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CONTEXTO EJERCICIO DEL REVISOR


FISCALhttps://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Moneda/Moneda-132/Revista-Moneda-
132-02.pdf

El contexto de surgimiento de la institucionalización del ejercicio del revisor fiscal está estrechamente
relacionado con dos sucesos en Colombia: la misión Kemmerer y la falta de confianza de los
inversionistas en las acciones económica-administrativas de las sociedades anónimas. Para dar cuenta de
él, iniciamos comprendiendo la misión Kemmerer, se pretende mostrar su posición ideológica como
político y las implicaciones para el desarrollo tanto económico como social de los Estados Unidos y
Colombia.

Edwin Walter Kemmerer nació en Scranton, Pennsylvania, en 1875, falleció en Princeton, New Jersey, en
1945, a los 70 años. Se le llamo el doctor dinero porque promovió políticas monetarias para solucionar
problemas inflacionarios, especialmente en países latinoamericanos sin desconocer países asiáticos como
filipinas. En 1899, obtuvo su maestría en economía en la Universidad Wesleyana, según Faccarello y
Kurz (2016), con honores Phi Beta Kappa. Mientras trabajaba en su maestría en economía (1895-99), 1 el
debate económico en Estados Unidos giraba en torno a cuestiones monetarias. Los demócratas defendían
un sistema monetario sustentado en el patrón oro y plata, mientras que los republicanos defendían el
patrón oro. Kemmerer se encontró cerca del corazón del Partido Republicano y se convirtió en un ardiente
defensor del patrón oro, por lo que decidió encargarse de convertir a los demócratas al monometalismo.

En 1899 Kemmerer comenzó un doctorado en la Universidad de Cornell. Eligió trabajar en la teoría


cuantitativa del dinero (QTM), era un teórico de la cantidad, pero también un defensor del
monometalismo del oro, lo que lo ponía en desacuerdo con varios otros teóricos de la cantidad que
favorecían el bimetalismo. Obtuvo un doctorado en la Universidad de Cornelll, se desempeñó como
asesor financiero de la Comisión Filipinas de los Estados Unidos (1903), así como jefe de la división de
moneda del tesoro de las Islas Filipinas (1904-1906). En 1912 se inició como profesor en la Universidad
de Princeton, donde fue el primer director de Finanzas Internacionales.2

Su ideología política se enmarca en la visión progresista norteamericana y en términos económicos fue un


defensor del patrón oro. El progresismo en los Estados Unidos fue una filosofía política y un movimiento
de reforma que alcanzó su apogeo a principios del siglo XX. Surgió como respuesta a los grandes
cambios traídos por la modernización, como el crecimiento de las grandes corporaciones, la
contaminación y la corrupción desenfrenada en la política estadounidense.

El progresismo fue en parte una reacción contra la economía del laissez-faire, es decir, de
libre mercado en el que los oferentes y demandantes propician los precios del mercado.
Igualmente reacciona contra el mercado no regulado. Los progresistas, en términos
generales, pensaban que la industrialización y la urbanización habían creado muchos
problemas sociales. Después de ver la pobreza de la clase obrera y la suciedad y el crimen
de la sociedad urbana, los reformadores comenzaron a dudar de la capacidad del libre
mercado para abordar esos problemas. Inquietudes que 3 DeWitt y Pearson (2017) presentan
de la siguiente manera

“miles de personas que habían trabajado antes de forma independiente ahora


trabajaban como piezas de una organización compleja. El individuo no podía
esperar competir con la rica corporación que lo empleaba; y su producto
particular era casi inútil aparte del uso que la corporación podría darle. Los
hombres se convirtieron en esclavos económicos. Las corporaciones podían
hacerlos trabajar doce, quince o incluso dieciocho horas al día; colocarlos en

1
Faccarello, Gilbert; Kurz, Heinz (2016). Handbook on the History of Economic Analysis Volume I. Edwin
Walter Kemmerer (1875–1945). doi:10.4337/9781785366642.00074
2
https://es.wikidat.com/info/edwin-walter-kemmerer
3
DeWitt, B. P., & Pearson, S. A. (2017). The progressive movement: A non-partisan
comprehensive discussion of current tendencies in American politics. Routledge.
2

fábricas mal iluminadas y mal ventiladas; reducir los salarios al mínimo; en


definitiva, controlarlos. Poco a poco, los estadounidenses se dieron cuenta de
que no eran libres. (p.14)

Esta crítica al sistema capitalista continua con ñla reaccion de los trabajadores frente a las
corporaciones
“Instintivamente, los hombres se organizaron en busca de apoyo. Al principio no
recurrieron al gobierno en busca de alivio. Todavía estaban bajo la ilusión de que el
gobierno era un árbitro imparcial y justo; y eso era lo que deseaban que fuera. Los
obreros del país trataron de librar su propia lucha. Formaron sindicatos e intentaron
obligar a todos los que se dedicaban a un determinado oficio a unirse. Los
capitalistas se habían unido: el trabajo también se uniría; y el trabajo unido se
opondría a un frente sólido al capital unido. (p.14)

Sin embargo, continúan narrando la lucha era desigual DeWitt y Pearson

“El capital, la riqueza y las corporaciones no jugaron limpio. El gobierno era


suyo y lo usaron con un efecto mortal. Habían logrado lo que sus oponentes
llamaron amargamente gobierno por mandato judicial; hicieron que se
declararan inconstitucionales las leyes que limitaban el número de horas al
día que un hombre puede trabajar; lucharon contra la regulación de la
fábrica. Mientras tanto, fortalecieron sus propios recursos. Se ratificaron las
franquicias robadas; la capitalización inflada recibió confirmación legal; la
tarifa se ajustó para satisfacer sus necesidades. (p.15)

Sin embargo, los trabajadores se concientizaron de que la justicia sobre el trabajo, sobre las condiciones
opresivas “sólo podía obtenerse a través de la intervención gubernamental” (p.15), idea que fue ganado
terreno lentamente. Aquellos que propugnaron por la intervención de la clase política dirigente, fueron
llamados revolucionarios y socialistas y fueron considerados como idealistas. Pronto, sin embargo, se
apeló al gobierno de varias maneras para cambiar las condiciones existentes. Los ferrocarriles podrían ser
sometidos por comisiones, se podrían por intermedio del estado reducir las tarifas, las corporaciones
podrían disolverse, los ingresos podrían ser gravados. La gente estaba bajo la ilusión de que eran dueños
del gobierno; lo habían usado poco: ahora, pensaban, tendría que socorrerlos. El gobierno y la legislación
traerían una nueva era (p.15) Pero es de anotar que el gobierno no fue sensible al atractivo popular. A
veces, de hecho, desafió abiertamente a la gente. Durante mucho tiempo, la gente no pudo darse cuenta de
lo que había sucedido, “la gente no podía entender que su gobierno había pasado más allá de su control.
Llegaron al gobierno que habían hecho, con la intención de usarlo, y descubrieron que ya estaba en uso.
(p.15) La gente hizo una pausa en su búsqueda de legislación correctiva para descubrir qué le pasaba a su
gobierno. Descubrieron que el gobierno se dirigía en estricta conformidad con el famoso dicho atribuido a
Andrew Jackson: "Al vencedor pertenecen los despojos". Políticos incompetentes, egoístas y vendidos
dirigían los asuntos del país. La gente comenzó a estudiar el origen, la historia y el efecto del sistema de
botín. Descubrieron que el sistema de botín no siempre había existido.16, Los progresistas lograron, entre
otros aspectos, promulgar leyes de salario mínimo para las trabajadoras, instituyeron el seguro de
accidentes industriales, restringieron el trabajo infantil y mejoraron la regulación de las fábricas.

En este contexto desarrollo Kemmerer su posición política. De hecho, en los archivos de Kemmerer,
según Gómez (1998), ubicados en la Universidad de Princeton, se encuentra un documento, sin explotar,
en el que Kemmerer explica su posición política en 1913. Texto que escribió para una conferencia en
mayo 22 de 1913, en su universidad, titulada: "¿Por qué soy progresista?". El propósito del discurso fue
explicar porque se adhiere al incipiente partido progresista y qué aspectos de la economía y la vida social
3

norteamericana le llevan a defender la ideología progresista. Gómez señala o resalta dos aspectos de
Kemmerer, el contexto en el cual escribió el discurso y las razones por las que se considera progresista.

