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Comenzado el martes, 23 de agosto de 2022, 16:54

Estado Finalizado
Finalizado en domingo, 28 de agosto de 2022, 19:33
Tiempo empleado 5 días 2 horas
Calificación Sin calificar aún
Información Los últimos tiempos han sido dignos de una película de ciencia ficción. Si en 2019 nos hubieran
contado lo que pasaría luego, posiblemente no lo hubiéramos creído. Meses de confinamiento,
dejar de ver a nuestras familias y amigos, caminar por la calle con tapabocas y no poder entrar a
negocios, no poder compartir un mate, darnos la mano, abrazarnos, darnos un beso. Las
imágenes que superpoblaron los medios fueron desoladoras, el mundo entero sometido a una
amenaza que azotaba sin fronteras, pero cuyo impacto fue muy diferente entre las distintas
regiones. Así, cuando muchos señalaban que el coronavirus nos ponía en pie de igualdad, otros destacaban que
precisamente visibilizaba las profundas desigualdades que existen entre aquellos países que cuentan con sistemas de
salud capaces de, al menos, intentar darle batalla a la pandemia, y otros países cuyo sistema de salud era precario
incluso antes de la pandemia.
La Covid ha copado las noticias y nuestras vidas, y nos ha planteado y nos sigue planteando nuevos desafíos.
Dejamos de ver deportes y espectáculos para estar atentos a cifras de contagios, posibles vacunas y curas. Lxs
científicxs cobraron un rol protagónico y se enfrentaron a una sociedad que les demandaba explicaciones,
estimaciones y soluciones. De un día para el otro, aprendimos un nuevo vocabulario, nos familiarizamos con los
procesos de testeo de drogas, nos anoticiamos de los proyectos que lleva adelante el CONICET, más aún, nos vimos
obligados a reflexionar sobre dilemas concernientes a qué vidas hay que salvar por sobre otras cuando, por ejemplo,
los recursos sanitarios disponibles superan a los necesarios.  Y, más recientemente, tomamos contacto con los
procesos de investigación y validación de las tan esperadas vacunas y su distribución en las distintas poblaciones.
Nuestro curso nos ofrece herramientas para abordar críticamente todas estas cuestiones, para entender en qué
consisten las teorías científicas y cómo adquieren tal estatus, como así también, para problematizar la práctica
científica desde muy diversas perspectivas.
En este cuestionario les proponemos un breve recorrido a partir de ciertos casos que nos servirán como disparadores
de los temas que trataremos en las distintas unidades de la materia.
 

Información Te proponemos que leas el siguiente artículo y que respondas a la consigna que se formula a continuación.
Información Coronavirus en EE.UU.: La alarma de los médicos por la idea de Trump de probar inyecciones de desinfectante contra
el coronavirus
BBC News Mundo - 24 de abril de 2020
 
Una idea "para poner a prueba a los periodistas".
Ante el estupor que despertaron sus comentarios sobre la inyección de desinfectante en el
cuerpo para combatir el coronavirus, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se defendió
este viernes y dijo que había sido sarcástico.
"Se lo estaba preguntando sarcásticamente a reporteros como usted para ver qué pasaba", dijo
Trump ante un grupo de periodistas fuera de las cámaras.
La explicación del mandatario busca acallar las innumerables críticas surgidas tras la rueda de prensa del jueves en la
que lanzó la peligrosa propuesta mientras se dirigía a la doctora Deborah Birx, una de las expertas del equipo de
trabajo contra el coronavirus de la Casa Blanca.
Médicos y diversas autoridades científicas tacharon de "irresponsables y peligrosas" las sugerencias del presidente.
Los desinfectantes son sustancias nocivas que son venenosas si se ingieren. Incluso la exposición externa a estos
productos puede ser dañina para la piel, los ojos y el sistema respiratorio.
¿Qué es lo que dijo Trump y cuál ha sido la respuesta de los médicos?
 
