Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Este tipo de discapacidad implica una disminución de la movilidad total o parcial de uno o más
miembros del cuerpo, la cual dificulta la realización de actividades motoras convencionales.
Las principales consecuencias que puede generar la discapacidad motriz son varias, entre ellas,
movimientos incontrolados, dificultades de coordinación, alcance limitado, fuerza reducida,
habla no inteligible, dificultad con la motricidad fina y/o gruesa.
Causas
Entre los factores que producen la discapacidad motriz, pueden mencionarse los infecciosos
(poliomelitis), los virales (Síndrome de Guillain Barré), los reumáticos (Accidente Cerebro
Vasculares y artiritis reumatoidea), los neurológicos (malformación arteriovenosa en médula o
cerebro, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, mielomeningocele, traumatismo cráneo
encefálico y espina bífida), los musculares (distrofias) y los que guardan relación con los
traumatismos (amputaciones, lesiones medulares y traumatismo cráneo encefálico).
Características
La mayor dificultad que se le presenta a una persona con esta discapacidad para lograr su
independencia son las barreras arquitectónicas, las cuales impiden o complican su
desplazamiento (cordones de vereda, escalones, puertas angostas, rampas mal diseñadas,
veredas rotas, alfombras, baños no adaptados, transporte público sin rampa, entre otras). Si
dichos obstáculos son superados, quienes forman parte de dicho colectivo social podrían
desarrollarse con mayor facilidad en todos los ámbitos sociales, culturales y educativos de los
que participan.
Trastornos asociados a la discapacidad motriz Se pueden presentar dificultades sensoriales,
perceptivas, de lenguaje, socio-afectivas y de la personalidad asociadas a la discapacidad
motriz, mismas que afectan significativamente el desarrollo de niñas y niños. En cerca de 60%
de los casos de parálisis cerebral se evidencian dificultades en el lenguaje expresivo y
comprensivo, en las formas de expresión como la palabra, los gestos y la mímica, debido a la
falta de control de los músculos involucrados en estas acciones y del ritmo en la respiración. La
producción de la palabra toma la forma del lenguaje “a saltos”, con pausas respiratorias
superficiales o arrítmicas. Las dificultades en el lenguaje comprensivo pueden ser causadas por
afectación auditiva, lesiones suplementarias de las vías respiratorias, o por falta de estimulación
o de modelos de comunicación.
Evaluación de los alumnos y alumnas con discapacidad motora
Cuando un niño o niña con problemas motores se escolariza en un centro educativo, lo más
habitual es que haya sido ya valorado y evaluado por diferentes servicios hospitalarios y
sociales cuyas aportaciones conviene conocer antes de proceder a la evaluación
psicopedagógica.
La evaluación médica se habrá realizado en el momento que se detectó el problema, y según
las características, secuelas y deficiencias asociadas, habrá sido revisada y seguida por los
servicios de neurología, rehabilitación, urología, etc., además de los controles pediátricos
propios de su edad. Incluso es posible que haya sido atendido por los servicios educativos
sanitarios, o que haya recibido tratamientos continuados especializados de fisioterapia, terapia
ocupacional, logopedia, etc.
Al inicio de la etapa escolar, es importante que la evaluación de sus necesidades educativas
especiales sea lo más completa posible.
La evaluación psicopedagógica inicial de cada alumno o alumna con necesidades educativas
especiales y el dictamen de escolarización sirven para orientar sobre la modalidad de
escolarización más adecuada a cada caso. Esta evaluación es competencia de los Equipos de
Orientación Educativa y de los Equipos Especializados en Discapacidad Motora.