Está en la página 1de 15

1

Señores
Juzgado Penal Municipal de Cali (Reparto)
E.S.D.

Referencia: Acción de tutela con medida provisional


Accionante: María Victoria Gálvez
Accionado: EPS y Medicina Prepagada Suramericana S.A.

María Victoria Gálvez Villegas, mayor de edad y vecina de Cali, identificada con la cédula
de ciudadanía No. 31.858.059 expedida en Cali, actuando en nombre propio, me dirijo ante
Usted respetuosamente con base en lo consagrado en el artículo 86 de la Constitución Política
y el Decreto 2591 de 1991, con el fin de interponer Acción de Tutela en contra de EPS y
Medicina Prepagada Suramericana S.A., sociedad legalmente constituida e identificada
con el NIT No. 800.088.702-2, para que de manera urgente se proteja el derecho fundamental
a la vida digna y la salud, con base en los siguientes:

Hechos

Primero: El 10 de diciembre de 2018, siendo las dos y cuarenta de la tarde aproximadamente,


en la IPS SURA, bajé las escaleras del primer piso al sótano y al voltear a mano derecha para
recoger mi automóvil, me encontré con los topes de los carros, sin habilitar, de color gris
igual al piso como se muestra en la fotografía que anexo, que lógicamente no los visualicé,
al no ver el obstáculo me caí violentamente de rodillas.

Segundo: De la caída quedé con un dolor terrible y temblando con extrema dificultad y
después de algunos minutos me levanté ya que la señora Carmen Lucia Bernal me ayudo y
como pude subí las escaleras y con un dolor terrible, y la persona encargada de los turnos
llamó a la Señora Luz Miriam Quintero, y ella me remitió donde la médica Eliana Paola
Zuluaga Girón, quien me recetó ibuprofeno y a pesar de mi condición no me ordenó una
placa de rayos X, y me envió a mi casa.

Tercero: Ante el dolor cada vez mayor y la imposibilidad de moverme, pedí cita con mi
médico de familia la médica Andrea Carolina Hurtado, quien me ordenó que siguiera
tomando ibuprofeno y me aplicara frio y calor, y otra vez para mi casa, cada vez más
adolorida e hinchada.

Cuarto: Como el dolor no cedía, hablé con la médica Angélica López, directora de la IPS
Tequendama de esa época, y me dio una cita con la galena Norma De la Rosa Bermúdez,
2

médico general, el 15 de enero de 2.019 y ella me mandó unos rayos X, donde no se


visualizaba ninguna fractura, y me recomendó no agacharme, ni caminar, no esforzarme, (ya
son tres médicos generales sin solución ninguna).

Quinto: La médica De la Rosa, me dio su número celular y por WhatsApp le pregunto qué
vamos a hacer ya que sigo empeorando, ella me remite donde el ortopedista el médico Cesar
Abadía Saavedra el 4 de marzo de 2.019, el cual me revisa y me manda compresas de agua
fría y caliente, ante mi insistencia y rogándole al fin me remitió al médico artroscopista para
que él me diagnosticara.

Sexto: Finalmente consigo cita con el médico Jorge Eduardo Quintero Ortiz el día 2 de mayo
de 2.019, quien ordena terapia física, hídrica y resonancia magnética simple de la rodilla
derecha. A pesar de mis solicitudes de que me mandara la resonancia para las dos rodillas,
decidió no acceder a mi solicitud. Los resultados de la resonancia de la rodilla derecha son:

“Leve lateralización e inclinación de la rótula en extensión completa de la rodilla.

Leve aumento del líquido intraarticular.

Alteración en la configuración del borde libre del cuerno posterior del menisco lateral
sugestiva de ruptura radial”

Séptimo: Consigo cita para el 21 de junio de 2019, cita que me consigue el Gerente Regional
Francisco Urrea con el médico ortopedista Juan Carlos Caicedo Bastidas, quien me revisa y
me dice que si “yo fuera su hermana mayor no me mandaría la resonancia, pero como yo
insisto me la ordena” y el resultado de la rodilla izquierda fue:

“El cartílago articular femorotibial demuestra alguna zona de desbridamiento de


espesor parcial, principalmente en el compartimiento medial, sin compromiso del
hueso subcondral. Mecanismo flexor patelofemoral de: desbridamiento de más del
50% del espesor del cartílago articular patelar en la faceta medial, sin extensión al
hueso subcondral retináculos mediales y laterales normales.

- Meniscos: en el cuerno posterior del menisco medial se demuestra una ruptura


compleja, no hay extrusión meniscal, el menisco externo en su cuerno posteriores
demuestra discretos cambios condromixoides, sin evidencia de rupturas-

- Opinión: ruptura compleja del cuerno posterior del menisco medial.”

El doctor Caicedo me ordena sutura de menisco medial y lateral por artroscopia.


