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LIBRO DE LAS CONQUISTAS o arte de hacer el amor

CON E L IMPORTANTE REMEDIO PARA LAS DONCELLAS

con el que perezosas,


podrán con- esquivas, et-
vertirse en cétera, con
hermosaslas el modo de
feas, y corre- agradar y
gir sus de- casarse
fectos las todas
Qpjas, foro-
Van al final
badas,
los clamores
calvas, biz-
de las
cas, tuertas.
solteras

Almacenes L A F L E C A - Calle Aleus, I - R E U S


LIBRO DE LAS CONQUISTAS o arte de hacer el amor
CON EL- IMPORTANTE REMEDIO PARA LAS DONCELLAS

con el que perezosas,


podrán con- esquivas, et-
vertirse en cétera, con
hermosas las el modo de
feas, y corre- agradar y
gir sus de- casarse
fectos, las todas.
cojas, foro-
Van a l final
badas,
los clamores
calvas, biz-
efe las
cas, tuertas.
solteras.

R E U S . — Grandes Almacenes «La Fleca», Calle Aleus, 1, - REUS


Para hacer el amor con provecho a una sirvienta
L a criada es una fruta una mujer hacendosa,
ya madura, ya pasada; sin galas; pero graciosa,
a veces no vale nada de sencillo corazón.
y a veces es la mejor. J a m á s con flores andéis
Es gente de rompe y rasga, ni gastéis palabra en vano,
gente de bronce y de trueno, ande ligera la mano
su cariño siempre es bueno y libre sea vuestro hablar.
pero es muy raro su amor. Que esta gente no se espanta
Si a estas hijas de Adán ni de palabras ni acciones;
el amor hacer queréis tienen locas ilusiones,
no es muy bueno que os andéis su objeto es solo agradar.
con lenguaje seductor. Emplead en seducirlas
Id al combate de frente, descaro y atrevimiento,
atacad con osadía, nada de comedimiento,
y veréis que su alegría •tsto en desuso está ya.
camino os abre el amor. Embestid con osadía
Decidlas que son hermosas al oler una criada,
y hacedlas bien entender diisparadle una andanada;
que os agrada l a mujer zambombazo y allá va.
sin íujo ni presunción. Y veréis que buen efecto
Que solo buscáis en ella os produce vuestro arte:
esta es la primera parte, y al fin victoria os dará.
este es el placer mejor. Y triunfareis de seguro,
Porque el amor es muy tonto y vuestro fin lograreis:
si solo se ciíra en flores; mi consejo no olvidéis:
que entonces vuestros primores garrotazo y bueno va.
os alejan del amor. Haced el desentendido
Son como ios gorriones si se mostrare algo esquiva,
las niñeras y criadas; no paréis por m á s que diga,
son chiquillas descaradas, por m á s que quiera arañair.
alegres y vivas son; Dejadla que diga y haga,
gente que ansia placeres, trasteadla con salero:
que su dicha es el reir, al principio h a r á pucheros,
y que en su extraño vivir pero al fin ella caerá.
no hallareis sin ton ni son. Que si mi arte seguís,
Id pues al bulto, derechos, la veréis que al fin rendida,
no os canséis si se enfada, os dairá el cesto y la vida;
una tras otra andanada todo al fin vuestro será.

