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¿QUIÉN ES UN VERDADERO ABOGADO?

ANDREA LARIOS FEGALI

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

DERECHO DISCIPLINARIO

DR. ORLANDO DIAZ


¿Qué significado tiene la toga? ¿Y cómo podemos definir el alma? La toga es una
prenda que a lo largo de la historia se ha asociado con actos solemnes, en la antigua
Roma, las autoridades vestían togas de colores que representan el poder. Y el alma, es
la esencia de todo ser, una parte abstracta e inmaterial que da espíritu y vida.

El alma de la Toga, nos muestra no solo cuál es el significado de un verdadero


abogado, sino también todos los elementos esenciales que lo componen, los principios
y convicciones que deben regirlo. Más que como debe actuar en un proceso o juicio
un abogado, es sobre cómo debe ser, pensar y sentir ese humano que ha sido formado
por el derecho.

Para el 22 de enero de 2021 se constató que en el sistema de información SIRNA se


encuentran 334.508 abogados en Colombia, y que por día se producen 47.4 abogados,
pero ¿Cuántos de estos son realmente abogados? ¿Y cuantos más aún sin haber
estudiado se profesan y creen profesionales en la abogacía?

Muchos estudian derecho por dinero, prestigio, presión familiar, porque se dice que
es una profesión ejemplar, pero inicialmente creo que un verdadero abogado tiene las
motivaciones correctas para ejercer su profesión, busca justicia y ayudar en lo que le
compete, porque es en las motivaciones equivocadas que empiezan a quebrarse los
otros elementos como la fuerza interior, la sensación de justicia, la mora, el secreto
profesional, la sensibilidad, la defensa, entre otras más.

Un verdadero abogado es el que tiene en balance los conocimientos, la práctica, el


carácter, la moral y la pasión, es la suma de esto lo que hace un buen abogado, porque
cada uno por sí solo deja un carente vacío, y entonces es como una construcción
incompleta.

Se necesita conocer el derecho, las leyes, la jurisprudencia para poder moverse en


el medio, y poner en práctica, muchos tienen conocimiento letrado, pero no viven la
aplicación real del día a día, ¿Cómo conoces lo que no vives? ¿Cómo puedes saber de
derecho en los libros si él cobra sentido en la calle?

Ahora el carácter, como sostener el poder sin una estructura, de que te sirve
conquistar una ciudad sino puedes tener dominio de ti mismo, el contenido de un
abogado necesita un recipiente flexible y fuerte para mantenerse en medio de las crisis
inesperadas, las presiones de otros actores, la injusticia y tantas cosas más que
intentan doblarnos.

La moral, que aunque con el paso del tiempo ha ido cambiando, porque se va
adaptando a la sociedad y su desarrollo, personalmente pienso que solo permanece lo
que es verdadero, lo incorruptible, lo que cambia es totalmente pasajero, el abogado
debe encontrar esa moral incorruptible que se mantiene a través del tiempo y de los
cambios, porque los principios que rigen la tierra siempre serán los mismos.

y por última característica en este punto, la pasión, ¿Qué nos mantiene vivos si no
es la pasión que nos enciende?, sino seriamos como robots que actúan sin corazon, la
pasion en el abogado es lo que le da esa calidez humana, esa piel de oveja que acerca
a otras, pero para que el fuego no se apague hay que alimentarlo y cuidarlo.

El mismo ejercicio de ser abogado nos forma el carácter que necesitamos para
serlo, es importante tener un fuerte concepto propio, asimilar con rapidez la
información y decidir arriesgadamente, olvidar la comodidad personal para poner
primero el interés de quien confía en nosotros (así como los médicos) nuestra misión
se expresa por medio del arte del derecho.

El abogado no se hace con el título sino con las duras experiencias que lo forman,
siguiendo la comparación del médico, no es doctor quien sabe mucho, sino quien
aplica su conocimiento para sanar al paciente y para esa aplicación necesitamos de
cierta fuerza interior, cualquiera que sea tu profesión debes confiar en ti, en tus
capacidades, tus talentos, habilidades, los dones que te ha dado Dios y en el esfuerzo y
trabajo duro que te han traído hasta donde estas.

Nadie nace sabiendo, hay fuerza en saber que todos nos equivocamos, sin importar
lo mucho que nos esforcemos o estudiemos, nada es para siempre y no siempre
podemos estar en lo correcto y tener la razón, hay fuerza interior en aceptar el error
como parte de la vida y de la vida profesional.