El contexto en que vive Kemmerer, lo plantea Gómez en relación a la Guerra Civil norteamericana, en la
que se logró un crecimiento de la industria, pero que genero más desigualdades en Norte América. Frente
a este nuevo escenario del desarrollo económico y para buscar soluciones a los problemas sociales
resultantes surgió un movimiento progresista p.52 exigiendo justicia para el mayor número de
ciudadanos.

Los progresistas declararon con razón que las corporaciones no son ciudadanos y
que la Constitución no fue escrita para defender un enfoque de laissez-faire a la
economía o para evitar que el Congreso tome las medidas necesarias para garantizar el
bienestar y las oportunidades de todos los estadounidenses. Los progresistas
argumentaron que la Constitución otorga explícitamente al Congreso el poder de
establecer y recaudar impuestos, regular el comercio extranjero e interestatal, y hacer lo
que sea "necesario y apropiado" para "proporcionar la defensa y el bienestar general de
la nación". Utilizaron esta autoridad constitucional para abordar toda una gama de
problemas sociales asociados con la industrialización, desde la seguridad en el lugar de
trabajo y las regulaciones laborales hasta la protección del suministro de alimentos y
medicamentos de la nación y nuestros recursos naturales.4 (p.2)

“Los progresistas también están en desacuerdo con la visión conservadora de que los
"verdaderos" valores fundacionales de Estados Unidos se encuentran exclusivamente en la
Constitución del siglo 18. Los progresistas creen que la redacción y adopción de la Constitución
fue un momento único y fundamental en la historia de Estados Unidos. Pero desde la
perspectiva de los valores políticos y la filosofía pública de nuestra nación, no debe desplazar
la importancia de la Declaración de Independencia, el radicalismo de la Guerra Revolucionaria
o las tradiciones de contrato social colonial de larga data, que ofrecen valores adicionales y, a
veces, competitivos.”3

Los progresistas reconocieron que las soluciones a los problemas de la nación, y la condición
económica amenazada de millones de sus ciudadanos, estaban dentro de la tradición
estadounidense, no más allá de ella. La fundación de Estados Unidos fue un momento histórico
fundamental que comenzó un experimento de gobierno libre y representativo. Las promesas
de este legado llegaron al siglo 20 algo deshilachadas y desgastadas, pero los progresistas
hicieron de su revitalización un elemento central para sus objetivos políticos.

La ciencia liberal-progresista de la política que surgió a finales del siglo XIX y principios del XX
ha sido la tradición académica dominante desde que apareció por primera vez. Su período
formativo fue desde aproximadamente la década de 1880 hasta el final de la administración de
Woodrow Wilson en 1920. Surgió como un desafío directo a la ciencia política de los
fundadores en prácticamente todos los niveles de principios políticos. Entre sus características
más llamativas está la rapidez y la completaidad con la que reemplazó a la ciencia política
anterior de los fundadores entre tantos intelectuales. La fuente de la ciencia de la política de
los fundadores fue y sigue siendo bien conocida en la cultura popular; se encuentra en la
Declaración de Independencia, la Constitución y, más prominentemente, en The Federalist. Por
el contrario, no hay un solo documento o obra en la tradición progresista que rivalice con la de
la fundación. The liberalprogressive science of politics has rather been the accumulation of
numerous works, some clearly more important than others

4
Conor, W., y Halpin, J. (October, 2010). The Progressivism of America’s Founding Part Five of the
Progressive Tradition Series. https://cdn.americanprogress.org/wp-content/uploads/issues/2010/10/
pdf/progressive_traditions5.pdf
4

generando para Gómez, un espíritu de reforma que pretendía la mejora de las condiciones de vida y la
liberación de todas las capacidades humanas. Es decir, Kemmerer se mostraba en desacuerdo con la
actitud empresarial o capitalista frente a la sociedad en general, pero también respaldaba el desarrollo del
capitalismo.

Para Gómez, cabe señalar, sin embargo, que las propuestas relativas a la política nacional no se basan en
los mismos principios que las relativas a la política exterior. A nivel nacional, las reformas hicieron
hincapié en la democracia, la eficiencia, la regulación de las empresas y los monopolios, la justicia social
y la protección del medio ambiente. Por otro lado, a nivel de política exterior, el programa progresista
pretendía imponer orden al resto del mundo; en particular, su objetivo era buscar salidas en los mercados
extranjeros para los productos estadounidenses. Roosevelt, y luego Wilson, trabajaron extensamente para
aumentar la influencia de Estados Unidos en el extranjero.57 La pretensión de la política norteamericana
se puede observan con Jeremiah W. Jenks, por medio de este llego el progresismo a Kemmerer.

Jeremiah W. Jenks, profesor estadounidense en la Universidad de Cornell estaba interesado en los


aspectos políticos de los problemas económicos y sirvió con frecuencia en varias comisiones
gubernamentales y realizó muchos informes sobre cuestiones monetarias, laborales y de
inmigraciónquien, había ayudado a reformar las monedas de México, China y Filipinas. Jenks formó parte
de la nueva escuela de teoría económica durante la Era Progresista , que surgió a través de su asesor de
tesis en la Universidad de Halle, Joseph Conrad, quien fue un crítico abierto de la economía clásica
británica. Los economistas de la Era Progresista se centraron en compatibilizar la economía con la moral,
y buscó instituir regulaciones gubernamentales que fueran favorables a las grandes corporaciones.

La mirada de la política americana hacia los otros países se puede evidencia con Jenks, que comulgaba
con el colonialismo americano y la expansión tanto política como económica de los Estados unidos.
Según5 Robert (2014), Jenks, vio, desde la perspectiva de sus estudios en Filipinas, la intervención
colonial estadounidense como una forma de compensar las ineficiencias producidas por las poblaciones
nativas y una forma de elevarlas a los estándares morales de los Estados Unidos. Estudios que sentaron la
idea de que Estados Unidos tenía derecho a ejercer el poder federal en todo el mundo, especialmente en lo
que respecta a la inmigración. Durante los primeros días de la colonización en filipinas, algunos
capitalistas estadounidenses, para Robert, notaron escasez de mano de obra y

“recurrieron a un viejo remedio para eludir la supuesta "indolencia" de los


filipinos y la falta inherente de instintos capitalistas: la importación de
trabajadores chinos. A partir de sus experiencias en el oeste estadounidense y en
otros lugares, algunos capitalistas estadounidenses creían que los trabajadores
chinos estaban racialmente dispuestos a trabajar duro por bajos salarios y
sugirieron la importación de mano de obra china a Filipinas para suplantar a los
trabajadores "nativos perezosos"” (p.118)

La concepción de pereza es asumida como una actitud negativa hacia la industrialización, hacia un
modelo, que no existía en Filipinas como es el capitalismo, es decir, los ciudadanos filipinos o su
economia tendía a hacer comunal, no se daba primacía a la riqueza desde el factor capital. Así, para Jenks
(1903), los chinos, que ya trabajaban en Filipinas eran las personas que podían lograr la implementación
del sistema americano en filipinas. La razón de toda esta hostilidad, para Jenks (1903) es que los chinos
son laboriosos, ascéticos y persistentes, y los malayos y españoles no lo son. Jenks, siguiendo a Foreman
afirma

“Los chinos son realmente las personas que dieron a los nativos las primeras
nociones de comercio, industria y trabajo fructífero. Les enseñaron, entre otras
muchas cosas útiles, la extracción de jugo de sacarina de la caña de azúcar, la
fabricación de azúcar y el trabajo del hierro forjado. Introdujeron en la Colonia
los primeros ingenios azucareros con trituradoras verticales de piedra y sartenes
hirviendo de hierro" (Jenks, p. 82).

