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Instituto Superior

del Profesorado “Dr. Joaquín V.


González”
Profesorado en Biología

Trabajo Práctico Nº 1

Historia Social de la Educación


Comisión A
Docentes: Basualdo, María Esther
Alumnos: Guardia, Ezequiel Raúl
Fernández Pittari, Jésica
Fecha de entrega: 04 de Mayo de 2015
Año: 2015
Introducción

Los presentes exponentes de este trabajo son dos alumnos del Instituto del
Profesorado “Dr. Joaquín V. González”, que se encuentran cursando la cátedra de
Historia Social de la Educación, correspondiente al cuarto año de la Carrera del
Profesorado en Biología.

El objetivo de este trabajo es estudiar los objetos de estudio de este campo


disciplinar –entendido como un campo científico del saber y no como un “relato”-
mediante el análisis de textos, citados al final del trabajo; y los aportes en la
formación del profesorado en el siglo XXI.

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Desarrollo

¿En qué siglo se conformó la Historia Social de la Educación, como campo


disciplinar? ¿Qué orígenes tuvo y cómo se fue constituyendo?

“Para arribar a la experiencia en el campo de historia de la educación, debimos


realizar un rodeo por el territorio de la historia” (Guyot y Riveros, 2008)

Se conforma en el siglo XIX. Al principio dependió de la Historia “tradicional”, de


Historia de la Filosofía, de la Historia de la Cultura, etc.; y por lo tanto no ocupó un
lugar relevante dentro de la ocupación historiográfica (Gambetta, 2009). Fue
considerada como la “Cenicienta de la historiografía” (Cucuzza, 1996, pág. 125)
debido a la escasa consideración que se le merecía y “su fuerte dependencia de la
Historia de la Filosofía y de la Historia de las Civilizaciones” (Gambetta, 2009, pág.
84)

Comienza a constituirse como la “historia de la conformación del modo de


producción de capitalismo euro-occidental” (Cucuzza, 1996, pág. 139) y de su
desarrollo hegemónico asociado a la escolarización de masas. Su constitución
deviene de la relación histórica entre los modos - entendido como un proceso
histórico de institucionalización/escolarización de saberes- y los medios –
remitiendo a la tecnología -, configurando determinadas relaciones sociales e
ideológicas de producción, transmisión, apropiación y distribución de saberes.
Según Gambetta (2009), a medida que la educación se iba sistematizando y
expandiendo, fue cada vez más necesaria la formación de docentes y la inclusión
de esta disciplina en los planes de estudio de las Escuelas Normales.

¿Cuáles son los objetos de estudio de este campo disciplinar que se


plantean?

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Cucuzza (1996) realiza algunas reseñas de la actividad de algunos equipos de
investigación en la Argentina, acerca de los objetivos de la Historia Social de la
Educación.

Por un lado, en una cátedra de Historia de la Educación General de la


Universidad de Buenos Aires, a cargo de la Dra. Braslavsky, el concepto de
“monopolio de educación” juega un papel determinante en la definición del objeto
de estudio: reproduciendo la sociedad segmentada limitando la educación de los
grupos dominados en la transmisión de contenidos que coadyuven a la
estabilización de la conciencia y del comportamiento.

Por otro lado, en una cátedra de Historia de la Educación Argentina y


Latinoamericana de la Universidad de Buenos Aires, a cargo de la Dra. Puiggrós,
se utiliza la categoría de “alternativas pedagógicas” haciendo hincapié a las
innovaciones o propuestas. Teniendo en cuenta dicha categoría se propone que
“los alumnos conozcan y analicen las formas institucionales que adquirió la
educación argentina a lo largo de su historia, y también las propuestas que no
llegaron a institucionalizarse, pero que representaron demandas de sectores
sociales, políticos y culturales” (Cucuzza, 1996, pág. 133)

Modos Producción
Medios Transmisión
Relaciones de Apropiación De saberes
Sociales Distribución
Por último, en la cátedra de Historia Social de la Educación de la UNLU, a cargo
del Dr. Cano, el objeto de estudio de esta disciplina es el análisis de:

Estos fenómenos se dan en un tiempo y espacio; y en relación con la sociedad,


economía, política, cultura, etc. Asimismo también define al objeto de estudio
como el “pasaje de modos accionales a modos institucionales […] susceptibles al
tiempo, espacios, agentes, contenidos, etc. en que se realiza la transmisión de

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saberes” (Cucuzza, 1996, pág.136). Es decir la enseñanza de representaciones (o
valores absolutos dados por poderes hegemónicos) en las instituciones (tales
como la escuela, Iglesia, etc.)

Sin embargo, plantea una serie de propuestas para redefinición del objeto de
estudio de la Historia Social de la Educación, entre ellas:

 Conservar, retener, recuperar y releer críticamente los trabajos de la


historiografía tradicional en la historia de la educación desde los
recientes aportes de las escuelas historiográficas.
 Negar y rechazar el anacronismo, el eurocentrismo, el aislamiento
disciplinario y el reduccionismo.
 Superar y alcanzar una redefinición del objeto de estudio mediante las
articulaciones con la sociedad, la política, etc.

¿Por qué se habla de “Historia” Social de la Educación?

