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El Karma nos pone en nuestro lugar

Parasha Shoftim 
Jueces y Alguaciles pondrás para ti en todas las puertas de las ciudades que el eterno tu
Dios asigna a sus tribus, y juzgaran al pueblo con juicio justo. No torcerás al derecho,
no harás acepción de personas, no admitirás regalos porque el soborno ciega los ojos del
sabio y pervierte los juicio del justo. 
‫׃‬ ‫מִׁשְ ּפַט־צֶ ֽדֶ ק‬ ‫אֶת־ה ָ ָ֖עם‬ ‫ׁשפ ְ֥טּו‬ ָ ‫ ְו‬ ‫ׁשב ֶ ָ֑טיָך‬
ְ ‫ ִל‬  ֖‫לְָך‬ ‫נ ֵ ֹ֥תן‬ ‫ ֱאֹלהֶ ֛יָך‬ ‫ְהו֧ה‬ ָ ‫י‬ ‫ ֲא ֶׁ֨שר‬ ‫ׁשע ֶָ֔ריָך‬ְ ‫ּתִ ּֽתֶ ן־ ְל ָ֙ך ְּבכָל־‬ ‫ְׁש ֹט ְִ֗רים‬
ֽ ‫ו‬ ‫ׁשֹפ ִ ְ֣טים‬ 
 
‫יקם ׃‬ֽ ִ ִ‫צַּד‬ ‫וִ ֽיס ֵַּל֖ף ּדִ ב ֵ ְ֥רי‬ ‫ ֲח ָכ ִ֔מים‬ ‫ֵינ֣י‬
ֵ ‫ע‬ ‫י ְ ַע ֵּו ֙ר‬ ‫ה ַּׁ֗ש ֹחַד‬ ‫ ִּכ֣י‬ ‫וְֹלא־תִ ַ ּ֣קח ׁ֔ש ֹחַד‬ ‫ ָּפ ִנ֑ים‬ ‫תַ ִ ּ֖כיר‬ ‫ׁש ָּ֔פט ֹל֥ א‬
ְ ‫ ִמ‬ ‫ֹלא־תַ ֶ ּ֣טה‬ 
 
‫נ ֵ ֹ֥תן לָ ְֽך ׃ ס‬ ‫ֹלהיָך‬ ֖ ֶ ‫ ֱא‬ ‫ ֲאׁשֶר־י ְהוָ ֥ה‬ ‫אֶת־ ָה ָ֔א ֶרץ‬ ‫ ְוי ַָרׁש ָ ְּ֣ת‬  ֙‫ּתִ ֽ ְחי ֶה‬ ‫ל ַ ְ֤מעַן‬ ‫ּתִ ְר ּ֑ד ֹף‬ ‫ ֶ ֖צדֶ ק‬ ‫צֶ ֥דֶ ק‬ 
 
La Parasha se abre con la palabra: Shoftim se traduce como Jueces. Por otro
lado, menciona a los alguaciles que son los que ejecutan el veredicto del juez. Además
nos habla de soborno y de lo que ocasiona este desequilibrio en el sistema.  
Lo llamativo de esto, es que shoftim viene de la palabra shofet que no es un sujeto
sino un verbo. El Zohar explica que la palabra "juez" significa equilibrio, El papel de un
juez, por lo tanto, es llevar al transgresor al equilibrio y la armonía. También nos
recuerda en esta porción, que existen tres fuerzas dentro de cada uno de nosotros:  
 
1)El poder de dar - la columna derecha, Jesed (compasión), la bondad.  
 
2)La columna de la izquierda, el poder de la recepción, el juicio y la fuerza.    
 
3)La columna central, que es el poder del equilibrio, la misericordia y la armonía.   
 
