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SEMANA ANDINA DE PREVENCIÓN DEL EMBARAZO EN LA INFANCIA Y LA

ADOLESCENCIA
COMISIÓN NACIONAL INTERSECTORIAL PARA LA PROMOCIÓN Y GARANTÍA DE LOS DERECHOS
SEXUALES Y REPRODUCTIVOS

Anexo Técnico 1 – Lineamientos para el desarrollo de la Semana Andina para la Prevención del
Embarazo en la Infancia y en la Adolescencia en Colombia 2022

¿Por qué fortalecer y acelerar la prevención del embarazo en la infancia y la adolescencia?

● En Latinoamérica y el Caribe, el 65% de los embarazos de adolescentes entre 15 y 19 años


no son planeados, lo que ubica a la región en el primer lugar a nivel global. Los embarazos
en la infancia y la adolescencia ponen de manifiesto las inmensas inequidades sociales,
educativas y económicas por razones de género, etnia, ruralidad, migración, conflicto
armado y discapacidad, al tiempo que las perpetúa la pobreza, pues impiden a niñas y
adolescentes superar estas inequidades a las que se ven sometidas.
● La pandemia agudizó las barreras de acceso a servicios e insumos de salud sexual y
reproductiva, protección, justicia y educación, que afectaron primordialmente a las niñas y
adolescentes más vulnerables. Así mismo, aumentó los riesgos y las barreras para la
atención de violencias por razones de sexo y género, incluida la violencia sexual.
● Más de dos años después de iniciada la pandemia por Covid19, se observan efectos
preocupantes en las vidas de niñas y adolescentes, y en el ejercicio y garantía de sus
derechos sexuales y reproductivos por causa de los impactos sociales, económicos, en salud
y en educación derivados de la emergencia sanitaria. Esto se refleja en los siguientes datos:

○ Según datos preliminares de Medicina Legal, en 2021 se registraron 7.973 casos de


violencia sexual en niñas de 10 a 14 años, cifras que representan el 42,6% de total
de casos en mujeres1.
○ Entre 2019 y 2020, los casos de niñas y adolescentes de 10 a 19 años que ingresaron
a proceso administrativo de restablecimiento de derechos por violencia sexual
aumentaron en 5.8% (de 8.011 a 8.474). Entre 2020 y 2021, el aumento de casos
por violencia sexual en niñas de 10 y 14 años fue de 43% (6184 y 8821,
respectivamente); y en adolescentes de 15 a 19, de 48% (2290 y 3393,
respectivamente).2
○ De manera preliminar, Medicina Legal registró que entre enero y junio del 2022,
11.315 mujeres fueron víctimas de violencia sexual, 81% de ellas menores de 18
años y 16.960 mujeres víctimas de violencia por parte de su pareja.3
○ En los análisis realizados por el Ministerio de Salud y Protección Social, se ha logrado
identificar que entre 2005 y 2020 se han presentado en Colombia 97.562

1 Instituto Nacional de Medicina Legal, 2021. Información preliminar de lesiones no fatales de causa externa en Colombia. Enero a
diciembre de 2021. Recuperado de: https://www.medicinalegal.gov.co/cifras-de-lesiones-de-causa-externa
2 ICBF, Sistema de Información Misional SIM. Junio de 2022.
3
Instituto Nacional de Medicina Legal, 2022. Observatorio de violencias. Cifras preliminares de lesiones de causa externa en Colombia.
2022. Recuperado de: https://www.medicinalegal.gov.co/cifras-de-lesiones-de-causa-externa.
nacimientos en niñas de 10 a 14 años, en el 10 % de los casos se ha reportado en el
certificado de nacido vivo estado civil de unión libre mayor de dos años, en el 37 %
se ha reportado unión libre menor de 2 años, y en el 0.57 % estado civil casada, este
último reporte representa 564 niñas de 10 a 14 años en situación de matrimonio
infantil.
○ Según datos preliminares del DANE4, los nacimientos en niñas de 10 a 14 años
aumentaron entre el año 2019 y 2021 en un 7% (4.301 a 4.708), siendo el único
grupo de edad con incremento. Entre adolescentes de 15 a 19 años, el total de
nacimientos disminuyó en 4% (2020: 110.672, 2021: 106.381).
○ De acuerdo con el Minsalud, aunque se ha logrado reducir la fecundidad
adolescente en el grupo de 15 a 19 años, no se evidencia una disminución en el
porcentaje de embarazos subsiguientes en adolescentes de 15 a 19 años de edad,
que para el año 2021 se ubicó en un 21 %. Es decir, adolescentes que ya han tenido
un embarazo o han sido madres, nuevamente han tenido un segundo o tercer
embarazo siendo adolescentes.
○ Aunque se ha logrado incrementar en un 17 % el número de adolescentes que
reciben atención en salud relacionada con la anticoncepción pasando de 325.524
personas atendidas en 2019 a 381.608 en el 2020, se requiere fortalecer el acceso
efectivo a métodos anticonceptivos de larga duración en niñas y mujeres
adolescentes que ya han estado en embarazo.

