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CORPORACION UNIVERSITARIA AMERICANA

TUTELA

Elaborado por: Laura Amaya González

Docente: Margarita Polo

Materia: Constitución y Democracia

Abril 20 de 2021

Medellín Colombia
Medellín, 21 de abril de 2021

SEÑOR
JUEZ CIVIL MUNICIPAL (REPARTO)
MEDELLÍN
E.S.D

REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA


ACCIONANTE: DIANA PATRICIA ROMÁN RESTREPO
AFECTADA: VANESSA RESTREPO ROMÁN
ACCIONADO: E.P.S. COOMEVA Y/O SU REPRESENTANTE LEGAL
DERECHOS VULNERADOS: A LA SALUD, LA SEGURIDAD SOCIAL EN
CONEXIDAD CON LA VIDA, LOS DERECHOS DE LAS
NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES Y LOS DERECHOS
DE LAS PERSONAS VICTIMAS DEL CONFLICTO
ARMADO

MEDIDA PROVISIONAL

DIANA PATRICIA ROMAN RESTREPO, mayor de edad, con domicilio en el


municipio de Armenia Antioquia, identificada como aparece al pie de mi firma,
actuando en representación de mi hija menor de edad VANESSA RESTREPO
ROMÁN con todo respeto manifiesto a Usted que en ejercicio del derecho de
TUTELA consagrado en el Artículo 86 de la Constitución Política de Colombia, y el
artículo 7 del Decreto 2591 de 1991, por medio del presente escrito, formulo ante
su Despacho ACCIÓN DE TUTELA CON MEDIDA PROVISIONAL en contra de la
EPS COOMEVA Y/O SU REPRESENTANTE LEGAL, como consecuencia de la
violación a los derechos fundamentales a la SALUD YLA SEGURIDAD SOCIAL EN
CONEXIDAD CON LA VIDA, LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES Y LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS VICTIMAS DEL
CONFLICTO ARMADO. Lo anterior lo fundamento en los siguientes:

HECHOS:

PRIMERO: Mi hija, la menor VANESSA RESTREPO ROMÁN, de 16 años de edad,


es beneficiaria de los servicios de salud del régimen contributivo de la EPS
COOMEVA, quien le presta los servicios a través de la IPS PROMEDAN ubicada
en el municipio Itagüí, Ant.

SEGUNDO: Desde hace aproximadamente un (1) año, la menor viene padeciendo


de dolores abdominales, aumento considerable de flujo vaginal con mal olor y
menorragias, razón por la cual hemos estado acudiendo a los servicios de urgencias
constantemente para que le puedan diagnosticar el motivo de sus dolencias y ha
estado sometida a varios procedimientos y tratamientos. Luego de realizarle una
ecografía pélvica transvaginal, le diagnosticaron QUISTE SIMPLE DE OVARIO
DERECHO y OVARIO IZQUIERDO CON ASPECTO MULTIFOLICULAR.

TERCERO: Debido a que la menor no presenta mejoría con los medicamentos, el


médico tratante le ordenó realizar una cirugía de LAPAROSCOPIA DIAGNOSTICA,
pero la EPS COOMEVA no le había programado el procedimiento que porque no
había agenda disponible, pero finalmente después de mi insistencia y de acudir en
infinidad de ocasiones a la entidad a rogarles para que le autorizaran la cirugía, se
la programaron para el 25 de febrero de 2016 en la clínica del Rosario en la ciudad
de Medellín.

