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En este capítulo vamos a ofrecer unas pautas para poder afrontar con éxito tanto las series de

números como las series de letras. Las pruebas psicotécnicas de razonamiento abstracto evalúan la
capacidad o aptitud para resolver problemas lógicos, deduciendo ciertas consecuencias de la
situación planteada. En definitiva, están pensadas para descubrir la capacidad de razonamiento y
análisis, por un lado, y factores mentales, por otro, ambos muy vinculados. El razonamiento es una
de las aptitudes mentales primarias, es decir, uno de los componentes de la inteligencia general y
básico en la realización de sicotécnicos.

En este apartado, ofreceremos una amplia explicación en la línea habitual del manual, es decir, una
formación teórica y práctica que concluiremos con la inclusión de una relación de ejercicios que han
estado presentes en los exámenes oficiales y que os ayudarán a medir la capacidad de aprendizaje
que habéis obtenido con la teoría.

3.1. SERIES DE NÚMEROS

3.1.1. SERIES CORRELATIVAS

Nuestra misión en este tipo de ejercicios es marcar la cifra que corresponde en el lugar de la
interrogación, por lo que debemos observar toda la secuencia numérica para ver qué premisa sigue.

Por ejemplo, en la siguiente serie:

2 4 6 8 10 ¿?

Apreciamos de forma clara que la cifra que continúa la serie es el 12 y la premisa que se ha
establecido para averiguarlo es la de ir sumando de dos en dos. En este ejemplo tan sencillo hemos
establecido una relación correlativa, o sea, los dígitos que iban apareciendo poseían una relación que
era continua y no intercalaba ni operaciones (ya que siempre se sumaba), ni la cifra que se empleaba
(al sumar siempre el 2), ni tampoco los dígitos (porque la suma se hacía de forma seguida sin saltarse
ningún número de la serie).

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A pesar de que la serie anterior era muy obvia, en su explicación hemos introducido términos claves
que iremos empleando a lo largo del capítulo: correlación e intercalado.

Presentamos otro ejemplo:

5 6 8 11 15 20 ¿?

En este caso, la cifra que corresponde es el 26, ya que la premisa que establecemos es la de ir
aumentando en uno el número que íbamos sumando. Ahora tocaba sumar seis, con lo que el
resultado correcto, como decimos, es 26.

Vemos que la serie sigue siendo correlativa porque tiene una relación continuada entre sus dígitos;
la operación básica que se usa es la misma (la suma), aunque la cifra que se adiciona es diferente, al
ir aumentando uno: + 1, + 2, + 3, + 4, + 5, + 6…

En la misma línea que la anterior, puede haber ejercicios donde las sumas sean cambiantes y lo que
toque adicionar sea primero + 15, luego, + 17, después + 19 y así sucesivamente. O que la adición
vaya disminuyendo: + 15, + 13, + 11, + 9… Lo realmente importante es que descubramos qué se hace
y si es correlativa o intercalada.

Seguimos con la exposición de más ejemplos:

6 18 20 60 62 186 188 ¿?

La cifra que ocupa el lugar de la interrogación es el 564, ya que la premisa es triplicar y sumar dos.
Siguiendo con las claves que estamos ofreciendo sería lo siguiente:

- Es una relación correlativa, ya que se procede de forma continua.


- Las operaciones son intercaladas porque en primera instancia se multiplica por 3 para
obtener el dígito siguiente y luego se suma 2 para lograr el de después. Así se continúa de
forma cíclica.

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Esta misma modalidad se puede llevar a cabo combinando las operaciones para pasar de un número
a otro. Veamos con un ejemplo lo expresado:

4 13 40 121 364

En este caso, la serie es igual que la anterior en lo que a las operaciones realizadas se refiere, ya que
lo que se lleva a cabo es multiplicar y sumar, pero lo hace de una vez, es decir, se coloca el número
con las dos operaciones realizadas. Partimos del 4 y se multiplica por 3 y se suma 1 y se obtiene el
13.

