Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Harue es una chica sencilla, tez clara de una tonalidad suave y opaca,
cualquiera pensaría que era un color comparado a el arroz recién cocinado,
para su desgracia, eso hacía que las ojeras debajo de sus ojos, esas oscuras y
poco detalladas, sean mas visibles para la gente que estuviera cerca de ella.
Media 1.61 de altura, solo unos centímetros más alto que yo, un cabello largo
que tapaba los muslos traseros de tal manera que se observaba hermoso a la
lejanía, eran lisos y delgados, melena suave sacada de una princesa de
Disney.
La primera vez que ella había llegado a pisar el reino, se creía que era única en
el mundo por ese color de piel que resaltaba en ella, todos pensaban que su
dermis era la razón de su gran atraccion, tan pálida que uno pensaria que
estuviera enferma, ella misma al verse en el espejo pensaba que un poco de
rubor en el rostro le vendría un poco bien. Era callada, un personalidad
tranquila y solitaria, sus amigas siempre estaban a su alrededor de ella al ver
que le costaba socializar. Ser nueva en una sociedad donde resaltabas y
desaparecias en la multitud se volvía un poco frustrante hasta cierto punto,
pero había conseguido su seguridad con ese pequeño grupo que que había
aprovechado la oportunidad de hablarle, de conocerla y admirarla; entonces
Harue pensó que todo iba a estar bien.
Un año entero tuvo que pasar para que finalmente ella pudiera encontrarse con
el verdadero destino que tenia marcado en su vida, las cosas no había
funcionado tan bien con las personas a su alrededor y se había resignado a no
poder tener alguien asu lado con quien pueda compartir su felicidad, sus
logros, sus llantos y una chica un poco mas baja que ella con la personalidad
risueña se había convertido en el punto clave para que su vida comenzara
tomar el color que su piel no podía resaltar. La personalidad tranquila era un
sello de su persona, pero había un atisbo de diversión y locura en la confianza
que se creaba entre ellas dos, una adrenalina de ser sumamente originales sin
tener la vergüenza de exponerse, ella solo buscaba un poco de libertad, ella
solo quería salir a caminar sin sentirse encerrada en la torre de Rapunzel.
Fue ironico que los años comenzara a pasar afactura y poco a poco ella
comenzó a ver el cielo estrellado fuera del castillo, con la mala fortuna de
buscar la libertad que deseaba entre mentiras y escapadas fuera del palacio
donde vivía. Pero era la única manera de encontrar su propio camino aun si
eso solo le durara unos minutos antes de correr de vuelta a casa, con el temor
de ser descubierta en algún momento.
Cambio, creció, lloro todo lo que tenia que llorar para empacar sus cosas y
deshacerse de su yo pasado, solo entonces ella puedo respirar sin temblar.
Habían sido duros con Rapunzel, crueles y desconsiderados, y ella era muy
ingenua, muy entregada al sentimiento, una virtud con tantas desventajas.
Ahora ella tiene 20 años, Rapunzel tomo el cuchillo y corto su cabello dejándolo
en dos flecos en una cobertura de su sonrisa y aquel largo queda a la altura
perfecta para peinarlo sin luchar, Rapunzel está dispuesta a ayudar a aquella
mariposa asustada de volar y darse una nueva oportunidad, Rapunzel ahora
busca su camino sin miedo ni limites, Rapunzel es libre en un bosque
peligroso, pero sigue siendo lo que quiso, libre.