CUARTO: el 24 de febrero hogaño, le programaron la cita con el anestesiólogo, le


realicé todos los exámenes pre quirúrgicos y los cuidados previos para ingresarla al
quirófano. Llegado el día del procedimiento, acudimos a la clínica varias horas antes
para la preparación previa, donde nos informaron que le habían cancelado la cirugía
debido a que se les había presentado un problema técnico del material para realizar
la laparoscopia, a lo que yo les expuse mi inconformidad argumentando que
veníamos desde el Municipio de Armenia y que por qué no nos habían avisado con
tiempo, que además mi hija era una menor de edad y que se encontraba muy
adolorida, que yo no tenía los recursos económicos para estarme transportando con
ella para que le cancelaran la cirugía sin previo aviso, que no consideraba que eso
fuera justo, además, que quién me iba a cubrir dichos gastos, pero la única
respuesta que obtuve fue que debía esperar que le reprogramaran la cirugía porque
no había nada más que hacer. Inmediatamente les solicité que por lo menos un
médico revisara a mi hija porque yo como me iba a llevar a mi hija nuevamente para
Armenia Ant con el fuerte dolor que tenía y con esa hemorragia, que le recetaran
algún medicamento para calmarle al menos el dolor, posterior a ello la revisó el
médico de turno y le ordenó tomar HIOSCINA Y ACETAMINOFÉN.

QUINTO: Sumado a ello, me informaron el mismo día que por la cirugía debía pagar
una suma de $ 300.000 pesos, pero que en caso de ser necesario hospitalizarla,
debía pagar $ 792.872 pesos, dinero que yo no estoy en condiciones económicas
de asumir, teniendo en cuenta que soy una mujer cabeza de familia, somos una
familia víctimas del conflicto armado interno, tal como consta en el pantallazo del
vivanto que aporto con la tutela donde consta que somos víctimas del homicidio de
mi cónyuge quien era el padre de mi hija, y de desplazamiento forzado; yo tengo
que trabajar para el sustento y la educación de mis dos hijos, mi mamá y mi nieta y
yo no tengo como sufragar ese gasto, sumado a los transportes, el alojamiento, la
alimentación, de ser así, tengo que dejar a mi hija enferma y exponerla a que se
agrave más su estado de salud, porque yo no tengo recursos para pagar dicha cuota
moderadora.

SEXTO: A la fecha, no le han vuelto a programar la cirugía, el estado de salud de


mi hija cada vez empeora más, ha llegado a tal punto de que hay días que no puede
bañarse sola como acostumbraba a hacerlo porque debido a las hemorragias que
se le presentan y por la pérdida de sangre se le van las luces y debe permanecer
sentada, cada que presenta un episodio similar, tenemos que acudir al servicio de
urgencias donde solamente le aplican medicamentos para el dolor y así
sucesivamente, sin tomar una decisión medica de fondo para solucionar la patología
de mi hija para mejorarle la calidad de vida.

SEPTIMO: Por tal motivo me dirijo a Usted señor Juez para que se sirva Tutelar los
derechos fundamentales de mi hija VANESSA RESTREPO ROMAN que considero
están siendo vulnerados por la entidad accionada ya que como le reitero señor Juez
mi hija en este momento padece de fuertes dolores abdominales, hemorragias y
excesivo flujo vaginal con mal olor, pero la EPS COOMEVA la única solución que
nos brinda es que debemos esperar a que le programen nuevamente la cirugía,
pero, ¿hasta cuando señor Juez? ya llevamos cinco meses desde que le ordenaron
la cirugía y al día de hoy no se la han realizado pese a que en múltiples ocasiones
me he comunicado con la entidad a implorarles que le programen la mismas que yo
ya no sé qué más hacer con mi hija, ¿lo que pretenden es esperar que el estado de
salud de mi hija sea más precario? ¿acaso no se dan cuenta la mala calidad de vida
que está llevando mi hija?, insisto en que nosotras venimos de un Municipio retirado
de Medellín, que los gastos de transporte son altos, más alojamiento, alimentación
y demás gastos que tengo que costear, para que la EPS COOMEVA ni siquiera se
tome la molestia de darnos aviso cuando no le puedan realizar algún procedimiento,
y como ya lo dije también, yo soy una mujer sola, que me encuentro desesperara
de ver a mi hija en esas condiciones en las que se encuentra y no tengo los recursos
suficientes para acudir donde un médico particular y mucho menos realizarle esa
LAPAROSCOPIA DIAGNOSTICA con mi patrimonio, con lo que yo trabajo,
escasamente me alcanza para vivir con mi grupo familiar y costear todas las
necesidades que se nos presentan.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

La Constitución Política consagra el derecho a la seguridad social y determina que


la salud es un servicio público esencial a cargo del Estado. La H Corte
Constitucional ha desarrollado paulatinamente el derecho a la salud y a través de la
jurisprudencia se ha dedicado a determinar las pautas de su aplicación, alcance y
defensa, tal como se explicará sucintamente a continuación.

