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CAPÍTULO 1
.. CON·TENIDOS: .
1. ¿Grupo o Equipo?
2. 'l,Erf·qué momento se ehcuentra su equipo?
3. La motivación. :; ·
9
Como seres humanos necesitamos ser reconocidos por los demás, sentirnos
útiles y apreciados. Por eso es una suerte poder trabajar en equipo, porque ade
más de ganarnos el pan tenemos la oportunidad de enriquecernos como perso
nas. ¿Hay algo más importante que disfrutar mit:mtras trabajamos? Posiblemen
te estas horas sean el 60 % de nuestro tiempo diurno, el 60 o/o de nuestras
vidas... Por consiguiente crear un ambiente de trabajo idóneo es imprescindible ·
para lograr cotas satisfactorias de productividad, pero también para ser algo
más felices. Hay una relación proporcional entre la productividad de un equipo
y el confort de cada uno de los miembros que lo integran. Esta relación poco a
poco es comprendida en el mundo de la empresa, pero desafortunadamente no
siempre se sacan las conclusiones oportunas. Si cuando usted se levanta por la
mañana piensa en las horas que le aguardan con un escalofrío recorriéndole la
espina dorsal. .. es que algo falla.
En el presente capítulo abordaremos los aspectos que identifican a un equi
po como tal, y las peculiaridades de los equipos de alto rendimiento.
l. ¿GRUPO O EQUIPO?
�'Un equipo funciona sobre la base objetiva de unas demandas que recibe y
unos servicios que ofrec é�
y sobre otra base subjetiva: �la interdependencia
y confianza entre sus miembros� Un equipo funciona mal si cualquiera de esos
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Algunos equipos están irremisiblemente perdidos porque no puede surgir
confianza ni prestigio entre sus miembros. Pero no es una situación frecuente:
lo más normal es que haya una parte del equipo «moton>, y otra parte menos
consolidada, pero gravitando alrededor de este núcleo. También es frecuente
que algunas personas del equipo sean rechazadas de manera más o menos clara
por la totalidad o una parte del equipo. Esta es la realidad.
Un equipo de alto rendimiento lo definimos como aquel capaz de optimizar
los recursos de los que dispone, (materiales y humanos), para producir bienes
o servicios por encima de la media producidos por equipos similares. Un equi
po de alto rendimiento pocas veces sabe que lo es. Los equipos pasan por eta
pas de productividad altas y bajas, dependiendo de múltiples factores, y ade
más los parámetros que miden la productividad de los equipos (¡cuando
existen!) suelen adolecer de muchos defectos. Pero podemos basarnos en va
rios criterios para afirmar que un equipo está situado en la franja de «alto ren
dimiento»:
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- El momento que vive el equipo: ¿es un equipo animado, con ganas de
avanzar, con nuevos proyectos y alta creatividad? ¿o por el contrario se
encuentra en regresión?
- La dinámica interna del equipo: ¿es un equipo que acaba de empezar, o
por el contrario se encuentra en su madurez? ¿los papeles están bien re
partidos?
- La orientación básica del equipo: ¿se orienta el equipo hacia el logro de be
neficios personales, o más bien hacia la obtención de productos u objeti
vos?
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• EQUIPO EN EXPANSIÓN
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Un equipo no puede permanecer indefinidamente en expansión sin que se
establezca un equilibrio entre esfuerzo y premio. Este equilibrio puede conse
guirse mediante una recompensa ajustada al esfuerzo, o porque el equipo se las
ingenia para disminuir su esfuerzo subjetivo, aunque sea a base de no dar res
puesta a las demandas que le llegan. Por cualquiera de estas dos vías deviene
«equipo estable», y si no se da este equilibrio, se convertirá en un equipo en re
gresión o en pugna.
• EQUIPO EN REGRESIÓN .
El equipo en regresión puede serlo porque sus capacidades exceden a las de
mandas, o porque se ve incapaz de afrontar dichas demandas.
