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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía

Nacional”

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

DERECHO DIPLOMATICO

 DOCENTE: JUAN SAMUEL LEVANO TORRES

Trabajo que como parte del curso de Derecho Internacional


Publico presentan los alumnos:

1- Ferreyra Huarancca, Anggel Nycol

U20240221

2- Hernandez López, Karen del Rosario

U20236247

3- Aguado Pérez, Miguel Ángel

U20206190

4- Revatta Llerena, Abril Andrea

U20239657
 SECCIÓN:12490

ICA- PERU
Índice:

Introducción……………………………………………………………….3

Origen del Derecho Diplomático………………………………………..4

Aspectos generales del Derecho Diplomático………………………...5

Funciones de la Diplomacia…………………………………………….9

Clases de Diplomacia………..…………………………………………12

Conclusión……………………………………………………………….15

Referencias Bibliograficas……………………………………………..16
INTRODUCCION:

La presente investigación se basa en el derecho diplomático, considerando que


el derecho Diplomático es como se diría la conducción de los negocios entre
las naciones por medios pacíficos. Por supuesto, en este caso las cuestiones
económicas o ideológicas y los efectos del cambio tecnológico en las
relaciones interestatales, será si la gestión pacífica de estos problemas también
es compatible con la diplomacia.

La diplomacia se entiende que es la ciencia de comprender los intereses y las


relaciones de unos países con otros. Además, la diplomacia es vista como un
servicio a los estados en sus relaciones internacionales. Es uno de los sujetos
de derecho internacional que reconoce el derecho internacional público. La
diplomacia es de naturaleza operativa e instrumental para lograr los fines para
los que sirve.

Su importancia es que tiene el arte de promover los intereses de un estado o


gobierno contra otro estado o gobierno extranjero, conocido como el
beneficiario. La principal función de la diplomacia es gestionar las relaciones
internacionales a través de la negociación, con el objetivo de alcanzar la paz u
otros acuerdos de interés mutuo.

El diplomático se caracteriza por interpretar al Estado del que es autóctono a


extinción de dirigir sus intereses, mediante negociaciones de paz, de este
modo como producir las conocidas diplomáticas entre los Estados. Orienta la
política exterior, a través de la diplomacia, un ente internacional desarrolla
todas las actividades que se desarrollan fuera de sus fronteras. Otra
característica es que es ejercida por representantes del sujeto, es decir un
estado mismo, es dirigida por funcionarios y otro tipo de personal que a su vez
realizan las tareas que les asigna el gobierno.

Con todo lo expuesto, daremos pase a desarrollar los siguientes temas de la


investigación bibliográfica del derecho Diplomático.

ORIGEN DEL DERECHO DIPLOMATICO:


Desde la Antigüedad hasta el siglo XV tuvo sus orígenes de las relaciones
diplomáticas son tan antiguos como la historia de la sociedad humana, dividida
en unidades políticas como la independencia.

Durante esta etapa, la diplomacia poseyó un carácter ambulante. Es


decir, era una diplomacia que se realizaba mediante representantes
designados de forma excepcional y que desempeñaban su actividad en
un país extranjero y ante su monarca durante un período de tiempo
limitado acorde, generalmente, con la naturaleza de las gestiones que
debían llevar a cabo; por ej. la negociación de tratados de paz o de
alianzas, el establecimiento de acuerdos comerciales, la delimitación de
fronteras, etc (Calduch, R pp 1).

Es claro que la diplomacia actual tiene diferencias significativas una práctica


diplomática que es sostenida por las sociedades primitivas. Sin embargo, hoy
es como ayer, las relaciones diplomáticas fundacionales, con la guerra, el
comercio y las comunicaciones, el núcleo para una empresa internacional con
una red de relaciones.

En esta segunda fase, la diplomacia se convirtió en permanente. Lo que


exigió que los países confiriesen un grado de estabilidad y duración a
sus relaciones diplomáticas mediante el establecimiento de misiones
diplomáticas permanentes. Ello era una consecuencia directa de la
concurrencia de nuevos factores internacionales entre los que destacan:
la emergencia de los modernos Estados europeos, el nacimiento de un
nuevo sistema de relaciones económicas capitalistas y la expansión
ultramarina, que puso en contacto a las principales potencias europeas
con los grandes imperios de Extremo Oriente y del continente americano
(Calduch, R pp2).
Estas nuevas condiciones económicas y políticas en el mundo internacional
exigen la institucionalización fundamental del trabajo exterior de las
monarquías, lo que requiere representaciones permanentes, canales de
comunicación y comunicación, y contactos formales con las autoridades de los
países del tercer mundo.

