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Acerca de LO NORMAL Y LO PATOLÓGICO.

Perelli, Verónica

En este apartado trabajaremos los conceptos acerca de lo NORMAL y lo


PATOLÓGICO desde CANGUILHEM.

Objetivos:
1
✓ Reflexionar críticamente sobre las nociones de Normal y Patológico y
sus efectos en las ciencias.
✓ Dimensionar el estatuto y alcance que estos conceptos tienen para la
medicina.
✓ Establecer las tensiones que dificultan el abordaje de los términos salud-
enfermedad
✓ Establecer un punto de partida para el tratamiento del concepto de
Discapacidad.
✓ Reconocer en el desarrollo de los conceptos una conversación posible
con el discurso psicoanalítico.

El título del segundo capítulo del libro traza el camino y nos orienta acerca de la
preocupación del autor: Examen crítico de algunos conceptos: De lo
normal, de la anomalía y de la enfermedad, de lo normal y de lo
experimental.

Las nociones acerca de lo “normal” y lo “patológico”, son abordadas por la


medicina como problema teratológico1 y problema nosológico2, y este último a
su vez como problema de nosología somática o de fisiopatología y como
problema de nosología psíquica o de psicopatología.

Introducción que nos resulta muy ajena, pero necesaria para entender el origen
de estos conceptos, el derrotero de los mismos en las ciencias, la lectura que

1
Estudio de las anomalías y malformaciones en organismos animales y vegetales, en especial
las de origen embrionario.
2 Rama de la medicina cuyo objetivo es describir, explicar, diferenciar y clasificar la amplia

variedad de enfermedades y procesos patológicos.


de ellos realiza la construcción social de lo que hoy llamamos “discapacidad” y
la posición del psicoanálisis desde la cual son trabajados en nuestra
asignatura. Temas que serán desarrollados en otros apartados.

Canguilheim plantea que "sin conceptos de normal y patológico el pensamiento


y la actividad del médico resultan incomprensibles " Al mismo tiempo, ubica la
dificultad de precisar los conceptos de normalidad y salud reflejado en el
denodado esfuerzo que realiza en el intento de elevar el término a su valor
2 conceptual. Desarrollaremos brevemente ese recorrido:

El diccionario de medicina define lo normal, como aquello que es conforme a la


regla, regular. Mientras que el vocabulario técnico y crítico de la filosofía define
que lo normal etimológicamente designa la escuadra, aquello que no se inclina
ni hacia la derecha ni hacia la izquierda; por lo tanto, lo que se mantiene en un
justo medio.3

De aquí surgen dos sentidos derivados de lo que es NORMAL4:

Aquello que es tal como debe ser.

Aquello que se vuelve a encontrar en la mayoría de los casos de una especie


de termine (en el sentido más usual de la palabra).

Esto nos da una pauta del equívoco del concepto: al mismo tiempo designa
un hecho y un valor que el que habla atribuye a ese hecho.

En medicina también encontramos esta confusión donde el estado normal


designa al mismo tiempo el estado habitual de los órganos y su estado ideal.

Efectivamente en medicina el estado NORMAL del cuerpo humano es el estado


que se desea restablecer y se califica como PATOLÓGICOS - por lo tanto,
como debiendo ser evitados o corregidos - ciertos estados o comportamientos

3
Definiciones que se ajustan a las establecidas por la RAE.
4 La negrita es propia y es a fines didácticos para indiar aquello del texto que queremos
resaltar.
aprehendidos, con respecto a la polaridad dinámica de la vida, en forma de
valor negativo.

Canguilhem respecto a esto dirá que la vida no es indiferente a las condiciones


en las cuales ella es posible, que la vida es polaridad y por ello mismo posición
inconsciente de valor. En suma, que la vida es de hecho una actividad
normativa y que por normativo se entiende en filosofía todo juicio que aprecia
o califica un hecho con relación a una norma. En pleno sentido de la
3 palabra normativo es aquello que instituye normas.

Ahora bien esta polaridad dinámica de la vida y la normatividad que la traduce


explican algo que percibió muy bien Bichat, esto es, hay una patología
biológica pero no hay una patología física o química o mecánica y lo resume
diciendo que en los fenómenos de la vida hay dos cosas:

1 el estado de SALUD

2 es el segundo el de ENFERMEDAD.

¿Cuál es la finalidad de un medicamento entonces? La finalidad consiste en


volver a conducir las propiedades a su tipo natural. Se vuelve evidente que en
este texto “tipo natural” debe ser tomado en el sentido de “tipo normal” con
la salvedad que para Bichat lo natural no es el efecto un determinismo sino al
término de una finalidad.

Recordarán que Aristóteles creyó en una mecánica patológica puesto que


admitía la existencia de dos tipos de movimiento: los movimientos naturales y
los movimientos violentos y que luego el progreso del conocimiento físico - a
través de Galileo y Descartes - consideró a todos los movimientos como
naturales. Es la unificación con lo cual soñaba Comte y que Bernard se jactó de
realizar. La mecánica moderna al fundar la ciencia del movimiento sobre el
principio de inercia, vuelve absurda la distinción aristotélica. Por su parte
Teisser plantea que no hay indiferencia biológica. Hay normas biológicas sanas
y normas patológicas, y las segundas no son de igual calidad que las primeras.
La intención del autor es la reflexión acerca del sentido que la palabra
NORMAL adquiere para la medicina y que la vida misma convierte a lo
normal patológico en un concepto de valor.

