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Acciones de protección de Credito

El deudor responde con su patrimonio del cumplimiento de su obligación, que su


patrimonio es la garantía del crédito del acreedor tal y como lo dispone el artículo 1864 del
código civil, y que ese patrimonio está formado no solo por los bienes y derechos que el
deudor tenga un momento dado sino también por los que en el futuro entren a formar parte
de su patrimonio (Art. 1863 del código civil). Siendo así, el acreedor tiene un marcado interés
en la conversación del patrimonio de su deudor, pues mientras ese patrimonio se conserve,
mientras aumente, mayor garantía tendrá el acreedor de ser satisfecho en su respectiva
acreencia. Para proteger ese legítimo interés del acreedor el legislador le confiere
determinados derechos y acciones destinados a impedir que un deudor doloso (o culposo,
negligente o imprudente) sustraiga, oculte, enajene o disipe ese patrimonio y disminuya o
haga desaparecer así las garantías de su crédito.

Esos derechos y acciones con los cuales el legislador faculta al acreedor para asegurar
su crédito, son de la más variada índole pero la doctrina les ha sistematizado en tres
categorías:

1. Acciones o medidas ejecutorias o ejecutivas, por las cuales el acreedor aprehende


todo o parte del patrimonio del deudor, para cobrarse con su valor el respectivo
crédito. Es el caso de la ejecución forzosa de la obligación por equivalente.

2. Acciones precautorias o cautelares, a las que pertenecen en nuestro derecho las


denominadas acciones preventivas, que no tienen como fin inmediato la ejecución del
patrimonio del deudor sino la aprehensión del mismo para asegurar su existencia e
impedir que el deudor pueda disponer de sus bienes, para poder asi en lo futuro
preparar la respectivas ejecución. Estas medidas están consagradas por el
ordenamiento procesal (Código de Procedimiento Civil) y son el embargo de bienes
muebles, las prohibiciones de enajenar y gravar bienes inmuebles, el secuestro de
bienes determinados y la prohibición al de mandado de la salida del país.

3. Acciones conservatorias, son aquellas acciones con las cuales el legislador faculta al
acreedor para impedir el perjuicio que pueda causarle un deudor que disipe o enajene
fraudulentamente su patrimonio, o no ejerza las acciones legales contra sus
respectivos deudores.

Estas Acciones Conservatorias son la llamada Acción Oblicua, Acción pauliana y acción por
Simulación.

-Acción Oblicua

Es el poder que el ordenamiento jurídico atribuye a los acreedores para ejercitar los
derechos y acciones que corresponden a su deudor con el fin de cobrar de esta manera lo que
se debe. Una de la principal finalidad de esta acción es ejercitar los derechos que tiene el
deudor, dirigiéndose contra el sujeto pasivo de esos derechos. Si bien es cierto la regla general
de estas mismas nos señalan que los acreedores pueden ejercitar todos los derechos y
acciones por parte del deudor, pero existe también una excepción la cual consiste
principalmente en que no pueden ejercitar se todos aquellos que sean inherentes a su persona.

El acreedor no necesita justificar plenamente esta acción ya que le basta demostrar


que ha iniciado un procedimiento de ejecución y que no se han encontrado los suficientes
créditos para cubrir el crédito correspondiente. Cabe destacar que el patrimonio del deudor
es la principal garantía para el acreedor, todo esto con el fin de que va a ser efectivo el
cumplimiento de la obligación. En el Código Civil establece que “todos los bienes que
constituyen el patrimonio de una persona responden al pago de sus deudas. Sin embargo, las
cláusulas de inembargabilidad son válidas cuando hubieren sido impuestas en los términos y
condiciones, en el mismo el principio de garantía del patrimonio, el cual establece que todos
los bienes del deudor responden por sus deudas, pero con la excepción de que no todo es
embargable.