Arte de hacer el amor a una joven coqueta de quince años


E l amor es sentimiento Que rebosa poesía
que en todos los pechos nace, dulce, sublime, anhelante;
sentimiento que nos place que si el amor es constante,
v nos llena de ilusión. la vida da al corazón.
4 -
Si fijáis vuestra mirada Y dulces protestas de amor
en una Jinda coqueta haga sonar vuestro labio
no os andéis con etiqueta sin que demuestre resabio
porque lo echáis a ¡perder. de mentira o de ficción.
Diecidla que os gusta mucho üecidla_ que la adoráis,
que es hechicera y hermosa, que su amor es vuestro bien;
que es divina, • que es graciosa, que su belleza es Edén
que ángel es, no mujer. que ansia vuestro corazón.
Veréis la linda sonrisa Si rehusa, fi.rme en ella;
que a su labio asoma luego, háblala siempre de amores,
y de sus ojos el fuego insiste en echarla flores
y de su rostro el placer. alabando su beldad.
• Veréis que mira a hurtadillas Y verás que al fin rendida,
con orgullo coquetil, y creyéndose ya amada,
esperando flores mil te dirige una mirada
que al punto debéis verter. de pasión y de ansiedad.
No os acobarde si altiva No intentes j a m á s ante ella
el rostro vuelve a otro lado: el alabar a otra dama,
creed que la habéis gustado pues fuera apagar la llama
y hacerse quiere alabar. que prendió en su corazón.
Redoblad vuestros ataques D i l a siempre que ella sola
con fino comedimiento, es el imán de tu vida;
que muy luego el rendimiento que ella es la prenda querida
vencerá su vanidad. que adora tu coirazón.
Y fino siempre y constante Que a la constancia y al arte
su capricho ten por ley; se rinde una fertaleza,
ella al fin te h a r á su rey sin que valga su firmeza,
y el ídolo de su amor. su altura ni su poder.
Sus cuitas te contará Que el hombre tiene en su abono
apasionada y rendida, descaro, astucia y valor,
y no temas que en su vida y en sus asuntos de amoir
se niegue a darte una flor. es muy frágil la mujer.

