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ADRIAN SADA CUEVA

Adrián Sada Cueva  nació el 30 de diciembre


de 1975 en Monterrey, Nuevo León, México, es un
empresario y gremialista empresarial mexicano, director
general ejecutivo de Vitro, la empresa de vidrio
arquitectónico y automotriz más grande de
Norteamérica.

Adrián Sada Cueva es hijo del empresario Adrián Sada González y nieto del también empresario
Adrián Sada Treviño quienes también fueron directores de la compañía Vitro.
Realizó su educación a nivel profesional en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de
Monterrey. Obteniendo el título de Licenciatura en Administración de Empresas. Continuó con
su educación en la Universidad de Stamford en donde obtuvo el grado de Maestría en Negocios.
.

Uno de los empresarios más jóvenes de México, heredero de una tradición industrial de más de
109 años.

Adrián Sada Cueva es un hombre curtido en el trabajo, que ha vivido una de las historias
empresariales más tortuosa y complicada que haya enfrentado una empresa mexicana. Mientras
luchaba para rescatar el hundimiento financiero que sufrieron durante dos décadas, se
esforzaba en mantener a la empresa a flote haciéndola competitiva y financieramente viable. El
punto clave fue la recuperación accionaria de la empresa en agosto de 2014.

Vitro enfrentó poco más de 400 juicios en contra de los fondos Aurelius y Elliot para lograr su
reestructura. Muchos expertos opinan que este debe de ser uno de los procesos más
complicados para cualquier empresa en la historia.

En este entorno se formó Adrián Sada como líder, empresario e industrial. Sencillo de carácter
llano, pero no por eso menos caballero.

Heredero de una estirpe de industriales entre los que destaca su abuelo Adrián Sada
Treviño y su padre Adrián Sada González.

TRAYECTORIA
 2003, Director General de Vitro Cristalglass
 2006, Director de Vitro Automotriz
 2008, Director de Reestructura Interna de Vitro
 2009, Director General de Administración y Finanzas Envases
 2011, Director General Operativo de Envases
 2012, Director General de Envases
 2013, Director General Ejecutivo de Vitro
 2019, Presidente de CAINTRA (Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León)
Además funge como miembro del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte,
Nemak, Dallas Museum of Art (DMA) y Organización Vida Silvestre.
Vitro es una empresa pública de fabricación de vidrio, fundada en 1909 y con sede en México.
En los últimos años, ha experimentado importantes cambios en su cartera de negocios, desde la
venta de su negocio de envases para alimentos y bebidas,  en la cual Adrián Sada Cueva quien
ocupaba en ese momento el cargo de Director general Ejecutivo de la compañía participó
directamente en la toma de decisión que en ese momento representaba la división más grande y
antigua de Vitro hasta la adquisición en 2016 del negocio de vidrio arquitectónico de la
compañía PPG y PGW Automotive Glass.
Actualmente, Vitro es la empresa de vidrio arquitectónico y automotriz más grande de
Norteamérica.

El 12 de febrero del 2009 es una fecha que la familia Sada quisiera olvidar. Ese día Adrián
Sada González y los directivos de Vitro esperaban una llamada de conferencia con sus
inversionistas institucionales para hablar de la reestructura de la empresa, que se había
declarado en impago semanas antes. Sin embargo, al otro lado del teléfono y del Río Bravo, los
saludaron representantes de los fondos Aurelius y Elliot, con sede en Nueva York, quienes
habían recomprado los bonos de deuda de los tenedores institucionales (bancos) de Vitro. Fue
una sorpresa.

Esa mañana, Adrián Sada y su equipo aún no conocían el alcance ni los antecedentes de estos
fondos, apodados 'buitre', los cuales estuvieron cerca de quebrar y desaparecer a la centenaria
productora de vidrio. Al final, luego de más tres años de negociaciones y litigios, la empresa
subsistió, concluyó su concurso mercantil y ahora, aunque a la mitad de su tamaño, tiene una
perspectiva positiva.

