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Estudiante: Jannys Castro

Código: T00064955

Una identidad inamovible

Al igual que muchas otras personas, también he sido víctima de la existencia de una sola historia. A una
corta edad decidí llevar un estilo de vida diferente: tomé la identidad de ser cristiana. Me acuerdo que
tenía un grupo de amigos en mi barrio, pero a medida que fui relacionándome más con mi religión y la
iglesia, poco a poco se fueron apartando y hoy en día, de cosa intercambiamos un saludo.
Nunca pensé que aquellos prototipos eran consecuencias de una sola historia, solía creer que simplemente
eran críticas, sin embargo, ahora me doy cuenta que puede ser más grave de lo que parece. Tal vez a mí no
me dejó secuelas o problemas de autoestima, pero sé que en otros casos puede haber causado serios
problemas y esto debido a que los seres humanos siempre buscan la aprobación de la sociedad para estar
conforme con una identidad y sentirse amado, aunque esto les cueste ser quienes no son, es decir,
aparentar o mostrar una imagen irreal. Un experto en orientación de jóvenes, Fernando Serrano,
argumenta que si bien la adolescencia es una etapa de cambios, al mismo tiempo se buscan identificarse
con algo a su alrededor, el joven busca popularidad, un like en su perfil personal (me gusta, en español) es
una característica incorporada en redes sociales y otras plataformas online que permite al usuario dar
un feedback positivo a cualquier tipo de contenido), ser aceptado en un grupo en específico, trayendo
como consecuencia no solo las apariencias o la acción de fingir, sino también genera dependencia a la
opinión de los demás, problemas de autoestima, falta de afectividad, entre otros.
Reflexionando un poco al respecto, puedo notar que las redes sociales tienen mucha influencia, en especial
en nosotros los jóvenes. Este aspecto no lo digo a la ligera, ya que en una evaluación de Paige Cooper en
el 2020, lanzó unas estadísticas alarmantes respecto a las redes sociales, allí se llegó a la conclusión que el
50 % de la población mundial usa estos medios y en particular, Sur América, tiene una cifra del 83% y
sigue en aumento. La tecnología no ha dejado de evolucionar, pero eso al mismo tiempo, afecta la salud
mental de los jóvenes porque se ve en la necesidad de estar a la moda y no ser rechazado. Muchas veces
me cohibí de compartir contenido cristiano en mis redes por miedo a que me tachen como rígida o
legalista, pero solo cuando me decidí a hacerlo, supe que no iba a morirme (literalmente) al ser rechazada
o burlada.
Ha sido una etapa complicada, ya que siempre he sido una persona sociable y abierta a pesar de mis
creencias religiosas, pero eso ha sido razón de muchos comentarios ofensivos que me acusan al decir que
soy una cristiana rara o que no lo soy; he preguntado el motivo y su respuesta siempre es describiéndome
cómo debería ser en realidad un cristiano, como si yo no lo fuera. Admito que me enorgullece el ser
diferente y ser la razón de un choque de una historia con otra, pero al mismo tiempo me incomoda que me
etiqueten o me encasillen en un estereotipo porque yo si soy cristiana, más no religiosa; al fin al cabo, solo
Dios puede juzgar. Esto lo digo debido a que las personas tienen un prototipo ideal de cristiano o en este
caso, cristiana: no usa jeans ni ropa ajustada, no usa escote, tampoco se maquilla. Respecto a la
personalidad, debería ser callada, introvertida y solo hablar de la biblia, entre otros…pero nada de esos
estereotipos encaja conmigo porque he entendido que mi identidad va mucho más allá. Estas ideas han
surgido del pasado, de la época en donde el catolicismo dominaba la sociedad e imponía muchas leyes,
pero eso ha acabado. Ahora en la edad posmoderna, hay más libertad de ser y no de juzgar.
Mi personalidad y mis gustos han impresionado para bien y para mal a las personas de mi alrededor, tanto
amigos como familiales; a unos les hace cambiar su perspectiva, sin embargo, a otros los hace enfurecer o
a tachar como malo lo que esté haciendo. Les impresiona que me pinte el cabello, que use jeans o shorts;
que use maquillaje, aritos, etc… y por mucho tiempo me estuve preguntando el porqué, pero me temo que
ya tengo la respuesta: las personas tienen una sola versión de la historia y esta está desactualizada;

Universidad Tecnológica de Bolívar


Estudiante: Jannys Castro
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además, el ser cristian@ no es lo mismo que ser católic@, mormon@ u otro. Cada religión tiene sus
características y el error radica en confundirlas o pensar que todas son iguales cuando en realidad no es
así. Nadie tiene que ser idéntico a otro, todos somos diferentes y cada uno tiene su propia historia, una
versión; en el mundo hay millones y millones de personas, que constituye a millones de millones de
historias. No existe una sola historia que no discrimine o que no genere estereotipos.
Si bien es complicado batallar con la historia única, podemos usarla para fortalecernos como personas;
para dejar de interesarnos por el qué dirán, sino más bien desarrollemos “una identidad inamovible”,
resaltemos entre mundo por ser diferentes, porque tal vez sea imposible acabar con las historias únicas, sin
embargo, podemos sacar ventaja de esa problemática universal y decir de una buena vez por todas que no
somos como piensan que debemos ser y que mucho menos hacemos parte de alguna etiqueta. ¡Yo soy
como soy y no soy como otro!

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Referencias

Arimetrics. (s.f.). Arimetrics . Obtenido de https://www.arimetrics.com/glosario-digital/like

Cooper, P. (2020). 140 estadísticas de redes sociales que son importantes para los mercadólogos en
2020. Obtenido de https://blog.hootsuite.com/es/125-estadisticas-de-redes-sociales/

Serrano, F. (s.f.). Obtenido de Miguel Valentín-Gamazo: https://www.coincidir.es/la-necesidad-


aprobacion/

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