Luz ultravioleta y desinfectante
Trump comparece cada día en la rueda de prensa sobre los últimos avances del combate de la pandemia del equipo de
trabajo designado por el gobierno.
Durante la sesión del jueves, William Bryan, jefe interino del directorio de ciencia y tecnología del Departamento de
Seguridad Nacional de EE.UU., presentó los resultados de un estudio oficial que indica que el coronavirus parece
debilitarse más rápidamente si se expone a luz solar y calor.
La investigación también apunta que la lejía (lavandina o cloro) podría matar el virus en la saliva o fluidos respiratorios
en cinco minutos y que el alcohol isopropílico podría hacerlo incluso de forma más rápida.
Trump intervino en ese momento para teorizar sobre la posibilidad de usar una "tremenda luz ultravioleta o
simplemente una luz muy poderosa" sobre el cuerpo humano, o incluso dentro, como posible tratamiento.
"Y veo que el desinfectante lo elimina en un minuto, un minuto", dijo.
"¿Hay alguna manera de que hagamos algo así, con una inyección dentro, como casi una limpieza? Sería interesante
comprobar eso", añadió.
El presidente le dirigió los comentarios a la doctora Deborah Birx, coordinadora sanitaria del equipo de trabajo, quien
se mantuvo con gesto serio y no respondió.
Trump insistió y le preguntó si alguna vez había oído hablar del uso del calor y la luz para tratar la covid-19.
"No como tratamiento", contestó. "Sin duda la fiebre es algo bueno, ayuda al cuerpo a reaccionar. Pero no he visto el
uso del calor o la luz".
"Creo que sería algo muy bueno para explorar", reiteró Trump.
 
La reacción de los médicos

Los médicos advirtieron que la sugerencia del presidente puede tener resultados fatales.
"La idea de inyectarse o ingerir cualquier tipo de producto de limpieza es irresponsable y peligrosa", señaló Vin Gupta,
neumólogo y experto en políticas globales de salud.
"Es un método común que las personas utilizan cuando se quieren matar".
"Inhalar cloro sería absolutamente lo peor para los pulmones", añadió el neumólogo John Balmes en conversación con
Bloomberg News.
"Las vías respiratorias y los pulmones no están hechos para ser expuestos ni siquiera a un aerosol de desinfectante.
"Ni una pequeña disolución de lejía o alcohol isopropílico es segura. Es un concepto totalmente ridículo".
Alerta de las empresas

Además de la reacción de médicos y científicos, empresas fabricantes de desinfectantes difundieron diferentes alertas
para llamar a que sus productos no se usen en el cuerpo humano.
La firma Reckitt Benckiser, propietaria de las marcas Lysol y Dettol entre otras, subrayó que "bajo ninguna
circunstancia" se deben inyectar o ingerir sus productos.
"Nuestros productos desinfectantes e higiénicos solo deben ser usados como se indica y en línea con las directrices.
Por favor, lean la etiqueta y la información de seguridad", precisó la empresa en un comunicado.
 
Antecedentes

Esta misma semana, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) instaron a los
estadounidenses a tener cuidado con los productos de limpieza, a medida que la venta de desinfectantes para el hogar
se dispara por la pandemia.
"Las llamadas a centros de [tratamiento de] envenenamiento aumentaron bruscamente a principios de marzo por casos
de exposición a productos de limpieza y desinfectantes", escribió el organismo en su informe semanal sobre
morbilidad y mortalidad.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) también alertó contra la ingesta de desinfectantes
ante la venta de milagrosas curas falsas que contienen lejía y prometen tratarlo todo, desde el autismo hasta el sida y la
hepatitis, entre otros.
Esta no es la primera vez que los consejos médicos de Trump suscitan controversia y rechazo.
Pese a la falta de pruebas clínicas, el presidente recomendó con insistencia el uso de la hidroxicloroquina, un
medicamento contra la malaria, para tratar la covid-19.
En este sentido, la FDA emitió este viernes una advertencia contra el uso de la hidroxicloroquina o la cloroquina para
combatir la enfermedad, fuera de un entorno hospitalario o un ensayo clínico.
 Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52417742
Pregunta 1 Teniendo en cuenta lo que has leído ¿cuál de las siguientes opciones te parece correcta?
Correcta
Puntúa 1,00 sobre Seleccione una:
1,00
a. La recomendación de Trump de utilizar luz ultravioleta para combatir el coronavirus se basó en datos falsos sobre la
eficacia del empleo de tal tipo de luz para eliminar el virus y desinfectar las superficies.

b. Trump partió de datos verdaderos sobre la eficacia de ciertos métodos para combatir el coronavirus en ciertas superficies,
y lo extrapoló correctamente al tratamiento de la enfermedad en humanos.