ASPECTOS GENERALES DEL DERECHO DIPLOMÁTICO

"La diplomacia, efectivamente despierta la idea de gestión de los asuntos


internacionales, de conducción de las relaciones exteriores, de administración
de los intereses nacionales de los pueblos y de sus gobiernos en sus contactos
materiales sean pacíficos u hostiles."
Esta definición, no sólo destaca algunas de las funciones de la diplomacia, sino
que subraya claramente su carácter instrumental al servicio de los intereses
tanto de los gobiernos como de los pueblos, poniendo con ello de manifiesto la
posibilidad de divergencias entre ambos.

Carácter ejecutivo e instrumental:


En realidad, la actividad diplomática constituye una parcela relevante de la
actuación exterior de los sujetos de derecho internacional y, de modo más
exacto de la fase ejecutiva de la misma por contraposición a las fases de
decisión y control. En la medida en que la mayor parte de la diplomacia se
desarrolla entre los Estados, podemos admitir que su dimensión ejecutiva se
refiere a la política exterior.
La diplomacia es vista como un sujeto del derecho internacional que reconoce
el Derecho Internacional Público. Además, la diplomacia posee carácter
ejecutivo e instrumental con el objetivo de alcanzar los fines para lo cual se
sirve.
Representatividad de los agentes u órganos diplomáticos:
Los agentes diplomáticos son las personas a las que se les inviste de la
capacidad para ejercer las funciones diplomáticas actuando en nombre del
Estado. Se trata de una institución esencial para las relaciones internacionales
que, por ello, ha sido objeto de regulación en el Derecho Internacional desde
épocas remotas. En este sentido, los agentes diplomáticos suelen clasificarse
en jefe de misión (con sus diversas denominaciones), ministros, ministros
consejeros, consejeros y secretarios; siendo cada vez más frecuente el empleo
de otras categorías como agregados vinculadas al ejercicio de funciones
sustantivas concretas. Sin embargo, con independencia de esta calificación, el
régimen jurídico aplicable a todos ellos es idéntico, no estableciéndose más
diferencia que la que distingue entre el jefe de misión (y encargado de
negocios, en su caso) y el resto de agentes diplomáticos.

El jefe de misión es el titular de máxima autoridad en una misión diplomática y,


por tanto, el principal representante del Estado acreditante y el responsable de
la actividad en la misión. Dependiendo del rango de la misión que ocupen,
serán de tres clases. En el caso de misiones diplomáticas de primera clase,
hablaremos de embajadores como denominación general, anuncios ante la
Santa Sede, Altos comisarios en la terminología de la Commonwelth, altos
representantes en el marco de la comunidad francesa y los representantes
permanentes ante las organizaciones internacionales. En el caso de los jefes
de misión acreditados ante un Estado, su nombramiento y acreditación está
condicionado al consentimiento por parte del Estado receptor, de ahí que, de
forma previa, el Estado acreditante deba solicitar el plácet al Estado receptor.

Por lo que se refiere al resto de agentes diplomáticos, su nombramiento y


acreditación se realiza a través de un procedimiento más simple, conforme a lo
que establezcan las normas del ordenamiento jurídico del Estado que les
nombra. Lo habitual es que el nombramiento se realice, sin necesidad de
aceptación previa, en un instrumento simple de acreditación emitido por el
ministro de Asuntos Exteriores, en el que especificará la cualificación y el
puesto para el que se le nombra.

Para el ejercicio de sus funciones con eficacia y libertad, los agentes


diplomáticos son beneficiarios de una serie de privilegios e inmunidades que
disfrutan, en tanto que agentes diplomáticos y, por consiguiente, en tanto que
órganos del Estado, que es el verdadero titular de los mismos.