Colombia debe intensificar los esfuerzos para acelerar la reducción de brechas e inequidades entre
poblaciones que afectan principalmente a las niñas y adolescentes más vulnerables; y eliminar
definitivamente el embarazo en niñas de 10 a 14 años mediante la prevención y atención de
violencias basadas en género – VBG, el restablecimiento de los derechos, acceso efectivo a servicios
de salud sexual y reproductiva, y educación integral en sexualidad.

¿Por qué hablar de violencias basadas en género en la Semana andina de prevención del embarazo
en la infancia y la adolescencia?

● En Colombia todos los actos sexuales con niñas y niños menores de 14 años son
considerados violencia sexual y están tipificados como un delito.
● Los embarazos en niñas de 10 a 14 años reflejan la urgente necesidad de visibilizar lo
invisible respecto a las VBG, atendiendo esta crisis que tiene consecuencias para el
desarrollo del curso de vida, afectando de manera grave su salud y el ejercicio de los
derechos sexuales y derechos reproductivos - DSDR - de las niñas y las mujeres.
● Por lo general, muchos de estos embarazos ocurren en dinámicas que reflejan las
desigualdades e inequidades, reforzando normas sociales que sostienen las VBG, por
ejemplo la constitución de relaciones desiguales de poder que agudizan condiciones de
vulnerabilidad aumentando el riesgo de niñas y adolescentes de ser víctimas de las
diferentes formas de violencia: física, sexual, psicológica, económica y patrimonial.
● Estos embarazos en la infancia y la adolescencia deben considerar determinantes
relacionados con las normas sociales y de género, que atribuyen a las mujeres roles de
maternidad y cuidado, y que por lo general han naturalizado y normalizado el embarazo, sin

4
DANE, Nacimientos 2020 (publicadas el 14 de febrero de 2022) y Nacimientos 2021 – preliminar (publicadas el 28 de junio de 2022)
Nacimientos 2021 (dane.gov.co)
reconocer las diferentes formas de violencia a las cuales pueden estar expuestas o que
desconocen el derecho de las mujeres a decidir si se desea o no tener hijos/as a qué edades,
cuántos y con qué espaciamiento.
● Es importante considerar la violencia sexual como una forma de violencia de género que
recae sobre las niñas y adolescentes, violencia que se ejerce con frecuencia en entornos que
se consideran deberían ser seguros, como los hogares, generando afectaciones sobre su
salud física, mental y su desarrollo integral.
● Prácticas nocivas como los matrimonios infantiles y uniones tempranas (MIUT) continúan
siendo una práctica común y “normalizada” que tiene unas afectaciones sobre la calidad de
vida y los proyectos individuales de las niñas y adolescentes, generando que abandonen sus
estudios para dedicarse al cuidado de las hijas/os y las tareas del hogar, teniendo mayor
riesgo de vivir en la pobreza y ser víctimas de otras formas de VBG.