Veámoslo desarrollado:

4 x 3 = 12, 12 + 1 = 13

13 x 3 = 39, 39 + 1 = 40

40 x 3 = 120, 120 + 1 = 121

Por lo tanto, advertimos dos formas diferentes de presentar una serie que, podríamos decir, es igual.

Siguiendo con las relaciones correlativas presentamos dos modalidades similares, pero con unas
características diferentes.

4 7 13 22 34 49 ¿?

El resultado es 67, ya que lo que se establece es ir incrementando la diferencia que hay entre los
números. Pero ¿cómo aumenta? Esa es la peculiaridad. Lo que se deja entre dígito y dígito son los
múltiplos de tres. Esta serie no solo puede darse con los múltiplos de tres, sino que se puede
generalizar a los demás. Recordad que, con estos ejemplos, intentamos acotar todas las
posibilidades, pero las cifras con la que se operan son cambiantes.

La otra a la que hacemos referencia es la siguiente:

5 6 10 26 90 ¿?

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Esta vez aumenta de forma exponencial y esta palabra (exponencial) es la clave del ejercicio. Lo que
hemos hecho es ir añadiendo el cuatro elevado a las diferentes cifras comenzado por el cero.
Recordamos que cualquier cifra elevada a cero es igual a 1. Así, se suma + 1, + 4, + 16, + 64, + 256 o,
dicho de otro modo, más cuatro elevado a cero, más cuatro elevado a uno, más cuatro elevado a
dos…

Por lo tanto, el resultado correcto será 90 más 256 (que es 4 elevado a 4), que es igual a 346.

Concluimos con las series de carácter correlativas subrayando que lo que hemos establecido con
sumas se puede ejecutar con restas y que los ejemplos que hemos presentado con multiplicaciones
se podrían dar con divisiones. En definitiva, como se ha apuntado en una ocasión anterior,
pretendemos mostrar el mayor abanico de posibilidades, en lo que a premisas se refiere. Vuestra
tarea será generalizar lo visto, porque las opciones cuando se trata de cifras son innumerables.

3.1.2. SERIES INTERCALADAS

A continuación, mostramos ejemplos de series intercaladas. Cuando hablamos de intercalado,


hacemos referencia al hecho de que la relación de los dígitos de la serie no es de uno en uno, sino
que vamos saltando cifras. Normalmente, podemos encontrar dos series diferenciadas, donde cada
una sigue un patrón diferente. En esta modalidad, para las explicaciones, cobra importancia la
posición que ocupan las cifras en la secuencia. Hay dígitos que ocupan posiciones impares, es decir,
la primera, tercera, quinta, séptima… y otros que ocupan las posiciones pares, o sea, segundo, cuarto,
sexto, octavo… Como decimos, esto es relevante a la hora de explicar los ítems.

Veamos algunos ejemplos:

4 18 5 20 6 22 7 24 8 26

La primera que estudiamos es la más simple. Si nos fijamos en esta serie tenemos dos secuencias
diferenciadas que las cambiamos de color para su mejor visualización:

4 18 5 20 6 22 7 24 8 26

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4 5 6 7 8: en esta vamos sumando uno.

18 20 22 24 26: sumamos dos.

Esta serie es un claro ejemplo de que este tipo de ejercicio se puede presentar intercalado, ya que
apreciamos como hay dos secuencias diferenciadas. Lo que pretendemos señalar, en definitiva, es
que la primera tarea es saber identificar si la secuencia es correlativa o intercalada y, una vez claro,
buscamos las operaciones que se ejecutan.

Ponemos un ejemplo diferente:

21 13 18 26 15 52 12 104

En este caso, volvemos a tener una secuencia intercalada en la que se presentan dos premisas
distintas:

21 13 18 26 15 52 12 104

21 18 15 12: se va restando tres.

13 26 52 104: se va doblando.