Avancemos con los otros términos con los que titula el artículo: anomalía y
anormal.

4 Anomalía, nos dirá es un sustantivo al cual actualmente no corresponde ningún


adjetivo (piensen que está hablando de lo que sucede en la lengua francesa, es
una traducción). En castellano existen las dos fases completas
anormal/anormalidad y anómalo/ anomalía.

Anormal es un adjetivo sin sustantivo de tal manera que el uso los ha acoplado
convirtiendo a lo anormal en el adjetivo de anomalía.

¿Qué es una anomalía entonces? Anomalía viene del griego anomalia, que
significa desigualdad, aspereza; omalos designa en griego aquello que es
unido, igual, liso, de modo que “ anomalía” es etimológicamente an-omalos,
aquello que es desigual, rugoso, irregular, en el sentido que se da a tales
palabras cuando se habla de un terreno.

El error habitual es acercar la etimología del término anomalia a nomos que


significa ley, de acuerdo con la descomposición a- nomos. De esta manera ley
y regla tienden a confundirse.

Anomalía designa un hecho es un término descriptivo mientras que anormal


implica la referencia a un valor es un término apreciativo, normativo. Interpretar
lo anormal como un concepto descriptivo y la anomalía como un concepto
normativo es un error etimológico.

El autor acto seguido se plantea el problema de saber si es preciso considerar


como equivalente los conceptos de anomalía y monstruosidad, para
promulgar junto con Geoffroy Saint Hilarie la necesidad de distinguirlos en tanto
la monstruosidad es una especie del género anomalía (junto con variedades,
vicios de conformación y heterotaxias).
Sin detenernos en ellas, el interés de dicha clasificación consiste en que utiliza
dos principios diferentes de discriminación y de jerarquía que permite
establecer que toda anomalía no es patológica, pero únicamente la
existencia de anomalías patológicas ha suscitado una ciencia especial de las
anomalías que tiende “normalmente”, por el hecho de que es ciencia, a
expulsar de la definición de la anomalía toda huella de noción normativa Al
punto de que cuando se habla de anomalía Se piensa en las deformidades

5 perjudiciales o incluso incompatible con la vida.

La anomalía es aquel hecho de variación individual que impide que dos seres
puedan reemplazarse mutuamente de manera completa y la diversidad no es la
enfermedad. Lo anómalo no es lo patológico. Patológico implica pathos,
sentimiento directo y concreto de sufrimiento y de impotencia, sentimiento de vida
contraria. Indicando que lo patológico es por cierto lo anormal.

Incorpora una nueva distinción realizada por Rabaudi, entre anormal y enfermo
quien al convertir “anormal” en el adjetivo de “anomalía” se permite hablar de
“anormales enfermos” aun distinguiendo enfermedad de anomalía.

“Indudablemente hay un modo de considerar a lo patológico como normal


definiendo a lo normal y a lo anormal por la frecuencia estadística relativa.
(…)Tomada en absoluto la salud, es un concepto normativo que define un tipo
ideal de estructura y de comportamiento orgánico; En este sentido, hablar de
buena salud es un pleonasmo porque la salud es el bien orgánico. (…) Cuando
se dice que una salud continuamente perfecta es anormal se expresa el hecho
de que la experiencia del ser vivo incluye de hecho a la enfermedad. “Anormal”
quiere decir precisamente “inexistente” y “no observable” por lo tanto solo es
otra manera de decir que la salud continua es una norma y que una norma no
existe”.

Apunta otra razón por la cual no hay que confundir anomalía con enfermedad al
indicar:

“lo propio de la anomalía consiste en ser constitucional, congénita, incluso


cuando la aparición se atrasa con respecto al nacimiento. (…) Desde el
momento en que la etiología y la patología de una anomalía son conocidas, lo
anómalo se convierte en patológico”. (…) En resumen: la anomalía puede
convertirse en enfermedad pero por sí sola no es una enfermedad”.

Insiste en sostener lo siguiente:

“No existe un hecho normal o patológico en sí La anomalía o la mutación no


son de por sí patológicas. Expresan otras posibles normas de vida. (…) Su
normalidad provendrá de su normatividad: Lo patológico no es la ausencia de
norma biológica, sino una norma diferente pero que ha sido comparativamente
6 rechazada por la vida”.

En el capítulo siguiente continua el desarrollo del concepto de norma esta vez


solidario con el concepto de promedio. Unas breves delineaciones acerca de
los aportes de este tercer capítulo:

Comienza planteando que “el fisiólogo encuentra en el concepto de


PROMEDIO un equivalente objetivo y científicamente valido del concepto de
normal o norma” para interrogarse acerca de

“¿Acaso es preciso que consideremos toda desviación como anormal?” El


modelo es en realidad el fruto de una estadística. La mayoría de las veces es el
resultado del cálculo de promedios. Pero los individuos con quienes nos
encontramos se apartan más o menos de ese modelo y su individualidad
consiste precisamente en ello. (…) Cuando se cita a Quêtelet como
antepasado de la biometría, generalmente se omite decir que, según él, ese
hombre promedio no es de ninguna manera un “hombre imposible”.