Lo anterior refleja la necesidad de ampliar la mirada y fortalecer las acciones orientadas a


prevenir y atender los embarazos en la adolescencia, así como a facilitar la implementación y
garantizar el acceso efectivo a las rutas de atención y prevención de violencia sexual y otras
formas de violencias de género que siguen impidiendo a las niñas y adolescentes desarrollar
todo su potencial y vivir el ejercicio de su sexualidad libre de cualquier tipo de violencia.

Tres grandes apuestas para avanzar en la prevención del embarazo en la infancia y la adolescencia
y en las violencias basadas en género:

PROMOCIÓN DE LOS DERECHOS SEXUALES Y LOS DERECHOS REPRODUCTIVOS (DSDR):

La evidencia señala que cuando se promueve el ejercicio de los DSDR se empodera a niñas,
niños, adolescentes y jóvenes al mejorar sus aptitudes analíticas, de comunicación y otras para
la salud y el bienestar en relación con: sexualidad, derechos, relaciones intra e interpersonales
saludables y equitativas, normas culturales y sociales, igualdad de género, la no discriminación,
identificación y prevención de las VBG, consenso e integridad corporal, abuso sexual, prevención
del embarazo en la infancia y la adolescencia y prácticas nocivas tales como el matrimonio
infantil y las uniones tempranas.

A partir de esto se recomienda:

● Tomadores de decisiones deben hacer explícita la promoción y garantía de los derechos


sexuales y los derechos reproductivos a través de:
○ Incorporación de programas y estrategias para la promoción y garantía de estos
derechos en los planes de desarrollo nacional, departamental y municipal.
○ Destinación de recursos adecuados para la ejecución de acciones encaminadas a la
promoción y garantía de los DSDR.
○ Fortalecimiento técnico de las instancias de coordinación interinstitucional e
intersectorial para la promoción de los derechos de niñas, niños, adolescentes y
jóvenes, con énfasis en los DSDR.
○ Fortalecimiento de la mirada interseccional en la planeación y ejecución de acciones
de promoción, que incorporen los diferentes enfoques de derechos, género,
étnicos, poblacional, curso de vida, discapacidad, entre otros.
○ Adelantar acciones concertadas a nivel comunitario de sensibilización, información,
garantía y herramientas para la exigibilidad de DSDR.

● Incentivar la participación activa de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en la planeación,


ejecución y evaluación de las acciones de promoción de sus DSDR en sus territorios.
● Fortalecer a las familias como corresponsables de la protección integral de niñas, niños y
adolescentes y promover los hogares como entornos protectores y espacios seguros.
● Vincular a las familias y actores comunitarios en la planeación, ejecución y evaluación de
acciones de promoción de los DSDR a nivel local y territorial.
● Promover los DSDR desde los entornos educativos públicos y privados (centros infantiles,
instituciones educativas e instituciones de educación superior) y constituirlos como
verdaderos entornos protectores y espacios seguros.
● Continuar promoviendo la Educación Integral para la Sexualidad - EIS - dentro y fuera de la
escuela, con el personal del sector salud y agentes educativos para que brinden EIS a niñas,
niños, adolescentes y jóvenes con base en información científica y con enfoque de derechos
y de género.
● Generar contenidos de comunicación y educación en el marco de la promoción de DSDR,
con un lenguaje claro, sencillo, pertinente, inclusivo, actualizado y con un enfoque de curso
de vida.
● Liderar acciones encaminadas a la promoción de los DSDR, la salud menstrual, el derecho a
la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), “desnaturalizar” el matrimonio infantil y las
uniones tempranas.
● Continuar realizando acciones de movilización social en entornos digitales, publicaciones en
redes sociales y en medios de comunicación encaminadas a la promoción de los DSDR.
● Intensificar el abordaje de los imaginarios, mitos, estereotipos y falsas creencias en torno a
la vivencia de la sexualidad.
● Continuar promoviendo acciones de autocuidado, respeto por el cuerpo, la autonomía, la
libertad sexual y reproductiva.
● Diseño e implementación de acciones de sensibilización orientadas a transformar las
normas sociales y prejuicios frente a los DSDR para favorecer su ejercicio y garantía.
● Contar con información y datos estadísticos que apoyen el análisis, visibilicen la situación y
sensibilicen a la sociedad sobre la importancia de abordar estos temas en forma adecuada
desde la primera infancia.
● DSDR no es lo mismo que embarazos: Promover una visión más amplia de estos derechos,
en el marco de los derechos humanos.