c. Trump partió de datos verdaderos sobre la eficacia de ciertos métodos para combatir el coronavirus en ciertas superficies,
pero lo extrapoló incorrectamente al tratamiento de la enfermedad en humanos. Efectivamente, esta es la opción
correcta. En sentido estricto, la información de la que partió Trump no era falsa. De acuerdo con lo que sabemos al
día de hoy, tanto la lavandina como la luz ultravioleta sirven para desinfectar superficies. Sin embargo, hay algo
errado en el modo de proceder de Trump (además de ser irresponsable). Trump infiere que la lavandina y la luz
ultravioleta va a funcionar como tratamiento en seres humanos basándose en que ha funcionado en la desinfección
de superficies y esa inferencia no es correcta. En la primera unidad de la materia nos dedicaremos a estudiar por
qué no lo es, estudiaremos los argumentos e inferencias y los evaluaremos.
d. La recomendación de Trump de inyectar lavandina en el cuerpo para combatir el coronavirus se basó en datos falsos sobre
la eficacia de la lavandina para eliminar el virus y desinfectar las superficies.

Su respuesta es correcta.
La respuesta correcta es: Trump partió de datos verdaderos sobre la eficacia de ciertos métodos para combatir el
coronavirus en ciertas superficies, pero lo extrapoló incorrectamente al tratamiento de la enfermedad en humanos.
Información Desde comienzos de 2020 los barbijos pasaron de ser un objeto extraño a ser parte obligada de nuestro atuendo.
Cuando comenzó la pandemia la Organización Mundial de la Salud no recomendaba su empleo, mientras otras
comunidades médicas insistían en su importancia.  En un momento en que necesitábamos renovar nuestra confianza
en la ciencia, pudimos ver un aspecto de la actividad científica que muchas veces nos resulta ajeno:  la ciencia está
plagada de discusiones y polémicas.
También, es cierto, presenciamos consensos indiscutibles: la importancia del lavado de manos y la
distancia social como medio para evitar el contagio. Ahora bien, la relevancia sanitaria del lavado de
manos, algo que hoy nos parece obvio e indiscutible no lo era hace tan solo poco más de ciento setenta
años. Hasta tal punto que lxs mismos médicxs no acostumbraban lavarse las manos cuando atendían a
sus pacientes, ni antes ni después. 
Les proponemos la lectura del siguiente fragmento y, nuevamente, ofrecemos luego una pregunta a ser respondida: 
Información 2. La investigación científica: invención y contrastación.
Un caso histórico a título de ejemplo.
Como simple ilustración de algunos aspectos importantes de la investigación científica,
parémonos a considerar los trabajos de Semmelweis en relación con la fiebre puerperal. Ignaz
Semmelweis, un médico de origen húngaro, realizó esos trabajos entre 1844 y 1849 en el Hospital
General de Viena. Como miembro del equipo médico de la Primera División de Maternidad del
hospital, Semmelweis se sentía angustiado al ver que una gran proporción de las mujeres que
habían dado a luz en esa división contraía una seria y con frecuencia fatal enfermedad conocida
como fiebre puerperal o fiebre de postparto. En 1844, hasta 260, de un total de 3.157 madres de la
División Primera -un 8,2 %- murieron de esa enfermedad; en 1845, el índice de muertes era del 6,8
%, y en 1846, del 11,4. Estas cifras eran sumamente alarmantes, porque en la adyacente Segunda
División de Maternidad del mismo hospital, en la que se hallaban instaladas casi tantas mujeres
como en la Primera, el porcentaje de muertes por fiebre puerperal era mucho más bajo: 2,3, 2,0 y
2,7 en los mismos años. En un libro que escribió más tarde sobre las causas y la prevención de la
fiebre puerperal, Semmelweis relata sus esfuerzos por resolver este terrible rompecabezas.
Semmelweis empezó por examinar varias explicaciones del fenómeno corrientes en la época; rechazó algunas que se