Nos damos cuenta de que intercalamos tanto las cifras que aparecen en la secuencia como las
operaciones que se establecen en cada una de ellas, es decir, en una vamos restando y en la otra
empleamos la multiplicación. Como hemos referido antes, la esencia de las series es saber
generalizar con los conocimientos que poseemos, ya que no se pueden acotar las operaciones que
se ejecutan al existir infinitas posibilidades.

Vamos a por otro ejemplo:

5 5 5 6 6 7 8 8 11

Hemos de señalar que las series que poseen muchos números iguales son las más complejas, ya que
no tenemos operaciones claras que poder emplear. A modo de información, cuando hay dos cifras
iguales de forma consecutiva es bastante probable que la relación sea intercalada, y las secuencias
de operaciones comiencen por la misma. Separemos las cifras y veamos la resolución:

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5 5 5 6 6 7 8 8 11

5 5 6 8 10: vamos sumando + 0, + 1, + 2, + 3…

5 6 7 8: sumamos + 1 en cada ocasión.

Contemplamos que hay establecida una relación de sumas, pero que, al aparecer tantas veces el 5,
se complica la resolución. La razón descansa en que había dos series que comenzaban por el mismo
número y que, además, la primera adición era de cero. Eso hacía que los tres primeros dígitos fuesen
iguales.

Cuando hablamos de intercalar, podemos ir más allá, puesto que no solo cabe hacerlo con dos series,
sino que puede haber tres e incluso cuatro. Veamos un ejemplo de esta afirmación:

5 12 60 7 14 55 10 18 50 14 26 45 19 42 40

En esta ocasión, hay tres secuencias incluidas en la misma serie. Las vamos a colorear para
resaltarlas:

5 12 60 7 14 55 10 18 50 14 26 45 19 42 40

5 7 10 14 19: añadimos + 2, + 3, + 4 y + 5.

12 14 18 26 42: dejamos una diferencia cada vez más amplia, concretamente, vamos doblando
dicha diferencia. Primero + 2, luego seguimos con + 4, + 8, + 16.

60 55 50 45 40: en este caso, restamos 5, simplemente.

El hecho de que os encontréis con una serie extensa os puede dar una pista. Hay que cuidar mucho
todos los detalles, ya que en ellos puede estar la clave de la resolución.

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3.1.3. SERIES CÍCLICAS

Otra modalidad que queremos mostraros, y que separamos de las dos anteriores, son las series
cíclicas. En realidad, es una combinación de las dos anteriores, pero las presentamos en un apartado
independiente para destacar su relevancia.

12 15 30 20 23 46 36 39 78 68

En esta ocasión, se sigue una secuencia cíclica. ¿Qué significa que sea cíclica? Que se van realizando
una y otra vez las mismas operaciones. En el ejemplo presentado se realiza de forma reiterada más
tres, el doble y, por último, restamos diez. Una vez terminada, volvemos a comenzar, es decir, de
nuevo sumamos tres, doblamos y restamos diez.

En el ejemplo anterior, nos podrían preguntar por cualquier cifra, no necesariamente nos deben
cuestionar por la última, ya que se establece una secuencia correlativa, o sea, cuando se resta 10 y
hay que pasar a la siguiente cifra, volvemos a sumar tres, pero puede presentarse de forma diferente.

He aquí otro ejemplo:

10 13 9 18 56 59 55 110 24 27 23 46

En esta serie se establece una relación de operaciones que siempre se repite, es decir, sumamos tres,
restamos cuatro y doblamos. No obstante, donde antes seguíamos de forma correlativa, ahora
ponemos cifras al azar, haciendo un corte cada cuatro cifras. Quedaría de la siguiente forma:

10 13 9 18 56 59 55 110 24 27 23 46

10 13 9 18: del 18 al 56 no hay relación.

56 59 55 110: del 110 al 24 no hay relación.

24 27 23 46

Son tres series en las que repetimos la secuencia de operaciones, pero que cada vez comienza por
una cifra diferente. Por lo tanto, en esta serie sí se debe cuestionar por una cifra que esté dentro de
este abanico de operaciones y no por la unión de una serie y otra.