-Fundamento Legal Acción oblicua

Está consagrado en el Artículo 1278 del Código Civil Venezolano expresa: Los
acreedores pueden ejercer, para el cobro de lo que se les deba, los derechos y las acciones
del deudor, excepto los derechos que son exclusivamente inherentes a la persona del deudor.
Los acreedores solo están facultados a dirigirse contra un tercero ejerciendo bajo la forma de
acción un derecho perteneciente al deudor. Se supone entonces, que el deudor tiene una
acción por ejercer (como cobrar un crédito, reivindicar un bien, etc.)

-Naturaleza de la acción oblicua

La doctrina la ha considerado como una acción conservatoria que persigue hacer


ingresar en el patrimonio del deudor ciertos bienes y derechos que legalmente le
corresponden, conservando dicho patrimonio como garantía de los créditos de sus
acreedores.

Algunos autores sostienen que posee aspectos ejecutorios, ya en la práctica, el


acreedor intenta la acción oblicua no solamente para ingresar determinados bienes en el
patrimonio de su deudor, sino para en lo inmediato ejercer el cobro de un crédito sobre esos
bienes. No obstante, esa práctica frecuente, en nada resta su carácter conservatorio propio de
su estructura.

Los Mazeaud sostienen que posee un carácter mixto: conservatorio en principio, que
al imponerse como necesidad para su ejercicio, que se trate de un crédito cierto, líquido y
exigible, -como lo indicó el Dr. Reverol en clase el 6 de junio 2011- la acción oblicua se
aproxima a una acción ejecutoria. Los mismos Mazeaud dicen que la acción oblicua, si bien
tiene un fin inmediato de naturaleza conservatoria, constituye un acto preparatorio, de la
ejecución posterior que el acreedor desea efectuar sobre el patrimonio de su deudor al intentar
dicha acción

Se establecen soluciones distintas para definir jurídicamente esta institución. Algunos autores
ven un caso de representación del deudor por su acreedor; otros consideran que se trata de
una elemental sustitución de la acción para exigir el pago. Parece más acertado considerar
que se trata de una sustitución procesal, en que se hace valer un derecho por quien no es su
titular (legitimación por derechos propios). (Enciclopedia Jurídica, 2014)

Pero el principal problema que se suscita en torno a esta acción es su función


conservativa o más bien su función ejecutiva. La acción subrogatoria, históricamente, tuvo
un carácter verdaderamente conservativo, pero tal y como aparece regulado actualmente en
las diversas codificaciones, tiene también una función manifiestamente ejecutiva, dado el
carácter claramente ejecutivo del acreedor al ejercitar la acción subrogatoria, habiendo
vencido el crédito. (Enciclopedia Jurídica, 2014)

La acción sólo podrá instruirse después de haber perseguido los bienes que el deudor
tenga en posesión, siendo necesario como decíamos, que el crédito esté vencido. La acción
subrogatoria permite a los acreedores conservar bienes y recursos y a la vez ejercitar
iniciativas que corresponderían al deudor ante la inacción de este último, por tanto, cumple
una función tanto ejecutiva expeditiva como conservativa preventiva. (Enciclopedia Jurídica,
2014)

-Requisitos para el ejercicio de la acción oblicua

Dado el laconismo de la norma legal que consagra la acción oblicua, la doctrina ha


estructurado las condiciones o requisitos necesarios para la procedencia de la acción,
sistematizado en dos grandes categorías.

1. De fondo o condiciones sustanciales.

Se subdivide a su vez en tres categorías: A. Condiciones relativas al deudor, B. Condiciones


relativas al acreedor, y C. Condiciones relativas al crédito.

A. Condiciones relativas al deudor

a) La inacción del deudor. Supone un deudor negligente en el ejercicio de sus acciones.