PREVENCIÓN DEL EMBARAZO EN LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIAS, Y DE LAS VIOLENCIAS


BASADAS EN GÉNERO:

En el 2018, las mujeres que tuvieron un hijo/a en la adolescencia dejaron de recibir un estimado
de 1,1 billones de pesos en sus ingresos, por tener una mayor tasa de desempleo.

Las mujeres que fueron madres entre 10 a 19 años recibieron en promedio 23,5% menos de
ingresos laborales en 2018
Colombia perdió́ 3,6 billones de pesos anuales por brecha de ingresos existente entre: mujeres
que fueron madres en la adolescencia y las que postergaron su maternidad para la edad adulta5

Teniendo en cuenta lo anterior es necesario:

● Identificar y reconocer los determinantes sociales específicos que inciden en los embarazos
en la infancia y la adolescencia y su relación con las violencias basadas en género.
● Involucrar en las acciones de prevención no solo a niñas y mujeres, sino incluir a niños y
hombres de sus entornos para contribuir a la resignificación de las normas sociales de
género y la construcción de masculinidades empáticas y corresponsables.
● Favorecer el acceso de adolescentes a los servicios de salud sexual y reproductiva,
incluyendo la oferta en anticoncepción y el acceso a la IVE.
● Generar estrategias de difusión y empoderamiento frente a la oferta y rutas de atención
especializadas para la prevención del embarazo y las VBG.
● Garantizar el diseño, implementación y acceso a las acciones de promoción a los DSDR,
prevención de las VBG y a la garantía de una vida libre de violencias, en los diferentes
momentos del curso de vida, con énfasis en primera infancia, infancia y adolescencia.
● Generar acciones de prevención acordes a los contextos del país y que respondan de
manera efectiva a las necesidades de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (conflicto
armado, movilidad humana, minería, entre otras)
● Fortalecimiento de las competencias (conocimiento, actitudes, habilidades y practicas) de
actores institucionales para la prevención del embarazo en la infancia y la adolescencia y la
VBG.
● Reconocer las VBG en espacios públicos y promover acciones para que éstos se constituyan
en espacios seguros.
● Generar espacios para la resignificación de las normas sociales en la familia y comunidad
alrededor de las VBG, del embarazo en la infancia y el embarazo en la adolescencia,
haciendo énfasis en la prevención y garantizando una adecuada atención de los embarazos
de niñas menores de 14 años en el marco de la prevención y atención integral ante las
violencias sexuales y de género.
● Vincular a las niñas, niños y adolescentes en el diseño, ejecución y evaluación de las acciones
y estrategias de promoción de los DSDR y prevención del embarazo en la infancia y la
adolescencia y las VBG.
● Reconocer y comprender el impacto que las VBG, el embarazo en la infancia y la
adolescencia y las prácticas nocivas, como los MIUT, generan sobre el desarrollo integral de
los individuos y comunidades.
● Incluir el enfoque diferencial, de género e inclusión en todas las acciones de prevención de
las VBG y del embarazo en la infancia y la adolescencia.
● Facilitar el acceso oportuno a los datos y fuentes estadísticas, con el objeto de orientar su
uso adecuado en la planeación de las acciones de prevención de las VBG y el embarazo en
la infancia y la adolescencia.

5 Estudio Milena, Costos sociales y económicos del embarazo en la niñez y adolescencia en Colombia (UNFPA, 2020)
ATENCIÓN INTEGRAL A VIOLENCIAS:

En el 2021, se presentaron 4.708 nacimientos en niñas entre los 10 y 14 años, y el ICBF reporta
que solo 710 gestantes y lactantes en estas edades ingresaron a proceso administrativo de
restablecimiento de derechos.
¿Dónde están las otras 3.998 niñas?