De acuerdo con la ley hebraica, cuando uno se siente culpable es porque se  ha dado un
paso fuera del balance, y ciertamente este sentimiento pertenece a la columna de la
izquierda que constituye el juicio, siendo el egocentrismo el responsable de esto.
El Zohar dice que shoftim es una mitzva. Es decir, cada uno de nosotros debe servir de
juez para que el otro se mantenga en balance perfecto, por lo cual cada vez que hacemos
algo que desequilibra a los otros  estamos desconectándonos del aspecto de nuestra 
alma asociado con este precepto.   
Recordemos que hemos aprendido que los preceptos son acciones que atraen una
luz, que corresponde a un órgano de nuestro cuerpo equivalente al órgano de nuestra
alma. Así como nuestro cuerpo tiene 248 segmentos, nuestra alma tiene 248 aspectos
equivalente que son la posibilidad de conexión con  Yesod y todo el sistema energético
que hay detrás de el.  Esto es como si Yesod fuera una cortina de donde cuelgan 248
hilos, cada uno tiene un color y una energía determinada que solo puede estar atado a su
equivalente. Asi que cuando realizamos la mitzva,  es como si estuviésemos estirando la
mano para enchufar al órgano a su luz correspondiente, por eso podríamos decir que
literalmente  las mitzvot son las acciones que unen al  cielo con la tierra.   
¿Cual seria nuestro interés en practicarlas? : Tener poder. Recordemos que para poder
ser reyes en este mundo, necesitamos los niveles de alma adicionales que están
suspendido sobre nosotros, esperando a que los hagamos descender a nuestra alma.
Estos niveles solo descienden cuando tienen la vasija apropiada, pero los canales por
donde esos niveles adicionales pueden descender son los hilos que se conectan con
la sefira de Yesod, no hay otros.  
Ahora volviendo al verbo shoftim, tendríamos que preguntarnos: ¿ este verbo que
significa equilibrar, del cual nos habla la Tora, es solo para cuidar de los otros? . La
respuesta es: No. La Tora nos dice: “ pongan jueces y alguaciles en las puertas”.   
Ravi Haim Vital, escriba del sagrado Ari, explico que las puertas son nuestros ojos,
nuestros oídos, nuestra nariz, nuestra boca, es decir todos los orificios por medio del
cual percibimos al mundo. Cada  cosa que miramos, que escuchamos, que palpamos o
que decimos  pasa por un juez que lo coloca en alguna de las 3 posiciones del Árbol de
la Vida.   
Cuando vemos algo que nos perturba es porque indiscutiblemente perdimos el eje
central del Árbol y nos lanzamos hacia la izquierda que es el lado egoísta. Es necesario
comprender que, así parezcamos inocentes de lo que pasa afuera, no podemos percibir
algo que este afuera que no sea una proyección interna, así que lo que sea que nos
moleste, o que nos quite la paz y la armonía es producto del juez parado en las puertas.
Ahora en esto no hay opciones, por diferentes razones que ya hemos estudiado antes, el
medio de percibir al mundo a través de los 5 sentidos tiene un juez automatizado
llamado oponente, así que la energía de esta semana nos da el poder de derrocar al
programa automático, extrayendo nuevos jueces provenientes de los mundos superiores.
Mientras no posicionemos estas nuevas energías en nuestras puertas, los veredictos del
oponente pone a trabajar a sus alguaciles a al calle para ejecutarlos, entonces nuestra
vida se resume en una serie de problemas causado por la manera en como percibimos al
mundo.  Por ejemplo, escuchaste la queja de alguien, al no parar a tu juez en tus oídos
estas permitiendo que lo que esa persona percibió influencie también tu percepción, lo
cual hace que comiences a percibir cosas que antes no estaban en tu campo energético.
En cuanto dejas entrar el caos en tu campo vibratorio, te conviertes en un imán para
atraer más caos por afinidad de forma.   

Por otra parte, Rabi Yosef Caro explicó que la desconexión de una persona comienza en


la vista, de allí el objetivo de la kabalah enseñarnos a mirar  el mundo desde Atziluth.
Así que cuando nos hacemos eco de una publicidad de contenido grotesco o una noticia
negativa no solo nos desconectamos del sistema, sino que al no buscar balancear nuestra
percepción, contribuimos con el caos que hay en el mundo por lo cual, nuestra vida se
vuelve mas caótica.  
 
