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Aprendizaje Basado en
Problemas
PRÓLOGO
Suele afirmarse que esta metodología es muy antigua, no hay más que fijarse en
el texto con el que introducimos este prólogo. Sin embargo, su presencia sistemática en
la actual docencia universitaria comienza, tal y como la conceptuamos en la actualidad,
a mediados de los años 60 del siglo XX, cuando las autoridades universitarias de la
Facultad de Medicina de la Universidad canadiense de McMaster se plantean por vez
primera que sus profesionales, además de adquirir conocimientos, tenían que adquirir
también una serie de competencias y habilidades básicas para su trabajo. Esta
mentalidad comienza a expandirse muy pronto a otros campos profesionales como las
ingenierías, la gestión empresarial y las ciencias jurídicas. A Europa llega 10 años más
tarde y pisando fuerte: la Universidad de Maastricht, en los Países Bajos, se crea en
1974, y organiza todos sus estudios con esta técnica de aprendizaje. Y la Universidad de
Aalborg, en Dinamarca, crea una variante, el Aprendizaje Basado en Proyectos, con la
cual organizan una gran parte de sus enseñanzas.
España no ha sido ajena al huracán ABP, y cada vez están siendo más numerosas
las experiencias que a tal efecto se están llevando a cabo en distintas Universidades y en
distintas disciplinas. La Universidad de Murcia es una de ellas. Desde que en el año
2005 comenzara en nuestra Universidad la convocatoria de proyectos de innovación
educativa, y especialmente desde 2006 con la creación en esta Universidad de un
Vicerrectorado de Innovación y Convergencia Europea, éste ha ido desarrollando toda
una serie de actividades de innovación educativa encaminadas a fomentar acciones
dirigidas a mejorar la calidad de la enseñanza y a transmitir a toda la comunidad
universitaria las experiencias que se desarrollan con diversas metodologías docentes
dentro del marco del EEES. Y en este contexto, este libro surgió como una iniciativa de
la Vicerrectora, Dª Pilar Arnáiz Sánchez, conocedora y seguidora de la actividad que un
grupo de profesores de esta universidad estamos desarrollando de un tiempo a esta parte
con la metodología ABP. Como cabeza visible de dicho grupo, Dª Pilar Arnáiz me
animó a coordinar un libro que fuese lo bastante claro y práctico como para que otras
personas que quisieran emprender el camino del ABP tuvieran unas pautas que seguir.
Aunque el encargo era atrayente, no puedo dejar de decir que me producía cierta
sensación de haberlo recibido "demasiado pronto". Nuestra experiencia con el ABP era
aún muy corta y fragmentaria, llena de luces y sombras, no siempre "ortodoxa" respecto
a las pautas que otros nos habían transmitido. ¿Podríamos reflejar con fidelidad el
espíritu de esta metodología, sin tergiversarla? Y por otra parte, ¿quedaba algo por decir
sobre el ABP? La multiplicación de experiencias, libros, páginas web, presentaciones a
congresos, etc., que se han producido en pocos años hacía temer la reiteración, la
superfluidad de este empeño. ¿Qué podíamos aportar de nuevo?
Contar nuestra experiencia y reflexionar sobre ella puede ser útil para aquellos
que, como nosotros mismos, aún no han "visto la luz", o no del todo, pero desean
profundamente encontrar otros modos más satisfactorios y eficaces de formar a sus
alumnos. Y por supuesto con la convicción de que la metodología ABP no es la
panacea, no es la única metodología docente innovadora, pero sí al menos una buena
herramienta con la que romper el círculo vicioso de los deseos y principios generales
sobre la docencia y poder por fin experimentar la innovación educativa.
Y con este punto de partida, nos pusimos manos a la obra. Contactamos con
diversos profesores de la universidad española y de distintas disciplinas científicas con
el fin de enriquecer este proyecto, que no sólo consiste en describir nuestras propias
experiencias ABP en la docencia del día a día, sino presentarlas de una manera
estructurada y que sirvan de hilo conductor para cualquier docente que diga: y ahora,
¿Por dónde empiezo?¿Cómo y qué posibilidades me ofrece esto que se llama ABP?.
Con el fin de “llevar de la mano” lo mejor posible a quien decida leer nuestra
obra, hemos estructurado el libro en dos partes: una primera, más de tipo conceptual,
donde comenzamos definiendo que es el ABP y cuál es la filosofía que subyace a esta
metodología (Capítulo 1), y seguimos ahondando y reflexionando en algunas de las
cuestiones más inherentes a esta metodología, como son, la elaboración de los
problemas ABP (Capítulo 2), las variantes metodológicas que tiene (Capítulo 3), cuál es
el papel que el tutor tiene en el marco de esta metodología (Capítulo 4), qué se evalúa
en el ABP y qué instrumentos suelen utilizarse para ello (Capítulo 5), para terminar por
analizar hasta qué punto es efectiva dicha metodología (Capítulo 6).