Las funciones del agente diplomático pueden ser muy diversas, dependiendo
tanto de la categoría que posea, como del tipo de misión diplomática en la que
tenga que desarrollar su trabajo. El inicio de las funciones del agente
diplomático se producirá a partir del momento en que se comunique su llegada
al Estado receptor. El fin de las funciones del agente diplomático, se puede
producir por muy diversas causas vinculadas esencialmente con el poder de
organización del Estado que envía; sin embargo ha de llamarse la atención
sobre la potestad que tiene el Estado receptor de provocar el fin de la misión de
un agente mediante la calificación como persona non grata, lo que obliga al
Estado que envía a removerle de sus funciones en la misión. Para que la
relación diplomática goce de plena validez jurídica y efectividad política, debe
ser establecida entre aquellas personas u órganos que gocen de
representatividad del sujeto internacional.

La diplomacia se desarrolla mediante la negociación:


La diplomacia, teóricamente es el arte de negociar arreglos y acuerdos
internacionales; la práctica de la negociación por conferencia ha integrado un
sistema de reglas, escritas unas, tradicionales otras, regidas todas por la
suprema ley de la reciprocidad en el trato.

Negociar es el término que en diplomacia significa todo el conjunto de


actividades que determinan la preparación y finalización de asuntos que
requieren arreglo entre dos o más países. La negociación, con sus
preparativos, planeación, instrucciones, táctica de variantes que presenta, no
es sino una parte del cálculo que todo gobierno realiza al prever el desarrollo
de su política exterior. Por tanto, a menos que existan razones específicas, la
negociación ha de ejecutarse y finalizar en armonía con la tradición en política
exterior del país que se representa, y como un paso más en la línea que se
proyecta hacia el futuro.
La negociación constituye el medio esencial por el que discurre la actividad
diplomática. Gracias a ella, la diplomacia se singulariza de otras formas de
relación internacional.

Finalidad pacífica:
En toda relación diplomática, sea cual sea el objetivo inmediato de la acción
exterior por el que dicha relación se ha entablado, la finalidad última que
justifica su existencia y le da pleno significado es la de alcanzar o mantener
unas relaciones internacionales pacíficas.
En consecuencia, no todas las actuaciones, individuales o colectivas, de sus
miembros constituyen verdaderas actividades diplomáticas.
La diplomacia se perfila así no sólo como una forma de relación alternativa a la
guerra sino también como una forma de relación destinada a evitarla. Cuando
la diplomacia se concibe y ejecuta para incrementar el poder de los actores
internacionales, propiciando el desencadenamiento de conflictos armados,
termina siendo rehén de la estrategia bélica y, llegado ese punto, acaba por
quedar desvirtuada y, con frecuencia, desacreditada ante los restantes
gobiernos y organismos internacionales, así como ante la opinión pública,
nacional e internacional. Una vez hemos determinado el significado y alcance
del concepto de diplomacia, debemos referirnos a las principales funciones que
cumple en el marco general de las relaciones internacionales
Por otro lado los aspectos generales del Derecho Diplomático, la diplomacia
despierta efectivamente la idea de dirigir los asuntos internacionales, conducir
las relaciones exteriores, gestionar los intereses nacionales de los pueblos y
sus gobiernos en sus relaciones materiales, sean pacíficas u hostiles”.
Funciones de la diplomacia:

Como ya se ha mencionado, el derecho diplomático es una rama importante en


el derecho internacional, puesto que se encarga de las relaciones entre los
Estados; las cuales son llevadas a cabo por órganos y/o personas debidamente
representadas de los mismos, todo con la finalidad de que se lleve a cabo
dicha negociación y se alcance una convivencia pacífica entre sus integrantes.
A su vez, podemos coincidir con Satow cuando afirma que la diplomacia es “la
conducción de los negocios entre los Estados por medios pacíficos”. Asimismo,
las fuentes de la diplomacia son la costumbre, los tratados y los principios
generales del derecho que van de la mano con sus principios auxiliares que
comparten con el derecho internacional.