En el primer caso estaríamos frente a un equipo donde se necesita redimen
sionar la plantilla. Si este redimensionado no se produce o no puede producir
se (pensemos por ejemplo en un Gabinete donde sobran profesionales, pero
nadie quiere irse), puede ocurrir dos cosas:
a) Los diferentes miembros luchan por los pocos encargos existentes. Esta
riamos en un clima empresarial de beneficio por trabajo realizado. Este
clima conlleva rivalidades y envidias para hacerse con parte del pastel.
Las tensiones cada día se hacen más insoportables, hasta que eclosionan
en forma de crisis abierta: equipo en pugna.
b) Los diferentes miembros no tienen interés por trabajar porque saben que
al final de mes van a cobrar lo mismo. Estaríamos hablando, en general,
de un tipo de organización funcionarial. En tales casos se crea un am
biente excesivamente relajado, una adaptación a la ineficiencia que lleva
fácilmente al «tonto quien trabaje», con mucho tiempo para las camari
llas, las intrigas y el llenar el tiempo sobrante con juegos sociales y jue
gos de poder (ver capítulo 6).
• EQUIPO EN PUGNA
Un equipo puede estar peleado por muchos y variados motivos, pero casi
siempre porque hay un desequilibrio entre:
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- Los de arriba y los de abajo, eso es, los que mandan y los que obedecen,
no se entienden.
- Los de la derecha y los de la izquierda (en un sentido de camarillas), no se
entienden.
• EQUIPO ESTABLE
Al cabo de unos años casi todo equipo llega a estabilizar su situación. Algu
nos funcionan solos: las tareas son tan claras, las demandas tan regulares, y el
sistema de retribución e incentivos tan ajustado, que asemejan un reloj perfec
tamente calibrado. Cuando hay que trabajar más todo el mundo sabe cuál es su
papel, qué se espera de él o ella, y el beneficio que recibirá por el sobreesfuer
zo. Siguiendo el símil del reloj: estaríamos ante un equipo «automático». Pero
hay otros equipos estables que necesitan tener «pilas» o que se les dé cuerda
para funcionar...
Estos equipos exigen un enorme esfuerzo de liderazgo para estabilizarse.
Sería el caso, por ejemplo, de equipos sometidos a vaivenes en sus requeri
mientos de productividad (períodos de relativa calma seguidos de períodos
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agobiantes), a cambios constantes en su composición, organización y procedi
mientos, y con unas reglas de juego incapaces de incentivar a quien más traba
ja. ¿Cómo pueden llegar a ser estables equipos de este tipo?
El equilibrio puede alcanzarse por varios sitios:
3. LA MOTIVACIÓN
Los conflictos interpersonales aparecen casi siempre porque hay «buenas ra
zones» para ello:
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- «No hay derecho, yo trabajo más que Mercedes y en cambio ella recibe
las felicitaciones.»
- «El jefe permite que Gerardo llegue tarde y rinda poco... ¡pues se va a en
terar!.»
- «Cada vez que propongo algo Rosalía me boicotea... ¡pues yo también
boicotearé sus propuestas!.»
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Lograr relaciones de calidad entre los miembros de un equipo resulta tan im
portante que a ello dedicamos varios capítulos de este libro, pero le invitamos
en la Tabla 3 a que se aproxime a una autoevaluación.
«Juana, he observado que tienes mucha habilidad para los gráficos. Va
mos a instalar un ordenador y he pensado en ti para esta responsabilidad,
¿te parece bien?»
- «Roberto, se ha suscitado una discusión en el equipo sobre la convenien
cia de emprender un Proyecto conjunto con la Empresa X. Tú eres la per
- sona más adecuada para estudiar a fondo este asunto y rendir un informe
en la próxima reunión de Coordinación General.»
