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SÁBADO, XXXIV semana del Tiempo Ordinario, feria

LAUDES

Invocación inicial

V. Señor, Ábreme los labios.

R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

Invitatorio

Salmo 94
Invitación a la alabanza divina

Ant. Escuchemos la voz del Señor, para que entremos en su


descanso.

Venid, aclamemos al Señor,


demos vítores a la Roca que no salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Ant. Escuchemos la voz del Señor, para que entremos en su


descanso.

Porque el Señor es un Dios grande,


soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Ant. Escuchemos la voz del Señor, para que entremos en su


descanso.

Entrad, postrémonos por tierra,


bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ant. Escuchemos la voz del Señor, para que entremos en su


descanso.

Ojalá escuchéis hoy su voz:


«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.

Ant. Escuchemos la voz del Señor, para que entremos en su


descanso.

Durante cuarenta años


Aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
Que no reconoce mi camino;
Por eso he jurado en mi cólera
Que no entrarán en mi descanso.”»

Ant. Escuchemos la voz del Señor, para que entremos en su


descanso.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo


como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Himno

Padre nuestro,
Padre de todos,
líbrame del orgullo
de estar solo.

No vengo a la soledad
cuando vengo a la oración,
pues sé que, estando contigo,
con mis hermanos estoy;
y sé que, estando con ellos,
tú estás en medio, Señor.

No he venido a refugiarme
dentro de tu torreón,
como quien huye a un exilio
de aristocracia interior.
Pues vine huyendo del ruido,
pero de los hombres no.

Allí donde va un cristiano


no hay soledad, sino amor,
pues lleva toda la Iglesia
dentro de su corazón.
Y dice siempre «nosotros»,
incluso si dice «yo».

Salmodia

Salmo 91
Alabanza del Dios creador

Ant. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche


tu fidelidad.

Es bueno dar gracias al Señor


y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes,
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.

Aunque germinen como hierba los malvados


y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.

Porque tus enemigos, Señor, perecerán,


los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos despreciarán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.

El justo crecerá como una palmera,


se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;

en la vejez seguirá dando fruto


y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo


como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche


tu fidelidad.
Deuteronomio 32, 1 - 12
Beneficios de Dios para con su pueblo

Ant. Dad gloria a nuestro Dios.

Escuchad, cielos, y hablaré;


oye, tierra, los dichos de mi boca;
descienda como lluvia mi doctrina,
destile como rocío mi palabra,
como llovizna sobre la hierba,
como orvallo sobre el césped.

Voy a proclamar el nombre del Señor:


dad gloria a nuestro Dios.
Él es la Roca, sus obras son perfectas,
sus caminos son justos,
es un Dios fiel, sin maldad;
es justo y recto.

Hijos degenerados, se portaron mal con él,


generación malvada y pervertida.
¿Así le pagas al Señor,
pueblo necio e insensato?
¿No es él tu padre y tu creador,
el que te hizo y te constituyó?

Acuérdate de los días remotos,


considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre y te lo contará,
a tus ancianos y te lo dirán:

Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad


y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios,
la porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue el lote de su heredad.
Lo encontró en una tierra desierta,
en una soledad poblada de aullidos:
lo rodeó cuidando de él,
lo guardó como a las niñas de sus ojos.

Como el águila incita a su nidada,


revolando sobre los polluelos,
así extendió sus alas, los tomó
y los llevó sobre sus plumas.

El Señor solo los condujo,


no hubo dioses extraños con él.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo


como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dad gloria a nuestro Dios.

Salmo 8
Las maravillas de la creación

Ant. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!

Señor, dueño nuestro,


¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.


De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,


la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:

rebaños de ovejas y toros,


y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.

Señor, dueño nuestro,


¡qué admirable es tu nombre,
en toda la tierra!

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo


como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!

Lectura
Rm 12, 14 - 16a
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis. Con los
que ríen, estad alegres; con los que lloran, llorad. Tened igualdad de
trato unos con otros: no tengáis grandes pretensiones, sino poneos
al nivel de la gente humilde.

Responsorio

V. Te aclamarán mis labios, Señor.


R. Te aclamarán mis labios, Señor.
V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Mis labios, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor.
Cántico evangélico

Ant. Guía nuestros pasos, Señor, por el camino de la paz.

