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UNIVERSIDAD NACIONAL POLITÉCNICA

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


LICENCIATURA EN DERECHO

La acción subrogatoria, revocatoria y de simulación


El Derecho legal de retención
Integrantes:
 Erick Javier Hernández Cruz
 Freddy Antonio Rivas López
 Everth Medardo Aguilar Jarquín
 Eva Haydee Cuarezma Raudez
 Ashley Elieth Vargas Rivera

Asignatura:
Derecho de Obligaciones

Docente:
Mrs. Erling Rivera

Sección/Año/ Turno:
D-3/3ro/Vespertino

01 de Junio del 2022 Managua, Nicaragua


Objetivo General
 Abordar la acción subrogatoria, la revocatoria, la simulación y el
derecho legal de retención en nuestro Código Civil.

Objetivos Específicos
 Determinar el origen y concepto de las acciones.
 Mencionar los requisitos y efectos de las acciones.
 Establecer las semejanzas y diferencias de las acciones.
 Mostrar casos en los que se resalte las acciones.
 Explicar todo lo relacionado al derecho legal de retención.
Antecedentes
El Abogado Luis Chacin en su investigación en el año 2013 acerca de las acciones
subrogatorias, revocatorias y simulación resalta que el deudor responde con su patrimonio
del cumplimiento de su obligación, ya que su patrimonio es la garantía del crédito del
acreedor y que este patrimonio está formado no sólo por los bienes y derechos que el
deudor tenga en un momento dado, sino también por los que en el futuro entren a formar
parte de su patrimonio y su enfoque estaba basado en cómo estas acciones están legisladas
en el derecho comparado y nos dice que su importancia está en que estas son parte del día a
día de las obligaciones y que nosotros como futuros abogados es algo que debemos de
manejar y ver que son fundamentales para la protección del acreedor.
Vidal Ramírez, 2010, pp. 87-88 nos dice que el acreedor, históricamente, ha sido siempre la
parte fuerte de la relación jurídico-obligacional, desde los tiempos primitivos hasta que los
ordenamientos jurídicos le fueron dando una protección relativa al deudor. En el antiguo
derecho romano, la obligatio generaba un vínculo que sujetaba de manera indesligable a la
persona del debitor o deudor a su accipiens o acreedor y era el deudor, con su persona, el
que respondía por sus obligaciones. Si el deudor no cumplía, el acreedor podía someterlo a
las penas corporales más rudas, a su mutilación y hasta someterlo a la esclavitud.

El Lic. Jorge Jiménez Bolaños en su investigación del derecho legal de retención lo hace
desde la perspectiva de la legislación, doctrina y jurisprudencia dando significados y
manera de regulación destacar que a lo largo del trabajo se desarrollan también algunos
fallos judiciales que han estudiado y analizado la figura y la han diferenciado y ubicado no
como un derecho real sino como un derecho que da la ley al acreedor para garantizar el
cumplimiento de la obligación jurídica. Trabajo que nos parece muy interesante ya que
profundizo más allá y se parecía desde varios ámbitos lo que permite captar más las ideas y
ver su necesidad en la aplicación del mismo.
Justificación
La presente investigación se enfocará en el estudio de aquellos derechos que otorga la ley al
acreedor, que tienen por objeto mantener la integridad del patrimonio del deudor, evitando
que los bienes que lo integran no se destruyan o desaparezcan o hacer posible el ingreso de
aquellos que debieran entrar en él. Al acreedor le interesa que el deudor mantenga en el
activo de su patrimonio bienes suficientes para responder al cumplimiento de sus
obligaciones. El otro derecho es permitir retardar la entrega de la cosa debida como medio
para obligar a la persona a quien pertenece a pagar al detentador de dicha cosa la deuda
nacida con ocasión de la misma cosa.
La presente investigación tiene el fin de dar a conocer como se ha ido desarrollando estos
tipos de acciones y retenciones como medidas alternas para que el acreedor no salga
perjudicado, al mismo tiempo poder establecer todos los parámetros y pasos que debemos
seguir para su efectiva realización.
Introducción
Es el patrimonio que se considera objetivo sin calificación alguna, sin condición alguna o lo
que es lo mismo no depende de una persona ni de la personalidad, sino más bien como un
conjunto de bienes que persigue un fin judicialmente tutelado. Lo que existe en el
patrimonio es un destino económico común, sin que nada importe la persona que lo tiene ni
su personalidad. El patrimonio se define en razón del destino ( patrimonio-afectación), que
es un conjunto de derechos, bienes y obligaciones que posee o tenga en relación a un fin
jurídico, organizándose autónomamente gracias a este fin de la afectación existe un
elemento que sirve de cohesión a los distintos elementos que conforman el patrimonio, al
separar la noción del patrimonio, de la noción de personalidad, se tiene que el patrimonio
estimado en forma objetiva, es un núcleo de bienes y débitos inseparablemente afectados a
un fin económico-jurídico, no determinándose su valor activo neto mientras no se haga
efectiva su liquidación.
La responsabilidad patrimonial está condicionada al incumplimiento de un deber a cargo
del deudor y estos actos lesionan los intereses de los acreedores quirografarios, el legislador
le concede ciertas acciones conservatorias dirigidas contra el deudor, llamadas así: La
acción Oblicua, La acción Pauliana y la Acción de Simulación, las cuales están para
asegurar la conservación del patrimonio del deudor, a su vez persiguen una misma finalidad
y presentan caracteres comunes pero deben ser diferenciadas.
Asimismo, abordaremos el Derecho legal de retención el cual constituye una garantía a
favor de un sujeto que detenta una cosa de su deudor, la cual se niega a restituir mientras
no se le satisfaga, a su turno, su propio crédito. Se trata de una garantía inmemorial, que
podríamos sostener que responde a un sentimiento atávico de negarse a restituir lo que
debemos a aquél que, a su turno, no nos paga. No te entrego lo que te debo, mientras no me
pagues aquello que me adeudas. La retención es un mecanismo brutal, que "se intuye un
concepto más fáctico que jurídico". No cabe duda que es una garantía simple y eficaz de
reconocimiento general.
I. La acción subrogatoria u oblicua
I.1 Origen y Concepto
Existe poca claridad sobre el origen de esta acción a pesar de las investigaciones
realizadas. Una de la tesis de buena aceptación sostiene que tiene un origen en el
Derecho Intermedio francés y después pasó al Código de Napoleón y a los que en él
se inspiraron como el nuestro. La falta de precisión y la forma escueta en que se
regula ha dado origen a grandes discusiones y enredos a pesar de las valiosas
monografías y estudios que se han publicado.
Facultad que tiene un acreedor de perseguir lo que le deben a su deudor si ve que
este no está ejerciendo sus derechos. Se fundamenta en el hecho de que los bienes
del deudor son prenda general de sus obligaciones. Busca, por tanto, prevenir que se
dañe esa prenda general. Aquí se habla también de una acción subrogatoria, que es
lo mismo pero con el acreedor ejerciendo los derechos del deudor a nombre propio.
Ej. Acciones de reclamación, créditos contra terceros, facultades de cobro, etc.

Expresa Ossorio Morales que la acción subrogatoria permite a los acreedores


subrogarse en el lugar de su deudor, ejercitando los derechos y las acciones que éste
no hubiere ejercitado contra terceros, ya que con esa inactividad perjudica o puede
perjudicar a dichos acreedores (Ob. cit., p. 143 ).

Tiene diversas denominaciones: la acción indirecta u oblicua, porque el acreedor


cuando se dirige contra los terceros, deudores de su deudor, no lo hace
directamente, utilizando un derecho propio, sino que lo hace de modo indirecto
puesto que tiene que utilizar un derecho del que es titular su deudor inmediato y la
acción subrogatoria, cuando el acreedor ejerce las acciones de su deudor en las
cuales se subroga.

Para colocarlo en práctica, recurrimos a un ejemplo: Pedro le debe a Juan una


cantidad de dinero, a su vez Luis le debe a Pedro una cantidad de dinero superior de
la que Pedro le debe a Juan. Pedro no quiere cobrarle a Luis porque es su primo y
no quiere molestarlo con esto. Es así como Juan puede de forma oblicua subrogarse
exigiéndole a Luis el pago de la deuda que tiene con Pedro. Esto se fundamenta en
el hecho de que el deudor (en este caso Pedro) debe responder con los bienes
habidos o (en caso de no tenerlos) por haber, igualmente, por la máxima jurídica
que reza “el deudor de mi deudor es también mi deudor”.
I.2 Requisitos
 Que el deudor sea titular de un derecho o acción: Que el acreedor sea titular
de un derecho o acción en contra del deudor; que éste sea titular de un derecho
o acción en contra del tercero. Esta doble titularidad servirá para la legitimación
judicial o extrajudicial del acreedor.