El “Relato” no es lo mismo que la “Historia”, ya que en esta última existe


rigurosidad científica y modalidades subjetivas que influyen en la vida de los
sujetos en la sociedad, en la cultura, en la política y en la cotidianeidad (Guyot y
Riveros, 2008). En cambio el relato puede ser interpretado como un artículo de
opinión, donde se analiza la realidad a partir de las interpretaciones sin procesos
ni conflictos entremedios. Por lo contrario, en la Historia, al ser un campo
científico, existe vinculación con otros campos de conocimientos y por lo tanto es
un modo de abordaje del pasado, permitiendo realizar un registro histórico hasta el
presente. “Ella –la Historia- no puede permanecer ajena a las turbulencias que han
afectado al conocimiento histórico a lo largo del siglo XX” (Guyot y Riveros, 2008,
pág. 19)

¿Qué importancia tiene la Filosofía en relación con la Historia Social de la


Educación?

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Guyot y Riveros (2008) resalta la importancia de las reflexiones de los filósofos
en las múltiples formas de entender la historia, en las distintas posiciones del
historiador – tanto en ideas como en formas de entendimiento- y sobre todo en el
sentido de la historia. La Historia “exige que se la interrogue y reflexiones
epistemológicamente sobre sus conceptos, sus procedimientos, las formas de la
escritura y en general sobre las prácticas de los historiadores” (Guyot y Riveros,
2008, pág. 21) Por otra parte, otra autora afirma: “[…] a los procesos educativos
no se les puede analizar aisladamente, sino que son parte de complejos sistemas
filosóficos […]” (Gambetta, 2009, pág. 84)

Entre los filósofos y pensadores más importantes del siglo XX se encuentra


Michel Foucault (1926-1984). Él se preocupaba en la relación entre el sujeto y la
historia (y por lo tanto, lo simbólico); analizando las relaciones entre el sujeto y la
verdad, el sujeto y el poder, el sujeto y el sí mismo, entre otras. Sus trabajos
fueron publicados entre 1962 y 1984, durante un proceso de grandes
transformaciones de la sociedad – consecuencias de la primera y la segunda
guerra mundial, por citar algunos ejemplos – que crearon un giro histórico, donde
la historia se convirtió en un conocimiento clave. Necesariamente surgió un nuevo
despertar de la conciencia histórica, retornando a la pregunta acerca del oficio del
historiador: ideas, posiciones, etc. (Guyot y Riveros, 2008).

Foucault introdujo el concepto de “el dispositivo”: conjugación de prácticas de


saber, de poder y procesos de objetivación-subjetivación. Decide que el poder se
incorpora en unas prácticas siempre vinculadas a unas relaciones de saber, y
este saber es producto del poder. El poder implica el caos (conflictos y problemas)
y esto permite el aprendizaje. Este filósofo francés produjo un fuerte impacto en
los historiadores: “[…] implicó la proyección de un nuevo y poderoso resplandor
sobre un rincón olvidado de la historia. La originalidad de Foucault en este trabajo
de historiar las prácticas de personalización y prisión misma como dispositivo
disciplinador de conductas, reside en primer lugar, en la escritura” (Guyot y
Riveros, 2008, pág. 29).

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En la educación, se retoma el pensamiento y los instrumentos legados por
Foucault, entre ellos: Regímenes de prácticas, relación poder-saber, el dispositivo,
la subjetividad y el disciplinamiento.

¿Quedan asignaturas pendientes para los pedagogos e historiadores de la


educación?

Sí, al ser una ciencia, no hay conocimientos acabados. Hay que seguir
transitando en el denominado “giro pragmático”, exigiendo una conciencia crítica
para hacer otra historia, reflexionando sobre las operaciones del oficio del
historiador y sus compromisos con la sociedad en la actualidad (Guyot y Riveros,
2008)

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Con respecto a la formación docente: ¿Cuáles son los aportes de la
Historia Social de la Educación en la formación del profesorado del siglo
XXI?

Según Gambetta (2009) sirve de instrumento de homogeneización cultural y


obedece a la relación sociedad-Estado-educación. Además fundamenta por qué
debe incluirse este campo disciplinario en los planes de estudio de formación
docente:

 Porque es una disciplina formativa.


 Permite superar posturas y concepciones tecnicistas.
 Responde a situaciones históricos-culturales.
 Es un soporte necesario para la construcción y legitimación de las teorías
pedagógicas.

De acuerdo con Cucuzza (1996), el estudio de la Historia Social de la


Educación determina las actividades de investigación con la correspondiente
selección del aparato metodológico; y las actividades del docente –objetivos,
organización de contenidos, selección de recursos didácticos, etc.-

Para Guyot y Riveros (2008) la Historia de la Educación es fundamental en la


formación de profesores y/o formadores. Además permite una forma de trabajo
interdisciplinario, introduciendo procedimientos de legitimación del discurso de los
sujetos y prácticas de subjetivación.

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Referencias Bibliográficas
Cucuzza, H. (1996). Hacia una redefinición del objeto de estudio de la Historia
Social de la Educación. En Héctor Rubén Cucuzza (comp.). Historia de la
Educación en debate. Pp. 124- 146. Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.
Disponible en: http://www.um.edu.ar/catedras/claroline/backends/download.php?
url=L1NFMzMtX0hpc3RvcmlhX3NvY2lhbF9FZHVjYWNp824uX0N1Y3V6emEucG
RmLnBkZg%3D%3D&cidReset=true&cidReq=FP002

Gambetta, M. (2009). Aportes desde la Historia de la Educación ¿Por qué y


para qué la Historia de la Educación? En Quehacer educativo. Pp. 83-86.

Guyot, V. y Riveros, S. (2008). Cap.1 Escuela, reflexiones historiográficos y


campo disciplinar. En Espacios en Blanco- serie de indagaciones- N° 18. Pp. 15-
37. Buenos Aires: Red de Editoriales de Universidades Nacionales.

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