Benedictus
Lc 1, 68-79
El Mesías y Precursor

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,


porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos


y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,


arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,


porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,


nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo


como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Guía nuestros pasos, Señor, por el camino de la paz.

Preces

Celebremos la sabiduría y la bondad de Cristo, que ha querido ser


amado y servido en los hermanos, especialmente en los que sufren,
y supliquémosle insistentemente, diciendo:

Haznos perfectos en la caridad, Señor.


1. Al recordar esta mañana tu santa resurrección,
- te pedimos, Señor, que extiendas los beneficios de tu redención a
todos los hombres.

2. Que todo el día de hoy sepamos dar buen testimonio del nombre
cristiano
- y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al
Padre.

3. Enséñanos, Señor, a describir tu imagen en todos los hombres


- y a saberte servir a ti en cada uno de ellos.

4. Oh Cristo, vid verdadera de la que nosotros somos sarmientos,


- haz que permanezcamos en ti y demos fruto abundante para que
con ello reciba gloria Dios Padre.

Con la confianza que nos da nuestra fe, acudamos ahora al Padre,


diciendo, como nos enseñó Cristo:

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;


venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Pueden añadirse intenciones particulares que concluyen con la


respuesta propuesta más arriba.

Oración conclusiva

V. Que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu y toda nuestra vida sean
una continua alabanza en tu honor; y, pues toda nuestra existencia
es puro don de tu liberalidad, que también cada una de nuestras
acciones te esté plenamente dedicada. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios por los siglos de los siglos.

R. Amén.

Conclusión
En la recitación individual, o si el que preside no es un ministro ordenado, se
concluye:

V. El Señor nos bendiga,


nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.

R. Amén.
“El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no
presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no
lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con
la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta. El amor no pasa nunca.”

1 Corintios 13, 4-8

Para reflexionar…

- ¿Cómo le manifiestas tu amor a Dios?


- ¿Crees que tu amor hacia Dios es bueno? ¿Le respetas o
haces cosas que le desagradan?
- ¿Todo lo que haces en tu día a día es por amor a Dios? ¿Por
qué?
- Si Dios nos ama de manera benigna, ¿por qué no somos
capaces de actuar con Él de la misma forma?
- ¿Eres capaz de renunciar a ciertas cosas en tu vida, aunque
no sean malas, solo por amor a Dios? ¿Cómo qué?

- ¿Eres capaz de sentir la bondad de Dios a través de los


demás?
- ¿Eres capaz de ser Jesús para el otro? Sinceramente, ¿crees
que amas a los demás benignamente?
- ¿Crees que puedes tener un amor benigno sin ayuda de Dios?
¿Cómo sería tu amor sin Él?

- ¿Eres capaz de ver la obra de amor benigno que Dios ha hecho


en ti? ¿Crees que Dios te ama con tus defectos y virtudes?
- ¿Consideras que hay alguna tentación que te impide alcanzar
el amor benigno contigo mismo?
- ¿Qué deberías cambiar en tu vida para amarte de forma
benigna? No solo físicamente, también espiritualmente
- ¿Consideras que primero es necesario conocer el amor
benigno de Dios para amarte a ti mismo y al prójimo? ¿Por qué?
El significado de “benigno”, viene del latín benignus, afable,
benévolo, piadoso, y es una exhortación para practicar la buena
voluntad, el ser bondadoso, amable y apacible, conforme está
escrito en Efesios 4:32. Cuando una persona tiene un corazón
lleno de bondad, al ser corregida de su error, acepta, pero no solo
se queda allí, sino que modifica su mala conducta. El que es
descrito como bueno, no necesariamente significa que no peca, o
no comete actos malos, sino que es capaz de reconocer, dejar
moldear su conducta por Dios, reparar el daño causado. No es
una aparente moral o creerse bueno, el que nunca hace nada
malo, si no que conforme enseña la palabra en 1 Juan 1:8,
reconoce que hay pecado en su vida, pero va a la cruz.
Va al abogado celestial, a Jesús, para que interceda por su mala
conducta, y Él en su amor limpie y transforme al malhechor en un
bienhechor, solo porque nos acercamos al trono de misericordia
por medio de su sangre, no por nuestro buen comportamiento sino
por su gracia.