La Corte reconoce que el derecho a la salud tiene el carácter de fundamental,


posición asumida claramente en la Sentencia T-760 de 2008, en los siguientes
términos: “El reconocimiento de la salud como un derecho fundamental en el
contexto constitucional colombiano, coincide con la evolución de su protección en
el ámbito internacional. En efecto, la génesis y desenvolvimiento del derecho a la
salud, tanto en el ámbito internacional como en el ámbito regional, evidencia la
fundamentalidad de esta garantía. (…) El Comité [de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales] advierte que ‘todo ser humano tiene derecho al disfrute del
más alto nivel posible de salud que le permita vivir dignamente’, y resalta que se
trata de un derecho ampliamente reconocido por los tratados y declaraciones
internacionales y regionales, sobre derechos humanos. Observa el Comité que el
concepto del ‘más alto nivel posible de salud’ contemplado por el PIDESC (1966),
tiene en cuenta tanto las condiciones biológicas y socioeconómicas esenciales de
la persona como los recursos con que cuenta el Estado, en tal sentido es claro que
éste no está obligado a garantizar que toda persona goce, en efecto, de ‘buena
salud’, sino a garantizar ‘toda una gama de facilidades, bienes y servicios’ que
aseguren el más alto nivel posible de salud.

Para esta Corporación la salvaguardia del derecho fundamental a la salud se debe


conceder, conforme los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad del
sistema general de seguridad social, expresamente consagrados en el artículo 49
Superior. Además, ha indicado que las garantías de acceso a los servicios de salud
están estrechamente relacionadas con algunos de los principios de la seguridad
social, específicamente la integralidad y la continuidad: “Cuando el servicio incluido
en el POS sí ha sido reconocido por la entidad en cuestión, pero su prestación no
ha sido garantizada oportunamente, generando efectos tales en la salud, como
someter a una persona a intenso dolor, también se viola el derecho a la salud y debe
ser objeto de tutela por parte del juez constitucional Cuando el acceso a un servicio
de salud no es prestado oportunamente a una persona, puede conllevar además de
un irrespeto a la salud por cuanto se le impide acceder en el momento que
correspondía a un servicio de salud para poder recuperarse, una amenaza grave a
la salud por cuanto la salud puede deteriorarseconsiderablemente.(…)De forma
similar, los servicios de salud que se presten a las personas deben ser de calidad.
Para las entidades obligadas a garantizar la prestación del servicio, respetar ese
derecho, supone, por ejemplo, que a la persona no se le debe entregar un
medicamento u otro tipo de servicio médico de mala calidad, que desmejore la salud
de la persona Si bien los conceptos deoportunidad, eficiencia y calidad de los
servicios de salud comprenden muchos aspectos, la jurisprudencia constitucional
se ha ocupado frecuentemente de problemas recurrentes a los cuales ha
respondido aludiendo al principio de integralidad y al principio de continuidad, entre
otros.”

El derecho a la salud y a la seguridad social se encuentra consagrado en el artículo


48 de la Constitución Política, que define la seguridad social como “un servicio
público de carácter obligatorio que se prestará bajo la dirección, coordinación y
control del Estado con sujeción a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad en los términos que establezca la ley. Se garantiza a todos los habitantes
el derecho irrenunciable a la seguridad social”.

En Sentencia No. T-013 de enero 17 de 1995, la Corte Constitucional, señala:" ... El


derecho a la salud por estar en inmediata conexión con el derecho a la vida, como
un derivado necesario, es, esencialmente, un derecho fundamental que tiene toda
persona humana desde el momento mismo de su concepción hasta su muerte,
derecho que implica conservar la plenitud de sus facultades físicas, mentales y
espirituales; y poner todos los medios ordinarios al alcance para la prevención de
las enfermedades, así como para la recuperación...".
Lo anterior quiere decir, que un derecho fundamental por conexidad como el de la
salud, que no siendo catalogado como tal en el texto constitucional, le es dada esta
calificación, en virtud, de la continua e inescindible relación con otros derechos
fundamentales, de forma que si no fueran protegidos en forma inmediata los
primeros se ocasionaría la vulneración o amenaza de los segundos.