También es conveniente advertir que el derecho o acción que ejecuta el


acreedor pudo haber nacido con posterioridad a su crédito, pues todos los
bienes presentes y futuros le sirven de garantía.

 Que el crédito del acreedor sea exigible: Por lo tanto los acreedores a plazo o
bajo condición suspensiva, no podrán ejercer esta acción mientras no se cumpla
el plazo o la condición. No obstante, existen autores que sostienen que puede
ser usada aunque el crédito no sea exigible, pues su ejercicio no implica un acto
de ejecución, sino de conservación.

Demofilo De Buen, dice: "Dados los términos del art. 1111 parece
indispensable, para que pueda ejercitarse la acción subrogatoria, que el acreedor
se funde en un título exigible, pues si no, no tendría razón de ser la expresión,
incluida al principio de dicho artículo después de haber perseguido los bienes
de que esté en posesión el deudor".

No es preciso que el título del acreedor lleve aparejada ejecución.

 Que no hayan bienes suficientes en el patrimonio del deudor para hacer


efectivo el crédito del acreedor: El artículo 1870 C. expresa que cabe su
ejercicio “... después de haber perseguido los bienes de que esté en posesión el
deudor... “.De aquí que se le califique de acción subsidiaria. Pero no es preciso
que en juicio previo se persigan los bienes del deudor, pues la falta de bienes se
puede probar en el juicio en que se ejercitar la acción subrogatoria. El tema es
discutido, pues cierto sector doctrinal exige el juicio previo.

Tampoco se exige la insolvencia total del deudor. Basta que no existan bienes
suficientes o que sean de difícil o engorrosa reclamación.

El acreedor debe probar que: es inútil perseguir los bienes conocidos


(hipotecados en precios superiores a su valor, deteriorados en tal forma que
carecen de valor, insuficientes, etc.); la ausencia de bienes a favor del deudor en
los Registros Públicos. Debe también afirmar que no encontró y no tiene
noticias de otros. No se les puede obligar a probar la inexistencia de otros
bienes de fácil ocultación o de difícil ocultación.

 Que los derechos y acciones sean ejercitables: De acuerdo con el art. 1870 C.
el acreedor puede ejercitar todos los derechos y acciones del deudor, excepto
los que sean inherentes a su personal.

¿Pero, cuáles son esos derechos y acciones inherentes a la persona del deudor?
La determinación de tales derechos y acciones ha provocado un gran número de
opiniones, dada la imprecisión de la expresión empleada por el referido
artículo. Se pensaba que son aquellos no cedibles ni transmisibles por sucesión
hereditaria, o los no cedibles ni embargables, pero se averiguó que existían
casos en que se permitía la cesión y no el ejercicio de la acción subrogatoria sin
permiso del deudor, o que siendo posible la transmisión hereditaria no se
permite su ejecución por la subrogatoria.

Frente a tal situación se dieron nuevas opiniones. Surge Laurent, manifestando


que son derechos inherentes a la persona los de índole moral o los que teniendo
a la vez carácter moral y patrimonial son preferentemente morales.

Algunos autores hacen enumeraciones de los derechos inherentes, evitando las


fórmulas demasiado generales. Entre estos autores se encuentra La cruz. Este
autor estima como derechos inherentes a la persona del deudor y, como
consecuencia excluidos de la acción subrogatoria. Los siguientes:

a) Los derechos extra patrimoniales


b) Los derechos que son resultado de la transformación de una
situación jurídica extra patrimonial. Por ejemplo: la acción que
corresponde a la víctima de un perjuicio extra patrimonial, que en
ocasiones se repara in natura publicando la sentencia condenatoria, o la
rectificación en la prensa, si el daño se produjo por una noticia o
imputación falsa.
c) Los derechos extra patrimoniales de carácter personal. Por ejemplo:
el derecho pecuniario del autor, el derecho a los alimentos, el usufructo
legal del titular de la patria potestad, etc.
d) Algunos derechos patrimoniales que sin mezcla de consideraciones
morales, requieren imprescindiblemente una apreciación de la que
sólo es capaz su titular. Por ejemplo: los que nacen de un precontrato;
de un contrato de opción; de un pacto de retroventa, etc.
e) Los derechos patrimoniales sustraídos por la ley a la ejecución, ya
que se trata de bienes que no sirven de garantía a los acreedores.
Por ejemplo, los bienes inembargables.
Entre los derechos y acciones que no puede ejercitar el acreedor señalan:

a. Los derechos extra patrimoniales: Son aquellos que tienen un


objeto que no consiste en hacer ingresar un valor en el
patrimonio del deudor, sino que se refieren por ejemplo, al
estado o situación familiar de dicho deudor. De aquí que el
acreedor no podrá intentar en nombre de su deudor una acción de
desconocimiento de la paternidad, de investigación de
paternidad, ni una acción de divorcio o de separación de cuerpos
o de nulidad del matrimonio. Advierten que. si la acción de
desconocimiento de la paternidad se encuentra ya en manos de
los herederos, por la muerte del marido, los acreedores de dichos
herederos la podrán ejercitar a nombre de éstos, por cuanto
perdió el carácter moral y familiar, pues no tiende más que a un
resultado pecuniario en beneficio de la herencia.
b. Los derechos y acciones que aun teniendo el carácter
patrimonial el acreedor no los puede ejercitar
c. Las acciones que se refieren a derechos absolutamente
inembargables: Por cuanto de nada les serviría a los acreedores
ejercitar tales acciones, ya que no podrán embargar lo que
ingresa al patrimonio del deudor. Por ejemplo: los acreedores no
podrán pedir una pensión alimenticia en nombre del deudor, ni
reclamar en su nombre las indemnizaciones que le sean debidas a
consecuencia de un accidente de trabajo, ni reclamar un derecho
de uso o habitación que le hayan legado, etc.
d. Las acciones patrimoniales unidas exclusivamente a la
persona: Surgen de los derechos que, aunque tengan un valor
apreciable en dinero, se refieren a los intereses de orden moral o
íntimo que el titular debe ser el único llamado a apreciar, a
saber: el derecho que tiene la mujer de pedir la separación de
bienes contra su marido, el derecho de intentar una acción de
indemnización de daños y perjuicios por injurias y calumnias,
etc.

Terminan expresando que existen derechos en los cuales hay


controversia: la acción de nulidad por incapacidad, en la cual la
jurisprudencia parece aceptar su ejercicio, a pesar de que existe
sentencia que lo niega; la acción de indemnización de daños y
perjuicios que corresponde a la víctima de un accidente, aunque
critican esta solución, por cuanto la indemnización contra el
autor de un delito o cuasidelito civil no tiende en modo alguno a
la venganza de la víctima, sino tapar la brecha abierta en su
patrimonio por el autor del delito.

Teniendo en cuenta fundamentalmente la función que desempeña


esta facultad podemos afirmar que, como norma general, el
acreedor puede ejercitar todos los derechos patrimoniales de su
deudor: cobrar un crédito, entablar una acción reivindicatoria,
pedir la resolución de un contrato por su incumplimiento, etc.

Por el contrario, no puede ejercitar los derechos y acciones que


son inherentes al deudor; a saber:
a- Los derechos extra patrimoniales: Son los
relacionados con el estado de las personas. Se pueden
citar: la acción de investigación de la paternidad, la
acción de impugnación de la paternidad, la acción de
nulidad del matrimonio, la acción de divorcio o de
separación de cuerpo. Según un sector doctrinal, estas
acciones no las puede ejercitar el acreedor aunque
tengan consecuencias pecuniarias importantes; por el
contrario otro sector estima que las puede ejercitar si
tienden a incrementar económicamente el patrimonio
del deudor.

También debe advertirse que cuando el matrimonio


adolece de nulidad absoluta por la existencia de
impedimento absoluto, dicha nulidad puede ser pedida
por cualquier interesado en ella a tenor del art. 2204 C.
Entre estos interesados se encuentran los acreedores de
los cónyuges, los que podrán ejercitar la acción de
nulidad si tienen un interés pecuniario. Pero esta
acción de nulidad se usa en forma directa conforme el
citado artículo y no en virtud del art. 1870 C.