3

Octavo: Soy viuda, vivo en la casa de mi madre de 87 años y mi única hija tiene un
diagnóstico de EPILEPSIA Y AUTISMO, razón por la cual no puedo trabajar, no tengo
vivienda propia, y soy cuidadora tanto de mi madre como de mi hija, hablé con la doctora
Angélica López y ella me manifestó que como parte de la responsabilidad de mi accidente
en la IPS SURA TEQUENDAMA no tenía que pagar copagos y ella expondría el caso en la
Regional (Centro empresa de las EPS SURA) con quien ella estimara conveniente.

Noveno: Para la programación de las cirugías de mis rodillas, causadas por el accidente en
la IPS de Sura, se me está exigiendo el pago del copago, el cual asciende a la suma de
NOVECIENTOS CINCUENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS TREINTA Y TRES PESOS
MONEDA CORRIENTE ($952.333), suma de dinero que no tengo en virtud a que no laboro,
a que soy beneficiaria y no cotizante y que al atender de tiempo completo a mi señora madre
y a mi hija, hacen imposible que pueda sufragarlos. De tal suerte que, de no exonerarme del
pago del copago mi estado de salud se vería afectado porque no podría acceder materialmente
a los servicios médicos de cirugía de mis rodillas y los que de forma subsecuente se den por
cuenta del proceso de rehabilitación, por un accidente que fue causado en principio por culpa
de la IPS, al no tener señalizada los topes de los carros.

Con base en lo anterior, realizo las siguientes:

Peticiones

Solicito ante usted señor Juez respetuosamente que se proteja los derechos a la salud y vida
digna y en consecuencia ordene:

Primero: Se tutele de manera inmediata el derecho fundamental a la vida digna y la salud


por los motivos expuestos en el libelo de la acción de tutela.

Segundo: Se ordene a EPS y Medicina Prepagada Suramericana S.A. que como garantía
fundamental a la continuidad e integralidad en el tratamiento médico, autorice, ordene,
remita, facilite y me exonere del pago de copago de todos y cada uno de los procedimientos
médicos, exámenes, intervenciones y valoraciones que sean necesarias para lograr sobre
llevar las lesiones en mis rodillas y su correspondiente tratamiento.

Fundamentos de derecho

Téngase como fundamentos de derecho el artículo 11 de la Constitución Política, la Ley 1751


de 2015 y demás derechos fundamentales concordantes.
4

Razones de derecho

La jurisprudencia constitucional1 ha estatuido como derecho fundamental independiente el


derecho a la salud, otorgándole una connotación bifronte, es decir que a la vez de ser un
derecho de rango fundamental –constitucionalmente considerado- goza de la calidad de ser
servicio público.

El artículo 49 de la Constitución Nacional prevé el derecho a la salud y al saneamiento


ambiental, como servicios públicos a cargo del Estado, por los cuales el Estado propendería
su especial protección y vigilancia sobre la calidad de la prestación. Indicó el marco
normativo constitucional que los servicios médicos y sanitarios tienen como principal
función la promoción, protección y la recuperación de la salud, sujetándose a los
principios de eficacia, universalidad y solidaridad. Por su lado, la Ley 100 de 1993,
introdujo en el ordenamiento jurídico una serie de principios rectores a los cuales tienen que
sujetarse todas las entidades que participen o hagan parte del Sistema General de Seguridad
Social en Salud.

El artículo 153 de la norma en cita señala que el Sistema de Seguridad Social en Salud
actuaria bajo los principios de Universalidad, calidad, eficiencia, progresividad,
corresponsabilidad, prevención y continuidad, entre otros. Del marco normativo descrito,
se concluye que el concepto del derecho a la salud constitucionalmente considerado,
involucra desde su núcleo esencial, el derecho que tiene el paciente de acceder a los servicios
médicos requeridos para la promoción, prevención y tratamiento de la patología que le
aqueja hasta que se logre la recuperación o rehabilitación definitiva, en condiciones de
inmediatez, eficiencia, suficiencia y universalidad; es decir que, la atención debe
provocar un restablecimiento y una recuperación real y efectiva. Sobre ello señaló la
Corte Constitucional:

“La salud como derecho integral, implica que la atención deba brindarse en la
cantidad, oportunidad, calidad y eficiencia requeridas, lo cual conlleva ofrecer, de
acuerdo con la ley y la jurisprudencia, todo cuidado, medicamento, intervención
quirúrgica, rehabilitación, diagnóstico, tratamiento y procedimiento necesarios para
restablecer la salud, con prevalencia al tratarse de menores de edad.”2

Por tanto, no puede limitarse la órbita de protección del derecho a la salud ante una patología
clara detectada por el profesional de la salud, cuando sean circunstancias eminentemente

1
Corte Constitucional, Sentencia T-1024 del 10 de diciembre de 2010, Radicado: T-2791435, Magistrado
Ponente: Humberto Sierra Porto.
2
Corte Constitucional, Sentencia T-817 del 2009, Magistrado Ponente: Nilson Pinilla Pinilla.
5

administrativas las que impidan el acceso a los servicios3, sin que dicho amparo desconozca
los postulados fundamentales sobre los que se edifica la procedencia de la protección
constitucional4.