El derecho a la salud se fundamenta en la dignidad humana, la vida, la igualdad y


en la obligación del Estado de prestarla como servicio público para el mejoramiento
de la calidad de vida; por esta razón, se concluye que "Proteger la salud del hombre
es proteger su vida, que es derecho constitucional fundamental inalienable." En ese
orden de ideas, no pueden darse situaciones que restrinjan la aplicación de
tratamientos adecuados científicamente, pues la Constitución los ha garantizado a
plenitud sin limitación alguna.

El artículo 44 de la Carta consagra los derechos fundamentales de los niños, entre


ellos la vida, la integridad física, la salud, la seguridad social y el derecho a recibir
cuidado y amor. Y, dispone que serán protegidos contra toda forma de abandono,
violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o
económica y trabajos riesgosos. También señala que gozarán de los demás
derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados
internacionales ratificados por Colombia. En el mencionado artículo se establece
también que la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y
proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno
de sus derechos. Igualmente señala que los derechos de los niños prevalecen
sobre los derechos de los demás.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 19


establece: “Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición
de menor requiere por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”.

El Código de la Infancia y la Adolescencia consagra varias disposiciones altamente


relevante en cuanto el derecho fundamental a la salud de los menores. Dentro de
estas se encuentran los siguientes artículos: el 8º, en el cual se establece lo que se
entiende por “interés superior del niño, niña y adolescente”; el 9º que resalta la
“prevalencia de los derechos del niño, niña y adolescente”; el 27 que desarrolla “el
derecho a la salud integral” de los menores; y, el 46 en el que se relacionan
las “obligaciones especiales del sistema de Seguridad Social en Salud” para los
niños, niñas y adolescentes.

Existen también innumerables instrumentos internacionales que se refieren a la


especial protección del derecho a la salud de los niños, dentro de los cuales puede
mencionarse: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos aprobado
mediante la Ley 74 de 1968, la Convención Internacional sobre los Derechos del
Niñ –aprobada mediante la Ley 12 de 1991-, cuyo artículo 11 prescribe que la niñez
tiene “derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el
tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud”.
La Corte Constitucional, en reiterada jurisprudencia, ha desarrollado el concepto de
interés superior de los menores, destacando cómo para la Carta el derecho de éstos
a la salud es siempre fundamental “tratamiento que no recibieron estos mismos
derechos frente a las demás personas, pues con respecto a éstas su protección por
la vía de tutela sólo es posible en la medida en su desconocimiento puede afectar
por conexidad un derecho fundamental o un principio o valor constitucional”.

También la Corte se ha detenido en la aplicación real y efectivo de los derechos de


los niños previstos en el artículo 44 de la Carta, en cuanto esta disposición,
entendida conjuntamente con los artículos 5° y 13 constitucionales, indica que no
puede plantearse un conflicto de intereses en cuyo extremo se encuentre la
protección integral de un menor, porque cuando se trata de los derechos de los
niños estos prevalecen sin otra consideración.

En virtud de estas normas, la Corte Constitucional ha establecido que los niños y


las niñas, por encontrarse en condición de debilidad, merecen mayor protección, de
forma tal que se promueva su dignidad. También ha afirmado que sus derechos,
entre ellos la salud, tienen un carácter prevalente en caso de que se presenten
conflictos con otros intereses.

Adicionalmente, atendiendo al carácter de fundamental del derecho, la acción de


tutela procede directamente para salvaguardarlo sin tener que demostrar su
conexidad con otra garantía, incluso en los casos en los que los servicios requeridos
no estén incluidos en el Plan Obligatorio de Salud. Igualmente, ha sostenido que
cuando se vislumbre su vulneración o amenaza, el juez constitucional debe exigir
su protección inmediata y prioritaria.