El acreedor, pues, al pedir la nulidad del matrimonio


no usa la acción subrogatoria.

b- Las acciones sobre derechos inembargables,


carecen de interés los acreedores para ejercerlas.
Por ejemplo: El acreedor no puede pedir los
alimentos que a su deudor le debe el alimentante, pues
de acuerdo al art. 287 C. son inembargables y no
pueden ser perseguidos por el acreedor del
alimentario.

Diferente situación se presenta con relación a los


alimentos retrasados, los que puede reclamar el
acreedor del alimentario. Se acepta también que el
acreedor pida la reducción de la pensión alimenticia a
que esté obligado su deudor, cuando el patrimonio de
éste sufra disminución de sus recursos.

El acreedor no puede pedir la indemnización a que


tiene derecho el trabajador por enfermedad o por
accidente de trabajo, pues de acuerdo con el art. 89 CT
y Arts. VII y VIII Tít. Preliminar CT ésta es
inembargable.

El acreedor no puede reclamar el uso o la habitación


que haya sido legado a su deudor, pues de acuerdo con
el artículo 2084 inc. 8 C. son inembargables.

c- Los derechos que teniendo un contenido


patrimonial, sólo pueden ser ejercitados por el
deudor, por cuanto dicho ejercicio supone una
valoración de orden moral personalísima que sólo
él puede hacer. Por ejemplo: El derecho que tiene el
donante para pedir la revocación por ingratitud del
donatario. Tampoco puede el acreedor pedir la
rescisión de la donación por incumplimiento de las
condiciones que se hubieren impuesto. El acreedor
puede pedir la resolución de la donación cuando al
donante le hayan nacido uno o más hijos, siempre que
se pacte como condición resolutoria ese hecho, puesto
que toda resolución causada por el cumplimiento de la
condición resolutoria expresa autoriza al acreedor para
pedirla al Juez. Debe advertirse que éstos no son casos
de revocación.
La acción de daños y perjuicios cuando el hecho en
que se funda no ha causado una disminución directa o
indirecta en el patrimonio del deudor, como por
ejemplo, los daños morales.

e. Que el deudor pudiendo ejercitar el derecho no lo


hiciere: La incuria o negligencia del deudor en
ejercitar sus derechos y acciones, impide el ingreso de
bienes en su patrimonio, causa perjuicio al acreedor
que no puede satisfacer su presentación por la
insuficiencia de los existentes. De esta circunstancia
surge su derecho e intereses de ejercitar los derechos y
acciones de su deudor.

I.3 Su ejercicio procesal


En el ejercicio procesal de la acción subrogatoria existe una sustitución procesal, en
virtud de la cual el acreedor actuando en su propio nombre ejercita el derecho de su
deudor. El acreedor no representa al deudor. Es un caso de sustitución procesal.

No es necesario que se exija que el acreedor tenga título ejecutivo en nuestro


sistema. Pero conviene advertir que el tema es polémico. No es preciso que el
acreedor obtenga autorización judicial para ejercitar esta acción. El art. 1870 C. no
exige tal requisito. Es cierto que el art. 1270 C. exige la autorización judicial para
que el acreedor acepte la herencia rechazada por su deudor, pero éste es un caso
especial y hasta dudoso de que se trate de acción subrogatoria. No puede invocarse
dicho artículo para exigir tal requisito.

I.4 Efectos
 Con relación a la extensión de sus facultades: Juan es acreedor de Pedro por
C$2.000 y éste a su vez es acreedor de José por C$4.000. ¿Podrá Juan, a través
de la acción subrogatoria, exigir a José el total de lo que le debe a Pedro, o sólo
los C$2.000 a que asciende su crédito? La doctrina sostiene que Juan puede
ejercer en su totalidad (C$4.000) el derecho de Pedro y una vez pagado,
devolver el sobrante (C$2.000).

 Con relación a los acreedores de su deudor: La acción subrogatoria no


concede un privilegio al acreedor que la ejercita, por lo tanto, lo que ingresa al
patrimonio del deudor como efecto de esta acción, puede ser perseguido por los
otros acreedores que no han intervenido en su ejercicio. De aquí que sea posible
que el acreedor que ejerció dicha acción se pague parcialmente su crédito o que
no logre obtener nada si existe otro privilegiado a pesar de sus esfuerzos y
gastos.

 Con relación al deudor demandado, o sea, el deudor de su deudor: Este


deudor puede oponer todas las excepciones que podría oponer a su acreedor, ya
que se ejercita el derecho o acción de éste.

I.5 La acción directa


Esta acción la concede la ley en forma excepcional al acreedor para que pueda
dirigirse directamente y en nombre propio contra el deudor de su deudor a fin de
reclamar lo adeudado.

Así como en la acción indirecta o subrogatoria, dice Jaime Santos Briz, los
acreedores ejercitan la acción de su deudor, si bien en nombre propio, en la
denominada acción directa, ejercitan una acción propia que la ley les confiere para
cobrar los créditos de que es titular su deudor frente a terceros; ejercicio que
efectúan también en su propio nombre".

Se considera por la doctrina que la acción directa es más racional y ventajosa para el
acreedor que la subrogatoria, ya que en ésta el incremento patrimonial aprovecha a
todos los acreedores; en cambio, la acción directa beneficia únicamente al que la
ejercita, quien satisface su crédito sin compartir lo recuperado con los otros
acreedores. De aquí que se pida su consagración con carácter general.

De nuestro Código Civil se citan los casos siguientes: a) Las acciones que de
acuerdo con el art. 3327 C. puede ejercer el mandante contra el delegado. b) La
acción que concede al acreedor el art. 2694 C. para ejercitar el pacto de retroventa
contra el comprador. c) La acción que concede el art. 3067 C. a los que trabajaren
por cuenta del empresario o Je suministren material para la obra contra el dueño de
ésta hasta la cantidad que alcance el empresario, terminada la obra.
II. La acción Revocatoria o pauliana
II.1Origen y concepto
La acción Revocatoria, más conocida como Acción Pauliana. Los acreedores que
son objetos de fraude de parte de sus deudores, sufriendo el consiguiente perjuicio
pueden asumir su defensa con la acción que le ofrece la ley, que es la acción
pauliana, decimos revocatoria porque mediante ella se lograr revocar el acto de
venta fraudulenta, y decimos pauliana, en homenaje al pretor Paulus (150 al 125 a.c)
quien fue quien la introdujo por primera vez en la legislación romana.

Es la que se concede acreedor para pedir bajo ciertas condiciones la revocación de


los actos o contratos realizados en perjuicio de su derecho. Esta acción ha sido
definida como el poder jurídico concedido al acreedor para impugnar los actos que
el deudor ha realizado en fraude de su derecho de crédito, cuando el patrimonio del
acreedor sea insuficiente para satisfacción del crédito (Lacruz, 1999)

Hasta acá será necesario ejemplificar de la siguiente manera: Supongamos que


estamos ante un deudor solvente, el cual tiene su dinero en un banco, le debe dinero
a una financiera x con la cual está obligado, pero, pasa que un día antes que su
acreedor le requiera de su pago, resulta que el deudor enajena este dinero, entonces
se declara en insolvencia para poder cumplir con su acreedor, la pregunta sería:
¿Que podría hacer el acreedor para solicitar que se le pague? En este caso como esa
enajenación fue hecha en fraude del acreedor para no pagarle, el acreedor va a poder
pedirle al juez la acción pauliana, para nulificar esos actos realizados. Cabe señalar,
que para que proceda la acción revocatoria o pauliana, es necesario establecer
ciertos requisitos que vamos a ver a continuación.