mostraban incompatibles con hechos bien establecidos; a otras las sometió a contrastación. Una opinión ampliamente
aceptada atribuía las olas de fiebre puerperal a «influencias epidémicas que se describían vagamente como «cambios
atmosférico-cósmico-telúricos», que se extendían por distritos enteros y producían la fiebre puerperal en mujeres que
se hallaban de postparto. Pero, ¿cómo - argüía Semmelweis - podían esas influencias haber infestado durante años la
División Primera y haber respetado la Segunda? Y ¿cómo podía hacerse compatible esta concepción con el hecho de
que mientras la fiebre asolaba el hospital, apenas se producía caso alguno en la ciudad de Viena o sus alrededores?
Una epidemia de verdad, como el cólera, no sería tan selectiva. Finalmente, Semmelweis señala que algunas de las
mujeres internadas en la División Primera que vivían lejos del hospital se habían visto sorprendidas por los dolores de
parto cuando iban de camino, y habían dado a luz en la calle; sin embargo, a pesar de estas condiciones adversas, el
porcentaje de muertes por fiebre puerperal entre estos casos de «parto callejero» era más bajo que el de la División
Primera. Según otra opinión, una causa de mortandad en la División Primera era el hacinamiento. Pero Semmelweis
señala que de hecho el hacinamiento era mayor en la División Segunda, en parte como consecuencia de los esfuerzos
desesperados de las pacientes para evitar que las ingresaran en la tristemente célebre División Primera. Semmelweis
descartó asimismo dos conjeturas similares haciendo notar que no había diferencias entre las dos divisiones en lo que
se refería a la dieta y al cuidado general de las pacientes. En 1846, una comisión designada para investigar el asunto
atribuyó la frecuencia de la enfermedad en la División Primera a las lesiones producidas por los reconocimientos poco
cuidadosos a que sometían a las pacientes los estudiantes de medicina, todos los cuales realizaban sus prácticas de
obstetricia en esta División. Semmelweis señala, para refutar esta opinión, que (a) las lesiones producidas
naturalmente en el proceso del parto son mucho mayores que las que pudiera producir un examen poco cuidadoso; (b)
las comadronas que recibían enseñanzas en la División Segunda reconocían a sus pacientes de modo muy análogo,
sin por ello producir los mismos efectos; (c) cuando, respondiendo al informe de la comisión, se redujo a la mitad el
número de estudiantes y se restringió al mínimo el reconocimiento de las mujeres por parte de ellos, la mortalidad,
después de un breve descenso, alcanzó sus cotas más altas. Se acudió a varias explicaciones psicológicas. Una de
ellas hacía notar que la División Primera estaba organizada de tal modo que un sacerdote que portaba los últimos
auxilios a una moribunda tenía que pasar por cinco salas antes de llegar a la enfermería: se sostenía que la aparición
del sacerdote, precedido por un acólito que hacía sonar una campanilla, producía un efecto terrorífico y debilitante en
las pacientes de las salas y las hacía así más propicias a contraer la fiebre puerperal. En la División Segunda no se
daba este factor adverso, porque el sacerdote tenía acceso directo a la enfermería. Semmelweis decidió someter a
prueba esta suposición. Convenció al sacerdote de que debía dar un rodeo y suprimir el toque de campanilla para
conseguir que llegara a la habitación de la enferma en silencio y sin ser observado. Pero la mortalidad no decreció en la
División Primera. A Semmelweis se le ocurrió una nueva idea: las mujeres, en la División Primera, yacían de espaldas;
en la Segunda, de lado. Aunque esta circunstancia le parecía irrelevante, decidió, aferrándose a un clavo ardiendo,
