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LAS AVES FÉNIX

Más conocido con el nombre de “ave fénix”, el Phoenicoperus -tal como la bautizaron los
helénicos- es un ave mitológica oriunda de leyendas popularizadas en Medio Oriente, norte de
África e India. Su tamaño es semejante al de un águila -con quien también comparte
lafortaleza de sus garras y de su pico- y su plumaje varía entre las gamas del rojo, el amarillo y
el naranja.

Según esta mitología, el Fénix habitaba en el Jardín del


Paraíso; su hogar era un rosal. Cuando la pareja primigenia
(Eva y Adán) fue desterrada de allí por un ángel, de la
espada de este ser angélico brotó una chispa que desató el
incendio de su nido.

Sin embargo, por ser el Fénix el único ser que evitó comer
la fruta prohibida, recibió un regalo sin precedentes: el don
de la inmortalidad. Desde entonces, es capaz de renacer de sus propias era un rosal. Cuando la
pareja primigenia (Eva y Adán) fue desterrada de allí por un ángel, de la espada de este ser
angélico brotó una chispa que desató el incendio de su nido. También se le atribuye otra
habilidad: la de curar enfermedades o dolencias al sólo contacto con sus lágrimas.

El ave conocía el momento en que moriría… La víspera de su muerte, preparaba un lecho de


hierbas olorosas, ponía un huevo -al que empollaba durante algunos días- y después se auto-
incendiaba. La mitología no precisa si el pájaro comenzaba a arder accidentalmente o por
efecto de su voluntad.

Después de quemarse por completo y convertirse en


cenizas, el cascarón del huevo empollado se rompía
para dar nacimiento al mismo Fénix. Esta ceremonia
se cumplía sistemáticamente cada quinientos años...
Según la iconografía del Cristianismo, esta benéfica
criatura es un símbolo de la resurrección: encarna a
Cristo Jesús.

De acuerdo con la mitología de China, tenía cuerpo de


pez, cuello de serpiente y patas de tortuga.

Otras alusiones célebres a este ser alado aparecen en el animé Saint Seiya, donde el caballero
Ikki -del Fénix- es el más fuerte de los guerreros de bronce. Otra serie animada japonesa,
Pokémon, presenta a “Ho-Oh”, un ave fénix que simboliza la felicidad.

También en el cómic X-Men se menciona a un alien llamado Fénix que entabla una rara
relación telepática con Jean Grey, a quien le otorga enormes poderes que terminan
corrompiéndola y conduciéndola a su ruina personal al convertirla en una malvada “Fénix
Oscura”.

Además, en la serie novelada de J. K. Rowling, cuyo protagonista es el célebre mago Harry


Potter, este pájaro adquiere relevancia: es la mascota de Dumbledore, el bondadoso director
de la Escuela de Hechiceros, y también aparece como ícono emblemático de la orden
caballeresca conocida con el mismo nombre.

Historias populares cuentan que los fénix, como representantes del fuego, eran alabados por
los labradores, que le rogaban que hiciera salir el sol en temporadas de frío, para que
pudieran prosperar sus cosechas.

En sentido amplio, esta criatura mitológica es un símbolo del resurgimiento espiritual y físico,
de la pureza y la inmortalidad. La potencia
interior de esta ave se hace evidente al renacer
de sus escombros.
Por último, en el antiguo Egipto y en la Grecia
clásica se lo consideraba una deidad

Se dice que el Ave Fénix habitaba en los


desiertos arábigos y que su aspecto se parecía al
de una gran garza, mientras dos plumas se
asomaban sobre su cabeza a manera de cresta.

En Egipto se la consideraba una deidad protectora de los difuntos, además de representar la


Inmortalidad y el renacer a la nueva vida. Construyeron en su honor un templo en la ciudad de
Heliópolis, considerada sitio sagrado al que esta ave regresaba cada quinientos años a morir y
resurgir de sus propias cenizas.

Durante la Edad Media se asoció este pájaro con el planeta Venus. En la iconografía medieval
se lo representó como una garza que portaba una tiara blanca semejante al sol, además de las
dos plumas mencionadas anteriormente.

Las crónicas del historiador helénico Heródoto también mencionan al Ave Fénix, indicando
que ésta elaboraba un nido de incienso que luego incendiaba. De allí brotaba un pequeño
gusano que, al contacto con el fuego, se convertía en pájaro. Y así sucesivamente, cada medio
milenio.

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