5
Roberts, N. E. (2014). US Forestry in the Philippines: Environment, Nationhood, and Empire,
1900-1937 (Doctoral dissertation).
5

Aunque los chinos originalmente entraron como trabajadores, son la clase mercantil, porque tan pronto
como uno se adelanta un poco abre una tienda, y por estricta atención a los negocios, se levanta temprano,
se retira tarde (Jenks, p.79). Considera Jenks que los filipinos les falta energía, que surge de

“una causa interna, no externa. Es constitucional y está tan marcado donde no


hay chinos como donde los Celestiales son numerosos. La antipatía hacia los
chinos es en gran medida la aversión del hombre perezoso hacia el trabajador y
no debe eliminarse sabiamente desterrando al hombre laborioso.” (kenks, p.86)

Kemmerer compartió la mayoría de los principios del campo progresista. Sin embargo, mantuvo
estrechos vínculos con políticos, economistas y amigos pertenecientes a los tres principales partidos
políticos: Republicano, Demócrata y Progresista. Al mismo tiempo, estuvo muy cerca del presidente
republicano Herbert Hoover, el presidente Woodrow Wilson y 55Theodore Roosevelt 60 . En este
contexto, Kemmerer, quien originalmente tenía ideales republicanos, 61 se sintió más cercano a los planes
de reforma propuestos por el nuevo partido progresista. Según él:

“El Partido Republicano hoy, lo que queda de él, es un partido nacionalista, pero su
programa es ultraconservador. El Partido Demócrata es en parte progresista y en parte
reaccionario; está dominado en gran medida por una filosofía de laissez faire de los
derechos de los estados, particularmente en sus bastiones del sur; y, amigos míos, el
progresismo y el derechismo de los estados de laissez faire son términos
incompatibles. Llámalo como quieras el partido del progreso debe ser un partido
nacionalista”. (Kemmerer 1913:12).

A partir de este contexto Kemmerer plantea las cuatro razones para considerarse progresista: i) su
interés está encaminado a lograr una justicia social en los Estados unidos. Porque a su modo de ver el
dólar existe para el hombre no el hombre para el dólar. Está convencido de que “los mayores problemas,
los más fundamentales, los más apremiantes, que ahora enfrentamos como pueblo, son los problemas de
justicia social e industrial; porque creo que en estos días en que el dólar está tan en ascenso es un regalo
del cielo que se forme un gran partido político dedicado principalmente a los derechos del hombre en
lugar de los derechos de propiedad. “El deber supremo de la nación”, declara la Plataforma Nacional
Progresista, “es la conservación de los recursos humanos a través de una medida ilustrada de justicia
social e industrial”. (Kemmerer 1913:1). Quiere, afirma Gómez que “que el sector privado y el Estado
apoyen de manera conjunta a las poblaciones necesitadas. Como progresista, apoya la intervención
estatal para garantizar una distribución más justa de la renta. En sus propias palabras: “…no se trata
tanto de cómo producir más riqueza sino de cómo distribuir más equitativamente lo que ya se está
produciendo”. (Kemmerer 1913:4). Kemmerer destaca, por tanto, que uno de los principios básicos de
su posición política es la justicia social6

ii) La segunda razón que cita para definirse a sí mismo como progresista es:“Creo que las cuestiones
industriales actuales deben resolverse sin restricciones indebidas por parte de la mano muerta... Estoy
dispuesto a que nuestros tribunales estatales sean amortiguadores para el progreso... Así, según
Kemmerer, debían tomarse nuevas medidas para hacer frente a los problemas económicos y sociales
derivados del desarrollo industrial. Era necesario evitar que los tribunales frenaran el progreso social,
adaptar la Constitución a las nuevas necesidades de la población, cambiar las leyes e introducir reformas
coherentes con el nuevo espíritu de los tiempos.

III) que los problemas de los Estados Unidos se trataran de acuerdo a políticas de Estado. Estoy
convencido “de que estos grandes problemas deben resolverse cada vez más en líneas nacionales”.
6
Se puede concluir que la ideología política de Kemmerer surge de una lucha contra el capitalismo.
Lucha que evidencia la pertinencia de los dirigentes políticos para la construcción de una mejor vida en
los Estados Unidos, lucha que muestra las cualidades de lo que es un político y actuar de acuerdo a las
necesidades de la sociedad. Los progresistas norteamericanos actúan con responsabilidad frente a la
sociedad.
6

(Kemmerer 1913:10) Los progresistas, incluido Kemmerer, querían que los problemas sociales se trataran
a nivel federal. Según Drake (1989: 26):“Las reformas de Kemmerer promovieron la concentración, la
urbanización, la institucionalización y, en menor medida, la integración en curso de cada economía
nacional”.57

iv)La cuarta razón por la que Kemmerer se adhiere al Partido Progresista es su acuerdo con el plan
organizativo de este partido dedicado al servicio social. Así, según Kemmerer, las reformas propuestas
por los progresistas defendían esencialmente principios de justicia social.

Entre las reformas, menciona, en su discurso, algunas propuestas concretas. Una primera reforma
consiste en establecer una adecuada protección en caso de accidente de trabajo y enfermedad
profesional para los trabajdores; .defiende la prohibición del trabajo infantil en las nuevas industrias
emergentes. la necesidad de crear un sistema de seguridad social adaptado a las condiciones de vida de
los trabajadores estadounidenses. (Kemmerer 1913: 2) Estas mediadas para Kemmerer son demandas
razonables, basadas en sólidos principios económicos y sociales, y ya probadas por años de experiencia
en otros países, y muchas de ellas en algunos de nuestros propios estados más progresistas”. (Kemmerer
1913:3-4)58destaca la importancia de los líderes del movimiento progresista “Un partido de altos
ideales debe tener líderes de elevado propósito, líderes con visión, con simpatía social y con intrépida
lealtad a los principios”. (Kemmerer 1913:12)

En resumen, los progresistas propusieron mejorar las condiciones sanitarias, reducir la jornada diaria de
trabajo, aumentar las asignaciones y las pensiones de los trabajadores y aumentar los servicios públicos.
Kemmerer es un ejemplo típico de la era progresista de los Estados Unidos de principios del siglo XX.
Después de la Primera Guerra Mundial, el partido progresista se debilitó. No fue hasta la Gran
Depresión y el New Deal que finalmente se promulgaron reformas similares

Los principios básicos de las inversiones extranjeras, para Kemmerer (1916) 7, son los mismos que los de
las inversiones nacionales, es decir, beneficio financiero. Los principales criterios por los que se juzga la
bondad de una inversión extranjera son los mismos por los que se juzga una inversión nacional, a saber, el
rendimiento de los ingresos, la seguridad del principal y la comerciabilidad. En ambos mercados, el
inversor que desea estas cualidades debe pagar por ellas. Si desea una alta tasa de ingresos, debe pagarla
sacrificándola en seguridad o comerciabilidad o ambas; si desea un alto grado de seguridad, debe
sacrificar en tasa de ingresos o comerciabilidad o ambos; y si desea un alto grado de comerciabilidad debe
sacrificarse en una o ambas de las otras cualidades. Ya sea en el mercado interno o en el extranjero, cada
uno de estos factores constitutivos de una buena inversión tiene sus propias condiciones de demanda y
oferta. A veces uno está en particular demanda, por ejemplo, seguridad en tiempos de incertidumbre
empresarial. Así, la misión Kemmerer, en términos generales busca para Norteamérica un benéfico
financiero.

La Misión Kemmerer consistió en una serie de propuestas de remodelación de los sistemas monetarios,
bancarios y fiscales. La importancia de estas misiones se explica por la expansión económica y comercial
hacia el exterior de los Estados Unidos y también por su creciente importancia como acreedor
internacional. Entre 1913 y 1929, las inversiones estadounidenses en América del Sur aumentaron de US$
72 a más de US$ 900 millones, que estuvo por encima del nivel alcanzado por las inversiones británicas.
Como explica Kemmerer (1927, p. 4):

"Es el deseo por parte de los gobiernos extranjeros a través de poner sus casas financieras en orden, y
causar una impresión favorable en los banqueros e inversores estadounidenses, facilitar el préstamo de
dinero por parte del gobierno en el mercado estadounidense y alentar el flujo de capital estadounidense a
sus costas para las empresas privadas". Kemmerer también creía que la inversión extranjera dirigía los
flujos comerciales (Kemmerer 1916)

7
Kemmerer, Edwin Walter. “The Theory of Foreign Investments.” The Annals of the American
Academy of Political and Social Science, vol. 68, 1916, pp. 1–9. JSTOR,
http://www.jstor.org/stable/1013060. Accessed 5 Sep. 2022.
7

Adicionalmente, en 1922 Kemmerer había viajado durante siete meses por América Latina en calidad de
Trade Commissioner de los Estados Unidos, con el fin de conocer y familiarizarse con los problemas
financieros y monetarios de estos países. En esa ocasión, visitó Argentina, Chi le, Uruguay, Paraguay,
Bolivia, Brasil, Perú y Panamá.

