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Los niños, niñas y adolescentes son víctimas de violencia dentro de sus familias,
instituciones y la sociedad en general cuando no se les reconoce como sujetos de derechos
que necesitan ser protegidos y atendidos; sino que son cosificados para cubrir necesidades
de las personas adultas. Se suma a ello, el inadecuado ejercicio de la paternidad y
maternidad que puede ir acompañado de embarazos no deseados, disfunción familiar,
abandono, pobreza, violencia dentro de la pareja, presencia de adicciones, entre otros.
JAIRO: Correcto Tatiana, el 65.6% fue víctima de violencia física. Esto evidencia una
cifra sumamente alta, que nos indica que la violencia es una condición muy frecuente y
extendida más que en cualquier otro grupo vulnerable.
Así también, el 73,8% de niñas y niños de 9 a 11 años de edad, alguna vez en su vida
fueron víctimas de violencia psicológica o física por parte de las personas con las que vive.
El 58% sufrió violencia física que consiste en golpes con objetos (correa, soga, palo),
jalones de cabello u orejas, cachetadas o nalgadas, pateados, mordidos o puñetazos.
TATIANA: Jairo es muy lamentable escuchar todas estas cifras, pero puesto a que estas
entrevistas fueron aplicadas hace algunos años, ¿nos gustaría saber cómo está actualmente
este grupo vulnerable?
JAIRO: Bueno Tatiana en consecuencia al tema por COVID 19 Los Niños y Adolescentes,
según la UNICEF en información actualizada al mes de enero del presente año, La
pandemia ha elevado el grado de vulnerabilidad de ellos en varios factores de riesgo, uno
de ellos es su salud mental su bienestar psicosocial, ya cumplimos un año en
confinamiento donde según estudios 1 de cada 7 niños se encuentran posiblemente
atrapados en las manos de un agresor.
Recientemente la UNICEF realizo una encuesta a jóvenes entre 13 y 29 años que arrojo
resultados preocupantes, ya que el 27% de dicha población ha presentado Ansiedad y un
15 % Depresión las respuestas más comunes fueron:
1. No encuentro el mismo interés en las actividades que realizaba anterior a la
pandemia.
2. Observo con un alto grado de negatividad el futuro
3. Sintieron la necesidad de pedir ayuda, sin embargo, por falta de recursos no era
posible.
Según la OMS la tasa de desnutrición aguda en Colombia aumento de 16 al 22 % , donde
se debe realizar un plan de acción efectivo para los niños que sufren un diagnóstico de
desnutrición, infecciones respiratorias o enfermedades en la piel, esto en su mayoría por
falta de recursos económicos y desempleo, lo cual retrasa el desarrollo cognitivo de los
menores.
Una de las poblaciones más afectadas es la Guajira y la Costa Caribe.
El desempleo y los niveles actuales de pobreza no pueden quedar atrás, debido a que es
uno de los factores de riesgo que aumenta la vulnerabilidad en los niños y adolescentes de
Colombia, según una reciente publicación de el Diario La República en el año (2020) y las
cifras reveladas por el DANE el desempleo al mes de junio aumento sobre un 20 % y con
ello se estima que aproximadamente 6 millones más de personas ingresaran a una
condición de pobreza, para un total aproximado de 23 millones.
TATIANA: Claro jairo aquí Podemos ver la relación de estas tasas con lo vulnerable que se
vuelven nuestros niños y adolescentes al estar expuestos a una falta de recursos
económicos y alimenticios, entrar en situaciones precarias de salud tanto física como
mental y una alteración en la estabilidad familiar de quienes los acompañan.
JAIRO: Estoy totalmente de acuerdo contigo, y adicional a esto el ICBF en el año (2018)
revela que cerca de 976 niños, niñas y adolescentes son habitantes de calle en su mayoría
adolescentes entre los 12 y los 17 años, 277 casos de niños entre 6 y 11 años, y 21
menores de 5 años.
TATIANA: ¿Jairo y cuáles son las ciudades con más niños y adolescentes habitantes de
Calle?
JAIRO: Las ciudades donde más vemos esta problemática son: Bogotá, Bolívar, La Guajira,
Antioquia, Risaralda, Nariño, Valle del Cauca, Caldas, Cesar, Norte de Santander, Atlántico
y Boyacá.
En conclusión, es necesario que el DANE realice un Censo más detallado para así generar
una Política Publica acorde.
TATIANA: Muy triste toda esta información jairo, quisiéramos saber si respecto a todo
esto existe algún programa o grupo que mitigue esta situación.