Los autores contemporáneos no obstante sostienen, que la negligencia no es lo
determinante. La inactividad del deudor puede deberse a dolo (para perjudicar a su
acreedor) o a simple culpa (no tiene interés, pues el resultado de su acción solo
favorecerá a sus acreedores), incluso a un propósito laudable (no perjudicar a su
amigo deudor), puede ser un abandono involuntario; ejemplo, no presencia o
enfermedad que impidan al deudor actuar. No se trata de una acción que se
fundamente en la culpa. Basta la inactividad del deudor, porque ella sola perjudica a
su acreedor, cualquiera que sea su causa. La jurisprudencia francesa sostiene que no
basta para impedir el ejercicio de la acción oblicua que el deudor intente una acción,
sin tramitarla. Caso en el cual, solo simularía diligencia en el ejercicio de sus
derechos.
b) El deudor debe estar en estado de insolvencia, ya que de no estarlo, la injerencia del
acreedor constituye una intromisión abusiva, intolerable y contraria a derecho. Para
algunos, basta el peligro de la insolvencia, pues la inercia del deudor ciertamente lo
puede llevar a la insolvencia.
c) No es necesario que el deudor sea constituido en mora por el acreedor, pues la acción
oblicua es de naturaleza conservatoria y no ejecutoria.

B. Condiciones relativas al acreedor

a) Interés por parte del acreedor, condición que excluye el ejercicio de la acción oblicua
cuando el deudor es solvente, ya que en tal situación el acreedor no tendrá interés en
acrecentar el patrimonio de su deudor, puesto que tiene la seguridad de ser pagado.
La doctrina exige que ese estado de insolvencia del deudor sea notorio. Tampoco
tendrá interés el acreedor cuando el crédito del deudor que aquel pretende ejercer, sea
inembargable, o en los caos de quiebra, pues en tales situaciones lo hará el síndico
designado.
b) Debe tratarse de un acreedor quirografario o de un acreedor privilegiado cuya garantía
resulte insuficiente para respaldar el crédito, pues si se trata de un acreedor
privilegiado o hipotecario con garantía suficiente, carecería de interés para intentar la
acción.

C. Condiciones relativas al crédito

a) El crédito debe ser cierto, líquido y exigible. El crédito es cierto cuando existe con
toda seguridad, lo que excluye a los créditos condicionales y a los eventuales. Líquido
cuando se sabe exactamente la cuantía y extensión de lo debido, y exigible cuando el
acreedor tiene derecho a exigir el pago. La liquidez y exigibilidad del crédito no es,
para buena parte de la doctrina, necesaria. En efecto, es una acción conservatoria. Si
el crédito está sometido a término estando el deudor insolvente requisito para ejercer
la acción oblicua, caduca el término a que estuviera sometida la obligación del
deudor, tal como lo dispone el Art. 1215 CCV, “Si el deudor se ha hecho
insolvente…, no puede reclamar el beneficio del término del plazo”. Colin y Capitant,
tal como refieren Maduro, Pittier y Calvo, sostienen que basta con que el crédito sea
cierto, por lo que no son imprescindibles las condiciones de líquido y de exigible, ya
que la acción oblicua es de naturaleza conservatoria y no ejecutoria. En Francia, hoy
en día es requerido que el crédito sea cierto, exigible y líquido. El crédito puede ser
superior, igual e inferior al derecho ejercido. Se discute si, cuando el crédito del
acreedor que intenta la acción oblicua es menor que el derecho del deudor que se
pretende ejercer con dicha acción, el acreedor tiene un interés en ejercer tal derecho.
Ej., un acreedor A, tiene un crédito por Bs. F. 60.000,00, podría ejercer la acción por
Bs. F. 100.000,00. Admiten la doctrina y la jurisprudencia que el acreedor puede
ejercer en toda su extensión la acción de su deudor, pues como los beneficios que se
persiguen con la acción oblicua aprovechan a todos los acreedores que concurren con
el acreedor que la intenta, éste último tiene un marcado interés en que dentro del
patrimonio del deudor ingrese el mayor número de bienes posible.
b) No es imprescindible que el crédito del acreedor sea anterior en fecha al crédito del
deudor contra el tercero, aquel crédito puede ser anterior o posterior en fecha. El
derecho del acreedor a ejercer la acción oblicua no está subordinado a la fecha de su
crédito con respecto al derecho que ejerza, porque el fundamento de la acción oblicua
radica en la conservación del patrimonio del deudor, independientemente de la fecha
de los créditos y derechos que integran ese patrimonio.