En ese sentido, la garantía del derecho a la salud exige que el mismo se sujete a la existencia
de i) un dictamen médico a través del cual se diagnostique la presencia de una patología en
la paciente, ii) una orden para la realización de un procedimiento o un medicamento, para
que el juez de tutela evalué las condiciones de vulneración del mismo frente al
incumplimiento de las entidades que administran el Sistema General de Seguridad Social en
Salud, de prestar y facilitar el acceso en condiciones de suficiencia, universalidad,
integralidad, a los servicios de salud.

Y respecto a este último, es decir, la integralidad, la Jurisprudencia Constitucional ha


señalado en reiteradas oportunidades que este principio-deber debe aplicarse en el
entendido que se proteja la realización de un tratamiento completo y necesario 5. Es así
que, tal como lo ha indicado la jurisprudencia Constitucional, la atención del tratamiento
médico en condiciones de integralidad y atendido por el médico tratante se agota en el
momento en que se logre la rehabilitación o la recuperación definitiva del estado de
salud.

Tratamiento integral de salud

La jurisprudencia constitucional ha señalado que el derecho a recibir la rehabilitación a través


de un tratamiento integral de salud proporcionado por la EPS o la EPS-S a la cual esté
vinculada la persona, es componente indispensable del derecho a la salud, ya que a partir de
la posibilidad de rehabilitación se materializa el ejercicio pleno, consciente y suficiente del
derecho en mención. Sobre este tema, la jurisprudencia de la Corte Constitucional señaló
que:

3
Cfr. “En este contexto, debe entenderse que la prestación es limitada así como la garantía por medio de la
acción de tutela, toda vez que se ampara “el derecho a la salud en su dimensión de acceso a los servicios
médicos que se requieren con necesidad, es decir, protege la garantía básica con la que cuentan todas las
personas de tener acceso efectivo a los “servicios indispensables para conservar su salud, cuando se encuentre
comprometida gravemente su vida, su integridad, personal o su dignidad”(…)” Corte Constitucional, Sentencia
T-757 de 2010, Magistrado Ponente: Jorge Ivan Palacio Palacio.
4
“La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido que el amparo por vía de tutela del derecho
constitucional fundamental a la salud procede cuando se trata de: (i) falta de reconocimiento de prestaciones
incluidas en los planes obligatorios, siempre que su negativa no se haya fundamentado en un criterio
estrictamente médico y, (ii) falta de reconocimiento de prestaciones excluidas de los planes obligatorios, en
situaciones en que pese a la necesidad de garantizarlas de manera urgente, las personas no acceden a ellas a
causa de la incapacidad económica para asumirlas. En estos eventos, el contenido del derecho a la salud no
puede ser identificado con las prestaciones de los planes obligatorios” Ibidem.
5
Corte Constitucional, Sentencia T-1024 del 10 de diciembre de 2010, Radicado: T-2791435, Magistrado
Ponente: Humberto Sierra Porto.
6

“La atención a la salud debe ser integral y comprender el cuidado, el suministro de


medicamentos, las intervenciones quirúrgicas, las prácticas de rehabilitación, la
realización de exámenes de diagnóstico y seguimiento, así como todo otro
componente que el médico tratante valore como necesario para el restablecimiento
de la salud del paciente. El reconocimiento de la prestación integral del servicio de
salud debe ir acompañada de indicaciones precisas que hagan determinable la orden
del juez de tutela, la cual bajo ningún supuesto puede recaer sobre cosas futuras. En
concreto, este Tribunal ha entendido que el principio de integralidad no puede
entenderse de manera abstracta, es decir, una orden de tutela que reconozca la
atención integral en salud se encontrará sujeta a los conceptos que emita el personal
médico, y no, por ejemplo, a lo que estime el paciente.”6

De la citación jurisprudencia anterior, se desprende con absoluta claridad que el derecho a la


salud de una persona comporta o involucra la acción –ejecución de actos positivos- de la
entidad prestadora del servicio de salud, que se materializan en diferentes aspectos o facetas.
Por un lado, en la coordinación y asignación de citas con los médicos que sean idóneos para
la prestación del servicio de salud requerido por persona, así también como en el suministro
de los medicamentos ordenados o prescritos por el médico tratante. Por otro lado, el derecho
a la salud también comporta la posibilidad de recibir los procedimientos quirúrgicos y la
realización de exámenes que permitan trazar la ruta científica que debe seguir el médico
tratante.

