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M ó d u l o 3

La microbiota intestinal
y los probióticos
Francisco Guarner Aguilar1, Mari Carmen Agirre Lekue2
1
Médico especialista en Gastroenterología. Fisiología y Fisiopatología Digestiva.
Hospital Universitari Vall d’Hebron. Institut de Recerca (VHIR). Barcelona.
2
Farmacéutica comunitaria. Vitoria-Gasteiz

TEMA II.
COMPOSICIÓN DE LA MICROBIOTA
INTESTINAL HUMANA

Al igual que todos los animales vertebrados o invertebrados, el ser


formación humano aloja poblaciones microbianas en la superficie corporal y
fa r m a c é u t i c a en las cavidades en comunicación con el medio externo (boca, vías
c ontinuada
respiratorias, tracto digestivo, vagina). El tracto gastrointestinal hu-
Salud digestiva: mano alberga la mayor carga microbiana. Se estima que el tubo di-
prevención y tratamiento gestivo del individuo adulto contiene alrededor de 40 billones de cé-
lulas microbianas, la mayoría de ellas pertenecientes al dominio
desde la farmacia
Bacteria1. El tracto gastrointestinal se define como el sistema de ór-
comunitaria ganos responsable de digerir los alimentos, absorber nutrientes y
Director: expulsar los desechos. El estómago y el intestino delgado realizan la
Juan del Arco mayor parte de esas tareas digestivas en un periodo de 2-4 horas,
Ortiz de Zárate pero posteriormente el residuo no digerido de los alimentos se retie-
Doctor en Farmacia. Director técnico del ne en el intestino grueso durante un promedio de casi 2 días. En el
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia. colon humano, las condiciones de temperatura y atmósfera anaero-
Máster en Atención Farmacéutica. Diplomado
en Alimentación y Nutrición Aplicada bia son perfectas para favorecer la proliferación microbiana a partir
de los sustratos no digeridos. Por tanto, un papel principal del colon
Módulo 1. Introducción humano es albergar billones de células microbianas integradas en
a la salud digestiva
un ecosistema complejo que evolucionó en simbiosis con el anfi-
Módulo 2. Trastornos trión humano2.
intestinales más frecuentes
Módulo 3. La microbiota Gracias a los avances en tecnologías de secuenciación de ADN, así
intestinal y los probióticos como al desarrollo de herramientas bioinformáticas para analizar
Tema I. Definición de grandes cantidades de datos, recientemente se está adquiriendo un
microbiota intestinal conocimiento más profundo de la microbiota intestinal humana. El
Tema II. Composición de la análisis de la composición microbiana se realiza generalmente me-
microbiota intestinal humana diante un escrutinio «metagenómico», es decir, se trata de detectar
el material genético contenido en la muestra sin necesidad de aislar
Tema III. Funciones y cultivar individualmente los miembros de la comunidad (figura 1).
y disfunciones de El metagenoma es el contenido genético colectivo de los genomas
la microbiota intestinal combinados de los constituyentes de una comunidad ecológica, un
Tema IV. Disbiosis concepto similar a microbioma, pero no idéntico, ya que el metage-
Tema V. Probióticos en noma puede incluir también los genes no microbianos de un ecosis-
la microbiota intestinal tema (tabla 1).
Tema VI. Probióticos
El procedimiento estándar consiste en la extracción de ADN de la
en la farmacia
muestra, seguida de la amplificación del gen de ARN ribosomal de
Glosario la subunidad 16S (16S rRNA) con sondas universales, y la secuen-

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MÓDULO 3. L a microbiota intestinal y los probióticos
Formación farmacéutica continuada:
Salud digestiva: prevención y tratamiento desde la farmacia comunitaria

Muestras humanas

Cultivo Amplificación Sin cultivo


microbiano del genoma Sin amplificación del genoma

Extracción

Metagenómica Metatranscriptómica
ADN ARN Eliminación
genómico total de ARNr

Escopeta
PCR de Síntesis
Secuenciación (fragmentación
ADNr 16S de ADNc
del genoma del ADN)

Secuenciación Sondas de Secuenciación


Biochip Secuenciación de
de alto genes del de alto
filogenético alto rendimiento
rendimiento biochip rendimiento

Funciones Diversidad Contenido Expresión


del genoma de la comunidad génico génica

Figura 1. Tecnologías para investigar la microbiota intestinal. Izquierda) Se incluye el procedimiento tradicional de aislamiento
y cultivo de un microorganismo individual, cuando es posible, que permite secuenciar su genoma completo. Derecha) Dado
que la mayoría de las bacterias en una muestra no son cultivables (o muy difícilmente cultivables), se aplican técnicas
de metagenómica y metatranscriptómica a toda la comunidad microbiana de la muestra para recopilar información
sobre la diversidad microbiana, el contenido genético y la expresión génica. (Tomada de Guarner et al., 2017)

Tabla 1. Microbioma intestinal humano


Genes microbianos del intestino humano Número de genes
Catálogo de genes no redundantes 9.879.896
Genes comunes a la mayoría de los individuos 294.110
Promedio de genes por persona 590.384
Promedio de genes comunes por persona 204.056
Funciones microbianas en el intestino humano Número de funciones
Funciones anotadas en las bases de datos KEGG y eggNOG 43.469
Promedio de funciones por persona 6.313

ciación de todas las copias del gen contenidas en la muestra3. El gen 16S rRNA está presente en todas
las células procariotas (bacterias y arqueas) y contiene regiones conservadas y variables. Las similitu-
des y diferencias en la secuencia de nucleótidos del gen 16S rRNA permiten la identificación taxonó-
mica desde el nivel de phylum (p. ej., Proteobacteria) hasta género (p. ej., Escherichia), especie (p. ej.,
coli) y cepa (p. ej., O157:H7), contrastando las secuencias obtenidas con bases de datos de secuen-
cias ya conocidas. Actualmente, hay alrededor de 6 millones de secuencias del gen 16S rRNA disponi-
bles (SILVA). El estudio del gen 16S rRNA proporciona información sobre la composición microbiana en
una muestra dada, es decir, la diversidad y la abundancia relativa de los miembros de la comunidad.