 la Tora nos habla también de soborno y esto se trata del precio que estamos dispuesto a
pagar cuando actuamos desconectados del sistema. Cada vez que actuamos en
forma egoísta, estamos perjudicándonos a nosotros mismos y a los otros. Es difícil ver
nuestras acciones egoístas porque uno de los mayores perjuicios que nos ocasiona, es
la anulación de la  empatía hacia los otros y hacia el mundo que nos rodea. El asunto es
que la empatía, que no es otra cosa que la capacidad de sentir al otro, es lo que nos
diferencia de los animales, por lo cual sin ella quedamos a merced de ese cerebro reptil
que es nuestra animalidad interna y quedamos totalmente desconectados del
sistema. ¿Entonces porque el egoísmo es tan atractivo para nosotros? Porque
es placentero y es inmediato. El problema es que el placer inmediato es
una concentración de energía vital que se desgasta tan pronto se
libera; al desgastarse agotas los recursos, pues la energía vital desconectada del sistema,
que es lo que necesitamos para tener éxito, armonía, salud y amor, se vuelve  no
renovable. En cambio cuando estamos conectados al sistema recibimos los niveles de
alma adicionales que es lo único que puede renovar nuestra energía vital,  pues
la fuente de donde provienen es infinita.  Si el egoísmo no fuera placentero
no estaría tan anclado en nosotros y no existiría. Así que el ego nos soborna para darnos
ese placer. Cual es el precio que pagamos?  este placer que proviene del caos nos cuesta
nada mas y nada menos la vida. Solo basta ver al mundo para saber con que moneda le 
pagamos al oponente cada día: la humanidad le paga al oponente con la salud, el dinero,
el equilibrio amoroso, etc. Todo lo que falta en el mundo es la luz propia que
le estamos dando al oponente.
 
¿Como hacer entonces? Tenemos que ceñirnos a la regla de esta parasha, cada aspecto
que existe, cada posible caos tiene 3 caras: un lado egoísta, un lado altruista y un punto
medio entre ambos lados, llamado también punto cero.  Así que cualquier cosa que
percibamos con cualquiera de nuestros  sentidos puede ser modificado, porque lo único
que esta sucediendo es que no estamos viendo el otro lado. Al practicarlo se darán
cuenta y me contaran los milagros que se producirán.  
 La mayoría de las cosas que suceden que parecen injustas son producto de reparaciones
de vidas pasadas, por lo cual es difícil entenderlas.  Pero si nos ceñimos del principio
universal que el Zohar nos expuso al principio que dice que  todo lo que existe tiene 3
formas de expresión, entonces si se nos esta pidiendo balance, en donde buscaremos a
los jueces para este fin? la respuesta es simple: extraigamos nuestros jueces y alguaciles
de la sefira de Tiferet, que es la energía que equilibra ambos aspectos (altruismo y
egoísmo) y pongámoslo en las puertas. Hay 3 métodos:  
 
1) Pasemos nuestra percepción por las 3 rejas. Esto se grafica en la siguiente historia:  
El joven discípulo de un filósofo sabio llegó a casa de este y le dijo:   
—Maestro, un amigo suyo estuvo hablando mal de usted.   
—¡Espera! —lo interrumpió el filósofo—.   
¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?   
—¿Las tres rejas? —Sí. La primera es la reja de la verdad. ¿Estás seguro de que lo
que quieres decirme es absolutamente cierto?    
—No; lo oí comentar a unos vecinos, dice el discipulo.    
—Entonces al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad.
Esto que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?    
—El  discípulo respondió: No, en realidad no. Al contrario...    
— ¡Vaya!, dice el maestro:  La última reja es la necesidad.  
¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? pregunto el sabio  
—A decir verdad, no, dijo el discípulo.   
—Entonces —dijo el sabio sonriendo—, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario,
sepultémoslo en el olvido.  
  
2) Una visualización, que para mi es el  método mas eficaz, sobre todo cuando lo que
percibimos escapa de nuestra comprensión. Se trata de que visualizamos un eje que
tiene dos extremos, nos colocamos en el medio, ponemos lo que sea que percibimos en
una esfera de energía y la entregamos a los mundos superiores, visualizando que sube
por el eje central hasta llegar al sol que representa a Tiferet del mundo de Atziluth. Esto
pueden hacerlo en cualquier momento y especialmente en la noche antes de dormir,
pues muchas veces nos acostamos perturbados por la situación que vivimos durante el
día.  
 
