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El término “alimento orgánico” hace referencia a los bienes agrícolas o agroindustriales

que son producidos a través de métodos ecológicos. Este proceso, también conocido


como agricultura orgánica, es definido por la Comisión del Codex Alimentarius (CAC)
como “un sistema holístico de gestión de la producción que fomenta y mejora la salud del
agroecosistema, y en particular la biodiversidad, los ciclos biológicos, y la actividad
biológica del suelo (…) Esto se consigue empleando, siempre que sea posible, métodos
culturales, biológicos y mecánicos, en contraposición al uso de materiales sintéticos.” La
demanda de estos productos ha crecido con la conciencia de los consumidores de
mantener estilos de vida saludable y que sean amigables con el medio ambiente.
De esta manera, en la producción de un alimento orgánico no se utilizan insumos de
síntesis química y el producto final está libre de hormonas, antibióticos, residuos
de metales pesados y colorantes y saborizantes artificiales. Existen normas
obligatorias y voluntarias que regulan la producción orgánica, así como procesos de
acreditación y certificación que dan tranquilidad a los consumidores frente al producto que
están adquiriendo.

Cifras del Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL) revelan que, en


2019, los cultivos orgánicos más importantes a nivel mundial fueron
los cereales, algunas semillas oleaginosas, las aceitunas, el café, las nueces,
las uvas, entre otros.
Panorama de la Agricultura Orgánica a Nivel Mundial
Según información del Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL), la
tierra dedicada a agricultura orgánica ascendió a 72,3 millones de hectáreas a
nivel mundial en 2019, lo cual implicó un crecimiento del 1,6% con respecto a
2018. Además, la tierra usada para agricultura orgánica representa el 1,5% del
suelo del cultivo total. Entre 2018 y 2019, la zona para agricultura orgánica
creció en todas las regiones del mundo, excepto Asia y Oceanía, donde cayó
un 7,1% y 0,3%, respectivamente.
Por continente, se destaca Oceanía, con el 50% de la tierra para agricultura
orgánica, seguida de Europa (23%) y América Latina (12%). El país con más
hectáreas de agricultura orgánica es Australia, con 35,6 millones, seguido por
Argentina y España, con 3,7 millones y 2,4 millones, cada uno. Sin embargo, al
considerar los países con mayor participación porcentual de la tierra para
agricultura orgánica, se destaca Liechtenstein, con el 41,0%, Austria, con el
26,1% y Santo Tomé y Príncipe, con el 24,9%.
De otro lado, el FiBL señala que el mercado mundial de alimentos y bebidas
orgánicos alcanzó ventas por más de $106 billones de euros en 2019.
Estados Unidos tiene el mercado más grande, con ventas por $44,7 billones
de euros, Alemania es segundo con $12 billones de euros, seguido por Francia,
con un valor de mercado de $11,3 billones de euros.

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