Colombia cuenta con un amplio marco normativo, protocolos y rutas de atención como:

● Resolución 459 de 2012: Modelo y Protocolo de Atención Integral en Salud para Víctimas de
Violencia Sexual, que incluye profilaxis pos-exposición para VIH, ITS y anticoncepción de
emergencia.
● Ley 1620 de 2013, por la cual se crea el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación
para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención
y Mitigación de la Violencia Escolar.
● Ley 1257 de 2008, por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de
formas de violencia y discriminación contra las mujeres.
● Sentencias C-355 de 2006 y C-055 de 2022 sobre la despenalización del aborto hasta las 24
semanas de gestación, y bajo las 3 causales que se aplican desde 2006 para embarazos que
superen estas semanas de gestación.
● Resolución 3280 de 2018 del Ministerio de Salud: adopta las indicaciones técnicas para la
atención en salud con un enfoque de curso de vida (infancia, adolescencia, juventud…), e
incluye intervenciones de obligatorio cumplimiento para el sector salud sobre
anticoncepción, Interrupción Voluntaria del Embarazo y educación para la salud.
Con el propósito de superar los retos para que los derechos de las víctimas de VBG sean
garantizados y las rutas funcionen, se recomienda:
● Identificar y resignificar mitos, prejuicios, normas y estereotipos sobre los géneros y las VBG,
especialmente aquellas ejercidas hacia niñas y adolescentes, con el fin de contribuir a la
superación de los miedos a recibir y atender víctimas de violencias sexuales.
● Difundir y capacitar a la comunidad educativa (Directivas, administrativos, docentes, padres
de familia y estudiantes) en la implementación de la Ley 1620 de 2013, para contribuir en la
identificación y generar reacción oportuna y adecuada ante situaciones de violencias sexuales,
perpetradas por otros estudiantes o por docentes.
● Mejorar la calidad en los servicios de salud que realizan atenciones a adolescentes y jóvenes
a través de la implementación de estándares de calidad donde se vincule al adolescente y
joven en la evaluación de los servicios de salud. Promover el servicio de salud como un espacio
amigable y de protección para niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
● Establecer mecanismos de comunicación y trabajo eficiente entre las comunidades y la
institucionalidad, con el objeto de enriquecer las rutas de atención y facilitar su
implementación con base los consejos, requerimientos y necesidades de las comunidades afro
e indígenas y otras poblaciones vulnerables.
● Garantizar la inclusión operativa de los enfoques en las atenciones a víctimas de VBG: enfoque
basado en derechos humanos, enfoque de género, enfoque diferencial, enfoque
interseccional, enfoque centrado en la persona sobreviviente, personas con discapacidad
entre otros.
● Identificar y caracterizar barreras de acceso a la atención en salud en zonas rurales y rurales
dispersas, y establecer estrategias para superarlas.
● Sensibilizar, formar y comprometer al talento humano de los sectores salud, protección y
justicia que atienden violencias. Este fortalecimiento de capacidades debe estar enmarcada
en curso de vida e intersección de violencias.
● Difundir ampliamente los derechos de las víctimas de VBG, incluyendo las violencias sexuales,
así como dar a conocer la oferta institucional y las rutas integrales de atención.
● Adaptar la ruta de atención integral a víctimas de VBG al contexto territorial.
● Promover la consolidación, análisis e intercambio de información y datos en los mecanismos
articuladores para el abordaje integral de las violencias por razón de sexo y género.
● Brindar información clara, oportuna y libre de prejuicios sobre el derecho a la interrupción
voluntaria del embarazo, según la Sentencia C-055 de 2022, y garantizar su acceso oportuno
y con calidad dentro del Sistema de Salud sin barreras.
● Promover que los organismos de control asuman su rol de exigibilidad en el cumplimiento de
las normas por parte de los garantes de derechos.

Comisión Nacional Intersectorial para la Promoción y Garantía de los Derechos Sexuales y


Derechos Reproductivos

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