De ahí que para lograr la rehabilitación de la o las patologías que puedan aquejar la salud de
una persona, resulta indispensable que el médico cuente con los instrumentos suficientes que
le permitan (i) elaborar un diagnóstico claro sobre la afección, (ii) ofrecer información al
paciente sobre el posible tratamiento, (iii) descartar tratamientos que no resulten útiles para
la patología presente, (iv) aplicar el tratamiento idóneo y (v) lograr la rehabilitación del
paciente.

Así pues, es imperativo que en asuntos en los cuales se debata la prestación del servicio de
salud, las entidades promotoras de salud –EPS- entiendan que la posibilidad de rehabilitación
o no del paciente, pende del cumplimiento estricto de un procedimiento médico que parte del
diagnóstico. Dicho diagnóstico, se repite, solo se logra y elabora a partir de la verificación
de los exámenes ordenados por el médico tratante. En relación con el tema, ha señalado la
Corte Constitucional7, al estudiar el derecho de una persona a recibir el diagnóstico de la
patología que le afectaba, en los siguientes términos:

“El derecho al diagnóstico como aspecto integrante del derecho a la salud, es


indispensable para llegar a una recuperación definitiva de una enfermedad o a

6
Corte Constitucional, Sentencia T-266 del 2014.
7
Corte Constitucional, Sentencia T-361 de 2014.
7

mejorar la calidad de vida del paciente. De manera que la negación del mismo,
impide que se realice el tratamiento adecuado y preciso que requiere el afectado.
Pero, no solo la negativa del derecho al diagnóstico vulnera los derechos
constitucionales, sino cuando no se práctica a tiempo o se realiza de forma
negligente, complicando en algunos casos el estado de salud del paciente hasta el
punto de llegar a ser irreversible su cura, eventos en los cuales, puede llegar a
afectar gravemente la salud y la dignidad humana del paciente al someterlo de
manera interminable a las afecciones propias de su mal estado de salud.” (Subrayas
y Negrillas fuera del texto original)

Ya se señaló que, según la jurisprudencia constitucional, el derecho a la realización


de un examen diagnóstico debe protegerse siempre que con la negación del
mismo se desconozca “la estrecha relación que existe entre el resultado del examen
y el tratamiento integral de la enfermedad”, como sucede en el caso de la joven
Natalia Andrea Salinas Muñoz, en el que el médico requiere del examen para
determinar la causa de la persistencia de los dolores (diagnóstico) y, por
consiguiente, la conducta a seguir (tratamiento), toda vez que no hay otro
distinto que lo pueda reemplazar.

Así mismo, se recordó que la Corte ha sido enfática en señalar que es al médico
tratante al que le corresponde determinar si es o no necesario realizar un examen
de diagnóstico, de modo que la entidad que suministra los servicios de salud no
puede negarse a practicarlo sobre la base de aspectos económicos,
administrativos o de conveniencia institucional, como ocurren en el caso concreto,
“pues esto prorroga caprichosamente la definición del tipo de padecimiento, así
como la posibilidad de iniciar un tratamiento médico que permita el restablecimiento
del estado de salud del paciente”.

De manera que, conforme a las posturas jurisprudenciales transcritas se desprende que el


derecho a la salud se integra de diversos factores que confluyen en la recuperación,
rehabilitación y restablecimiento de la condición saludable que se ha visto diezmada y
deteriorada por el curso de una patología. Pero, para que el conocimiento del profesional de
la salud resulte benéfico a los intereses del usuario, es indispensable que este pueda emitir
con claridad un diagnóstico y a partir de allí se pueda construir un procedimiento científico
que agotar, lo cual impone que la inexistencia de un diagnóstico cierto contribuya al deterioro
del paciente.

La Ley 100 de 1993, por medio de la cual se regula el Sistema de Seguridad Social Integral,
en su artículo 187 contempla la existencia de pagos moderadores, lo cuales tienen por objeto
racionalizar y sostener el uso del sistema de salud. Esta misma norma aclara que dichos pagos
no pueden convertirse en barreras de acceso al servicio en ninguna circunstancia, razón por
8

la cual se prevé que el monto de estas deberá ser estipulado de conformidad con la situación
socioeconómica de los usuarios del Sistema.