probar a ver si la diferencia de posición resultaba significativa. Hizo, pues, que las mujeres internadas en la División
Primera se acostaran de lado, pero, una vez más, la mortalidad continuó. Finalmente, en 1847, la casualidad dio a
Semmelweis la clave para la solución del problema. Un colega suyo, Kolletschka, recibió una herida penetrante en un
dedo, producida por el escalpelo de un estudiante con el que estaba realizando una autopsia, y murió después de una
agonía durante la cual mostró los mismos síntomas que Semmelweis había observado en las víctimas de la fiebre
puerperal. Aunque por esa época no se había descubierto todavía el papel de los microorganismos en ese tipo de
infecciones, Semmelweis comprendió que la «materia cadavérica» que el escalpelo del estudiante había introducido en
la corriente sanguínea de Kolletschka había sido la causa de la fatal enfermedad de su colega, y las semejanzas entre el
curso de la dolencia de Kolletschka y el de las mujeres de su clínica llevó a Semmelweis a la conclusión de que sus
pacientes habían muerto por un envenenamiento de la sangre del mismo tipo: él, sus colegas y los estudiantes de
medicina habían sido los portadores de la materia infecciosa, porque él y su equipo solían llegar a las salas
inmediatamente después de realizar disecciones en la sala de autopsias, y reconocían a las parturientas después de
haberse lavado las manos sólo de un modo superficial, de modo que éstas conservaban a menudo un característico
olor a suciedad. Una vez más, Semmelweis puso a prueba esta posibilidad. Argumentaba él que si la suposición fuera
correcta, entonces se podría prevenir la fiebre puerperal destruyendo químicamente el material infeccioso adherido a
las manos. Dictó, por tanto, una orden por la que se exigía a todos los estudiantes de medicina que se lavaran las
manos con una solución de cal clorurada antes de revisar a ninguna enferma. La mortalidad puerperal comenzó a
decrecer, y en el año 1848 descendió hasta el 1,27 % en la División Primera, frente al 1,33 de la Segunda. En apoyo de
su idea, o, como también diremos, de su hipótesis, Semmelweis hace notar además que con ella se explica el hecho de
que la mortalidad en la División Segunda fuera mucho más baja: en ésta las pacientes estaban atendidas por
comadronas, en cuya preparación no estaban incluidas las prácticas de anatomía mediante la disección de cadáveres.
La hipótesis explicaba también el hecho de que la mortalidad fuera menor entre los casos de «parto callejero»: a las
mujeres que llegaban con el niño en brazos casi nunca se las sometía a reconocimiento después de su ingreso, y de
este modo tenían mayores posibilidades de escapar a la infección. Asimismo, la hipótesis daba cuenta del hecho de
que todos los recién nacidos que habían contraído la fiebre puerperal fueran hijos, de madres que habían contraído la
enfermedad durante el parto; porque en ese caso la infección se le podía transmitir al niño antes de su nacimiento, a
través de la corriente sanguínea común de madre e hijo, lo cual, en cambio, resultaba imposible cuando la madre
estaba sana. Posteriores experiencias clínicas llevaron pronto a Semmelweis a ampliar su hipótesis. En una ocasión,
por ejemplo, él y sus colaboradores, después de haberse desinfectado cuidadosamente las manos, examinaron
primero a una parturienta aquejada de cáncer cervical ulcerado; procedieron luego a examinar a otras doce mujeres de
la misma sala, después de un lavado rutinario, sin desinfectarse de nuevo. Once de las doce pacientes murieron de
fiebre puerperal. Semmelweis llegó a la conclusión de que la fiebre puerperal podía ser producida no sólo por materia
cadavérica, sino también por «materia pútrida procedente de organismos vivos».
Hempel, Carl. G (1987) Filosofía de la Ciencia Natural. Madrid; Alianza (pp. 1-6).
 