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Por último, la secuencia de cifras que se presentan puede ser cíclica:

24 6 9 17 58 24 6 9 17 58 24 6 9 17 58

Si os fijáis, se trata una secuencia de números de forma reiterada, es decir, 24 6 9 17 58 y volvemos


a comenzar por el 24. Esta serie es la esencia de los ejercicios cíclicos.

Podemos hacerlo algo más complicado, como, por ejemplo, en el siguiente ejercicio:

5 6 18 27 15 94 _ 6 18 27 15 94 5 6 _ ¿?

Notamos que hay seis cifras, pero luego aparece una raya a modo de incógnita. No obstante,
seguimos por el 6, el 18, el 27, 15 y 94. Eso quiere decir que en la incógnita estaba el 5.

En definitiva, lo que hacemos es una secuencia cíclica, donde estos seis números aparecen en bucle.

3.1.4. OTRAS SERIES

Además de todo lo visto, puede darse el hecho de que se nos presenten series en las que no
realicemos operaciones entre las cifras que aparezcan, sino que se cumpla una característica
matemática.

Presentamos un abanico de posibilidades:

4 9 16 25

En este caso, presentamos los cuadrados de los números, aunque también coincide en que
adicionamos las cifras impares de forma progresiva.

3 15 35 63 99

Esta vez aparecen los cuadrados de las cifras pares, pero restamos uno. Puede hacerse de la misma
forma, pero sumándolo.

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1 8 27 64 125

Mostramos los cubos de las cifras del 1 al 5.

0 26 63 124

Mostramos los cubos, pero restamos uno. Puede hacerse de igual forma, pero sumándolo.

Cuando se trata de cuadrados o de cubos, igual se presentan en orden, es decir, comienzan por el
uno y van aumentando, o solo figuran los cuadrados de las cifras pares (4 16 36 64 100) o los de
las cifras impares (1 9 25 49 81). De ahí la relevancia de que os aprendáis los cuadrados exactos
del 1 al 20 y los cubos del 1 al 10.

Ahí van dos ejemplos más:

2 3 5 7 11 13 17 19

En esta ocasión, se presentan los números primos. Como decimos, esta vez los mostramos de forma
correlativa y en aumento, pero también podemos presentarlos de forma intercalada.

24 313 58 571 12 697 64 781

Esta secuencia es un claro ejemplo de una actividad que entra en este apartado de “otras series”, ya
que la relación que establecemos no es operacional, sino estética. Nos referimos al hecho de que las
cifras que mostramos de forma intercalada, por un lado, son dígitos con dos números y que además
son pares, y, por otro, dígitos con tres cifras, que son impares. En definitiva, no se realizan cálculos
para llegar de uno a otro. Por este motivo, si no sabemos de la existencia de esta posibilidad,
podemos llevarnos mucho tiempo operando sin éxito. De ahí su explicación.

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3.1.5. AGRUPACIONES DE NÚMEROS

Otra modalidad que queremos incluir en este apartado son los bloques numéricos, es decir, son
series que se llevan a cabo de una forma diferente. Concretamente, las cifras se presentan en bloques
y dependiendo del lugar que ocupen, hacen una operación u otra.

Veamos un ejemplo donde aclaramos lo que acabamos de expresar:

5 7 8 6 1 6 5 10 12 3 7 3 12 24 5 ¿?

Apreciamos que hay tres bloques y nos piden que descubramos cuál sería el cuarto. En estos casos,
las cifras ocupan una posición que va desde la primera hasta la quinta. Nos gusta recomendaros que,
para ver de forma muy evidente las premisas que se ejecutan, lo mejor es ponernos de forma vertical.

5 7 8 6 1

6 5 10 12 3

7 3 12 24 5

Con esta presentación y mirando las cifras por columnas, vemos muy bien lo que se ejecuta.

- En la primera columna, sumamos 1.