Capítulo 3. Variantes metodológicas del ABP: el ABP 4x4. Alfredo Prieto, David Díaz,
María Hernández y Enric Lacasa.
Capítulo 12. El uso de las TIC como soporte para al ABP. Antoni Font.
Capítulo 1. ¿Qué es y cómo funciona el
aprendizaje basado en problemas?
Carmen Vizcarro y Elvira Juárez
Universidad Autónoma de Madrid
1. Introducción
2. ¿Qué es el ABP?
En cualquier caso, cualquier versión de ABP se orienta a los objetivos señalados por
Barrows (1986):
3. El proceso de trabajo
1. Aclarar conceptos y términos: Se trata de aclarar posibles términos del texto del
problema que resulten difíciles (técnicos) o vagos, de manera que todo el grupo
comparta su significado.
6. Buscar información adicional fuera del grupo o estudio individual: Con los
objetivos de aprendizaje del grupo, los estudiantes buscan y estudian la
información que les falta. Pueden distribuirse los objetivos de aprendizaje o
bien trabajarlos todos, según se haya acordado con el tutor.
Discusión Previa
Problema (Pasos 1-5)
En el grupo de trabajo
Estudio independiente
Discusion posterior (Paso 6)
(Paso 7) En biblioteca, casa,
En el grupo de trabajo centro de recursos....
La Figura 2 sigue el esquema utilizado anteriormente para describir los pasos del
ABP reflejando los procesos que se activan en cada una de las fases. Como puede verse,
un problema significativo e interesante para los estudiantes (por ser actual, típico de una
disciplina, próximo a su experiencia, etc.), crea el contexto en el que los estudiantes van
a trabajar. Posteriormente, la discusión en grupo sirve al propósito de activar los
conocimientos previos que los estudiantes tienen sobre el problema, permitiéndoles
tanto contrastarlos con los de otros como sumarlos para tener una mejor comprensión
inicial del problema. Esto supone una elaboración y una primera estructuración del
problema que guiará la indagación posterior, durante la fase de estudio individual. Esta
última es, por supuesto, similar al proceso de estudio habitual, aunque éste está guiado
por una pregunta (el problema). Finalmente, la discusión en grupo final permite de
nuevo compartir y contrastar conocimientos y formas de entenderlos teniendo siempre
presente una forma de aplicación de los conocimientos adquiridos: su aportación para
resolver el problema inicial, lo que implica su síntesis e integración.
5.1. El problema
Tareas de discusión
Tareas estratégicas
2. ¿Qué información es necesaria para obtener por medio de anamnesis, examen físico y
complementario para lograr una imagen óptima del paciente?
4. Trate de descubrir una relación (causal) que proporcione una explicación para los
hallazgos. ¿Qué factores de riesgo son importantes aquí?
Tareas de aplicación
2) Por otra parte, el problema debe ser interesante y relevante para los estudiantes,
de manera que capte su atención y la dirija a las materias involucradas por el
mismo.
Está claro, por tanto, que si el aprendizaje del estudiante gira en torno a los
problemas o tareas sobre los que está articulado el currículum, estos son una parte
fundamental que hay que elaborar con mucho cuidado. En este sentido, parece lógico
disponer de distintos tipos de tareas, por un lado, para atender a las necesidades de
aprendizaje de los alumnos y, por otro, que estén vinculadas a un contexto que refleje,
en un gradiente de naturalidad, situaciones de la actividad profesional.
5.2. El grupo
El secretario, por otra parte, toma notas de las discusiones asegurándose de que
toda la información relevante queda registrada, y sintetiza la información
mediante mapas conceptuales, diagramas o esquemas.
El tutor: Puede ser un profesor más o menos experto en los temas que aborda el
problema o incluso un estudiante de cursos superiores o doctorado (ver, por
ejemplo, Font, en prensa; García, Font y Gavaldá, en prensa). En cualquier caso,
no necesita ser un experto, ya que su función principal es orientar la discusión.
Está a cargo de los grupos de aprendizaje, asiste a sus reuniones y, si es
necesario, apoya la discusión y la exploración, ya sea haciendo preguntas (v.g.
¿habéis agotado todos los aspectos a tener en cuenta?) o, en ocasiones, pocas,
con sugerencias directas. Su tarea es facilitar el aprendizaje del estudiante,
aunque no actúa como un maestro convencional experto en el área y transmisor
del conocimiento. Por el contrario, ayuda a los estudiantes a reflexionar e
identificar necesidades de información, les motivará a continuar con el trabajo,
les guía para alcanzar las metas de aprendizaje propuestas y les estimula a
aprender a través del descubrimiento. Puede también discutir y negociar en la
tutoría estrategias con los estudiantes con relación al problema. Sin embargo, no
es un observador pasivo sino que debe mostrar una actitud activa al orientar el
proceso de aprendizaje.