Información El texto ilustra dos aspectos de los que nos ocuparemos en las unidades dos y tres respectivamente: la dimensión
histórica de la ciencia y la complejidad del proceso de contrastación de hipótesis y del cambio científico. Como nos
muestra el caso, la ciencia es una actividad que se despliega en el tiempo, que está sujeta a cambio y protagonizada
por seres humanos. Lo que hoy nos resulta obvio, no siempre lo fue, más aún, fue objeto de resistencia. Este caso
también pone de relieve los múltiples aspectos que intervienen en el éxito o fracaso de una teoría.
Te invitamos a responder a la pregunta que formulamos a continuación.
 
Pregunta 2 ¿Qué es lo que llevó a Semmelweis a aceptar la hipótesis de que era la materia cadavérica la que provocaba la fiebre
Correcta
puerperal y a descartar las otras alternativas?
Puntúa 1,00 sobre
1,00 Seleccione una:
a. La aceptación de las ideas vigentes en su época.

b. Sus creencias religiosas.

c. La consideración de los datos que surgían de las observaciones y experimentos llevados adelante. Muy bien, esta
es la respuesta correcta. Al menos desde la narrativa que nos propone el texto, la estrategia de Semmelweis fue la
de ir comparando cada una de las opciones alternativas con los datos disponibles. En algunos casos, esos datos ya
estaban allí, por ejemplo, cuando descartó los cambios atmosféricos como causa de la enfermedad. En otros casos,
en cambio, Semmelweis tuvo que llevar adelante experimentos, por ejemplo, aquel que lo llevó a descartar la
posición como factor responsable de la enfermedad y el que lo llevó a aceptar que era la materia cadavérica aquello
que la causaba.