- En la segunda, restamos 2.
- En el tercer pilar, sumamos 2.
- En el cuarto, doblamos la cifra.
- En la última, sumamos 2 de nuevo.

Por lo tanto, se realizan operaciones que afectan a las cifras según sea su posición y el cuarto bloque
sería: 8 1 14 48 7.

Otra posibilidad es que aparezcan bloques de cifras, pero que se relacionen con operaciones
internas. Vemos un ejercicio:

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o Señala la opción que cumple el mismo criterio que los modelos:
5 10 12 16 32 34 8 16 18 ¿?

a) 12 24 28
b) 10 30 32
c) 15 30 32

En los dos modelos de forma interna lo que hacemos es duplicar y sumar dos. Por lo tanto, hemos
de generalizar dicha premisa a las opciones de respuesta.

- En la opción A doblamos, pero no sumamos 2, sino 4.


- En la opción B triplicamos, con lo que tampoco cumple lo establecido.
- En la C, sí doblamos y añadimos 2, con lo que ya tenemos respuesta correcta.

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3.2. SERIES DE LETRAS

Las series de letras suelen ser más sencillas que las de cifras. Nos atrevemos a realizar esta afirmación
porque el número de letras es de 27, mientras que los números son unos cuantos más.

Cuando hablamos de series de letras (a continuación veremos los ejemplos más característicos)
debemos saber que una de las exigencias de cualquier prueba ómnibus es que tenemos que copiar
un abecedario. Podemos presentarlo de varias formas, cada uno podéis elegir la que más cómoda os
parezca. Al ser 27 letras, podemos realizar tres bloques de nueve, no obstante, si nos resulta más
manejable copiar el abecedario de seguido, también podéis hacerlo. Lo que sí recomendamos, por
la utilidad que pueda tener en un momento determinado, es asociar la letra con su posición. Para
ello presentamos una tabla que la refleje:

1 2 3 4 5 6 7 8 9

A B C D E F G H I

10 11 12 13 14 15 16 17 18

J K L M N Ñ O P Q

19 20 21 22 23 24 25 26 27

R S T U V W X Y Z

Memorizar estas asociaciones os pueden ayudar enormemente en los casos en que se asocien letras
con cifras en algún ítem. No obstante, para las cuestiones de series de letras, nos sirve con copiar el
abecedario en la parte superior del cuadernillo de examen.

Como ocurre con las cifras, las series de letras pueden resolverse de forma correlativa o de manera
intercalada. Por ese motivo, estudiar estos ejercicios después de las secuencias numéricas nos
resultará de gran utilidad.

Comenzamos con ejemplos donde se vean las premisas que siguen las series de letras.

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A C E G I K

En esta ocasión, saltamos una letra de forma constante. Una serie de sencilla resolución, ya que lo
apreciamos de forma nítida sin la necesidad de emplear el abecedario.

F H K Ñ S

En esta serie, lo que se ha establecido de forma correlativa es un aumento de las letras que se iban
saltando.

F G HIJ K LMNÑ OPQ R S

Estas son las series más típicas, aunque hemos de señalar que se nos pueden presentar en una
dirección o en otra. Además, recordad que el abecedario es cíclico, con lo que una vez que llegamos
a la Z comenzamos por la A, y que, por supuesto, una vez que retrocedemos y llegamos a la A
seguimos por la Z.

Recordad que estos ejemplos son generalizables. Donde hemos visto que la secuencia era el salto de
una letra de forma constante, podemos saltar 4, 7 o las que sean. Además, donde observamos que
se salta una letra de forma progresiva, se pueden ir dando saltos que se asocien a las cifras impares,
por ejemplo, primero uno, luego tres, después cinco y así, sucesivamente. La clave de cualquier
ejercicio de razonamiento de estas características es poseer la capacidad de generalizar el
aprendizaje.