2. Requisitos o condiciones de forma

Establece la doctrina estos requisitos para ejercer la acción oblicua, a saber:

a) Emplazamiento del deudor, la doctrina y jurisprudencia, en principio no exigen que


el acreedor haga citar a su deudor, no obstante, por razones prácticas, para que no
exista dudas en torno al efecto de cosa juzgada que la sentencia por lograr pueda tener
contra el deudor, convendrá al demandante llamar a juicio a su deudor.
b) Autorización judicial para el acreedor, la doctrina y jurisprudencia afirman que no se
requiere, ya que el acreedor ejerce las acciones y derechos de su deudor en virtud de
un derecho que le atribuye expresa y directamente la ley. Sólo en casos de aceptación
de herencia es que necesita la autorización judicial, tal como dispone el Art. 1017 del
CCV.
-Efectos de la acción oblicua

Se han señalado tradicionalmente las que indicamos:

1. El acreedor, actuando con derecho propio que le consagra la ley, ejerce las acciones
de un deudor y no las suyas propias. De este efecto surgen estas consecuencias:
a) El tercero demandado por el acreedor puede alegar contra éste todas las excepciones
que tenga contra su acreedor. El deudor puede oponer al acreedor de su acreedor
todas las excepciones que lo liberen frente a su acreedor: nulidad de la obligación,
pago, novación, compensación; puede oponerle los documentos privados, porque el
acreedor de su acreedor no es un tercero, sino que actúa en nombre de su acreedor.
Puede oponerle también las excepciones relacionadas con el crédito en que
fundamente su acción en nombre de su deudor; puede incluso desinteresar al acreedor
de su acreedor pagándole la deuda.
b) El acreedor que intenta la acción oblicua actúa en nombre del deudor. La ley lo
legítima para actuar en nombre del deudor; para algunos la ley le concede una
representación del deudor cuando se dan los supuestos de la acción oblicua, como lo
ha establecido nuestra jurisprudencia, Sentencia 14/10/1968, DFM1C1.
Jurisprudencia Tribunales de la República:
El carácter de acreedor lo que da es un derecho a obrar por el deudor pero no
significa que lo que lo suplante y se convierta en cesionario absoluto y pleno de los
derechos que pertenecen al deudor y de ahí que éste puede disponer de ellos…
En consecuencia el deudor conserva, no obstante su insolvencia e inercia, total
facultad de disponer del crédito cuyo cobro pretende ejercer quien ejerce la acción
oblicua; podrá pagar a su acreedor, podrá ratificar el acto atacado de nulidad, llegar
a una transacción con su acreedor, novar la obligación, como ejercer todos los
derechos que le concede la ley. Indudable que no puede remitir la deuda ni disponer
fraudulentamente de sus derechos en perjuicio de sus acreedores, porque en tal caso
estos tendrían derecho a ejercer la acción paulina.
c) El acreedor demandante puede obtener una sentencia condenatoria por un valor
mucho mayor al monto de su propio crédito. Así ocurre cuando el valor del derecho
ejercido es mayor que dicho crédito.
d) La acción oblicua se dirige directamente contra el deudor del deudor, no es
indispensable hacerlo parte en el juicio. No obstante, ello tiene un grave
inconveniente, ya que la cosa juzgada que se obtenga sin la presencia del deudor, no
hará efecto contra éste, porque a pesar de que su acreedor actúe en su nombre, no
tiene su plena representación, y por consiguiente no es parte en el juicio para el cual
no ha sido citado. Por ello, desde el punto de vista práctico, es conveniente intentar
la acción conjuntamente contra el deudor y su deudor.
2. Los derechos y acciones del deudor contra el tercero se hacen efectivos e ingresan
en su patrimonio, y como el patrimonio del deudor es prenda común de sus
acreedores, el aumento del patrimonio del deudor obtenido mediante la acción
oblicua beneficia no sólo al acreedor demandante sino a todos los demás acreedores
que tenga el deudor. Dichos acreedores concurren en igualdad de condiciones con el
acreedor que intentó la acción oblicua, si son quirografarios, y en condiciones
superiores al referido acreedor, si son privilegiados. Esto explica porque en la vida
real se utiliza poco la acción oblicua y se prefiere, en sus casos, el embargo de
créditos.
Nada impide que en un mismo juicio se intenten conjuntamente la acción
oblicua contra el deudor del deudor y la acción ejecutoria contra el deudor, siempre
que se ventilen por el procedimiento o juicio ordinario, pues no son pretensiones que
se excluyan entre sí.