Su respuesta es correcta.
La respuesta correcta es: La consideración de los datos que surgían de las observaciones y experimentos llevados
adelante.
Información Este caso ilustra muchos aspectos interesantes, por un lado, nos muestra que la ciencia es una actividad que se
desarrolla en el tiempo y que tiene una dimensión histórica innegable, nos ocuparemos de esto es la unidad 2. Además,
el modo de proceder de Semmelweis ilustra muy bien cierta idea de "contrastación o puesta a prueba de hipótesis" que
podemos asumir que es propio de la investigación científica. En la unidad 3 estudiaremos la contrastación y veremos
distintos modos de entender el lugar que desempeña dicha contrastación en la suerte que han de correr las hipótesis y
teorías científicas. Estudiaremos una corriente clásica que la pone en el centro de la escena, como así también, otras
corrientes que señalan la importancia de otros aspectos que resultan ser decisivos para la aceptación o rechazo de las
teorías científicas. Podemos ejemplificar esta sospecha a partir de este mismo caso. La historia que contamos no tiene
un final feliz. Semmelwis obligó a los estudiantes de medicina a incluir el lavado de manos en su práctica y esto
efectivamente condujo a una reducción de la mortandad. Sin embargo, la sugerencia de Semmelweis implicaba asumir
que los médicos eran, en algún sentido, responsables por las muertes de las parturientas. Esta idea no fue bien
recibida por los médicos, Semmelweis fue relevado de su cargo y los médicos volvieron a sus hábitos anteriores (y sí,
la mortandad volvió a elevarse). Más aún, este caso revela otros aspectos que retomaremos hacia el final de la unidad 3
y que tienen que ver, por un lado, con la exclusión de las mujeres de los espacios de producción y legitimación del
saber (no es casual que hubiera "comadronas" y "médicos"), por otro lado, que esa exclusión va de la mano de un tipo
de teorización sobre la mujer que la ubica en un lugar jerárquicamente inferior al hombre. 
Pregunta 3 La pandemia ha abierto muchos interrogantes, algunos parecen poder ser resueltos a partir de investigaciones
Correcta
empíricas, entre ellos: ¿qué medicamentos pueden combatir la enfermedad? o ¿qué efectividad tienen las vacunas?
Otras preguntas, asociadas a las anteriores, son de naturaleza diferente, por ejemplo: ¿quiénes han de recibir tales
Puntúa 1,00 sobre
1,00
medicamentos o vacunas de modo prioritario?
Frente a una cantidad limitada de respiradores, camas de cuidados intensivos, personal de salud y un importante
número de casos confirmados cada día, ¿cómo debía priorizarse su empleo? En condiciones normales, lxs médicos de
la salas de emergencias suelen operar atendiendo al orden de llegada. Cuando los sistemas colapsan, estos criterios
pueden cambiar, el criterio puede ser otro: maximizar los recursos para el mayor bien social. De modo que, al
determinar quién debe recibir tratamiento cuando los recursos son escasos, el criterio podría atender no al orden de
llegada sino a la posibilidad de supervivencia. Así por ejemplo, los expertos médicos del Colegio Italiano de Anestesia,
Analgesia, Reanimación y Cuidados Intensivos publicaron en 2020 un informe que sugería establecer límites de edad
para el ingreso a las unidades de cuidados intensivos. Asimismo, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica Y
Unidades Coronarias publicó un documento en donde establecía criterios de atención que atendían a la edad de lxs
pacientes, a sus posibilidades de recuperación y a si se trataba de personal sanitario o de fuerzas de seguridad. 
EL caso de las vacunas presenta desafíos similares. La carrera mundial por desarrollar una vacuna comenzó hace
varios meses con más de 200 proyectos en marcha, muchas de las cuales ya se encuentran en etapa de producción y
distribución.  Pero tras la generación y el testeo que determina la efectividad de las diferentes vacunas, se presentó la
cuestión de la inmunización de 7500 millones de personas en todo el mundo y la de quiénes serían los primeros en
recibirla. La situación resultó más apremiante ya que para lograr una alta inmunización, las primeras vacunas
requirieron dos dosis de vacuna por persona, o sea 15.000 millones de vacunas. Ahora bien, los primeros cientos de
millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 están siendo repartidas de manera desigual en todo el mundo, ¿qué
criterios se deberían emplear para distribuirlas? ¿qué ocurre con los países con menos recursos, frente a los países
ricos capaces de acopiar millones de dosis sin afectar su economía?
Existen varios criterios que los expertos epidemiólogos a nivel mundial consideraron con respecto a las etapas de
administración de las vacunas. Se logró consenso respecto de la prioridad de quienes se consideran en primera línea
de riesgo, como médicos y policías. Pero la determinación de los siguientes grupos resultó más polémica.  Unos
sostuvieron que las personas mayores de 60 años debían ser inmediatamente inmunizadas.  Otrxs afirmaron que lxs
docentes deberían tenerla, para disminuir el riesgo de contagio al retomar la presencialidad en los colegios, mientras
lxs mayores permanecían en sus hogares. Otro colectivo considerado prioritario fueron lxs empleadxs que prestan
servicios esenciales, como lxs involucrados en el transporte público.
La ciencia no solo despierta preguntas respecto de su método, naturaleza y legitimidad, también nos desafía con
preguntas éticas como las anteriores. En la unidad 4 nos ocuparemos de algunas de ellas. En esa unidad también
problematizaremos otra dimensión de la ciencia: la política. Para ser llevada a cabo, la ciencia necesita recursos
humanos y materiales. En general, la ciencia o la tecnología pueden ser financiadas por empresas privadas, por
universidades o por agencias del Estado. 
Desde el comienzo de la pandemia, muchos estados dedicaron fondos a las investigaciones orientadas a desarrollar
vacunas contra la enfermedad. Gran Bretaña, Estados Unidos, Rusia, y China fueron los primeros en producir
resultados que condujeron a la producción de diferentes vacunas. Incluso aquellos estados que normalmente no
dedican grandes recursos a la investigación científica han destinado fondos a la producción de potenciales vacunas.
Esto abre una pregunta de la que nos ocuparemos en la última unidad: ¿quiénes financian y quienes deben financiar la
actividad científica? ¿qué objetivos u objetos de investigación deberían financiarse? Vamos a estudiar distintas
respuestas que suelen ofrecer a estas preguntas, pero antes queremos invitarte a darnos tu parecer:
 ¿Crees que el Estado tiene que financiar investigaciones científicas?
 