II.2Requisitos
 Perjuicio a los acreedores
Son dos las razones fundamentales que justifican este requisito:
a) El interés es la medida de la acción, pues donde no hay interés, no hay
acción.
b) El perjuicio del acreedor justifica la disposición que sufre el tercero que
contrato con el deudor. De conformidad con el art.2227C el perjuicio es
justificado cuando ocurren los siguientes requisitos:
a. Que el deudor se halle insolvente: Si el deudor tiene o adquiere
bienes en cantidad suficientes para pagar a sus acreedores, no
procede la acción revocatoria, pues esto deben de existir al
tiempo de entablarse la acción, la prueba de la insolvencia
corresponde al acreedor.

b. Que el perjuicio de los acreedores resulte del acto mismo del


deudor o que antes se hallare insolvente: Dicho de otra
manera: que el acto del deudor lo deje en insolvencia, o que está
ya exista antes del acto, agravándola: Respecto a esto en el libro
de obligaciones del Dr. Iván Escobar Fornos encontramos el
siguiente ejemplo: Juan debe C$ 100,000 y tiene una casa que
vale C$ 80,000 y un carro que vale C$30,000, si vende la casa se
encontrara insolvente. Si Juan antes de la venta hubiere contraído
otra deuda de C$ 40,000, dicha venta agrava su estado de
insolvencia anterior a ella, como consecuencia, si no existía
insolvencia anterior, ni el acto o contrato la produjo, de tal
manera que el deudor tiene suficientes bienes para que se paguen
a sus acreedores, estos actos posteriores, los que sí podrán ser
revocados.

c. Que el crédito en virtud del cual se intenta la acción sea de


fecha anterior al acto del deudor: Él acreedor cuyo crédito
nació con posterioridad al acto o contrario, no puede intentar la
acción revocatoria, por cuanto ellos no le han causado perjuicio.
Existen ciertos créditos que aparentemente no tienen fecha
anterior, pero que en realidad si las tienen, las que nacen con
anterioridad al acto, pero reconocidos con posterioridad al acto o
contrato, como, por ejemplo: la indemnización por perjuicios,
por actos o hechos ilícitos, los que reclaman los subrogados en
créditos anteriores al acto o contrato, aunque el pago sea
posterior a dichos actos o contratos, ya que el tercero que paga
ocupa la posición del primitivo acreedor. El art.2228 C, establece
una excepción al principio de la anterioridad del crédito, dice
“Exceptuando de la condición tercera del artículo anterior, las
enajenaciones hechas por el que ha cometido un crimen, aunque
consumadas antes del delito, si fueren ejecutadas para salvar la
responsabilidad del acto, los cuales pueden ser revocados por los
que tengan derechos a ser indemnizados de los daños y
perjuicios enajena sus bienes. Ejemplo: José piensa causarle
daño a Roberto y para eludir el paso de los daños y perjuicios
enajena sus bienes. En este caso la agresión se produce con
posterioridad al acto, causando daños y perjuicios, pero Roberto
tiene acción para revocar las mencionadas enajenaciones, aunque
sean anteriores al hecho que causo el daño.

 Para que cada excepción se produzca es necesario que:


a) El deudor verifique las enajenaciones con el deliberado propósito de
eludir la responsabilidad del delito.

b) La acción la dirija la víctima, o sus herederos, de los daños y


perjuicios ocasionados por el crimen. Los otros acreedores no la
pueden intentar.

c) Que el deudor haya querido defraudar (Concilium fraudis) y la


complicidad del tercero en el fraude (concius fraudis) Estos dos
requisitos, solo son requeridos para los actos o título oneroso, veamos
que nos dice el art. 2233 C, “Si la acción de los acreedores es dirigida
contra un acto del deudor a título oneroso, es preciso para la revocación
del acto, que el deudor haya querido por este medio defraudar a sus
acreedores, y que el tercero con el cual ha contratado haya sido
cómplice en el fraude”. Este articulo exige como primera condición el
ánimo de defraudar, expresa que es preciso para la revocación del acto
que el “deudor haya querido por este medio defraudar a sus acreedores
“Al acreedor le basta probar la insolvencia del deudor y el conocimiento
que esta tenia de ella, pues de acuerdo con el articulo 2234 C, el ánimo
del deudor de defraudar a sus acreedores por actos que le sean
perjudiciales, se presume por su estado de insolvencia. De aquí que la
doctrina estima que el ánimo de defraudar no consiste en la intención
deliberada de defraudar, sino en la conciencia que ha tenido el deudor de
provocar o agravar su insolvencia con el acto o contrato. En el Derecho
Romano se exigía el fraude del deudor (Concilium Fraudis) en todos los
actos, sean onerosos o gratuitos, a diferencia de nuestro código civil que
solo lo exige en los actos onerosos y no en los gratuitos. El segundo
requisito que exige el art. 2233 C, en los actos a título oneroso es la
complicidad en el fraude. Expresa que si la acción de los acreedores es
dirigida contra el acto del deudor a título oneroso, es preciso para la
revocación del acto, que el tercero haya sido cómplice en el fraude, sin
este requisito la acción no puede prosperar. Cuando el acto es a título
gratuito no es necesario esta complicidad, el art.2233 C, expresa que si
el acto del deudor insolvente que perjudicase a los acreedores, fuere a
título gratuito puede ser revocado a solicitud de estos. La complicidad
del tercero en el fraude del deudor también se presume si en el momento
de tratar con este, conocía su estado de insolvencia. El acreedor pues,
debe probar la insolvencia del deudor y el conocimiento que de ella
tenía el tercero. Comprobando estos hechos se presume la complicidad.
El fin que persigue esta acción no es precisamente reingresar el bien al
patrimonio del deudor, sino, dejar libre el camino para que los
acreedores puedan cobrar sus créditos. El deudor sabe que sus bienes
constituyen la garantía común de sus acreedores y por lo tanto no puede
substraerse de la obligación de mantenerlos íntegros, esto para
empobrecerse y caer en la insolvencia. Por tanto, incurrir en esto último
es efectivizar el fraude. Ahora con respecto al tercero que es el
adquiriente del bien conocedor de que la transmisión que se le hace
ocasiona un perjuicio al acreedor al provocar su propia insolvencia,
actúa en forma fraudulenta. El acto fraudulento revisado por el deudor al
reducir o hacer desaparecer su garantía, ocasiona perjuicio al acreedor,
pues no tendrá con que hacerse pago de su crédito, por consiguiente,
solo pueden realizar la acción pauliana los acreedores que contaban con
el patrimonio del deudor, no pudieron valerse de la acción pauliana los
acreedores posteriores al acto fraudulento, porque estos al celebrar el
contrato, ya no tendrán a su favor la garantía que salió del patrimonio
del deudor.

 Para que proceda la acción revocatoria contra el adquiriente a título oneroso se


necesita:
a) La insolvencia del deudor: La insolvencia también puede resultar del
acto revocado, si la insolvencia no resulta del acto impugnado, sino de
otro posterior no prospera la acción, ya que no le ocasiono perjuicio
alguno.

b) La intención del deudor de defraudar a su acreedor: El fraude del


deudor se presume por su estado de insolvencia.

c) La complicidad del tercero en el fraude: Si la revocación del acto,


restringiéndose solamente sus efectos respecto al deudor, bastaría el
fraude de este para justificarla, pero esto no es posible, pues la
revocación tiene que producir necesariamente sus efectos también
contra terceros, a quien se despoja de los derechos que había adquirido
mediante otro correlativo, y por lo tanto para que la revocatoria no
resulte una injusticia con respecto al tercero, debe encontrar su
fundamento jurídico en la culpa del mismo tercero, culpa que consiste
propiamente en su mala fe, y que la ley presume cuando en el
momento de tratar con el deudor el tercero conocía el estado de
insolvencia de aquel.

Ahora, es posible que el tercero adquiriente de los bienes del deudor


los transmita a un tercero que es el sub adquiriente, a que nos
referimos, para que prospere la acción revocatoria contra los sub
adquiriente es necesario: a) Sea procedente contra el primer
adquiriente: Si el acto fue valido con respecto al primer adquiriente, la
acción no prospera contra el sub adquiriente.

d) Que el sub adquiriente sea cómplice en la adquisición a título


oneroso. En la gratuita no es necesaria tal complicidad. El art.2235 C,
dice “Si la persona a favor de la cual el deudor hubiere otorgado un
acto perjudicial a sus acreedores, hubiere transmitido a otros los
derechos que del hubiese adquirido, la acción de los acreedores, solo
será admisible cuando la transmisión de los derechos se haya
verificado por título gratuito. Si fuere por título oneroso, solo en el
caso que hubiere sido cómplice en el fraude “se pueden dar las
combinaciones siguientes:
a. Cuando el primer adquiriente y sub adquiriente adquieren a
título gratuito. En este supuesto basta el perjuicio para que
prospere la acción pauliana contra el sub adquiriente. Esta
acción cabria contra el primer adquiriente.

b. Cuando el primer adquiriente es a título gratuito y el sub


adquiriente es a título oneroso. Para que prospere la acción
revocatoria es preciso que concurran los requisitos siguientes:

a- El perjuicio a los acreedores


b- El fraude del deudor
c- La complicidad del sub adquiriente.