Entonces, teniendo una base general de lo que es la diplomacia, debemos


precisar que es muy importante puesto que vendría a poseer un carácter
instrumental, el cual se desarrolla mediante la negociación, en donde se
pretende defender los intereses de cada territorio mediante un acuerdo, en
donde si se llega al objetivo la finalidad total es la de alcanzar o mantener unas
relaciones internacionales pacificas; pero si en caso no existiese cooperación
por parte de los involucrados, no se podrá llegar a algún tipo de compromiso y
cumplimiento del mismo.

 Función de representación: La función de representación del Estado


ante el Estado receptor, es de suma importancia puesto que es la base
de la diplomacia; antiguamente el diplomático tenía que representar a su
monarca ante otros soberanos, pero luego de muchas discusiones sobre
el tema de representación, hubo un cambio ante este concepto tan
singular, no fue hasta la convención de Viena (1961) en donde se
resolvió consignar como una de las primeras funciones la misión de
representar al Estado y no solo al gobernante. Por otro lado, la
representación corresponde a la misión diplomática, en donde la misión
sustituye a su Estado correspondiente, para que este goce de la
capacidad de mantener una variada gama de relaciones con Estados
receptores.
 Función de comunicación e información: La función de observación
de una misión diplomática es un deber crucial, puesto que se debe
examinar cuidadosamente la situación local desde todas sus
perspectivas políticas, económicas, financieras, culturales, académicas,
sindicales, etc. A continuación, hay que prestar atención a la política
exterior de esa nación, tanto en lo que respecta a sus efectos sobre
otros países como a la situación interna.

Es importante precisar lo importante que es esta función ya que sirve


para proporcionar información suficiente. Para ello hay que recurrir a
determinadas fuentes, siendo las primeras las propias autoridades del
Estado receptor, seguidas de las autoridades del Estado receptor, la
prensa escrita, la prensa oral o los medios audiovisuales. Por otro lado,
el diplomático debe actuar correctamente para obtener información,
entablando una conversación sobre los temas que le interesan, pero
absteniéndose de interrogar a sus interlocutores de forma tan directa.
También hay que saber escuchar, dejar que los demás se expresen
libremente y limitarse a escuchar lo que tienen que decir antes de hacer
comentarios ocasionales.

 Función negociadora: Podríamos definirla como la esencia misma de


lo que es la diplomacia, puesto que gracias a esta se puede aproximar a
algún acuerdo, siendo este un método persuasivo y pacifico con la
finalidad de buscar alguna solución que beneficie a ambas partes
involucradas. Asimismo, debemos recordar que, desde los elementos
más básicos hasta los más complicados, desde las negociaciones
directas hasta las conversaciones de alto nivel, ya sean bilaterales o
multilaterales, una misión diplomática está continuamente en modo de
negociación.

Por otro lado, es importante precisar que no hay métodos fijos para
negociar, puesto que todo dependerá de variables externas, como el
contexto político de las negociaciones, ya sea positivo, neutro o
negativo, la fuerza relativa de las partes, los objetivos que se persiguen,
la sinceridad del deseo de llegar a acuerdos, o simplemente el deseo de
posponer su solución para una ocasión más favorable para sus
intereses.

Es entonces que, sea quien sea el negociador, debe investigar


adecuadamente el asunto. En primer lugar, con respecto al tema en
cuestión; en segundo lugar, con respecto a la personalidad del
interlocutor, tratando de averiguar sus objetivos y el alcance de su
autoridad; en tercer lugar, con respecto a sus propias instrucciones,
habiendo establecido claramente su nivel de movilidad durante las
discusiones; y, por último, con respecto a cómo ganarse la aprobación
de sus superiores para su curso de acción a fin de evitar posibles
reprimendas y contar con el apoyo político necesario.

 Función de asesoramiento: Cuando se trata de sus propios gobiernos,


las misiones diplomáticas proporcionan asesoramiento, que a veces
puede ser clave para la adopción y ejecución de diversas alternativas de
política exterior. Esto bien puede entenderse como una difusión la cual
puede desarrollarse de forma activa o pasiva, es decir, por iniciativas
propias o respondiendo a preguntas escritas o habladas. Este ejercicio
requiere un conocimiento suficiente de su nación, aunque las solicitudes
de información de su propio Ministerio pueden servir de apoyo. La
promoción de la presencia de su nación en el extranjero, haciendo
hincapié en sus ideales más importantes, es de especial interés.
Asimismo, para el avance de los debates dirigidos por misiones
diplomáticas especiales o por los jefes de Estado o de Gobierno
directamente, la función de asesoramiento puede ser muy útil.