- «A partir de ahora la responsabilidad de Formación Continua va a llevarla
José Antonio.»
ló
responsabilidades remuneradas, e incluso a veces ni tan siquiera será una res
ponsabilidad concreta: puede tratarse de un status oficial de «experto en tal ma
teria». Otras veces, en cambio, podemos potenciar liderazgos focales; por ejem
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Cuadro 2. Un lugar para cada persona
Los equipos atraviesan por diferentes fases que condicionan en gran medida
su cohesión y rendimiento.
Podemos distinguir una situación de partida. La mejor de las situaciones de
partida posibles sería cuando:
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• la composición del equipo va cambiando sin ningún criterio de idoneidad
y sin que el equipo o su responsable tengan poder de decisión alguno.
• no hay sanciones: ni positivas ni negativas, como tampoco un beneficio
económico relacionado con la productividad.
Tal vez sea este último reto el más sutil. Los equipos suelen operar con la
fantasía de que «las tareas que se desarrollan son responsabilidad del jefe».
Esta creencia es falsa y, de aplicarse, conduce directamente a equipos encasi
llados en la rutina. Por el contrario el equipo que poco a poco parcela activida
des y admite «propietarios de procesos», con márgenes de decisión, libera las
fuerzas creadoras de sus miembros.
La persona que atiende las llamadas es propietaria de este proceso: atención
telefónica de los clientes. Pero esta persona se verá motivada no sólo porque se
la reconozca responsable de este proceso, sino porque participa de un Ethos co
lectivo caracterizado por el esfuerzo y el orgullo de sentirse parte de un «buen
eqUipO»;
El Ethos colectivo puede construirse a partir del egoísmo o la solidaridad:
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Un equipo llega a su madurez cuando sus componentes dejan de experimen
tar la necesidad de autoafirmarse. Su lugar queda claro. Cada cual tiene su pa
pel y un sistema de relaciones a su alrededor.
Los equipos maduros se distinguen porque tienen una superposición entre
los papeles formales -las jerarquías- y una red de relaciones afectivas. Esta red
afectiva nos hace sentir «entre amigos» o «entre técnicos», nos aproxima a
unos y nos distancia de otros, hace que escuchemos con atención a zutano y
con prevención a mengano, etc. La red emocional de los equipos maduros ex
plica casi siempre las llamadas agendas ocultas.
Las agendas ocultas son intereses u objetivos que no pueden ponerse encima
de la mesa porque en el fondo... son inconfesables. Responden a rencillas, ren
cores, ambiciones, venganzas, prejuicios, conflictos históricos o deseos contra
rios a los objetivos explícitos del grupo, o a las normas que el equipo se ha do
tado. Pueden dirigirse contra el responsable del grupo, o contra otros
compañeros o grupos de compañeros (ver Cuadro 3).
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Tabla 4. Afrontar agendas ocultas
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Hay dos maneras de mirarse un equipo. La primera y más obvia dice así:
O bien:
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O bien:
- Una causa primaria o primordial: una persona que en concreto llega tarde
al trabajo, o no se esfuerza, o se pelea... y que actúa así movida por «sus
razones» o sus «intereses».
- Una causa secundaria u organizativa: no hay relojes que controlen lás en
tradas y salidas de los empleados, hay una escasa intervención en los con
flictos que surgen entre los trabajadores, no se producen entrevistas de
rendimiento...
- Una causa terciaria o de diseño: un sistema o varios sistemas no funcio
nan adecuadamente. Por ejemplo: no hay un sistema de incentivación so
bre el rendimiento, o este sistema tiene serios errores de concepción; o
bien no hay un sistema de seguimiento del clima de equipo (o de la cali
dad de vida profesional).
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EL INDNIDUO EN E L E QUIPO
El patrimonio más valioso de los equipos de alto rendimiento sube cada día
por las escaleras o los ascensores de la empresa. Y si esta premisa nos la creyé
ramos de verdad... al menos aplicaríamos a nuestros compañeros el mismo
afecto que profesamos a nuestros objetos más preciados ... «¿Sólo eso?», al
guien se preguntará «¡al menos eso!», le responderíamos.