3) Ser nosotros quienes producimos que los otros perciban el amor. Por ejemplo: Si
el sonido que los otros perciben proviene de nuestras palabras amorosas, sabias y dulces
irremediablemente los jueces y policías que ejecutan juicio automatico no
tienen opción, sino juzgarnos por lo que le damos a los otros. Si damos amor, nos
retornan amor pues nuestras acciones tienen el poder de inundar la percepción de los
otros. El Zohar explica que cuando estas alegre y  tratas a los otros con amor y   bondad,
vamos a emanar una onda de vibración que solo puede chocar con una vibración similar
por afinidad de forma, produciéndose el retorno de lo que emanaste. Esta es una semana
para decirle te amo a la gente, al mundo y a la vida. Dale cariño y ponte al servicio de
los otros, para que los jueces más bondadosos del sistema estén cuidando tus puertas.  

Para concluir, les recuerdo que en un mes llega el Rosh Hashana y como este mes


de Elul, que comenzamos el sábado, es la preparación para este evento, les quiero dejar
una historia del Baal Shem Tov que esta  asociada a esta parasha y que nos muestra la
importancia de Rosh Hashana:  
 
Un joven estudioso vino al Baal Shem Tov con una pregunta. Había descubierto una
contradicción en las enseñanzas de los Sabios, y quería oír cómo este maestro  lo
resolvería. Este joven le dijo al sabio: Por un lado, dice en el Talmud, que
la parnasá (sustento) que tendrá una persona durante el año entero, se determina
en Rosh Hashaná. Por otro lado, también declara que "a la persona se le juzga cada día"
para darle su sustento. ¿No es una contradicción?  
El Baal Shem Tov llevó al joven Talmudista a la ventana, y apuntó a un aguatero que
pasaba, con un palo atado a su espalda y un cubo de agua enlazado a cada extremo.
"Vamos a hablar con él" lo invitó el maestro.  
"Faivel, ¿cómo estás hoy, mi amigo?"  preguntó El Baal Shem Tov solícitamente.
"¿Cómo está tu salud y tu parnasá, (tu sustento)?"  
"Gracias a Di-s estoy bien", contestó al aguatero, pero suspiró infelizmente. Se quejó
sobre  lo difícil que era llevar los cubos pesados todo el día, y de que apenas ganaba
dinero para sobrevivir. Además, los niños locales lo fastidiaban, y a veces se empujaban
entre si, encima de sus cubos.  
El Baal Shem Tov le respondió al aguatero con unas palabras de aliento y le dio una
bendición. Luego Él y el estudiante volvieron a la casa.  
"No entiendo", dijo perplejo el joven estudiante. "¿Qué tiene que ver lo que él dijo con
mi pregunta?"  
El Baal Shem Tov sonrió y contesto: "Ven mañana a esta misma hora y verás"  
Al otro día, estaban de pie al lado de la ventana del Baal Shem Tov, mientras esperaban
al aguatero. Al verlo, salieron para hablarle de nuevo.  
" ¿cómo están hoy las cosas"? le preguntó el Baal Shem Tov al aguatero.  
"Gracias a Di-s, no puedo quejarme", contestó alegremente el hombre.  
"Mi negocio es estable, después de todo, todos necesitamos el agua. No soy rico pero
sobrevivo. Los cubos son pesados, pero gracias a Di-s, tengo una espalda fuerte"  
"¿Y sobre los niños que te molestan?" Le insistió el Baal Shem Tov.  
"¡Niños!" se rió. "¡Di-s los bendiga! ¿Se supone que los niños son traviesos, ¿no?"  
El aguatero siguió su camino, y el Baal Shem Tov se volvió a su visitante. "¿Ves? Él
hizo lo mismo ayer y hoy; y ganó idéntica cantidad de dinero, sin embargo, sus
sentimientos fueron completamente diferentes.  
Es verdad que el ingreso de una persona durante el año entero es irrevocablemente
fijado en Rosh Hashaná. Pero el cómo recibimos nuestro reparto diario difiere cada día,
dependiendo del juicio diario que hacemos de la vida."  
Con esto me despido hasta la próxima parasha.  
Abrazos  
Maciel  

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