En lo que se refiere a las series intercaladas, ponemos algún ejemplo:

J R H U F X D A

La circunstancia que nos ofrece una pista de que abordamos una serie intercalada es el hecho de que
las primeras letras que aparecen están muy distanciadas entre sí. Suele ser una señal inequívoca de
que hay dos series diferentes inmersas en la misma. Para que se observe de mejor forma, resaltamos
una serie y así se contemplan ambas:

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J R H U F X D A

La que está en negrita, por un parte, lo que hace es retroceder saltando una letra de forma constante.
La que no lo está, por otro lado, va saltando dos letras en dirección normal.

Otra modalidad que se destaca entre las series de letras son las secuencias cíclicas. Nos referimos a
aquellas donde generamos una relación con un conjunto de letras que luego repetimos de forma
constante. Veamos un ejemplo:

L Ñ M R U S Y B Z

La secuencia cíclica que creamos es la siguiente: + 3, - 2, + 6. Siempre se realiza lo expresado.


Veámoslo más claro:

L+3= Ñ

Ñ–2 =M

M+6=R

Volvemos a comenzar dicho patrón, pero partiendo de la R.

R+3=U

U–2=S

S+6=Y

Podemos afirmar que esta serie es compleja, por la disparidad de letras que aparecen y la secuencia
cíclica que establecemos. Pero, sabida su existencia e incorporando su aprendizaje al repertorio,
siempre será sencillo afrontarla y resolverla.

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3.2.1. ANALOGÍA DE LETRAS

Una modalidad que se aleja de las series (en su forma de presentación), pero que vemos oportuno
incluirla en este bloque, por la presencia de letras y las relaciones entre ellas, son las analogías. Estas
pueden presentarse de distintas formas. He aquí las más comunes:

o H M U S es a L P Y W como C L Y A es…

Un bloque de letras se asocia con otro, donde las letras análogas se distancian cuatro posiciones. Esa
es la premisa y es lo que debemos hacer con la pregunta.

H + 4 posiciones = L

M + 4 posiciones = P

U + 4 posiciones = Y

S + 4 posiciones = W

De esta forma, se comprende el hecho de que lo incorporemos en este apartado, ya que para su
resolución es necesario el empleo del abecedario. La respuesta correcta debería contener la
secuencia G O C E.

Otra analogía común en las pruebas de sicotécnicos es la siguiente:

o PALO es a QBMP como TELA es…

Esta vez en la analogía aparece una palabra y lo que establecemos es que su bloque análogo son las
letras que suceden a las originales en una posición.

P+ 1=Q

A+1 =B

L+1= M

O+ 1=P

Por lo tanto, otra tipología de pregunta en la que entra en juego el uso del abecedario.

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Recordad que, tanto en la primera analogía presentada como en la segunda, las variaciones son
múltiples, pero la esencia de resolución es la misma, es decir, vemos que en la primera se avanza
cuatro posiciones y en la segunda, una, pero puede darse el caso de que retrocedan posiciones o se
intercale. Como nos gusta añadir, las posibilidades son múltiples, las premisas están acotadas.

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3.3. SIMULACRO SOBRE SUCESIONES

A modo de práctica y para que se pueda observar el nivel de complejidad de estos ejercicios en las
pruebas oficiales, hemos recopilado las cuestiones referentes a esta temática de un número
considerable de exámenes. En primer lugar, os las planteamos a modo de simulacro para que podáis
realizarlas. Posteriormente, presentaremos una tabla donde estarán las soluciones y las
resolveremos con la premisa que se ha seguido.

1. Señala los números que sustituirán a las interrogaciones:


14 16 28 32 42 48 56 64 ¿? ¿?

a) 60, 70
b) 64,72
c) 70,80
d) 70,84

2. ¿Qué número continúa la siguiente serie?