Si fuéramos consecuentes con la premisa anterior no ahorraríamos esfuerzos
en la selección de nuevos compañeros. No basta considerar la valía de una per
sona en abstracto... debemos verificarla en y para ese equipo en concreto. Un
equipo de alto rendimiento empieza en la fase de selección: el mismo proceso
de selección debe «explicar>> a los candidatos el tipo de esfuerzo que se les
pide, el tipo de ambiente laboral por el que están apostando. ¡Un buen proceso
de selección es el mejor curso preparatorio para entrar en el Ethos -es decir, en
el esfuerzo y la filosofia- de un equipo de alto rendimiento!
Por otro lado los recién llegados deberían beneficiarse de un plan de acogida con:
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es bueno que surjan dichas afinidades. En cambio cuando mezclamos los
que a nuestro entender son «buenos» trabajadores con otros «mediocres»,
con la esperanza de que los primeros contagiarán con sus virtudes a los
segundos... podemos obtener exactamente la ecuación inversa, dependien
do de muchos factores y un poco también del azar.
- Los conflictos son inseparables de la condición humana. Hay que afron
tarlos con naturalidad, sin dramatismos, aplicando las normas de la Ta
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- Usted tiene un relieve del equipo en su mente: los valles del equipo son
las personas que «cuentan poco»; las montañas, aquéllas que usted va
lora como «claves». Una de las tareas para asegurar cohesión de equipo
es hablar y comunicarse con los «valles» del equipo, a fin de igualar el
terreno con las «montañas». Puede hacer auténticos descubrimientos,
entre otras razones porque algunos valles en realidad cuentan mucho en
�a vida del equipo, y usted posiblemente no se había dado cuenta de
·ello . .
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DINÁMICA DE GRUPO
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Los equipos de alto rendimiento necesitan un equilibrio entre papeles de ta
rea y papeles de cohesión. En general resulta más dificil encontrar personas
que sepan cohesionar que pers<:mas orientadas a tareas. Si usted descubre una
persona especialmente dotada para crear a su alrededor un clima agradable,
¡procure por todos los medios que se quede en el equipo! Hay muchas personas
capaces de trabajar duro, pero muy pocas capacitadas para hacer su entorno
agradable. Si además se trata de una persona que sabe metabolizar la agresivi
dad o irritación de determinados elementos del equipo, puede llegar a hacerse
imprescindible y desempeñar un papel más importante que el del propio con
ductor.
En cuanto al papel del conductor, se espera de él que sea el más esforza
do y mejor técnico. Los supervisores juegan con desventaja en relación a
coordinadores o jefes de grupo, sobre todo si no han demostrado previa
mente su valía técnica. Además un equipo espera de su conductor una leal
tad «esencial» (Tabla 7), y otras características que desarrollaremos en el
capítulo 3 .
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LA ORGANIZACIÓN
27
Figura 1. Valore la orientación de su equipo
BIENESTAR
28
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o similares.
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NOROESTE: TENER. Son equipos que trabajan esencialmente movidos por
las recompensas que dicho trabajo puede reportar, ya sean recompensas indivi
duales o grupales.
• Patrón «pobre»: ningún eje consigue una buena puntuación. Aunque haya
cierto predominio de algún eje lo más interesante es la pobreza global del
equipo en todas las áreas (Figura 3). Hablaremos de este patrón cuando
ninguno de los ejes supera 5 puntos.
• Patrón <<rico»: en este caso lo más interesante tampoco es el leve predomi
nio de algún eje, sino el hecho de que todos superan los 5 puntos.
• Patrón «descompensado»: uno de los 4 puntos cardinales apenas puntúa.
Manifiesta por encima de cualquier otra consideración un desequilibrio
que debe abordarse prioritariamente.
• Patrón «predominante»: uno o dos ejes señalan un área claramente predo
minante.
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Figura 3. Valore la orientación de su equipo
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