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Pedagoga, Teóloga, Máster en Psicología Holística, Coach y Maestra Angelical.
Herida de rechazo
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¿Cómo sanar entonces la herida del rechazo? ¿es posible vender el miedo a ser
rechazado y creer que hay personas que aceptar a uno tal y cómo es? Por
supuesto, pero el proceso no suele ser fácil, ya que hay que vencer algunas
resistencias, desmontar creencias y valorarse a uno mismo.
El primer paso consiste en ser consciente de esta herida, es decir, aceptar que
forma parte de uno mismo, que se lleva consigo y que influye en las relaciones de
los demás. Solo así se podrá dar salida a todos los sentimientos atrapados y
negados que han sido almacenados en el interior de uno mismo durante tanto
tiempo.
Analizar de qué forma afecta a las relaciones con los demás es un gran punto de
apoyo porque señala bajo qué tipo de situaciones estar más alerta, para no dejarse
llevar por las creencias irracionales y cómo actuar. Al fin y al cabo, quien se ha
sentido rechazado profundamente, piensa que siempre lo será y esto no es
verdad.
El siguiente paso conlleva un ejercicio de sinceridad y compasión, tanto con uno
mismo como con los demás. En primer lugar, se trata de perdonarse por el trato
que uno mismo se ha dado durante tanto tiempo y en segundo lugar, perdonar a
los demás. Quizás este último sea más complejo, pero en la mayoría de las
ocasiones las personas que han herido lo han hecho de la mejor forma que han
podido, además de sus heridas y sufrimientos. Eso sí, aquí conviene aclarar que
perdonar no implica retomar el contacto si no es posible, sino liberar el rencor y
los sentimientos negativos por el trato recibido.
Por último, es necesario comenzar a aceptarse, cuidarse, valorarse, comprender
y tenerse en cuenta. Algo que al principio suele ser bastante complejo porque no
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