II.3Actos que pueden ser revocados


El art.2226 C, habla en general de los actos jurídicos que pueden ser revocados por
los acreedores. Son objetos de esta acción los actos bilaterales o unilaterales, los
onerosos y los gratuitos. También pueden ser objetos de la acción pauliana la
renuncia de facultades. Así dispone en el art.2229 C, que dice: “Si el deudor por sus
actos no hubiese abdicado derechos adquiridos, pero hubiese renunciado facultades
por cuyo ejercicio hubiere podido mejorar el estado de su fortuna, los acreedores
pueden hacer revocar sus actos y usar de las facultades renunciadas” Para revocar la
renuncia de facultades no es preciso probar el fraude del deudor, hasta probar el
perjuicio, ya que, generalmente estas renuncias son a título gratuito. Si se hacen se
hacen a título oneroso será preciso: el perjuicio, el fraude del deudor y la
complicidad del tercero.

II.4Efectos
 Revocación del acto impugnado: Por medio de la acción pauliana se revoca el
acto o contrato atacado, dejándolo sin efecto, a fin de que el acreedor pueda
satisfacer su crédito como si no existiera tal acto o contrato. Si el acto o
contrato transmitió bienes o derechos, el acreedor podrá satisfacer su crédito
mediante la realización de estos, sin el obstáculo de la enajenación realizada.

 Relación de los acreedores: La revocación se declara únicamente en interés


del acreedor que la ejerce y, como consecuencia, no beneficia a los otros, ni la
pueden invocar. Se declara también hasta el importe de sus créditos, por lo que,
si el acreedor se puede satisfacer con parte de los bienes enajenados, la
revocación solo se declara con relación a ellos. El art.2230 C, dice “La
revocación de los actos del deudor será solo pronunciada en interés de los
acreedores que la hubiera pedido y hasta el importe de sus créditos “No
obstante, si la revocación fue pedida por el procurador del concurso, esta
aprovechara a todos los acreedores del concurso, sin distinción de fechas, es
decir, tanto a los de fecha anterior al acto como a los de fecha posterior.

II.5Tercero de mala fe
El art.2236 C, dispone que revocado, el acto fraudulento del deudor, si hubiera
adquirido enajenaciones de propiedades, estas deben volverse por el que las
adquirió, cómplice en el fraude, con todos sus frutos como poseedor de mala fe. Se
sostiene que este artículo se aplica también a los títulos gratuitos. Cuando la
enajenación es a título gratuito no se precisa la prueba del fraude y la complicidad
del tercero para que proceda la acción pauliana. No obstante, si se prueba dicho
fraude en el adquiriente a título gratuito, su obligación de devolver se regirá por lo
dispuesto en la mencionada disposición.

II.6 Tercero de buena fe


Si el tercero ha procedido de buena fe, las cosas son diferentes a las establecidas en
el artículo 2237 C. El deudor no está obligado a devolver los frutos percibidos y
devuelve las cosas en el estado que se encuentra. Este supuesto solo es aplicable en
las adquisiciones a título gratuito, porque si el tercero es a título oneroso y de buena
fe no cabe en su contra la acción pauliana.

II.7La acción pauliana y el registro


El articulo 3950 C. Regula fundamentalmente la repercusión de las acciones
rescisorias o resolutorias con relación a terceros. Como regla general establece que
las acciones rescisorias o resolutorias no perjudican a los terceros que hayan inscrito
su derecho, exceptuándose:
 Las acciones de recisión o resolución que deben su origen a causas que
habiendo sido estipulada expresamente por las partes, constan en el registro.
 Las acciones rescisorias de enajenaciones en fraude de acreedores en los casos
siguientes:
a) Cuando la segunda enajenación ha sido por título lucrativo.
b) Cuando el tercero haya tenido conocimiento del fraude del deudor.
c) Cuando se está en cualquiera de los casos comprendidos en el capítulo
que trata del fraude de los actos jurídicos.

Los terceros a que se refiere los literales a y b son los sub adquiriente, es decir, los
que adquieren el primer adquiriente (el que adquirió del deudor) Si la adquisición
es a título gratuito, caso del literal (a) el registro no protege al tercero, aunque este
de buena fe. Si la adquisición es a título oneroso y el adquiriente es de mala fe,
caso del literal (b), es decir, tiene conocimiento del fraude, el registro no protege a
este. El conocimiento lo puede tener, ya sea porque es cómplice en el fraude o
porque conoce que el acto es fraudulento y puede ser anulado. También es posible
que el sub adquiriente no sea cómplice en el fraude y también desconozca la
fraudulencia del acto, pero que le afecte la acción pauliana por haber adquirido con
posterioridad a la anotación preventiva de dicha acción. De aquí la gran
importancia de anotarla en el registro, para impedir que surja un tercero protegido
por el registro.

II.8Naturaleza de la acción pauliana


En torno a su naturaleza jurídica se ha abierto una amplia discusión sobre tres
puntos: su carácter personal real o mixto; su carácter anulatorio, rescisorio o de
imponibilidad; su carácter indemnizatorio y su naturaleza ejecutiva o conservativa.
Los dos primeros se refieren al efecto que produce sobre el acto impugnado y el
tercero a una cuestión de oportunidad de ejercicio. Pero los planteamientos no paran
ahí, La doctrina ha formulado otras características: se le aprecia como una acción de
carácter penal en virtud del fraude, calificándola de acción ex delictus, como una
causa de abuso del derecho y como un supuesto de enriquecimiento sin causa:
 Carácter real: Sus antecedentes se encuentran en la vindicatio utilis que se
le concedía al acreedor para reivindicar del tercero consicius fraudis el bien
enajenado como si fuera propietario, en el interdictum frauditorum, medida
posesoria para reintegrar al acreedor en la posesión del bien vendido por el
deudor a un tercero y la actio infactum como autentica acción reivindicatoria
por medio de la cual se rescinde la enajenación y se restituye la cosa.

 Carácter personal: El derecho moderno lo contempla como una acción


personal por las razones siguientes: no existe la contradicción de textos
como en Roma, surge para proteger un derecho de crédito y no un derecho
real, pueden ejercitarse sobre cosas que no son determinadas, cuando afecta
a terceros, es por la complicidad de estos en el fraude y no por ser
poseedores de la cosa.

 Carácter mixto: Lo que la considera como acción mixta parten de que en su


esencia es personal, pero al perjudicar a terceros se convierte en mixta.

II.9Acción de nulidad, rescisión o de imponibilidad


Los partidarios de la nulidad piensan que con ella se anula el acto frente a todos: las
partes del contrato y los terceros. Los partidarios de la imponibilidad parten de que
el acto es intrínsecamente valido, pero no oponible a terceros. Los que consideran
como acción rescisoria parten de que el acto es válido pero puede ser revocado y
declarado ineficaz con relación al amparado con la acción. Vale destacar también,
que no podemos que sea una acción de indemnización, pues fundamentalmente se
dirige a destruir el acto y si no prospera la acción (por encontrarse el bien en manos
de un tercero de buena fe o por otras causas) se deben los daños y perjuicios.

