Algo muy común en el espacio de escucha es la emergencia de eventos sumamente
horrendos, del tipo que conmueven y llenan de impotencia, sumamente escandalosos incluso hay analizantes que los anuncian con redobles de tarola… “hoy te diré lo que me he estado guardando” “hoy ya estoy listo para hablar de lo que pasó”. ¿Qué significan estas declaraciones en el marco de una escucha psicoanalítica? ¿Cuál es la voz del sujeto? Quisiera suponer la siguiente viñeta a modo de ejemplo. Juls, fue abusado a la edad de 11 años por una de sus primas mayores, ella se quedaba a solas cuidando al niño en las ocasiones en las que sus padres no tenían tiempo. Decide no hablar el evento con nadie porque afirma que eso no le pasa a los hombres y menos con una mujer . Me comenta que esa misma semana antes de su cita en análisis comenta el asunto con su madre. Ese día abre la sesión diciendo: “estoy listo para decirte algo”. El analizante hace uso de una palabra viva después del trabajo realizado se siente cómodo contando algo verdaderamente personal. Pero, ¿esto es parte del trabajo del acto analítico o la comodidad es típica de otros espacios y no corresponde per se ha el acto analítico? ¿Dónde está el trabajo de análisis? Según mi propia reflexión sobre el acto analítico, la palabra viva no es signo por sí mismo de análisis, basta un amigo, un amante o un amor para dar cabida a la palabra plena. Por su lado, el acto analítico si bien no pertenece al plano motor (muscular), sí se encuentra en el plano del movimiento, se trata de una actividad desdibujada, tras bambalinas. El acto analítico se realiza après-coup, cobra su valor en la articulación con el inconsciente.
La articulación inconsciente del sujeto en análisis, así cuando decimos que
intervenir es citar al sujeto, citar no es sólo recuperar algo de lo dicho, citar etimológicamente es ‘poner en movimiento’, ‘hacer acudir’, ‘llamar’, ‘convocar’; citar también como concitar, excitar, incitar, se recupera algo de lo dicho para convocar y hacer acudir al sujeto a elaborar après-coup un sentido. El sujeto es el punto de apoyo del acto analítico. En la viñeta sugerida, es sujeto es convocado cuando algo del decir de Juls se articula a otro punto en la extensa atemporalidad de la escucha. El repunte en este caso se teje en el contenido significante de la siguiente frase “eso no les pasa a los hombres y menos con una mujer” ¿Qué peso/ significado adquiere para este joven el ser un hombre hecho y derecho? La pregunta por el ser hombre o ser mujer es uno de los grandes temas, como en el teatro los grandes temas se tocan de forma universal y luego toman particularidad en cada espectador. El ser hombre, entonces, como sujeto representa un eslabón significante que sólo articulándose con otros significantes puede producir un efecto de sentido. De esta manera, la tarea del lugar del analista es tejer esa articulación en una pregunta o comentario. Para Juls ser hombre es no ser puto, ser hombre es no ser infantil, ser hombre es tener potencia económica, ser hombre es tener voz y opinión. Ahora si Juls “se sabe” insuficiente a la demanda de ser hombre, la articulación inconsciente permite hacer una intervención analítica “¿No les pasa a los hombres?” esta pregunta está tratando de incitar, llamar, convocar a un sujeto citando sin citar lo ya dicho por el analizado. Se está invocando a la cita todo lo que ha dicho por el analizante sobre su propia masculinidad. La respuesta puede o no conducir a la construcción de un sentido sin embargo es necesario correr el riesgo. En realidad creo que es aquí donde la teoría construye la clínica, para mostrar el ejemplo otro supuesto de escucha. La correctísima dama de ojos verdes, llego en una ocasión a su cita anunciando un sueño, el sueño era versaba sobre su hijo muerto, aparecía el joven en el medio del mar sujetado por Dios, en determinado momento el joven la mira y le dice algo, ella no logra recordar el que. Termina su relato diciendo una injuria a medias, la casi injuria la obliga a decir perdón, santificarse y comentar: “yo nunca digo groserías”. ¿Es el sueño? ¿Es el nunca decir groserías? ¿Cómo se encuentra la famosa voz del sujeto? Lo primero se apoya en una verdad teórica, los sueños posen una riqueza sobre el contenido inconsciente, lo segundo también se apoya en una forma teórica. Dice Lacan que el sujeto no puede ser ni nombrado, ni aprendido sino únicamente estructurado, hay que darle forma, todo eso que en la vida cotidiana carece de importancia, va adquirir un sentido en análisis, el sujeto cada vez y de manera progresiva asumirá a que otro se dirige: correctísima + nunca digo groserías va formar un sentido sobre algo que se repite en la palabra y voz de la analizante, tomemos palabra y voz como algo más que un efecto sonoro, hay una forma de sentarse, de hablar, de llegar a consulta. Algo sobre su queja que va en relación a ser/correcta. Al inconsciente hay que estructurarlo, primero hay que creerlo, pero hay que estructurarlo. No se trata de un algo que existe platónicamente es algo que hay que darle existente como sentido con valor de verdad ¿Con base a qué? La teoría construye la clínica. Lo dejo como pregunta abierta.