Para hacer el amor a una linda solterita tímida y sencilla


de esas que van .siempre al lado de esos seres ponzoñosos que se llaman mamás
¿ T e agrada esa niña?... d i : Y ni una sola alborada
mírala bien si te agrada, de existencia tan bella
no temas te niegue nada, escuchó tierna querella
no sabe decir m á s que... s i . ni una palabra... nada.
¡Qué modesta, qué sencilla, Y se agosta ¡pobre flor!
qué hechicera y peregrina, y eri su cáliz se estremece
qué mirada tan divina y se seca y languidece
en tus lindos ojos brilla! porque no le dan amor.
Quince veces vió el A b r i l ¡Pobre niña! ya la hastía
sonreiría en derredor y le causa pena y a
meciéndose cual l a flor al ver que siempre m a m á
entre bellas flores mil. hasta su mirada espía.
7 -
Y no poder ¡oh dolor! Mas, no importa, ten valor,
escuchar un solo instante mancha al combate de frente,
el acento de un amante que el hombre que no es valiente
que habliarle quieme de amor. naida consigue en amor.
Condenada así a vivir Prepara tu maestría
padece y sufre aunque calla y embístele al vegestorio,
y anhela romper la valla endílgale un responsorio
que la condena a morir. de amor o una letanía.
C o n cuan doloroso afán Y antes de un cuarto de hora,
en su lánguida agonía si con garbo la trasteas,
cuenta con triste porfía no t a r d a r á s que la veas,
las horas que huyendo van. que de gozo rae y llora.
Cada una es una flor Sostén el diapasón
a su belleza robada, y alábala m á s y m á s ,
que nace y vive ignorada que muy luego g a n a r á s
sin saber lo que es amor. de la m a m á el corazón.
Y esta niña delirante Una vez así en franquía
un instante hallar quisiera embiste a la hija de frente;
en que escuchar ¡ay! pudiera si enes astuto y p ó d e n t e
la confesión de un amante. puedes decir:—Ya vires .nía.
Pero lo priva mamá, Busca frases retumbantes,
que de vista no la pierde. palabra hueca y pomposa
— E s un animal que muerde para alabar a la hermosa
una m a m á o un papá. y a su vieja acompañante.
Y p o d r á s al fin leer —entonces será otra danza
en su hechkera mirada que a tu gusto bailarás.
que la tiene trastornada, L a mamá te dejará
o tu amor o su placer. en coloquio con tu amada:
Y si siguiere así y tu... no te digo nada,
un día tras otro día, porque arreglarte s a b r á s . •
venas que la vieja arpía No pierdas nunca ocasión;
siempre pensando está en ti. aprovéchala con tino;
Dale siempre la razón — l a ocasión es el camino
en todo cuanto ella diga, que va recto al corazón.
y verás que así se obliga Dirás también muy ufano:
más y m á s en tu afición. Pichona mía, ¿me quieres?
Y g a n a r á s cada día ¡oh que hermosa y linda eres!
más amistad y franqueza y se le toma la mano.
si rezas cuando ella reza, De vez en cuando un besito...
si ries cuando ella ríe. en la mano, por supuesto:
M u é s t r a t e siempre obediente y punto aquí, porque en esto
y galante y obsequioso; cada cual toque su pito.
con la mamá, complaciente, T a l es el modo de hacer
y con l a niña, amoroso. el amor a estos pimpollos:
Así luego alcanzarás 1 —mas no olvidad que hay escollos
cada vez m á s conifianza. en amar a una mujer.
9—
PARA HACER E L AMOR A UNA MODISTA
a esas graciosas hijas de Eva que van flechando su picaresca mirada en los
desgraciados hijos de Adán
-Esas pajaritas bellas, yo soy vuestro admirador.
•esos pimpollos airosos, Y o no busco en ta mujer
esos talles tan garbosos más que el garbo y la belleza
son el bocado mejor. que le dió naturaleza
¿Quién no se pana y admira como fuente del amor.
•esa gracia, ese salero, ¡No busco los oropeles
ese andar tan retrechero, ni ricos trajes de modas,
ese ramito de flor? ni busco tampoco bodas,
Romper quisiera mi lira solo admiro a la mujer.
que se muestra poco lista Y al ver vuestra sencillez
al tratar de la Modista, con, tanta gracia llevada,
más merece compasión. me gozo en vuestra mirada
Embebido en contemplair llena de amor y placer.
sus gracias, su gentileza, i Quién diera a mi pobre musa
he perdido la cabeza, poner todo el arte en juego
y estoy tocando el violón. y de los ojos el fuego
Niñas bellas, peregrinas, de la modista cantar!
yo que vuestros pasos sigo ¡Quién también igual me diera
y que tenaz os persigo, velverme a r a ñ a u hormiga
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para besar ¡ a y ! sus ligas, —Recuerda que un día tu amor
para mecerme en su andar! causóme herida mortal.