Sobre el particular, en la Sentencia C-542 de 1998 mediante la cual se declaró


condicionalmente exequible el artículo 187 de la Ley 100 de 1993, se advirtió: “(…) de la
misma manera como esta Corporación lo hizo en la Sentencia C-089 de 1.998, ya aludida, la
exequibilidad del cobro de las cuotas moderadoras tendrá que sujetarse a la condición de que
con éste nunca se impida a las personas el acceso a los servicios de salud; de tal forma que,
si el usuario del servicio -afiliado cotizante o sus beneficiarios- al momento de requerirlo no
dispone de los recursos económicos para cancelarlas o controvierte la validez de su exigencia,
“ el Sistema y sus funcionarios no le pueden negar la prestación íntegra y adecuada de los
servicios médicos, hospitalarios, quirúrgicos, asistenciales y de medicamentos que requiera,
sin perjuicio de los cobros posteriores con arreglo a las normas vigentes.”

En igual sentido, la Corte Constitucional ha señalado que cuando una persona no tiene los
recursos económicos para cancelar el monto de los pagos o cuotas moderadoras, la exigencia
de estas limita su acceso a los servicios de salud, lo cual, teniendo en cuenta lo explicado en
esta providencia, va en contravía de los principios que deben regir la prestación del servicio
de salud.

Al respecto, en la Sentencia T-328 de 1998 la Corte expresó:

“El conflicto se presenta cuando aquellos que no tienen el dinero suficiente para cubrir
las cuotas moderadoras, copagos o no han completado las semanas mínimas de
cotización prescritas en la legislación para acceder a los tratamientos de alto costo,
los requieren con tal urgencia que sin ellos se verían afectados los derechos
constitucionales fundamentales mencionados y, no obstante, con el argumento de
cumplir la legislación señalada anteriormente, las Empresas Promotoras de Salud les
niegan la atención médica necesaria.

No cabe duda de que los derechos fundamentales de las personas priman sobre
cualquier otro tipo de derechos8 y cuando el conflicto anteriormente descrito se
presenta, esta Corporación ha sido enfática y clara en la decisión de protegerlos,
inaplicando para el caso concreto la legislación y ordenando la prestación de los
servicios excluidos, cumpliendo así con lo dispuesto en el artículo 4 de la
Constitución Política pues, ni siquiera la ley puede permitir el desconocimiento de
los derechos personalísimos de los individuos y, cuando so pretexto de su

8
Corte Constitucional, Sala Séptima de Revisión, sentencia C-265 de 1994, M.P. Alejandro Martínez Caballero
y Sala octava de Revisión, sentencia T-639 de 1997, M.P. Fabio Morón Díaz”.
9

cumplimiento se atenta contra ellos, no solamente es posible inaplicarla, sino que es


un deber hacerlo.”

Como desarrollo de lo establecido en la Ley 100 de 1993, el Consejo Nacional de Seguridad


Social en Salud expidió el Acuerdo 260 de 2004, en el que se definió el régimen de pagos
compartidos y cuotas moderadoras dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
De esta manera, se estableció: (i) las clases de pagos moderadores, (ii) la manera cómo estos
se fijan, (iii) el objeto de su recaudo y (iv) las excepciones a su pago.

En relación con las clases de pagos, el artículo 3º estableció la diferencia entre las cuotas
moderadoras y los copagos, al señalar que las primeras, se aplican a los afiliados cotizantes
y a sus beneficiarios, mientras que los segundos se aplican única y exclusivamente a los
afiliados beneficiarios. Sobre el particular, ha dicho la Corte Constitucional9 que el citado
acuerdo, por un lado, con el establecimiento de las cuotas moderadoras, atiende el propósito
de racionalizar el acceso al Sistema General de Seguridad Social en Salud por parte de los
afiliados y sus beneficiarios, evitando desgastes innecesarios en la prestación del servicio, y,
por otro, con los copagos aplicables a los beneficiarios, pretende que una vez se haya
ordenado la práctica de algún examen o procedimiento, se realice una contribución, de
conformidad con un porcentaje establecido por la autoridad competente, con la finalidad de
generar otro aporte al Sistema y proteger su financiación.

Sobre los montos que se deben cancelar por concepto de cuotas moderadoras y copagos, tanto
en el régimen contributivo como en el subsidiado, el artículo 5º del citado Acuerdo establece
los principios que deben respetarse para la aplicación de estos, los cuales son:

“1. Equidad. Las cuotas moderadoras y los copagos en ningún caso pueden
convertirse en una barrera para el acceso a los servicios, ni ser utilizados para
discriminar la población en razón de su riesgo de enfermar y morir, derivado de sus
condiciones biológicas, sociales, económicas y culturales.

2. Información al usuario. Las Entidades Promotoras de Salud deberán informar


ampliamente al usuario sobre la existencia, el monto y los mecanismos de aplicación
y cobro de cuotas moderadoras y copagos, a que estará sujeto en la respectiva entidad.
En todo caso, las entidades deberán publicar su sistema de cuotas moderadoras y
copagos anualmente en un diario de amplia circulación.