Algunos personajes cercanos a la compañía durante el periodo de reestructura accedieron a


contarme detalles de esta historia, acaso la más tortuosa y complicada que haya enfrentado una
empresa mexicana. Vale la pena desempolvarla ahora que la familia Sada está recomprando las
acciones a los inversionistas que los apoyaron en su reestructura, para trazar el nuevo rumbo de
la compañía.

De agosto del 2014 a junio del presente año la familia Sada recuperó 42 por ciento de las
acciones de Vitro. Adrián Sada González y su hijo Adrián Sada Cueva, quienes quedaron como
presidente y director general de la empresa, respectivamente, se convirtieron en los mayores
tenedores, con cerca de 30 por ciento del capital social.

La primera sacudida a la empresa la dieron hace unos días, cuando anunciaron la venta del
negocio que le dio origen a Vitro en 1909: la productora de envases. "Esta decisión fortalecerá
nuestra empresa y nos permitirá continuar mejorando nuestra posición financiera", dijo Adrián
Sada Cueva, de 40 años, administrador de empresas por el Tec de Monterrey y maestro de
negocios por Stanford, a quien se le encomendó liderar la nueva era de Vitro.

En marzo de 2013, Sada Cueva sustituyó a Hugo Lara como director general de Vitro, quien
encabezó la reestructura de la empresa. Sin embargo, los cercanos al heredero de los Sada
aseguran que él fue pieza clave para lograr los acuerdos con los acreedores y convenció a
inversionistas como Alfredo Harp Helú de comprar acciones de Vitro y mandar una señal de
confianza al mercado.

Acostumbrados a viajar en sus propios aviones privados (prácticamente cada hermano de la


familia tenía el suyo), una de las escenas más fuertes que recuerdan los allegados a los Sada
ocurrió una tarde de marzo del 2010, cuando Adrián Sada Cueva llegó a la sala de espera de la
terminal A del Aeropuerto de Monterrey para abordar un avión de Interjet.

Por esos días, las negociaciones con los acreedores y los fondos buitre para reestructurar la
deuda cercana a los mil 500 millones de dólares estaban en uno de sus puntos más álgidos y la
viabilidad de la empresa en riesgo. "Los Sada llegaron a pensar que lo perderían todo".

Fue entonces que David Martínez, un misterioso empresario regiomontano, conocido también
por poseer un dúplex de 42 millones de dólares en la Time Warner Center de Nueva York que
mide lo doble que las oficinas de su fondo Fintech Advisory, ubicadas a sólo cuatro cuadras de
distancia, entró en acción y adquirió los bonos de deuda de Aurelius y Elliot por cerca de 800
millones de dólares a cambio de garantías de Vitro, entre ellas acciones, terrenos y otros
activos.

David Martínez y los fondos Aurelius y Elliot eran viejos conocidos. Desde años atrás se
habían enfrentado en la reestructura de la deuda pública de Argentina. A diferencia de los
llamados fondos buitre, Fintech aceptó el plan de pago del gobierno de los Kirchner. Hay quien
dice que Vitro se convirtió en una arena más para la pelea que sostenían desde Nueva York.

Sin embargo, Martínez ya está fuera de Vitro. Hace unos días, Adrián Sada González y Adrián
Sada Cueva compraron su participación accionaria de 9.6 por ciento por 2 mil 25 millones de
pesos, con lo que el financiero obtuvo un rendimiento de 405 millones. Aún falta lo que
recibirá, junto con intereses, por los bonos que compró a los fondos buitre.

Fueron muy pocas veces las que los Sada se reunieron con David Martínez. Casi ningún
ejecutivo tuvo acceso a las reuniones porque Martínez paga mucho para mantener un perfil
bajo y pasar desapercibido.

Posdata
Poco más de 400 juicios enfrentó Vitro en contra de los fondos Aurelius y Elliot para lograr su
reestructura. Debe ser uno de los procesos más complicados para cualquier empresa en la
historia.

CONCLUSION
Mi opinión sobre este empresario es que

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