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Variedades lingüísticas

Diversas disciplinas lingüísticas (como la sociolingüística y la dialectología) sostienen


que la idea de una lengua homogénea, estable y siempre igual en todos los tiempos y
en todos los lugares es una abstracción que no refleja la realidad. Por el contrario, en
la lengua solo hay variación, y cualquier intento de fijarla está condenado al fracaso.

Así, entre los hablantes de una misma lengua existen variaciones que dependen de
distintos factores. Estas variaciones, consideradas en conjunto,
constituyen variedades lingüísticas.

Se agrupan en dos tipos:

1. Las que dependen de las características del hablante, esto es, que le son
propias al usuario de esa lengua.
2. Las que dependen de la situación comunicativa, es decir, que pueden variar de
acuerdo al contexto en el cual se desarrollan.

1. Los lectos

Son las variedades lingüísticas que no dependen de una situación específica, sino
de características particulares de los hablantes. Se clasifican según diversas
variables:

 
Fuente: Vidal de Battini, Berta (1964).

a. Dialectos

Son las variedades que dependen del lugar donde vive el emisor: no se habla el
mismo español en  Formosa que en Neuquén; no se habla el mismo español en la
ciudad paraguaya de Asunción que en la ciudad peruana de Lima.

No existe una forma correcta y otra incorrecta de usar el español, existen variaciones
sobre el mismo idioma. Todos hablamos un dialecto.  La lengua es solo el conjunto de
los aspectos comunes a los distintos dialectos que la componen.

Desde el punto de vista de las variedades, no existe una lengua “correcta” ni dialectos
que sean “desviaciones” de la norma. Existen dialectos usados por hablantes reales
en situaciones reales. Por eso, al llamar “lengua” a uno de esos dialectos, lo que se
hace es darle legitimidad a ciertas formas lingüísticas sobre otras.

b. Sociolectos

Los sociolectos son las variedades del lenguaje usadas por un grupo social


específico, que se define por su clase social, nivel educativo y económico, los
consumos y las pautas culturales, entre otros factores. 
Los sociolectos abarcan las diferencias lingüísticas relacionadas con rasgos de la
situación sociocultural de una persona: su ocupación o profesión, el grado de
escolarización (mayor o menor). También se pone de manifiesto el ambiente social y
cultural en el que se desenvuelven los hablantes.

c. Cronolectos

Los cronolectos son las variedades del lenguaje que dependen de la edad del


emisor. En una misma región, la gente mayor de setenta años no habla la misma
variedad del español que la gente menor de veinte años. Aunque los mayores y los
menores comparten el mismo dialecto, los adolescentes de una región utilizan
expresiones que los mayores de esa misma región no utilizan. Al mismo tiempo, el
cronolecto o "jerga adolescente" no es el mismo en todos los dialectos.

De esta manera, el cronolecto puede ser infantil, adolescente o adulto, ya que en


cada una de esas etapas se observan diferencias en la utilización de determinadas
expresiones. 

Si bien todas las variedades permiten que los hablantes se comuniquen, cada
sociedad prioriza una de ellas, denominada variedad estándar, que se espera que se
use en la escuela, en las instituciones y en los medios de comunicación. Los
hablantes la reconocen como la más aceptable o legítima.

2. Los registros

Son las variedades del lenguaje que utiliza una misma persona de acuerdo con la
situación comunicativa en que se encuentre. Para que una comunicación sea exitosa,
debemos usar un registro adecuado. 

1. Registro oral o escrito: depende del canal de comunicación.

2. Registro formal o informal: depende de la relación que haya entre el emisor y


el receptor. Cuando el grado de confianza es mayor, se utiliza un registro
informal, como cuando hablamos entre amigos o en contextos familiares. En
cambio, si hay una relación de jerarquía entre los hablantes o poca confianza, se
mantiene un registro formal, como cuando un empleado se dirige a su jefe.

3. Registro profesional o especializado, o no profesional: depende del tema


del que se hable y del vocabulario utilizado. Si el tema es específico de un campo
del saber, se emplean términos técnicos del área en cuestión y el registro es
profesional; si, en cambio, se refiere a temas generales, se usa un registro no
profesional, con un vocabulario más cotidiano. 
En el uso, los registros se superponen: un registro formal puede darse en forma oral o
escrita; el informal es común en la oralidad, pero también aparece en forma escrita,
como en el caso del chat, que condensa oralidad y escritura. 

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