“De 1923 a 1931, el profesor Edwin Walter Kemmerer de Princeton sirvió como una especie de
Fondo Monetario Internacional unipersonal para los países andinos. Las misiones de estabilización
que encabezó renovaron significativamente los sistemas financieros y fiscales de Colombia, Chile,
Ecuador, Bolivia y Perú. Sobre todo, las repúblicas andinas adoptaron el llamado consejo del "Doctor
del Dinero" para mejorar su acceso al capital estadounidense y su estabilidad política. Kemmerer
explica las razones de porque estos países prefiere a asesores americanos y no de otros países: i) la
creencia de que Estados Unidos está comparativamente libre de ambiciones de
engrandecimiento político, especialmente en Europa y en Oriente. Sin embargo,
reconoce que hubo desconfianza de Latinoamérica sobre los Estados Unidos, dice al
respecto que

“la injustificada creencia popular, tan extendida en los países


latinoamericanos, de que los Estados Unidos pretenden por
todos los medios extender su soberanía a todo el hemisferio
occidental, ha sido responsable en más de una ocasión del
nombramiento de asesores europeos por parte de los países
latinoamericanos. Sin embargo, este temor popular a la
agresión política por parte de los Estados Unidos, entre los
países sudamericanos, parece estar disminuyendo en la
actualidad; y aunque los asesores militares de los países
latinoamericanos son más propensos a ser europeos que
americanos, los asesores financieros y económicos han sido
durante muchos años predominantemente americanos. En los
últimos diez años, no menos de diez países latinoamericanos
han tenido asesores financieros estadounidenses.(1927, p.3)8

ii) la prosperidad económica y financiera de los Estados Unidos en los últimos años; y
(3) el deseo de atraer capital estadounidense de las economías emergentes.

Sus misiones hicieron que los países dependieran más del "Coloso del Norte", pero también fueran
capaces de gestionar los asuntos internos. Por lo tanto, sus reformas reforzaron tres tendencias principales
que ya estaban en marcha dentro de América del Sur en los años de entreguerras: (1) la creciente
dependencia del sector externo en general y de los Estados Unidos en particular; (2) la correspondiente
elaboración de los capitalistas del siglo XX en.. and (3) la consiguiente expansión y consolidación del
Estado y su papel en estos cambios.” 9 Mesiel Los países que en los años veinte tuvieron misiones de
expertos financieros dirigidas por Edwin W. Kemmerer, lograron siempre uno de los fines principales que
tenían al contratar este tipo de asesoría: el acceso a los mercados de capital es de los Estados Unidos 7•

8
Kemmerer, E. W. “Economic Advisory Work for Governments.” The American Economic Review,
vol. 17, no. 1, 1927, pp. 1–12. JSTOR, http://www.jstor.org/stable/1813680. Accessed 5 Sep. 2022.
9
Drake, P. W. (1979). The Origins of United States Economic Supremacy in South America:
Colombia's Dance of the Millions, 1923-33 (Vol. 40). Latin American Program, Wilson Center.
8

La remodelación de los sistemas financieros mundiales parte del contexto financiero internacional que
reinaba o reino después de la primera guerra mundial y puede concretarse con Valencia (1987)1011 a partir
de dos rasgos:

1. la preocupación de los países europeos por la reconstrucción de las economías participantes en


la primera guerra mundial y las grandes cantidades de capital norteamericano disponibles para la
inversión externa. “ La Primera Guerra Mundial fue el mecanismo que le permitió a los Estados Unidos,
con su introducción en el conflicto, intervenir en los mercados europeos para abastecerse de materias
primas y asegurar sus ventas al extranjero. En la decisión estadounidense de ingresar a la Gran Guerra
pe1 Natalia Martínez Restrepo, El cambio de la política exterior colombiana hacia Alemania y Estados
Unidos durante la Segunda Guerra Mundial: de la neutralidad a un estado de beligerancia (Bogotá:
Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, 2011), 6-7. saron los intereses en cuanto al
poder económico y lo que esto representaría para el control de las masas, instaurando una idea de
imperialismo”12 (Acosta, p.22)
2.
3. El capital norteamericano deriva de un mercado autoconcentrado antes de 1913 que se reforzaba
de inversiones extrajeras o importaciones de tecnología y maquinaria del Reino Unido y otros países
europeos. Fenómeno que correspondió para Dabat y Leal 13 (2019) con una débil y muy variable
participación en aspectos mundiales, salvo en el concerniente al área geográfica que se refería más a sus
intereses nacionales inmediatos. Es decir, Norteamérica tuvo en términos de producción una economía de
cierta forma cerrada debido a factores como su aislamiento geográfico en relación con Europa, una
población por completo incorporada a la economía mercantil a partir de una colonización agraria de
inmigración europea y la venta de tierras a precios simbólicos; además de la enorme variedad y vastedad
de sus recursos naturales; el papel que jugaron los ferrocarriles en el desarrollo de la economía y el
proteccionismo arancelario; asimismo el crecimiento de la gran empresa y la productividad del trabajo.
Todo lo anterior conformó un mercado interno en constante crecimiento, una mayor rentabilidad
capitalista que la de los países europeos y además el conjunto de estos elementos condujo a un tipo
particular de inserción en las relaciones internacionales que se pueden concretar en misiones de carácter
económico.

4. El segundo factor son las conferencias en 1922 de Bruselas y Génova que recomendaban
medidas para restaurar la estabilidad financiera y económica del mundo después de la segunda guerra
mundial. Aconsejaban responsabilidad en las finanzas del gobierno, presupuestos balanceados, liberación
del banco central del control político, control de la inflación y una medida común de valor fundamentada
en el restablecimiento del patrón oro. La Conferencia de Génova resolvió que en mutua cooperación los
bancos centrales supervisaran el retorno al patrón oro y que se establecieran bancos centrales donde no
existieran con el propósito de recuperar la economía mundial. De hecho, una de las fortalezas y éxitos de
Kemmerer era que comulgaba con estas dos características.

Kemmerer, según Seidel (1972)14 era un devoto practicante del patrón oro y sus variantes. Sostuvo, a
pesar de la década de 1930, “su convicción de que la disciplina del oro era esencial para la regulación
adecuada de la moneda y la política monetaria. “Un patrón oro internacional fue el tema del discurso de

10
Meisel, A. (1998). La Banca Central en Colombia: de la autonomía privada a la
autonomía pública, 1923-1997," Coyuntura Económica, Fedesarrollo, March.
https://ideas.repec.org/a/col/000438/013513.html
11
Valencia, J. (1987). La Misión Kemmerer y los intereses financieros británicos en Colombia
durante la década de 1920. Lecturas de Economía, (24), 9-48.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4833817
12
Acosta, H. A. (2014). La primera guerra mundial, origen de la danza de
los millones en Colombia, los empréstitos estadounidenses y la Mision
Kemmerer. Goliardos. Revista estudiantil de Investigaciones Históricas,
(18). https://revistas.unal.edu.co/index.php/gol/article/view/53636
13
Dabat, A. y Leal, P. (2019). Ascenso y declive de Estados Unidos en la hegemonía mundial. Problemas
del desarrollo, 50(199), 87-114. https://doi.org/10.22201/iiec.20078951e.2019.199.67934
14
Seidel, R. N. (1972). American Reformers Abroad: The Kemmerer Missions in South America,
1923–1931. The Journal of Economic History, 32(2), 520-545.
9

Kemmerer ante el Congreso Científico Panamericano, que se reunió en Washington durante diciembre de
1915 a enero de 1916. En su charla, el economista esbozó un "plan puramente tentativo" para una "unidad
monetaria panamericana” (Seidel, 1972, p.523)15. Bien puede señalarse, argumenta Valencia que la
década de 1920 representó el fortalecimiento de las relaciones económicas de Estados Unidos con
América Latina y la declinación relativa de la economía británica en esta área.