9
Corte Constitucional, Sentencia T-584 de 2007 (MP Nilson Pinilla Pinilla), reiterada en la Sentencia T-148 de
2016 (MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).
10

3. Aplicación general. Las Entidades Promotoras de Salud, aplicarán sin


discriminación alguna a todos los usuarios tanto los copagos como las cuotas
moderadoras establecidos, de conformidad con lo dispuesto en el presente acuerdo.

4. No simultaneidad. En ningún caso podrán aplicarse simultáneamente para un


mismo servicio copagos y cuotas moderadoras.”

Por su parte, el artículo 4º dispone que las cuotas moderadoras y los copagos se aplicarán
teniendo en cuenta el ingreso base de cotización del afiliado cotizante. Específicamente en
relación con los copagos, que son los que tienen relevancia en el presente caso, el acuerdo,
en su artículo 9º, establece que el valor por año calendario permitido por concepto de copagos
se determinará para cada beneficiario con base en el ingreso del afiliado cotizante expresado
en salarios mínimos legales mensuales vigentes, de acuerdo con los parámetros que, para
cada evento, se fijan en la misma disposición10.

Ahora bien, en el caso específico de los copagos, el precitado Acuerdo 260 de 2004 señala la
siguiente lista de servicios excluidos:

“Artículo 7º. Servicios sujetos al cobro de copagos. Deberán aplicarse copagos a


todos los servicios contenidos en el plan obligatorio de salud, con excepción de:

1. Servicios de promoción y prevención.

2. Programas de control en atención materno infantil.

3. Programas de control en atención de las enfermedades transmisibles.

4. Enfermedades catastróficas o de alto costo.

5. La atención inicial de urgencias.

10
Acuerdo 260 de 2004, artículo 9º: “Monto de copagos por afiliado beneficiario. El valor por año calendario
permitido por concepto de copagos se determinará para cada beneficiario con base en el ingreso del afiliado
cotizante expresado en salarios mínimos legales mensuales vigentes, de la siguiente manera: // 1. Para
afiliados cuyo ingreso base de cotización sea menor a dos (2) salarios mínimos legales mensuales vigentes el
11.5% de las tarifas pactadas por la EPS con las IPS, sin que el cobro por un mismo evento exceda del 28.7%
del salario mínimo legal mensual vigente. // 2. Para afiliados cuyo ingreso base de cotización esté entre dos y
cinco salarios mínimos legales mensuales vigentes, el 17.3% de las tarifas pactadas por la EPS con las IPS, sin
que exceda del 115% de un (1) salario mínimo legal mensual vigente, por un mismo evento. // 3. Para afiliados
cuyo ingreso base de cotización sea mayor a cinco (5) salarios mínimos legales mensuales vigentes, el 23% de
las tarifas pactadas por la EPS con las IPS, sin que por un mismo evento exceda del 230% de un (1) salario
mínimo legal mensual vigente. // Parágrafo. Para efectos del presente acuerdo se entiende por la atención
de un mismo evento el manejo de una patología específica del paciente en el mismo año calendario”.
11

6. Los servicios enunciados en el artículo precedente”.

Por su parte, la Corte Constitucional en la sentencia T-402 de 2018 ha establecido que:

De otro lado, con el objetivo de evitar que el cobro de copagos se convierta en una
barrera para la garantía del derecho a la salud, esta Corporación ha considerado que
hay lugar a la exoneración del cobro de los pagos moderadores, en los casos en los
cuales se acredite la afectación o amenaza de algún derecho fundamental, a causa de
que el afectado no cuente con los recursos para sufragar los citados costos.
Particularmente, la jurisprudencia constitucional ha establecido dos reglas que el
operador judicial debe tener en cuenta para eximir del cobro de estas cuotas: (i)
cuando la persona que necesita con urgencia un servicio médico carece de la
capacidad económica para asumir el valor de la cuota moderadora, la entidad
encargada de garantizar la prestación del servicio de salud deberá asegurar el acceso
del paciente a éste, asumiendo el 100% del valor11; (ii) cuando una persona requiere
un servicio médico y tiene la capacidad económica para asumirlo, pero tiene
problemas para hacer la erogación correspondiente de forma oportuna, la entidad
encargada de la prestación deberá brindar oportunidades y formas de financiamiento
de la cuota moderadora, con la posibilidad de exigir garantías, a fin de evitar que la
falta de disponibilidad inmediata de recursos se convierta en un obstáculo para
acceder a la prestación del servicio.12