III. La acción de Simulación


III.1 Origen y Concepto
El derecho romano, como la mayoría de las legislaciones de la antigüedad, se
caracterizó, por su aversión a todo lo escrito, y por su extremado apego al
formalismo.
Esta situación se conformaba perfectamente con la época, en la cual no se conocía la
idea ·de crédito y los derechos que se adquirían y transmitían inmediatamente,
mediante la vocalización de una fórmula o por medio de la emancipatio.
Más tarde cuando aparece la idea de crédito, los romanos quieren manifestar sus
contratos en las formas más solemnes; tienden a confundir los contratos y las
obligaciones con las fórmulas, aparecieron los contratos solemnes. El más antiguo
de esta clase de contratos es el llamado "Nexum", o sea el préstamo de una cantidad
de sextercios; y consistía en que el deudor pronunciaba una fórmula solemnísfma
(no se conoce), por medio de la cual permitía al acreedor en caso de no
cumplimiento la "manus inyectio" que va contra la persona y sus bienes, o sea el
derecho de detener · al deudor y una vez cogido venderlo.
Posteriormente aparecieron los contratos "Verbis". Consistían en palabras que
pronunciadas, y por sí solas obligaban. Spondes mihi dore decem millia sextertia?
Te obligas a darme diez mil sextercios?). A lo cual respondía quien se iba a obligar:
"Spondeo".
Después aparecieron los contratos "litteris", que consisten en una inscripción que el
deudor permitía hacer al acreedor en sus libros.
Y por último se usaron los contratos reales, cuya esencia consistía en la entrega de
la cosa. Ya en tiempo de la república nos encontramos con los contratos
consensuales en los cuales el solo consentimiento obliga. Este leve recuento
histórico del modo como se desarrolló en Roma el derecho, nos presenta en sus
comienzos un vacío en cuanto al tema propuesto o sea sobre la simulación. El
formulismo riguroso de que se ha hablado, establecía fórmulas sacramentales que
debían pronunciarse en forma ritual; la vocalización debía ser exacta, sin agregar ni
quitar nada; y de ahí la imposibilidad de que se presentaran actos o contratos
simulados.
Esta quizá la causa y explicación del por qué legislación tan sabia, sabiduría que
perdura a través de los siglos en la mayoría de las legislaciones del mundo, no se
ocupara en formular consideraciones, así fueran someras, sobre materia de tanta
importancia. Es claro que al no presentarse el problema, no era necesario buscársele
solución.
Al entrar en juego las otras clases de contratos, apareció el problema y de ahí que se
encuentren normas dispersas sobre la materia. Al efecto se citan algunas:
Venditiomen donationem causa inter virum et uxorem factum nullíus esse momenti,
si modo cum animun maritus vendendi non haberet" (dig., 24, 1). Es decir, que la
venta entre marido y mujer que haya tenido como causa una donación, no tiene
ningún valor, si en el momento de vender el marido no tuviere intención de efectuar
una compraventa.
Si vir uxori donationis causa rem villius ·iocaverit; locatio nulla est". O sea que si
el esposo hiciere una locación teniendo como causa una donación, esa locación es
nula.
Si ínter virum et uxorem societas donationis causa contracta sit, jure vulgat nulla
est". Dig., Es decir, que si entre marido y mujer se forma una sociedad que tenga
como causa una donación, en derecho es nula.
"Simulatae nuptiae nullíus momenti sunt". Lo cual traduce que las nupcias
simuladas carecen de valor. Los juristas romanos, como se desprende de las citas,
consideraban todos estos actos nulos. Para el, todos actos prohibidos por la Ley
adolecían de nulidad. Ellos ignoraron el problema de si valía más la intención o la
manifestación de esa misma intención, o sea entre la voluntad y su declaración.
De las citas hechas se desprende, cómo ellos enfocaron el problema por un aspecto
distinto, o sea el que se relacionaba con el problema de si valía más la apariencia o
la realidad.
Cuando se trataba de simulación, que hoy se conoce con el nombre de relativa, el
acto aparente no tenía ningún valor, y el simulado era válido si reunía las siguientes
condiciones: Capacidad, consentimiento, objeto y causa lícitos, y siempre que no
estuviera pugnar con la ley y con las buenas costumbres.
Otro aspecto interesante en cuanto a los efectos de acto simulado consistía en que
eran oponibles a terceros de buena fe; principio que ha variado en su totalidad.
La simulación tiene un lugar cuando se encubre un carácter jurídico de un acto
bajo la apariencia de otro o cuando el acto contiene cláusula que no son sinceras o
fechas que no son verdadera o cuando por él se constituyen o transmiten derechos
a personas interpuestas que nos so aquellas para quienes en realidad no constituyen
transmiten( Art. 2220 código civil de Nicaragua ).
La acción de simulación es una acción rescisoria con la que se busca evitar que el
deudor, mediante simulación de negocio jurídico, defraude a su acreedor, para lo
cual se solicita al juez que declare la simulación de negocio.
Para Ferrara la simulación es “la declaración de un contenido de voluntad no real,
emitido conscientemente y de acuerdo entre las partes; para producir con fin de
engaño la apariencia de un negocio jurídico que no existe o es distinto de aquel
que realmente se ha llevado a cabo.
Héctor Camara expresa: el acto simulado consiste en el acuerdo de partes, de dar
una declaración de voluntad a designio divergente de sus pensamientos íntimos,
con el fin de engañar inocuamente o en perjuicio de la ley o de terceros. La
simulación se puede dar cuando:

 Se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro.


 El acto contiene cláusulas que no son sinceras.
 El acto tiene fechas que no son verdaderas.
 Por el acto se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas
que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten.

III.2 Requisitos
Existen tres requisitos del acto de simulación:
 El acuerdo entre las partes: no obstante la voluntad de la partes, es
necesarios también que a ellas se le una de las otras parte. El engaño, pues,
debe de ser bilateral, ya que del contrario sería una reserva mental, la que no
afecta la validez del acto.

 Discordancia intencional: esta es una consecuencia del requisito anterior,


la discordancia entre la intención real y la declarada debe ser voluntaria por
ambas partes, este acuerdo distingue el acto simulado del error, en el cual
no hay formalidad entre la intención real y la declarada, pero esto no es
requerido por los sujetos, sino involuntario.

 Intención de engañar: El engaño se presenta siempre en la simulación, la


simulación siempre es un engaño, pero tal engaño puede causar daños a
terceros o burla la ley o bien no.

III.2.1 Requisitos para intentar la acción

Los requisitos para intentar la acción son:

 Ser el actor intelectual de un derecho subjetivo.


 Se reconoce que los acreedores a plazo o condiciónales pueden
demandar la simulación, dado el carácter conservativo de la acción.
También se reconoce que el titular de un crédito litigioso puede
entablar la acción de simulación.
 La prueba de perjuicio sufrido por el acto simulado.

En resumen, el actor debe tener interés legítimo de obrar, por el contario


no es preciso probar, para que prospere la acción, la anterioridad del crédito
al negocio simulado. La insolvencia del deudor, consilium fraudis y la
excusión previa de los bienes del deudor.

III.3 Clases de simulación


La simulación puede ser: según su naturaleza, absoluta y relativa, según su fin
licita e ilícita y según su extensión completa o parcial:

 Absoluta y relativa
a) La simulación es absoluta: cuando se celebra un acto que nada tiene
de real (art.2221 C). Ejemplo : juan le vende a pedro el inmueble X
para burlar la ejecución de sus acreedores , pero en el fondo no exista
tal venta, también puede presentar la simulación absoluta cuando el
deudor aumenta ficticiamente su pasivo emitiendo los
correspondientes documentos.

b) La simulación relativa: es cuando se emplea para da a un acto


jurídico una apariencia que oculta su verdadero carácter. (art.2221 C).
Ejemplo: juan le dona el inmueble X a pedro, pero bajo la forma de
venta.

 Licita e ilícita
a) Se habla de simulación lícita: cuando no es reprobada por la ley,
cuando a nadie perjudica, ni tiene unos fines ilícitos (art 2222
c) .Ejemplo: juan quiere favorecer a pedro con C$ 50.000. Pero hace
aparecer como donante a Miguel, por razones de molestias, como se
puede observar no hay ningún fin ilícito en esta simulación.

b) Al contario con la ilícita: es cuando perjudica a terceros o tiene un


fin ilícito. (Art. 2222 c). Ejemplo: venta simulada de los deudores
para escapar de la ejecución de los acreedores, consignar en el
contrato mutuo una cantidad mayor a la pactada por haberse incluido
los intereses usurarios.

 Completa y parcial
a) La simulación es completa cuando afecta la totalidad del acto, como
por ejemplo: la simulación absoluta.
b) La parcial cuando afecta a un elemento accidental o clausula
accesoria. ejemplo.: fecha, plazo, mayor precio etc.

III.4 Titulares de la acción


La acción de simulación debe de ser entablada por las partes, sus sucesores a titulo
universal o singular, sus representantes y los terceros.
 Las partes: Para el estudio de la procedencia de la acción de simulación
entre las partes lícita e ilícita en donde la ilícita es cuando tenga por
objeto dejar sin efecto el acto ilícito, por el contrario la licita si lo admite.

 Los terceros: Son terceros lo que no ha sido parte del negocio, los
acreedores de las partes, los legatarios y los sub adquiriente.

III.5 Legitimación pasiva


Todas las partes del acto simulado debe de ser demandada , por constituir una
litisconsorcio necesaria , dada la naturaleza indivisible de la relación en juego, de
otra forma no se podría fallar el fondo, pues la sentencia carecería de eficacia.