¿Qué es el amor benigno? Señor, ¿de verdad me amas así?


El amor benigno abarca mucho: amabilidad, compasión,
misericordia, amor de verdad…

Dios nos ha amado de forma benigna desde el principio, desde la


creación, todo lo hizo por y para nosotros. Nos amó benignamente
cuando mandó a su hijo para salvarnos del pecado.
Nos amó benignamente cuando mandó a su Espíritu Santo para que
fuésemos su templo, para quedarse con nosotros. Nos amó y nos
ama tanto que nos dio a una madre, una madre que ama de forma
benigna, que ama esperando, cada día, desde el silencio, nuestra
conversión real, una conversión de corazón diaria.

Nos ama benignamente cada vez que nos perdona por todo lo que le
hacemos, nos perdona y aún así seguimos haciéndole daño. El amor
benigno es capaz de acoger, servir y amar.
Parábola
Huellas en la arena

Una noche un hombre tuvo un sueño. En él «caminaba por la playa,


mientras en el cielo se iban reflejando, una a una, escenas de su vida.
Ante cada escena se marcaban en la arena dos pares de huellas, las
suyas y las de Dios. Cuando pasó ante él la última escena de su
sueño, se dio la vuelta para mirar las huellas en la arena. Vio
extrañado y, también algo enfadado que, en muchas ocasiones, en
los peores momentos de su vida, sólo había un par de pisadas».

En ese instante se despertó sobresaltado. Recordó el sueño con total


claridad. Claro… ya sabía lo que pasaba. Se dio cuenta de lo que
había sucedido en las etapas más tristes y oscuras de su vida. Aquel
pensamiento le confundió mucho, e inquirió a Dios:
«Dios, dijiste una vez que cuando decidiera seguirte, caminarías
conmigo hasta el final. Pero ya he visto que, en los momentos más
difíciles de mi vida, cuando más te necesitaba, sólo estaban mis
huellas en la arena. No entiendo por qué me abandonabas».

Hubo un momento de silencio y cuando el hombre ya no esperaba


ninguna respuesta, escuchó una voz, la voz de Dios, que le decía:
«Hijo, yo te amo. Nunca te abandonaría. En esos momentos de
sufrimiento, cuando peor lo estabas pasando, no eran tus huellas las
que aparecían sobre la arena. Eran las mías mientras yo te llevaba
en brazos».
EXAMEN DE CONCIENCIA: LOS MANDAMIENTOS DE DIOS

1. “AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS”

- ¿Adoro a dioses que no son el Dios de Jesucristo?


- ¿Amo a Jesucristo? ¿Se lo demuestro? ¿De qué manera?
- ¿Doy gracias a Dios por lo que me da?
- ¿Soy tibio a la hora de cumplir con mis deberes religiosos?
- ¿Soy perezoso en mi vida cristiana?
- ¿Busco formarme en la religión para que crezca mi fe?
- ¿Leo la Palabra de Dios?
- ¿Animo a mis hermanos, amigos, hijos a ir al catecismo?
- ¿Rezo todos los días? ¿Solo, en familia, con los amigos?
- ¿Doy buen ejemplo o desanimo la fe de los demás?
- ¿Cometo sacrilegios comulgando en estado de pecado
grave, ocultando deliberadamente pecados en la confesión,
etc.?
- ¿Dudo voluntariamente de Dios y sus promesas?
- ¿No hago nada por luchar contra mis dudas?
- ¿Tiento a Dios poniéndole a prueba?
- ¿Pierdo la confianza en Dios?
- ¿Soy presuntuoso contando demasiado sobre mí mismo o
sobre la omnipotencia y el perdón de Dios sin esfuerzo por
mi parte?
- ¿Practico brujería, magia blanca o magia negra?
- ¿Formo parte de algún círculo esotérico (masonería, rosa-
cruz, etc.?
- ¿Leo libros de esoterismo o magia?
- ¿Consulto a curanderos, brujos, videntes, magnetizadores,
lectores de tarot, horóscopo, etc.?
- ¿Participo en sacrificios paganos?
- ¿Hago sacrificios por la salud, trabajo, aprobar un examen,
tener un hijo, etc.?
- ¿Pongo mi confianza en amuletos?
- ¿Llevo puestos amuletos para protegerme?
- ¿Tengo supersticiones?

