Discurso sobre un problema social | Lorena Martínez Martínez

ENVEJECIMIENTO ACTIVO EN LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN

Está estimado que para 2030 una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65
años, una mayor cantidad que el dato actual que se trata de una cada once personas
(2019) (1). Esto es debido a que nos encontramos ante un aumento notorio del
envejecimiento de la población.

Las causas principales a las que se debe este aumento son la disminución de la natalidad,
ya que en 2018 por primera vez las personas mayores de 65 años superaron el número
de niños menores de cinco años. También se debe a la disminución de la mortalidad y
de la morbilidad, gracias a los avances científicos, todos los tratamientos para las
enfermedades que previenen que la gente muera de una simple gripe, por ejemplo. Con
estos tres factores, se evalúa que para el año 2066 habrá más de 14 millones de personas
mayores de 65 años, siendo un 34,6% del total de la población (41m. de hab.), por lo
cual habrá casi 6 millones más que en la actualidad, según el INE (2).

Gracias a esto último mencionado también ha aumentado la esperanza de vida en las

personas con Síndrome de Down. Comparando datos se puede observar que durante
mucho tiempo se consideraba que esta estaba en los 45 años, mientras que hoy en día
ha incrementado hasta los 65 años.

La elección de dicho tema es porque este colectivo se presenta con tres posibles factores
de exclusión: 1. El Síndrome de Down, 2. El envejecimiento prematuro, y un posible
tercer factor sería la enfermedad de Alzheimer, pues tienen una alta posibilidad de
desarrollarla. Por estas razones debe ser una prioridad llevar a cabo programas de
envejecimiento activo en las personas con SD.

Actualmente, el envejecimiento es considerado a partir de los 65 años que, según la

OMS (1), se define de la siguiente manera:

“Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es el resultado de la

acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo
del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y
mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte.”

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Pero las personas con SD sufren de un envejecimiento prematuro pues este comienza a
los 40-45 años. Cuando se encuentran en esta etapa de la vida, como he nombrado
antes, pueden desarrollar también Alzheimer, haciendo así que el envejecimiento activo
y saludable sea aún más costoso.

Por esta razón, es necesario que se creen recursos a los que puedan acceder para poder
conseguir dicho objetivo. Sí es verdad que en la actualidad existen muchas más
asociaciones que trabajen con dicho colectivo, y que así puedan acceder desde
pequeños a una atención temprana, a una educación especial, a inserción sociolaboral…
Pero estas al ser relativamente nuevas, es decir, muchas de ellas no llevan trabajando
durante muchos años, hay un gran grupo de personas con SD que nunca pudo acceder
a dichos recursos.

Por ejemplo, la Fundación Asindown (3) lleva activa desde 1989, aunque no fue hasta
1999 cuando se impartieron las primeras aulas de atención temprana, y no fue hasta
2017 cuando se abrió el programa OCUPA-T para llevar a cabo el programa de
envejecimiento activo en las personas con Síndrome de Down. Además, suelen tratarse
de programas que no son gratuitos y que no siempre las familias pueden permitírselo.

Sí existen muchos programas de envejecimiento activo que ofrecen muchas entidades,

hasta los bancos, pero siempre uno de los requisitos es tener 65 o más años que, con lo
dicho anteriormente, las personas con SD en muy pocos casos llegan a cumplir dicha
edad.

Con todo esto, se puede observar que las oportunidades para las personas con SD que
actualmente se encuentran ente los 35 y los 65 años son mínimas, y se debe hacer algo
por ello, ya que la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su
inclusión social (4) reconoció, en 2013, a las personas con discapacidad como titulares
de una serie de derechos y a los poderes públicos como los garantes del ejercicio real y
efectivo de los mismos, de acuerdo con lo previsto en la Convención Internacional de
los derechos de las personas con discapacidad.

Si no se abren más caminos para dicho colectivo, acabarán en exclusión social, teniendo
como únicas relaciones sociales a las familias que cuiden de ellos.

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Envejecimiento y salud. (2021, 4 octubre). Organización Mundial de la Salud.

Envejecimiento: DOWN España. (2019). DOWN España.

https://www.sindromedown.net/area/envejecimiento/

Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. (2013, diciembre). Ley General de

derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social. (Real Decreto
Legislativo 1/2013). BOE. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2013-12632

Asindown. (2017). Fundación Asindown. https://asindown.org/

INE. (2020–2065). Población residente en España a 1 de enero, por edad y año.

[Conjunto De Datos]. Resultados nacionales. INE.
https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=36643&!tabs-grafico