué está evitando o qué está obteniendo con su conducta.
1. Entender la conducta
2. Aprender los principios claves y básicos de la conducta
3. Aplicar los principios básicos de la conducta
4. Llevar a cabo la evaluación funcional de la conducta
5. Identificar y definir conductas problemáticas y las conductas de reemplazo
6. Recoger datos (entrevista y observación)
7. Identificar la función de la conducta (Antecedent – Behavior - Consequence / Antecedente –
Conducta – Consecuencia). Realizar la matriz de evaluación funcional.
8. Diseñar intervención basada en la función (habilidades = Método 1 o 1 y 2, antecedentes = Método
2 o 1 y 2, o consecuencias = Método 3)
9. Asegurarse de la fidelidad de la
intervención
10. Implementar la intervención
11. Evaluar la intervención
A-B-C de la conducta
Tipos de Reforzadores
Decremento de la conducta:
- Corrección verbal
- Corrección física
- Interrupción de respuesta
- Extinción
- Tiempo fuera
- Restricción física
- Saciedad o sobre corrección
- Reforzamiento de conductas incompatibles
- Desensibilización
- Costo de respuesta
- Castigo
Aumento de la conducta:
- Modelamiento o imitación
- Moldeamiento
- Contrato de contingencias
- Economía de fichas