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Acción y reacción
Imagina que estás en algún bosque verde caminando tranquilamente, es
de día, pero, poco a poco, el sol comienza a esconderse. A medida que
caminas, puedes escuchar el sonido del viento moverse a través de los
árboles. De pronto, frente a ti, observas algo inesperado; un oso gigante que
se encuentra caminando en las cercanías de donde tú estás.
Esto es lo que sucede: tu cerebro procesa la información que ingresa a
través de tus ojos. Al recibir esta información visual, el hipocampo,
rápidamente, revisa tu entendimiento de qué significa estar frente a un oso
que camina por el bosque. Seguramente, buscará información de tu
experiencia o de lo que crees como experiencia, recuerdos de películas sobre
osos atacando a humanos salvajemente o historias que te contaron sobre
ataques en circunstancias similares, entre otros. Luego de que el hipocampo
revise tu relación con los osos, la amígdala determinará qué reacción tomarás;
si debes asustarte o no. Una vez que te asustas, la amígdala habla con el
hipotálamo para que puedas tomar acción; liberarás adrenalina y empezarás a
sudar, el latido de tu corazón se acelerará al igual que tu respiración, tus
pupilas se dilatarán y sucederán algunos otros cambios fisiológicos.
Ejemplo de secuencia
Causa raíz
¿Has escuchado que si preguntas cinco veces «por qué» llegarás a la raíz
de todo? Esta es una técnica que se utiliza mucho en negocios, ingeniería y
coaching, y puedes utilizarla en conjunto con la metodología de análisis
anteriormente propuesta.
El proceso es relativamente simple, debes preguntarte el «por qué» de
algo cinco veces, o hasta llegar a su causa raíz. Lo ideal, es que, igual que en
la sección anterior, busques eventos en los que tu comportamiento haya sido
crítico, que te hayan marcado, o que sea algo que consideres repetitivo en ti.
Cuando encuentres dicho evento, pregúntate: «¿Por qué me comporté así?»,
una vez que tengas aquella respuesta, por ejemplo, «porque me enojó que me
dijeran tonto», luego, entonces, pregúntate: «¿Por qué me enojó que me
dijeran tonto?», y continúas preguntándote hasta que llegues a la creencia
base.
Si ya leíste algunos libros de autoliderazgo, o has investigado algo del
tema, puede que ya tengas identificadas algunas de ellas, si aún no lo haces;
este es el momento. Trabajar las creencias tiene exactamente el mismo
proceso que este libro: el primer paso es hacer consciencia. Una vez que
tomas consciencia, debes romper el patrón.
Otros ejercicios
Descubrir y trabajar creencias puede ser muy simple o muy complejo, y
en algunos casos puede que requieras de ayuda profesional, de todas formas,
acá te planteo algunas preguntas que puedes hacerte a ti mismo. Utilizaré
como ejemplo el descubrimiento de creencias limitantes respecto a las
relaciones amorosas, puedes reemplazarlo por dinero, trabajo, capacidades
personales o lo que desees:
Afirmaciones 2.0
Retomemos esta poderosa herramienta. El enfoque con el que se aborda
esta herramienta en esta sección es para cambiar creencias, pero también
sirve, perfectamente, para nuestro state (sección siguiente), o cualquier otra
técnica que hayas visto en este libro. Aprenderás el por qué y el cómo y, con
eso, deberías ser capaz de utilizarla para lo que estimes conveniente.
La mecánica de trabajo de las afirmaciones se basa en la disonancia
cognitiva y el priming. Esto se logra a través de expresiones repetitivas con
alto contenido emocional. ¿Recuerdas algún momento o periodo de tu vida en
el que te decían, o te decías a ti mismo, afirmaciones del estilo de: «¡No eres
capaz!», «no serás nadie más que un lame botas», «tu apariencia física lo es
todo», «sólo los fracasados fallan», «los hombres no lloran», «las mujeres
son débiles»? Este tipo de afirmaciones, entre muchas otras, moldean tu
percepción de la realidad y la circunscriben a un espacio limitado. Si en
aquellos momentos la emocionalidad era alta, sólo necesitaste escuchar estas
afirmaciones unas pocas veces para asumirlas como reales. Si la
emocionalidad era baja, lo más probable, es que fue necesario que te lo
repitieran una y otra vez, incluso distintas personas, hasta tú mismo para que
llegaran a formar parte de tus creencias. Te enseñaron a «buscar a Wally» y a
sus enemigos desde temprana edad y tu mente aprendió rápido a buscarlos y a
moldear su realidad para encontrar cualquier cosa que se le pareciese. Las
palabras generan realidades.
Descripción
De igual manera que se forman creencias con base en un tipo de
afirmaciones desalentadoras, podemos replicar el mecanismo para instalar
creencias positivas que cumplan con nuestras expectativas. El ejercicio
funciona de la siguiente manera:
Instrucciones
1. Debes buscar las creencias que deseas instalar. Si leíste «Los Secretos
de la Mente Millonaria» de T. Harv Eker, recordarás que al final de
cada sección te pedía repetir cierto tipo de afirmaciones de acuerdo con
las creencias que argumentaba en su libro. Algunos ejemplos como:
«Logro reconocer oportunidades», «tengo una mente millonaria», «mi
mente logra ver los obstáculos para reconocer oportunidades», «me