En relación a Colombia uno de los efectos que la primera guerra mundial, 1913, propicio fue un avance o
un gran desarrollo industrial nunca acaecido. Se puede sintetizar dicho desarrollo con los argumentos de
König (1997):
i) reducción de importaciones, especialmente desde Europa, reemplazándolas parcialmente por
importaciones desde los EE.UU. Parcialmente, significa que Colombia se obligó a impulsar de manera
propia la industria nacional, que incremento su capacidad de producción industrial principalmente en el
sector textil. Al comenzar la guerra, “el capital de inversión ascendía a 3,5 millones de pesos, pero en
1920 había subido a 10 millones; únicamente en el año 1919 se invirtieron estimativamente 4 millones de
pesos (p.125).16
ii) Pero, además, ayudó al desarrollo, ya que el café cultivado con capital nacional llegó a ser la
mercancía de exportación más importante y una fuente decisiva en la expansión del mercado interno. La
mayor parte de las exportaciones de café fueron a Estados Unidos y su comercialización la realizaron
firmas norteamericanas principalmente.
iii) El pago de indemnización de Estados Unidos a Colombia por la pérdida del territorio de Panamá
es un aspecto relevante en el crecimiento de la balanza de capitales colombiana.

Estos factores y la rápida expansión del comercio externo y el desarrollo económico asociado al
crecimiento de los ingresos del exterior propiciaron un ambiente favorable para el surgimiento industrial.
Ahora, la gran depresión de los años 20 y de cierta forma la falta de una estructura financiera ordenada
generó en el gobierno de Pedro Nel Ospina la conciencia de la necesidad de un banco central de emisión.
Es de anotar, que durante el período del presidente Rafael Reyes (1904-1909) se creó el Banco Central de
Colombia, que era una entidad privada que estaba obligada a financiar al gobierno, pero adoleció de
confianza pública porque los bancos privados emitían dinero y fue liquidado en 1917.

La falta de un orden monetario en Colombia para Arbeláez (2000) 17, tiene entre sus causas en el cierre
del Banco Central fundado por Rafael Reyes, lo que condujo a la pérdida del manejo monetario del país
que fue asumido por múltiples banqueros privados que con sus especulaciones languidecían y
dificultaban el desarrollo industrial y económico de la nación. Sin embargo, la actitud favorable del
presidente Pedro Nel Ospina hacia una presencia económica estadounidense y combinada con el deseo de
Estados Unidos de explotar los recursos petroleros colombianos, resultó en una solicitud colombiana al
Departamento de Estado de ayuda financiera. El asesor económico del Departamento de Estado, Arthur
N. Young, consideró, según Seidel (1972), que la solicitud de Colombia era "más importante de lo
habitual" debido a los fondos que Colombia estaba a punto de recibir en referencia al canal de Panamá y
necesita de una reforma de su sistema de recaudación aduanera y un banco nacional. Así, se llega a la
Misión Kemmerer en Colombia.

Realizo dos visitas en la primera “La primera actividad de esta Misión fue el estudio de la realidad
económica mediante el contacto y discusión con cámaras de comercio, sociedades de agricultores y
agentes oficiosos regionales. Luego, sin que se tratara de un trasplante de normas y organización
vigentes en otras economías ni de innovación total, la misión condujo al ordenamiento de lo
aprovechable en las leyes dictadas el año anterior, como base para la elaboración del estatuto orgánico de
la entidad que iba a nacer.2 (el Banco de la República de Colombia).”( Gozzi Tappatá, 2010, p.4)

“Una de las propuestas que suscitó mayores controversias fue el proyecto


de ley sobre Establecimientos Bancarios. Los bancos 18 consideraban
ofensiva para su honorabilidad la sustentación del proyecto de

15
Seidel, R. (1972). American Reformers Abroad: The Kemmerer Missions in South America, 1923–1931.
The Journal of Economic History, 32(2), 520-545. doi:10.1017/S0022050700067231
16
König, H. J. (1997). Los años veinte y treinta en Colombia: ¿Época de transición o cambios
estructurales? Ibero-amerikanisches Archiv, 23(1/2), 121-155.
https://www.jstor.org/stable/43392754?seq=1#metadata_info_tab_contents
17
Arbeláez, A. (2000). El despegue de la industria en Antioquia (1915-1930). Semestre
económico. 4, (7), 1-10. https://revistas.udem.edu.co/index.php/economico/article/view/1408
10

Establecimientos Bancarios, según la cual debía establecerse la


Superintendencia Bancaria como una garantía de buen manejo del dinero
que el público les confiaba. No les faltaba razón a los bancos para sentirse
incómodos con el proyecto. Instituía un encaje del 60% sobre los depósitos
disponibles, y del 30% sobre los depósitos a término, y la autorización
casi obligatoria de suscribirse como accionistas del Banco de la República,
por el 15% de su capital, para poder gozar de las ventajas del redescuento.
A los bancos que no suscribieran acciones en el Emisor, se les duplicaría el
encaje. La filosofía de la Misión, que aspiraba a establecer una moneda
sana, se basaba en el control del crédito como la disciplina indicada para
garantizar la estabilidad de la moneda.” P.4 Gozzi

Para poner fin a este caos, la Misión Kemmerer recomendó la fundación, en el año de 1923, del Banco de
la República con el que se inicia la reorganización del sistema financiero colombiano. “De conformidad
con los fines perseguidos por la Ley 25 de 1923, al Banco de la República le correspondió
ejercer, en forma exclusiva, primero por concesión y luego como atribución legal propia, la
facultad de emitir la moneda legal colombiana, actividad económica por excelencia, derivada de
la soberanía monetaria del Estado. Le fueron asignadas también las funciones de dirigir, regular
y ejecutar la política monetaria, cambiaria y crediticia del país, todas ellas de carácter
estatal.”(p.8)19

En la mayoría de estos países, Kemmerer fue el principal diseñador de estos nuevos instituciones (de ahí
el término 'países Kemmerer'), que se crearon junto con nuevos legislantes fiscales, bancarios y
monetarios en cada país. Tabla 1. incluye los casos ambiguos de México y Guatemala, así como el primer
banco central del Perú. En México, la misión de Kemmerer terminó con un plan para fundar un banco
central en 1917, aunque el Banco de México solo se estableció en 1925. Mientras que el Banco de
México se mantuvo cerca de la propuesta original de Kemmerer, se pudieron observar ciertas diferencias.
La propuesta de Kemmerer había previsto una propiedad mixta público-privada, mientras que la versión
final era exclusivamente de propiedad pública. 13 El papel del Banco Central en la gestión del tipo de
cambio también difiere. El Banco de México operó muy brevemente en un régimen de intercambio de
oro en conjunto con la Secretaría de Hacienda, con ....

In the countries visited by Kemmerer, the amount of capital needed was esNmated on the basis
of the scale of the total populaNon, its reserves, and its money supply. 16 In all cases, there was
a minimum reserve requirement for the central bank (in general, 50% of total deposits and bills issued by
the central bank, though Colombia imposed a 60% level).