2 a 4 e 16 i ¿?

a) 246
b) 256
c) 0
d) 64

3. Señala la cifra que va en el lugar de la interrogación:


56 67 80 88 104 ¿?

a) 114
b) 109
c) 110
d) 112

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4. ¿Qué número continúa la serie?
16 39 85 177 361 ¿?

a) 622
b) 650
c) 722
d) 729

5. Señala la cifra que ocupa el lugar de la interrogación:


6 11 ¿? 41 81

a) 31
b) 21
c) 26
d) 18

6. Señala la cifra que sigue la serie:


16 32 8 16 4 8 ¿?

a) 16
b) 2
c) 6
d) 12

7. La cifra que sigue la serie es…


4 5 8 17 44 ¿?

a) 80
b) 125
c) 112
d) 61

- 112 -
8. ¿Qué número sustituiría a la interrogación?
1 3 6 2 1 ¿?

a) 1
b) 3
c) 2
d) 4

9. Continúa la serie:
4 11 32 95 ¿?

a) 116
b) 284
c) 414

10. Si X es el número que sigue la serie, ¿cuántas afirmaciones de las siguientes son
correctas?

3 4 6 10 18 34 66 X

a. X ≥ 140
b. X es divisible entre 2
c. X ≤ 120
d. X es divisible entre 5

a) La A y la B
b) La A y la D
c) La B y la D

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11. Determina la letra que continúa la serie (no hay que tener en cuenta la CH y LL):
Ñ M L N L K ¿?

A) M
B) G
C) F

12. Sin tener en cuenta las letras dobles (CH y LL), señala la letra que sigue la serie:
E q F p o ñ G n m l k j H ¿?

a) I
b) i
c) h
d) H

13. Señala el número que sustituiría a la INTERROGACIÓN:


10 12 14 8 9 10 11 13 15 _ ¿? 9

a) 7
b) 11
c) 9
d) 8

14. ¿Qué dos números seguirían en la siguiente serie?


2 1 5 2 9 6 14 24 ¿? ¿?

a) 18, 48
b) 20, 120
c) 20, 144
d) 22, 120

- 114 -
15. Señala las letras que continúan la serie:
A Z B Y D W G T ¿? ¿?

a) K, P
b) I, Q
c) H, S
d) J, P

16. ¿Qué dos números deberían reemplazar las interrogaciones en la siguiente serie?
19 20 21 ¿? ¿? 26 28 32 33 40

a) 24, 25
b) 24, 22
c) 22, 24
d) 39, 48

17. Completa la siguiente serie:


43 39 35 31 27 ¿? 19 ¿?

a) 22, 15
b) 23, 16
c) 23, 15

18. Sigue la serie siguiente:


4 8 24 48 144 ¿?

a) 432
b) 288
c) 172

- 115 -
19. Señala la cifra que continúa la serie:
19 26 35 46 59 ¿?

a) 76
b) 74
c) 87

20. Señala la cifra que aparece de forma equivocada:


2 6 12 36 71 216 432

a) 216
b) 36
c) 71

21. Marca el número erróneo de la secuencia:


6 5 16 17 25 24 34 36

a) 16
b) 24
c) 36

22. Indica la cifra que está equivocada en la siguiente serie:


5 6 8 11 14 20 26 33

a) 14
b) 20
c) 26

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23. Señala las letras que deben ocupar los lugares de las interrogaciones.
c d s r g h q p ¿? ¿?

a) k, l
b) ñ, o
c) i, j

24. Sigue la serie con la letra que corresponde.


b v b c t b c d q b c d e ¿?

a) b
b) n
c) l

25. Continúa la serie de letras siguiente:


a c d f g i ¿?

a) k
b) l
c) j

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TABLA CON SOLUCIONES

En la siguiente tabla se presentan las soluciones del test que habéis realizado con pequeñas
explicaciones de los ítems.

EJERCICIO SOLUCIÓN Y EXPLICACIÓN


1 C. Establecemos una relación intercalada, donde en la parte impar vamos
sumando + 14 y en la parte par, + 16.

2 B. Nos piden la cifra y para dar con ella hemos de aplicar el cuadrado de la
anterior. Si observamos bien, 2 al cuadrado es 4, 4 al cuadrado es 16 y esta
última cifra, al cuadrado, es 256.