De todo lo anterior se colige que los menores de edad gozan de un régimen de


protección especial en el que prevalecen sus derechos sobre los de los demás y
que cualquier vulneración a su salud exige una actuación inmediata y prioritaria por
parte de todas las autoridades públicas, incluyendo al juez constitucional. Por ende,
cuando la falta de suministro del servicio médico afecta los derechos a la salud, a
la integridad física y a la vida de los niños y las niñas, se deberán modular o inaplicar
las disposiciones que restrinjan el acceso a los servicios que requieren, teniendo en
cuenta que tales normas de rango inferior impiden el goce efectivo de sus garantías
Superiores. (Sentencia T-133 de 2013)

En síntesis, los menores de edad requieren de una atención en salud idónea,


oportuna y prevalente, respecto de la cual toda entidad pública o privada tiene la
obligación de garantizar su acceso efectivo a los servicios como lo ordena el artículo
50 Superior, en concordancia con los principios legales de protección integral e
interés superior de los niños y niñas.

Sumado a lo anterior, el literal el artículo 156 de la Ley 100 de 1993 establece que
el derecho a la salud debe prestarse de conformidad al principio de atención integral.
En él se consagra: “todos los afiliados al Sistema General de Seguridad Social en
Salud recibirán un Plan Integral de protección de la salud, con atención preventiva,
médico-quirúrgica y medicamentos esenciales (...)”. Para ello, el Estado y los
particulares comprometidos con la prestación del servicio de salud tienen la
obligación de garantizar el acceso a los servicios de promoción, protección y
recuperación atendiendo a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad.
La Corte Constitucional en sentencia T-970 de 2008se pronunció sobre la
integralidad en la prestación del servicio de salud en el Sistema General del
Seguridad Social en Salud. En ella precisó que “la atención y el tratamiento a que
tienen derecho los pertenecientes al sistema de seguridad social en salud cuyo
estado de enfermedad esté afectando su integridad personal o su vida en
condiciones dignas, son integrales; es decir, deben contener todo cuidado,
suministro de medicamentos, intervenciones quirúrgicas, prácticas de rehabilitación,
exámenes para el diagnóstico y el seguimiento, así como todo otro componente que
el médico tratante valore como necesario para el pleno restablecimiento de la salud
del paciente o para mitigar las dolencias que le impiden llevar su vida en mejores
condiciones; y en tal dimensión, debe ser proporcionado a sus afiliados por las
entidades encargadas de prestar el servicio público de la seguridad social en salud”.

Dicha Corporación ha dicho que la integralidad en la prestación del servicio de salud


conlleva a que el paciente reciba todo el tratamiento que requiera teniendo en
cuenta las prescripciones ordenadas por el médico sin que se tenga que acudir a
varias acciones de tutela para obtener cada uno de los servicios prescritos. En
efecto, en la sentencia T-289 de 2013, señaló que el juez de tutela “deberá ordenar
el suministro de los servicios médicos que sean necesarios para conservar o
restablecer la salud del paciente, ello con la finalidad de que las personas afectadas
por la falta del servicio, obtengan continuidad en la prestación del mismo. La Corte
ha indicado que con ello se evita la interposición de acciones de tutela por cada
servicio que le sea prescrito a un afiliado por una misma patología”. De igual forma
indicó que “el denominado derecho obliga a las EPS a no entorpecer la prestación
de los servicios con procesos o trámites administrativos que generen limitaciones
para que los pacientes reciban la asistencia necesaria para garantizar de forma
plena el derecho a la salud”.

