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Una Familia en Formación….

La familia es una unidad social que enfrenta una serie de tareas de desarrollo. Estas difieren con los parámetros de las
distintas culturas, pero poseen raíces universales.
Los problemas básicos de las familias son los mismos que los de millones de familias: se originan en una situación
familiar basada en la necesidad de adherir a los principios que constituyen la base de todos los hogares “corrientes”.
Al comienzo del matrimonio, la pareja debe enfrentar el hecho de acomodarse mutuamente en un gran número de
pequeñas rutinas. Debe existir una rutina para realizar cosas juntos, como almorzar, levantarse, estar desnudos, tener
relaciones sexuales y salir a lugares que les gusten a ambos.
En este proceso de acomodación, la pareja desarrolla una serie de transacciones. Cada uno estimula y controla la
conducta del otro y, a su vez, es influido.
La pareja enfrenta la tarea de separarse de cada familia de origen y de negociar una relación diferente con los padres,
hermanos, y otros parientes.
Las prioridades deben cambiarse. Tanto las familias de origen como las amistades deben aceptar esta ruptura: “Ya no
soy uno; somos dos”.

Cada uno debe conocer a los amigos del otro y seleccionar a aquellos que serán los amigos de la pareja. Cada uno
debe ganar nuevos amigos y pueden perder otros antiguos.

La unión de 2 personas con la intención de formar una familia, constituye el comienzo formal de una familia o unidad
familiar. Pero entre la iniciación formal de una familia y la creación de una unidad viable hay un gran trecho. Una de
las tareas que se enfrenta es la negociación de su relación con la flia del cónyuge.
Cada flia de origen debe adaptarse a la separación de uno de sus miembros, la inclusión de un nuevo miembro y la
asimilación de un subsistema del cónyuge en el marco del funcionamiento del sistema fliar.

Si las estructuras de las flias de origen, instauradas desde hace mucho tiempo no se modifican, es posible que lleguen
a amenazar el proceso de constitución de una nueva unidad:

Sobre esto, hay algo muy importante, lo que se tomaba como pauta de acción en la flia (estructura fliar) de origen
puede haber sido tanto positivo como negativo. Cuando las experiencias negativas han sido frecuentes pueden actuar
como impedimentos de proyecciones gratificantes por sentirse amenazados a la posibilidad de la repetición. Ejemplo

Familias donde los patrones de conductas han sido el maltrato, físico o psicológico, abandono o constantes
separaciones; ante esto pueden surgir inconscientemente fuertes temores y angustia por que se repitan las experiencias
en la nueva flia en formación.
Ahora bien, si la elección de la pareja ha sido libre, a gusto, y se considera al otro como conformante de la prioridad
en la vida de uno; es posible pensar que están dadas las condiciones como para que las feas experiencias no se repitan.
Al contrario, están todas las posibilidades de generar vínculos sinceros, agradables pudiendo reconocer cosas que no
me gusten del otro sin pensar que por eso seré maltratado o abandonado.

El amor incluye momentos de enojo y de rabia, no existe el estado puro de amor constante porque no somos perfectos
y a medida que nos conocemos podemos o no, aceptar los defectos del otro y los propios, y a la vez ayudarnos para
modificarlos si fuera necesario para la armonía y tranquilidad de los dos.

El único estado en el que el amor puede dar la sensación de perfección y completud es el estado de enamoramiento
que dura sólo un período y lógicamente debe caer, debe transformarse en el entendimiento de lo que el otro es, con sus
defectos y virtudes para saber si lo sigo eligiendo y puedo mantenerme con él a pesar que no sea perfecto. Una vez
que se puede dar este paso podemos decir que es un paso en el crecimiento personal y de la pareja, que implica
maduración y preparación para un futuro armonioso, con posibles caídas pero con resoluciones probables.

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