La Misión” –que en realidad fueron varias- se desarrolló principalmente en Latinoamérica, entre 1919 y
1931. Los trabajos fueron liderados por Edwin Walter Kemmerer contratado como asesor financiero y
económico por los gobiernos de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Perú, sin
18
Pero es sano mirar que no prestaban : The lack of financial institutions was a major obstacle for the
local entrepreneurs of Magdalena who were trying to develop their busi nesses in the early decades of
the twentieth century, as they had no way to finance their operations. No formal banks existed in the
cities of Santa Marta or Ci?naga; the closest ones were located in Barranquilla or Cartagena. The banks
in these two cities, however, were not of much help to Magdalena's entrepreneurs, as they tended to
give loans only to the two cities' small circle of elites.25 Indeed Colombia did not have a decent national
banking system during this period. Even the expansion of the banking system in the 1930s did not much
affect the situation in secondary cities like Santa Marta or Ci?naga. In fact, when the central
government, following the advice of the Kemmerer mission, establishedBucheli, Marcelo. “Enforcing
Business Contracts in South America: The United Fruit Company and Colombian Banana Planters in
the Twentieth Century.” The Business History Review, vol. 78, no. 2, 2004, pp. 181–212. JSTOR,
https://doi.org/10.2307/25096865. Accessed 6 Sep. 2022.
19
Roca, A. M. (1990). El Banco de la República: antecedentes, evolución y estructura.
https://ideas.repec.org/b/bdr/bdrlib/1990-07.html#download
11

desconocer países asiáticos como filipinas. Las misiones tuvieron como objetivo central consolidar la
estabilidad monetaria. “20 Kemmerer y los asesores internacionales de la primera posguerra pregonaban la
implantación del patrón oro como forma de lograr un mundo económico estable y desligado de la libra
esterlina -regulado además por bancos cuyas reservas se encontraban depositadas en Nueva York-;
sostenían la necesidad de que, para convertir a los gobiernos de esos países en pagadores confiables,
había que reformular el sistema de recolección de aduanas, y que las reformas, financiadas por créditos de
los bancos privados de Estados Unidos, podían llevarse a cabo con la condición de que los países toma-
dores de deuda aceptaran la asesoría financiera estadounidense”(Caravaca y Espeche, p.415)

Sobre las experiencias de Kemmerer antes de su trabajo en Colombia en 1923, cabe resaltar con Meisel
(1998) varios aspectos. Su primera experiencia como reformador monetario se dio dentro del marco del
primer experimento colonial de los Estados Unidos, es decir, en las islas Filipinas, que habían sido
adquiridas en la guerra de 1898 con España. Y fue a las Filipinas, por lo tanto, en calidad de profesional
contratado por el ejército norteamericano a través del Departamento de Estado. que todos los países en los
que estuvo como asesor económico habían sido colonias españolas. Además, con la excepción de las
Filipinas, todos ellos también hispanoamericanos.

“La misión incluyó como experto bancario general a Howard M. Jefferson del Banco de la Reserva
Federal de Nueva York. Fred R. Fairchild, profesor de Economía Política en Yale, asesoró sobre
impuestos para la misión, como lo había hecho anteriormente para la legislatura de Connecticut y el
régimen militar de los Estados Unidos en la República Dominicana. Thomas R. Lill, miembro de la firma
de contabilidad de Nueva York de Searle, Nicholson, Oakey y Lill 21, proporcionó experiencia contable y
financiera; anteriormente había asesorado a México en la reorganización fiscal, a Filipinas y Cuba en los
procedimientos de contabilidad y auditoría, y a los gobiernos municipales de los Estados Unidos.” 22
“Los miembros de la misión sabían poco sobre Colombia. Por lo tanto, estudiaron la legislación
económica existente, recopilaron datos y opiniones de los líderes gubernamentales y económicos, e
instaron al público a enviar sugerencias. Este informe refinó sus recomendaciones. También ayudó a
convencer a los nativos escépticos de que los extranjeros podían adaptar los principios económicos
generales y los chanismos a las necesidades locales peculiares. En un país tan vasto y regionalizado, la
misión lamentó su falta de tiempo para visitar más provincias. Por lo tanto, casi todos los departamentos
enviaron comisiones especiales de líderes económicos y políticos locales a reuniones con la misión en
Bogotá. Como dijo Kemmerer, "Si Mohammed no podía ir a la montaña, la montaña podría llegar a
Mohammed… " Un viaje de Kemmerer a la principal zona cafetera e industrial de Antioquia, sin
embargo, resultó obligatorio al menos para tranquilizar a esas élites regionales como para evaluar las
condiciones allí. “23p.23

En efecto, los inversion istas norteameri ca nos, una vez que una nación había adoptado todas las
medidas e instituciones recomendadas por Kemmerer, se mostraron mucho más inclinados para extender
sus créditos. Para ello contribuyó también la intervención directa de Edwin W . Kemmerer, quien tenía
estrechos vínculos con algunas de las principales casas bancarias de Nueva York.
20
Caravaca, J. y Espeche, X. “Aamérica latina como problema y como solución: Robert
triffin, daniel cosío villegas, víctor urquidi y raúl prebisch ‘antes’ del manifiesto
latinoamericano (1944-1946).” Desarrollo Económico, vol. 55, no. 217, 2016, pp. 411–
35. JSTOR, http://www.jstor.org/stable/44736035. Accessed 3 Sep. 2022.

21
Experto en auditoría, nació en 1878. Desde 1900 hasta 1905 fue Contador y Auditor del
gobierno de las Islas Filipinas; luego Contador de Haskins and Sells, encargado de trabajos
especiales en Cuba; experto del Bureau de Investigación Municipal de Nueva York; experto en la
reorganización de los gobiernos de las ciudades de Memphis, Tennesse, Bridgeport, Conneticut y
Denver; experto de contabilidad y administración del gobierno de México de 1917 a 1918. El
profesor Lill se abstuvo de evaluar por anticipado las posibilidades de su labor en
Colombia.https://www.revistacredencial.com/historia/temas/los-cinco-de-la-mision-extranjera
22
Drake, P. W. (1979). The Origins of United States Economic Supremacy in South America:
Colombia's Dance of the Millions, 1923-33 (Vol. 40). Latin American Program, Wilson Center
P.22
23
Drake, P. W. (1979). The Origins of United States Economic Supremacy in South America:
Colombia's Dance of the Millions, 1923-33 (Vol. 40). Latin American Program, Wilson Center
12

“Al final de su estadía, la misión había propuesto cambios revolucionarios en las finanzas colombianas.
Presentaron sus recomendaciones como leyes exquisitamente detalladas listas para ser promulgadas. Una
"exposición de motivos" acompañaba a cada proyecto de ley para explicar y defender todas sus
disposiciones. Como resultado, mucha discusión, revisión o reempaquetado por parte de los colombianos
parecía innecesaria. En cuanto al dinero y los asuntos bancarios, la misión propuso ( 1) un banco central
de emisión y redesncuento modelado después del sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos;
(2) el patrón de intercambio de oro; (3) legislación bancaria general con un superintendente nacional de
banca, copiado del sistema de Nueva York; y 4) adaptación del Derecho de los títulos negociables de
América del Norte. En materia fiscal, Kemmerer abogó por (1) una ley orgánica de presupuesto; 2)
reorganización de los ministerios financieros; 3) nuevos procedimientos de recaudación y administración
de los ingresos públicos; (4) un sistema de contabilidad fiscal centrado en torno a un contralor nacional;
(5) nuevos impuestos sobre sellos, papel sellado, transporte de pasajeros e income; (6) administración
aduanera modernizada2; y (7) políticas de préstamos públicos y obras públicas. 5”24

El Congreso aprobó estas reformas monumentales con tanta celeridad bajo una gran presión del
Presidente y la prensa. En su mensaje de 1923 al Congreso, Ospina socavó a los críticos nacionalistas al
describir los proyectos como la encarnación de "los principios más avanzados de la ciencia. 11 los
colombianos compraron el astuto argumento de Kemmerer de que todos sus proyectos y sus
componentes eran delicadamente interdependientes y, por lo tanto, tenían que ser adoptados como un
paquete "científico" integrado, sin adulterar.. Ospina también elogió los proyectos de ley Kemmerer
porque obtendrían préstamos extranjeros que respaldarían la prosperidad y, por lo tanto, la paz social.
Instó a la rápida aprobación antes de que los intereses creados pudieran castrar o torpedear las reformas
como lo habían hecho en el pasado. El Congreso respondió rápidamente porque el partido del presidente
tenía el control, los opositores eran pocos, y algunos de los proyectos de ley eran solo reajustes leves de
la legislación existente o pendiente.”p.25 draqke