La sentencia T-576 de 2008 precisó: En síntesis, el principio de integralidad, tal y


como ha sido expuesto, comprende dos elementos: “(i) garantizar la continuidad en
la prestación del servicio y (ii) evitar a los accionantes la interposición de nuevas
acciones de tutela por cada nuevo servicio que sea prescrito por los médicos
adscritos a la entidad, con ocasión de la misma patología”]. De igual modo, se dice
que la prestación del servicio en salud debe ser:
-Oportuna: indica que el usuario debe gozar de la prestación del servicio en el
momento que corresponde para recuperar su salud, sin sufrir mayores dolores y
deterioros. Esta característica incluye el derecho al diagnóstico del paciente, el cual
es necesario para establecer un dictamen exacto de la enfermedad que padece el
usuario, de manera que permita que se brinde el tratamiento adecuado.
-Eficiente: implica que los trámites administrativos a los que está sujeto el paciente
sean razonables, no demoren excesivamente el acceso y no impongan al interesado
una carga que no le corresponde asumir.
-De calidad: esto quiere decir que los tratamientos, medicamentos, cirugías,
procedimientos y demás prestaciones en salud requeridas contribuya, a la mejora de
las condiciones de vida de los pacientes.
En consecuencia, la materialización del principio de integralidad conlleva a que toda
prestación del servicio se realice de manera oportuna, eficiente y con calidad; de lo
contrario se vulneran los derechos fundamentales de los usuarios del sistema de
salud”

La Corte Constitucional a través de sus diferentes Salas de Revisión ha señalado


que cuando una persona requiere de un tratamiento médico con urgencia, y no pueda
acceder a éste, por no tener la capacidad económica suficiente para pagar los
copagos, las cuotas moderadoras, las cuotas de recuperación o el porcentaje
equivalente a las semanas de cotización faltantes, se deberá inaplicar la
normatividad y la entidad territorial, la ARS, o la EPS, según sea el caso, deberá
prestarle oportunamente el servicio, en aras de proteger sus derechos
fundamentales.1

En estos eventos, se ha explicado la prestación del servicio se brinda sin perjuicio


del cobro a la subcuenta correspondiente del Fondo de Solidaridad Social en Salud
(FOSYGA) o a la entidad territorial, según corresponda, del valor que haya cubierto
la entidad y que le correspondía pagar al paciente”.

Por otro lado, respecto al derecho a la salud de las personas VICTIMAS DEL
CONFLICTO ARMADO INTERNO, la ley 1448 de 2011 en el articulo establece:
“medidas en materia de salud. El Sistema General de Seguridad Social en Salud
garantizará la cobertura de la asistencia en salud a las víctimas de la presente ley,
de acuerdo con las competencias y responsabilidades de los actores del Sistema
General de Seguridad Social en Salud. Toda persona que sea incluida en el Registro
Único de Víctimas de que trata la presente Ley, accederá por ese hecho a la
afiliación contemplada en el artículo 32.2 de la Ley 1438 de 2011, y se considerará
elegible para el subsidio en salud, salvo en los casos en que se demuestre
capacidad de pago de la víctima. PARÁGRAFO 1o. Con el fin de garantizar la
cobertura de la asistencia en salud a las víctimas de que trata la presente ley,
priorizando y atendiendo a las necesidades particulares de esta población, se
realizará la actualización del Plan Obligatorio de Salud, de acuerdo con las
competencias y responsabilidades de los actores del Sistema General de Seguridad
Social en Salud y en los términos de la Ley 1438 de 2011”

La jurisprudencia ha señalado que, en el caso de las personas víctimas del conflicto


armado interno, que además ostentan la calidad desplazados, debe darse un
amparo especial por parte de las autoridades dadas sus condiciones de extrema
vulnerabilidad.
De conformidad con reiterada jurisprudencia de esta La H Corte Constitucional, las
entidades públicas encargadas de garantizar la prestación de los servicios de salud,
deben preocuparse no sólo por cumplir los cuatro elementos esenciales e
interrelacionados del derecho a la salud, a saber, disponibilidad, accesibilidad,
aceptabilidad y calidad, sino que además deben contemplar las circunstancias
particulares que se desprenden del hecho de ser víctimas del conflicto armando y
del desplazamiento forzado, tales como la dificultad de acceder a los servicios de
salud, el incremento de riesgo para contraer enfermedades que surge a partir de las
condiciones deplorables a las que son sometidas las personas en situación de
desplazamiento, las circunstancias de extrema de vulnerabilidad agudizada cuando
los actos de violencia se ejercen contra las mujeres, las precarias condiciones
económicas de las víctimas y de sus núcleos familiares y la inestabilidad emocional.

