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La investigadora Brene Brown argumenta que la vulnerabilidad es parte inherente de la condición humana y que aquellos que aceptan su vulnerabilidad tienden a tener un mayor sentido de pertenencia y autoestima. A través de su investigación, Brown encontró que las personas que creen que merecen amor comparten el coraje de mostrarse tal como son a pesar de la presión social de ser perfectos. El ensayo también destaca la importancia de reconciliarse con uno mismo y aceptar tanto las virtudes como los defectos propios.
La investigadora Brene Brown argumenta que la vulnerabilidad es parte inherente de la condición humana y que aquellos que aceptan su vulnerabilidad tienden a tener un mayor sentido de pertenencia y autoestima. A través de su investigación, Brown encontró que las personas que creen que merecen amor comparten el coraje de mostrarse tal como son a pesar de la presión social de ser perfectos. El ensayo también destaca la importancia de reconciliarse con uno mismo y aceptar tanto las virtudes como los defectos propios.
La investigadora Brene Brown argumenta que la vulnerabilidad es parte inherente de la condición humana y que aquellos que aceptan su vulnerabilidad tienden a tener un mayor sentido de pertenencia y autoestima. A través de su investigación, Brown encontró que las personas que creen que merecen amor comparten el coraje de mostrarse tal como son a pesar de la presión social de ser perfectos. El ensayo también destaca la importancia de reconciliarse con uno mismo y aceptar tanto las virtudes como los defectos propios.
La investigadora Brene Brown, en el comienzo de su presentación, nos dice: “Si no puedes medirlo no existe”, sin embargo, en el transcurso de su disertación, nos expone sus más notables impresiones debido a la imposibilidad de medir, cuantificar y pesar los sentimientos de las personas en general, lo que podría generar una especie de decepción para todo aquel que pertenezca a la comunidad científica, y particularmente a las ciencias humanas; pero lo más importante de todo, y quizás lo esencial de su mensaje, es que los seres humanos somos complejos, únicos, y sobre todo vulnerables. Puede ser. A juzgar por los índices de suicidios, obesidad, adicciones y otros temas que afectan las sociedades más “civilizadas”, ‐publicados anualmente en cada país con el propósito de llevar una estadística que permita tomar decisiones y “disminuir” los porcentajes‐, que el origen de todas estas problemáticas es mucho más profundo de lo que suelen anunciar las revistas, periódicos y demás medios de comunicación; no podemos pretender solucionar x ó y problema con una pastilla, una cirugía, una botella de Whisky o atiborrándonos de comida rápida, y cayendo posteriormente en un círculo vicioso autodestructivo del que es muy difícil salir con el paso de los años; lo que necesitamos realmente, es reconciliarnos con nosotros mismos y mostrarnos al mundo como realmente somos, con todas nuestras virtudes y defectos. Hace algunos años, Brene Brown –investigadora y profesora de la Universidad de Houston‐ encontró a raíz de su investigación sobre la vulnerabilidad que había dos tipos de personas, por un lado, aquellas que creen que son dignas de amor y tienen un gran sentido de pertenencia, y por otro, aquellas que creen que no son lo suficientemente buenas y por lo tanto no merecen amor. Pero, ¿qué es lo que tienen en común aquellas personas que piensan que merecen amor y tienen un fuerte sentido de pertenencia?, la respuesta es muy simple: tienen coraje. Puesto que vivimos inmersos en una sociedad que se alimenta de nuestros miedos y explota nuestra vulnerabilidad, estamos sujetos a imitar el “tipo ideal”, y a ser parte de un modelo estándar de comportamiento, belleza y felicidad, pero la imposibilidad de alcanzar estos tipos ideales y estándares nos hacen sentir excluidos, avergonzados y desconectados de los demás, e incluso de nosotros mismos; todos estos son factores que van en contravía de nuestras necesidades sociales más básicas, nuestro deber es admitir que parte de ser humanos, es aceptar plenamente nuestra vulnerabilidad y verla como algo positivo, que no somos imprudentes si damos siempre el primer paso y nos arriesgamos en empresas sin garantías; vivir como un autómata sólo por el temor al rechazo y al “qué dirán” es la peor decisión que podemos tomar, nacimos para luchar, pero no para luchar por ser perfectos y encajar, sino por hacer valer nuestro verdadero yo y hacernos responsables de nuestras propias acciones, estar buscando siempre culpables y engañarnos a nosotros mismos no representa una buena alternativa; muchos de los grandes problemas sociales que enfrentamos actualmente son el producto de la indiferencia y el desinterés por nosotros mismos, que posteriormente se ve reflejada en nuestro trato con lo demás. En la vida no todo es blanco o negro, hay miles de matices, y Brene Brown nos narra en su testimonio la importancia de este punto de vista, al ser ella misma una persona que no aceptaba su vulnerabilidad, debió reconocer que necesitaba ayuda y colaboración de los demás, que detrás de esa investigadora exitosa, era también una persona con los mismos interrogantes que sus evaluados, y para ello ocupó por primera vez la silla del interrogado, dando como resultado una interiorización y un encuentro consigo misma. Después continuó con su investigación, recogiendo experiencias de miles de personas, y las conclusiones de esos primeros años de indagación sobre un tema tan complejo cono la vulnerabilidad, la motivaron a hablar y compartir sus experiencias, ayudando de esta forma a cambiar no solo la vida de las demás personas, sino también su propia vida. La enseñanza que nos deja Brene Brown, es que no podemos ser totalmente perfectos, y tampoco podemos asumir una posición fundamentada en inseguridades y espejismos, profesándola como única y verdadera; tenemos que modificar la concepción de nuestra vida ligada a ese pesimismo enfermo que nos impide valorarnos y valorar a los demás, puesto que el hecho de ser vulnerables, es un consecuencia de ser “demasiado” humanos, y que las crisis derivadas de esa “vulnerabilidad”, son precisamente oportunidades para encontrar soluciones creativas, que la vulnerabilidad se nos presenta como aquella bifurcación en el camino, donde debemos optar por una sola opción, y que somos dueños de nuestro destino y lo construimos día a día con nuestras decisiones, y que de estas depende que nuestra vida esté llena de dicha o de completa infelicidad