¿No observáis con que salero — ¿ S e burla usted, caballero?
con su pasito sencillo — N o , pichona, vida mía,
camina cual pajarillo olvidarte pretendía,
saltando de flor en flor? pero me faltó el valor.
¿ N o veis su rostro halagüeño, ¿Recuerdas aquella noche
su sonrisa juguetona, que en el Tívoli bailamos
su carita tan remona, y uno a otro nos juramos
su purpurino color? el m á s puro y tierno amor?
A estos hermosos Dimpollos —Pues no recuerdo, señor.
si el amor hacer queréis —Que no recuerdas... si tal:
es preciso que empleéis encuentrto fué muy casual.
todo el arte del saber. —Ganas me dan de reír
E l embestirlas de frente al ver la formalidad
empresa es algo arriesgada; con que habla usted, caballero...
se adelanta poco o nada, — ¿ P i e n s a s tü, que no t2 quiero?
que es muy cuca la mujer. sin ti no puedo vivir.
Lo mejor es acercarse Y una vez así engreída
con suavidad al costado la Modista entusiasmada,
y astuto y disimulado... no temas te niegue nada,
—Adiós hermosa; ¿qué tal? a todo dirá que sí.
¿ N o te acuerdas ya de mí? Y siguiendo su capricho
— N o le conozco, señor. verás que al fin has vencido.
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que en el garlito ha caído fina astucia es lo mejor.
y que rendida está en ti. Seguid la senda que os trazo;
Poco a poco h a r á s de ella si es que apetecéis placeres,
cuanto plugiere a tu antojo, hallareis en las mujeres
sin que la causen enojo placer inmenso amor.
tu amor ni tu libertad. Perseguid a las Modistas
Que la mujer que una vez por esas calles y plazas;
por el amor fué vencida, si alguna os da calabazas,
amante solo es su vida muchas os darán su flor.
y vive en su voluntad. Astutos sed y atrevidos,
Que para todo en el mundo y para no obrar en vano
arte y maña es menester; pensad que está en vuestra mano
en cuestiones de mujer de l a Modista el amor.
REMEDIO IMPORTANTE
para las doncellas con el que podrán convertirse en hermosas las feas, y corregir sus defectos fas
cojas, jorobadas, calvas, bizcas, etc.. con el modo de agradar y casarse todas
Premie Dios mi cuidado; yo que descubrí el secreto
que un punto voy a tocar de hacer de las feas, bellas.
y a todas ha de gustar Miuchachas, nada t e m á i s ;
asunto tan delicado. a los hombres gustareis,
A vosotras las doncellas y adoradas os veréis
este relato concreto. si mis secretos tomáis.
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Las que de si sois hermosas M a s si se ve animado
hallareis para los veinte, por vuestras tiernas miradas,
para los quince y los treinta, gozareis en ser amadas
muy interesantes cosas. del que os hubiera escapado.
A las de quince advierto: La hermosura de los treinta
si se ven galanteadas, buscan los americanos
que cual plazas sitiadas y los viudos chavacanos,
se defiendan con acierto. consultad, si os tiene cuenta.
Recuerden que son ovejas Gustan de pocas razones,
que busca el lobo hambriento, exponen su gran intento,
y su perfumado aliento y hallareis en su contento
os arrastra hasta las rejas. dicha, placer y doblones.
Y su cántico de amor De las . bellas he tratado,
escuchad con entereza, falta que a las demás hable,
no confiéis con ligereza a la chata, poco amable,
vuestro anhelo ni dolor. bizca, de rostro picado.
iDejadle en la duda cruel, , A la coja, jorobada,
que si os quiere, os a m a r á , tuerta, calva, perezosa,
y rendido e n t r e g a r á en fin, a lo poco hermosa;
su corazón tierno y fiel. a cual más interesada.
A los veinte se os corteja A las bizcas les conviene
con más respeto y temor, un mirar muy sosegado,
y muere el galán de amor y nunca ponerlo airado,
ocultándoos su queja. que así su falta retiene.
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A las que un ojo faltare, Y cual fragata en el mar,
por tuertas se han de tener, por las olas empujada
mas si me habéis de creer en día de m a re jadía,
y Dios no lo remediare. es capaz de marear.
Con alguno de cristal Súplase a la menor
os tapáis ese defecto, con un pedazo de palo,
es cosa de gran efecto y verá que es un regalo
y queda... ni natural. andar con tanto primor.
Si con joroba ha nacido L a s que torcida nariz
grave mal sobre ella pesa, en vuestra cara tenéis,
por más que se ponga tiesa enderezarla podéis
le cae mal el vestido. con un grano de maíz,'.
Apretando fuertemente Y vosotras las chatitas
o cortando el accesorio, si bien de mejo* besar,
se quitará el envoltorio siempre debéis presentar
que es causa del mal presente. de vuestros pies las puntitas.
Si a alguna le falta un diente, A las que falten las manos
ponga los labios de modo o les.,sobren, que es igual,
que le esoondan en un todo pues por punto general
su ventura al pretendiente. los extremos son hermanos.
Es defecto interesante Hagan medio de encontrar
al ser coja, por lo visto; el libro de Salomón,
pues pon m á s que ande listo, y leído con atención,
se inclina hacia adelante. de seguro han de sanar.
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Las pelonas usarán E l orgullo y vanidad
pelucas y añadidos, a ninguna sienta bien,
y con grandes embutidos así entre virtudes cien
sus cabezas o r n a r á n . encanta l a amabilidad.
Los cuernos en el peinado En el vestido elegancia
producen mucha ilusión, hallareis y gran esmero,
y pa;ra los viejos son que para marcar el trasero
el manjar m á s delicado. fué importado de la Francia,
L a cara no Ja pintéis: En un corsé bien ceñido
con agua limpia lavaos: de ¡as gracias un tesoro,
de lo contrario en saraos y recomienda decoiro
algún chasco llevareis. en el cuello del vestido.
L a razón bien clara está, • tMuohos remedios pardiez
pues con el humo del tabaco, veis dejo ya consignados,
o el sudor, como de barro de defectos y pecados
ledo el rostro os dejará. tratados con madurez.
L a coqueta en el andar, Los que, si ponéis en uso
se distingue desde lejos, os podrán sin dud¡a dar
v aunque jóvenes y viejos cuanto con todo buscar
se la suelen contemplan. hubierais visto confuso.
Y halaga en sus sandeces, •Pues aunque gato con guantes
a ninguno amor excita: dicen no coge ratones,
podrán darle alguna cita, cogidos por los faldones
mas la mano pocas veces. he visto a muchos amantes.
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CLAMORES DE LAS SOLTERAS
¡Hombres solteros, mirad es un dolor tan cumplido
de nuestro estado el rigor! que se parece al inifierno.
A las niñas escuchad Solteros, reflexionad
que exclaman ¡ay qué dolor! de nuestro estado el rigoir,
¡Oh, solteros inhumanos! y a las niñas escu-chad
¡cuán duras son nuestras penas! que exclaman ¡ay qué dolor!
¡somos lindas cual sirenas Ricachos, grandes señores,
y no nos dais vuestras, manos! que la vida vais gastando,
¡Tened de todas piedad! y el casaros retardando
¡atended nuestro rigor! sordos a nuestros clamores:
A las niñas escuchad ¡ay de vosotros, temblad!
que exclaman ¡ay q u é dolor! o tratadnos sin rigoir:
¡Oh que fuego tan voinaz a las niñas escuchad
en nuestros pechos encierra! que exclaman ¡ay qué dolor!
una centella en la paz Y vosotros, herederos,
encendería l a guerra: ¿ p o r qué no os queréis casar?
solteros, imaginad podréis también olvidar
de nuestro estado el rigor, nuestros ayes lastimeros?
y a las niñas escuchad P o r nosotras desechad
que exclaman ¡ay qué dolor! vuestro increíble rigor,
E s todo un suplicio grande y a las niñas escuchad
el no tener un marido; que exclaman ¡ay qué dolor!
16 —
Aunque seáis segundones Tendremos fidelidad,
llenareis vuestros deseos, fuera pues, fuera rigor,
-también podéis ser muy feos y a las niñas escuchad
con tal que tengáis doblones. que exclaman ¡ay qué dolor!
Os pedimos por piedad E l arcángel poderoso
que dejéis vuestro rigor; que nuestra viirtud sostiene,
a las niñas escuchad os da un consejo precioso
que exclaman ¡ay qué dolor! y es que casaros conviene.
Dichosa será la suerte ¿No venís? ¡qué crueldad!
de aquél que se casará, ¿mo os casáis? ¡oh, qué rigor!
pues nuestro amor le valdrá A las niñas escuchad
tanto en vida como en muerte. que exclaman ¡ay qué dolor!

Solteros: ¡piedad! ¡piedad!


alejad tanto rigor,
y a las niñas escuobad
que exclaman ¡ay qué dolor!!!

FIN
macenes LA FLECA
LIBRERIA, PAPELERIA Y QUINCALLERIA
CALLE DE ALEUS, NÚM. 1. — R E U S

R O M A N C E I S

Un recuerdo en locuras de amor.


Despido ante la tumba.
Estragos de un Caracol.
Hazañas de una Pulga.
La Fiera malvada,
íl Corregidor y la Molinera.
'Testament y enterro de una pussa"..
"Aventuras de un gat negre".
Conchita y Conrado.
..amentos de dos amantes.
"Lo Griil y el Lleó".
!Un grandiós Elefant".

En la misma casa se halla de venta gran


surtido de Juguetes, Abanicos, Paraguas, Pe-
tacas, Sombrillas, Carteras, Bisutería, Muñe-
cas y Bebés, etc.

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