3 B. Es una relación intercalada, donde la parte impar es la que nos interesa. En


ella vamos sumando + 21 cada vez.

4 D. Establecemos una relación correlativa, pero empleamos dos operaciones


para dar con la cifra siguiente: se dobla y sumamos + 7 cada vez.

5 B. Sumamos de forma correlativa + 5, + 10, + 20, + 40. Como vemos, vamos


doblando la cifra que se suma.

6 B. En la parte impar de la serie, que es la que nos ocupa, se realiza la mitad en


cada ocasión.

7 B. Dejamos una diferencia entre una cifra y otra. Concretamente, lo que


vamos añadiendo es el tres elevado a las diferentes cifras, comenzando por el
cero.

8 B. Creamos una secuencia cíclica, es decir, 1, 3, 6, 2 y, cuando llega aquí,


comienza otra vez con el 1 y sigue por el 3.

9 B. Establecemos una relación correlativa, pero llevamos a cabo dos


operaciones para dar con la siguiente cifra: se triplica y se resta uno. 4 x 3 =
12, 12 – 1 = 11. Así en cada ocasión.

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10 C. En esta pregunta hacemos lo mismo que en una anterior, pero en lugar de
dejar de diferencia tres elevado a las diferentes cifras, lo hacemos con el dos.
Recordad que comenzamos por el dos elevado a cero. El número que
buscamos es el 130, con lo que debemos decidir en consecuencia.

11 A. Generamos una secuencia cíclica de – 2, - 1, + 2 letras. Luego, empezamos


otra vez y retrocederemos dos letras, después una y, posteriormente,
avanzamos dos.

12 B. Las letras mayúsculas poseen una relación. Por otro lado, es decir, las
minúsculas, retrocedemos de una en una.

13 D. Creamos grupos de tres cifras. En el primero vamos sumando de dos en dos;


en el segundo bloque, vamos agregando de una en una. Por lo tanto, en el
tercero va de dos en dos y en el cuarto, que es el que nos ocupa, de una en
una.

14 B. Por el lado impar vamos sumando + 3, + 4, + 5… En la otra parte, doblamos,


luego triplicamos, después cuadriplicamos y ahora toca multiplicar por cinco.

15 A. La serie va intercalada. Por un lado, comenzamos por A y dejamos una letra


más entre ellas. Por el otro, hacemos lo mismo, comenzamos por la Z, pero
vamos retrocediendo.

16 C. Hay dos series intercaladas: en la parte impar agregamos + 2, + 3, + 4… En


la zona par, + 2, + 4, + 6, + 8.

17 C. En este caso, simplemente restamos – 4 cada vez.

18 B. Creamos un intercalo entre hacer el doble y aplicar el triple.

19 B. Sumamos las cifras impares comenzando por el + 7. Continuamos con + 9,


+ 11, + 13…

20 C. Vamos con el triple, primero, y el doble, después. El fallo se encuentra en el


hecho de que 36 por dos no es 71, sino 72.

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21 C. Establecemos una relación de parejas. En la primera pareja restamos uno;
en la segunda, sumamos uno. Ahora, en la tercera, restamos uno otra vez, con
lo que en la cuarta toca sumar 1, siendo 35, en lugar de 36.

22 A. Sumamos uno más cada vez, es decir, establecemos lo siguiente: + 1, + 2, +


3, + 4… Sin embargo, cuando hemos de sumar + 4, no se respeta y aparece el
14, cuando debe estar presente el 15.

23 A. Es una serie intercalada y las letras van en parejas. Nos quedamos con la
serie por la que empezamos. Ponemos C y D, dejamos pasar la E y la F y
colocamos la G y H. Ahora dejamos pasar la I y la J y le toca a la K y L.

24 B. Establecemos una serie intercalada. Vamos a destacarlas en negrita para


que se vea:

b v bc t bc d q b c d e n

En las letras que no están en negritas retrocedemos cada vez una letra más.

25 C. Creamos la relación de dejar una letra entre medio y luego poner la


siguiente.

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