III.6 Anotación de la demanda


El actor puede pedir, como medida cautelar, la notación de la demanda en la
propiedad objeto de la litis, no obstante su carácter personal, ya que puede
perseguir la transmisión, modificación o extinción de un derecho real.

III.7 Prueba de simulación


 Carga de la prueba: el que alega la simulación tiene a su cargo la prueba
de ella, no obstante le conviene al demandado probar la seriedad del acto;
sin perjuicio de la carga que tiene el demandante.

 Entre las partes: la opinión dominante sostiene que para probar esta
simulación entre las partes se precisa del contradocumento, sin embargo hay
caso que no existe el contradocumento como: cuando existe confesión
judicial, cuando es imposible presentar el contradocumento (cuando se
pierde etc.) cuando el consentimiento para realizar el acto ficto está viciado
de dolo o violencia también la simulación licita cuando hay fraude en la
ley y el otro cuando hay perjuicio de tercero y por ultimo las pruebas de
tercero valiéndose toda las clases de pruebas ya que está imposibilitado
materialmente para procurarse un contradocumento .
III.8 La prueba de presunciones
Puede ser judiciales y legales, las judiciales llamadas hechas y las legales la
establece la ley está a su vez se caracterizan por: el parentesco o amistad, de la
probidad, moralidad y honorabilidad, de la falta de capacidad económica del
adquiriente, de la naturaleza y cuantía de los bienes y derechos transmitidos, de la
falta de ejecución material del acto, del comportamiento de las parte al celebrarse el
contrato, de la actuaciones de las partes en el proceso.

III.9 Efectos
La declaración de la simulación procede la nulidad del acto aparente, el que se
exhibe al púbico, tanto así fuera demandada por las partes como los terceros.

III.10 Prescripción de la acción


Como no existe una disposición que consagre un plazo especial para la
prescripción de la acción de simulación, esta prescribe a los 10 años, es
conveniente advertir que existe una fuerte fuente doctrinal que estima
imprescriptible la acción proveniente de la simulación absoluta, para los que
persiguen tal doctrina, será prescriptible a acción proveniente de la simulación
relativa. Nuestra CSJ expresa que la acción de simulación, por ser meramente
declarativa, es imprescriptible, pero tal criterio no puede ser extensivo a la
simulación fraudulenta, que anula el acto anulado, ni a las demás acciones que una
vez declarada la simulación tuvieren por objeto una condena contra el
demandado.

IV. Diferencias y semejanzas de las acciones subrogatoria, revocatoria


y simulación

IV.1 Diferencias
 Acción oblicua = cobrar deudas del deudor. Acción Pauliana = revocar actos
jurídicos reales por perjuicio a los acreedores. Acción de Simulación =
demostrar que un acto jurídico es inexistente.
 Estas 3 Acciones deben ser diferenciadas: Por su ámbito, por sus requisitos y
por sus efectos.
 La acción oblicua se ejercen las acciones del deudor negligente, en la acción
pauliana se combate actos realmente efectuados y en la simulación se ataca a
actos ficticios.
 El ejercicio de las acciones oblicuas y Pauliana está reservado al acreedor, en
la acción de simulación puede ser intentada por cualquier tercero interesado
aunque no sea acreedor también puede ser inventada por el propio autor que
realizó el acto simulado y por sus causahabientes.
 La acción oblicua y pauliana requieren que el deudor se encuentra en estado
de insolvencia y que el crédito es exigible mientras que en la acción de
simulación no se requieren la credibilidad del crédito ya que no tiene por
finalidad hacer efectiva la acreencia.
 La acción pauliana requiere que el crédito se anterior al acto fraudulento
mientras que en la acciones oblicuas y de simulación no importa si el crédito
es anterior o posterior.
 La acción oblicua tiende a proteger al acreedor contra la desidia del deudor, la
acción pauliana contra el fraude de los deudores y la acción de simulación
contra la simulación cometida por el deudor.

IV.2 Semejanzas
 La acción pauliana y la de simulación, conjuntamente con la subrogatoria,
tienen carácter conservatorio, desde que están dirigidas a defender y conservar
la garantía general que para los acreedores constituye el patrimonio del
deudor. El fundamento de las tres radica en el principio de responsabilidad
patrimonial, según el cual los bienes presentes y futuros del deudor están
potencialmente a disposición de los acreedores y pueden ser objeto de
acciones de ejecución.
 En las tres acciones, se requiere la existencia del perjuicio que determina un
interés legítimo de los acreedores para obrar.
 La acción oblicua al igual que la acción se simulación se ejercen en nombre
propio.

La acción subrogativa y la pauliana presentan las semejanzas


siguientes:
 Se fundan en el principio según el cual el patrimonio del deudor
constituye la garantía general (o común) de los acreedores. Son medios
de conservación de la garantía patrimonial. Este patrimonio puede
desaparecer o disminuir por actos del deudor con los cuales renuncia,
dispone o grava sus bienes o por una abstención u omisión del deudor
que no hace lo que debe hacer en su beneficio.
 Tienen carácter patrimonial: la acción subrogativa trata de crear o
incrementar el patrimonio del deudor, que por desidia de este podría
perder, y la acción pauliana restituye la garantía general exclusiva
mente en relación al acreedor accionante.
 Constituyen recursos judiciales subsidiarios cuyo fin es conseguir el
pago actual o futuro de las deudas. Proceden en virtud de la conducta
perjudicial acciones u omisiones adoptada por el deudor respecto de sus
acreedores.
 No proceden si en el patrimonio del deudor hay bienes suficientes para
hacer efectivo el crédito, situación en la que el acreedor no tiene
injerencia en el manejo de los asuntos del deudor.
 La calidad de acreedor del sujeto accionante.
 Un perjuicio ocasionado por la acción u omisión del deudor a la
garantía patrimonial del crédito.

V. Derecho legal de retención


V.1 Origen y concepto
El origen del derecho legal de retención se remonta al Derecho romano. Fue otra
medida de equidad que otorgó el pretor ante la ausencia de acción de reembolso a
favor del tercero que había hecho gastos en la cosa detentada, bajo el rigor civil del
procedimiento formulario. Se introdujo en forma de excepción (exceptio doli mali).

El derecho legal de retención podemos conceptualizarlo como la facultad que tiene


el poseedor o tenedor de una o varias cosas para retenerlas mientras le paga el
deudor lo que le debe por razón de ellas y, en caso de negativa, adjudicarse o
realizar los bienes para pagarse con el derecho de prelación propio de la prenda o
hipoteca, según sean muebles o inmuebles.

V.2 Caracteres
El derecho de retención presenta los caracteres siguientes: es accesorio, indivisible y
patrimonial.
 Accesoriedad: Como todos los derechos de garantía, el derecho de retención es
accesorio, pues supone la existencia de un crédito a favor del acreedor que lo
ejercita. Al ser accesorio sigue la suerte de lo principal. Son muchas las
consecuencias que se derivan de esta característica: extinguida la obligación
que garantiza, se extingue la retención; nula la obligación principal, es nula la
retención; en la cesión o trasmisión del crédito va incluida la retención; etc. Es
conveniente advertir que no es un derecho subsidiario. Esto significa que
procede aunque exista otra medida de garantía o en ausencia de ésta.

 Indivisibilidad: La indivisibilidad abarca dos aspectos. Por una parte, le


concede al acreedor la facultad de ejercitarlo por la totalidad del crédito, sobre
todas y cada una de las cosas en su poder. Por otra parte, el acreedor puede
retener todos y cada uno de los bienes, si sólo ha recibido un pago parcial.

Este carácter no aparece contemplado expresamente, pero se le aplica la misma


indivisibilidad de la prenda o hipoteca, según el bien sobre el que recaiga.

 Patrimonialidad: El derecho de retención tiene carácter patrimonial y como tal


puede ser objeto de cesión por acuerdo entre vivos, entregándose la cosa
retenida. También puede ser transmitido por causa de muerte. No existe
disposición legal que lo impida.

V.3 Efectos
El derecho de retención produce en general derechos y obligaciones tanto en
relación al retentor como al propietario de la cosa.
 El retentor: Tiene los derechos siguientes:
a) Retener la cosa hasta el pago de su crédito.
b) Realizar la cosa retenida si su dueño (el deudor) no le paga.
c) Defender su posesión o tenencia de acuerdo con el art.1812 C. Creo que
por analogía podría hacer uso de las acciones posesorias del art. 181 O C.