2. “NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO”

- ¿He blasfemado?
- ¿Bendigo, alabo y glorifico al Señor?
- ¿He pronunciado el nombre de Dios sin respeto?
- ¿He hablado mal de Dios? ¿De Jesús?
- ¿He hablado mal de la Iglesia? ¿De los sacerdotes?
- ¿Utilizo el nombre de Dios para hacer creer en mentiras?
- ¿Hago falsas promesas en nombre de Dios?
- ¿He jurado en nombre de Dios de forma injustificada o inútil?
- ¿Juro en falso?
- ¿He pronunciado maldiciones contra personas, de
pensamiento y/o de palabra, con o sin el nombre de Dios?

3. “SANTIFICARÁS LAS FIESTAS”

- ¿El domingo es realmente para mí el día del Señor? ¿Voy a


la iglesia?
- ¿Llego a la hora? ¿Rezo y canto con los demás? ¿Comulgo
con fe?
- ¿Voy al sacramento de la reconciliación siempre que lo
necesito?
- ¿Animo a los demás a rezar, a ir a la iglesia?
- ¿El domingo, dedico tiempo a la familia?
- ¿Me paso los domingos sin hacer nada?
- ¿Trabajo el domingo para ganar dinero y no para la única
gloria de Dios y por caridad?
- ¿Hago que mis empleados trabajen el domingo?

4. “HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE”

- ¿Amo a mis padres? ¿Les respeto? ¿Les obedezco? ¿Les


manifiesto mi reconocimiento?
- ¿Les ayudo gratuitamente?
- ¿Me ocupo de ellos en su vejez?
- ¿Respeto a mis jefes? ¿a mis formadores? ¿a mis
enseñantes? ¿a mis responsables? ¿a autoridades
legítimas?
- ¿Rezo por los responsables y las autoridades?
- ¿Fomento el sentido de la familia? ¿Animo a las parejas al
matrimonio?
- ¿Lucho contra la práctica del divorcio y de las parejas de
hecho?
- ¿Doy una educación cristiana y humana a mis hijos?
- ¿Cumplo con mis deberes de padre/ madre para con mis
hijos?

5. “NO MATARÁS”

- ¿Me ocupo de la salud de mi familia? ¿de mis hijos?


- ¿He abortado? ¿He aconsejado abortar?
- ¿Tengo odio en mi corazón?
- ¿Me niego a perdonar?
- ¿Maldigo a los demás? ¿Deseo el mal para los demás?
- ¿Pierdo los nervios, me encolerizo?
- ¿Quiero tener siempre razón?
- ¿Insulto a los más pequeños? ¿a los mayores? ¿hiero con
palabras hirientes?
- ¿Hiero con golpes voluntarios?
- ¿He desasistido a perdonas en peligro?
- ¿Expongo a situaciones de peligro a mis semejantes sin un
motivo grave?
- ¿Soy cómplice de tráfico de armas, drogas, comercio
humano (niños, mujeres…), etc.?
- ¿Mato con veneno? ¿con brujería? ¿con prácticas
fetichistas?
- ¿Practico la eutanasia, el aborto, en tanto que médico,
farmacéutico, enfermero?
- ¿Soy cómplice de ello por mis consejos, mi silencio o mi
negocio?
- ¿Practico la tortura? ¿Promuevo los secuestros, el
terrorismo?
- ¿Deseo suicidarme? ¿Animo al suicidio?
- En tanto que responsable civil, judicial, etc., ¿dejo que se
propague la violencia por corrupción?
- ¿Realizo mal mi deber por falta de responsabilidad?
- ¿Tengo discursos que alimentan el odio?
- ¿Compro diarios / escucho medios de comunicación que
fomentan el mal?

6. “NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS”

- ¿Amo a mi esposo o esposa?