CLASES DE DIPLOMACIA:

Diplomacia de las cumbres.

Como resultado natural del creciente multilateralismo mundial ha surgido la


diplomacia de las cumbres, un fenómeno que complementa las normas y los
recursos de la diplomacia clásico. El proceso de las cumbres ha proliferado
como mecanismo multilateral para abordar preguntas de carácter económico,
social y político, en una cierta zona o cerca de un asunto que incumbe a un
grupo de Estados. En la zona latinoamericana, especialmente, hablamos de
una totalmente nueva forma de diálogo que se comenzó a fines de la década
de los ochenta con las cumbres de Flujo de agua. La flexibilidad de la agenda
en dichos foros posibilita a veces abordar asuntos de interés regional por medio
de un diálogo abierto. Latinoamérica y el Caribe han experimentado el impacto
de la diplomacia moderna y de la consiguiente proliferación de cumbres al más
alto nivel. Pese a las críticas sobre la pertinencia y la calidad de tales
encuentros, este formato diplomático ha sido una forma eficaz de insertar a la
región en el sistema internacional, fundamentalmente a través de las cumbres
hemisféricas o de las Américas, las regionales del Grupo de Río, así como de
los encuentros subregionales e interregionales, entre los que destacan las
cumbres iberoamericanas y las euro-latinoamericanas y caribeñas.

En un entorno de más grande interdependencia entre los Estados, no cabe


duda de que la diplomacia de cumbres llena una necesidad concreta. Más allá
del protocolo, las cumbres han facilitado la definición de una agenda con temas
más recientes involucrados con la modernización del Estado y la
profundización de la democracia.
Si se miran los planes de acción de las Cumbres se encontrarán temas de
tratamiento novedoso y actual como el género; infancia y juventud; comercio,
inversión y estabilidad financiera; base ambiental para el desarrollo sostenible;
manejo de desastres; sociedad civil, etcétera.

Con interacción a la obra de ciudadanía hay situaciones bastante


contradictorias en Latinoamérica. Sin embargo, a partir de otro criterio, la
misma ciudadanía descubre obstáculos derivados de la exclusión social
resultante del modelo económico característico de los países latinoamericanas.
Modelo económico que impide la democracia social y el ejercicio de una
ciudadanía oportuna.
En consecuencia, el mecanismo de Cumbres debería de contribuir a
profundizar una agenda más amplia sobre el desarrollo democrático de la
economía, la sociedad y el Estado, pues todavía hoy lo hace de marginal.
Hago alusión a temas como la entrada a la información pública y su vinculación
con la administración del Estado, la transparencia financiera, el funcionamiento
de los burócratas públicos, la rendición de cuentas, las comisiones
anticorrupción y de transparencia, entre otros.

“en el ámbito multilateral, se destaca el significado de las cumbres para


la Organización de Naciones Unidas (ONU) que después del fin de la
Guerra Fría, aprovechando la suspensión de las tensiones entre
Occidente y Oriente, se ha convertido en un entusiasta organizador de
este tipo de encuentros. Nos recuerda reuniones como la Cumbre de
Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que congregó a nada menos
que 108 jefes de Estado y de gobierno. Asimismo están otras reuniones
para discutir el tema de la infancia, los derechos humanos, la población
y el desarrollo, la mujer, y el desarrollo social, también llamada Cumbre
del Milenio, en la que asistieron 117 líderes mundiales” (2007,
Hernandez J.)

La diplomacia "ad hoc".

En impacto, hablamos de unas colaboraciones diplomáticas establecidas


con objeto de solucionar inconvenientes o preguntas mundiales que por
su especificidad y/o su breve duración, no son abordadas por las
misiones permanentes. En los trabajos de la citada Comisión de
Naciones Unidas, se contemplaban 3 supuestos de diplomacia "ad
hoc":los delegados en congresos o conferencias mundiales; los
enviados itinerantes, delegados a realizar una tarea en diversos
territorios, y las misiones especiales. Estas últimas son definidas en la
Convención de 1969 como "una tarea temporal que tenga carácter
representativo del Estado, enviada por un Estado frente a otro, con el
consentimiento de este último, para intentar con él asuntos
determinados o hacer frente a él un cometido definido."