-Acción Paulina

Mediante la acción paulina el acreedor puede hacer inoponibles los actos fraudulentos
celebrados por el deudor con terceros con el objeto de desprenderse de su patrimonio,
convertirlos en benes fáciles de ocultar (dinero en efectivo) o disminuirlo en tal grado quede
burlado al crédito de aquel.

El supuesto de la acción paulina es el de un deudor que, con el fin de dejar al acreedor


en la imposibilidad de cobrar su crédito, liquida total o parcialmente su patrimonio o lo
reemplaza con bienes que puedan ser fácilmente ocultados a fin de liberarse de la persecución
del acreedor mediante contratos o actos reales y verdaderos.
La acción paulina se ha denominado también acción revocatoria, aludiendo a su efecto
de deshacer o revocar el acto jurídico efectuado entre el deudor y el tercero.

Fundamento legal de la Acción Oblicua

Nuestro Código Civil contempla la acción pauliana en los artículos:

Artículo 1.279:

Los acreedores pueden atacar en su propio nombre los actos que el deudor haya
ejecutado en fraude de sus derechos.

Se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores los actos a título
gratuito del deudor insolvente al tiempo de dichos actos, o que ha llegado a serlo por
consecuencia de ellos.

También se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores los


actos a título oneroso del deudor insolvente, cuando la insolvencia fuere notoria o cuando la
persona que contrató con el deudor haya tenido motivo para conocerla.

El acreedor quirografario que recibiere del deudor insolvente el pago de una deuda
aún no vencida, quedará obligado a restituir a la masa lo que recibió.

Presúmense fraudulentas de los derechos de los demás acreedores, las garantías de


deudas aún no vencidas que el deudor insolvente hubiere dado a uno o más de los acreedores.

La acción de que trata este artículo dura cinco años a contar desde el día en que los
acreedores tuvieron noticia del acto que da origen a la acción, y la revocatoria no aprovecha
sino a los acreedores anteriores a dicho acto, que la hayan demandado.

Artículo 1.280:

Dicha acción no puede intentarse por un acreedor cuya acreencia sea posterior en
fecha al acto cuya revocación demanda, a menos que se presente como causahabiente de un
acreedor anterior.

En todos los casos la revocación del acto no produce efecto en perjuicio de los terceros
que, no habiendo participado en el fraude, han adquirido derecho sobre los inmuebles con
anterioridad al registro de la demanda por revocación. Si los terceros han procedido de mala
fe, quedan no sólo sujetos a la acción de revocación, sino también a la de daños y perjuicios.
Naturaleza Jurídica de la Acción Pauliana

 Es una acción conservatoria porque no se ejecuta de inmediato sobre el patrimonio


del deudor sino que tiene como fin la ineficacia del acto efectuado entre el deudor y
el tercero frente al acreedor.

 Es una acción autónoma ya que el acreedor la ejerce en su nombre.

 Es una acción personal porque su finalidad es la revocación relativa de las


obligaciones que nacen de un acto jurídico, circunstancia característica de las
acciones personales.

 Otros autores señalan que es una acción por responsabilidad civil pues puede tener
como efecto la restitución del bien como aplicación de la reparación en especie o si
no es posible en equivalente.