En síntesis, la cancelación de cuotas moderadoras y copagos es necesaria en la medida


en que contribuyen a la financiación del Sistema de Seguridad Social en Salud y
protege su sostenibilidad. No obstante, el cubrimiento de copagos no puede constituir
una barrera para acceder a los servicios de salud, cuando el usuario no tiene capacidad
económica para sufragarlos, por lo que es procedente su exoneración a la luz de las
reglas jurisprudenciales anteriormente referidas. Así mismo, el Acuerdo 260 de 2004
que definió el régimen de pagos compartidos y cuotas moderadoras en el Sistema de
Salud, estableció que estas deben fijarse con observancia de los principios de equidad,
información al usuario, aplicación general y no simultaneidad, siempre en
consideración de la capacidad económica de las personas. Así mismo, dispuso el
deber de aplicar copagos a todos los servicios de salud con excepción de ciertos casos
particulares, dentro de los cuales se encuentran: (i) aquellos en los cuales el paciente
sea diagnosticado con una enfermedad catastrófica o de alto costo y (ii) cuando el

11
Corte Constitucional, ver entre otras, sentencias T-115 de 2016. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez y T-062
de 2017. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
12
Corte Constitucional, sentencia T-062 de 2017. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. En esta ocasión se
reiteró lo establecido, entre otras, en las sentencias T-330 de 2006. M.P. Jaime Córdoba Triviño; T-310 de
2006. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto y T-115 de 2016. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
12

usuario se somete a las prescripciones regulares de un programa especial de atención


integral para patologías específicas.

En este orden de ideas, es procedente que el operador judicial exima del pago de
copagos y cuotas moderadoras cuando: (i) una persona necesite un servicio médico
y carezca de la capacidad económica para asumir el valor de la cuota
moderadora, caso en el cual la entidad encargada deberá asegurar al paciente la
atención en salud y asumir el 100% del valor correspondiente; (ii) el paciente
requiera un servicio médico y tenga la capacidad económica para asumirlo, pero se
halle en dificultad de hacer la erogación correspondiente antes de que éste sea
prestado. En tal supuesto, la EPS deberá garantizar la atención y brindar
oportunidades y formas de pago de la cuota moderadora; y (iii) una persona haya sido
diagnosticada con una enfermedad de alto costo o esté sometida a las prescripciones
regulares de un programa especial de atención integral para patologías específicas,
casos en los cuales se encuentra legalmente eximida del cubrimiento de la erogación
económica. (negrillas y subrayas fuera de texto)

Asimismo, en la sentencia T-178 de 2017, la Corte Constitucional ha establecido que:

Las reglas aplicables han sido fijadas por la jurisprudencia constitucional en los
siguientes términos:

a. La carga probatoria de la incapacidad económica se invierte en cabeza de la


EPS demandada, cuando en el proceso solamente obre como prueba al respecto,
la afirmación que en este sentido haya formulado el accionante en el texto de
demanda o en la ampliación de los hechos.13 Esta Corporación ha establecido
que, en la medida que las EPS tienen en sus archivos, información referente a la
situación socioeconómica de sus afiliados, estas entidades están en la capacidad
de controvertir las afirmaciones formuladas por los accionantes referentes a su
incapacidad económica. Por tal razón, su inactividad al respecto, hace que las
afirmaciones presentadas se tengan como prueba suficiente.

b. Ante la ausencia de otros medios probatorios, hechos como el desempleo, la


afiliación al sistema de seguridad social en salud en calidad de beneficiario y no de
cotizante,14 pertenecer al grupo poblacional de adulto mayor (tercera edad) y tener
ingresos mensuales equivalentes a un salario mínimo legal mensual, pueden ser
tenidos en cuenta como prueba suficiente de la incapacidad económica del accionante,

13
Sobre la materia se pueden consultar las siguientes sentencias: T-1019 de 2002, T-906 de 2002, T-861 de
2002, T-699 de 2002, T-447 de 2002, T-279 de 2002 y T-113 de 2002.
14
Sentencias T-867 de 2003 (MP Manuel José Cepeda Espinosa) y T-861 de 2002 (MP Clara Inés Vargas
Hernández).
13

siempre y cuando tal condición no haya sido controvertida por el demandado.15


Asimismo, en este escenario es necesario que el juez de tutela revise el valor y
periodicidad de los copagos y de las cuotas moderadoras, en aras de establecer cuan
gravosa es la erogación económica en atención a los ingresos del accionante.
(negrillas y subrayas fuera de texto)

En el caso sub examine se tiene que en primer lugar mi calidad como afiliada al sistema de
seguridad social en salud, particularmente frente a la EPS Sura es como beneficiaria
demostrando desde el primer momento, la insuficiencia de recursos para poder ser por cuenta
propia, cotizante del sistema. Por otro lado, mi única hija tiene una discapacidad de autismo
y epilepsia ampliamente conocida y tratada por esta EPS, haciendo que ella dependa
completamente de mi cuidado, lo cual me impide que pueda laborar o que la pueda dejar con
terceras personas, dado que ella requiere atención de tiempo completo, situación que conoce
plenamente la entidad promotora en salud. Asimismo, y no menos importante, también estoy
al cuidado de mi madre, que es adulto mayor con 87 años, situación que a la luz del derecho
probatorio, hacen que solo pueda dedicarme a mis familiares y que al no poder laborar, no
dispongo de recursos para poder atender copagos como los que se me están exigiendo para
mi tratamiento.