Volviendo al texto, subraya que la norma no se deduce del promedio sino que
se traduce en él.

“Un rasgo humano no sería normal porque fuese frecuente, sino a la inversa:
sería frecuente por ser normal (…) Es necesario considerar los conceptos de
norma y promedio como dos conceptos diferentes cuya reducción a la unidad
por anulación de la originalidad del primero es inútil intentar. Nos parece que la
fisiología tiene algo mejor que hacer que tratar de definir objetivamente lo
normal: reconocer la original normatividad de la vida. (…) Determinar
exactamente el contenido de las normas en las que la vida consiguió
estabilizarse, sin prejuzgar acerca de la posibilidad o imposibilidad de una
eventual corrección de las normas.
Para finalizar parafraseando una cita de Reininger que afirma que “Nuestra
imagen del mundo es siempre una tabla de valores”.

Hasta aquí Canguilhem.

Antes de las puntualizaciones finales con las que contribuye este texto al
esclarecimiento de los conceptos normal y patológico, les comparto dos citas
orientadoras respecto al estatuto de estos conceptos para el psicoanálisis:

7 1- Freud (1916/17-1996) en la Conferencia 23. Los caminos de la formación de


síntoma sostiene:

««estar enfermo» es en esencia un concepto práctico (…) las condiciones para


la formación de síntomas pueden pesquisarse también en las personas
normales».

2- La siguiente es un extracto de una entrevista en la televisión belga del 14 de


octubre de 1972, que nos aporta recientemente en su artículo Diferencia para
todos! Aurélie Pfauwadel (2020) en la traducción de Alejandra Loray:

“Francoise Wolff interroga a Lacan sobre los psicoanalistas que “dicen tener la
clave de lo normal” -a lo que él responde, suspirando, que eso es una opinión
“...en verdad, totalmente fuera de lugar”. “Por lo demás, ningún analista puede
autorizarse, desde ningún punto de vista, a hablar de lo normal o anormal,
tampoco. El analista, ante una demanda de análisis, debe saber si piensa que
esta demanda de análisis está en forma para aquello a lo que el proceso
analítico invita”.

Ambas citas permiten ubicar como la perspectiva clínica psicoanalítica implica


una posición ética que supone al ser hablante un sujeto del inconsciente.

Ahora sí, algunas puntuaciones para retomar en próximas clases estas


nociones, el concepto de Discapacidad y su dialogo con el psicoanálisis:

 Las nociones psicoanalíticas corresponden a la concepción dinámica


de enfermedad en tanto hacen referencia a las nociones de conflicto y
de equilibrio.
 Si bien a lo largo del siglo XIX esta concepción dinámica adquirió una
versión cuantitativa identificada con el déficit a la que adhirió el concepto
de Discapacidad desde un discurso médico rehabilitador clasificatorio
que no se corresponde con el discurso analítico.

 Las circunstancias exteriores nunca están concebidas como causas. Su


lectura es après coup, como desencadenantes.

8  El pathos es el afecto de la Cosa como perdida. Es importante distinguir


entre la experiencia de dolor que dejaba como huella en Freud el afecto
como forma de recuerdo, a la experiencia de placer que dejaba el deseo.
En la práctica analítica pueden situarse las coordenadas del pathos: del
sufrimiento y la pasión del ser en tanto

“(…) la escucha y presencia del analista acepta el testimonio del


paciente sobre su posición respecto del lenguaje, privilegiando el
pathos, el sufrimiento en su dimensión subjetiva por sobre las normas
sociales, institucionales, familiares” (Sotelo, 2007).
Bibliografía

Canguilhem, G. (2011). Lo Normal y Lo Patológico. Capítulo 2 “Examen crítico


de algunos conceptos: de lo normal, de la anomalía y de la enfermedad, de lo
normal y de lo experimental”, y Capítulo 3 “Norma y promedio”. Madrid,
España: Siglo Veintiuno Editores.

Freud, S. (1916-17/1996) Volumen 16 Conferencias de introducción al

9 psicoanálisis (continuación) “Conferencia 23 Los caminos de la formación de


síntoma”. Buenos Aires. Editorial Amorrourtu.

Lacan, J. (1970/2012) Alocución sobre la enseñanza, en Otros Escritos.


Buenos Aires. Paidós.

Pfauwadel, A. (2020) “Diferencia para todos!” traducido por Alejandra Loray del
Boletín Número 274 de Lacan quotidien del 21 de enero de 2020. [en línea]
http://www.eol.org.ar/biblioteca/lacancotidiano/LC-cero-274.pdf [Consulta: 7 de
febrero 2020].

Sotelo, I (2007) “Clínica de la urgencia” Bs. As., JCE Ediciones.

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