 

Seleccione una:
a. Sí No hay aquí respuestas correctas e incorrectas. Veremos en la unidad 4 que hay diferentes
posicionamientos teóricos respecto del rol que el Estado debe cumplir en relación con las investigaciones
científicas y con su financiación. Lo que nos parece sumamente interesante es que puedas contraponer la
respuesta que ofrecés hoy aquí con aquella que tengas luego de haber estudiado esa discusión.
b. No

Su respuesta es correcta.
Las respuestas correctas son: Sí, No
Información En la Argentina, la actividad científica y tecnológica está mayoritariamente compuesta por organismos e instituciones
del Estado: universidades nacionales, agencias de investigación, institutos de investigación y empresas de innovación
tecnológica. La agencia más importante de investigación es el CONICET (Consejo de Investigaciones Científicas y
Técnicas). Se trata de un organismo estatal dedicada al desarrollo científico-tecnnológico y que financia
investigaciones de muy diferente índole. Frente a la amenaza que representa la pandemia, el CONICET creó un
programa especial para hacerle frente. Te invitamos a mirar el siguiente video que resume aspectos centrales que tuvo
ese programa.

El CONICET frente al COVID-19

Como podemos observar en el video, las investigaciones llevadas adelante por lxs científicxs condujeron a resultados
inmediatos, por ejemplo, métodos de detección. Además, hay efectos no tan inmediatos pero sumamente importantes.
Contar con equipos de investigación reconocidos internacionalmente y con infraestructura ha permitido que la
Argentina forme parte de varios proyectos para el desarrollo de una vacuna. Por ejemplo, en 2020 el Laboratorio
AstraZeneca firmó  con nuestro país un acuerdo para producir entre 150 y 250 millones de vacunas destinadas a toda
Latinoamérica con excepción de Brasil.   El acuerdo determinó que la producción latinoamericana estaría  a cargo de
Argentina y de México para permitir acceso oportuno y suficiente de la vacuna a toda la región. Argentina recibió la
tarea de la producción de la materia prima –de la sustancia activa–, mientras que a México se le asignó la de envasar el
producto y de completar el proceso de producción de la misma.
Asimismo, tras un extenso análisis de profesionales de varios países del mundo, un grupo de investigadorxs
argentinxs fueron seleccionados por su capacidad logística y conocimiento en enfermedades respiratorias virales, para
testear la vacuna que la farmacéutica estadounidense Pfizer fabrica en conjunto con la compañía alemana Biontech.  El
doctor Fernando Polack, director de la Fundación Infant, al frente de las pruebas, señaló que “Muchas veces, si tenés el
privilegio científico de participar en la evaluación de una vacuna, contribuís a posicionar potencialmente mejor a tu país
en la fila de espera de la distribución. De otro modo hay que aguardar que -en caso de que la vacuna sea eficaz- la
fabricación escale y esperar detrás de países con más fuerza comercial o estratégica”.   Sin embargo, esa expectativa
fue defraudada debido a que, una vez finalizado el testeo, la empresa Pfizer incorporó exigencias adicionales a las ya
acordadas para enviar lotes de vacunas a nuestro país. Entre ellas, la de ser eximidos de responsabilidad por cualquier
eventual efecto adverso, una condición que resultó inaceptable.

Información A lo largo del curso nos dedicaremos a pensar la ciencia, pero todxs tenemos algunas impresiones sobre lo que la
ciencia es. 

Pregunta 4 ¿Qué es la ciencia?


Finalizado (Consigná brevemente tu respuesta. Será muy interesante comparar esta respuesta con aquella que ofrezcas al finalizar
Puntúa como 1,00 el curso.)

La ciencia es aquello que brinda hipotesis y de manera argumrntativa da respuesta a inscognitas y soluciones.

Información Ahora sí, te invitamos a comenzar a leer la Presentación del libro. Luego de leer la sección  "¿Qué es aquello sobre lo
que vamos a reflexionar?" y  respondé las siguientes preguntas.
Pregunta 5 Determiná la verdad o falsedad del siguiente enunciado:
Correcta Existe un criterio consensuado para distinguir aquellas disciplinas científicas de las que no lo son.
Puntúa 1,00 sobre
1,00
Seleccione una:
Verdadero

Falso

¡Felicitaciones! Tu respuesta es correcta, el enunciado es falso. Tal como sugerimos, no parece haber acuerdo
alrededor de un único criterio que sirva para distinguir aquello que es ciencia de lo que no lo es. Por el contrario, se
han propuesto una gran variedad de criterios. En la tercera sesión presentaremos y discutiremos algunos de esos
criterios
La respuesta correcta es 'Falso'

Información Ahora podés continuar con la lectura del texto y tras completar la siguiente sección: ¿Qué tipo de reflexión llevaremos
adelante? te invitamos a realizar la siguiente actividad:
Pregunta 6 Completá la siguiente oración seleccionando la opción que considere adecuada:
Correcta "La perspectiva que privilegiaremos a la hora de reflexionar sobre la ciencia es la de la..."
Puntúa 1,00 sobre
1,00
Seleccione una:
a. Sociología de la ciencia

b. Historia de la ciencia

c. Psicología de la ciencia

d. Filosofía de la ciencia ¡Exactamente! Esta es la perspectiva que privilegiaremos en este curso, aunque,
desde ya, procuraremos nutrir nuestra reflexión con aquellos aportes propios de las otras disciplinas.

Su respuesta es correcta.
La respuesta correcta es: Filosofía de la ciencia

Información Finalmente, queda la lectura de la última sección: ¿Cómo continúa el recorrido? Al concluir con la lectura tendrás una
primera aproximación a los contenidos y problemas que abordaremos en esta materia. A su vez, el recorrido por este
cuestionario te habrá servido como primer contacto con una herramienta que será crucial para el trabajo a lo largo del
curso. Te recomendamos que recorras el campus y te familiarices con los recursos con los que contás. Esperamos que
disfrutes de la materia.
 

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