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El descubrimiento de América en 1492 fue uno de los acontecimientos de la historia mundial que
más repercusiones tuvo para Europa y el mundo occidental, pero especialmente para España, la potencia
que construyó el imperio americano más extenso.
1.- Causas:
1.1.- Económicas: La necesidad de hallar una nueva ruta hasta Asia (el Mediterráneo oriental había
sido ocupado por los turcos), por ser este el lugar del que procedían productos importantes: especias
(pimienta, canela, clavo…), seda, metales preciosos y materias primas. Las rutas tradicionales que llegaban
a esas zonas estaban cerradas, los turcos ocupaban el Mediterráneo oriental e impedían el acceso a esos
productos. Los portugueses intentaron encontrar un itinerario alternativo bordeando África y se asentaron
en sus costas. Alcanzaron el golfo de Guinea, y más tarde doblaron el cabo de Buena Esperanza en el sur
del continente para llegar a la India en 1498 con el viaje de Vasco de Gama.
La expansión castellana por el Atlántico estaba limitada por las exploraciones de los portugueses, y
la única alternativa que se le ofrecía para establecer una ruta con Asia era la navegación hacia el oeste,
apoyando el proyecto de Cristóbal Colón, que partía de la concepción de una Tierra esférica, aunque sus
cálculos sobre la circunferencia terrestre eran erróneos.
Además de las especias buscaban metales preciosos (oro y plata) de los que carecía Europa y eran
necesarios para la recuperación económica de la crisis del siglo XIV.
1.2.- Los avances científicos y técnicos hicieron posible estos viajes. Se extendió la idea de la
redondez de la Tierra. El perfeccionamiento de la cartografía y de la brújula combinada con el astrolabio y
la construcción de barcos más rápidos y aptos para navegar por el Atlántico como las naos y las carabelas
(cuyas velas cuadradas aprovechan mejor los vientos atlánticos que las naos mediterráneas).
1.3.- Ideológicas: El afán por adquirir riquezas y emprender aventuras que despertaban los
fabulosos relatos sobre Oriente de viajeros como Marco Polo. Desde finales de la Edad Media asistimos a
un cambio de mentalidad. Se abandona la limitada visión que se tiene del mundo y se recuperan ideas de
la Antigüedad que yacían dormidas desde siglos: como la esfericidad de la Tierra. Junto a la nueva
concepción del mundo renacentista, aparecen también los mitos medievales, que servirán para multiplicar
los viajes y conocer otras partes del planeta, que se conocían solo a través de relatos imaginarios y
testimonios más o menos transformados (como el libro de Marco Polo escrito al final del siglo XIII).
El espíritu medieval de la cruzada impulsado por la iglesia para extender el cristianismo por otras
tierras.
En 1492 fue derrotado Boabdil, rey de la dinastía nazarí de Granada. De este modo finalizó la
reconquista y se incorporó el último reino musulmán a la corona de Castilla. Se decretó la conversión de los
mudéjares, lo que provocó una sublevación en las Alpujarras en 1500 que fue duramente sofocada. Los
que se quedaron y se convirtieron al cristianismo fueron denominados moriscos.
Las islas Canarias fueron un objetivo de los Reyes Católicos, preocupados por la expansión atlántica
de Portugal, que también quería controlar el archipiélago. Las dos últimas islas en ser conquistadas son La
Palma (1493) y Tenerife (1496) que pasaron directamente a la Corona.
En 1492 culminó la unificación religiosa, con la firma del decreto de expulsión de los judíos, por el
que se marcharon unos 100.000 judíos. El Tribunal de la Inquisición tendría un protagonismo especial en la
persecución de los “falsos conversos” con el fin de conseguir la unidad religiosa, basada en el cristianismo.
En 1493 Aragón recuperó el Rosellón y la Cerdaña, en 1497 se produjo la conquista de Melilla y en
1515 la anexión del reino de Navarra a Castilla, finalizando así la unificación territorial de la Monarquía
Hispánica.