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En muestras fecales o de mucosa intestinal humana solamente se detectan secuencias de 7 u 8 de los 55


phylum del dominio Bacteria. Alrededor del 90% de todos los taxones pertenecen a dos phylum: Bacteroide-
tes y Firmicutes. Otros phylum que se detectan habitualmente en el intestino distal humano son Proteobacte-
ria, Actinobacteria, Fusobacteria y Verrucomicrobia4. En muestras de individuos europeos y norteamericanos,
Bacteroides, Faecalibacterium y Bifidobacterium son los géneros más abundantes, pero su proporción relativa
es muy variable entre los distintos individuos. Solamente se detectan pocas especies de arqueas y casi siem-
pre se trata de gérmenes generadores de metano, sobre todo Methanobrevibacter smithii.

La composición bacteriana en el lumen varía del ciego al recto, mientras que la comunidad de bacterias
asociadas a la mucosa es altamente estable desde el íleon terminal al recto. Ciertos factores, como la die-
ta, la ingesta de medicamentos (antibióticos, omeprazol, edulcorantes artificiales), los cambios de residen-
cia o el tiempo de tránsito colónico, tienen un impacto en la composición microbiana de las muestras fe-
cales de un mismo individuo a lo largo del tiempo. Las variaciones intraindividuales en la composición de
la microbiota intestinal pueden ser notables, pero el ecosistema microbiano tiende a volver a su patrón tí-
pico5. La resiliencia es una característica importante de un ecosistema microbiano intestinal sano, y con-
siste en la capacidad de volver al estado de preperturbación (p. ej., después de la ingesta de antibióticos).

La diversidad microbiana cambia con la edad: aumenta desde la infancia a la edad adulta y disminuye
durante la ancianidad. Hay diferencias notables en la composición y la diversidad microbiana entre po-
blaciones de sociedades occidentalizadas y las comunidades indígenas que mantienen estilos de vida
ancestrales. La microbiota fecal de los adultos es menos diversa en áreas metropolitanas de Norteamé-
rica y Europa que en las poblaciones rurales no occidentalizadas de Sudamérica y África6.

Las tecnologías de secuenciación de ADN de última generación han hecho factible analizar todo el conte-
nido genético de una muestra sin limitarse al gen 16S ribosomal, y eludiendo, por tanto, su amplificación,
que puede ser una fuente de distorsiones. La información resultante incluye todos los genes de la comuni-
dad microbiana de la muestra, de ahí pueden inferirse sus redes funcionales y metabólicas. Además, la se-
cuenciación del genoma completo proporciona información sobre los miembros no bacterianos en la co-
munidad (virus, levaduras y protistas), que no son detectados mediante secuenciación del 16S ribosomal3.

El análisis metagenómico completo de muestras fecales humanas ha identificado hasta 10 millones de


genes microbianos no redundantes7. La gran mayoría (95%) de los genes identificados son bacterianos,
con una proporción variable de genes de tipo viral o de célula eucariota (hongos, protistas).

Se estima que el microbioma intestinal de cada individuo humano está integrado por unos 600.000 ge-
nes microbianos no redundantes, con una fracción de 300.000 genes que son comunes, en el sentido
de que están presentes en más de la mitad de las personas estudiadas8 (tabla 1). Las estimaciones su-
gieren que la población de virus en el intestino humano puede ser de hasta 600 billones por gramo de
heces, la mayoría de ellos desconocidos, o reconocidos como fagos. Los virus pueden controlar la es-
tructura y la composición de las comunidades bacterianas por depredación de especies dominantes,
pero su impacto en la microbiota intestinal humana aún es desconocido.

Mientras que en el nivel de cepa cada individuo alberga un patrón microbiano intestinal muy distinto, en
el nivel de género las semejanzas en la estructura global del ecosistema intestinal entre diferentes indi-
viduos permiten reconocer tres modelos ecológicos distintos, que se han denominado «enterotipos»9.
Cada enterotipo se caracteriza por su género dominante: en el enterotipo 1 predominan los gérmenes del
género Bacteroides, en el enterotipo 2 los del género Prevotella y en el enterotipo 3 los del género Ru-
minococcus. La identificación de estos modelos o enterotipos sugiere que el ecosistema microbiano en
el intestino humano conforma estados simbióticos bien definidos y equilibrados, que incluyen microor-
ganismos seleccionados por su integración en redes metabólicas y funcionales que permiten la supervi-
vencia de la comunidad. La existencia de estos tres estados equilibrados y distintivos también revela que
la estructura cardinal de las comunidades microbianas del intestino humano viene determinada princi-
palmente por las interacciones dentro de los miembros de la comunidad. Como se ha mencionado an-
teriormente, las especies microbianas individuales no poseen suficientes recursos genéticos por sí mis-
mas, y suelen tener dependencias obligatorias de otras especies dentro del consorcio.

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