Junto con los préstamos, las inversiones corporativas estadounidenses también se multiplicaron en
Colombia. A finales de la década de 1920, superaban con creces los 100 millones de dólares, caros en
petróleo y plátanos. Kemmerer tuvo poco impacto en estas inversiones directas. Para solidificar las
finanzas del gobierno con el fin de proteger el patrón oro y atender las deudas soberanas, recomendó
aumentar los impuestos a las empresas de cobre estadounidenses en Chile y a los exportadores de banano
en Colombia. También jugó un pequeño papel en la facilitación del préstamo bancario estadounidense de
1930 que inundó la generosidad colombiana con las compañías petroleras estadounidenses. Los
colombianos normalmente percibían los intereses gubernamentales y empresariales de los Estados
Unidos en el país (por ejemplo, los departamentos de Estado, Kemmerer, banqueros y productores de
petróleo) como una presencia más íntimamente interconectada y unificada de lo que eran. Colombia
creyó erróneamente que el trato amistoso hacia un conjunto de preocupaciones de Estados Unidos lo
ayudaría significativamente con otros. Aunque normalmente complementarios, los intereses de los
bancos y corporaciones estadounidenses a veces entraban en conflicto, no sólo entre sí, sino también con
los intereses de los asesores y funcionarios gubernamentales de los Estados Unidos, especialmente en
temas específicos. La falta de coordinación coherente entre los actores económicos y políticos de los
Estados Unidos perpleja ex líderes andinos tratando de hacer malabarismos con estas múltiples fuerzas
delanteras.p. 1o

“During Kemmerer's visit, most Colombians from both political parties enthusiastically supported
the .mission and its reforms. A few critics and s keptics, however, spoke out within both parties. They
usually expressed concern about technical deficiencies in the Kemmerer law~ r potential political or
regional favoritism in their application. The most virulent attacks on Kemmerer came from a handful of
nationalists. Former President Carlos E. Restrepo led a few Conservative dissidents in charging that the
mission served as the vanguard for U.S. imperialism. A right-wing representative of the upper class,
Restrepo feared U.S. cultural, economic, and even territorial1 absorption. In his view, the mission
designed its refonns to force Colombian "economic and fiscal dependency" on the U.S . A few Liberal
nationalists in Congress also attacked Kemmerer as an accomplice of foreign bankers enslaving
Colombia in "chains of gold." They also worried about him revealing their national secrets to the u.s.
government. Kemmerer's defenders retorted that his contributions to economic organization and
prosperity would help Colombia resist foreign domination with a stronger Sta te and indigenous banking
system. Thia minor debate illustrated a dilemma of the Kemmerer reforms: they made the Colombian ec
24
Drake, p. 25
13

onomy and its key institutions both more open to external influences, especiall y in the short run, and
more capable of managing internal developments, especially in the long run. The mission its~lf simply
ignored charges of being "paid agents for Wall Street." By the end of its stay, the mission had proposed
revolutionary changes in Colombian finances. They presented their recommendations as exquisitely
detailed laws ready to be enacted. An "exposition of motives" accompani ed every bill to explain and
defend all its provisions. As a result, much discussion, revision, or repackaging by Colombians appeared
unnecessary. On money and banking affairs, the mission proposed ( 1) a central bank of issue and
rediscount modeled” 24 drake

“En 1931 Kemmerer realizó un segundo viaje a Colombia. En dicha oportunidad, en base a sus
propuestas y mediante la Ley 82 de 1931, se modificó la composición de la Junta Directiva del Banco
de la República, en la cual se incorporaron representantes de la Federación Nacional de Cafeteros de
Colombia y de las Cámaras de Comercio, y se formalizó la inclusión del Ministro de Hacienda. Se
estableció un control de cambios para regular las operaciones con el resto del mundo. Específicamente,
se reguló el cambio de moneda nacional a extranjera y se determinó que todo pago al exterior debía tener
la autorización del Banco Emisor. Ello condujo a intensificar la actividad del Banco como regulador de
las operaciones monetarias tanto de moneda doméstica como de divisas.”p.4Gozzi. “La segunda visita
del médico de la moneda, como se le conoció a Kemmerer, tuvo por objeto, generar confianza entre los
inversionistas y banqueros internacionales, mostrando a Colombia con sus fi nanzas públicas saneadas y
como un país político y económicamente apto para recibir y cumplir con los créditos necesarios para
continuar implementando políticas relacionadas con el desarrollo. La segunda misión Kemmerer
incorporó entre sus líneas de trabajo, la legitimación de los procesos de estabilidad económica, dirigidos a
la consecución de recursos internacionales, especialmente provenientes de Estados Unidos.”p.82.
Jiménez, H. H. R. (2007). Made in the world is better: las misiones económicas en Colombia y nuestro
descreimiento ancestral. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas: Investigación y
Reflexión, 15(1), 77-90.

“La mayor parte de las reformas realizadas fueron solo cambios a las instituciones creadas en la misión
anterior, entre las que se pueden mencionar: cambios en la constitución de la junta directiva del Banco de
la República, reducción del encaje a los billetes del 60% al 50% y el aumento de los cupos de los
créditos al gobierno central, del 30% al 45% del capital y reservas del Banco de la República. Además,
en el campo fiscal, se buscó la consecución de nuevas fuentes de ingresos para subsanar el déficit f iscal.
Se propusieron impuestos sobre las exportaciones del banano de la United Fruit Company desde la zona
Bananera de Santa Marta, que generó descontento desde la compañía hacia los funcionarios de la misión
(Colección bibliográfica del Banco de la República, 1994, p.275). Howard Jefferson, quien había
acompañado a Kemmerer en la primera misión, fue el encomendado por los banqueros norteamericanos
para realizar un informe sobre la situación fi scal colombiana y su capacidad de endeudamiento. En
palabras de Kemmerer “El deseo de parte de los gobiernos extranjeros de poner sus cosas en orden fi
nanciero, logrando así una impresión favorable sobre los ban queros e inversionistas norteamericanos,
para facilitar los préstamos de esos gobiernos en los mercados norteamericanos y para estimular el f l ujo
de capital norteamericano hacia sus países para empresas privadas... un país que nombra con sejeros y
reorganiza sus fi nanzas, siguiendo orientaciones que los inversionistas Norteamérica nos consideran las
más modernas, aumenta sus posibilidades de interesar a los inversionistas norteamericanos y de obtener
el capital en términos favorables” (Kemmerer, 1927, p 4).” Jiménez, H. H. R. (2007). Made in the world
is better: las misiones económicas en Colombia y nuestro descreimiento ancestral. Revista de la Facultad
de Ciencias Económicas: Investigación y Reflexión, 15(1), 77-90.

La fundación del Banco Central posibilito al país contar con un mecanismo financiero sólido, que
“comenzó por establecer una moneda única para todo el territorio nacional cortando de raíz las emisiones
realizadas por bancos o instituciones privadas y de carácter local que no hacían más que fragmentar la
república en la medida que no propendían por una unidad e identidad económica.(Arbeláez, p.8) La falta
de una estructura financiera no solo se daba o existía en Colombia sino en muchos países de América
Latina. Según Sánchez y Bedoya “un número importante de países de la región tenía sistemas monetarios
desorganizados, con parámetros que se alejaban de los estándares internacionales del momento y que
despertaban cierta desconfianza en los banqueros norteamericanos” (Sánchez y Bedoya, 2017, p. 48).
14

Desconfianza que para Arboleda (2004) surge, además, del incipiente desarrollo industrial del país, por lo
que invertir en una sociedad anónima “era sinónimo de pérdida, debido al desconocimiento que se tenía
del funcionamiento de estas sociedades por parte de los posibles inversionistas” (p. 12). Pero no solo
desconfianza por desconocimiento, sino por la manera de obrar de las sociedades. Esto se puede observar,
por ejemplo, con el proyecto de ley sobre compañías de seguros registrado por el periódico La Gironda:
El proyecto está inspirado en la más justa y necesaria defensa de los asociados, pues él se
refiere principalmente a exigir a todas las Compañías, nacionales y extranjeras, ciertas
seguridades (capital de garantía), que no son sino una garantía indispensable y salvadora
para los colombianos todos. Es, en una palabra, el aseguro del público contra las mismas
Compañías aseguradoras. Hoy no son aceptables en el mundo comercial las operaciones sin
garantía suficiente. No solamente se trata de «prevenirnos contra las frecuentes y cuantiosas
salidas de numerario para el exterior,» como muy acertadamente dijo el señor General
Uribe Uribe en el Senado, sino que se quiere dar una protección social, que existe en todos
los países civilizados. (Sarmiento, 1912)