 Actualmente se sostiene que es una acción de imposibilidad ya que el acreedor


persigue que el acto efectuado entre el deudor y el tercero no le sea oponible a él,
pero subsiste y es oponible a los demás acreedores (criterio de los hermanos
Mazeaud).

Caracteres de la Acción Pauliana

1. Es una acción destinada fundamentalmente a conservar el patrimonio del deudor


frente al acreedor que la intenta, de la declaratoria fraudulenta del acto impugnado
solo se aprovecha dicho acreedor.

2. El acreedor que intenta la acción actua en nombre propio y ejerce un derecho propio.

3. Requiere del fraude, es decir, la necesaria intención del deudor de hacerse insolvente
o disminuir su patrimonio.

4. El acto impugnado debe ser real, sincero, efectivamente realizado.

5. Se ejerce contra el tercero que celebro el acto con el deudor, no contra el deudor.

Efectos de la acción pauliana

Tradicionalmente la doctrina distingue los efectos en dos grandes categorías:

1) Efectos respecto al objeto de la acción

En principio, el objeto de la acción es la restitución por el tercero del bien que ha salido
del deudor por haber sido fraudulentamente enajenado. Si el tercero hubiere enajenado la
cosa a un subadquiriente a título oneroso de buena fe, este no podrá ser obligado a restituir
la cosa pero si al pago de una indemnización de daños y perjuicios equivalentes al valor del
bien por su complicidad en el fraude.

2) Efectos respecto a personas intervinientes y terceros

Se dividen en:

- Efectos respecto del acreedor demandante

El acreedor se aprovecha exclusivamente de los beneficios de la acción pauliana.

- Efectos sobre el deudor

El acto revocado mediante la acción pauliana es inoponible al acreedor demandante,


pero el deudor puede oponérselo a los demás acreedores, pues el acto sigue existiendo frente
a estos. Por ello es que se dice que la acción pauliana no es propiamente una acción de
nulidad.

- Efectos con relación al tercero

En relación al tercero se produce el mismo efecto de la inoponibilidad del acto con


respecto al acreedor demandante, esa inoponibilidad ocurre frente al acreedor en la medida
de su crédito y en cuanto al excedente (si el acto tiene un valor superior al crédito del acreedor
demandante) sigue siéndole oponible.

Plazo para intentar la acción pauliana

La acción prescribe a los cinco años, contando a partir del día en que los acreedores
tuvieron noticias del acto que da origen a la acción. Puede ser interrumpido el lapso según lo
establecido en los artículos 1.969, 1.970, 1.972, 1.973, 1.974 del Código Civil; y se suspende
en favor de los acreedores según los artículos 1.964 y 1.965.

En materia de quiebra, la acción tiene un plazo de caducidad de un año, a partir de la


fecha que aparezca que no hay convenio (artículo 948 del Cod. Com.).

-Acción de Simulación.

Se ha definido la acción de simulación como "Una acción autónoma y declarativa,


tendiente a hacer constar de un modo autorizado la falta de realidad o la verdadera naturaleza
de una relación jurídica". Lo que pretende, en caso de haber existido una simulación absoluta,
es obtener se declare de la inexistencia o nulidad de un acto ficticio; es decir, se trata de una
acción de reconocimiento negativo. En caso de simulación relativa, lo que se persigue es,
simultáneamente, un reconocimiento negativo y positivo: se declare a la vez la inexistencia
o nulidad de un acto ficticio y la realidad del negocio disimulado.

-Fundamento Legal

Los acreedores pueden también pedir la declaratoria de simulación de los actos


ejecutados por el deudor.

Esta acción dura cinco años a contar desde el día en que los acreedores tuvieron
noticia del acto simulado.

La simulación, una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros que,
no teniendo conocimiento de ella, han adquirido derechos sobre los inmuebles con
anterioridad al registro de la demanda por simulación.

Si los terceros han procedido de mala fe quedan no sólo sujetos a la acción de


simulación sino también a la de daños y perjuicios.

Articulo 1281 Código Civil Venezolano.