Por otro lado, las lesiones que tengo en mis rodillas fueron causadas por falta de señalización
de los topes de los carros en la IPS Sura Tequendama, por lo que la atención que se supone
que debería recibir es integral, por cuanto el daño causado fue en las instalaciones de una de
las instituciones de la red de prestadores de la EPS Sura. Luego, no pueden limitarme el
acceso a los servicios de salud exigiéndome el pago de un copago para cada una de las
cirugías, cuando en la realidad no dispongo de casi un millón de pesos moneda corriente por
copago, para que puedan operarme y continuar el tratamiento, que entre otras cosas he tenido
que exigir, puesto como se muestra en la historia clínica que se anexa, los profesionales de
la salud han sido renuentes a enviarme distintos tipos de exámenes diagnósticos, que de no
haber insistido, no tendría descubierto el diagnóstico y la razón por la que deben ser operadas
de manera urgente mis rodillas, dado que al ser cuidadora permanente de mi madre y de mi
hija, mi salud debe estar en las mejores condiciones posibles para poder cumplir mi
obligación con ellas.

Además, no se pretende con esta acción desconocer los lineamientos del sistema de seguridad
social en salud, sino que por el contrario, cuando el usuario -como es mi caso- carece de los
recursos económicos para contribuir a la solidaridad y sostenimiento de esta, no se puede
convertir esta situación en una limitante para acceder a los servicios de salud a los que tengo
derecho y más por una contingencia que se pudo haber evitado si la IPS en la que tuve mi

15
Sentencia T-744 de 2004 (MP Manuel José Cepeda Espinosa). Esta decisión ha sido reiterada, entre otras,
en los siguientes fallos T-984 de 2004, T-236A de 2005, T-805 de 2005 y T-888 de 2006.
14

accidente hubiera tenido bien demarcado y señalizado el tope de los carros en la zona de
parqueadero.

Medida provisional

Solicito se ordene de manera urgente, prioritaria y sin impedimento alguno a la EPS y


Medicina Prepagada Suramericana S.A. que me exonere de la contribución del copago para
la cirugía de mis rodillas, además que autorice, remita y facilite de manera integral todos los
tratamientos necesarios para el restablecimiento de mi salud, afectada con ocasión al
accidente en las instalaciones de la IPS Sura Tequendama.

Lo anterior, por cuanto es urgente que se me realice el procedimiento quirúrgico, dado que
debo resguardar las mejores condiciones de salud posibles para poder continuar atendiendo
de forma oportuna a mi hija y a mi madre, las cuales dependen completamente de mi cuidado.

Pruebas

Documentales

 Copia de la cédula de ciudadanía.


 Copia de la fórmula de la primera atención.
 Fotos del sótano del parqueadero y estado sin habilitar en momento de la caída y mis
rodillas.
 Copia de la fórmula de la Medica de familia.
 Copia de la fórmula del médico general Dra. Norma de la Rosa.
 Copia de la fórmula del Ortopedista (primera consulta).
 Copia de la fórmula de la segunda consulta con ortopedista.
 Copia de la fórmula de la tercera consulta con ortopedista.
 Orden del procedimiento por el ortopedista (sutura de menisco).
 Valoración preanestésica, indicando el valor del copago.

Testimoniales

Solicito se tome el testimonio de la señora Carmen Lucía Bernal, identificada con la cédula
de ciudadanía No. 38.941.132, quien podrá ser citada en la calle 7A#22-46 de la ciudad de
Cali, para que cuente a este Despacho los hechos que dieron origen a la patología médica de
mis rodillas, en su virtud de testigo presencial del día del accidente en la IPS Sura
Tequendama.
15

Juramento

Manifiesto señor juez de conocimiento bajo gravedad de juramento que no he interpuesto


otra acción de tutela por los mismos hechos ante la autoridad competente

Anexos

Copia de la presente acción de tutela, para el archivo y juzgado junto con las pruebas.

Notificaciones

EPS y Medicina Prepagada Suramericana podrá ser citada en Calle 64 Norte No. 5B - 146.
Centro Empresa Locales 44, 45 en la ciudad de Cali. Teléfono: 664 83 33. Correo electrónico:
notificacionesjudiciales@epssura.com

La suscrita podrá ser notificada en la carrera 60 No. 17A-40, barrio Villas de Guadalupe en
la ciudad de Cali. Teléfono: 311 4613222. Correo electrónico: vicky9000@hotmail.com

Del Señor Juez, con el debido respeto,

María Victoria Gálvez Villegas


C.C. No. 31.858.059 de Cali

También podría gustarte