Las operaciones con garantía son fruto de la gestión de Kemmerer. Esta posibilitó, además del banco
central, la Contraloría General de la República, influyó en el fortalecimiento de la banca y con esta la
creación de la Superintendencia Bancaria. Efectivamente, la Superintendencia Bancaria de Colombia fue
creada mediante el artículo 19 de la Ley 45 de 1923, año en el que se produjeron reformas legislativas que
permitieron la conformación de un marco institucional para el crecimiento y desarrollo de muchos
sectores fundamentales de la economía nacional. Sin embargo, es necesario anotar que más allá del apoyo
de asesoramiento, la misión Kemmerer tenía entre sus objetivos fundamentales

“consolidar áreas de expansión económica y comercial, asegurarse de un abastecimiento de


materias primas dentro del consorcio mundial y contrarrestar la influencia de Inglaterra,
específicamente en América Latina. Ese último objetivo era el más importante de los de la
misión Kemmerer. En 1913 las inversiones inglesas eran de US$ 531,5 millones y las de
Estados Unidos US$ 72 millones. Para 1929 las inversiones inglesas no habían crecido sino
un 13,6% mientras las norteamericanas habían aumentado un 1241% (Seidel, 1972). La
Misión Kemmerer y el endeudamiento que propició, es la expresión más concreta de la
nueva relación del Estado colombiano en formación con la política económica del
imperialismo estadounidense.” (Peluffo, 2016, p.372)25

Desarrollo económico que para la Superintendencia Bancaria adolecía de un órgano que diera confianza a
los ahorradores e inversionistas. Órgano que no existía por la falta de burocratización de las instituciones
del Estado. En realidad, en la época se desconocía la manera en que funcionaban las sociedades
anónimas, pero básicamente la desconfianza parte de dos aspectos:

i) La legislación colombiana sobre sociedades anónimas era defectuosa e incompleta. El informe


del proyecto de la ley 58 de 1931 dice al respecto que la concentración de capitales abre un campo

a la inversión para los dineros disponibles en el mercado monetario, y la extrema


movilidad de las acciones de las compañías anónimas, fraccionadas en valores
pequeños, al alcance de todas las fortunas, da un carácter de interés público a estas a
asociaciones por el gran número de personas que como accionistas o como acreedores
tiene especial empeño en la solvencia de aquellas instituciones y en su normal
funcionamiento. Por lo cual se justifica que el Poder Público, en guarda de los intereses
y de la tranquilidad social, ejerza sobre ellas una supervigilancia razonable. (p. 14)

Las sociedades anónimas, en Colombia, ya existían, pero no eran consideradas o su acción no era de
interés público. Pasan a ser de interés por la organización del sistema financiero en Colombia y
principalmente impulsado por la banca.

ii) El segundo aspecto está relacionado con el escaso valor dado a las sociedades anónimas en

25
Peluffo, J.C. (2016). Antecedentes de la inserción de Colombia en la economía global 1900-1940.
En Tremolada, E (eds.); El Derecho internacional y su influencia en las ciencias
constitucional y económica modernas. (451-469). Universidad Externado de
Colombia.
15

Colombia. Valor que parte de los abusos de las sociedades anónimas, por lo que en el proyecto de ley se
le pone coto a sus “especulaciones ilícitas y a las maniobras fraudulentas que ponen en peligro la
estabilidad de los valores, representados en las acciones en que muchas personas y entidades han confiado
la suerte de sus ahorraos” (p. 14).

El problema, en concreto, estaba relacionado con el marco institucional de las sociedades anónimas, dado
que no brindaba garantías a los inversionistas. En otras palabras, la falta de burocratización del Estado
frente a las sociedades anónimas. Por esto, el proyecto de la Ley 58 de 1931, que crea la Súper
Intendencia de Sociedades Anónimas, pretende con este organismo generar confianza a los inversionistas.

".

Criticas:

“El ministro ESTEBAN JARAMILLO, en su Memoria de Hacienda de 1931, le dedicó al Banco de la


República este párrafo, por cierto muy diciente: “Y en cuanto al Banco de la República, este
establecimiento estuvo sometido hasta entonces a una organización férrea e intocable, menos para los
bancos accionistas. Conforme a las ideas y los principios que entonces predominaban, el Banco de la
República era una casa en cuyas puertas se podía leer: ‘Aquí no entran ni el Gobierno ni el público, los
únicos que tienen acceso son los banqueros nacionales y extranjeros’”(p.56) 26

”27

Porque, en un ajuste de categorización arbitraria, Jenks explicó: "Si bien los modales de la gente, sus
hábitos de limpieza y decencia, son mejores que los de los chinos, su comida y probablemente su moral
no son mejores, y en diligencia, ahorro, capacidad comercial y moralidad empresarial son claramente
inferiores". (Roberts, p.118) Creyendo que los trabajadores blancos estadounidenses no podían ser
importados a Asia tropical, Jenks conjeturó que la mano de obra china serviría como un sustituto
apropiado porque trabajaban duro y tenían buen sentido comercial; se presumía que eran capitalistas más
naturales. Llenarían el vacío dejado por la ausencia de colonos angloamericanos instruyendo a los
filipinos en buenos hábitos de trabajo. La lógica racial de Jenks combinó el desarrollo económico y la
misión civilizadora.

El ala progresista dentro del Partido Republicano había crecido en oposición al presidente Taft. Bajo el
liderazgo del Senador Robert La Follette de Wisconsin, se fusionaron en un movimiento conocido como
la Liga Nacional Republicana Progresista. La Follette no tuvo éxito político y la mayoría de sus
seguidores se fueron con T. Roosevelt para crear el Partido Progresista. Durante las elecciones de 1912,
los republicanos progresistas apoyaron la candidatura de Theodore Roosevelt contra las de Taft
(republicano titular) y Wilson (demócrata). El programa de Roosevelt contenía, entre otras cosas, las
siguientes propuestas53: el derecho al voto de las mujeres, leyes que prohibían la formación de
monopolios económicos, la elección directa de senadores y la prohibición del trabajo infantil. Roosevelt
obtuvo más votos que Taft, por lo que el Partido Progresista superó al Partido Republicano. En la segunda
vuelta, Roosevelt perdió las elecciones presidenciales frente a Woodrow Wilson, sin embargo, este último
aprobó varias reformas del programa progresista. Entre estas reformas encontramos la ley que crea el
Sistema de la Reserva Federal (1913), las leyes antimonopolio y de supervisión comercial (“Clayton
Antitrust Act” y la “Federal Trade Commission Act” en 1914) y la “Ley Keating-Owen” (1916) sobre las
condiciones de trabajo de los niños54

26
Restrepo, J. C. (2015). Hacienda Pública, 10. U. Externado de Colombia.
27
Roberto T. Alemann (1971) La Alianza para el Progreso. Balance de una década. Academia Nacional de
Ciencias Económicas
16

Interesado especialmente en los aspectos políticos de los problemas económicos, estuvo frecuentemente
en juntas y comisiones gubernamentales e hizo muchos informes sobre problemas de confianza, moneda,
trabajo e inmigración. Como experto financiero, asesoró a los gobiernos de México, Nicaragua, China,
Filipinas y Alemania. Fue más famoso por introducir el sistema estándar de intercambio de oro (GES) en
los países en desarrollo.

La importancia de estas misiones se explica por la expansión económica y comercial hacia el exterior de
los Estados Unidos y también por su creciente importancia como acreedor internacional. Entre 1913 y
1929, las inversiones estadounidenses en América del Sur aumentaron de US$ 72 a más de US$ 900
millones, que estuvo por encima del nivel alcanzado por las inversiones británicas. Como explica
Kemmerer (1927, p. 4): "Es el deseo por parte de los gobiernos extranjeros a través de poner sus casas
financieras en orden, y al causar una impresión favorable en los banqueros e inversores estadounidenses,
facilitar el préstamo de dinero por parte del gobierno en el mercado estadounidense y alentar el flujo de
capital estadounidense a sus costas para las empresas privadas". Kemmerer también creía que la inversión
extranjera dirigía los flujos comerciales (Kemmerer 1916)

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