-Naturaleza Jurídica

Es una acción de constatación del estado patrimonial del deudor, y como tal
declarativa, lo cual impide el que se la pueda considerar como una acción ejecutiva o acción
de responsabilidad.

La Acción de Simulación tiene naturaleza Declarativa y Conservatoria. Es


Declarativa por cuanto persigue demostrar la verdadera realidad de la situación jurídica,
declarar la existencia de un acto fingido que ha sido efectuado bajo la apariencia de un acto
jurídicamente válido, la comprobación objetiva de una realidad jurídica.

La acción de simulación es también de naturaleza Conservatoria, por cuanto no


persigue la ejecución del patrimonio del deudor, cuando los actos de éste son impugnados
por parte de sus acreedores lo que en realidad consiguen es conservar o mantener la integridad
del patrimonio del deudor, lo cual permite que puedan ejercer la acción, tanto los acreedores
quirografarios anteriores, como los posteriores al acto simulado; y aquellos acreedores cuyas
acreencias estén sometidas a término o condición, porque ellos tienen derecho a ejercer las
acciones conservatorias de ese crédito.

Su finalidad inmediata es comprobar la existencia de un acto fingido, que ha sido


efectuado bajo la apariencia de un acto jurídicamente válido, lo cual debe declarar el Juez.

-Efectos Juridicos.

1.) Efectos de la Simulación entre las Partes:

a) El contradocumento prevalece sobre el acto ostensible. El acto ostensible o aparente


desaparece para dar paso al verdadero acto. Esto es así tanto en la simulación absoluta
como en la simulación relativa. De manera que si las partes simularon un contrato de
trabajo haciéndolo aparecer como un contrato de cuentas de participación, se
aplicarán a las relaciones de las partes todos los efectos del contrato que trataron de
ocultar.
b) Si bien se trata de una enajenación, el bien o derecho regresa al patrimonio del titular
junto con sus frutos o intereses.

c) Cuando la Acción por Simulación es intentada entre las partes del acto simulado, la
acción es imprescriptible.

2.) Efectos de la Simulación frente a Terceros:

a) Respecto a los Terceros de Buena Fe: La simulación no produce efectos en perjuicio


de terceros de buena fe que no teniendo conocimiento de ella, hayan adquirido
derechos o bienes de las partes del acto simulado.
b) Respecto a Terceros de Mala Fe: La declaratoria de simulación produce efectos
contra los terceros de mala fe, quienes quedan sujetos a los efectos de la nulidad del
acto y además pueden ser condenados al pago de los daños y perjuicios que pudieran
haber causado por haber participado en un fraude en perjuicio de terceros.

-Diferencia

1) La Acción Paulina:
 Tiene por objeto impugnar un acto real o verdadero del deudor.
 Se encuentra frente a un deudor insolvente.
 Se requiere la prueba del fraude.
2) La Acción Oblicua
 Procede en los casos de un deudor inactivo que es negligente en el ejercicio de sus
derechos.
 No requiere necesariamente el dolo, pues no ejerce los derechos.
 El acreedor actúa en nombre propio pero ejerce un derecho ajeno, el de su deudor.
3) La Acción Simulación
 Tiene por objeto de impugnar un acto ficticio o aparente del deudor
 No requiere que el deudor se encuentre en estado de insolvencia.
 No requiere la prueba de fraude.
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD PRIVADA GRAN MARISCAL DE AYACUCHO
ESCUELA DE DERECHO – FACULTAD DE DERECHO
SEMESTRE 5 – SECCION 2M3
TURNO: NOCHE

ACCIONES DE PROTECCION
DE CREDITOS

FACILITADOR: PARTICIPANTES:

Abg. Imilce Martínez Amundarain Milton 14.986.001

Derecho Civil/ Obligaciones II Junor Ali 28.628.473

Manrique Jesús 25.914.227

Mendez Karla 25.493.302

Tavares Marinett 17.161.460

CIUDAD BOLIVAR, OCTUBRE DEL 2019

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