JAIRO: Claro que si Tatiana, La historia ha demostrado que UNICEF, junto con sus
aliados, cuenta con la experiencia y la capacidad para mejorar las vidas de millones de
niños y sus familias. Estuvimos presentes durante la crisis de los refugiados posterior a la
Segunda Guerra Mundial, y desde entonces hemos respondido a todos los desastres
naturales, los conflictos armados, las hambrunas y las enfermedades.
Y hoy estamos presentes en 192 países y territorios, colaborando con las comunidades, los
gobiernos y nuestros aliados para frenar la propagación de la COVID-19 y minimizar las
consecuencias sociales y económicas sobre los niños y sus familias.
Estamos:
Colaborando con los gobiernos, las autoridades y los aliados mundiales en la esfera de la
salud para que los suministros y los equipos de protección vitales lleguen a las
comunidades más vulnerables.
Dando prioridad a la distribución de medicamentos, suplementos nutricionales y vacunas
que salvan vidas, y trabajando estrechamente con los gobiernos y la cadena de logística
para mitigar el impacto de las restricciones a los viajes en la entrega de estos suministros,
apoyando entre otras cosas la iniciativa COVAX en preparación para una vacuna contra la
COVID-19.
Trabajando con los aliados para llevar, con carácter urgente, instalaciones de agua,
saneamiento e higiene a las comunidades más vulnerables.
Velando por la continuidad en la prestación de los servicios básicos de salud y nutrición –
incluida la vacunación sistemática–, y dando prioridad a los niños más vulnerables.
Divulgando mensajes y recomendaciones vitales de salud pública para frenar la transmisión
del virus y minimizar las tasas de mortalidad.
Respaldando a los gobiernos para que den prioridad a las escuelas en sus planes de
reapertura, y para que tomen todas las medidas que permitan hacerlo de manera segura.
Ofreciendo asesoramiento y ayuda a los padres, los cuidadores y los educadores para
promover el aprendizaje en el hogar y a distancia, y buscando con los aliados soluciones
educativas innovadoras.
Colaborando con los aliados para reducir la brecha digital y llevar la conectividad a Internet
a 3.500 millones de niños y jóvenes para el año 2030.
Brindando orientación a los empleadores sobre la mejor manera de apoyar a los padres y las
madres trabajadores, e ideando nuevas soluciones de protección social para que las familias
más pobres puedan acceder a fondos esenciales.
Facilitando el aprendizaje entre pares y el intercambio de información entre los niños, los
adolescentes y los jóvenes, con el objeto de contribuir a su salud mental y combatir el
estigma, la xenofobia y la discriminación.
Colaborando con los gobiernos, las autoridades y otros aliados para lograr que los derechos
de los niños y las medidas de protección de la infancia formen parte de la respuesta
inmediata a la COVID-19 y de los planes de recuperación a más largo plazo.
Redoblando nuestros esfuerzos para proteger contra la COVID-19 a los niños refugiados y
migrantes, y a los niños afectados por conflictos.
Promoviendo la participación activa de los niños en la elaboración y la ejecución de los
programas de respuesta a la COVID-19.
ANÁLISIS:
UNICEF se está apoyando a los gobiernos y a las organizaciones aliadas en pro de dar
prioridad a los servicios para los niños y adaptarlos a sus necesidades. Por ejemplo, en
Kazajistán, UNICEF puso en marcha una plataforma de servicios de asesoramiento
individual en línea para niños, junto con cursos de formación a distancia en las escuelas
para especialistas en salud mental. En China, UNICEF y la empresa de redes sociales
Kuaishou lanzaron un reto en línea para ayudar a reducir la ansiedad entre los niños. Por no
mencionar más. La finalidad es que UNICEF dedique su principal informe bienal, a la salud
mental de los niños y los adolescentes, en un esfuerzo por aumentar la concienciación sobre
este desafío mundial, ofrecer soluciones y alentar a los gobiernos a que presten mayor
atención a esta cuestión.
Durante una pandemia, debemos superar las desigualdades estructurales que limitan el
acceso a los servicios de salud. Esto significa establecer mecanismos que apoyen el acceso
universal a la salud independientemente de los ingresos. Es solo así, cuando se garantizan
los derechos humanos para todos, cuando todas las personas tienen acceso universal a la
salud y sus determinantes socioeconómicos, cuando garantizamos la protección social de
los vulnerables y cuando nuestro desarrollo económico aborda la erradicación de la
pobreza y el logro del desarrollo sostenible.
REFERENCIAS: