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Selección de Poemas 2 He visto en muchos marchantes

“Poesía y Amor” como mirando una estrella


Lectura domiciliaria de Lengua y Literatura los suele dejar su bella
7° Año Básico. por amor de otros amantes.
Estos son más elegantes,
le dan de continuo un peso;
El enamorado porfiado y no ha faltado un travieso
Rosa Araneda, poeta chilena (1853-1894) que diga en su desaliño:
si el vuelve a hacer cariño
A quien deja la mujer se pasaría de leso.
solo, despreciado y preso,
se pasaría de leso Digo aquí, y es natural,
si la volviese a querer. como escribiendo con pausa,
la mujer suele ser causa
El hombre que se enamora de que el hombre se haga fatal:
de una bizarra morena ella le acarrea el mal
si lo deja, le da pena,
se lamenta, gime y llora.
haciéndolo el bien perder
y él no entra a conocer 1
Siendo que ha sido traidora viendo lo que le ha pasado;
se principia a enloquecer; se vuelve a hacer desgraciado
digo, según mi entender, si la volviese a querer.
para evitar la tramoya
atráquesela a otra galla Al fin, el hombre porfiado
a quien deja la mujer. y en el amor muy atento,
por infame y sin talento
Por eso es bueno fijarse es de todos mal mirado.
antes de tener amor Siendo como lo han tratado
para no sufrir dolor de una y de otra manera,
el que llegue a cautivarse prosigue con la lesera:
si después quiere quejarse a querer de nuevamente
nada se gana con eso: a su adorada imprudente
siendo que ella dio el tropiezo lo mismo que de primera.
no le haga cariño, no:
viendo de que lo dejó
solo, despreciado y preso.
Romance del Conde Niño los dos se van a juntar;
Anónimo. Poesía medieval. La reina llena de envidia
ambos los mandó cortar;
Conde Niño por amores el galán que los cortaba
es niño y pasó la mar; no cesaba de llorar.
va a dar agua a su caballo De ella naciera una garza,
las mañanas de San Juan. de él un fuerte gavilán,
Mientras el caballo bebe, juntos vuelan por el cielo,
él canta dulce cantar; juntos vuelan par a par.
todas las aves del cielo
se paraban a escuchar.
La reina estaba labrando, Ya corre el corazón por este suelo
la hija durmiendo está: Concha Urquiza, poeta mexicana (1910-1945)
-Levantaos, Albaniña,
de vuestro dulce folgar, Ya corre el corazón por este suelo
sentiréis cantar hermoso Como antes del remanso el agua impura:
la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre,
Aún lleva tierras en la entraña obscura
Y pretende copiar la faz del cielo. 2
la de tan bello cantar,
sino es el conde Niño Van creciendo el dolor y el anhelo,
que por mí quiere finar. La corriente se turba y se apresura,
-Si por tus amores pena, Y es fuente el sedimento de amargura
¡oh, malhaya su cantar!, Más que las alas con que intenta el vuelo.
Y porque nunca los goce,
yo le mandaré matar. Si tendieras la mano solamente
-Si le manda matar, madre, Y el agua temblorosa se aquietara,
juntos nos han de enterrar. Ya, contemplando el cielo largamente,
El murió a la media noche,
ella a los gallos cantar; ¡Oh Deseado!, el corazón dejara
a ella como hija de reyes flotar sobre su sueño transparente
la entierran en el altar; la divina belleza de tu cara.
a él como hijo de conde
unos pasos más atrás.
De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
Altazor Los Ratones
Canto II Evelyn Cornejo, cantautora chilena (1981-)
Vicente Huidobro, poeta chileno (1893-1948)
Yo tenía un novio
Mujer el mundo está amueblado por tus ojos y de un día pa' otro dejó de hablarme
Se hace más alto el cielo en tu presencia un día se marchó
La tierra se prolonga de rosa en rosa y penando me quedé por los rincones
Y el aire se prolonga de paloma en paloma
Al irte dejas una estrella en tu sitio Un día los ratones
aburridos de tanta pregunta escuchar
Dejas caer tus luces como el barco que pasa se acercaron a mí
Mientras te sigue mi canto embrujado y una maldad enorme me han de confesar
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro Que él solía dormir
¿Qué combate se libra en el espacio? con la boca abierta igual que los pajarones
no pudieron resistir
Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
y la lengua le comieron los ratones traidores
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¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso? Les digo "traidores"
En dónde estás triste noctámbula porque a los gatos yo les he espantado
Dadora de infinito de las trampas los he rescatado
Que pasea en el bosque de los sueños y me pagan comiendo la lengua de mi enamorado

Heme aquí perdido entre mares desiertos En su defensa


Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la los ratones dijeron que lo habían visto
(noche con una linda muda
Heme aquí en una torre de frío sacando la vuelta
Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
Y por esta razón
Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera la lengua le comieron al boquiabierto
Luminosa y desatada como los ríos de montaña Ahora comprendo yo
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos? por qué nunca más me habló
Te pregunto otra vez.
¿Acaso para quererte, wai kitai
se necesitan testigos, wai kitai?
¿Qué más testigos mi pelo, wai kitai? Por siempre
¿Qué más testigos tus ojos, wai kitai? Mario Benedetti, poeta uruguayo (1920-2007)
Prueba de habernos querido, wai kitai
Prueba de habernos amado, wai kitai Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría
El amor de Chile nuestro amor.
Raúl Zurita, poeta chileno (1950-)
Si el sol no calentara,
Del amor de Chile, del amor de todas las si la luna no existiera,
cosas que de Norte a Sur, de Este entonces, no tendría
a Oeste se abren y hablan sentido vivir en esta tierra
Los torrentes y los nevados que se tocan como tampoco tendría sentido
y hablan amándose porque en este mundo vivir sin mi vida,
todas las cosas hablan de amor; la mujer de mis sueños,
las piedras con las piedras y los pastos la que me da la alegría…
con los pastos.
Porque así se aman las cosas, las playas, Si el mundo no girara 4
los desiertos, las cordilleras, los o el tiempo no existiese,
bosques de más al sur, los glaciares y entonces, jamás moriría
todas las aguas que se abren tocándose Jamás morirías
Para que tú las veas se abren tampoco nuestro amor…
Sólo para que tú lo escuches Chile se pero el tiempo no es necesario
levanta nuestro amor es eterno
Sólo para que tú y yo no miremos no necesitamos del sol
por todo el horizonte, sí mira: de la luna o los astros
para seguir amándonos…
se levantan
Si la vida fuera otra
y la muerte llegase
entonces, te amaría
hoy, mañana…
por siempre…
todavía.

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