Lo anterior no nos puede llevar a abusar de la libertad que tenemos, no podemos


emitir juicios sin leer lo que dice la jurisprudencia, no ejercemos a solas, sino que
estamos en un sistema de contradicciones, espada contra espada, hay que estudiar
sobre como pelear para poder enfrentar la injusticia, en fallos errados, clientes
desagradecidos.

Lo importante es fiarse de uno mismo, vivir nuestra vida, seguir nuestras propias
reglas y desatender lo demás, la responsabilidad es solo nuestra, no podemos atribuirle
a las circunstancias u otras personas nuestros errores, ahora cuando estoy claro en lo
que defiendo, no me debo alterar por la contraparte.

Hacer o pedir justicia de buena fe es la obra más espiritual del hombre


En la abogacía actúa el alma sola, porque cuando se hace es obra de la conciencia y
nada más que de ella, porque ¿cómo nos entregamos a algo que no está en si mismo?
en nosotros está la fuerza de las convicciones, la definición de justicia, el aliento
para sostenerla.

No podemos desesperarnos, ni perder la esperanza, el desdén es el antídoto de la


ira, saber despreciar es el complemento de la fuerza interna, sin embargo el abogado
también debe saber despreciar su amor propio herido, la envidia, los intereses
lastimados porque sino acabará egoísta, envidioso y envanecido, porque quien se
desprecie a sí mismo se verá elevarse libre de impueraz. El abogado debe comprobar
siempre si tiene fuerza interior que lo hace subir por encima de la tormenta.
“El derecho no establece la realidad sino que la sirve, y por eso camina
mansamente tras ella, consiguiendo rara vez marchar a su paso” .

“Postulado: que lo que al abogado importa no es saber el Derecho, sino


conocer la vida. El Derecho positivo está en los libros. Se buscan, se estudian,
y en paz. Pero lo que la vida reclama no está escrito en ninguna parte ” pg 23

“La justicia no es fruto de un estudio sino de una sensación”

Giurati, en su Arte Forense, para ponderar lo difícil que es la formación de un


Abogado, no dice que haya de ser un pozo de ciencia jurídica. Elevándose y
humanizándole, dice lo siguiente: "Dad a un hombre todas las dotes del
espíritu, dadle todas las del carácter, haced que todo lo haya visto, que todo lo
haya aprendido y retenido, que haya trabajado durante treinta años de vida,
que sea en conjunto no literato, un crftico, un moralista, que tenga la
experiencia de un viejo y la infalible memoria de un niño; y tal vez con todo
esto formaréis un Abogado completo"

Página 23 del Alma de la Toga

Aquí podemos ver al abogado como actor social que sirve a la comunidad, que
sirve a la sociedad, para adaptar el derecho a las necesidades actuales, porque hay
muchas leyes bien redactadas pero poco vividas y es aquí donde el abogado entra
como un actor que lleva las cosas de lo escrito a la realidad o de la realidad al escrito.

Por eso no sólo hay que preguntarse en consulta jurídicamente ¿que se puede hacer
aquí o que nos permiten las leyes resolver? sino ¿cuál es el propósito? ¿Qué riesgo se
corre quién es realmente esta persona? ¿ y qué es lo que se propone? ¿Qué haría yo?
¿dónde está lo justo en este caso? y ver el apoyo legal como algo secundario que rodea
todo esto.
Porque el verdadero abogado es el que encuentra el derecho en la vida y no en los
libros. ¿Qué hipocresía? es esa de buscar en la Ley soluciones contrarias a las que nos
traza nuestro convencimiento? Uno u otro lado debe ser hija de la sensación. Claro
que esta sensación es un simple reflejo de todo el cuerpo doctrinal que el jurista lleva
en su alma. Por donde la sensación es aquí el vehículo de la justicia.

En contraposición a lo anterior, los abogados son los profesionales más corruptos y


la condición que predomina más es el ingenio que la integridad, porque entonces se
busca defender de igual manera el pro que el contra y se busca la fuerza de la agilidad
mental para poder hacer que cualquier cosa se vea blanca o negra de acuerdo a lo que
nosotros necesitemos el abogado ingenioso conocer la ley para saber cómo torcerla
pero el abogado íntegro conoce la ley para saber cómo mantener la recta para saber
aplicarla.

Para concluir de manera abierta y dejarnos pensando, según el consejo superior de


la judicatura en la sala jurisdiccional disciplinaria, de 1992 al 2021 han sido
investigados 27.436 abogados de los cuales 22.284 han sido sancionados. ¿Qué nos
dice esto de que es abogado y qué podemos hacer al respecto?

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