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Sección: 0610 Maestra: Belki Rosario de la Nieve


Materia: Derecho Romano II
Resumen acerca del Senadoconsulto Veleyano
Durante mucho tiempo la mujer estuvo sometida la manus, pues nada
podía pertenecerle en propiedad; juris, y tenía un patrimonio, la tutela
perpetua la impedía enajenar las cosas más preciosas,
comprometerse y testar sin la autorización del tutor.
Se trata de una disposición senatorial aparecida en el año 46 d.C., por
la que se prohibió a las mujeres con carácter de 'sui iuris', el que
pudiera fungir como fiadoras o garantes, ni aún en el caso de que el
fiado fuera su propio marido.

La prohibición formaba parte del impedimento general que tenían las


mujeres en Roma de obligarse por otro ni de comprometer sus propios
bienes, es decir, la mujer no podía llevar a cabo acto jurídico alguno
de 'intercessio'.

Una de las consecuencias jurídicas importantes que generó la puesta


en vigor de este senadoconsulto fue la de que, en el caso de que se le
exigiera a una mujer el cumplimiento de una fianza por haber
garantizado la obligación de un tercero, la garantía podía quedar sin
efecto si la mujer hacía valer la excepción que el propio
senadoconsulto le concedió, conocida como 'exceptio fraudis senatus
consulti Vellaeanum'. 
El Senadoconsulto Veleyano, del año 46 de nuestra era, que
estableció la nulidad de las obligaciones provinientes de toda
intercesión o fianza otorgada por la mujer. El senadoconsulto tuvo por
finalidad proteger a las mujeres que inducidas por su debilidad podían
comprometer su patrimonio en negocios por los cuales garantizaran de
cualquier forma una deuda ajena.
Si la mujer, contrariando la prohibición legal, hubiera intercedido a
favor de un tercero, podía oponer a la demanda del acreedor la
exceptio senatusconsulti Velleiani para enervar la acción, en cuyo
caso quedaba liberada, sin que subsistiera siquiera una naturalis
obligatio. Tratándose de intercesión privativa, el pretor restituyó al
acreedor que hubiera perdido su derecho, la acción contra el deudor
liberado. Sólo en casos excepcionales, como si hubiera error
excusable del acreedor, dolo de la mujer o intercesión en interés
propio, dejaban de aplicarse las normas del senadoconsulto y la
intercesión de la mujer era plenamente válida.
En el derecho justinianeo se declararon nulas de pleno derecho las
intercesiones realizadas por la mujer a favor del marido y las que no
estuvieran redactadas en instrumento público firmado por tres testigos,
siendo aplicables las disposiciones del senadoconsulto Veleyano, en
caso de que se cumpliera con estos recaudos.

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