DERECHOS VULNERADOS

DERECHOS FUNDAMENTALES A LA SALUD Y LA SEGURIDAD SOCIAL EN


CONEXIDAD CON LA VIDA, LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES Y LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS VICTIMAS DEL
CONFLICTO ARMADO

MEDIDA PROVISIONAL

Solicito al señor Juez, que ordene a la EPS COOMEVA Y/O SU REPRESENTANTE


LEGAL, como medida provisional y debido al estado de salud de mi hijo VANESSA
RESTREPO ROMAN, se ordene que de forma inmediata le asignen la respectiva
cita para la LAPAROSCOPIA DIAGNOSTICA, con el fin de que le indique el
tratamiento a seguir para la patología que padece y poder brindarle una mejor
calidad de vida.

PRETENSIONES

PRIMERO: Solicito al señor Juez, tutelar los derechos invocados y como


consecuencia de ello, se ordene a la EPS- COOMEVA que de forma inmediata le
asignen la respectiva cita para la LAPAROSCOPIA DIAGNOSTICA para poder
brindarle una mejor calidad de vida a la menor VANESSA RESTREPO ROMAN

SEGUNDO: Que se le ordene A LA EPS- COOMEVA Y/O SU REPRESENTANTE


LEGALque se le brinde EL TRATAMIENTO INTEGRAL para tratar la patología que
padece.

TERCERO: Que se ordene a la A LA EPS- COOMEVA Y/O SU REPRESENTANTE


LEGAL, EXONERAR A MI HIJA VANESSA RESTREPO ROMAN DE LOS
COPAGOS Y DE LAS CUOTAS DE RECUPERACIÓN CORRESPONDIENTES A
LA LAPAROSCOPIA DIAGNOSTICA, Y DEMÁS PROCEDIMIENTOS O
TRATAMIENTOS QUE SE DERIVEN DE LA PATOLOGÍA QUE PADECE.

CUARTO: Que se ordene A LA EPS- COOMEVA Y/O SU REPRESENTANTE


LEGAL que emita la orden administrativa en el término señalado por el señor Juez.
QUINTO: Que se ordene A LA EPS- COOMEVA Y/O SU REPRESENTANTE
LEGAL cumplir la autorización en el término que estipule el señor Juez.

SEXTO:Se le informe al ente accionado sobre el cumplimiento de lo ordenado por


su despacho y de las consecuencias jurídicas de su no acatamiento.

PRUEBAS

 Interrogatorio de parte: que de ser necesario rendiré en la fecha y hora


señalas por su despacho.
 Documentales:
• Copia de cédula de ciudadanía de la suscrita
• Copia de la tarjeta de identidad de la afectada
• Fotocopia Historia Clínica
• Fotocopias de las órdenes médicas.
• Fotocopia de las autorizaciones médicas
• Pantallazo del vivanto donde consta que estamos incluidas en el Registro
Único de Victimas

COMPETENCIA

Es usted señor Juez competente por la naturaleza del asunto y por tener jurisdicción
en el lugar de la ocurrencia de los hechos vulneratorios de los derechos
fundamentales que motivan la presente Acción Art. 37 Decreto 2591 de 1991.

JURAMENTO

Bajo la gravedad del juramento, manifiesto que no he instaurado otra acción de


tutela con fundamento en los mismos hechos y derechos y contra la misma
autoridad a que se contrae la presente, ante ninguna autoridad judicial (artículo 37
Decreto 2591 de 1991).

ANEXOS

A la presente anexo copia de los documentos señalados como pruebas y copia de


la demanda para el traslado y el archivo del Juzgado.

NOTIFICACIONES Y DIRECCIONES

La suscrita se ubica en la calle 10 No. 16-57 Municipio de Armenia Antioquia,


teléfono:3217668190
La accionada se ubica en el Municipio de Medellín, teléfono 415 60 00

Del señor Juez, Atentamente,

DIANA PATRICIA ROMAN RESTREPO


CC. de Armenia Antioquia

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