Noé Cornago (2001: 56): “la para diplomacia puede ser definida como la
participación de los gobiernos no centrales en las relaciones
internacionales, a través del establecimiento de contactos permanentes
o ad hoc con entidades públicas o privadas extranjeras, con el propósito
de promover diversos aspectos socioeconómicos o culturales, así como
cualquier otra dimensión exterior de sus propias competencias
constitucionales”

La diplomacia parlamentaria.

Es la diplomacia que se lleva a cabo entre los Estados miembros de las OIG y
las propias empresas. En impacto, los Estados miembros de una organización
intergubernamental, establecen misiones diplomáticas permanentes
acreditadas frente a ella con objeto de canalizar cuantas ocupaciones les
corresponden como miembros. Una sección importante de esta diplomacia es
la que se hace en el marco del sistema de Naciones Unidas. Su regulación
jurídica está recogida en el Acuerdo de Viena sobre la representación de los
Estados en sus interacciones con las empresas de carácter mundial, adoptado
en 1975.

A diferencia de períodos antecedentes, el presente Pacto de 1961 sobre


interrelaciones diplomáticas, ha renunciado a tener en cuenta el derecho
de legación como un atributo único y unilateral de cada Estado, pasando
a tener en cuenta el establecimiento de interrelaciones diplomáticas
como el resultado del mutuo consenso entre los Estados acreditante y
receptor.

CONCLUSION:

Llegamos a la conclusión que la diplomacia, tuvo origen desde la antigüedad


hasta el siglo XV tiene sus raíces en relaciones diplomáticas tan antiguas
como la historia de la sociedad humana, dividida en unidades políticas como la
independencia, durante esta etapa, la diplomacia poseyó un carácter
ambulante. Desde el siglo XV hasta nuestros días, es claro que la diplomacia
actual es marcadamente diferente de una práctica diplomática propugnada por
las sociedades primitivas.

La diplomacia despierta efectivamente la idea de dirigir los asuntos


internacionales, conducir las relaciones exteriores, gestionar los intereses
nacionales de los pueblos y sus gobiernos en sus relaciones materiales, sean
pacíficas u hostiles

El derecho diplomático es una rama importante del derecho internacional, ya


que se relaciona con las relaciones entre estados; realizadas por las
autoridades y/o las personas debidamente representadas por ellas, todo ello
con el objeto de realizar las referidas negociaciones y lograr la convivencia
pacífica entre los integrantes. El derecho diplomático nos dirá cómo, y de esta
base surgirá, como el arte delicado, la diplomacia, la profesión encargada de
utilizar estas bases para representar a los pueblos y naciones, proteger sus
intereses y negociar la paz.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Calduch, C. R. (1993). Dinámica de la sociedad internacional. Madrid: Editorial


Centro de Estudios Ramon Areces. Recuperado de https://www.ucm.es/rrii-e-
historia-global/libro-dinamica-de-la-sociedad-internacional-1

VILARIÑO, E.Curso de Derecho Diplomático y Consular. Parte General y textos


codificados.1987.Tecnos;pag. 59-76. Recuperado de:
https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&url=https://www.ucm.es/
ata/cont/media/www/pag55160/lib2cap7.pdf&ved=2ahUKEwjhxubAj_H4AhW8D
7kGHY1GC6EQFnoECAUQAQ&usg=AOvVaw3Diog5q5TNyOF2WMXKYVUh

Jara Roncati. (1989). La función diplomática. PNUD-CEPAL, Proyecto de


Cooperación con los Servicios Exteriores de América Latina. Recuperado de:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/29597/S3272J37_es.pdf
Ortiz, M. (2010) Iberoamérica y la diplomacia de las cumbres

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3248501

Lopez,C. El ceremonial de las relaciones diplomaticas

https://www.palermo.edu/dyc/jornadasdereflexion/producciones_academicas/
LOPEZ_CRISTINA_AMALIA-El_ceremonial_en_las_relaciones.pdf

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