- ¿Tengo confianza en él, en ella?
- ¿Lo comparto todo con él, con ella?
- ¿Le escucho y le animo?
- ¿Respeto el cuerpo de mi mujer, de mi marido?
- ¿Tengo relaciones sexuales no castas y no respetuosas con
él, con ella?
- ¿Su cuerpo es para mí sólo un objeto de placer?
- ¿La violento sexualmente? ¿Le manifiesto ternura?
- ¿Soy fiel a mi esposa, a mi esposo?
- ¿Tengo una "relación"?
- ¿Frecuento a prostitutas?
- ¿Engaño frecuentemente a mi esposa, a mi esposo?
- ¿Vivo en situación de poligamia?
- ¿Vivo en pareja y me niego a casarme por la Iglesia?
- ¿Aplazo siempre mi matrimonio?
- ¿Estoy en proceso de divorcio o estoy divorciado?
- ¿Promuevo el divorcio o la unión libre?
- ¿Me niego a tener hijos porque cuestan dinero?
- ¿Me he sometido a una operación de esterilización? ¿He
sometido a mi mujer a una operación de esterilización?

7. “NO ROBARÁS”

- ¿He robado? ¿qué? ¿cuánto?


- ¿He devuelto lo que he robado?
- ¿He deteriorado lo que me habían prestado?
- ¿He tardado en devolver lo que me habían prestado?
- ¿He guardado lo que me habían prestado?
- ¿He malgastado mi dinero? ¿el dinero de mis padres? ¿el
dinero de los demás?
- ¿He hecho malversación de dinero público?
- ¿Falsifico facturas?
- ¿Juego con el dinero?
- ¿Compro ropa muy cara?
- ¿Lo utilizo mal en lugar de utilizarlo para hacer el bien?
- ¿Pido dinero a los demás, cuando no tengo derecho de
hacerlo?
- ¿Dilapido mi dinero en el juego?
- ¿Me niego a pagar mis deudas?
- ¿Trabajo sin conciencia y cobro dinero por ello?
- ¿He intentado hacer chanchullos?
- Por negligencia, ¿dejo de pagar la contribución para la
Iglesia?
- ¿Engaño en los negocios a mis socios?
- ¿Pago malos salarios o los pago tarde?

8. “NO DIRÁS FALSO TESTIMONIO NI MENTIRÁS”

- ¿Miento? ¿para engañar? ¿para excusarme?


- ¿Hablo falsamente mal de los demás?
- ¿Levanto falsos testimonios? ¿Calumnio? ¿Juzgo con
facilidad a los demás?
- ¿Pongo de manifiesto, sin motivo, el mal que hacen los
demás?
- ¿Suelo traicionar las confidencias que me hacen?
- ¿Hago trampa en el juego? ¿en clase?
- ¿Hago falsas promesas?
- ¿Oculto que soy cristiano, cristiana?
- ¿Adulo por interés?
- ¿Soy presuntuoso?
- ¿Soy capaz de adular hasta el punto de fomentar el mal que
hay en una persona?

9. “NO CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS


IMPUROS”

- ¿Respeto mi cuerpo? ¿el cuerpo de los demás?


- ¿Soy puro/pura en mis miradas, pensamientos, palabras,
acciones, vestimenta?
- ¿Me falta pudor?
- ¿Leo libros, veo películas pornográficas?
- ¿Me masturbo?
- ¿Me divierto de forma indebida con las chicas, con los
chicos?
- ¿Vivo en la fornicación? ¿el libertinaje?
- ¿Entrego mi cuerpo por dinero?
- ¿Soy homosexual?
- ¿Mantengo relaciones sexuales por hacer nuevas
experiencias?
- ¿He tenido alguna relación sexual con un animal?
- ¿He cometido incesto? ¿algún acto de pedofilia?
- ¿Bebo demasiado? ¿fumo? ¿me drogo, solo o con otros?
10. “NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS”

- ¿Deseo lo que no me pertenece?


- ¿Me entristezco por lo que no poseo? ¿por lo que no poseo
en cantidad suficiente?
- ¿El hecho de no tener lo suficiente me vuelve enfermo?
- ¿Me entristece el bien que le sucede al prójimo?
- ¿Me entristece el éxito de los demás?
- ¿Envidio a los demás? ¿Envidio a los ricos?
- ¿Hablo mal de ellos? ¿les deseo el mal?
- ¿Sueño con lo que está por encima de mis posibilidades?
- ¿Mendigo fácilmente?
- ¿Vivo a expensas de los demás, sin hacer nada?
- ¿Me dejo llevar por la pereza?
- ¿Pierdo el tiempo en lugar de hacer mi trabajo?
- ¿Hago mal mis deberes de clase?

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