Sus obligaciones son las siguientes:


a) Debe mantener la cosa en el estado en que la reciba y observar la diligencia
media de un buen padre de familia.
b) No puede usar o gozar de la cosa. salvo autorización. Se equipara al
depositario o acreedor prendario.

 El propietario: Al propietario le asisten los derechos siguientes:


a) Exigirle al retentor la entrega de la cosa una vez que haya pagado el rédito
en virtud del cual se ejerce la retención.
b) Pedir en su caso el secuestro cuando se abusare de la cosa.

Sus obligaciones son las siguientes:


a) Dejar la cosa en poder del retentor hasta el pago del crédito.
b) Reembolsar los gastos y mejoras al acreedor. La sentencia que acoge la
retención es declarativa y, como consecuencia, retrotrae sus efectos a la
época en que concurren las condiciones de aceptación. Queda así
legitimada la época en que se usó la retención antes del juicio, como
autotutela.

V.4 Ámbito
 El poseedor de Buena Fe: De conformidad con el art.1749 C. el poseedor de buena
fe puede retener la cosa hasta ser pagado de los gastos que hubiere hecho para la
conservación de dicha cosa. Este poseedor, frente a la demanda reivindicatoria,
puede retener la cosa reivindicada hasta ser pagado de dichos gastos. También
puede tomar la iniciativa.

 El arrendator y arrendatario: De conformidad con los arts. 2840 y 2848 C. el


arrendatario tiene derecho a retener la cosa arrendada, si el contrato no hubiere de
continuar, en los siguientes casos: a) cuando el arrendador autorizó y se obligó a
pagar los gastos y mejoras hechas por el arrendatario en la cosa arrendada; b)
cuando -sin ser autorizados inicialmente los gastos y mejoras, posteriormente se
obligó a pagarlos el arrendatario; e) cuando las reparaciones y gastos corresponden
al arrendador, pero el arrendatario las tuvo que hacer por urgencia.

También tiene derecho, de conformidad con las disposiciones citadas, al derecho de


retención hasta el pago de las mejoras y gastos, en los casos siguientes: a) si fueren
necesarios o útiles y sin culpa del arrendatario se resolviere el contrato, aunque el
arrendador no se hubiere obligado a pagarlos ni autorizados para hacerlos; b) si
fueren voluntarias las mejoras y por culpa del arrendador se resolviere el
arrendamiento; e) si en el arriendo por tiempo indeterminado se autoriza al
arrendatario hacer los gastos y mejoras y al pedir la restitución el arrendador, el
arrendatario no ha disfrutado de ellas.

En todos los casos expuestos el arrendador está obligado a pagar las mejoras y
gastos hechos por el arrendatario en la cosa arrendada y la ley le concede a éste el
derecho de retención hasta el pago de ellos.

El arrendador goza del derecho de retención hasta pagarse la renta y demás cargos
del arrendamiento sobre los muebles y utensilios del arrendatario existente dentro
de la cosa arrendada y sobre los frutos de las cosechas respectivas si el predio fuere
rústico. Así lo dispone el art. 2835 inc. 1 C.
El art. 2835 inc. 2 C. preceptúa que la retención no procede por créditos de futuras
indemnizaciones, sobre objetos no embargables ni "por alquileres por vencer
posterior al año corriente y al que siga". Esta última expresión, interpretada por el
argumento a contrario sensu, autoriza a usar el derecho de retención por alquileres
que vencen en el año corriente y en el siguiente.

 El mandatario: El art. 3343 C. autoriza al mandatario a retener los bienes que se le


hayan entregado por cuenta del mandante hasta ser pagado a lo que éste estuviere
obligado en razón al mandato (gastos, retribuciones, etc.). Sólo puede retener las
cosas recibidas en razón del mandato y no otras pertenecientes al mandante que por
otra causa se encuentran en su poder, porque en tal caso no existe conexidad entre la
cosa y el crédito.

 Depositario: De conformidad con el art. 3487 C. el depositario tiene derecho a


retener la cosa depositada hasta el pago de lo que se le debe en razón del depósito,
como serían los gastos de conservación y honorarios; pero quedan excluidos del
derecho de retención los daños y perjuicios que el depósito le hubiere causado al
depositario o por otra causa extraña al depósito.

No existe justificación para excluir los daños y perjuicios causados con ocasión del
depósito. La exclusión por causa extraña sí se justifica, pero no se necesitaba
expresarlo por no existir conexidad entre la causa del daño y la cosa.

El mencionado artículo agrega que no cabe la retención cuando la cosa depositada


pertenezca a un tercero, pero que el depositario podrá reclamar al deponente.

 El comprador bajo pacto de retroventa: De conformidad con el art. 2692 C., el


comprador bajo pacto de retroventa tiene derecho a retención hasta ser pagado del
precio de la venta, los gastos de entrega al vendedor, los gastos de escritura y las
mejoras que no sean voluntarias.

V.5 Tramitación
Se tramita como embargo preventivo cuando se pide como medida prejudicial; en
juicios ordinarios junto con la reclamación del crédito en virtud del cual se pide la
retención; o en la vía incidental. El arrendador goza de la protección provisional de
la policía para hacer efectivo el derecho de retención que le concede el art. 2835 C.
Podrá pedir que la policía impida la extracción de los objetos que tiene derecho a
retener. Esta medida se dará por el plazo de dos días, salvo que transcurrido este
plazo se le acompañe copia autorizada de la resolución que acoge la retención como
medida precautoria o como acción principal. La protección policial se concede aún
antes de que se acoja judicialmente la retención.

V.6 Extinción
 Via consecuencial: Como derecho accesorio que es, se extingue cuando se extingue
la obligación principal a que accede. Todos los modos de extinguir las obligaciones
producen la extinción de la retención: pago, compensación, novación, revisión, etc.

Es conveniente advertir con relación a la novación, que ni aun por convenio de las
partes se puede mantener la retención si la nueva obligación carece de conexidad
con la cosa. El tema es polémico.

El crédito garantizado con la retención es imprescriptible, porque la retención de la


cosa es un hecho que interrumpe la prescripción negativa. No existe negligencia de
parte del retentor.

 Via principal: Se extingue por vía principal: a) por falta de la posesión de la cosa
en virtud de haber sido entregada o abandonada; b) por renuncia del derecho de
retención. En ambos casos subsiste el crédito, pero se extingue la garantía que
representa la retención.
Conclusión
Al finalizar este trabajo sentimos la satisfacción del deber cumplido en el entendido que se
llenaron las expectativas en torno al mismo, tanto en el contenido como en el cumplimiento
de los propósitos planteados.
Hemos llegado a la conclusión,  que estas tres acciones están dirigidas a mantener el activo
del patrimonio del obligado e impedir la disminución del mismo con perjuicio para el
acreedor. A su vez, que la retención es la facultad concedida en ciertos casos establecidos
por ley al acreedor, para que no restituya una cosa que tiene en su poder perteneciente al
deudor, en tanto este no cumpla con su parte de la obligación, razón por la cual en principio
el bien fue entregado. El derecho de retención representa en sí mismo una garantía para el
acreedor de carácter legal, quien se asegura en principio la satisfacción de su crédito,
asimismo es un derecho personal con efectos reales particulares y limitados, puesto que se
puede reclamar el derecho solamente al deudor, pero se ejercita directamente sobre el bien
retenido. Para que proceda el ejercicio del derecho de retención es necesaria la existencia
de requisitos como la tenencia del bien, la existencia de un crédito a favor del tenedor y a
cargo de quien reclama la devolución de bien, y conexidad entre el objeto y el crédito.
Es por tanto, que el tema que investigamos es muy importante tanto para la sociedad en
general, como principalmente para nosotros los estudiante de derecho ya que nos ayuda a
diferenciar cuando una persona ha actuado de mala fe o viceversa por medio de la
realización de una convención solemne, como por ejemplo una venta; este nos ha servido
de guía de cómo suceden los hechos en la práctica; además de que nos ayudó a despertar en
nosotros el espíritu de la investigación.
Bibliografía
1. Derecho de Obligaciones/Iván Escobar Fornos __ 2a ed. --Managua:
HISPAMER, 2000. 608 p
2. Derecho de Obligaciones. Principios de Derecho Civil/Carlos Lasarte
3. Lecciones de Derecho Civil II. Obligaciones y contratos/Federico
Arnau Moya 2008/2009 - UJI

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