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Hay jurisprudencia que también provee otro tipo de definición, por ejemplo:
“El pedido de declaración de legítimo abono, no es otra cosa que una solicitud o
manifestación de deseos de quien se titula acreedor del causante, formulada dentro del
propio juicio sucesorio, en el sentido de que se le reconozca su crédito y se le abone de
inmediato. Tal petición, en nuestro ordenamiento legal, no tiene estructura procesal,
consecuentemente, con lo cual, no hay obligación alguna de formularla, ya que los
acreedores pueden promover el juicio que corresponda sin requerimiento alguno
previo”.
La doctrina también aborda una definición del instituto, por ejemplo, García de
Ghiglino dice: “La solicitud que hace el acreedor de la sucesión en el marco de un
proceso sucesorio, de que se declare su crédito como de legítimo abono, es sólo una
manifestación de voluntad del mismo expresada a efectos de que se le abone en forma
inmediata”.
Jais, O. A. (Diciembre 2018). Los acreedores del causante y la declaración de legítimo abono de
sus créditos. Universidad Empresarial Siglo 21.
3. Indivisión hereditaria pactada por los herederos: explique quiénes pueden convenir, el
plazo y la eventual renovación.
Los herederos pueden convenir que la indivisión entre ellos perdure total o parcialmente
por un plazo que no exceda de diez años. La norma permite la suspensión de la partición
de todos, o algunos de los hereditarios por parte de los herederos. Si bien no alude a que
se necesita la unanimidad, la doctrina esta conteste que debe ser así resuelta, ya que no
se podrá ni se puede obligar a quien no ha prestado su consentimiento.
Una vez vencido el termino, los herederos podrán renovar el convenio. Si hubiera
herederos incapaces, se necesitará homologarlo judicialmente.
En los articulo 51 y 52, se establece prima facie, dos clases de indivisiones, según
quienes la impongan, ya sea el causante o los herederos. Pero se distingue que en el
segundo supuesto que cualquier heredero, podrá pedir la división; antes del vencimiento
del plazo, y posterior a la indivisión, siempre que se medien causas justificadas que
afecten al patrimonio cometido a la indivisión.
Esta etapa de administración lleva sus propias normas, su régimen de mayorías para
actos de disposición o conservación, como también la facultad de solicitar medidas
conservatorias o cautelares a fin de proteger los derechos de la masa o los particulares
de los coherederos sobre ella.
El art. 1319 CCC, al definir el mandato establece que éste puede ser conferido y
aceptado en forma expresa. En base a ello el art. 2325 CCC, dispone, en su primer
párrafo, que todos los coherederos pueden dar a uno o varios de ellos o a terceros un
mandato general de administración. Por lo tanto, cuando los herederos otorgan, a través
de un instrumento, mandato general de administración de los bienes indivisos, lo deben
hacer:
• Por unanimidad;
Ya durante la vigencia del Código anterior, refería Perrino: “No obstante la prohibición
contenida en el artículo 3451 del Código Civil, puede ocurrir que uno de los
coherederos cumpla de hecho tareas de administrador sin que mediare por parte
de los otros coherederos oposición alguna. Se ha considerado que en este
supuesto se ha tipificado un mandato tácito... También se lo ha calificado como
un gestor de negocios. Cualquiera sea su naturaleza el administrador de hecho
debe rendir cuentas a los herederos o la persona que fuera designada en su
reemplazo. Tienen derecho al reintegro de los gastos que hubiere realizado en
beneficio de la comunidad hereditaria”.
Quiere decir que el Código Civil y Comercial no ha regulado algo nuevo, sino que ha
tomado un dato de la realidad.